Dos: "Clases peligrosas"

-¿Cuándo has visto que una niña de 11 años entre a Hogwarts para dar Defensa contra las Artes Oscuras?

-Lo vi justo el día de ayer -comentó Harry con una sonrisa fingiendo que no veía la cara de disgusto de Ron.

-¡Sé que lo viste ayer! -Ron se paró frente a él extendiendo los brazos -¡¡Todos lo vimos!!... ¡Pero es absurdo!... Debe tratarse de una broma.

-Yo no vi que nadie se riera -Hermione cerró el libro que había estado leyendo y sonrió a Ron -A excepción de la propia Debbie.

-Me parece aceptable -Harry se acomodó los lentes -Es una niña.

-¡Ese es el punto! -Exclamó Ron -Ella debería estar en una de las casas (de preferencia la nuestra) recibiendo clases para aprender alguna cosa. No entrar y convertirse en profesora cuando podríamos atropellarla entre todos.

-¿Quién la trata como niña Kinder ahora? -preguntó Hermione con burla -Mejor apresúrense... llegaremos tarde a la clase.

-Vamos, Hermione... -Ron hizo una mueca -Entre más tarde lleguemos con Hagrid, más posibilidad tendremos de ser los últimos de conocer al monstruo en turno... Desde que eres prefecta nos tratas como a niños irresponsables.

Harry sonrió ante eso. En realidad le parecía que Hermione hacía muy bien su trabajo y además se notaba que le gustaba mucho. Claro que eso a Ron no pareció gustarle del todo ya que no se acostumbraba a tener que ocultarle muchas cosas precisamente a ella o pensar en invitarla a que escaparan a robar comida alguna noche ya que se suponía que estaba ahí para velar por que las normas se cumplieran.

De hecho en el día anterior se le vio muy activa guiando a todos esos niños del primer curso. Hubo uno en especial que la miró con adoración incomodando a Harry. El pequeño tenia una apariencia tan frágil que la propia Hermione le indicó dónde estaba su habitación por sí tenia algún problema. El rubio sonrió y le agradeció de manera educada.

De cualquier manera decidió no darle mucha importancia ya que un niño de primero no era relevante.

Caminaron hasta la cabaña de Hagrid y lo saludaron moviendo la mano viendo que él intentaba organizar ambos grupos cerca de los árboles.

-Muy bien -Hagrid sonrió mucho más contento, haciéndoles una señal para que se acercaran a un lado de Neville. Harry miró de reojo a Malfoy que conversaba con sus enormes compañeros y alcanzó a oír algo de "guardabosques" para ser seguido por varias risas. -El día de hoy les tengo una agradable sorpresa -...Harry y Ron intercambiaron una resignada mirada... -Les recomiendo que no se acerquen hasta que les de instrucciones.

Hagrid silbó hacia la arboleda y esperó con notable emoción.

Hubo que esperar mucho tiempo antes de que se escuchara algún indicio de la criatura acercándose. De entre los huecos de las ramas de los árboles se asomó una enorme cabeza de un feroz felino y abrió los ojos para mirar a todos cuidadosamente. Varios alumnos retrocedieron mientras otros comenzaban a murmurar.

El animal salió por completo y se sentó entre ellos para sacudir la cabeza y comenzar a ronronear ruidosamente. Su tamaño era parecido al de Hagrid y si había que buscarle semejanza con algún animal muggle sería con el leopardo.

Harry parpadeó al notar un collar de piel alrededor de su cuello con una medalla colgada del pecho.

-Candy -susurró Harry.

-Esta belleza es un Nundu -explicó Hagrid acercándose a acariciar el pelo del felino -Es un poco peligroso cuando tiene sangre pura, pero este tiene varias generaciones de mezcla. Aun así no tiene muy buen humor y no es fácil criar uno...

Lo que podría traducirse como "Animal peligroso de apariencia adorable para Hagrid". Harry sintió un codazo de Ron, pero no podía despegar la vista de los ojos del animal: uno azul y el otro verde.

-Sólo alguien con mucha experiencia o fuerza puede someter algo así -continuó Hagrid -Cuando es pequeño, este busca insectos, roedores o animales pequeños.

-Espero que no encuentre tu sapo Neville -dijo Ron mirando los colmillos del animal mientras se relamía.

-... eso es por que su hocico es pequeño y algo delicado... así que prefiere alimentos blandos y fáciles de masticar.

-¿Se le puede alimentar con gelatina? -preguntó Neville con nerviosismo.

-¿No es gelatinoso tu sapo?

Todos rieron.

-A este no parecen gustarle los sapos -apuntó Hagrid como si apenas notara ese detalle.

-¿Qué come cuando esta de ese tamaño? -Draco miró con malicia a Harry.

-Cualquier cosa que se deje atrapar.

Harry vio que todos daban un paso atrás.

-Pero no se preocupen -Hagrid rió -La dueña de Candy se ha encargado de domesticarla muy bien... Sólo ataca a animales más grandes o bajo orden (o cuando le hacen enfadar).

-¿Qué exactamente hace enfadar a esto? -preguntó Ron.

Candy rugió ladeando la cabeza. Hagrid corrió a ponerse frente a ella susurrando disculpas para calmarla.

-En primer lugar no la llamen como si se tratase de una cosa -aconsejó Hagrid cuando Candy volvió a ronronear y movía su cola lentamente -Si se enfada no podremos controlarla a menos que su dueña llegue... Y créanme que una criatura así puede hacer bastantes cosas en poco tiempo... Dudo que Debbie llegue a salvar a mas del 50% de nosotros.

-Todos estaremos muertos antes de que Debbie pueda calmar a una cosa de ese tamaño -murmuró Ron al oído de Harry.

-Bueno, pueden acercarse -Hagrid convenció a Candy para que se echara.

Los alumnos se miraron nerviosos entre sí para después dirigir los ojos al felino con recelo. Finalmente Hermione se acercó y extendió la mano hasta tocar la cabeza. Candy la miró y se movió para lamerle la mano delicadamente.

Ante eso más muchachos se acercaron cuidando no pisar al animal. Candy apoyó la cabeza en el suelo permitiendo que la tocaran mientras movía su larga cola, en uno de los movimientos casi tumba a Ron.

La mayoría pareció divertirse mucho. Y se veían mas confiados en cuanto Hagrid dijo que Candy se había quedado dormida.

-Muy bien -Hagrid sonrió satisfecho -De tarea traerán toda la información sobre el Nundu... No es bastante en realidad, poco se ha podido investigar...

Gradualmente el lugar fue quedando vacío. Harry y sus amigos se quedaron un poco más viendo que Hagrid acariciaba contento a Candy.

-Creo que  Candy les gustó...  Me alegra que no la hallan hecho enfadar.

-¿No es peligroso que tengas a la mascota de alguien sin que sepas como controlarla? -preguntó Hermione a Hagrid.

-Candy no es peligrosa.

-Bueno, solo debe tener mal genio de vez en cuando -murmuró Ron.

-Bueno, si -dijo Hagrid -, pero yo confío en el trabajo de Debbie.

En eso Candy se levantó y se sacudió la tierra. Estiró su enorme cuerpo  y se internó de nuevo en el bosque.

-¿En serio eso es el gatito de Debbie?

-Se ve menos peligrosa estando pequeña. -dijo Ron.

*  *  *

La profesora McGonagall se veía algo preocupada.

Mientras dio la explicación  para transformar una bolsa en un ratón volteaba continuamente a la puerta. Cuando todos intentaron realizar la transformación ella se asomó varias veces como si esperara que algo ocurriera.

Harry intentó adivinar qué era lo que estaba mirando tan insistentemente y se acordó que había visto a varios alumnos de primer grado entrando al aula contigua.

¿Sería eso?

Justo cuando volteó viendo que  Ron intentaba arreglar la cola de su ratón la cual aun estaba hecha de tela escuchó varios gritos cerca. McGonagall suspiró y salió seguida por algunos que se asomaron para saber lo que estaba ocurriendo.

Los niños de primer grado estaban pegados contra la pared sin dejar de gritar. Unos cuantos estaban abrazados entre sí sin dejar de llorar y otros parecían sorprendidos viendo hacia el salón.

El interior del salón estaba en llamas. Por la puerta se veía el fuego lamiendo la pared amenazando con propagarse.

Algunos compañeros suyos quisieron correr para pedir ayuda mientras Harry veía a Hermione intentando recordar algún hechizo que les fuera útil, pero la profesora McGonagall los detuvo y miró al salón enfadada.

-¡Debbie! -exclamó hacia el interior del aula -¡Apaga eso inmediatamente!

Una luz dorada se esparció por sobre las llamas desvaneciéndolas. Se escucharon unos pasos acercándose hasta que una niña apareció ajustándose los anteojos y miró a McGonagall.

-¿Hay algún problema? -preguntó Debbie con una gentil mirada.

-¿Basta con esto? -McGonagall señaló a todos los niños que aun estaban asustados.

-Oh -Debbie sonrió -Así que aquí esta mi grupo... Creí que los había perdido...

-¡Casi los matas del susto!

-Sólo era una ilusión -protestó la niña -Les enseñaba a distinguir un ataque real de una ilusión.

-¿No podías empezar con cosas sencillas?

-Esto es sencillo -aseguró ella -Un verdadero ataque no se conformará con asustar niños.

McGonagall suspendió la clase de Debbie intentando calmar a los niños y regresó con sus propios alumnos a clase. Harry vio que la profesora obligaba a Debbie a entrar y la sentaba en la silla del escritorio.

El resto de la clase la pasaron en un pesado silencio. Solo se escuchaba el golpe lento que provocaba la varita de Debbie en el escritorio y sus continuos suspiros. Cuando la clase finalizó la profesora McGonagall salió apresuradamente agarrando a la niña sin siquiera dejar tarea.

-¿Qué esperas? Hay que seguirlas. -Ron fue el primero de salir tras atrapar a su ratón (el cual aun tenia la cola de tela).

-No creo que sea algo que nos importe -dijo Hermione enarcando una ceja.

-A mí me importa -insistió Ron y comenzó a caminar por donde se habían ido ambas profesoras.

Harry intercambió una mirada con Hermione y la vio encoger los hombros para caminar también. En poco tiempo escucharon una voz alterada por el pasillo.

-Eres profesora ahora -decía McGonagall enfadada -No debería estarte guiando a la dirección como si tuvieras 11 años...

-Tengo 11 años -repuso Debbie.

-Sabes de lo que hablo, Debbie... Esos pobres niños no tienen la culpa de que no te guste la materia.

-Pero si me gusta -se escuchó un puchero y alguien que se detenía bruscamente -Que no me halla servido como se supone que debió hacerlo es otra cosa... Además los niños se asustaron por nada... jamás permitiría que algo los lastimara.

Harry y Hermione se detuvieron a una señal de Ron quien intentaba asomarse para mirar.

-Sé que es difícil toda esta situación, Debbie, pero tienes que cooperar un poco.

-Es difícil intentar ser profesora cuando tus niños de primero te sacan cinco centímetros de estatura...

-¿Quieres intentando teniendo más edad?

-No...

-En ese caso toma más responsabilidad de lo que tu misma has querido hacer...

Un silencio siguió. Harry se acercó para asomarse ignorando el gesto de Ron y pudo ver a la profesora McGonagall acariciando el cabello negro de Debbie como si la estuviese consolando por algo. No podía escuchar indicio alguno de que la niña estuviera llorando, pero el gesto pareció desolador en verdad.

-Esta bien -se escuchó el suspiro de Debbie -¿Aun debo ir con Albus?

-No te librarás de esto, jovencita.

-¡Pero si tengo libertad para la clase!

-Irás de cualquier manera... Yo no quiero saber que has desviado el camino a la cocina "accidentalmente".

-Si, señora...

*  *  *

En ese día por la mañana había más movimiento del acostumbrado. La mayoría de los alumnos de tres casas estaban reunidos en la mesa de Gryffindor platicando en voz baja con alguna risa ocasional.

Ron se acercó empujando a algunos, seguido por Harry  y descubrió que sus hermanos estaban en el centro apuntando a toda velocidad en un enorme pergamino.

-¿Quién rayos respondió esto? -preguntó Lee Jordan leyendo un poco.

-Araon Glader -respondieron los gemelos a la vez.

-¿Quién cree que una niña como esa mate del susto? -protestó el muchacho.

-Glader lo cree -aseguró George.

-¿Encuesta de popularidad? -preguntó Harry asomándose.

-Estamos reuniendo la opinión de los estudiantes -dijo George.

-Tenemos opiniones equilibradas -explicó Fred leyendo las notas -Todos los alumnos de primer curso piensan que la profesora de Defensa contra las Artes Oscuras es peligrosa, pero los demás se inclinan por Snape.

-Los de tercer curso apoyan a los de primero -recordó George como si eso fuera imposible.

-¿Una encuesta para ver quien es más peligroso? -preguntó Ron.

-Mas o menos...

-¿Y quien creen que gane? -preguntó Harry.

Los gemelos se miraron consultando la respuesta, la verdad es que para Harry el asunto de la clase de primero había sigo solo un accidente y no esperaba que alguien no lo creyera de la misma manera.

-Hoy tendremos defensa -decidió Fred.

-Agregaremos nuestra opinión después de eso.

Casi todos los que estaban cerca escucharon ese comentario por parte de los gemelos. Así que a Harry no le sorprendió que a la hora de la comida estuvieran esperando noticias del séptimo grado de la casa de Gryffindor.

-¿Entonces están haciendo esta absurda encuesta? -preguntó Hermione algo molesta -Deberían tener mas respeto por ella, sólo es una niña y todo la presionará más.

-Solo si se entera -dijo Ron mordiendo un pan.

-Una niña de esa edad pasa desapercibida -insistió la joven -Podría estar detrás de nosotros.

Ron volteó. Al comprobar que la profesora no estaba detrás miró con dureza a Hermione.

-Un día de estos me matarás del susto.

Finalmente los gemelos aparecieron. Fred lucía molesto mientras que su hermano lucía una radiante sonrisa aunque estaba pálido. Los muchachos de las otras mesas se acercaron con curiosidad mientras Fred sacaba el pergamino y apuntaba con letras remarcadas la palabra "terrible" al lado del nombre de Debbie.

-¿Qué pasó? -preguntó Harry.

-Casi nos mata -gruñó Fred.

-Fue divertido -George sonrió.

-¡No lo fue! -insistió Fred.

-¿Qué tema trataron? -preguntó Ron.

-Ilusiones -respondieron al unísono.

-¿Fuego? -Hermione se mostró interesada.

-Como somos alumnos de un curso más avanzado teníamos que ver una ilusión más avanzada. -explicó George.

-¡Me hizo creer que ese Nundu había atacado a George! -exclamó Fred indignado.

-Debieron ver su cara -rió George -Estaba a punto de llorar mientras gritaba pidiendo ayuda.

-¡No te rías! -Fred frunció el ceño.

-Oh, no -dijo un estudiante de segundo grado -, nosotros somos los siguientes.

Expresiones de preocupación aparecieron en algunos rostros. Los alumnos de primero de Gryffindor y de Ravenclaw sonrieron alegrándose de no ser los únicos afectados.

-Esa niña busca algo a lo que temas -explicó Jordan -En este caso pidió dos voluntarios... y como Fred y George necesitaban conocerla se ofrecieron.

-No me esperaba algo así -insistió Fred.

-Ya tendrás tiempo de conocerla, Ronnie -dijo George divertido -Quizá quiera hacer del salón un capullo arácnido.

Ron palideció al mismo tiempo que otros de sus compañeros.

Si Harry hubiese sabido el efecto que las palabras del hermano de Ron tendrían habría intentado confortarlo. Después de ese momento se le veía preocupado e incapaz de soportar alguna broma al respecto.

La clase de adivinación del siguiente día no mejoró las cosas cuando le predijeron que se enfrentaría a una terrible dificultad. Harry intentó calmarlo diciendo que la profesora Trelawney siempre hacía predicciones como esa, sin embargo Ron se puso más nervioso.

La mayoría de sus compañeros se veían algo nerviosos. Al parecer la escena de la ilusión de la clase de primero les crispaba los nervios de manera peligrosa al mismo tiempo que las palabras de los Weasley. Y la verdad es que Harry los justificaba, jamás esperaría semejante idea de una niñita de apariencia tan dulce. Pero además estaba la propia preocupación  de la profesora McGonagall lo que hacía ver a su profesora de Defensa contra las Artes Oscuras algo... peligrosa.

Harry miró la hora en el reloj del salón e hizo una mueca al ver que la clase estaba por terminar. Miró a su amigo notando que murmuraba algo como "que no  termine".

Cuando la clase terminó se dirigieron al comedor. En la mesa de los profesores podía verse a Debbie discutiendo en voz baja con Snape, pero a juzgar por la expresión que el hombre tenía, Harry pudo adivinar que la platica no era por entero de su agrado. De repente ella se rió y comenzó a mover los alimentos de su plato con el tenedor.

-Así se veían -dijo entre risas.

Snape miró el plato e hizo una mueca de desagrado que habría parado la conversación de cualquiera, pero a la pequeña no pareció importarle y continuó conversando con él en voz baja hasta que arrancó un gruñido de molestia.

-¿Y de verdad era una ilusión? -preguntó con escepticismo.

-Bueno... Media ilusión... Me encargué de quemar ese mueble viejo y apolillado que tanto me desagradaba.

Harry vio que Ron había palidecido al escuchar eso y se preguntó qué clase de ilusión trataría de usar con ellos.

-Resulta infantil -aseguró Snape -Pudiste pedir que lo cambiaran.

-Si, si, si -Debbie agitó su manecita -Pero no quería que lo llevaran a tu agradable espacio...

-Eso no era seguro...

Debbie rió como si Snape hubiese dicho algo totalmente absurdo.

-Todo lo horroroso cae en tus manos, Severus -aseguró ella haciendo un gesto.

Hasta ese momento Harry no había notado la confianza que ellos dos parecían tenerse. Incluso en el tren ella había llamado a Snape por su nombre. Y ahora la veía platicando de manera animada mientras él aceptaba responder (aunque fuera con gruñidos) al grado de conversar ante una extraña mirada de los demás profesores, en especial la de McGonagall quien parecía esperar a que algo horrible sucediera en cualquier momento.

 Snape la miró con dureza y el resto del tiempo se dedicó a ignorarla. Eso no pareció afectar  a Debbie que comenzó a hablar de su mascota con Hagrid.

-Solo falta una hora -murmuró Ron cuando terminó la comida y miró a Hermione -¿No puedes convencerla que te de clase a ti?

-¿De repente dejas de admirar a la pequeña Debbie?

-Me asusta cuando las mujeres parecen ponerse de acuerdo en algo -farfulló molesto. Harry tocó la espalda de Ron para llamar su atención y convencerlo de que dejara de hacer ese tipo de comentarios.

-¿No quiere estar en mi clase, señor Weasley? -se escuchó una vocecita a espaldas de los tres amigos.

Ron volteó y palideció mirando una desolada expresión inundando un rostro infantil. Intentó balbucear una respuesta, pero solo logró que los ojos de la niña se humedecieran.

-Debió ser la ilusión -decidió Debbie poniéndose seria de repente como si no hubiera estado a punto de llorar -Seguro no te gusta el fuego ¿verdad, Ron?

-No es por eso -empezó incómodo.

-¿Has visto a tus hermanos? -preguntó entonces.

Ron la miró confundido.

-Tomaré eso como un no -decidió Debbie y cruzó los brazos con una mueca irónica -, sabía que nadie era lo suficientemente masoquista para dejarse ver con una verruga de ese tamaño... Tendré que castigarlos de otra manera.

Debbie se dio la vuelta hablando consigo misma sin notar la perpleja expresión de los amigos hasta desaparecer por la puerta que guiaba a su aula.

-La niña tierna comienza a desaparecer con tantas presiones -comentó Hermione con burla.

-¿Qué presiones puede tener una niña de 11 años? -preguntó Ron enojado.

-Quizá tus hermanos -murmuró Harry.

-Fred y George no molestarían a una niña de 11 años -aseguró Ron.

-Entonces no veo por que Debbie deba castigarlos.

En realidad su había una razón.

Cuando Harry y sus amigos caminaron en dirección del aula de Defensa contra las Artes Oscuras pudieron ver a Candy corriendo hacia el lado contrario con el lomo de color fluorescente.

Justo a la puerta del salón escucharon a la profesora McGonagall conversar por el pasillo y decidieron entrar  de una buena vez.

Los alumnos que ya estaban dentro platicaban entre sí nerviosos. Para disgusto de Harry la clase estaba siendo compartida por Slytherin y en cuanto entró tuvo que escuchar las burlas de Malfoy.

-¿Tu guardaespaldas personal sabrá dar clases, Potter? -preguntó arrancando risas de sus acompañantes -Escuché que asustó a los niños de primero... ¿será su estilo o solo se explica por que no aprendió correctamente de ese Kinder del que escapó?

Harry quiso responder a eso, pero en ese instante la puerta se abrió de manera violenta y por ella entró una niña enfurecida que apretaba la manga de su túnica con peligrosa fuerza.

-"¿Por qué no empiezas por algo básico?" -Debbie imitó la voz de la profesora McGonagall -"Tal vez así no se escapen los alumnos del aula tan asustados".

Debbie llegó hasta el escritorio y torció los labios mirando a todos los alumnos hasta que una burlona sonrisa apareció lentamente.

-Ustedes tienen cara de ser valientes -dijo Debbie tomando su varita y agitándola de manera casual -¿Verdad?.

Algunos hicieron ademanes afirmativos un tanto desconfiados.

-La profesora McGonagall tuvo la brillante idea de poner nuestra clase a un lado de la suya... Por eso es fácil interrumpirla... Así que hay que evitar eso.

Debbie agitó la varita moviendo los labios y al instante una luz dorada bañó las paredes completamente hasta desaparecer.

-La burbuja mágica tiene usos interesantes -comenzó a explicar saltando de su silla para caminar cerca de los lugares -... si se tiene la suficiente fuerza puede sellar un lugar completamente, de tal manera que quienes estén fuera no se enteren de nada de lo que ocurra... ¿alguna pregunta?

Un silencio pesado siguió a esa pregunta hasta que Neville levantó la mano.

-Lo escucho, señor Longbottom...

-¿E- estamos atrapados?

Debbie lo miró como si no hubiera pensado en ese detalle, cruzó los brazos y bajó la cabeza frunciendo las cejas.

-En realidad si -dijo finalmente  y se acercó hasta tocar un poco la puerta, un brillo dorado deslumbró - Con esta belleza no importará  si se acaban la garganta hasta quedar afónicos ya que nadie podrá escucharlos. Y tampoco pueden salir a menos que sepan el contrahechizo... Francamente dudo que algún maestro se halla molestado en enseñarles ya que lo consideran... simple.

Por la expresión que todos pusieron todo ese asunto había dejado de ser simple. Incluso la expresión de Malfoy podía inspirar angustia.

-Perfecto -Debbie corrió hasta su escritorio y trepó en él -Ahora que he captado su atención hablare sobre las ilusiones... -un halo salió de la varita creando un Troll que permaneció quieto -... generalmente sólo se usa para celebraciones  o esas tonterías que hacemos de vez en cuando, pero también puede ser útil si quieres matar del susto a alguien.

El Troll se levantó agitando su arma y lanzando un temible rugido. Los estudiantes que estaban en los lugares de adelante se levantaron rápidamente para refugiarse al fondo del salón.

-No tienen nada de qué temer... aun -Debbie se sentó y comenzó a agitar sus piernitas en el aire - Los salvaré si no me queda más remedio.

-No creo que un Troll se detenga ante la imagen de una niña por más terrible que parezca -bufó Malfoy levantándose de su asiento al ver que la criatura avanzaba.

-¿Terrible? -murmuró Debbie y levantó su varita deteniendo un golpe que el Troll había intentado dar a un pupitre -Usted me subestima, señor Malfoy... ¿puede detener a este Troll aun sabiendo que es una ilusión?

-¿Por qué temerle a una ilusión? -retó él.

-Para ser un Malfoy no parece tener conocimientos básicos de dones oscuros -susurró ella con una peligrosa sonrisa -Pero para valorar su inocente valentía aceptaré su reto.

El Troll volvió a lanzar un aterrador alarido acompañado de los asustados  gritos de las chicas y golpeó con fuerza el suelo.

Harry frunció el ceño al sentir el temblor de la habitación y vio de nuevo a la criatura. Entonces comprendió: eso no era una ilusión.

-No se alarmen -pidió Debbie levantándose sobre el escritorio -, solo tienen que lanzar el contrahechizo de la burbuja para salir corriendo -hizo una mueca -.. o enfrentar al Troll de manera inteligente.

En realidad Harry no imaginaba la manera inteligente a la que la profesora se refería. Cuando atinó a reaccionar fue para hacerse a un lado y evitar el golpe que destruyó el pupitre ganando más gritos asustados.

Vio que Ron intentaba petrificar al Troll, pero solo logró que un golpe pasara a escasos centímetros de su cabeza, así que se alejó a un lugar más seguro. Hermione se acercó a la puerta rodeada de compañeras que le rogaban que abriera a toda prisa, pero no podía, todos los hechizos que lanzaba parecían inútiles a la burbuja. La mayoría de los muchachos estaban arrinconados al fondo del salón lanzando toda clase de hechizos que pudieran detener el enloquecido Troll que destrozaba los muebles al centro del salón, sin embargo Harry dudaba que estuvieran pensando en uno en particular ya que los resultados eran los mismos.

De repente el Troll se detuvo moviendo la nariz, jaló aire por la boca y estornudó ruidosamente. Harry vio que la profesora Debbie se frotaba la nariz al mismo tiempo que la criatura.

¿Sería posible?

Decidido apretó su varita y corrió en dirección del escritorio. De reojo vio que alguien se acercaba por el otro extremo, pero no alcanzó a mirarle con cuidado ya que tuvo que evadir un golpe. Al estar cerca se deslizo por el suelo y apuntó su varita.

-¡¡Petrificus Totalus!! -se oyeron dos gritos al mismo tiempo.

Ambos poderes iban dirigidos a la profesora. Una expresión de sorpresa se dejó ver en la niña y el Troll. El hechizo no pareció surtir efecto, pero la situación se había calmado.

Harry volteó para dedicar una sonrisa al alumno que le había ayudado, pero sólo frunció el ceño al ver que se trataba de Draco Malfoy.

Debbie suspiró y movió su varita desapareciendo al Troll.

-Perfecto -dijo al fin -El hechizo aun es débil para alguien como yo, pero les servirá para intentar algo más... 20 puntos para Gryffindor -murmuró viendo a Harry y volvió a suspirar -... y 20 para Slytherin... El señor Potter y el señor Malfoy encontraron la parte débil de toda ilusión... Solo pongan fuera de combate a quien la este creando.

Debbie agitó su varita y un brillo se esparció por el salón.

-Pueden salir -dijo con una sonrisa.

-¿Qué hechizo llegó primero? -preguntó Malfoy mirando a Harry con desprecio.

-No importa.

-No pudieron llegar al mismo tiempo -insistió el rubio.

-Creo que siendo quien lo recibió puedo saber si llegaron al mismo tiempo o no -dijo Debbie divertida y comenzó a caminar hasta estar cerca de Malfoy -, en todo caso su hechizo llevaba más potencia... felicidades.

La niña salió y saludó a una impresionada profesora McGonagall para continuar caminando diciendo algo sobre ir por un té.

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Lola: Cuando dije que era una prueba me refería a fanfiction... Jamás lo había usado y no sé ingles, así que estoy en clara desventaja... Claro que aprendí en un día XD. Y la acción ha iniciado desde este capitulo como has podido ver. Aunque yo opino que tiene bastante altibajos, pero igual me gusta la historia.

Laura: Vaya, así que ya la estas leyendo?.. Bueno, vamos por los 11 capítulos, así que estate al pendiente... Las actualizaciones se harán más frecuentes.

Drolyan: Que bueno que te gusta mi estilo de narración, la verdad es que a veces me cuesta y esto me anima. La historia en sí es mas larga de lo que habría deseado ... No entiendo como me meto en este tipo de líos cuando quiero hacer algo corto...  Claro que entiendo que el capitulo uno sea algo... corto, pero los demás estarán un poco más extensos (en su mayoría)

Kitiara Si, es muy raro... Lo mismo pensé cuando lo leí por primera vez y me dio mucha risa, en especial por la niña y su carácter tan... bueno, ya te estas dando cuenta... esa niña es más de lo que aparenta. Respecto a la pregunta que haces... ¿tu que crees?... ¿Debbie es una bruja adulta a la que hechizaron?

Enya: Me costó, eso si, pero no podía introducir a la niña como personaje principal cuando la historia es sobre Harry Potter.... como me tiene liada eso. Y no te preocupes, el fic se publicará completo.