Abril 1815 – julio 1815

Con tristeza en el mes abril, Lizzy comprobó que no estaba embarazada ya que se había hecho muchas ilusiones ya que estuvo dos meses sin tener el período. Extrañaba mucho a su esposo, y esperaba ansiosa recibir noticias de él. Lamentablemente sabía que la correspondencia con el continente era muy lenta y en algunas partes estaba cortada. Recién en mayo recibió la primera carta de Patrick; era una carta optimista, amorosa y dulce que la atesoraba. Lizzy enseguida le contestó una larga carta y esperaba que lograra llegar a sus manos.

La relación con su suegra que anteriormente había sido muy buena, mejoró aún más. La Sra. Barton a pesar de todo lo que había sufrido en su vida era una mujer muy dulce y Lizzy en muchos aspectos le recordaba a su difunta hija. Por otro lado, la relación con la Sra. Shaw era excelente, y con el tiempo se hicieron muy amigas con Lizzy.

Sin duda el centro de atención y de felicidad de la casa era la pequeña Rose que seguía creciendo muy sana. Era una niña muy dulce, de aspecto angelical, que raramente lloraba. Al octavo mes gateaba por la casa y comenzaba a tratar de pararse. Lizzy y en menor medida las otras dos señoras festejaban cada uno de los logros de la niña y la incitaban a que tratara de caminar.

Agosto 1815

Una tarde de agosto mientras Lizzy estaba cambiando de ropa a la pequeña Rose, recibió una nota con la terrible noticia que su querido Patrick había sido herido gravemente en la batalla de Waterloo, y dos semanas más tarde había muerto a causa de una infección. El mensajero, que era un soldado joven, además le entregó una carta que Patrick le escribió unos pocos días antes de morir…

10 de Junio 1815

Bruselas

Mi adorada Lizzy,

Hoy recibí tu hermosa carta y la de mi madre. Estoy muy contento que estén bien, y que la pequeña Lizzy-Rose esté creciendo sana y fuerte.

No te imaginas cuanto deseo tenerte en mis brazos nuevamente. Te extraño mucho más que lo que puedo expresar con palabras, que además sabes que no soy un buen poeta.

Todas las noches antes de acostarme miro el pequeño retrato que me regalaste con el mechón de tu hermoso cabello y sueño contigo. Sueño que vivimos en una bonita casa en el campo con un hermoso jardín con rosas y narcisos, y la pequeña Lizzy-Rose jugando con una hermosa niña con tus mismos ojos y sonrisa. Son tan hermosos esos sueños que no quiero despertar ya que lamentablemente, no sé cuándo voy a poder volver a verte.

Lo primero que voy a hacer cuando vuelva a Inglaterra es insistir para que me permitan rescindir mi comisión y mudarnos al campo. No quiero estar un minuto más de mi vida sin ti.

Si bien desde que llegue a Bruselas hace casi dos meses mi vida ha sido tranquila, cada día hay más rumores que en pocos días va a haber una gran batalla. Estamos preparados para salir a pelear en cualquier momento.

Te amo,

Patrick Barton

Lizzy se desplomó, Patrick no solo era su querido esposo, sino que también era su mejor amigo, su confidente y su apoyo. Su suegra tomó la noticia con tristeza, pero con más aplomo que Lizzy, ya que desde hacía años se había hecho a la idea que era probable que su hijo muriera en batalla.

En las siguientes semanas entró en un profundo estado de depresión y desesperación, incluso pensó en quitarse la vida, pero tuvo un sueño una noche que hizo que recapacitara.

Estaba caminando por un sendero y a lo lejos estaba Jane y Patrick. Los llamaba a gritos, pero parecían no oírla. Se apuró y cuando estaba por alcanzarlos, Jane se dio vuelta a mirarla con una expresión muy triste en el rostro. Trató de abrazarla, pero Jane dio un paso atrás y meneó la cabeza. Trató de tomarle la mano a Patrick, pero en ese momento se desvaneció. Miró nuevamente a Jane y con voz claro y triste le dijo, "Me prometiste que ibas a cuidar a Lizzy-Rose…"

Lizzy despertó sobresaltada, tenía motivos aún para vivir, y la obligación de cuidar de su sobrina. No le iba a fallar a Jane….

Fin de la Primera Parte.