Ship: Adrien Agreste/Chat Noir x Marinette Dupain Cheng/LadyBug

Fandom: Miraculous

Tema: Caes en cuenta que nada es real.

Disclaimer: Los personajes de la historia no me pertenecen, forman parte de la otra y autoría de Thomas Astruc y Jeremy Zag, los créditos correspondientes a estos bellos creadores que me deben el pago de mi terapeuta con la hermosa serie que han hecho y ha acabado con la estabilidad de toda persona que la sigue desde sus inicios

Summary: Marinette volvió a cerrar sus ojos ante la luz blanca tenebrosa que la acecho, escuchando por último un suave te amo de aquel ser que mostraba una locura sonriente en sus facciones.


Las risas formaban parte de aquella pradera en donde una pareja de jóvenes estaba corriendo y divirtiéndose al son de la brisa cálida de la ciudad. En especial una azabache de largos cabellos que disfrutaba de caminar con su gran amiga por la metrópoli.

—En verdad es increíble —explicó mientras miraba a su alrededor el bello mercado donde se encontraba—, gracias en verdad Alya por venir conmigo.

—Es lo mínimo que podría hacer Marinette —dijo una castaña de largos cabellos, además Adrien no te ha dejo salir de su luna de miel, señorita.

Con un hermoso tono carmesí en sus mejillas, la azabache seguía el camino hacia una bella colina en la cual harían un picnic, en su camino escuchaba como su amiga comenzaba en su trabajo en la nueva imprenta.

Sin embargo, su mente estaba en el extraño sueño que había tenido, en especial por que había cosas tan extrañas y raras que no se verían en su tiempo.

Debía ser el cansancio, cansancio que era por cierto esposo que no la dejaba tranquila desde que se habían dicho "Sí, acepto" en su boda.

Marinette se había casado con un hombre maravillo; no solo en belleza; sino también en inteligencia y corazón. Su nombre era Adrien, un joven duque del cual se enamoro de él cuando fue a pedir un traje a su boutique.

Ella era hija de una pareja de barones muy famosos por sus tiendas de repostería, ella saco su talento para la creación y lo utilizo en crear vestiduras y accesorios para todo tipo de personas, desde la baja y alta sociedad.

Él, por su parte, era una gran duque que se preocupaba por el bienestar y cuidado de su gente, en verdad era una gran persona que ayudaba a quienes lo necesitaba y mantenía el orden y la paz.

Fue gracias a ello que el destino los unió, haciendo que su enamoramiento fuera mutuo y se amaran hasta casarse sin oposición de nadie, ni por parte de sus padre y por parte del novio, sin oposición de la realeza y nobleza.

El recordad como se conocieron siempre le traía un cálido sentimiento en el corazón, pero en ocasiones se admiraba de ver cuanto Adrien la amaba, sobre todo porque cuando se conocieron no permitía que nadie; no apto; le sirviera o los viera, eso y quizás su fascinación por utilizar el color blanco y celeste.

Enfrascada en esos sentimientos unos brazos la rodearon y no se asustó cuando sintió una cabeza posarse en su cuello u besarlo suavemente.

—Mi príncipe.

—Mi dulce Marinette —susurró mientras la abrazaba aún más— ¿Por qué viniste aquí?

Estaban en una bella colina que tenía una hermosa construcción, una torre abierta al público que permitía un área de picnic con puentes colgantes en su ultimo piso.

—Quería salir con Alya —dijo mientras veía esos delicados ojos verdes mirarla con preocupación—, nada malo va a pasarme Adrien —acariciando su mejilla. Marinette volvió a hablar—, además Alya ¿Dónde está?

La azabache la iba a buscar cuando sus labios fueron atacados por los hambrientos labios de su esposo, al cual le respondió con sinceridad y afecto.

—Si deseabas venir aquí hubiéramos, Alya debe estar con Nino, el vino conmigo.

—Ellos pronto se casarán —expresó emoción, por alguna razón sentía paz y extrañeza.

Sentimientos que se notaron en su rostro y Adrien seriamente alivio.

—No debes preocuparte, tu y todos los que amas serán felices —con un beso en la frente siguió—, sobre tu dulce Marinette.


Adrien siempre le decía que adoraba cuando le daba de comer y ahora el estaba más que feliz al ver como lo alimentaba con fresas con crema, claro que siempre venia acompañado de un delicado piropo o coqueteo que hacía a la azabache sonrojar y voltear la cara.

Estaban cerca de un bello balcón en el cual veían la ciudad ser majestuosa, era muy bello verla en ese estado, tranquila y pacífica mientras esperaba que su esposo regresara con chocolate caliente

Hasta que el maulló de un felino la hizo voltear, capturando en sus ojos a un hermosos gato negro de ojos verdes, era muy hermoso, su pelaje era brillante al igual que sus ojos lo que hizo que se sintiera hipnotizada cuando este volvió a maullar mirando hacia la nada.

—Miau M'lady, en verdad este lugar recrea calma.

—Lo sé, lo leí en una historia que me gusto mucho, sobre que los lugares altos suelen traer paz, es como un lugar seguro a lado de las estrellas.

—Tu eres mi lugar seguro M'lady —dijo una figura que mostraba un rostro distorsionando que poco a poco tomaba forma—, mi dulce Marinette.

—Mi príncipe.

— ¡Ah! —Marinette estaba aturdida ante lo que vio.

Su mirada azulada se dirigió al animal, sorprendiéndose al verlo y que este volviera a maullar.

— Ah pero que... ¡Ah!

Un grito de dolor salió de Marinette cuando a su mente fuertes destellos le mostraron escenas de ella con un hombre bailando en cielo volando.

Una en donde ella una persona a su lado estaban vestidos con ropa demasiado pegada, ella vestía con colores negro y rojo y él era completamente negro.

Los gritos de dolor fueron intensos en su cabeza que la hizo agarrársela, sentía que explotaría, mas aun cuando de pronto cayo arrodillada y una fuerte presión la ataco, haciendo que viera imágenes de una ciudad aterradoramente blanca, una ciudad inundada y llena de un blanco temible con un celeste pálido que asustaba.

—Pero que... ¡Ah!

¡Ah!

¡Ah!

¡Ah!

El dolor subió por toda su espalda hasta su cabeza.

—Permíteme ayudarte gatito —rogó ella mientras una figura se acercaba.

Podía notar que ella era la protagonista en esa imagen por como todo era directamente a sus ojos.

—Puedes ayudarme dándome tu miraculous mi lady, así pediré un deseo y nuestro mundo será diferente, donde no tengas que sufrir con la perdida de tus amigos —la voz que venia hacia ella era más fuerte mientras se mostraba—, nuestro destino es estar juntos, ya sea en un mundo o en otro.

—No... Chat no.

¿Qué?... Chat...

—Este mundo ya está destrozado Marinette —aquel ser se acercó lo suficiente para mostrar un rostro que le asusto.

Un rostro sonriente, lleno de locura y desesperación que la hizo pegarse hacia la punta del barranco. Notando así el rostro enmascarado de un hombre.

Un hombre que en su realidad también se acercó y la miro preocupado y desesperado.

Superponiendo ambos rostros, noto que eran la misma persona.

— ¡No, Chat Noir por favor vuelve!

—Mi ingenua Marinette —sosteniendo su barbilla haciéndola mirar a unos ojos celestes fríos y llenos de locura—, ya no hay Chat Noir, el murió el día que el que te agredieron y casi pierdes la vida, el día en el que te casi te pierdo y quedaste en coma, el día en el que mi asqueroso padre aprovecho para convertirme en esto, el día en el que acabe con toda la humanidad y solo quedaste tu vida por tu miraculous que evito tu destrucción. El día en el despertaste y haz estado luchando conmigo para detenerme por que ya no me amas.

—Debo detenerte y arreglar esto. Yo debo... —la joven se encontraba muy débil...

—Chat Noir... mi gatito... —susurró la azabache en su realidad mientras notaba como todo en la misma era detenida y su amado trasformaba sus ojos verdes y amorosos en unos celeste y llenos de locura, su cabello rubio y brillante se volvía blanco.

Blanco como la locura que estaba viendo en su mente.

—Mi ingenua Marinette —con fuerza arranco sus pendientes y ella se destransformó, estaba herida y con una bata de hospital.

—Tendremos que volver a ser lo que éramos antes.

—Tendremos que volver a ser lo que éramos antes.

Tanto en su realidad y mente todo se unió. Lo que vivió no era real, esta no era su realidad.

—Descuida, cambiare toda nuestra realidad para estar juntos y que esta sea pacífica y tranquila... así como en los libros de romance que leías.

—Descuida, ahora solo debo volver a arreglar lo que está mal... no sera tanto como la primera vez.

En esas dos versiones Marinette podía notar su angustio ante tal locura que le sonreía con desesperación y anhelo que la preocupaba y la asustaba.

—Solo debes cerrar los ojos.

—Esto pronto dejara de ser real.

Y como en aquella realidad que había sido destruida y recreada. Marinette volvió a cerrar sus ojos ante la luz blanca tenebrosa que la acecho, escuchando por último un suave te amo de aquel ser que mostraba una locura sonriente en sus facciones.

Haciendo que todo lo que había pasado no fuera el recuerdo oscuro de un inconsciente en una pesadilla de una nueva realidad que se recreaba.


Buenas noches! Que tal mis pequeños amantes de B612, espero que les guste esta bella historia de mi gran hogar que es Miraculous.

Por cierto, ¿Les gusto el capitulo de hoy? No saben cuanta estabilidad mental e perdido por esta serie jejeje.

Espero disfruten esta bella y las cosas bonitas que vienen para mis escritos.

Cualquier duda, queja, lloro o lamento a mis redes. Nos estaremos viendo en Fanfiction.

Nos vemos en las tiras cómicas.