En un pequeño departamento de la ciudad

Vienna pov.

—Todavía no le ha dado una respuesta a esa mujer, quiero decir, mi madre ella me crió desde que era pequeña.. Me dio todo lo que siempre quise pero no puedo perdonar lo que hizo.. Tiró todo su trabajo a la basura. Nunca me dijo la razón pero intuyó que fue por alguna estúpida razón... —Dije tirando mi celular a la cama—. —Mi hermana..a ella también le debo una gran disculpa. Me comporté como una tonta... Cómo sea.. Iré a caminar un poco. Tal vez eso me quite el estrés

—De repente el celular de la pequeña de pelo púrpura comenzó a sonar. Era una llamada entrante con algo de miedo tomó su celular y al ver de quien era la llamada Vienna pensó en cortar pero algo dentro de su corazón le dijo que al menos debería escuchar lo que tenía para decir aquella persona a quien todavía no puede perdonar...

[...]

—¿Diga? —Tras dejar salir un pesado suspiro conteste la llamada. cuando escuché su voz sentía que mi corazón iba a salir de mi pecho.

—Vienna-chan… ¿Cómo estás? —Dijo ella.

—He estado..bien… —respondí apretando mi puño con algo de fuerza clavando mi uñas en mi piel. Tratando de que ese dolor mitigara las ganas que tenía de llorar o de decirle todas sus verdades a esa mujer que después de un pequeño silencio habló.

—Am..quería preguntarte si quieres..salir conmigo.. —Habló mi madre. Note que ella estaba nerviosa por la forma en que hacía de forma seguida pausas que no duraban más de unos segundos.

—Guarde silencio por unos cuantos minutos antes de responder…

—Pues..me gustaría..digo… No tengo nada que hacer en estos momentos por eso mismo acepto salir contigo. Pero no creas que vas a convencerme de volver a casa… Quiero decir a tu casa —respondí.

—Descuida. No haré nada de eso. No voy a presionarte para que vuelvas. Sí quieres volver conmigo tal como te dije estaré esperando por ti con los brazos abiertos pero si no quieres nada conmigo… Lo entenderé pero gracias por aceptar salir a pasear —su voz ahora se hizo más aguda. Quizás esté haciéndose la fuerte para no llorar o algo parecido…

—Nos vemos en media hora. Te estaré esperando cerca de la plaza ¿sabes dónde está? —Pregunté sentada en mi cama moviendo mis pies como si fuera una niña pequeña. Tenía una pequeña sonrisa en mi rostro sabiendo lo mala que es mi madre para orientarse.

—Por supuesto que lo sé.. No soy ninguna niña… —Protestó mi madre al otro lado de la línea. Por lo que había escuchado deje que una risita escapara de mí…

—Me alegra escucharte reír..hace mucho tiempo que no escuchaba la risa de mi hija —dijo ella.

—Tampoco..te emociones —le respondí con el mismo tono amargo y cortante que se hizo parte de mí. Dejando a mi madre en silencio por unos cuántos minutos hasta que le escuchó hablar de nuevo.

—Lo siento. No te quitaré más tiempo. Nos veremos más tarde —mi madre cortó la llamada dejando que en mi oído se escuchará el maldito pitido del celular cuando se termina una llamada. Dejé escapar un pesado suspiro nuevamente para enseguida tirarme boca arriba en mi cama mirando el techo. Levantó mi brazo dejando mi palma abierta. Sonreí como una tonta antes de cerrar mi mano creando un puño— —ha pasado mucho tiempo desde la última vez que salimos las dos.. Supongo que puedo aprovechar esta oportunidad para arreglar las cosas con mi madre…

—¿Estás bien, Vienna? —Preguntó un chico de pelo azul claro y ojos verdes que entró a mi habitación.

—Sí, no es nada —digo desde mi lugar. Suspiro de nuevo para sentarme en la cama quedando frente al chico que estos días ha estado viniendo a verme..

—Por tu cara puedo decir que me estás mintiendo —dice él al acercarse donde me encuentro. Este chico se sentó a mi lado mirando siempre al frente— —pasamos muchas cosas juntos. Cuando estás así puedo saber perfectamente que me estás ocultando muchas cosas..

—Me di la vuelta quedando a espaldas a mi amigo "especial"

—Es mi madre —susurró esperando que no me escuche.

—Según me dijiste tus padres viven en Europa. En Austria ¿cierto? Pero ellos tienen que ver ¿volverás allí? —Preguntó el chico que me acompaña.

—Ellos no son mis padres.. Es decir, el hombre con el que se casó mi madre, no tiene ningún lazo sanguíneo conmigo. Yo tengo dos madres y tú la conoces bien… —Dije desde mi lugar.

—¿Qué quieres decir? —Habló confundido el chico que me está pretendiendo.

—Su nombre es…

[...]

Mientras tanto en otro lado

Residencia Tachibana - Interior

—¿Dónde vas Darling? —Preguntó una de las mujeres de la castaña.

—Iré a ver a una persona —responde la dueña de esta gran casa sonriendo como una pequeña emocionada por ir a una dulcería.

—¿Quién es la persona que vas a ver? —Volvió a preguntar la fémina de pelo rosa desde su lugar. Tama-chan , como era llamada por su esposa, miró a su conyúge con el ceño fruncido.

—Cariño iré a ver a Vienna-chan —dice la mujer vestida con un pantalón vaquero de color azul. Zapatillas converse de color negro y una camisa mangas cortas desabotonada en la parte del pecho teniendo su cabello suelto.

—Sería mejor que te quedes, Darling —ahora tomó la palabra Natsumi-chan quien entró a la sala llevando en sus brazos a la pequeña niña que tuvo con Asuka.

—¿Por qué he de quedarme? Es mi oportunidad para arreglar todo con mi hija.. —Esta mujer se quedó en silencio cuando vio la triste mirada de su esposa de cabellera rubia y mechas rosas. Natsumi se quedó al lado de Tama-chan antes de sentarse mientras seguía mirando a su esposa…

—Perdón pero tengo que ser sincera. No creo que tengas que ir. Hay pocas probabilidades que Vienna acepte volver contigo y ser una familia feliz de nuevo.. Lo que intentó decir es que si vas saldrás lastimada de nuevo… Tamamo-san me contó a mí y a las otras chicas lo que pasó con ella. Por favor Darling no quiero que vuelvan a lastimarte —dijo la L-tuber mirando con sus ojos llenos de lágrimas a su amada.

—Asuka se acercó donde estaban sus dos esposas siempre manteniendo sus ojos ocultos entre los mechones de su cabello. Cuando estuvo junto a las dos féminas la dueña de casa se agachó quedando frente a Natsumi quien le miró extrañada por la actitud de su conyúge…

—Lo siento. Darling no quería sonar tan… —Ahora las palabras de la L-tuber quedaron en segundo plano ya que sus labios fueron tomados por su esposa quien movió sus labios al compás de los ajenos para luego separarse. Las dos amantes unieron sus frentes compartiendo un lindo momento..

—No te preocupes. Natsumi-chan ya me hice a la idea de que no puedo volver el tiempo atrás.. Por más que sea una diosa primordial.. Por más que quisiera regresar atrás para evitar que mi hija se fuera no puedo… Pero lo que sí puedo hacer es intentar arreglar las cosas con mi hija. Sí ella no quiere perdonarme lo entenderé.. Ella tiene la última palabra —dijo la mujer de cabello castaño tras separarse un poco del cuerpo ajeno mirando a Natsumi con una pequeña sonrisa y luego mirar donde está Tama-chan que sonreía con tristeza en sus ojos.

—Lo sé. Me tomó por sorpresa saber que ella es tu hija..y por consecuencia también es mi hija… Es algo nuevo para mí pero… cuando uní mi vida a la tuya bien sabía que tendría que adaptarme a tus locuras..a tu vida —mencionó la jovencita de pelo rubio y mechas rosas.

—Por su lado la pequeña criaturita que tuvieron las dos féminas empezó a moverse inquieta en los brazos de su madre. Asuka sonrió por lo bajo tomando a su hija quien seguía molesta balbuceando algunas palabras inentendibles ya que Natsu-chan tenía unos seis meses de vida…

—Parece que alguien necesita un cambio de pañales —comentó con una sonrisa burlona la dama zorro mirando a la pareja.

—Yo me encargaré, mi amor. Seguramente tu hija estará esperando por ti —dijo la L-tuber al ponerse de pie.

—Su esposa también hizo lo mismo pero en cambio la mujer de cabello castaño acomodó en sus brazos a su pequeña hija—. —Tranquila, Natsumi-chan. Yo me encargaré de nuestra hija

—¿Estás segura? —Preguntó la fémina de ojos rosas.

—Por supuesto. Ya tengo mucha práctica con esto de cambiar pañales además no se me caera nada con hacer esto —contestó la dueña de casa al darse vuelta quedando de perfil mientras acunaba a su hija en sus brazos— —sí me permiten. Tengo que ir a cambiar a esta pequeña quien también necesita un baño ¿cierto, mi princesa?

—La dueña de casa hizo unas cuantas cosquillas en la pancita de su hija quien al parecer estaba más calmada. Ya que comenzó a reír debido a lo hecho por su madre..

—Eres alguien extraña, Darling —dice por lo bajo la creadora de contenido al volver a sentarse junto a la dama zorro.

—Puede que lo sea pero aún así..esa idiota nos supo como enamorar —susurró Tama-chan.

—Tienes razón.. Ella nos supo cómo enamorar a todas nosotras —Natsumi-chan sonrió por lo bajo mirando por donde se había ido su mujer. Nadie pudo ver cómo es que esta chica llevaba su mano derecha a su vientre.

—Unos minutos después cuando la pequeña Natsu como le llamaba su madre estaba limpia. Empezó a balbucear como si estuviera hablando con su progenitora de cabello castaño mientras asentía y le contestaba. Una vez en la sala pudieron ver que en el piso alfombrado se encontraban tres pequeñas niñas de pelo naranja jugando con los bebés que tuvo Asuka. En los sillones que estaban allí se hallan sentadas las mujeres con las contrajo nupcias esta persona que se quedó unos momentos en silencio…

—¡Abuela…! —Exclamaron tres de las mini kanon como les llamaban a las hijas de la pequeña vergüenza española. Las tres niñas cuando vieron a su abuela llegar a la sala se levantaron para ir donde la más alta abrazando la pierna de la dueña de casa mirándola con una gran sonrisa..

—Parece que las pequeñas quieren jugar con su abuela —Rararin comentó sacando una risa a algunas de las mujeres con las que la castaña había contraído nupcias.

—¿Qué pasa abuela? —Preguntó la pequeña Magdalena preocupada por la más alta.

—No, no pasa nada… —Teniendo cuidado con Natsu-chan. Asuka se puso de rodillas luego de que las niñas se separaron de sus piernas—. —Solamente estoy feliz de saber que me quieren y me consideran alguien.. importante..para ustedes…

—No llores abuela —dijo la pequeña Kana quien con sus manitas y de forma algo torpe limpiaba las lágrimas de la castaña.

—¿Darling? ¿Estás bien? —Tama-chan se acercó a su esposa. Poniéndose también de rodillas solo para ver cómo su mujer estaba llorando por alguna razón…

—Sí, no tienes que preocuparte Tama-chan. El que esté llorando es porque estoy feliz… Nada más —responde la mujer dueña de casa.

—Abuela… —Las tres pequeñas naranjitas miraron con sus ojitos cristalinos a la persona que tenían frente a ellas.

—No se preocupen mis amores. Su abuela está bien.. solo soy un poquito rara a veces… —A quien las menores llaman abuela con tanto entusiasmo sonrieron al ver a la mayor hacerlo también.

[...]

—Amor ¿no tenías que ir con Vienna-chan? —Dijo Natsumi-chan desde su asiento.

—Sí, tengo que ir a verla. Por lo tanto no creo poder jugar con ustedes pequeñas —respondió su abuela. Al ponerse de pie mientras sonreía de forma un tanto nerviosa y culpable.

—Las pequeñas bajaron sus cabecitas haciendo un puchero…

—Lo siento mis naranjitas pero tengo que irme.. Natsumi-chan ¿podrías cargar a la pequeña? —Habló la dueña de casa mirando donde su mujer.

—Ah, mira la hora tenía planeado un stream para hoy. Nos vemos —rápidamente la chica de pelo rubio y mechas rosas se levantó de su asiento para salir (literalmente) disparada hacia el pequeño estudio de grabación que pusieron…

—Rararin-chan.. ¿podrías? —Asuka miró donde su esposa de pelo rubio quien desvió la mirada.

—Por poco lo olvido. Tenía que ayudarle a Ui Ui y Sumomone en la radio. Nos vemos, amor —dijo la chica con orejas de zorro. Ella se puso tan rápido de pie que parecía un manchón amarillo y no la mujer con quien se casó la mujer ascendida a deidad…

—Casi como si fuera un mal chiste todas las mujeres de esta gran casa decían alguna tonta excusa para no tener la responsabilidad de cuidar a las bebés. No lo hacían porque fueran malas o porque no quieren a las niñas.. Sino todo lo contrario. Esto era parte del castigo para Asuka. Por eso mismo y sin nadie que pudiera ayudarle está tomó una decisión…

—Su-Supongo que tendremos que salir todas juntas ¿qué les parece pequeñas? —dijo la mujer de pelo castaño mirando donde sus nietas quienes dieron unos cuantos saltitos en su lugar. Mientras que Natsu-chan en toda su inocencia dio unas cuantas pataditas en el vientre de su madre quien solo suspiró de forma pesada..

—Darling. Ahora que vas a salir ¿podrías llevar a Nico e Izumi? —Desde el marco de la puerta de la cocina, lugar al que no podía ir la dueña de casa. Dian una hermosa mujer de piel bronceada y cabello color rubio claro habló teniendo una gran sonrisa.

—Sí, no hay problema mi cielo —susurró una derrotada antigua demonio.

—¡Gracias Darling…! —Exclamó Dian saliendo de la cocina para ir en busca de las pequeñas niñas quienes estaban ya listas para salir. Las dos hermanitas estaban usando unos lindos vestidos a medida que combinaban con el color de su cabello.

—¿Dónde está Yaya-chan? Creí que ella descansaba hoy —dijo una confundida Asuka que miraba a su esposa de piel morena. La femina de ojos color ámbar estaba de rodillas ajustando el cinturón del cochecito y de pasó hacía oídos sordos a las quejas de su mujer..

—Están listas. Ahora disfruten del paseo con mami. Nos veremos después y porténse bien pequeñas naranjitas. No hagan enfadar a su abuela que ya está viejita y podría sentirse mal ¿vale? —Sonriendo de forma gatuna hablaba la maestra de danza mirando a sus pequeñas niñas quienes asintieron.

—¿En serio? —Susurró una molesta castaña teniendo encima de su frente una vena que estaba por explotar.

—Ten mucho cuidado, mi amor. Nos vemos después —Dian se adelantó un poco quedando a espaldas de su esposa. La mujer de pelo rubio claro sonriendo traviesa le dio una pequeña nalgada a su esposa quien dio un saltito cayendo en el lugar. Asuka se giró un poco solo para ver la mirada llena de deseo de su amada.

—Este será un largo día..me cae —dejando escapar un pesado suspiro la dueña de casa miró al frente tomando con su mano libre el cochecito— —vamos niñas..tenemos un largo camino que recorrer y también conocerán a alguien especial para mí

—¡Sí! —Magda-chan. Kana-chan y la pequeña Claudia levantaron su brazo derecho emocionadas mientras las pequeñas babus balbucearon emocionadas…

[...]

—¿Qué podría salir mal? Digo.. Estoy con mis nietas y mis hijas. Hace un lindo día —dijo la castaña empujando el cochecito donde estaban sus bebés. Cuando abrió la puerta los ojos azules de esta mujer se abrieron tanto como si fueran platos debido a la presencia de cierta persona que se le había quedado mirando como si Asuka fuera un alien o algo parecido. La primera en romper ese molesto silencio que se había formado entre ambas hermanas fue la pequeña Claudia que dijo…

—¿Quién eres? —Preguntó la menor.

—Soy la hermana de Suikyo-chan quiero decir de Asuka ¿se encuentra mi hermana? —Dijo Aios.

—Las pequeñas naranjitas miraron donde su abuela para luego mirar a la otra mujer y terminar diciendo…

—Ella es nuestra abuela y su nombre es Asuka —fue lo que en coro cantaron las tres pequeñas mini kanon apuntando con su dedo a la dueña de casa.

—¿En serio eres tú, Suikyo-chan? —Preguntó Aios acercándose a su hermana quien se sonrojo por la cercanía de su gemela.

—Claro que soy yo.. Aya-chan. ¿Acaso no me reconoces? —Teniendo su rostro rojo la mujer de pelo castaño desvió la mirada inflando sus mejillas.

—Has cambiado mucho. ¿Qué te pasó? —Curiosa la gemela de esta mujer de mirada azul continuó preguntando por la nueva apariencia de su amor platónico.

—Es una larga historia. Ah, veo que trajiste a la pequeña Levi-chan —una gran sonrisa apareció en el rostro de Asuka quien posó sus ojos en su hija quien sonrió también al ver a su progenitora.

—Sí vine a verte.. Por qué quería pasar un día contigo. Espero que no te moleste que haya traído también a… —Cuando Aios iba a decir algo la voz de la pequeña Mine quien cuenta ya con cuatro años llegó volando con sus pequeñas alitas aterrizando junto a su madre.

—¿Qué hacemos aquí, mami? —dijo la niña que estaba sujetando la pierna de su madre. Siempre con un puchero en su rostro…

—Mine hemos venido de visita. Por qué no saludas cariño ¿dónde quedaron tus modales? —mencionó Aios poniendo su mano sobre la cabecita de su hija quien miró donde la castaña.

—Hola.. Encantada —susurró Mine-chan teniendo sus mejillas rojas y sus ojos en la figura de la más alta.

—Aww que tierna eres. Hace mucho tiempo que no te veía, cariño. Recuerdo cuando eras una pequeña masita de amor —contestó Asuka.

—La menor desvió la mirada…

—¿Nos podemos ir abuela? —Preguntó una de las pequeñas naranjitas tirando de la ropa a la mayor.

—Dejando escapar un pesado suspiro Asuka la antigua demonio miró al frente—. —Aya-chan si quieres puedes venir con nosotras. Además es una buena oportunidad para pasar tiempo con mi hijita

—La mencionada sintió sus mejillas calentarse. Aya Tachibana asintió poniéndose al lado de su hermana quien salió de su casa quedando a espaldas de la puerta de entrada de su hogar. De ese modo la dueña de la casa cerró para empezar su andar con las pequeñas naranjitas, sus hijas y Aios-chan quien también fue de visita llevando a las niñas…

—Sigo diciendo que este será un largo día-noya —susurró la castaña que miró al cielo dejando que escape de ella otro pesado suspiro.

[...]

Mientras tanto con la chiquilla de pelo púrpura…

Apartamento de Vienna-chan..

—¿Cómo que ella es tu madre? —Exclamó el chico que acompañaba a su futura pareja.

—Aunque no lo creas. Ella es mi madre… —Susurró la dueña del departamento donde vive. Ella estaba hecha bolita en su cama abrazando un pequeño peluche..

—De todas las personas ¿por qué esa pervertida tenía que ser tu madre? —Dice Franco. El chico tenía una pequeña gota de sudor cayendo por su mejilla..

—¿Qué haré, Franco? —Preguntó Vienna-chan desde su lugar…

—A qué te refieres —dijo el argentino.

—Tengo una cita con ella y no estoy segura de ir… Hay cosas que quiero arreglar con ella. Hay demasiadas cosas que quiero preguntarle pero..tengo miedo de que mi tonto orgullo me haga decirle algo..y termine alejando más a mi madre ¿qué hago Franco? —mencionó la de pelo púrpura.

—Supongo que tendrías que ir. No digo que te entiendo ya que no he pasado por esto pero.. Sí quieres puedo ir contigo —comentó el chico del parche.

—Vienna-chan se volteó mirando con ojitos de cachorro a quien sería su futuro novio…

—¿Estás seguro? No tendrás problemas con tus esposas —habló con cierto miedo en su voz la joven de Austria.

—Ahora Franco dejó escapar un pesado suspiro—. —No tengo ningún problema. Por eso arriba esos ánimos que estoy seguro todo saldrá bien…

—Vienna-chan se abalanzó sobre el cuerpo del chico para besarlo en los labios. Este beso no duró mucho ya que por vergüenza la chica de pelo púrpura se separa quedando a un lado de su pretendiente que también tenía el rostro rojo…

—Lo siento, Franco —susurró la jovencita.

—Descuida. Me gustó ese beso —dijo en voz baja el argentino de ojos verdes. Teniendo una pequeña sonrisa en su rostro. Franco desvió la mirada encontrándose con los ojos de su futura pareja…

[...]

Minutos después en el lugar acordado…

—¿Franco-chan/kun? —Las hermanas Tachibana hablaron en coro mirando al chico del parche que estaba acompañando a la idol de ojos claros.

—Aios-san ¿qué haces aquí? —Preguntó el chico confundido por la presencia de la rubia.

—Vine a dar un paseo con Suikyo-chan y mis hijas —responde Aya-chan.

—Am… Veo que tienes a tus hijas pero ¿dónde está Asuka? —Dijo el chico mirando a todos lados como si estuviera haciendo el tonto. Pero cuando escuchó la voz de la castaña que acompañaba a la súcubo de ojos verdes. El rostro de Franco se puso tan blanco como un fantasma…

—¿Qué pasa señor pasivo? Acaso no reconoces a la linda y sobretodo sexy Asuka Tachibana ¿hm? —contestó la mujer de pelo castaño sonriendo burlona.

—No..no sabía que eras tú.. ¿Qué te pasó? Estás muy cambiada… —Los ojos del chico se fueron directo a los pechos de ambas hermanas.

—Pasaron muchas cosas.. Que luego se los explicaré pero ahora me gustaría saber.. ¿¡Qué haces con mi hija!? —Exclamó molesta la antigua demonio mirando a su amigo con el ceño fruncido.

—Estoy aquí como la pareja de Vienna. Es decir soy su novio —dijo el chico con una sonrisa llena de superioridad. Su mirada también reflejaba orgullo por haberle dado en donde más le duele a la antigua demonio.

—Suikyo-chan.. —Susurró Aios mirando donde su hermana mayor quien estaba mirando molesta al chico.

—Ma.. Mami… —Eran las primeras palabras que dijo la pequeña Levi-chan que estaba por cumplir un año de edad.

—¿He? ¿Escuchaste eso, Suikyo-chan? —Emocionada una súcubo de pelo rubio y mirada verde tomó el brazo de su hermana pegando sus pechos contra este mientras movía su cola feliz…

—Sí, lo escuche. Nuestra pequeña está creciendo mi amor —contestó Asuka mirando a su hermana quien se sonrojo por haber escuchado esas dos simples palabras.

—Por la emoción o la vergüenza quizás ambas Aios continuó moviendo su cola de la felicidad. Sonriendo por lo bajo antes de formar un corazón con su cola…

—Creo que fue una mala idea venir.. ¿nos vamos Franco? —Habló Vienna-chan tomando la mano de su ahora "novio"

—De nuevo otro suspiro escapa de Asuka quien miraba feliz a su hermana por qué también tenía algo que decirle a su gemela. Sus ojos luego viajaron al cuerpo de su hija quien desvió la mirada…

—Vienna-chan. Gracias por haber venido. Supongo que tendremos que ir a otro lado para hablar con más calma —una risita nerviosa escapa de mujer de pelo castaño— —hay un café cerca podemos ir allí para charlar con más tranquilidad

—De acuerdo. Vamos —dijo de forma cortante la chica de pelo púrpura. Ella junto a su ahora novio se adelantaron pasando al lado de las hermanas…

—Creo que este será un largo día —susurró por lo bajo la mujer de pelo castaño.

—Abuela tenemos hambre —Claudia-chan tomó la palabra mirando a la más alta. Ella tenía sus ojitos cristalizados y un pequeño puchero. Su abuela sonrió antes de reír para luego decirles…

—Claro vamos a comer algo rico en el café —mencionó Asuka con una gran sonrisa.

—Vamos rápido abuela.. ¡Vamos! ¡Vamos! —Dijeron en coro las pequeñas. Ahora Mine-chan se les unió a las mini kanon dando saltitos en el lugar..

—Aya-chan mi amor —susurró la castaña a su hermana.

—Dime Darling —La mencionada miró a su contraria con una pequeña sonrisa y las mejillas rojas.

—¿Vamos por un café? —Preguntó Asuka.

—Lo que quieras mi vida —La menor de las hermanas quien pronto se convertiría en esposa de Ceres continuaba moviendo su cola por la felicidad. A los pocos minutos el pequeño grupo conformado por Aios, sus hijas, su hermana, las pequeñas naranjitas y las pequeñas niñas que tuvo la demonio empezaron su camino hacía el café…

—Sigo pensando que este será un largo día-noya —susurró Asuka. Teniendo una pequeña gran sonrisa pintada en su rostro llevando a sus hijas en el cochecito mientras sus pequeñas nietas y Mine-chan iban frente a ella charlando sobre programas de tv que miran.

[...]

—¿Te encuentras bien, Vienna? —Preguntó el chico a su pareja.

—Sí , eso creo… —Dijo en voz baja la chica de ojos claros ocultando sus bellos cristales entre los mechones de su cabello. Ella y su ahora novio iban de la mano chocando de vez en cuando con algún transeunte que iba por una de las calles de la infestada ciudad…