Capítulo III:
Esta canción es para ti.
-Te quería dar tu regalo- dijo Harry acercándose a Ginny, ella lo miraba extrañada
-¿Mi regalo?, ¿cómo supiste que estaba de cumpleaños, si le pedí a Ron que no te lo dijera?
Harry la miró perplejo, ahora comprendía la actitud de Ron, pero no entendía la de ella
-¿Por qué hiciste eso?- le preguntó Harry
-¿Por qué?- repitió ella volviendo su mirada al cielo estrellado, soltando un suspiro -¿Será que no quería que ocurriera lo que está pasando en este instante.?
-No te entiendo.
-No te esfuerces- le dijo ella mirándolo de frente. Estaba segura que el regalo que Harry le tenía era por puro compromiso porque había llegado ese día, estaba segura que no nacía de él regalarle algo ese día. estaba segura que Harry no la quería. Sin perder la fuerza desvió la mirada y se dirigió a la puerta
-Ginny, espera, ¿por qué te vas?
-Estoy cansada, hoy me han ocurrido muchas cosas.
-Claro, que el beso de tu amiguito- Harry lo dijo inconscientemente, no quería hacerlo, se le salió. Ginny se dio la vuelta y lo miró extrañada
-¿Cómo es que sabes que Jan me besó?- le preguntó
-¿A sí que lo reconoces?
-Claro que lo hago, sino estaría mintiendo. Respóndeme, Harry, ¿cómo es que tú sabes que Jan me besó?
Harry guardó silencio, había metido la pata, sería muy feo que le dijera que estaba espiando desde la ventana de su hermano porque estaba celoso de el estúpido
-¿Harry?- insistió ella, esperaba que le respondiera con la verdad, pero no sabía que verdad estaba esperando, sólo quería escuchar algo, cualquier palabra de él. Notó que Harry estaba nervioso.
-¿Y.?
-Bueno. yo. Ginny. yo te.
-¿Qué?- presionó
-Te estaba espiando
-¿Qué estabas qué?
-Espiando. verás. me di cuenta que tú me gustabas, por eso cuando vi tu forma de tratar a ese idiota me puse. un poco. ejem, celoso, se podría decir. y. me puse a ver lo que hacían desde la ventana de la habitación de Ron.- Ginny estaba impresionadísima, se quedó parada mirándolo, Harry continuaba nervioso
-Si te enojas conmigo. de verdad me lo merezco, no tendría porqué haberlo hecho, por.
-No entiendo.- interrumpió Ginny a Harry, éste la miró
-¿Qué no entiendes?- le preguntó
-Tu actitud. ¿por qué celoso?, ¿cómo es que te gusto?, no entiendo, la última vez que te vi. yo no te importaba
-¡Claro que me importabas!, Ginny, siempre lo has hecho, pero yo no me daba cuenta. Creo que no tenía mucho tiempo para pensar en esas cosas. Ginny, es en serio
Ginny no entendía, ¿por qué no podía creerle?, ella lo veía tan lejano, y resulta que en verdad nunca lo fue. Estaba preparada para recibir de él cualquier cosa. menos eso. Miró al suelo
-¿Ginny?
-Harry. yo
-No digas nada- interrumpió Harry, dejó el paquete entre sus manos con mucho cariño -Esto es para ti. Si creíste que este presente era por una obligación, estás muy equivocada, esto lo hago porque te quiero.
-¿Por qué me cuesta creerte tanto?
Esta pregunta dejó a Harry perplejo
-¿Te cuesta creerme?
-Harry, yo te quiero desde que te vi por primera vez en el tren, hace cuatro años, pero tú. tú siempre fuiste indiferente conmigo, yo. te saludaba, intentaba acercarme a ti, pero yo para ti no existía. aún recuerdo la vez que me dejaste hablando sola por ir detrás de esa muchacha de Ravenclaw; eso me dolió, me dolió muchísimo
Harry se sintió culpable, recordaba ese día, había sido sin querer. Cho Chang había pasado cerca de donde ellos se encontraban. el resto ya se sabe
-Muchas gracias por tu regalo- dijo Ginny abriéndolo, resultó ser un libro de tapa azul con el nombre Virginia Weasley impreso en el extremo inferior. Harry se sintió un poco mal, ese regalo era de Charlie.
Ginny lo miró y vio que era un Diario de Vida, sonriendo le agradeció nuevamente a Harry. Luego se dio vuelta y caminó, pero no entró a la casa
Harry la vio alejarse en su sitio, ¿cómo era que ella no le creía?, le parecía un poco ridículo. Sintiendo algo extraño se dirigió a ella y bruscamente la tomó del brazo y la obligó a mirarlo
-¡Déjame!, me lastimas- se quejó
-Ginny, ¿te gusta tu amigo?. Eso de que me quieres a mi es una mentira, no más que una mentira. Tú quieres a tu amigo, por eso me rechazas.
-Deja de hablar estupideces, Harry, ya ¡suéltame!- dijo ella y logró soltarse de él, pero una cadena que tenía en la muñeca salió volando. Harry lo recogió y reconoció el regalo de Jan. El corazón con una G en la cubierta le invitaba a abrirlo
-Harry, dame eso.- Ginny llegó cuando Harry observaba una foto de Ginny a un lado, y al otro, una suya
-¿Esto. es.?
-Sí, es el regalo de Jan. Por favor, dámelo- Harry se lo entregó a Ginny aún sorprendido, Ginny comenzó a alejarse
-Espera- dijo él y se acercó a ella, quedaron frente a frente
-¿Qué quieres?
-Gin. yo te quiero, ¿quieres ser mi novia?- mientras decía estas palabras se acercaba poco a poco a ella. Ambos se besaron tiernamente
No ha salido el sol
Miro en el reloj
Son las siete y no puedo dormir
Cojo tu jersey azul
Me gusta que huele a ti
Siento que me abraza como tú
No has despertado aún
Apago la suave luz
Que ilumina mi trocito de colchón
Entro en la habitación
Oigo tu respiración
Y los latidos de tu corazón
Vas despertando ya
Buscas en mi mitad
Y me encuentras
Esperando en un rincón
No puedes imaginar
Cuánto te quiero
Ahora los relojes pararán
Tú acercándote a mi pelo
Tú y tu mirada otra vez
Quiero que no exista el tiempo
Detener este momento
Una vida es poco para mi.
-Esa es nuestra canción- susurró Ginny al oído de Harry
-Sí, la puse especialmente para ti, mi esposa. ¿Cómo se siente, señora Virginia Potter?
-Muy bien, gracias- respondió ella con una sonrisa
Siento miedo la pensar
Que esta complicidad
Algún día vaya a terminar
Miedo a no volver a ver
Tus ojos desvistiéndome
Como lo hacen cada anochecer
Abrásame vamos a prometer
Algo que nunca vaya a
Almorzar un pez
No puedes imaginar
Cuánto te quiero
Ahora los relojes pararán
Tú acercándote a mi pelo
Tú y tu mirada otra vez
Quiero que no exista el tiempo
Detener este momento
Tú mi vida eres todo para mí.
-Me lo habrían contado, nunca cuando tenía catorce años lo hubiera creído
-¿De verdad, Ginny?. Es verdad, estamos casados y ahora nos iremos a nuestra casa, para comenzar una nueva vida. Nosotros dos, y los pequeños que vengan
-¿Tan luego pensando en hijos, Harry?
-Por supuesto, Ginny. Hay que ponerse en campaña lo más luego posible
Ginny soltó la risa junto con Harry, y ambos se dirigieron a su destino
FIN
Esta canción es para ti.
-Te quería dar tu regalo- dijo Harry acercándose a Ginny, ella lo miraba extrañada
-¿Mi regalo?, ¿cómo supiste que estaba de cumpleaños, si le pedí a Ron que no te lo dijera?
Harry la miró perplejo, ahora comprendía la actitud de Ron, pero no entendía la de ella
-¿Por qué hiciste eso?- le preguntó Harry
-¿Por qué?- repitió ella volviendo su mirada al cielo estrellado, soltando un suspiro -¿Será que no quería que ocurriera lo que está pasando en este instante.?
-No te entiendo.
-No te esfuerces- le dijo ella mirándolo de frente. Estaba segura que el regalo que Harry le tenía era por puro compromiso porque había llegado ese día, estaba segura que no nacía de él regalarle algo ese día. estaba segura que Harry no la quería. Sin perder la fuerza desvió la mirada y se dirigió a la puerta
-Ginny, espera, ¿por qué te vas?
-Estoy cansada, hoy me han ocurrido muchas cosas.
-Claro, que el beso de tu amiguito- Harry lo dijo inconscientemente, no quería hacerlo, se le salió. Ginny se dio la vuelta y lo miró extrañada
-¿Cómo es que sabes que Jan me besó?- le preguntó
-¿A sí que lo reconoces?
-Claro que lo hago, sino estaría mintiendo. Respóndeme, Harry, ¿cómo es que tú sabes que Jan me besó?
Harry guardó silencio, había metido la pata, sería muy feo que le dijera que estaba espiando desde la ventana de su hermano porque estaba celoso de el estúpido
-¿Harry?- insistió ella, esperaba que le respondiera con la verdad, pero no sabía que verdad estaba esperando, sólo quería escuchar algo, cualquier palabra de él. Notó que Harry estaba nervioso.
-¿Y.?
-Bueno. yo. Ginny. yo te.
-¿Qué?- presionó
-Te estaba espiando
-¿Qué estabas qué?
-Espiando. verás. me di cuenta que tú me gustabas, por eso cuando vi tu forma de tratar a ese idiota me puse. un poco. ejem, celoso, se podría decir. y. me puse a ver lo que hacían desde la ventana de la habitación de Ron.- Ginny estaba impresionadísima, se quedó parada mirándolo, Harry continuaba nervioso
-Si te enojas conmigo. de verdad me lo merezco, no tendría porqué haberlo hecho, por.
-No entiendo.- interrumpió Ginny a Harry, éste la miró
-¿Qué no entiendes?- le preguntó
-Tu actitud. ¿por qué celoso?, ¿cómo es que te gusto?, no entiendo, la última vez que te vi. yo no te importaba
-¡Claro que me importabas!, Ginny, siempre lo has hecho, pero yo no me daba cuenta. Creo que no tenía mucho tiempo para pensar en esas cosas. Ginny, es en serio
Ginny no entendía, ¿por qué no podía creerle?, ella lo veía tan lejano, y resulta que en verdad nunca lo fue. Estaba preparada para recibir de él cualquier cosa. menos eso. Miró al suelo
-¿Ginny?
-Harry. yo
-No digas nada- interrumpió Harry, dejó el paquete entre sus manos con mucho cariño -Esto es para ti. Si creíste que este presente era por una obligación, estás muy equivocada, esto lo hago porque te quiero.
-¿Por qué me cuesta creerte tanto?
Esta pregunta dejó a Harry perplejo
-¿Te cuesta creerme?
-Harry, yo te quiero desde que te vi por primera vez en el tren, hace cuatro años, pero tú. tú siempre fuiste indiferente conmigo, yo. te saludaba, intentaba acercarme a ti, pero yo para ti no existía. aún recuerdo la vez que me dejaste hablando sola por ir detrás de esa muchacha de Ravenclaw; eso me dolió, me dolió muchísimo
Harry se sintió culpable, recordaba ese día, había sido sin querer. Cho Chang había pasado cerca de donde ellos se encontraban. el resto ya se sabe
-Muchas gracias por tu regalo- dijo Ginny abriéndolo, resultó ser un libro de tapa azul con el nombre Virginia Weasley impreso en el extremo inferior. Harry se sintió un poco mal, ese regalo era de Charlie.
Ginny lo miró y vio que era un Diario de Vida, sonriendo le agradeció nuevamente a Harry. Luego se dio vuelta y caminó, pero no entró a la casa
Harry la vio alejarse en su sitio, ¿cómo era que ella no le creía?, le parecía un poco ridículo. Sintiendo algo extraño se dirigió a ella y bruscamente la tomó del brazo y la obligó a mirarlo
-¡Déjame!, me lastimas- se quejó
-Ginny, ¿te gusta tu amigo?. Eso de que me quieres a mi es una mentira, no más que una mentira. Tú quieres a tu amigo, por eso me rechazas.
-Deja de hablar estupideces, Harry, ya ¡suéltame!- dijo ella y logró soltarse de él, pero una cadena que tenía en la muñeca salió volando. Harry lo recogió y reconoció el regalo de Jan. El corazón con una G en la cubierta le invitaba a abrirlo
-Harry, dame eso.- Ginny llegó cuando Harry observaba una foto de Ginny a un lado, y al otro, una suya
-¿Esto. es.?
-Sí, es el regalo de Jan. Por favor, dámelo- Harry se lo entregó a Ginny aún sorprendido, Ginny comenzó a alejarse
-Espera- dijo él y se acercó a ella, quedaron frente a frente
-¿Qué quieres?
-Gin. yo te quiero, ¿quieres ser mi novia?- mientras decía estas palabras se acercaba poco a poco a ella. Ambos se besaron tiernamente
No ha salido el sol
Miro en el reloj
Son las siete y no puedo dormir
Cojo tu jersey azul
Me gusta que huele a ti
Siento que me abraza como tú
No has despertado aún
Apago la suave luz
Que ilumina mi trocito de colchón
Entro en la habitación
Oigo tu respiración
Y los latidos de tu corazón
Vas despertando ya
Buscas en mi mitad
Y me encuentras
Esperando en un rincón
No puedes imaginar
Cuánto te quiero
Ahora los relojes pararán
Tú acercándote a mi pelo
Tú y tu mirada otra vez
Quiero que no exista el tiempo
Detener este momento
Una vida es poco para mi.
-Esa es nuestra canción- susurró Ginny al oído de Harry
-Sí, la puse especialmente para ti, mi esposa. ¿Cómo se siente, señora Virginia Potter?
-Muy bien, gracias- respondió ella con una sonrisa
Siento miedo la pensar
Que esta complicidad
Algún día vaya a terminar
Miedo a no volver a ver
Tus ojos desvistiéndome
Como lo hacen cada anochecer
Abrásame vamos a prometer
Algo que nunca vaya a
Almorzar un pez
No puedes imaginar
Cuánto te quiero
Ahora los relojes pararán
Tú acercándote a mi pelo
Tú y tu mirada otra vez
Quiero que no exista el tiempo
Detener este momento
Tú mi vida eres todo para mí.
-Me lo habrían contado, nunca cuando tenía catorce años lo hubiera creído
-¿De verdad, Ginny?. Es verdad, estamos casados y ahora nos iremos a nuestra casa, para comenzar una nueva vida. Nosotros dos, y los pequeños que vengan
-¿Tan luego pensando en hijos, Harry?
-Por supuesto, Ginny. Hay que ponerse en campaña lo más luego posible
Ginny soltó la risa junto con Harry, y ambos se dirigieron a su destino
FIN
