Vive para mi.
"Entonces vive para mi, todos los días que te quedan de vida" Kaito no entendía bien la razón para exigirle algo tan irracional a Koala, simplemente parecía un trato justo por la cobardía y la canallada de la quimera.
¿Qué habría hecho él en el lugar de Koala? Claramente habría perdido su vida para salvar la de la niña ¿O quizas no? Sondeando en su interior no podía saber si aquel deseo era un capricho de su nuevo cerebro híbrido, o si era un eco de un deseo de venganza nacido del alma de la chica dentro de él. A veces dudaba sobre si era realmente Kaito o si se había convertido en alguien más. Sensaciones y deseos completamente nuevos nacian cada dia y debían ser satisfechos solo porque si, como aquella vez que quizo olfatear las flores o pasar el día holgazaneando ojeando revistas y comiendo golosinas en un rincon.
"Vive para mi", si, definitivamente este deseo nacía del mismo lugar del que provenian todos los demás. Del alma de la nubil doncella que le había dado su pecosa y pelirroja cabeza en calidad de prestamo vitalicio.
Fin.
