EL CREDO DEL SAMURAI

_____________________________________________________________________________________

La Visión de Aoshi Shinomori

_____________________________________________________________________________________

No tengo padres,

hago del cielo y la tierra mis padres, aunque para mi no esta

de más el tener a mi familia Oniwabanshu.

No tengo poder divino,

hago del honor mi fuerza; pues aunque mi honor

es cuestionado en mi condición de Ninja yo me defiendo

mi honor y mi fuerza hasta el final.

No tengo recursos,

mis únicos recursos son mi fortaleza de espíritu

y mi convicción.

No tengo el don de la magia,

hago mi magia con mi fuerte deseo de vencer.

No tengo vida ni muerte,

pues por delante solo veo un largo camino por recorrer.

Mi cuerpo es simplemente el deposito

de mi espíritu eterno.

Tengo ojos, aunque a veces no me percato

de lo que tengo delante de mi.

No tengo orejas,

hago del buen sentido mis orejas, eso desde que desperté de

mi cruzada mortal la cual casi acaba con mi vida.

No tengo miembros,

pues los miembros más poderosos del Oniwabanshu dejaron este

mundo protegiendo mi vida.

No tengo proyecto,

y en estos momentos no se que le espera a mi vida

solo estoy seguro deque los dulces ojos de una chica esperan

por el momento en que me decida.

No soy un prodigio,

pues no pude vencer a un hombre;

pero este hombre me devolvió mi vida y ese

es un prodigio en mi.

No tengo principios,

más que los de un nuevo respeto

por la vida del que carecía.

No tengo amigos,

Ya que quizás yo mismo los he alejado de mi

solo espero recuperar la confianza de algunos viejos amigos

y ser amigo del hombre que me devolvió al camino.

No tengo enemigo

mi único enemigo soy yo mismo y mis actos.

No tengo armadura,

y no creo necesitarla ante lo que me espere.

No tengo fortaleza,

tengo una gran fortaleza nacida de

mi aprendizaje y experiencia.

No tengo espada,

llevo dos kodachis para luchar y con ellas

tengo el control de mi vida.

Me llaman el Okashira, Aoshi Shinomori. A mis 15 años me convertí en un ninja oniwabanshu a cargo del castillo de Edo, pero no pude luchar y me volvi un ser errante en busca de luchas donde mostrar mi poder y fortaleza. Luego enfrente a un hombre que se hizo mi obsesión y me llevo a la locura. Este hombre, Kenshin Himura, me saco del infierno y abrio mis ojos a la luz de la gracia y ahora lucho para vivir y hallar mi tan anhelada felicidad.