CAPITULO 4
[ESA CHICA, ESA NOTICIA]
Una chica delgada de pelo rubio que le llegaba hasta los hombros miro al chico rubio que estaba frente a ella.
—¡Belmont! —exclama mientras se lanzaba a sus brazos —estaba tan preocupada por ti, cuando me entere de que había enfermado tome el prior vuelo hacia Japón y vine inmediatamente
Belmont no sabia como reaccionar lo primero que se le ocurrió fue abrazar a la chica que lloraba desconsoladamente en sus brazos
—Estaba tan preocupada —decía ella
—No tienes que preocuparte —le dice Belmont —Estoy bien
En ese momento Arika entra en el lugar y mira la escena, Belmont abrazando a esa chica. Su mirada se torno mas fría aun, Belmont giro la cabeza al sentir que era observado y vio la expresión de Arika. El trato de soltarse de los brazos que lo aprisionaban, sin embargo la chica no lo dejaba, manteniéndolo junto a ella.
—Arika… Yo…
—No te preocupes —le dice ella fríamente—Solo vine a avisarles que saldré un momento
Sin decir otra palabra Arika sale y segundos después se oye como ella cierra la puerta de entrada, dejando a los islandeses solos en la casa.
Batona y Heckla, que había vuelto hacia solo unos minutos de la casa de Kari preocupados por su amigo, miraron desagradablemente a la chica que sujetaba a su líder de equipo.
Chantal Cyric era una chicha hermosa que se volvería tan bella como egoísta y malvada, así como su madre, sus ojos eran de un brillante color azul, tenía el pelo rubio un poco mas claro que el de Belmont, le llegaba hasta los hombros, suave y sedoso un cuerpo delgado, muy cuidado, su madre se encargaba de ello. Parecía un ángel con esa piel clara, esos ojos azules y esa mata de cabellos rubios. Sin embargo su aspecto guardaba su verdadera identidad la de una niña malvada que, como su madre, haría lo que fuera por conseguir lo que quería sin importarle los sentimientos de los demás.
Chantal era la prima segunda de Belmont, su madre se había casado con uno de los tíos de su amigo, aunque gracias a Dios Chantal no era hija de este. Desde que su madre había visto a Belmont que tenia aperas 8 años se le había metido en la cabeza casar a su hija con el. Así mismo ella le había dicho a su hija que el seria su prometido y que e casaría con el inmediatamente cumplieran la mayoría de edad. Es por eso que desde ese entonces Chantal no se le despegaba a Belmont, alejando a las pocas amigas del sexo opuesto de el, claro que esto era recomendado por su madre, hasta tenia celos de sus otras primas…En pocas palabras Batona y Heckla no la soportaban, y eso que solo eran unos niños.
—Belmont cariño—le dice ella dulcemente —por que estas viviendo en esta casa, tan…
—La casa esta muy bien —exclama Batona defendiendo la vivienda de su amiga Arika
—Si es muy acogedora —exclama Heckla
Ella los mira fríamente, no entendía como Belmont seguía teniendo amista con estos chicos, pero eso no le preocupaba ya que cuando ellos se casaran ella lo alejaría de ese tipo de personas…
—Muy acogedora —dice ella burlonamente y se voltea hacia Belmont —Si talvez, pero no es acorde a tu posición querido, deberías estar en un hotel donde estarías bien atendido, como debe ser.
—Estoy bien así—dice el
—No te preocupes—le dice ignorando su respuesta le diré charles que recoja tus cosas y nos iremos al Hotel Royal Oak que es uno de los mejores Hoteles de Japón, ya veras que bien estaremos allá.
—Pero… —dicen los otros dos
—Chantal yo… —empieza Belmont
—No podemos irnos así como así—exclama Heckla —Arika y su familia…
—Estoy segura que ellos comprenderán que un chico de la posición de Belmont no puede vivir en un lugar… como… este…
—Pero…
Ella no les hizo caso, ya que no los soportaba, sabia que tendría que cargar con esos dos para el hotel donde se hospedarían pero no había otro remedio, aunque… talvez si se pueda…
—¿Porque entonces no se quedan ustedes para avisarles a estas, encantadoras personas nuestra partida—les pregunta ella a Batona y a Heckla sonriendo persuasivamente.
Batona y Heckla la miraron fijamente, esa chica era entupida o que es que ¿acaso ella creía que ellos no se daban cuenta de sus intenciones…?
Si chicos es mejor que ustedes se queden con la familia Kioyama y les expliquen lo de nuestra partida —Dice ella sonriente —no lo crees así querido
—Yo…
—No podemos hacer eso —rugen los otro chicos —Belmont es el que tiene que agradecerle a Arika y a su madre la hospitalidad recibida.
En ese momento ellos oyen como los seguros de la puerta se abren indicándoles que alguien trataba de entrar, saliendo al recibidor los cuatros ven como una señora entra con los brazos llenos de paquetes. Los chicos se apresuraron a descargarla para que ella no llevara esos pesados paquetes.
—Ohh gracias chicos que amables —responde ella a su ayuda
—No es nada señora Kioyama —le responden ellos
Chantal viendo su oportunidad de sacar a Belmont de esa casa donde estaba esa chica Arika, que no le gustaba para nada después de ver la cara que puso cuando ella le dijo que era la prometida de Belmont. Si esta era su madre aprovecharía a oportunidad de decirle lo mas educadamente posible que ellos tenían e irse, no iba a consentir que Belmont se quedara en la casa de esa Arika, no si podía evitarlo.
—Usted es la señora Kioyama pregunta ella dulcemente poniendo su mejor cara.
—Si querida —le responde la madre de Arika
—Ay que bueno que usted llego —le dice ella con una expresión triste en su rostro
—Sucede algo —pregunta ella —acaso te sientes mal Belmont
—No señora —responde este
—Lo que sucede —empieza la chica evitando que Belmont hablara —Es que lamentamos tener que decirle que Belmont debe prescindir de su hospitalidad.
La madre de Arika miro a la chica, no sabia por que pero esta chica le recordaba a la madre de su marido…
—Lamento oír eso —responde ella suavemente —y puedo preguntar el motivo
—Es que tenemos que volver a nuestro país—mintió la chica —saldremos en tres días pero Belmont se mudara al hotel donde estoy hospedada.
—Entiendo —dice la madre de Belmont —Entonces supongo que tendremos que alistar tus cosas Belmont
—Ohhh eso no será necesario—responde ella —Ya charles se esta encargando de eso.
En ese momento un hombre mayor de pelo cano delgado y de porte muy elegante, bajo las escaleras seguido de Heckla con las pocas cosas que Belmont y sus amigos se había llevado para es viaje.
Belmont no se daba cuenta de nada de lo que sucedía a su alrededor después de saludar a la señora Kioyama Belmont se había puesto a pensar en Arika y la expresión dolida de su rostro, era irónico nunca le pudo decir sus sentimientos mas profundos, tenia de alguna manera que deshacerse de Chantal, el no podía dejar Japón ahora tenia que hablar con Arika y decirle lo que pasaba, decirle, explicarle que Chantal no era su prometida, porque el estaba seguro que ella redijo que era su prometido
Se lo decía a todo el mundo
A todas las personas que conocía
Y ya estaba harto de todo eso
Harto de que ella y su madre creyeran que ellos se casarían
Ya estaba harto de las dos…
Lamentablemente cuando vino a reaccionar y ver donde estaba Belmont se dio cuenta que estaba en camino hacia el hotel donde se hospedaba su Prometida en el momento que el se giro hacia ella para decirle que detuviera el auto sonó el celular que ha Belmont su abuelo le había regalado
—Bueno—contesto el desesperado por terminar la conversación para aclararle ciertas cosas a…
—¿QUE?—exclama el sujetando el teléfono con fuerza —PERO COMO… CUANDO…no te preocupes saldré para halla en el primer vuelo que halla.
Diciendo esto cerro el teléfono y se recostó en el asiendo, su cuerpo temblaba, Belmont miraba el vacío sin poder creer lo que le habían contado
—Que sucede Belmont —le preguntan los demás
—Mis…padres…tuvieron un accidente y están muy graves en el hospital —les dijo sin poder creérselo aun
—¿Como?—preguntan Batona y Heckla —Pero que sucedió
—No lo se mi abuelo no me dio detalles—les dijo —tengo que llegar
Chantal que había oído toda la conversación sonrió interiormente, eso le venia como anillo al dedo, con esta nueva situación Belmont estaría muy sensible si que ella lo consolaría acercándose mas a el, pero también lo alejaría de esa chiquilla japonesa que no le gustaba para nada…
—Dirígete hacia el aeropuerto Charles —oyó decir a Belmont
Ella sonrió aun más
—Esta bien joven Belmont—le respondió el chofer
Belmont cerró sus ojos y pensó en sus padres, no podía creer que ellos estuvieran tan graves de buenas a primera, ellos siempre eran tan vitales, tan activos, siempre sonreían a los demás, como Arika…
Arika como me gustaría que estuvieras conmigo
[NOTAS DE LA AUTORA]
Bueno aquí esta otro capitulo
Espero que les haya gustado
Nos vemos en el próximo que espero sea el ultimo.
Rikana Tokai
