Capítulo 1
Como todas las mañanas, aquellas en la que estaba despierto porque otras a veces venía más tarde debido a que se quedaba un tanto dormido, Mark estaba realizando prácticas matutinas con los demás miembros de su club así como también con su mejor amiga Aurelia, una chica que realmente…
—… ¿eso es todo lo que tienes, amiguito? ¿No puedes hacer más?
—…
—Vamos, no he sido muy dura contigo. Vamos, levántate Mark que no estás dando buen ejemplo a los de primero…
Mark, un muchacho de banda naranja, estaba en el suelo de su club gracias a su mejor amiga Aurelia, la hermosa castaña de tierna sonrisa, que literalmente barrió el suelo con él debido, demostrando a los de primero que una chica pudo con un chico… y es muy normal teniendo en cuenta que esta Aurelia es… bastante fuerte pese a tener un cuerpo que digas, "bro, no te puede levantar como si nada una chica con ese cuerpo".
Aunque los de primero podían también darse cuenta que esa chica en serio era muy fuerte… y de paso, ver cómo ese muchacho, Mark, estaba en el suelo con sus brazos y piernas extendidos y abiertos.
—… —se levantaba entonces Mark, sintiendo un agudo dolor en toda su espalda—. Dios… duele… —estiró un poco. Suspiraba al sentir que nada malo le había sucedido—. Aurelia… —y le miraba—, ¿es necesario ser tan agresiva hoy? ¿Qué sucedió? ¿Te rechazaron…? —y al notar cómo ella pasó de parecer muy dulce amable a verle con los ojos bien abiertos y con una sonrisa que inspiraba miedo, se retractó claramente de lo que decía y pensaba, alejándose unos pasos—, okey, quizás no sea eso…
—Hehe, mejor que pienses de esa manera —contestaría entonces con su tierna voz—. Pero, siempre me tomo en serio esto. Hay que demostrarles a los chicos de primero y al resto que por más que una persona parezca débil, puede incluso ser más fuerte que la otra que parece ser fuerte y tiene músculos
—Yo sería…
—No, pero me sirves de ejemplo
—Oh, en serio, muchas gracias, Aurelia.
—Oh, vamos Naruto, no te pongas mal…
—En serio, deja de decirme de esa manera, ya te lo dije varias veces, que no me parezco a Naruto…
—… —y ella miró a los chicos de primero que se sorprendieron con su mirada—. Chicos, mi amigo de aquí, ¿no creen que tiene un aire a Naruto?
—¿Naruto? —preguntaría uno sin entender.
—Ya sabes —hablaría otro—, el ninja ese rubio del anime, que quiere ser el líder de su aldea, que come fideos y que es un idiota…
—¡Oh! ¡Ya recuerdo! —decía entonces ese muchacho—, sí, sí —era mirar a Mark—, tío, tienes la misma voz.
—¿No le das voz tú, superior Mark? —comentaría otro más.
—… —odia su vida a veces. La gente, por más que él siempre lo aclare, por más que deje en claro que no es Naruto y demás, la gente siempre le preguntará por ello. ¿Tanto se parece su voz? ¿En serio suenan iguales? Ha visto el anime y no entiende la razón de la gente al pensar y decirle que tienen la misma voz, no es así—. No, no soy yo. Puedo jurarlo. ¿Alguna vez han visto un actor de voz siendo pobre?
—Serías el primero
—Sería interesante de ver
—Pagaría por ello…
—… —y Aurelia no podía esbozar una leve risilla al ver esto—. Mark, oye, no te…
Y como si en serio fuera ese ninja rubio, Mark desapareció de la vista de todos, mirando a todos lados con confusión y mirando también a los chicos que estaban igual de sorprendidos por ello, ahora más que nunca – tras la confusión – alegando que su superior Mark es realmente Naruto…
. . . . . .
Sí, de la nada Mark había desaparecido.
¿Cómo es que lo hizo?
Digamos que más allá de él quejarse sobre que no tiene nada de parecido o suena igual o lo que sea con ese ninja rubio, a veces usa alguna que otra técnica que realmente uno le cuestionaría severamente que realmente es él, pero que tomó esta pinche forma de castaño de banda naranja y cara de tonto para disimular.
Lo peor de todo, es que realmente está entrenando tanto su cuerpo como su mente para ser una especie de ninja ya que el club en donde está, que forma parte, es un arte marcial muy característico de los ninjas en lo que es la defensa personal y el manejo de armas.
De todas maneras, era mejor olvidar esto y seguir con su disque vida. Ya vestido nuevamente con el uniforme del instituto, arremangado en sus dichas mangas y abierto, viéndose la camisa blanca y debajo de la camisa, una camiseta naranja, haciendo juego con su banda.
—¿De verdad?
—En serio, es como te estoy diciendo. Ella realmente empezó todo esto y al final de cuentas, tuve que hacer algo para que no me lastime. ¿Realmente crees que sería capaz de ir por ahí y manosear mujeres a diestra y siniestra?
—Honestamente, sí, lo creo.
—Pero sabes de sobra que no soy esa clase de persona… ¿verdad?
—Siempre existe una primera vez para todo, Claude.
—Bryce, por el amor de Dios, que no soy capaz de hacer esas cosas. ¿Qué me dices de ti? ¿Eh? ¿Qué hay de tus amigas? ¿No que ellas están completamente enamoradas de ti?
—¿Qué tiene que ver?
—Con esa lógica, ¿cómo yo no sé si tú no haces lo mismo?
—Porque en todo caso, mi querido Claude, ellas me darían permiso de antemano. Tú mismo lo has dicho, ellas están enamoradas de mí. ¿Cómo negarse al querer ser tocadas por mí?
—¿Por qué yo entonces soy capaz de hacer cosas sucias sin el consentimiento de las demás?
—Porque eres un idiota.
Mark se había detenido entonces en lo que iba directo a su salón para tomar lugar. Más que detenerse, era caminar y escuchar un poco cerca la conversación de un peli rojo, de nombre Claude, y un peli plateado, de nombre Bryce, sobre este tema… que honestamente hablando, le cuesta seguir y mucho.
En eso, el peli rojo Claude, se rascaba la cabeza en lo que tras unos momentos, pudo ver un signo de exclamación por encima de su cabeza.
—… espera, ahora que me doy cuenta, ¿por qué tengo que darte explicaciones? No somos novios
—¿No lo somos? —preguntaría Bryce entonces con un tono soberbio y podía ver la sonrisa que hacía—. Creía que sí. Creo que incluso novios verdaderos pasarían tanto tiempo juntos como nosotros, Claude.
—No, estoy seguro que no lo somos —negaría Claude—. Somos mejores amigos, nada más.
—Sí, vamos, miéntete a ti mismo Claude —y podía ver las complicaciones en su rostro y la mera idea de imaginarse aquello. Sintiendo entonces una leve sensación detrás de él, giró su cabeza y sonreía—. Ah, mira, tenemos la opinión de un tercero
—¿Eh? —Claude se volteó y lo vio también—. Oh, Mark, viejo, ¿qué haces? —se rascaba la cabeza un poco—. ¿Escuchaste… algo?
—… —los dos le miraban detenidamente. Son los típicos mejores amigos que puedes ver en un instituto. Uno es, Claude, bastante extrovertido y bueno con las palabras y siempre bastante animado y el otro, Bryce, es un chico que con solo pararte a su lado, podrás sentir una helada sensación y una fría mirada en todo momento. Son como el fuego y el hielo… literalmente. Suspiró—. El señor Veteran les puede prestar el cuarto de mantenimiento
—¿A qué te refieres?
—Que vayan y discutan allí, por favor —respondía—. ¿Saben lo mal que se deben de sentir los demás para que presuman sus problemas de novios por aquí?
—Oe, oe —Claude no se tomó bien este comentario—. ¿Cómo que peleas de novios? —preguntaría altaneramente en lo que tomaba de la ropa a Mark quien sonreía—. ¿Crees que soy gay?
—Sin lugar a dudas —contestaría sin problemas—. Yo no juzgo. Es más, estoy a favor que ustedes dos salgan, tienen mis bendiciones.
—¿Crees que necesitamos eso?
—Gracias Mark —Bryce miraba a Claude—. ¿Has visto? Nos ha dado la bendición. Ven, dame un besito por favor…
—¡Cállate! —se notaba que estaba molesto con todo esto—. ¡No ayudas en nada, Bryce!
—Vamos Claude, ¿acaso te vino? —preguntaría el peli plateado—. No niegues lo obvio. Vamos, hagamos cosas de novio. ¿Quieres que te bese un poco? ¿Quieres que vayamos a un lugar privado y te…? —hizo algunas señas, una de ellas era básicamente hacer lo que algunos llamamos "pulir el rifle" lo que hizo sonrojar bastante al peli rojo, casi al mismo nivel que su cabello—. ¿Eh? ¿Qué dices?
—… —soltó a Mark—, contigo no termino —le señalaba para luego ir con Bryce—. Te voy a matar si sigues con tus homosexualidades, Bryce.
—¿Me vas a matar con eso que tiene entre las piernas? —no, no se iba a detener para nada. En estos momentos, sonaba… muy sugestivo lo que decía y con esa picardía suya—. Por favor, hazlo…
Mark veía entonces cómo en estos momentos Claude intentaba ahorcar a Bryce por estas cosas que decía. No podía evitar echar también unas risillas con esto. Siente que no tendrá una buena mañana o un buen día si no les ve pelear acerca si son novios o no, cosa que una buena parte de la clase y otras más están de acuerdo que estos dos muchachos son novios, solamente que hay… bastantes problemas de por medio como para aceptarlo…
—Ah, adoro las peleas de novios por la mañana —soltaría Mark con una sonrisa—. Me alegran la mañana… —los dos, más que nada Claude, le miraron detenidamente al decir esto. Él solamente se excusaba con una sonrisa—. Sí, sí, vamos, sigan peleando como los novios que son…
. . . . . .
Las clases comenzarían entonces no sin antes un pequeño aviso de su querido profesor.
—Ante de comenzar, debo anunciar algo. En el día de hoy, tendremos nuevos estudiantes
Esto era algo que se habló antes de comenzar las clases. Todos se preguntaban sobre los nuevos alumnos que iban a asistir, más en las clases de segundo año. Querían saber cómo es que era, si era un chico o si era una chica. Ya saben, las chicas quieren que sean chicos lindos y los chicos desean que sean hermosas chicas, de hermosos cuerpos y que uno tuviera por dónde agarrar, ya saben, agarrar pechos y demás.
—¿Qué son?
Era la pregunta de uno de ellos. Querían saber si eran chicos o chicas.
—Son personas —la respuesta del profesor no fue muy agradable o tan graciosa como seguramente él pensaba. Solamente querían saber qué serían—. Pero, ya se darán cuenta en estos momentos —se giró a ver la puerta—. Pueden pasar muchachos —la puerta se corrió al costado. En eso, todos miraban con expectativas. Vieron dos chicos entrar, cabello crema y parado, como si fuesen pinchos, aunque uno tenía la parte de frente hacia abajo. Cejas finas y como si fuesen rayos, ojos oscuros, mirada muy seria. Las chicas pudieron sentir cosquilleos en partes que no deben ser mencionadas y los chicos miraban ya mal a los nuevos chicos—. A partir de hoy, tendrán dos nuevos compañeros. ¿Quieren presentarse?
—Un placer, mi nombre es Axel Blaze.
—Yo soy Syon Blaze, es un placer conocerles a todos. Esperamos que mi primo y yo podamos llevarnos bien con todos ustedes.
—Bueno, ya se han presentado —decía el profesor—. Si es que nadie… —obvio que tendrían preguntas, más que nada las chicas—. ¿Sí?
—¿Tienen novias? —preguntaría una de las chicas.
Los dos muchachos Blaze se miraron y se podía notar la complicidad de los dos peli cremas.
—No, no tenemos —contestaría Syon por parte de Axel. Esto realmente hizo muy feliz a las chicas ya que dos chicos nuevos, hermosos y sin novias…—. Somos gays
Fue una bomba para todos. Todas esperaban mostrar sus buenos lados a estos nuevos muchachos que ya de por sí, eran bastantes lindos. ¿Son gays? ¿Los chicos nuevos son gays? ¿Qué está sucediendo? ¿Es que en Raimon solamente vienen personas gays? Sí, algunas chicas piensan que algunos chicos de este salón y de los otros son gays, ni hablar de los chicos que también creen que otros lo son.
—¿Gays?
—Sí, demasiado —contestaría Syon, aguantando las risas—. Si es esa la pregunta entonces… ¿dónde nos sentaremos? —sonreía pícaramente—. Esperamos que mi primo y yo no nos tengamos que sentar en algo largo… y duro…
No solo los estudiantes, el mismo profesor se quedó realmente petrificado en escuchar cómo hablaba con ese tono tan sugestivo, algo que de verdad te dejaba sin habla…
Receso…
—Haha, perdonen si realmente hice que todos se sorprendieran. La verdad es que no somos gays, solamente aprovechamos para hacer un breve chiste. Hehe, espero que realmente podamos llevarnos bien de ahora en adelante…
Syon habló y comentó a todos sus nuevos compañeros que no eran gay ni él ni su primo, que en serio tomó esta chance de hacer un breve chiste. Ese chiste casi hace que todos sufran un ataque al corazón. Era el que hablaba puesto que su primo – costaba creer que fueran primos por ser casi iguales – Axel estaba un tanto callado, mirando por la ventana. No se negaba a hablar y también esbozaba una sonrisa al ver la cara de todos cuando dijo esto su primo, solamente que era preferible callarse.
Todos tenían preguntas para hacer a estos muchachos. Por otro lado, teníamos a Mark y a su querido grupo de amigos, unos amigos que si uno realmente se pone a pensar, no son tus típicos alumnos ejemplares, tampoco son delincuentes, están ahí.
Claude y Bryce son uno de sus buenos amigos. Buenas personas, fáciles de llevar y estarán ahí para ti cuando lo necesites. Más que nada Claude. Podrá ser tonto pero estará siempre para ti. Bryce no es que no lo haga, también estará allí… pero es más complicado llevarte con él si es que no has tenido un trato previo o no sabes cómo es él ya que suele ser realmente bastante frío y seco con casi todo el mundo. Con amigos y demás lo sigue siendo, pero un poquito más abierto. Eso sí, jamás le verás interactuar de la misma manera que lo hace con Claude que con los demás. Es como si realmente fueran el uno para el otro, sean gays o no.
Luego Mark tiene de amigas, aparte de Aurelia, a dos chicas que realmente los delincuentes del instituto se lo pensarían no dos ni tres. Cuatro veces se pensarían si en serio quieren hacerles algo, una chica de cabellos naranjas y con una larga falda que llegaba a cubrir todas sus piernas así como otra de cabello azul y dos mechones blancos a sus costados. Sus nombres son Jade y Isabelle respectivamente, dos chicas que son buenas y todo, pero a veces generan un miedo. En un grupo de amigos bastante grande y diverso, siempre debe de haber gente que con la mirada infunda miedo, y esas dos realmente lo hacían.
De nuevo, se tiene que aclarar que ambas chicas realmente son buenas y actúan, cuando se debe, como las "madres" de este grupito de amigos.
Tenemos también a unos gemelos, mellizos, que vienen del norte del país, de Hokkaido. Es más, a veces se les preguntaba si son de alguna manera familiares de Cluade y Bryce. Esto es debido a que uno de ellos, Shawn, es un chico con los mismos aires que el peli plateado pero se lo diferenciaba que era un chico bastante cálido y muy dulce, un chico ideal para las chicas. El otro, su mellizo, Aiden, tenía ciertas similitudes con Claude en cuanto a comportamientos y actitudes, por no decir que es un chico bastante explosivo. Uno, el primero, poseía cabello gris y el otro, el segundo, un cabello rosado claro. Y como toda disque relación de hermanos, el menor, que es Aiden por minutos, no puede o no quiere, separarse de su hermano mayor Shawn y que hace lo posible para que nadie intente hacer algo como para robárselo…
Habían unos cuantos muchachos más pero, ¿importaban ahora? Claramente, no. Tenemos a Arion y a Skie que son de primero y que también crecieron con ambos, si suma a Aurelia a todo eso, pero no son de segundo.
Otro detalle es que Aurelia es amiga también de todos ellos y saben que más allá de ser dulce y la cantidad de fans que pueda tener, nadie se mete con ella. ¿Razón? Saben cómo es cuando se enoja y que es capaz de hacerles mierdas con todas las artes marciales que sabe.
—Parece que los nuevos hacen amistades rápido —diría de brazos cruzados la peli azul de Isabelle mientras estaba apoyada en su banco, de brazos cruzados. Miró al resto—. ¿Creen que eso de ser gays sea falso?
—No tienen pinta de serlo
—Tú sí que sabes, ¿verdad Claude?
—Oh, Aiden, será mejor que no empieces porque entre tú y yo, el que más gay parece eres tú…
—Decirme gay a mí es decirle gay a mi hermano mayor, ¿verdad hermano mayor?
—No le veo el problema. Siempre es bueno admitir las cosas que uno es. ¿Por qué no aceptas la realidad, Claude? Tú sabes perfectamente que Aiden y yo te apoyaremos en su decisión de salir del closet. Aparte, ¿qué mejor que salir del closet y tener un lindo novio como Bryce?
—Gracias, Shawn. ¿Has visto Claude? Todos lo saben, no debemos ocultar esto nunca más…
—¡Deja de decir tonterías!
Era lindo verles discutir sobre esto. Mark los miraba, junto con Aurelia, y no podía en serio aguantarse algunas risillas. Es pan de cada día. Al menos no veía a Caleb que tal parece que no vino a solamente se estaba saltando clases. De estar aquí ahora mismo, menudo lío se armaría…
Claude se ponía como su cabello a lo que Bryce no podía evitar jugar con él. Tal parecía que el peli plateado quería que el peli rojo lo admitiera, no había caso. Tarde o temprano Claude admitiría lo que sentía verdaderamente por el peli plateado y todos serán muy felices.
Por otro lado, Mark se percató de algo.
—Mm, no veo ni a Jordan y a Xavier —comentaría
—Sí, ahora que lo dices…
—¿Tal vez siga en el hospital?
—No lo sé, habría que preguntarle a Isabelle —Aurelia tras eso, miró a la peli azul—. Oye, Isabelle
—¿Hm?
—¿Xavier…?
—Jordan está con él —respondía—. Se quedó en casa cuidándole. No se sentía muy bien que digamos por lo que no vino. ¿Por qué lo preguntas? —y miró a Mark—. ¿Te preocupes por él? —asintió levemente—. Eso es bueno
—¿Lo es?
—Ah, no, no dije nada —tosió un poco—. Está bien, no te preocupes. Seguro que mañana vendrá, no llores por él, Naruto.
—Que… —le cambió completamente la vista tras escuchar lo último—. Isabelle, vamos, ¿tú también?
—En serio Mark, ni yo tengo idea alguna de anime y hasta yo sé que suenas igual a ese sujeto —Jade también aportaba su granito de arena—. ¿No que el club donde estás con Aurelia es lo que hacen los ninjas? Dime, dime, ¿ya sabes manejar una espada?
—De hecho sí —contestó alegremente—. Además de espadas, katanas, shurikens, kunais, también sabemos… oh —y él mismo ahora se daba cuenta de ello, nuevamente—. Bueno, quizás SÍ tenga un aire o me parezca a ese ninja —miraba a estas dos chicas—. ¿Contentas?
—Sep
Responderían ambas.
—Dime, ¿tienes un espadachín favorito?
—No —contestaría.
—Buah, ¿practicas con espadas y no tienes un espadachín favorito?
—¿Quieres que te enseñe a portar una? —respondía con otra pregunta y una sonrisa—. Tienes manos para manejar muy buenas espadas, Jade…
Ese comentario por parte de Mark, si bien lo dijo con las mejores intenciones de todas, hizo que Jade se apene bastante al igual que Isabelle que no esperaban ninguna de las dos esta fuerte insinuación de su parte, haciendo que Aurelia le dé de codazos y que se diera cuenta por el amor a Dios que dijo algo muy fuera de lugar.
—Así que… —avergonzada, Jade hacía sonar sus nudillos—, con que… puedo manejar muy buenas espadas… ¿eh? —y se sonaba también el cuello—. Creo… creo que escuché mal eso… ¿puedes… repetirlo?
—Dije que…
—No dijo nada malo —Aurelia estaba salvando a Mark de morir—. Quizás escuchaste mal o él no se expresó bien. Tienes madera de ser una muy buena espadachina, Jade. ¿Por qué no te das un paseo por nuestro club esta tarde?
—… —y logró calmarse. Mark de nuevo era salvado por Aurelia. Miraba con sus ojos entrecerrados al castaño de la banda naranja—. Okey, suena como un buen plan. ¿Molesta si llevo a Roma?
—Nop, para nada. Y a todo esto, ¿dónde se habrá ido? Desapareció de la nada apenas tocó la campana…
—Seguro se fue a ayudar a alguien —contestaba Shawn, ya habiendo sacado su almuerzo y comiendo de este junto a su hermano Aiden que ya dejó de pelear con Claude y Bryce para sumarse al almuerzo—. Como siempre, es un alma muy caritativa —la voz tan suave del peli gris era tan linda a veces—, es un muy buen muchacho.
—Me sorprende que la gente no se apro… —Shawn le dio un leve golpe a Aiden que habló con la boca llena de comida. Tragó y luego miraba a su mellizo que comía como si nada. Seguía entonces, hablando—. Lo mejor es que nadie se aprovecha de él.
—Y el que lo hace, muere —Isabelle le robó las palabras a Jade. Nadie se aprovecharía de sus amigos, nadie—. A lo que me recuerda, ¿cómo está tu hermanito, Mark?
—Está bien —Arion y él no son hermanos, pero todos lo tratan como si en serio lo fueran, lo mismo con Skie que le ven de la misma manera—. Dicen que mi letra no la pueden ni descifrar los chicos de su club… ¿pueden creerlo?
—Mark…
—…
—Viejo, en serio —Aiden habló—, Claude y yo tenemos una letra fea… sin ofender viejo
—No, no, tienes razón
—Pero, tu letra… ¿cómo logras tener buenas notas con esa letra?
—Sólo la gente lista puede entenderla
—Nadie entiende tu letra —contestaría Aurelia—. …¿todos somos tontos?
—Bueno chicos, me iré a ver a Arion —Mark ya se estaba retirando—. Ahí me saludan a los nuevos porque me retiro —tonto no era. Quizás se pasó un poco. Antes que pudieran agarrarle, ya se había ido de allí a toda velocidad… bueno, de hecho, desapareció de la vista de todos—. Adiós…
—… —luego de Aurelia que se sentaba a su lado, el más cercano era Aiden. Quiso atraparle pero lo único que atrapó fue polvo de este—. …oye, Aurelia
—¿Sí?
—¿Estás segura que Mark no es un ninja?
—Muy segura Aiden. Puedo asegurar que Mark es un chico común y corriente.
—Nah, ninguna persona corriente desaparece como él…
—Mark es una persona especial —hablaría Shawn. Miró a su hermanito para decir esto—, me llama un poco la atención… —y lo dijo de una manera que molestaría a Aiden. Efectivamente, se molestó y hacía caras al escuchar esto—. Haha, broma, no te pongas celoso hermanito menor…
—¿¡Q-quién e-estaría celoso…?!
Este grupo de amigos no podían ser engañados. Aiden realmente estaba celoso y Shawn no le importaba. Le daba un toque de gracia que se ponga de esa manera… esperaba que no se moleste si es que le cuenta la verdad sobre su interés por un chico…
Fuera del salón…
En lo que respecta a Mark, este logró desaparecer cual ninja.
Ya siente que es mejor dejar de negar que es aquel ninja y aceptarlo. Realmente debe de admitir que algunos de los movimientos que realiza los ha aprendido de allí. Además, si la gente del club de fútbol pueden hacer esas técnicas especiales, ¿por qué él no?
—Menos mal que me he ido —murmuraría mientras caminaría sin rumbo en el instituto. Lo que podría hacer ahora es ir a ver a Arion y saber cómo le va con las clases. Por otro lado, también puede ir a ver los chicos de la biblioteca. No es su lugar favorito, pero tiene un amigo allí—. Bueno, tal vez podría… —y se ponía a pensar un poco—. Mm, hay tantas cosas para hacer…
La verdad es que no tenía idea de qué hacer…
