Buen Día!

Este One-shot sencillo es en conmemoración al cumpleaños de Eli de este año. Espero que los disfruten!


Sátira de una memoria desaparecida.


"Tan fugaz como el tiempo, al día siguiente de aquel inesperado suceso, todo se perdió como si nada hubiera pasado".

Al ver sus ojos color esmeralda, no encontré ironía, ni burla, ni siquiera una pizca de desesperanza por lo ocurrido el día anterior. Era como si hubiera retrocedido en el tiempo, y ahora estuviera en quién sabe qué día, en quién sabe qué lugar, en quién sabe qué universo. Dramático, si lo pienso, pero qué otra explicación podría encontrar.

Solo podía dejarlo pasar. Su sonrisa me incitaba a no mencionar nada. Pero mi corazón, ese que latía desesperado dentro de mi pecho, quería gritar, quería salir disparado hacia ella. ¡Ya tenía una respuesta! ¡Sólo habían pasado unas horas! ¿Por qué ella lo había olvidado y yo no? ¿O acaso fue un sueño? ¿Acaso todo empezó cuando rechacé los sentimientos de mi mejor amiga dentro de mis sueños?

¡Por supuesto que no! No fue ningún sueño. ¡El día de ayer, Nozomi se me confesó! Es imposible que pueda inventar tal cosa, más que nada porque se la capacidad de mi cabeza, y se que no sería capaz de maquinar por mi cuenta tal posibilidad como si de una broma se tratase.

Pero lo del día de ayer no fue una broma. No. Ella estaba siendo completamente seria. Lloraba desesperada. Sus mejillas estaban rojas. Podía incluso ver cómo su corazón latía apresurado dentro de su pecho. ¿Y qué fue lo que hice yo?

Solo guarde silencio y la mire debajo de la luz del ocaso. Sus mejillas estaban rojizas y sus lágrimas se deslizaban tranquilamente hasta llegar a la media mueca que se esbozaba en su rostro. No sabía si estaba feliz o angustiada. Me hizo pensar que el solo hecho de haberse enamorado de mí la había puesto en una situación desesperanzadora. No sabía por cuanto había guardado esos sentimientos hasta que había decidido confesarse, no podía imaginarme toda la desesperación de haber tomado esa decisión. Quizás ya no lo soportaba más. Quizás lo único que quería era aferrarse a la esperanza de que mi respuesta fuera satisfactoria, deshaciéndose así del miedo y la incertidumbre por el rechazo. ¿Y qué fue lo que hice yo? Solo quedarme callada esperando el fin de la broma. Solo quedarme en silencio viendo su rostro y dejando que todo mi cuerpo se paralizara por la sorpresa.

—Olvida todo lo que dije —Sus labios se movían, y sus palabras llegaban a mis oídos, pero no me podía mover, todo estaba borroso a mi alrededor—. S-Solo estoy jugando, Elicchi… —Pero sus lágrimas me decían lo contrario; y yo ni siquiera pude hacer que se detuvieran—. Me voy a casa antes. No quiero ocasionarte más problemas…

La vi partir y, a pesar de que estiré mi mano para alcanzarla, a pesar de que intenté moverme para no dejarla ir, la indecisión y miedo fueron más fuertes que yo. La vi alejarse rápidamente, dándome la espalda, temblorosa hasta que la perdí de vista.

Y ahí fue cuando me di cuenta, de que mi corazón latía tan desesperado al punto de hacerme sentir enferma. La respuesta que debí de haberle dado se presentó de inmediato frente a mí. Si solo hubiera esperado unos segundos más, si tan solo no hubiera huido, todo esto no hubiera pasado.

Pero ahora mismo ya es demasiado tarde para responder. Esta mañana todo lo que tenía preparado, las palabras que tanto quería sacar de mi pecho, murieron cuando de nuevo vi su típica sonrisa, amable y traviesa, y sus ojos color esmeralda viéndome fijamente; como si nada hubiera pasado.

—¿N-Nozomi? —La miré detenidamente, esperando rechazo, temor o algo que me advirtiera que lo que estaba a punto de decir estaba bien. Y por un momento tuve confianza cuando no rechazó mi mirada, cuando me sonrió como siempre, cuando sus lindos ojos color esmeralda brillaron bajo la luz del sol de la mañana. Ya no tenía ninguna duda de mi respuesta—. ¿Podrías escucharme? Tengo algo importante que decirte.

—¿Eh? —Nozomi desvió la mirada, pero esta vez no me detendría ni la dejaría huir. Sin embargo…—. ¿Te conozco?

Extrañada, la miré detenidamente. No había pizca de ironía, ni de burla, ni siquiera parecía uno de sus típicos juegos en los que le gustaba sumergirse.

Esperé unos segundos, esperando a que la broma se terminará y que comenzará a burlarse por lo atónita que me encontraba, sin embargo, eso nunca pasó. Ella desvió la mirada y pretendió que no existía.

—¿N-Nozomi? —La volví a llamar, pero esta vez no pude ver su mirada—. ¿Te encuentras bien?

—Eres, Ayase-san, ¿cierto? —Instintivamente, di un par de pasos hacia atrás—. ¿Se te ofrece algo?

—Deja de estar jugando, Nozomi, no es divertido.

—¿Eh? ¿No sé a qué te refieres? No estoy jugando. Porque te jugaría una broma de tan mal gusto sí apenas si nos conocemos.

—¡Pero ayer…!

—¿Ayer? —Nozomi me miró a los ojos, y por un momento me sentí aliviada y pensé que su broma había llegado a su fin. Sin embargo, no parecía haber emoción, ni dolor, ni nada de lo que me imagine ver en su rostro después de su confesión—. ¡Ya lo entiendo! Te enteraste, ¡¿verdad?! El día de ayer fue muy extraño, todo el mundo me está preguntando lo mismo.

—¿De qué hablas? —Comencé a asustarme. ¿No era un juego verdad? ¿Desde cuándo dejó de serlo?—. Basta, Nozomi, no es divertido. No me digas que ya todos saben acerca de…

—¡Claro que lo saben! Yo les dije —Mi corazón se detuvo de golpe. Acaso tan poco valía su confesión para estar diciéndoselo a todos. O quizás era debido al dolor que sentía que quiso que todos se enteraran. Eso no parecía propio de ella—. ¿Quieres saberlo también?

—¿Eh?

—¿Si quieres saberlo también? Es una historia divertida y extraña a la vez.

—¿D-De qué estás hablando?

—¡De la limpieza de oídos! ¿De qué otra cosa va a ser?

—¡¿Limpieza de oídos?! —Desconcertada, me le quedé viendo. No bromeaba. No bromeaba en lo más mínimo, ¿verdad?

—Veras, ayer en la tarde, saliendo de la escuela, fui al médico ya que no podía escuchar bien de uno de mis oídos. El doctor me dijo que me haría una limpieza y que no sería nada doloroso. Pero sabes lo que pasó, aquí es cuando las cosas se ponen más y más raras —La miré con intriga, no sabía ni qué pensar, ni siquiera estaba segura de lo que escuchaba—. Bueno, cuando empezó la limpieza, sentí un gran dolor en toda mi cabeza. De verdad, a pesar de que había dicho que no sería doloroso, se atrevió a mentirle a una chica tan linda como yo. Bueno, el caso es que la limpieza duró unas horas más hasta que al final sentí un gran, gran dolor, y todo se quedó en blanco. El doctor a mi alrededor gritaba y las enfermeras del hospital comenzaron a llegar una por una, ¿qué porque todas eran enfermeras?, no lo sé, esta es la parte más confusa de la historia. El caso es que, después de unas horas más, desperté en la habitación del hospital. Solo iba por una limpieza de oídos y terminé internada, no sabía lo que pasaba, estaba muy asustada y fue peor cuando el doctor llegó conmigo y me dijo que, por error, al limpiar mis oídos, había arrancado un pedazo de piel que le pertenecía a mi cerebro —En ese punto no quería creer que lo que decía era mentira, pero lo decía con tal seriedad que no pude evitar caer en su juego.

—¿Bromeas?

—¡Claro que no! Fue super doloroso. ¡¿Cómo podría bromear con algo tan serio como esto?!

—¿Pero eso qué tiene que ver con que te comportes como si ya no me conocieras?

—¿Nos conocíamos de antes?

—¡Claro que sí! ¡Hemos sido amigas desde el primer año!

—Lo siento, el doctor también me advirtió sobre esto. Me dijo que quizás algunos de mis recuerdos desaparecerían debido a que él tomó una parte de mi cerebro.

—¡Mentira!

—¡Oye, no me gusta que me llamen mentirosa! Sé que puede sonar increíble esta historia, pero no estoy mintiendo. Además, si me conoces, sabrías muy bien cuándo estoy jugando y cuándo no.

Creo que Nozomi tenía razón. Aun si me concentraba completamente en su rostro, aun si veía a través de ella, no podía encontrar la mentira en sus palabras. Estaba siendo completamente seria. Además, ¿qué razón tenía para jugarme una broma así? Justo después de que ella…

—Entonces, ¿olvidaste lo que pasó el día de ayer?

—Te lo dije, Ayase-san, no recuerdo mucho de lo que hice ayer. Algunos de mis recuerdos están todavía borrosos —Una dulce sonrisa apareció en su rostro—. Pero por la mañana fue mucho peor. No recordaba siquiera en dónde vivía, y cuando me desperté, no podía recordar ni mi nombre ni por qué estaba sola en mi departamento. Tuve mucho miedo. Aunque luego me tranquilicé y comencé a buscar información acerca de mí en mi departamento. Esa es la razón por la que pude venir hoy a la escuela. Creo que era una alumna aplicada, tengo muy buenas notas, así que no quería faltar a la escuela ni por error.

—¡Lo que dices no tiene sentido! Si te quitaron una parte de ti, ¿no es normal que estes en el hospital?

—El doctor dijo que no pasaba nada —dijo quitándole importancia—. Dijo que ese tipo de cosas pasa cuando se hace limpieza de oídos y que al cabo de un tiempo las personas se olvidan de que han perdido algo.

—¡Por supuesto que sí!

—Bueno, esa fue toda la historia.

Antes de que pudiera decir otra palabra, el timbre que anunciaba la primera clase me interrumpió. Nozomi desvió la mirada y prestó atención al resto de la clase. Quizás ni siquiera notó que en todo momento la veía con desconcierto; esperando a que se percatara de mi presencia.

No podía creer todo lo que decía, aunque, probablemente, esa era mi manera de escapar de todo lo que había pasado el día anterior. En todo ese tiempo, en lo único que pensaba, era en la confesión de Nozomi, sin ponerme a pensar en cómo se sentiría ella en estos momentos. Probablemente ella estuviera sufriendo más que yo por el hecho de haber perdido todos sus recuerdos; no debía de ser nada fácil para ella mantenerse tranquila y serena después de eso. No podía decirle nada acerca de su confesión del día anterior; seguro que si sacaba el tema solo quedaría más y más confundida. No quería que sufriera más por mi culpa. Lo único que podía hacer era esperar a que su mente comenzara a recordar y, cuando lo hiciera, le daría una respuesta.

—¿Pero cuando recuperara la memoria?

Susurré al aire mientras la miraba fijamente. Su mirada estaba dispersa en el pizarrón mientras atendía a lo que decía la profesora. No parecía que hubiera cambiado en lo absoluto, pero tenía que aceptar que esa era la Nozomi que había perdido parte de sus recuerdos; incluida la dolorosa confesión del día anterior.

¿Cómo podía soportar la indiferencia con la que me trataba? ¿Cómo podía ignorar el hecho de que Nozomi lo había olvidado todo? No podía aceptarlo, no quería pensar que lo que me dijo el día anterior era solo algo que se había desvanecido. ¡Yo lo recordaba! ¡Quería gritarle mi respuesta! Es por eso que era tan doloroso.

Pero no podía pensar solo en mí. Nozomi seguramente estaba pasando por un suceso más angustiante. Seguramente estaría asustada por perder parte de sus recuerdos de un día para otro. Seguramente había hecho un esfuerzo sobrehumano por parecer normal delante de mí, a pesar de que no me recordaba. Seguramente todo lo que la rodeaba ahora le aprecia extraño. Y, sin embargo, aunque intentaba centrarme en el verdadero problema, lo único que quería era corresponder a su confesión; aunque ella no lo recordara. Estaba siendo bastante terca y estúpida al pensar que ese era el momento adecuado para dar una respuesta. ¿Pero qué podía hacer? Solo me sentía desesperada por la indecisión y la angustia.

Era la hora del almuerzo. Tenía que calmarme. No podía permanecer en el mismo salón pensando cosas que no me traerían ninguna respuesta. Salí casi desesperada del aula, mirando a mi alrededor. Nuestras compañeras de clase parecían actuar con completa normalidad a pesar de que alguien había pasado por un suceso, cuanto menos, difícil de explicar. ¿Acaso no se daban cuenta de que Nozomi estaba sufriendo? ¿Acaso no notaron algo raro en su comportamiento? ¿Por qué todo parecía tan normal? ¿Acaso yo era la única que se preocupaba y actuaba de forma extraña?

—¡Eli! —Sin darme cuenta, había caminado por un tiempo, sin rumbo alguno. Al ver alrededor, me di cuenta de que estaba en el pasillo de las aulas de primer año. Buscando angustiada esa voz que me llamaba, me topé con los ojos color amatista de Maki—. Escuche el cuento que inventó Nozomi esta vez.

—¿C-Cuento? —Miré a la pelirroja con desconcierto—. ¡¿Acaso es tu forma de burlarte de ella?! —Maki retrocedió asustada, pero frunció el ceño al instante.

—Yo solo vengo a ayudar y ¿así es como me tratas? —nerviosa enrolló uno de sus mechones de cabello en su pulgar—. Solo quería ver cómo te sientes después de la tonta historia que inventó Nozomi. Seguramente no sepas siquiera cómo manejar toda está absurda situación.

—¡¿Absurda?! Esto no se trata solo de mí. Nozomi, quizás ella, no recupere nunca sus recuerdos y entonces…

—Espera —Un atisbo de verdadera sorpresa apareció en su rostro—, ¿me estás diciendo que de verdad caíste en el juego?

—¿Juego? ¿De qué estás hablando? Ella perdió todos los recuerdos que compartíamos. Sabes, si solo viniste a burlarte de ella, este no es el mejor momento. No quiero escuchar tus comentarios sarcásticos en un momento como este.

—Como quieras. Yo solo pretendía venir a ayudarte para que te des cuenta de la farsa que creó Nozomi solo por querer huir de la realidad. Ella de verdad es una gran mentirosa que no mide las consecuencias de lo que hace. Esa ridiculez que invento de perder una parte de su cerebro es prácticamente imposible. Aunque espera, quizás yo sea la equivocada aquí. Algo muy grave de verdad debió de haber pasado con su cerebro como para inventar tal estupidez.

—¡Deja de insultarla! ¡Nozomi no bromearía con algo tan serio como esto!

—Escúchame, Eli —Maki, con calma, se acercó a mi lado y me tomó de los hombros—. Se que la idea de perder la memoria suena conveniente para ella, y más después de lo que pasó el día de ayer —Me sorprendí ante su comentario—. Si, sé que confesó que le gustabas. Nico me dijo todo.

—¿Por qué ustedes lo saben?

—Porque Nozomi fue a casa de Nico a contarle todo. Al final, para desahogarse, las dos idiotas inventaron esa historia para aparentar que nada había pasado. Como dije, solo pretendía huir de la realidad inventando una absurda historia, y al parecer le dio resultado.

—¡Es imposible! Eso no puede ser. Estás mintiendo para burlarte de mí.

—¿De verdad eres idiota, Eli? ¿Acaso crees que Nozomi perdió la memoria convenientemente de la noche a la mañana? Además, pudo haber inventado una excusa mejor. Algo cliché funcionaba mejor, como que cayó de las escaleras y se golpeó la cabeza, o algo así, pero decidió hacer la historia más rebuscada y estúpida que jamás hubiera escuchado. Es decir, ¿qué quiere decir con que un doctor le quitó un pedazo de cerebro? Cualquiera de las dos historias son completas tonterías, pero al menos la primera se escucha más cómica.

—Entonces todo…

—Al fin te diste cuenta —Tras un breve momento, al escuchar la voz de Nozomi detrás de mí, mi corazón dio un súbito vuelco que me dejó sin aliento—. Te quería jugar una pequeña broma, Elicchi, pero al parecer alguien se me adelantó y me delató.

—Yo solo hice lo que pensé correcto —Maki desvió la mirada con orgullo y se cruzó los brazos—. Desde el principio la idea de engañar a Eli me pareció muy cruel, y habría ido a contarle toda la verdad esta mañana de no ser porque Nico… —Maki abrió grandes los ojos— Ahora que lo recuerdo, dejé encerrada a esa idiota en la sala del club. Llevaba desde la mañana molestando para que no interfiriera. Pero, ahora que ya hice lo que debía, las dejo a las dos para solucionar sus cosas —Maki miró juiciosa a Nozomi para luego pasar por un lado de ella.

—¿E-Estás segura de que no perdió la memoria y ahora…? —Maki se detuvo y me miró de reojo, una burlona sonrisa apareció en su rostro.

—Incluso si fuera una broma, que alguien pierda la memoria de esa manera tan estúpida solo podía pasar una vez en un millón de años.

Maki retomó su camino sin decir nada más. Por unos segundos, solo podía concentrarme en lo que había dicho Maki. Aún me costaba creerle, pero al ver el rostro de Nozomi, preocupada y angustiada, no podía evitar pensar en que lo que la chica de primero decía era verdad.

—Por qué… —Mi voz salió titubeante. Aún estaba muy confundida como para procesar todo lo que había pasado— Por qué lo hiciste, Nozomi —Tímidamente, Nozomi desvió la mirada hacia el techo. Sus ojos brillaban en contraste de los rayos del sol que entraban por la ventana. Sus manos estaban unidas inocentemente.

—¿Acaso tengo que tener una razón para jugar con mi mejor amiga?

—¡Deja de hacerte la t-tonta! —Mi repentino gritó hizo que Nozomi centrara su atención de nuevo en mí. La sonrisa juguetona que tenía en el rostro se borró repentinamente, dejando una mueca de angustia y soledad—. ¡Estaba muy preocupada! ¡De verdad pensé que me habías olvidado! —Ante mis palabras, Nozomi se acercó a mi lado y me tomó, preocupada, de los hombros.

—Perdón —Sus palabras salieron en un susurro—. Supongo que solo quería huir.

—¿¡Huir?! ¡¿Huir de qué?! —Nozomi me miró fijamente a los ojos. Parecía que rompería en llanto en cualquier momento.

—No quería escuchar tu respuesta —Una sonrisa inocente apareció en su rostro—. Tenía miedo después de ver cómo te comportaste ayer. Seguro la confesión te sorprendió, pero la forma en la que me mirabas, sin entender mis sentimientos, me asustó mucho.

—¿Qué no entendía tus sentimientos? —Esta vez yo la tome de los hombros, estaba temblando, de verdad estaba asustada—. Claro que no lo entendía. Yo también tenía miedo. No sabía cómo reaccionar. Era la primera vez que escuchaban ese tipo de cosas y, más aún, viniendo de ti. No podía siquiera decidir qué tanto era verdad y que no lo era. Tenía miedo de tu confesión, pero inmediatamente entendí lo que sentías —Despacio, deslicé mis manos por sus hombros, sus antebrazos, hasta llegar a sostener sus manos—. Quería decirte lo que sentía en ese momento, pero tú, en cambio, decidiste huir, como si ya hubieras dado por hecho lo que sentía por ti. ¿Acaso tan poca confianza me tienes? Sé que soy lenta para entender este tipo de cosas, pero hasta yo sé que si no respondía, te sentirías mal por ello.

—Yo tenía miedo de ser rechazada, y que nuestra relación, como lo era hasta ahora, se quebrara. Cuando me fui el día de ayer, lo único en lo que podía pensar era en deshacer el error de haberme confesado.

—¡No fue ningún error! ¡Te equivocas! ¡Yo tenía una respuesta que darte! Pero esta mañana, después de tu absurda historia, dudé por un segundo y me sentí desesperada por lo que sentía por ti.

—Perdóname, yo no debí… —Angustiada, Nozomi intentó soltar mis manos.

—No vuelvas a hacer algo así —Mi voz salió suave. Sostuve con más fuerza las manos de Nozomi— Si quieres que esto funcione entre las dos, tienes que ser más sincera con lo que sientes. No más mentiras, Nozomi. Si te preocupa algo, cuéntamelo, ten confianza en que podremos solucionarlo. Las dos juntas…

—Elicchi? ¿De verdad vas a aceptarme después de todo por lo que te hice pasar?

—¿Tú qué crees? ¿Acaso tengo que decírtelo? —Sentí mis mejillas arder—. ¿Acaso el doctor con el que fuiste te robó la capacidad de pensar? —Esbocé una sonrisa— No es tan difícil saber qué te respondería que sí tarde o temprano. Claro que puedo aceptarte, cualquier parte de ti, sin importar los problemas que me causes, quiero estar junto a ti.

Los cálidos rayos de sol golpeaban su rostro. Sus mejillas enrojecidas eran de un color escarlata intenso, tan hermoso que jamás pensé verlo reflejado en ella. Por sus mejillas rodaban un par de lágrimas y podía jurar que escuchaba su corazón latir.


Espero que les haya gustado, es algo muy sencillo que se me ocurrió pero al menos quería publicarlo para dar señales de que aun estoy vivo.
La idea se me ocurrió de forma extraña, ya que estos últimos meses he tenido problemas de salud y, uno de ellos, fue que se me tapo uno de mis oidos y no podia escuchar. fue ahí donde pensé: "Que tal si por pura casualidad me meto un hisopo al oído para ver si escucho de nuevo, pero que tal si se me sale el cerebro alv y ahi quedo jajaja". Bueno, al final solo fue un síntoma de una gripe normal y no tuve que recurrir a tales extremos para recuperar el oído.

En fin, muchas gracias por leer. Como es costumbre, no es que esté ocupado, sino que no me sigo sintiendo bien para escribí, aunque últimamente estoy retomando algunas historias que fui dejando a medias, así que espero, espero, espero, algun dia, volver a escribir con normalidad.
Una cosa mas! TEngo un poco de miedo de que la página Fanfiction termine por ser borrada, no sé de donde saque esto, pero vi rumores de que Fanfiction no esta en su mejor tiempo y que puede que cierre. Así que, por eso mismo, todas las historias aquí subidas las subire esporádicamente a Wattpad, por si acaso. Les digo, esto es solo un rumor que escuche por ahi, uno de esos que suenan falsos, aunque es mejor prevenir.

Sin Mas, Muchas Gracias Por Leer y Por su Apoyo.