Capítulo 2

En lo que Mark no sabía qué diablos hacer con su vida ahora mismo durante el receso luego de escaparse de sus compañeras tras un comentario no muy bueno que digamos, Arion estaba en su salón de los de primer año, hablando muy a gusto con sus amigos y comiendo sus almuerzos que como todos buenos niños que sus madres quieren, tienen sus almuerzos.

—Y… ¿qué dice aquí?

—A ver, a ver… espera, espera… mm… oh, aquí dice… "Lo siento, no sé hablar inglés"… ¿no?

—Sí, de hecho sí. En serio, ¿cómo es que puedes saber braille?

—Hehe, la verdad es que estoy aprendiendo braille y lenguaje de señas para poder comunicarme de la mejor manera posible con las personas. Era eso o inglés… y claramente el inglés no es lo mío… por eso te agradezco mucho cuando me explicas un poco…

—¡No hay de qué Miles! ¡Siempre es un placer ayudar a los amigos!

Miles era un muchacho de tez morena y de un largo cabello dorado que pasaba sus hombros y más allá de eso, sus grandes ojos color esmeralda hacían que este muchacho de primero se viera bastante bien. Aprendía el lenguaje de braille y de señas para poder comunicarse mejor con todas las personas que no puedan hablar… porque cuando le dieron a elegir entre eso y el inglés… su respuesta fue más que obvia.

Era un buen amigo de Arion que le daba siempre una mano cuando la necesitaba. No es que sus calificaciones sean malas, son buenas. A veces, y de todas formas, uno puede necesitar la ayuda de un buen compañero, y ahí entra nuestro divino muchacho de cabellos como remolinos.

—¿Crees que debamos comer con el resto de los chicos del club, Skie?

—Mm, no creo —hablaría—, creo que sería mejor comer aquí. Además —señalaba al frente de Arion donde había un gran muchacho—, creo que Jack no te permitiría que te vayas sin convidarle un poco de su almuerzo…

—…

—P-perdona Arion… —se rascaría la cabeza, sonriente y avergonzado—, e-es que tu m-madre hace m-muy buena comida… —y era mirar al almuerzo de este. No envidia mucho, su madre también cocina muy rico… pero, ve tú a decirle a tu PROPIA madre que otra mujer cocina más rico que ella. Venga, hazlo. Veamos cómo te mueres de hambre—. …¿puedo…?

—… —y Arion suspiraba en negación—. Ten, toma un poco —le convidó un poco de su almuerzo a lo que este parecía ser el niño más feliz del mundo—. A veces creo que nuestra amistad se basa en que te doy de comer y tú me quieres por ello

—Hehe, pero si eso no es verdad —se reía de nuevo muy apenado—, que eres realmente un muy buen amigo Arion. Gracias a ti pude… al menos un poco, ser un poco más valiente

—Todavía le temes a las alturas…

—… bueno, no del todo —se podía ver colores oscuros a sus alrededores tras el comentario de Miles quien se reía un poco—. ¡PERO! Lo intentó

—Esa es la intención —decía Arion muy seguro de sí mismo—, lo peor que le puede suceder a un hombre es que tus miedos te dominen. Si eso sucede, ¿realmente puedes considerarte un verdadero hombre?

—Arion…

—Wow Arion —decía Miles—, qué profundo. ¿Tú lo investaste?

—No, se lo dijo Mark —contestó Skie en su lugar, avergonzando a Arion—. ¿Recuerdas cuando fuimos a esa casa de terror?

—Oh sí, recuerdo. ¿Qué sucedió? Escuché tus gritos… y luego no escuché nada más…

—Él y su "hermano" —haciendo comillas, recalcando las comillas—, entraron allí a petición de este para seguramente abrazarlo mucho —y Skie, con una maldad muy sana, tomaba de la mejilla a Arion quien no quería saber nada de esto—. Tan tierno mi hermoso Arion que seguramente quería abrazar a su hermanito mayor mucho mucho…

—…

—Pff

Jack y Miles aguantaban la risa.

—No tengo idea qué pasó precisamente, pero Mark me contó que le dijo eso y que desde allí, trata de ser valiente también. A veces cuando quieres —soltaba la mejilla del castaño—, puedes ser tierno…

—N-no s-soy tierno…

—Eres muy cercano a Mark, ¿verdad Arion?

—B-bueno… —jugaba con sus dedos—. Lo considero mi hermano mayor… si mis padres salían, a veces me quedaba en la casa de los Evans y él se encargaba de mí…

—No, Arion, escucha —Miles le miraba pícaramente—, me refiero… a ya sabes… que lo quieres muuuucho —hacía énfasis en "mucho"—. …¿no?

—… ¿?

Arion no estaba entendiendo lo que hacía suspirar al rubio de piel morena.

Era mejor no seguir con este tema porque no llegarían a ningún lado. Arion no dirá mucho más de qué tanto aprecia a Mark… no, es mejor no darle cuerda sobre ese asunto. De ser así, estaría un largo rato describiendo por qué es el mejor hermano mayor y por qué se merece un puto premio. Se cree que hasta sería capaz de detener una bala por él, ese es el amor que posee hacia Mark.

—¡Ah! ¡Chicos! ¡Aquí están! —una chica aparecía en la puerta del salón. Cabello un poco ondulado, de color azul, muy parecido al de Skie, con unos lentes para ver de color rojo con un hermoso moño verde (me vale verga si no es el color) y con una falda como el resto de las chicas – que no son delincuentes – que es corta. Se acercó hasta ellos que le miraban como si nada—. ¿Cómo están? ¡¿Se encuentran bien?!

—¿Qué sucede Celia? —Skie notaba qué tan animada o qué tan desesperaba parecía estar su buena amiga Celia, chica que estaba en el club de periodismo—. ¿Por qué tan… enérgica?

—Es que… —trataba de tomar aire—. ¿No escucharon nada? Es acerca de los nuevos estudiantes —decía. Los chicos se miraron muy confundidos—. ¿No?

—De nuestro curso, imposible —contestaba Jack—. ¿Quién quiere venir de todas maneras a nuestro curso?

—Seguro es de segundo año —se sumaba Miles—, nunca tendremos compañeros nuevos… bah, técnicamente, todos nosotros somos nuevos ¿no?

—No, Miles, no empieces —le señalaba Celia—. ¿En serio no escucharon nada? —y estos negaron, nuevamente—. Se dice de dos muchachos de segundo —y Miles asentía con orgullo al saber que eran de ese año—, que aparentemente, uno de ellos es una muy joven promesa en el beisbol y que algunos le dicen "El pitcher de fuego"

—¿Sale fuego de sus manos?

—O cuando batea tal vez —Arion haría un ademán de batear—. ¿No sería loco eso?

—¿Puedo terminar? —ellos ya no dirían nada entonces—. Genial. Entonces, hay un chico famoso en nuestro instituto y que varios equipos profesionales ya han querido reclutarle…

—¿En qué curso está?

—Está con tu hermoso hermano mayor, Arion

—¿Eh? —sintió que escuchó mal—. ¿Qué dijiste?

—Que si puedes, hables con Mark para que este hable con ese chico nuevo y le pregunte varias cosas, que le pregunte precisamente hablando sobre si se va a unir al club de beisbol o qué hará de su vida —y ella entonces se apenaría un poco—. …y de paso, ¿puedes hablarle bien de mí?

—No —replicó al instante—. De eso jamás…

—…

—No te pongas mal Celia —le animaría Skie a lo que le hacía señas para que se acerque. Ella claramente lo hizo con intriga—, Mark no es de los que les gusten las mujeres —Celia se quedó procesando eso—. Además, ¿qué vende más? ¿Una pareja hetero… o una pareja entre dos chicos…?

La mente de Celia comenzó a trabajar.

Como es miembro del club de periodismo, además de informar todo lo que tenga que ver con el mero instituto Raimon, también y a veces informa de las personas "famosas" del mismo y Mark… no es la más famosa pero tampoco es un desconocido. Si el día de mañana tiene una relación con algún chico… no, si descubre relaciones entre chicos… las chicas van a amarlo… por lo que se alejaba de Skie con una gran sonrisa, teniendo que ir a ver a su amiga del club de periodismo ya mismo para comenzar a trabajar.

—¿Qué le dijiste? —preguntaba Arion—. No habrás…

—Fue de otra cosa —decía segura—. Tranquilo, nadie te robará a tu hermano mayor —y de nuevo lo molestaba, ahora con Miles y Jack.

—… —y antes de seguir, Miles recordó algo—. ¡Ah! —el hecho que se sobresalte hizo que los otros tres también lo hicieran. Miró a Arion con sus ojos bien abierto—. Recordé que en el receso le prometería al superior Nathan que te llevaría con él —y le tomó de la muñeca sin pensarlo—. ¡Vamos!

—¡Deja que termine de comer…!

—Vaya…

—Deberíamos de ir…

—Mm, yo me quedaré aquí y…

—No te vas a comer nuestros almuerzos

—No me los voy a comer, entendido…

Club de atletismo…

De alguna manera, Ryan Miles había logrado recordar que debía llevar a Arion con su superior al club de atletismo ya que está al tanto sobre la velocidad de este. Se preguntaba varias veces la razón de unirse al club de caligrafía cuando Arion es bastante rápido, puede que más que él.

¿Por qué se habrá unido al club de caligrafía?

Hay preguntas que a veces te dejan pensando todas las noches.

—¿Hace falta llevarme así?

—¿Cómo?

—… de la mano.

—¿De la mano? —y el rubio miraba que lo tenía de la mano. Este no se apenó ni nada. Miró a Arion con una hermosa sonrisa—. ¡Así no te me escapas o te pierdes!

—P-pero…

—Tú hazme este favor y no te molestaré más ¿sí? —a duras penas asentía. Era medio vergonzoso para Arion ir de la mano con Miles y que varios alumnos y alumnas del insti le miren con sorpresa… y algunas chicas que sacaban algunas fotos—. Perfecto. Nathan estará encantado de verte, te lo aseguro…

Aunque Miles se preguntaba si podría dar la talla para entrar al club. Nathan no será el presidente del mismo, pero está a cargo de la gran mayoría de chicos y chicas que suelen interesarse para entrar. Después de todo, Nathan es alguien que logró participar a nivel nacional en representación del Raimon con respecto a los 100mts y ser el ganador. Sorprende que también se haya decidido quedar en Raimon cuando tuvo al menos más de 10 ofertas de mejores lugares. ¿Quizás sea porque ama su país? Quién sabe.

Era llegar entonces al club de atletismo, a la zona mejor dicho donde estaban las pistas de atletismo así como otros deportes relacionados al atletismo. Salto con garrocha, lanzamiento de jabalina, ya saben, esos deportes. Hoy no hay ganas de entrar en detalles con cada uno de ellos, compartiendo en gran medida una buena zona de instituto con los chicos de beisbol así como aquel gran edifico donde habían algunos clubes… que sorpresivamente allí está el club que forma parte Mark.

Allí estaba Nathan, un hermoso muchacho – y realmente lo era – con un largo cabello color turquesa, con una cola de caballo alta y un gran mechón que tapaba su ojo izquierdo con ojos de color avellana. Sostenía una planilla en lo que parecía mirarla detenidamente y luego ver también la pista misma.

—¡Nathan! ¡Superior Nathan! —llamaría Miles mientras seguía de la mano con Arion que estaba apenado todavía. Este, Nathan, miró a su dirección y logró esbozar una leve sonrisa—. ¡Aquí lo tengo! —decía mirando a Arion.

—Se nota que lo tienes —contestaría mirando la mano de estos—. ¿Acaso…?

—Tiende a escaparse —contestaría, ahora siendo el turno de él de apenarse—. N-no somos nada, para nada. Pero, aquí lo tienes. Hehe, casi me olvido de ello… —se rascaba la cabeza—, ¿lleva esperando mucho?

—No mucho —apenas 5 minutos. Se sorprende que se haya acordado de todas maneras. Luego de eso y ver que Miles parecía despreocuparse, miró a Arion—. Arion… ¿no es así?

—S-sí, soy yo —contestaría. Lentamente se le iba el rubor de sus mejillas por el tema de haber venido de la mano con Miles. En sí, lo ve normal de tomarse las manos entre amigos… pero las miradas de los demás. Ahora, si es con Mark, les puedo asegurar que estará hasta llorando por pedir que no le suelte la mano—. ¿Necesita algo?

—No solo Miles, yo también he visto que eres bastante rápido. Dime, ¿nunca pensaste en unirte al club de atletismo? —preguntaría con una sonrisa—. Un velocista como tú vendría muy bien para el club —y miraba a Miles de reojo el cual no pensaba que algo bueno se vendría de tal mirada—, incluso puedes ser más rápido que nuestro querido amigo de aquí…

—Ey…

—Pues…

—No quiero presionarte ni nada por el estilo —seguía Nathan—. Simplemente me gustaría saber primero tu opinión sobre mi invitación. Si es que gustas, podemos hacer una pequeña prueba. A lo mejor, en lo que corres tal vez tengas una mejor manera de decidir las cosas

—¿Dices de correr?

—Así es, Arion. Dime, ¿qué te parece?

Arion pensaba en una respuesta y poco a poco iban llegando tanto Skie junto a un Jack que tenía ganas de comer el almuerzo del resto y que, solamente por esta vez, le dio el suyo y el de Miles que seguramente no lo iba a querer. El de Arion es un tema muy aparte y no dejará que se lo coma.

—Mira, allí está —señalaba con sus regordetes dedos a Arion nuestro querido Jack—. ¿Crees que aceptará en hacer las pruebas?

—Me da curiosidad si realmente querrá ir al club de atletismo…

—Tú lo sabes, todos de primero lo sabemos, es realmente rápido —previo a entrar al instituto Raimon, él, Miles, Skie y unos dos chicos más que andan por ahí han visto de lo que es capaz—. No me sorprendería que Arion entrara al club

—… —Skie digamos que no veía con buenos ojos esto. A ver, estaría muy feliz que se una al club de atletismo porque siente que ahí mismo pertenece. Es muy rápido. El tema para ella es que se quedaría sola. No es que los chicos del club de caligrafía no sean buenas personas, de hecho lo son y mucho. El chiste recae que no quiere quedarse sin su mejor amigo de la infancia—. ¿Tú crees que quede? —aun así, siempre felicidad.

—¿Quizás? Oí por Miles que Nathan ganó una competición nacional

—Oh, seguro será difícil de impresionar…

De hecho, puede que no parezca pero la verdad que Nathan se quedó un tanto impresionado cuando el castaño de Arion aceptó. Creía que le rechazaría ya que una vez intentó hablar con él y no pudo puesto que este se fue corriendo con su hermano, un muchacho que conoce de sobra y que las cosas han estado… muy complicadas entre los dos. Por eso le pidió a Miles que le dé una mano y lo hizo. Está agradecido por ello. Ahora, hizo una leve prueba. Debe de admitir que verle vestido con el uniforme de corredor, short azules y una camiseta a tirantes naranja, le hacía sentirse… raro. Las piernas, el cuerpo de este muchacho Arion… alejó esos pensamientos pecaminosos. ¿Quién no habrá pensado lo mismo de él? Tanto él como Miles se posicionaron, dio la orden y salieron corriendo… y ahí lo vio.

—… —no es que estaba en shock ni nada, estaba sorprendido. No esperaba que en serio fuera rápido. Era mirar el cronómetro y casi supera su marca, estuvo a casi nada de ello. Si entrenaba para ser atleta, para ser velocista… ¿sería más rápido con él? Eso sería genial. Siempre habrá un diamante en bruto y puede ser que Arion es uno de ellos—. Felicidades —es lo que diría entonces, muy seguro y con un propósito para este año.

—C… como… ¿cómo lo hice? —Arion estaba recuperando aire. Correr así de rápido y bien de la nada, es agotador—. ¿Cómo… no te cansas?

—Te acostumbras —respondía Miles—. Entreno todos los días…

—Ah, cierto… —era recuperar el aire. Miró entonces a Nathan que tenía una sonrisa—. …entonces…

—Ha sido muy bueno, Arion. Realmente tienes madera para poder ser un excelente velocista

—¿Cómo tú?

—Sí entrenas muy duro, podrás ser incluso mejor que yo —Miles por dentro sentía ese pinchazo porque nunca le dijo estas cosas—. Quizás realmente naciste para este deporte. ¿Qué dices Arion?

Nathan estaba serio.

Realmente se veía muy bien Arion vestido así con el uniforme de velocista. Podrá verle de esta manera todas las mañanas, todas las tardes. Ya de por sí ve a todos y se ven de excelente manera… este castaño… se tocaba el mentón de tan solo pensarlo.

—No lo sé —contestó al instante Arion—. Realmente… se siente muy diferente el correr así como lo he hecho. Ha sido algo divertido —sonreía—, pero creo que no estoy del todo seguro si quiero hacer esto o no —borró la sonrisa—. ¿Puedes darme unos días?

—Sí, no hay problema Arion.

—Eh… ¿qué hago…?

—Si te sirve, puedes quedarte con el uniforme. En caso que te unas, ya lo tendrás. Si es que al final decides no unirte, pues, tengo allí contigo. Quizás más adelante quieras unirte.

—En ese caso —hizo una reverencia—. Muchas gracias, Nathan —dejaba de hacer la referencia—. Nos vemos

Arion divisó a sus amigos, Skie y Jack, y fue con ellos. Portando el uniforme de velocista, se veía lindo a ojos de los dos, bah, dijo que le asentaba muy bien. Que tal vez el club de atletismo podría ser algo que en el futuro le brinde muchas más oportunidades. Él se reía y para estos dos, es obvio que les dijo que le preguntaría a Mark para ver qué pensaba, algo que estos dos sabrían de sobra que haría.

Nathan era mirarlo y sentir algo parecido. Es decir, sentir que seguramente debe de hablar con Mark ya que sabe de esto. Era un dolor agudo. Veía la persona, Arion, que lo reemplazó en la vida de Mark. No se queja, no le hará nada a Arion, no tiene la culpa…

—¿Nathan?

—Gracias por traerlo, Miles —no se iba a dejar llevar por estas emociones. Es algo que si se deja llevar, debe ser a solas y sin nadie a su alrededor—. Esperemos que acepte.

—No te preocupes, lo voy a convencer —asentía—. Será complicado. Quizás trate de convencer a Mark…

—Oye…

—¿Mm?

—¿Sabes… cómo está él? —el rubio no entendía—. Hablo de Mark…

—Según Arion, está muy bien —contestó, recordando—. Esa chica, Aurelia, también dijo que está bastante bien. ¿Por qué preguntas?

—Quería saber, nada más…

La cara de tristeza que hacía Nathan… Miles sentía que había algo más que una simple pregunta…

Más tarde, tras el instituto…

Hoy sí era ese día donde Arion podía pasar tiempo con su hermano mayor.

Mark de hecho tenía bastantes planes el día de hoy. Saldría con sus amigos y amigas. Saldrían a tontear un poco y luego irían a comer algo bastante rico, yendo a la casa de Claude y Bryce, que viven junto con Isabelle, Xavier y Jordan así como un muchacho de primero que poco ve, Aitor. Estaba también Quagmire que siente que es un misterio a veces este alto muchacho de cabellos negros y muy largo. Con él iría, por supuesto, Aurelia y pensaba en traerse también a un chico del otro salón a pasar el rato.

Al final, terminó aceptando a Arion quien cuando te pide algo haciendo esas caritas… no, no puede resistirse. Los demás le dijeron que otro día iría con ellos, que no se preocupe por nada.

—¿Sucedió algo, Arion?

—Nop, nada en particular, Mark.

—Pero, para pedirme salir juntos así de la nada… estoy seguro que algo malo habrá pasado… ¿verdad?

—Hehe, de hecho, es todo lo contrario. Quería preguntarte algo primeramente… ¿crees que tenga madera para unirme al club de atletismo?

—¿Atletismo? Mm… ¿no estás contento en el club de caligrafía?

—Lo estoy de hecho. Me encanta ese club.

—¿Entonces?

—Es que… la verdad es que el superior Nathan parece muy animado en que me una a su club… —el mero hecho de escuchar ese nombre hizo que Mark cambiara un tanto la expresión. Esto entró en ojos de Arion que sabe que decir tal nombre—. …¿Mark?

—… —suspiró un poco—. ¿Vienes a preguntarme a mí si pienso que es buena idea cambiarte de club? —parecía un niño. Asentía una y otra vez en lo que disfrutaba de su hamburguesa. Aprovechó y lo trajo a comer una buena hamburguesa y papas—. Arion, tienes edad para decidir estas cosas

—Pero, hermano mayor…

—Sí, me consideras uno… pero esto recae más en ti ¿sabes?

—Yo… entiendo… —centraba su vista en su hamburguesa. Era mirar la misma, darle unos mordiscos, mirar a Mark, seguir—. Mi amigo Miles, ¿le conoces?

—Lo hago. Ha venido varias veces a nuestro salón… aunque desconozco la razón.

—Siempre me ha dicho de unirme al club de atletismo, que allí había un muchacho, esto es del año pasado, que era muy bueno y que podría aprender mucho… y que aproveche mi velocidad en concreto… Nathan —mencionó su nombre. De nuevo pudo ver a Mark titubear un poco. Sabía que había algo—. …¿Mark?

—¿Sí?

—¿Es… existe un problema con el superior Nathan?

—… —no sabe cómo explicarlo—. …de hecho, no, no existe ningún problema —contestaría comiendo algunas papas. Tragó—. Las cosas… no son lo mismo que antes, nada más.

—… —y escuchar esto hacía que las alarmas de Arion comenzaran a sonar—. …¿eran…?

—Amigos, éramos amigos —estaba aliviado por escuchar esto—. De a poco nos dejamos de juntar… y digamos que ahora es todo muy incómodo… —no solo negaba sino que apartaba la mirada—, ni hablar de su hermano y los amigos de este…

—¿Eh?

—No te preocupes —lo miraba de nuevo—, tarde o temprano estoy seguro que las cosas podrán ser como antes —por cómo venían las cosas, es muy posible que no, que todo siga de la misma manera que hoy en día. No había nada para hacer. Simplemente, debe de seguir con su vida y él con la suya—. Ahora, ¿realmente para esto me hiciste venir?

—… ¿soy… una molestia?

—No, no, para nada —ya lo veía poner caras tristes. Si se larga a llorar aquí… se estiró por encima de la mesa para pasarle la mano, los dedos, debajo de su ojo y limpiar lo que sea que podría salir de allí—. Realmente me pregunto qué habré hecho bien en esta vida para merecer a un hermanito como tú, Arion

—¡¿Lo dices en serio?!

—Sí, lo hago. Solo espero que el día de mañana, si es que tengo una pareja, te caiga bien. No me imagino salir con alguien si no te quiere…

—¿Piensas salir con alguien, Mark? —este estaba serio—. NO pienso dejar que nadie te haga daño o intente hacer…

—Tranquilo —se reía un poco. Se sentaba de nuevo—. Oye, sé defenderme. ¿Crees que me puedan hacer daño?

—No… pero como hermano menor, no puedo dejar que nadie te haga nada. Ese es mi deber… y evitar que las zorras te quieran robar…

—Nadie me va a robar, tranquilo. Anda, mejor terminemos de comer esto. ¿Qué dices de ir a casa luego eh? A lo mejor vemos una peli o algo…

—Hehe, suena genial… —y sonreía maliciosamente—, casi como que parece que me llevarás a la cama… HER MA NI TO

—…

—…

—…

—…

—Di algo así de nuevo y te mato.

—… bueno.