Capítulo II:

El día de Harry

Desperté cuando sentí el sol pegar en mi cama, me fregué los ojos, tenía sueño y estaba muy aburrido; Hedwig se acercó y me dejó una carta, me puse los anteojos y me dispuse a abrirla. Era de Hogwarts

Querido Harry:

Espero que estés bien. Te escribo para decirte que ya te puedes ir con la familia Weasley, si quieres hoy mismo. Ojalá la noticia te agrade, pásala bien y no te preocupes.

Dumbledore

¿Agradarme?, ha sido la mejor carta que he recibido en todo el verano. Sin perder el tiempo le escribí a Ron explicándole que ya podía ir a su casa, y pidiéndole el día y la hora en que podrían recogerme, esperaba que fuera ese mismo día. Le até la carta a Hedwig y salió volando por la ventana. Ese día sería muy bueno.

Bajé y ahí estaban los Dursley. cómo me caen mal, no los aguanto

-Niño, péinate- me dijo tío Vernon con la misma simpatía de siempre, completamente nula. Comencé a hacer el desayuno por orden de tía Petunia

-Ehh.¿tío Vernon?- recibí un gruñido de respuesta; me estaba escuchando -Resulta que hoy. recibí una carta. del profesor Dumbledore. y me decía que ya. podía irme. con mi compañero. de Hog. digo, de la escuela

Tío Vernon me miró de detrás de su periódico suspicaz

-Supongo que quieres ir

-Claro- me apresuré a responder

-Con una condición: que vengan como gente "normal"

Me encogí de hombros, no tenía ni la menor idea de cómo llegarían, y creo que ya es mucho que vengan a buscarme, para exigirles su medio de transporte

-.Creo que así lo harán

-Bien

Me puse de pie y fui a preparar mi baúl, quería tener todo listo para cuando llegaran. De seguro también estaría Hermione, según me dijo en una carta, sus padres no la habían dejado ir con Víktor a Bulgaria. parecía no importarle demasiado, porque no insistió mucho en el tema. Por supuesto que Ron estaba feliz por la situación, y decidió invitarla a pasar unos días a la madriguera, que ella aceptó inmediatamente encantada. esos dos.

Sin querer me puse nostálgico. y pasó por mi mente la imagen de una pelirroja de ojos marrones, y con pecas. Lo admito, mi estómago sintió algo raro. como lo que sentía cuando veía a Cho el año pasado o en tercero, solo que un poco más fuerte. Así es, es verdad, Ginny (sin proponérmelo) me gusta, y lo que más me pone contento de ir a la madriguera es que la veré a ella, tan linda. ¿Desde cuándo?, no lo sé, pero me di cuenta de eso cuando la vi en la estación al final del curso pasado

Recuerdo que después de darle el dinero a los gemelos, salimos, y ahí nos esperaban los demás, estaban conversando. Hermione, en manera de despedida, se acercó a mi y me besó en la mejilla, fue extraño, nunca antes lo había hecho, ni conmigo ni con nadie. Se alejó mientras con sus padres mientras yo aún no me recuperaba de la impresión. Inconscientemente, miré hacia un lado, y ahí estaba ella. Prácticamente estaba escondida cerca de donde estaba yo, me miraba; sus ojos expresaban una tristeza infinita. Me enamoré de esa mirada, aún la tengo grabada. expresaban tanto sentimiento, tanto cariño hacia mi. ahora me doy cuenta que ella es preciosa. Me propuse que este verano cambiaría mi modo de ser con ella, sería más atento con ella y que intentaría conocerla

Los Weasley llegaron cerca de las tres y media de la tarde, esperaba verlos de cualquier manera, menos en un automóvil, ni siquiera estaba encantado

-¡Hola Harry!- me saludó Ron, mientras me ayudaba a dejar las cosas en la maleta del auto

-Hola Ron, ¿cómo has estado?

-Bien, ahora iremos a buscar a Hermione a su casa

-¿A Hermione?

-Sí, pasará el resto de las vacaciones en la casa con nosotros, ¿no es fantástico?

-Sí Ron, fantástico- dijo yo poniendo una sonrisa burlona -Debes estar muy feliz porque no se fue con Krum a Bulgaria

-Claro que sí, Harry- respondió dándome la espalda e intentando controlar su nerviosismo. conozco tanto a mi amigo -Después de todo, no sabemos nada sobre él

-Sí, Ron, eso es lo que te preocupa- me miró de frente, se veía enfadado, ¿fui muy antipático con él?. no

-Subamos- me dijo, ahí nos esperaban los demás, Ginny no venía con ellos, sólo los gemelos y los padres de Ron

-¿Y Ginny?- le pregunté a Ron lo más natural que pude. parece que se lo tragó

-¿Ginny?, se quedó en la casa, nos está esperando allá

Al poco rato llegamos a una calle, y vi que Hermione nos esperaba con sus cosas en la calle, con cara de un poco aburrida. Al ver los ocupantes del auto, su cara cambió automáticamente

-¡Harry, Ron!, qué bueno es verlos

Le ayudamos a guardar las cosas y volvimos a subir al auto, y nos dirigimos directo a la madriguera, para dar inicio a mis verdaderas vacaciones

Llegamos a la casa de Ron cerca de las cuatro de la tarde. Me bajé y saqué mis cosas. Me dirigí al cuarto de Ron y las dejé ahí (ya estaban las dos camas ubicadas) y bajé

Hermione y Ron no estaban en la casa, los busqué por todas partes y no los encontré. Mientras decidía que los iría a buscar afuera (porque lo más seguro era que estuvieran juntos), escuché una voz que provenía de la cocina. Era muy bonita, fina y afinada. Me dirigí a ella y vi a Ginny de espaldas, trabajando muy tranquila y feliz

".Siento miedo al pensar que esta complicidad algún día vaya a terminar
miedo a no volver a ver, tus ojos desvistiéndome como lo hacen cada
anochecer Abrázame otra vez, vamos a prometer algo que nunca vaya a almorzar un pez
No puedes imaginar.cuan. ¡¿Harry?!

Lamentablemente (no sé si para ella o para mi), me vio apoyado en el marco de la puerta de la cocina mirándola. No sé qué cara habré puesto, pero ella se puso completamente roja

-Cantas muy bonito, tienes una voz preciosa- le dije lo más suave que pude, era una verdad. Ella se puso más roja aún, lo que me hizo sentir un poco mal y culpable, pensé un poco cómo subirle el ánimo y que se le quitara la pena

-¿Por qué no terminas la canción?- fue lo único que se me ocurrió decirle, en realidad quería que lo hiciera

-¿Eso quieres?- me preguntó un poco insegura, sonriendo asentí y me senté en una silla lo más cerca a ella que pude. Superando su timidez, Ginny se acercó a mi hasta quedar frente a frente, ella de pie, entonces cantó:

"No puedes imaginar cuanto te quiero
ahora los relojes pararaaaaán.
Tú acercándote a mi pelo
Tú y tu mirada otra vez
Quiero que no exista el tiempo, detener este momento
Tú mi vida eres todo para mí."

Era para mí, esa canción me la dedicaba a mi, estaba seguro, lo leía en sus hermosos ojos

Ninguno se movió, nos quedamos viendo atentamente, ¿habrá notado mis cambios sentimentales hacia ella?, quizás sí. ojalá

-No sabía. que llegarías hoy.- me dijo, nerviosa poniendo un tema, por mi parte no había reaccionado, me habría quedado todo el tiempo del mundo mirándola

-Yo tampoco, hasta que esta mañana me llegó una carta de Dumbledore dándome permiso de venir

-Ah.- dijo, y sonriendo, volvió a lo que estaba haciendo. Quizás pensó que me iría de la cocina, porque a los pocos momentos estaba contando nuevamente, yo no me moví de mi lugar

"La oscuridad me inunda, mis fuerzas se pierden
sin nada más que decirte, me despido, hasta siempre."

Seguía cantando y yo ahí como bobo mirándola, de pronto se detuvo

-¡Hay!- gritó, y soltó todas las cosas que tenía en las manos, que saltaron lejos

-¿Qué te pasa?- dije acercándome a ella, parece que recién se había dado cuenta que continuaba ahí

-Me corté- respondió, y yo le tomé la mano para examinar la herida (juro que fue inconscientemente)

-Ven a lavarte- le dije. Entonces su cara se sonrojó un poco porque se dio cuenta que le tenía su mano, avergonzado, la solté. En ese momento entró la señora Weasley a la cocina

-¿Quién gritó?- preguntó

-Yo- dijo ella -Me corté con el cuchillo

La señora Weasley le tomó la mano y le vio la herida, le dijo que se quedara ahí a esperarla, le curaría la herida en unos momentos

-¿Y Ron?- preguntó,

-Por ahí, con Hermione- respondí

-¿Hermione también está aquí?- preguntó bastante extrañada

-Claro, ¿tampoco lo sabías?

-No sabía ni que iban a salir, así que imagínate.- llegó la señora Weasley y le curó la cortadura, al rato llegaron Ron y Hermione

-Hola Ginny- saludó Hermione -¿Qué te pasó en el dedo?

-Me corté. Dime la hora, Harry, por favor

-Lo siento, pero no tengo reloj.- le recordé bastante apenado, desde la segunda prueba de el Torneo de los Tres Magos que no tengo

-Oh, verdad, ¿algún otro?

-Son las cuatro y media.- se puso de pie muy rápido, como asustada, parecía un poco ansiosa y nerviosa

-¡Se me hizo tarde!, nos vemos, debo irme.

-¿A qué vas?- le pregunté, tenía ganas que se quedara conmigo. digo, con nosotros un rato

-Vendrá su novio- dijo Ron, ¿qué?, ¿Ginny tenía novio?

-¿Tienes novio?- le preguntó Hermione, parecía tan extrañada como yo, ¡no lo puedo creer!

-¡No es mi novio Ron!- respondió poniéndose colorada -Es un muy buen amigo, que quiere saludarme.

-Claro, quiere saludarte con un gran abrazo- dijo Ron con cara de burlón, yo estaba bastante molesto. Novio o no, debía cuidarla

Ginny se alejó casi corriendo de nosotros, entonces un gran silencio reinó entre los tres

-¿De verdad es su novio?- pregunté dividido entre la pena y la rabia

-No, lo digo por molestarla. No te preocupes, Harry, mi hermana tiene sólo ojos para ti- me respondió Ron. Me puse un poco rojo (sólo un poco), en parte me agradó el comentario de Ron. Se lo agradecí con una sonrisa

-¿Te gusta Ginny, Harry?- escuché, era Hermione, que me miraba con ojos como platos

-Ehh.

-Yo que decía lo anterior como broma- comentó Ron sorprendido también

-Bueno, sí, me gusta.

-Oh, va a estar muy contenta

-¡Ya!, Ron, deja de molestarla así- regañó Hermione a Ron, mientras ambos comenzaban a discutir. Yo miraba a la casa y me puse de pie

-¿A dónde vas?- me preguntaron al mismo tiempo, parándose ellos también

-A la casa- respondí y caminé hacia ella, al llegar, me senté en una silla de la cocina. Había un muchacho a los pies de la escalera

-¡Ginny!- escuché llamar a la señora Weasley, momentos después Ginny bajaba de su cuarto. Se veía preciosa, llevaba una falda corta, una blusa sin mangas y llevaba un poco de maquillaje. Tomé un poco de limonada de mi vaso

Ginny, al verlo, corrió a sus brazos. El muy desgraciado la recibió con una gran sonrisa, qué ganas de pegarle

-¡Gin!, estás preciosa- se acercó a su mochila y sacó un pequeño paquetito, se lo daba mientras le hablaba -¡Feliz cumpleaños!

No pude evitarlo, al escuchar lo que el desgraciado le dijo sin querer el vaso se soltó de mi mano de la pura impresión. ¡¡¿¿Su cumpleaños??!!, ¿y yo no lo sabía?, no le tenía ni un mísero regalo, ¿qué hacía?. Me di cuenta que miró en dirección hacia donde estaba, y luego le puso atención a su "amiguito"

-¿Vamos afuera?- le propuso ella mirándonos disimuladamente, él aceptó y ambos salieron. Me quedé en la silla sin moverme

-Harry, ¿quieres que vamos a mi cuarto?- me preguntó Ron acercándose por un lado, Hermione lo hizo por el otro

-Sí, Harry, vamos- lo apoyó, no me quedó otra que aceptar. Estaba enfadado, ¿por qué demonios Ron no me lo había dicho hoy cuando fue a buscarme y pregunté por ella?. Estaba un poco enojado con Ron

Llegamos a su cuarto y me dejé caer en la cama. Ron se dirigió a la ventana

-¿No verás lo que hacen?- me preguntó, lo miré desde la cama y de un salto me puse de pie, corriendo a la ventana y de un empujón quitando a mi amigo, que se sentó en su cama al lado de Hermione

-¿Por qué no me lo dijiste?- le pregunté de pronto, mientras veía que ese le hablaba con ella

-¿Decirte qué?- me preguntó inocentemente, él sabía a qué me refería

-Que hoy era su cumpleaños, ¿por qué no me lo dijiste?

-Pensé que no te importaría, como tú nunca le pusiste atención

-¿Y qué hago ahora?, no tengo ningún regalo para ella.

En ese momento la puerta se abrió y se asomó la cabeza de Charlie, Ron corrió a abrazarlo

-¡Charlie!

-Ron, ¿cómo has estado?

-Muy bien, gracias

-Hola Harry, hola Hermione

-Hola Charlie- respondimos, yo sin siquiera mirarlo, no dejaba de ver hacia ellos, ahora Ginny le tomaba la mano al estúpido

-¿Qué le pasa?- le preguntó Charlie a Ron y a Hermione en un susurro, supongo que se refería a mi, pero yo no le respondí

-Está enojado- respondió Hermione -No sabía que hoy era el cumpleaños de Ginny y no le tiene ningún regalo.

-Ah, entiendo

-¡AH!- no pude evitarlo, pero lo que vi me dejó perplejo. ¡Él la había besado!, lo peor de todo era que ella no objetó nada

-¿Qué ocurre?- me preguntó Ron desde la cama, yo lo respondí que nada. Ginny se acostaba en el pasto y él junto a ella, ambos tomados de la mano, sentía rabia dentro de mi

-Creo que el problema del regalo se puede solucionar- dijo Charlie, me di vuelta confundido, no había entendido a qué se refería -Creo que puedo arreglar ese problema. Resulta que tengo dos regalos para Ginny, si quieres, Harry, te puedo entregar uno.

Me costó aceptar, una parte de mi no quería, pero la otra lo pedía a voces

Así lo hicimos, Charlie me entregó su regalo para que yo se lo diera a Ginny, y por más que le insistí que yo le devolvería el dinero, no aceptó

Ginny llegó al llamado de su madre junto con el otro idiota, ella con una gran sonrisa. La celebración fue entretenida, e intentaba animarme a pesar de que el otro idiota no se iba nunca, hasta que por fin sucedió

Disimuladamente me puse cerca de ellos a mirarlos, después de decirse una palabras se abrazaron, Ginny me vio, pero no se separó de él

Ardía por dentro de pura rabia, quería matar a ese estúpido que me está quitando a Ginny. Después que desapareció por la chimenea, ella me miró y se dirigió con su familia

-¡Los regalos!- dijeron todos animados. y la fiesta continuó. Me divertí, lo admito, pero a ella la vi salir de la casa al patio, sin proponérmelo, la seguí

El aire estaba fresco esa noche, y había un cielo estrellado

-¿Ginny?- dije casi en un susurro, no quería asustarla

-¿Qué haces acá sola?- le dije acercándome más

-¿Qué hago?, siento el aire, me relajo, veo la luna y las estrellas. Es algo precioso cuando lo tomas en cuenta.- respondió, se veía preciosa a la luz de la luna

-Te quería dar tu regalo.- le dije con un poco de nerviosismo, sacando el paquete a la luz.