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Maruquita: ya voy, ya voy. Ya está, :P
Ruth: gracias.
Yo: Bueno, ya se verá.
Ginny Potter: Gracias. Bueno, no muy rápido, lo siento.
Zelda Graywords: Jo, me pongo roja.
Ginny_: Sí, eso, más de Ginny.
Magia
Capítulo 7: Camino de Hogwarts
- ¡Hey, chicos! - Los gemelos se dirigían hacia ellos gritando.
- ¿Qué pasa?
- No os pongáis en el tercer compartimento del último vagón, ¿vale? - Les dijeron casi al oído.
- ¿Por qué? ¿Qué habéis hecho ahora?
- ¿Nosotros? Nada, hermanito, que desconfiado eres. - Guiñaron un ojo a Harry y se marcharon hacia donde estaban Lee y el resto de sus amigos.
- No me fío de ellos.
- Yo tampoco, Ron. ¿Pero no habrá alguna forma de meter en ese vagón a Malfoy? - Ron y Harry se miraron por un momento y comenzaron a reírse, sin embargo Hermione no parecía tan contenta.
- Pues no puedo decir que la idea me desagrade, pero como prefecta, si pasa algo en ese vagón no tendré más remedio que hablar con Fred y George.
- No creo que eso les asuste mucho, Hermione. - Dijo Harry, mientras comenzaban a subir al tren.
- O con los profesores.
- Eso sí les asustaría.
Se sentaron en el último compartimento del último vagón, por insistencia de Hermione que quería estar cerca del tercer compartimento que habían dicho los hermanos de Ron.
Ron se asomó a la ventana para decir adiós a su madre, que no paraba de mirar a todas las ventanas en busca de sus hijos. Cuando ésta lo vio, se acercó a la ventana.
- ¡Chicos! ¿Qué tal? ¿Ya estáis acomodados?
- Sí, mamá tranquila.
- Acabo de ver a tus hermanos, voy a verles. Ginny está un poco más adelante, la acabo de ver. Cuidaos mucho, ¿de acuerdo? Hermione, Harry, si tenéis algún problema no dudéis en avisarnos.
- Sí, gracias señora Weasley. Cuidaré de que no les pase nada a estos dos. - Hermione señalaba a ambos lados con sendos pulgares.
- Hasta pronto, mamá - Hermione y Harry se volvieron ha sentar en los asientos mientras Ron aun estaba en la ventana. - Oye, Hermione, ¿cómo que tienes que cuidar de nosotros? - dijo mientras se sentaba él también.
- Para que no os metáis en líos.
- Nosotros no nos metemos en líos, los líos vienen a nosotros, y te recuerdo que casi siempre tú estás metida también.
- Yo sólo me meto en problemas por vosotros.
- Gracias, pero normalmente nadie te pide que lo hagas.
- No os voy a dejar solos para que organicéis algún desastre.
Harry miraba por la ventana mientras el tren comenzaba a moverse y sus amigos no dejaban de discutir. Estaba comenzando a llover cuando el tren salía de la estación. Entre las voces de sus amigos, se oían los rumores de los demás alumnos provenientes de los compartimentos cercanos. Harry apoyó la cabeza cerca de la ventana. Pensaba en lo que la señora Weasley acababa de decir, que Ginny estaba más adelante. La verdad es que no quería empezar el curso peleado con ella. Todo había sido por una tontería, de la que se fue haciendo más grande con el tiempo que había pasado, y él no quería empezar así. Quizás si fuera a hablar con ella....
- ¡HARRY, HARRY! ¡Despierta ya!
- ¿Qué? Oh, vaya, me he dormido.
- Sí, hace rato ya.
- Lo siento, ¿qué querías?
- Acaba de pasar la señora con el carrito de la comida, hemos comprado cosas para todos, y Hermione me obligó a despertarte. - Dijo Ron señalando a su amiga con cara enfadada.
- ¡Claro, te lo estabas comiendo todo! El pobre Harry no iba a probar nada.
- ¡Qué exagerada eres! Apenas cogí un par de ranas de chocolate y unas pocas grageas.
- Sí, eso con una mano, ¿y con la otra?
Harry observó un rato a sus amigos. Se había dormido mientras ellos discutían y se despertaba de igual modo. Al menos era un despertar más grato que en Privet Drive, pero se aburría de verlos así todo el tiempo. Los había visto discutir casi todo el verano, y el tiempo en que no estuvo Hermione casi fue peor porque Ron no paraba de hablar de ella, de hecho, de hablar como si discutiera con ella. Cuando querían hacer algo, Ron decía lo que pensaba él y acto seguido lo que diría Hermione si estuviera con ellos, y lo que le contestaría él. La situación era un tanto ridícula. Harry se frotó los ojos con las manos, estaba volviendo a quedarse dormido y no quería. Bostezó y se levantó. Se acercó a Ron, cogió una de las ranas de chocolate que tenía en la mano y se dirigió hacia la puerta mientras bostezaba un poco de nuevo. Cuando estaba abriendo la puerta, Hermione lo llamó.
- ¡Harry! ¿Dónde vas?
- Ahora vuelvo.
- Ten cuidado - dijo Hermione con una mirada tierna y de preocupación.
- ¡Hermione! ¿Ves? Ya estás de nuevo.
- ¿Ya estoy qué?
- No va a pasarle nada a Harry en el tren.
- ¿Y tú que sabes, Ron?
Harry se vio de nuevo en la discusión de sus amigos. Bostezó de nuevo, se acercó a Ron y le quitó otra rana de chocolate. Esto al menos hizo que se callaran y se le quedaran mirando.
- ¿Dónde vas, Harry? - dijo Ron en un tono que a Harry le recordó mucho al de Hermione.
- A hablar con Ginny - dijo mientras cerraba la puerta. No volvió a oír las voces de sus amigos hasta que pasaba por un par de compartimentos más adelante.
En el siguiente vagón, justo al entrar, se encontró con Colin Creveey de frente. Éste le sonrió, pero Harry no estaba de muy bien humor como para hablarle. Le saludó escuetamente y siguió avanzando, sin embargo Colin le cogió por el brazo y comenzó a hablar.
- ¡Hola, Harry! ¿Por qué te vas tan rápido? ¿Sabes? Estoy haciendo un álbum con las fotos que te he hecho, son muy bonitas, ya te lo enseñaré. A mi hermano también le gustan mucho, y me ha ayudado a completarlo. También hemos añadido artículos sobre ti que han a parecido en El Profeta, pero desde que desapareció Rita Skeeter no se habla mucho de ti, la verdad. Ginny ha dicho que me ayudará, pero no la he visto muy convencida, la verdad, cuando he estado antes hablando con ella, estaba un poco rara, la verdad.
- ¿Has visto a Ginny?
- Sí, hace un rato, ya te digo que me ha dicho que me ayudará...
- ¿Dónde está?
- Un poco más adelante en el segundo compartimento, ¿por?
- Gracias.
Harry se acercó al segundo compartimento, miró por la puerta de cristal pero las cortinas estaban echadas. Se oía gente dentro. Decidió abrir la puerta. Cuando lo hizo, se hizo el silencio en el compartimento. A los lados, en los asientos había varias chicas, Harry las reconoció como Gryffindors más pequeñas, pero no sabría decir exactamente de qué curso. Ginny estaba al fondo, apoyada en la ventana y separada de las demás, no parecía participar en la conversación y no se había vuelto al oír la puerta. Miraba a través de la ventana, parecía estar observando las gotas de agua que recorrían la ventana. Con el cielo nublado, la luz era poca y el contraste de ver el pelo rojo de Ginny sobre un fondo tan oscuro llamó la atención de Harry. Eso, juntado a la expresión triste que tenía Ginny en ese momento, lo hicieron reaccionar.
- Ginny - ésta se volvió hacia Harry, no se había debido de percatar realmente de que era él el que había entrado, porque su expresión cambió al verlo, para angustia de Harry y sorpresa de las demás chicas del compartimento, para peor. - ¿Puedo hablar contigo un momento?
- Habla.
- Er... en privado - a pesar de la mirada suplicante de Harry en ese momento, Ginny no pareció ablandarse y lo seguía mirando con el mismo tipo de expresión rencorosa. - ... en el pasillo, ¿mmmno?
Ginny se levantó y Harry lo tomó como un sí, así que salió del compartimento delante de Ginny. Ésta cerró la puerta al salir, acallando los comentarios en voz baja que en ese momento hacían sus compañeras de compartimento.
Harry se giró para quedar de frente a Ginny y apoyó la espalda en la ventana del pasillo. Ginny tenía los brazos cruzados y evitaba mirarle. Tras unos segundos que a Harry le parecieron una eternidad, Ginny habló.
- ¿Qué quieres?
- Er... ya te he dicho que quería hablar. - Contestó Harry mientras bajaba la cabeza y comenzaba a mirarse las manos que jugaban la una con la otra. - Yo... bueno... -
- ¿De qué querías hablar? -
- ¡Ginny! No me lo pongas difícil. - Ginny desvió la mirada al suelo cuando Harry la miró. - Lo siento.
- Da igual.
- No, de verdad, lo siento. Me refiero a lo del otro día, ..., bueno, a lo del verano. Yo... no quería gritarte ni agárrate tan fuerte. Soy un idiota.
- Bueno, - Ginny levantó un poco la cara y Harry pudo ver el principio de una sonrisa pícara. - eso sí.
- ¡Hey! No vale que me llames idiota.
- Bueno, lo has dicho tú. - Harry también sonrió y la sonrisa de Ginny fue aumentando. - Harry, ..., yo, bueno, creo que....
- ¿Te pasaste un poco? - Ginny pareció ofendida porque no la dejó acabar la frase.
- Sí, bueno, eso también. Iba a decir que mejor hablábamos en Hogwarts. Pero tú también te pasaste.
- Hicimos una montaña de un grano de arena. Pero no quiero dejarlo para Hogwarts, Ginny. No quiero estar enfadado contigo más tiempo. Este verano... bueno, te he conocido más, y no quiero que dejes de hablarme porque sea un bocazas. - Harry buscó la mirada con la suya suplicante. - Por favor.
Ginny sonrió, eso era un sí seguro, pensó Harry. - ¿Cómo puedes decir siempre cosas así?
- ¿Así, cómo?
- Bueno, así. Tan... tuyas.
- Ginny, no te entiendo. - Ésta volvió a sonreír.
- Da igual. - Harry miraba a Ginny con curiosidad, pero ésta no parecía dispuesta a seguir con el tema. Harry estaba a punto de volver a hablar, llevaban un tiempo callados, aunque no sabía muy bien qué iba a decir, pero se calló de pronto cuando notó que Ginny apoyaba la cabeza entre su cuello y su hombro y colocaba los brazos alrededor de su cintura. Harry se quedó parado, no sabía qué hacer exactamente. Notó que Ginny se revolvía un poco y la abrazó, fue un impulso igual que el hecho de apoyar su cabeza en el mismo lugar en el que lo tenía ella, con la diferencia de que el pelo se interponía. Ahondó la cabeza más en ese pelo rojo, haciéndose un hueco, no pudo evitar olerlo, inmediatamente se sintió más agusto.
Llevaban un rato así cuando Harry reaccionó finalmente.
- Ginny - dijo suavemente.
- Ya - dijo la chica separándose un poco roja - lo siento.
- No, no es eso - dijo mientras la cogía por los hombros - Ginny, tenemos que hablar de Sirius. ¿Qué sabes de él?
- Que es inocente y tú le quieres. - Ginny dijo esto con una sonrisa, pero Harry estaba totalmente sorprendido en ese momento como para darse cuenta.
- ¿Y cómo sabes eso?
Ginny volvió la cabeza - Ya te lo dije - Harry pudo observar que estaba roja y la soltó -, no me hagas volver a repetirlo.
- No, lo siento. Es que, ... bueno, no creí que nadie lo supiera, y si lo sabes tú quizás alguien más nos haya oído hablar de él, y bueno,... eso no sería bueno.
- Ya lo sé, Harry. Pero tampoco sé nada más, apenas que - la chica se acercó al oído de Harry, previendo que nadie les oyera, a pesar de que estaban hablando ya en susurros - se transforma en perro, y lo que ya te he dicho, y que el año pasado le estuvisteis viendo en Hosmeade cuando estabamos.
- Pues eso no es poco.
- Tampoco es mucho. Nunca he dicho nada a nadie, si es lo que te preocupa.
- Gracias por no hacerlo.
- De nada.
- ¿No hay nada más respecto a eso?
- Creo que no. Todo lo que sé lo fui juntando a pequeños trozos oídos por ahí. A ti, a mi hermano, a Hermione, a mis padres este verano. No sé porqué cuando estoy cerca la gente sigue hablando, es como si no me vieran. Si no tuviera el pelo pelirrojo pasaría totalmente desapercibida. - Harry pudo notar un cierto tono de resentimiento en su voz en estas palabras.
- No digas eso, Ginny. Sabes que no es cierto. Tienes muchas cosas buenas. - La chica lo miró incrédula. - Vaya, parece que se han dado la vuelta las tornas, ahora soy yo el que te anima a ti, en verano era al revés.
Ginny lo sonrió y se acercó a la puerta del compartimento.
- La próxima vez que quieras saber algo deberías preguntármelo. - Continuó Harry. La chica pareció pensarlo un momento, se sonrojó un poco y sonrió, afirmando con la cabeza. - Estaré encantado de contestaste. - Ginny volvió a sonreír y afirmar. - Ahora me voy con Ron y Hermione, antes de que se maten.
- ¿Otra vez están discutiendo?
- Eso me temo. Hasta luego, Ginny. - Dijo adiós con la mano y se fue caminando por el tren por donde había venido, mientras Ginny le decía también adiós y se metía dentro del compartimento.
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- Vaya, el famoso Potter. - Harry acababa de llegar cerca de su compartimento cuando se encontró de frente con Draco, Crabbe y Goyle.
- ¡Piérdete, Malfoy!
- Que malo eres. No deberías hablar así a la gente respetable. Puede que para tus amigos esté bien, pero no para los magos de verdad.
- Mis amigos son magos, desaparece. ¿No tienes compartimento propio que siempre tienes que buscarnos para fastidiarnos? - Harry tenía ya la mano en el picaporte de su compartimento.
- Lo que yo haga no te importa. - Habló más bajo de lo normal pero aún así arrastraba las palabras. - No creas que se me ha olvidado lo del año pasado. - Harry lo miró a la cara por primera vez desde que lo había visto y se encontró con una mirada de resentimiento y odio por parte de él. - Veremos si este curso lo acabas, Potter.
- ¿Harry? ¿Estás bien? - Ron y Hermione salían en ese momento del compartimento, con cara ya enfadada, sin duda habían escuchado la conversación
- Sí, - contestó él - estoy bien. Vamos dentro.
Iban entrando de nuevo, aunque Hermione tuvo que empujar a Ron para que se moviera, cuando Draco volvió a hablar. - De hecho, no creí que llegaras a Hogwarts, creí que te matarían este verano.
- Parece que tus amigos mortífagos fallaron. Más suerte la próxima vez. - Cerró la puerta de un portazo detrás de él y miró a sus amigos que se acababan de sentar. - Y vosotros dos dejar ya de hacer eso, por favor.
- ¿Él qué? - preguntó Ron sorprendido.
- Protegerme todo el rato, no creáis que no me he dado cuenta - dijo mientras comenzaba a enfadarse de veras. Comenzó a andar por la habitación mientras seguía hablándoles. - ¿Qué tienen? ¿Una especie de trato o algo así?
- Bueno, Harry, - habló Hermione - es normal que vayamos contigo si viene Malfoy...
- ¡No me refiero a eso! Me refiero a lo de antes. "¿Qué dónde voy?". Bueno, creí no había mucho peligro por aquí. - Ron estaba mirando a Hermione con la mirada que tenía él para el "ya te lo dije". - Y digo los dos, Ron. No sólo Hermione. Tú también estás cogiendo la manía de preguntarme y saltar.
Ron se levantó rápidamente en ese momento. Harry sabía que no estaba haciendo lo correcto, que no tenía que gritar a sus amigos, pero en ese preciso instante no podía evitarlo. Ron se acercó hasta él y comenzó a hablarle en el mismo tono.
- ¿Y tú por qué te pones así ahora? Hemos salido a defenderte de Malfoy. Y antes sólo queríamos saber. ¡Aunque no te guste, Harry, hay gente que se preocupa por ti, y no nos lo estás poniendo fácil!
- Er... chicos, chicos - Hermione se había levantado y trataba de separarlos - ya basta, dejad de decir tonterías. Creo que estamos muy tensos hoy todos. - Ambos chicos la miraron y luego se miraron entre ellos. Harry habló primero mientras los dos se sentaban.
- Lo siento, estoy muy nervioso, y ese idiota de Malfoy no ha hecho más que ponerme más nervioso. Sé que os preocupáis por mí, y os lo agradezco. Es sólo que desearía que no tuvierais que hacerlo.
- Lo sabemos, Harry. - Hermione se sentó de nuevo al lado de Ron, que se había recostado en el asiento y al notar a alguien cerca apoyó la cabeza en el hombro de Hermione. - Pero ten en cuenta, - continúo hablando ésta - que este año va a ser más duro, y sin duda no vamos a ser los únicos. - Ron afirmó convencido con la cabeza, moviendo a Hermione en el proceso.
- Lo sé, Hermione, lo sé. - Harry se quedó pensativo mirando por la ventana, fuera aun llovía. Se quedaron callados por un momento y Harry se dedicó a observar las gotas que chocaban con el cristal, como estaba haciendo Ginny cuando llegó a su compartimento. Recordó en ese momento de nuevo el contraste entre su pelo rojo y la oscuridad exterior. Era verdad que ese pelo llamaba mucho la atención.
- ¿Qué ha pasado con Ginny? - Preguntó Ron, acomodado de nuevo en su asiento.
- ¡Ah! Nada. Ya todo bien. Sólo fue una tontería. - Harry volvió la atención a la ventana.
- Pero ¿Una tontería suya o una tontería tuya?
- ¡Ron!
- ¿Qué?, Hermione, sólo preguntaba.
Harry notó que se avecinaba otra discusión y se apartó más de ellos apoyándose en la ventana. Y volvió a recordar el pelo pelirrojo de Ginny, y el contraste. Como el fuego en la noche. O como el fénix de Dumbledore en la Cámara Secreta. Dumbledore. Se le había olvidado aquello.
- Hermione, ¿qué sabes de la Orden de Merlín? - Hermione miró curiosa a Harry mientras daba por finalizada la discusión con un movimiento de mano.
- ¿La Orden de Merlín? - Harry asintió con la cabeza - Es el máximo escalafón al que puede aspirar un mago, en ella están los magos y brujas más selectos, los mejores en su campo, como una especie de consejo de sabios. Existe desde el medievo, pero antes había cosas parecidas. Dumbledore pertenece a ella.
- Lo sé, lo pone en las cartas. ¿Es posible que haya algo militar dentro de ello?
- ¿La Orden del Fénix militarizada? No, no creo. ¿Por qué?
Harry se acercó más a sus amigos para hablar - El día que se fue Sirius, por la mañana, lo oí hablar con Dumbledore.
- Sí, nos lo dijiste.
- Sí, Ron, pero lo que no os había dicho es que si que oí la conversación. Cuando iba a entrar, Sirius le decía a Dumbledore que no quería hacer algo que él le decía que hiciera, Dumbledore le dijo que como persona, como amigo de mis padres, como mago y como soldado de Merlín tenía que hacerlo. Luego, pasé a la cocina y tú padre, Ron, parecía muy asustado y nervioso y pedía que le explicasen a qué se referían con eso. Cuando me vieron entrar me preguntaron que había oído, les dije que casi nada, pero Sirius no me creyó, pero tampoco me explico nada, ni en ese momento ni más tarde.
- ¿Qué raro, no? Mi padre tampoco me ha comentado nada.
- Sí - afirmó Harry. - No entiendo nada, por eso te preguntaba.
- De todas maneras, en la biblioteca hay un libro sobre las ordenes de magos.
- ¿Existen más órdenes de magos?
- Claro, Harry. Hasta que se creó el Ministerio de Magia eran una forma común de gobierno. - Hermione los miró sorprendida. - ¿Es que no habéis leído nada? - Los dos chicos se miraron y encogieron los hombros. - ¡Ah! ¿Pare qué pregunté? Habrá que mirar ese libro de todas maneras si quieres saber más, Harry. - Ahora los dos chicos miraban al suelo sin querer mirar a Hermione. - ¡Oh, bueno! Está bien, ya lo haré yo. De todas maneras no sabríais ni encontrar la biblioteca.
- No exageres. - Ron la miraba ofendido, pero Hermione le sacó la lengua y se levantó. Cogió sus cosas y se fue hacia la puerta.
- Bueno, me tengo que ir. Nos vemos en Hogwarts, chicos. Hasta luego. - Con esto cerró la puerta tras de ella.
- ¿Dónde va? - Preguntó Harry extrañado.
- Al vagón de los prefectos. Lo ha dicho antes, pero supongo que estabas durmiendo. - Harry se encogió de hombros, él no recordaba nada. Aunque sí recordaba que Percy, el hermano de Ron, cuando era estudiaba en Hogwarts era prefecto y siempre viajaba en un vagón aparte. No había pensado ni por un momento que Hermione también tuviera que hacer lo mismo. - Supongo que les tendrán que decir las últimas cosas. En teoría Hermione tendría que haber ido desde el principio allí, pero prefirió venirse con nosotros. Supongo que no la dirán nada, ¿no? - Harry se encogió de hombros, realmente no tenía ni idea de las normas de los prefectos.
En ese momento, la puerta se abrió de golpe, y un asustado Neville apareció en el umbral. Tenía todo el cuerpo cubierto de una especie de moco verde. Harry y Ron se miraron, ambos parecían saber de donde provenía esa especie de moco.
- Hola Neville, ¿estabas en el tercer compartimento de último vagón? - preguntó Harry mientras le invitaba a pasar.
- Hola, no. Estaba en el tercer compartimento de primer vagón, Seamus, Dean, unas chicas de Ravenclaw y yo, y de repente estabamos empapados, pero no sé porqué aun. ¿No está Hermione con vosotros? - Dijo mirando por todo el compartimento.
- No, se ha ido al vagón de los prefectos. Quizás te podamos ayudar nosotros. - Dijo Ron no muy seguro.
- No, gracias. Seguro que Hermione sabe algún hechizo para solucionar esto. Hasta luego. - Dijo mientras se marchaba.
- ¿El tercer compartimento del primer vagón? ¿Por qué tus hermanos nos mentirían?
Ron se encogió de hombros. - No sé.
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No había pasado mucho tiempo, cuando el tren comenzó a detener su marcha. Ron y Harry, ya vestidos con las túnicas de Hogwarts, comenzaron a recoger sus cosas y salieron hacia el pasillo. Ya había mucha gente más fuera. Se dirigieron hacia una de las puertas, y cuando el tren se paró definitivamente y las puertas se abrieron bajaron de los primeros. Justo por una puerta cercana bajaban Fred y George riéndose sin parar. Harry y Ron se acercaron a ellos.
- ¡Eh! Chicos, ¿por qué nos dijisteis lo del tercer compartimento del último vagón sino era cierto? Pasó en el segundo vagón. - Preguntó Ron.
- Bueno, hermanito, Hermione es prefecta ahora, y no queremos que nos castiguen. - Contestó Fred mientras su gemelo reía. Nos vemos luego, hasta luego. - Los gemelos se fueron hacia uno de los carruajes.
Harry oyó un grito conocido en ese momento, pero con una voz diferente.
- ¡LOS DE PRIMER CURSO! ¡POR AQUÍ!
Harry y Ron se acercaron. La escena era la misma de siempre, pero era McGonagall la que llamaba a los nuevos alumnos en lugar de Hagrig. Harry no puedo evitar preguntar. Hagrig no le había contestado a su última carta.
- Disculpe, profesora McGonagall. ¿Dónde está Hagrig?
La profesora McGonagall los miró suspicaz. - Hola señor Potter, hola señor Weasley. Bienvenidos. Me temo que Hagrig aún estará fuera por unos días más.
- ¿Por qué?
- No pregunte tanto, señor Potter, y cojan uno de los carruajes.
Hicieron caso a la profesora McGonagall y se subieron a uno de los carruajes junto con una par de chicas de Ravenclaw. Mientras los carruajes empezaban a moverse, pudo ver como McGonagall se dirigía hacia el lago y se subía a una de las barcas, instando a los de primer curso a que se subieran también. Harry y Ron se miraron extrañados.
Poco después, los carruajes pararon y ellos bajaron. Se encontraban justo delante de las puertas de Hogwarts. Entre el tropel de alumnos, pudieron ver a Hermione junto con un grupo de gente que no conocían, y a Neville, ya seco. Las puertas se abrieron y todos entraron dirigiéndose hacia el Gran Comedor.
Cuando por fin se sentaron en la mesa de Gryffindor, Harry tuvo esa maravillosa sensación de sentirse en casa de nuevo.
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Séptimo capítulo terminado, vaya, pues parece que al final aguanta.
El otro fanfic tiene más reviews :S jo.
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