CAPITULO 5
[¿EL FINAL DE UN AMOR DE NIÑOS?]
Querido Diario
Ya había pasado 2 meses desde que Belmont se había ido. Después de lo que pasó con el profesor meta-malo y que Ikky y Metabee lograron detener sus perversos planes Ikky y Víctor tuvieron la ultima robo-batalla del campeonato mundial. Ikky **gano** la contienda y recupero todas las medallas de aquellos que perdieron ante Víctor.
Lentamente Ikky fue devolviendo las medallas a sus respectivos Meda-Guerreros que estuvieron muy agradecidos con el, eso fue una gran primicia, que claro yo cubrí desde el inicio hasta el final. Solo quedaron tres medallas, las del equipo de Islandia, medallas que Ikky quería entregarme a mi para que las guardara, y se las entregara cuando ellos regresaran. Gracias a Dios lo convencí de que el como el triunfador del campeonato debería devolverlas en persona. Así que esas medallas están en una cajita de madera envueltas en un papel de seda listas para entregar, cortesía de la madre de Ikky.
Todo volvió a la normalidad la ciudad estaba siendo reparada y ya estaba casi terminada, inclusive las casas que deformaron los Ruber-Robos. Ahhh los Ruber-Robos la organización se deshizo y todos ahora tienen trabajos decentes hasta Sislog que se negaba a dejar la organización, pero con paciencia la señorita caviar lo había convencido y ahora trabajaba con el Doctor Aki y ella en la compañía de medabots hasta estaban planeando su boda que seria en un mes.
Bueno en fin yo estoy bien aunque me pongo triste cuando recuerdo a Belmont y muy enojada, no me mando una disculpa nada, la verdad es que hay chicos que empiezan sus tretas de seducción a corta edad, pero…
Creo que mejor no pienso en eso, yo también me comporte como una entupida… dizque enamorada ¡pero si solo tengo 11 años! yo como una reportera renombrada he caído como una entupida en
Dije que no iba a pensar más en eso…
Bien volviendo a la vida después de todo lo que paso… Víctor regreso a Kenia a buscar a su familia, nos dijo que por ahora descansaría de las Robo-Batallas y que con la ayuda de Wordbandit buscaría a su familia. Yo honestamente espero que el tenga suerte y la encuentre, debe ser horrible no saber donde esta tu familia, si están vivos o no…
—Arika —la llama Brass —Tu madre te manda esto
Arika se voltea y ve que su Medabot Brass le tendía un vaso de chocolate. Arika lo tomo y volvió a mirar hacia la ventana
—Que haces —le pregunta Brass
—Estoy escribiendo en mi diario los acontecimientos pasados —le responde Arika
—Pero no se supone que es un diario—le pregunta Brass —Es decir que debes de escribir diario en el
—Bueno si —dice Arika —Es que con los acontecimientos pasados hemos estado muy ocupadas con los reportajes
—Si tienes razón —responde Brass —Bueno te dejo para que sigas tu madre me dijo que te dijera que iremos a hacer la compra y volveremos en unas horas
—Esta bien Brass —le dice Arika —Yo estaré aquí.
Cuando Brass salio del cuarto Arika tomo nuevamente el lapicero para seguir escribiendo cuando llevaba cinco minutos en ello oyó que la puerta de entrada se abría y cerraba dando a entender que su madre y Brass se había ido.
Pensando en las cosas pasadas Arika seguía anotando en su diario todo li vivido durante esos meses, la entrada al colegio, los nuevos amigos que había conocido y muchas cosas mas…
Cuando tenia unos diez minutos escribiendo Arika oye como tocan el timbre de su casa, molesta por la interrupción Arika deja su diario en su escritorio y baja las escaleras hasta el primer piso, esperaba que fuera algo bueno, le molestaba ser interrumpida cuando estaba escribiendo, ya sea una historia o en su diario…
Al abrió la puerta Arika vio que era un chico delgado que llevaba un uniforme un poco extraño que decía Fedex
—Buenas tardes señorita —la saluda —¿Esta es la casa de la familia Kioyama?
—Si —responde ella
Perfecto —dice el —se encuentra la señorita Arika Kioyama
—Si soy yo—responde Arika
—Le ha llegado un paquete —le dice el chico tendiéndole un sobre largo.
—¿Para mi? —pregunta Arika asombrada
—Si —le dice el—¿Puede firmarme aquí por favor?
—Por supuesto dice Arika tomando el talonario que este le tendía, planto su firma, despidió al muchacho y cerro la puerta
Intrigada con el sobre Arika subió de dos en dos los escalones de la escalera hacia su habitación. Llegando a esta se sentó en su escritorio y rasgo el sobre impaciente por ver que era lo que contenía
Solo había una hoja entro de este. Arika empezó a leer y cuando se termino poso la hoja sobre la madera de su escritorio y se quedo estática pensando en lo que contenía el sobre. Repentinamente se sobresalta al oír que la puerta de entrada se abre, dando paso a su madre que volvía con Brass del súper
—Hija —la llama su madre —¿estas ahí?
Arika miro el reloj que estaba encima de su escritorio, Dios mío se había quedado pensativa durante una hora, no lo podía creer…
Tomando el sobre y el papel Arika bajo la escaleras a una velocidad supersónica y llego hasta su madre con la respiración agitada. Cuando la señora Kioyama miro a su hija soltó todo lo que tenia en sus manos y corrió hacia ella preocupada.
—Arika que te sucede
—Mama me llego esto después que te fuiste —le dice ella enseñándole el sobre —Creo que es mejor que lo leas.
La madre de Arika tomo el sobre pensando lo peor, pero quien le escribiría a su hija y para que, bueno solo lo descubriría si leía la hoja que ella le había extendido. Era un carta muy corta, pero muy directa.
Estimada señorita Kioyama:
Nos dirigimos a usted con la finalidad de felicitarle y premiarle por su brillante reportaje sobre el campeonato mundial y su desenlace, pero también por su gran desempeño como reportera escolar. El propósito de esta misiva es hacerle una invitación para reconocer su trabajo en un evento que será celebrado el sábado 29 de este mes en el auditorio de la Secretaria de Educación de Bellas Artes y Culto.
Esperamos que usted y su familia pueda acompañarnos. Se despide cordialmente
Kaoru Hitomi
Presidenta de consejo.
—Vaya hija felicidades —le dice la señora Kioyama a su hija feliz y aliviada
—Esto es fantástico mama—van a reconocerme como una reportera, aunque sea escolar.
—Felicidades Arika —le dice Brass
Arika abrazo a su Medabot Brass feliz por la noticia
—Esperen que se lo cuente a Ikky dice ella
En ese mismo momento suena el teléfono y Arika va apresurada a contestarlo
—¿Si?
—¿Arika?
—¡Ikky! —exclama Arika—Que bueno que me llamante te iba a llamar para darte una noticia
—Escucha —le dice el —A que no sabes que me llegó
—¿Pues no que?
—Una carta de la Secretaria de Educación invitándome a un evento que se celebrara el sábado…
—¡QUE! —le pregunta Arika —A mí también
—No es fantástico —le pregunta Ikky —Lo que me gustaría saber que es lo que nos piensan dar ya que aquí dice que nos van a premiar
—Lo mas seguro es que sea un trofeo o algo así —le responde Arika
—Si tienes razón —dice Ikky —Bueno te llamo mas tarde, es que me esta sonando la otra línea.
—Esta bien —responde Arika cerrando luego el teléfono y dirigiéndose a la cocina donde estaba su madre.
—Mama Ikky también recibió una invitación como esta —le comunica ella a su madre
—¿A si? —pregunta —Entonces eso quiere decir que todo el equipo de Japón estará invitado
—Si es lo mas seguro —asintió Arika —Seguramente le mandaran una carta igual o parecida a Koji aunque no se como le harán para mandársela al Meda-Guerrero espacial x
—Si es cierto —dice pensativa la madre de Arika.
Luego de hablar durante diez minutos con su madre Arika volvió a su habitación, aun tenia que terminar su diario…
En el momento en que entra a su habitación Arika se sienta en el escritorio antes estaba en la ventana mirando el paisaje, sin embargo ya era de noche así que tendría que sentase en su escritorio y alumbrarse con su lámpara.
Encendió la lámpara y se dispuso a escribir ansiosa por terminar, cuando iba por el segundo párrafo el lapicero empezó fallarle dando indicios de que ya estaba gastado
—Demonios —espeta ella tirándolo en su papelera —A ver donde es que tengo los lapiceros ya se…
Arika abrió una de sus gavetas la que estaba mas abajo y abriéndola saco una cajita llena de lapiceros la abrió y saco uno de los lapiceros que esta contenía cuando cerraba la cajita e iba a meterla nuevamente la gaveta accidentalmente esta choco con el bordecillo de la gaveta ocasionando que unos cuantos lapiceros se salieran de la cajita y cayeran al suelo.
¡Ay nooo! —exclama ella
Arika se baja de la silla y mete la cabeza para recoger algunos de los lapiceros que se había caído detrás de su escritorio. Uno de ellos estaba en un lugar alejado y tenia que estirarse mucho para lograr alcanzarlo Empujando uno de los extremos Arika logra medio sostener el lapicero y cuando lo hala un papel sale junto a este.
—Ya casi…
—Que es esto
Arika toma el lapicero y lo guarda en la cajita y lo entra en la gaveta de su escritorio. Mirando con extrañeza el papel que había salido junto al lapicero de atrás de su escritorio. Levantándose Arika voltea el papel mirándolo. Pero eso no era un papel mas bien era una fotografía. Una fotografía de ella y Belmont cuando habían ido a centro comercial a comprar unas cosas que el necesitaba.
Arika toma la fotografía y pasa con suavidad sus dedos pon la cara de Belmont como si quisiera tocarlo a el.
— ¿Por qué Belmont? —se pregunta ella — ¿Por qué no me dijiste que estabas comprometido?, ¿por qué…?
Arika no pudo continuar, sus ojos se llenaron de lagrimas, lagrimas que no pudo contener, lagrimas que empezaron a correr por sus mejillas, lagrimas que caían al suelo en gotas cristalinas, gotas de tristeza…
Arika ve la fotografía y recuerda se día tan especial…
Belmont aún estaba convaleciente, pero aun así el convenció a Arika para que lo llevara al centro comercial. Luego de tener unos treinta minutos y de haber comprado todo lo que necesitaban, Belmont había visto un puesto donde tiraban fotos, empujando a Arika hacia el puesto le dijo al encargado que les tirara una foto a los dos juntos. E encargado les saco las fotos y les regalo a cada uno un portarretrato para que pusieran las fotos. En la foto Arika esta abrazada por un Belmont sonriente y feliz, a ella se le nota la felicidad en el rostro y en el brillo de sus ojos, ese día fue uno de los mas felices de su vida.
Arika volvió presente y miro la fotografía nuevamente, abriendo otras de sus gavetas Arika saco el portarretratos que el encargado les había regalado. Poniendo la fotografía en el Arika la llevo hasta la mesita de noche donde podía verla cada vez que se despertara y se acostara.
—A fin de cuantas solo somos unos niños —dice ella acariciando el marco de la foto.
Arika salio de la habitación, ya terminaría su diario mas tarde ahora iria a cenar con su madre y con Brass.
Solo somos unos niños
Nosotros no sabíamos nada sobre el amor
Tal vez en algún futuro
Encuentre algún chico
Que haga que me olvide de ti
Tal vez no, tal vez si
Pero lo que si se
Que no teníamos edad para amar
Arika sale y cierra la puerta…
Dentro de esa habitación tan acogedora donde duerme una niña de solo once años, en una mesita de noche al lado de su cama, esta posada una foto del chico mas especial que ella pudo haber conocido, ella no le guarda rencor, ni odio, ni desprecio, solo mira su foto y recordaba un bello sentimiento que nació con su presencia, un sentimiento que se adormeció con su ausencia, un sentimiento…
Este es el final del fic.
Les doy las gracias de antemano a aquellos que lo leyeron
Se despide cordialmente de ustedes
Rikana Tokai
