El LIBRO 5 sale en JUNIO, el 21 en Reino Unido. Lo he leido en el períodico. A ver cuanto tarda aquí. También venían las primeras líneas. Como mola.

Muchas gracias por los reviews.

Magia

Capítulo 8: Hogwarts

- Un año más aquí reunidos. Un curso que comienza. Nuevos alumnos, nuevas y viejas caras, aunque seguro que la más vieja es la mía. Y, sobre todo, ganas de aprender. - Dumbledore había comenzado su discurso de todos los años después de la selección. Harry y el resto de alumnos observaban al viejo mago hablar con atención. - Por eso estáis aquí, y no debéis de olvidarlo. Se nos presentan tiempos difíciles, todos los presentes sabemos lo que pasó el año pasado, así que no voy a repetirlo, pero creo que estará en manos de todos que este año sea mejor. - Harry notó como varias de las miradas de los profesores se posaban en él. - Es por ello que os pido más que nunca que respetéis las reglas, es por vuestra seguridad. Por ello os recuerdo también que está prohibido entrar en el Bosque Prohibido. También he de deciros que algunos de nuestros profesores faltarán durante una temporada, esto es, empezareis un poco más tarde las clases, a menos que en los próximos días encontremos unos sustitutos. Los profesores son los siguientes, Profesor Hagrid, Profesor Snape, Profesora Trelawney y Profesor Moody. Las asignaturas son, Cuidado de las Criaturas Mágicas, Pociones, Adivinación y Defensa Contra las Artes Oscuras, si no me equivoco. - Dumbledore miró a la profesora McGonagall como pidiendo su aprobación; ésta afirmó. - Bueno, arreglaremos este problema en cuanto podamos. Pero no todo van a ser noticias malas en este principio de curso. También he de anunciar cosas buenas, como por ejemplo que se reanuda el campeonato de quidditch. También hay alguna otra, que, a falta de confirmación, dejaré el deciroslo para más adelante. Y aun tengo ahora mismo una mejor ¡A COMER! - Con esto los platos encima de las mesas se llenaron de comida y las voces llenaron el comedor.

Harry, Ron y Hermione hablaban y comían muy animados. Se habían sentado cerca de los de primer año y Harry no pudo dejar de notar que parecían ser menos que otros años. Ciertamente lo que ocurrió el año pasado no debió de aumentar la fama de Hogwarts. Poco a poco fue perdiendo la conversación con sus amigos y dejó de comer. Todo lo que pasó el año pasado se le estaba volviendo a la cabeza de nuevo. Y todo eso le recordaba otra cosa. Se giró para ver la mesa de Ravenclaw y fue entonces cuando se dio cuenta de que varias personas del comedor lo miraban con curiosidad, y se dieron la vuelta cuando él se giró. Las ignoró y buscó en la mesa a Cho Chang. Ésta no lo estaba mirando ni hablando. Simplemente estaba comiendo. Debía de haber pasado tan mal verano como él. Y todo sentía que era culpa suya.

- ¡Harry! ¿Me estás oyendo? - Ron le miraba curioso mientras le movía el brazo.

- ¿Qué? ¿Eh? Perdona. Estaba distraído, ¿qué decías?

- ¿Qué si crees que haya pruebas para entrar en el equipo de quidditch de este año?

- Ah, no sé, Ron. - Harry volvió a comer, pero notaba los ojos de sus amigos sobre él. - ¿Qué? - dijo finalmente levantando la cabeza.

- Harry, ¿qué te pasa? ¿En qué estabas pensando? - Hermione lo miraba preocupado.

- Nada. - Ninguno de sus amigos pareció creerle. - Estaba pensando en el año pasado. - dijo mientras jugaba con la comida en su plato.

- Harry.... - El tono de preocupación de Hermione no bajaba.

- No deberías... - Ron también tenía un tono preocupado.

- Creí que teníamos un trato respecto a eso. - La voz de Ginny llamo la atención de Harry por encima de la de sus dos amigos. Levantó la cabeza y por primera vez se dio cuenta de que Ginny estaba sentada muy cerca de ellos, en las sillas de enfrente al lado de Seamus que estaba justo enfrente de él. Miró a los demás de la mesa, todos los que les habían oído parecían preocupados por Harry. Seamus, Dean, Neville, Lee, incluso Lavander y Parvati que también estaban cerca lo miraban preocupadas. Harry volvió de nuevo su atención a Ginny, que seguía sin mirarlo.

- Sí, una especie de trato. Lo siento. - Harry sonrió y comenzó a comer de nuevo. Todos menos Ron y Hermione parecieron recuperar también el hambre.

- ¡LOS DE PRIMERO, POR FAVOR! ¡A VER, LOS GRIFFINDOR! - Hermione gritaba con la mano derecha en alto para llamar la atención de los de primer curso. Como prefecta debía dirigir a los nuevos alumnos a la sala común. - Chicos, nos vemos luego arriba. - Dijo dirigiéndose a Harry y Ron.

- Vale. - Ron la miraba alejarse seguida de una fila de chicos y chicas. - Que extraño es verla como prefecta, ¿no?

- Sí, bastante. Este año han cambiado muchas cosas. - Harry y Ron se dirigían hacia su sala común a un ritmo más lento que el de Hermione y los chicos y chicas de primer curso.

- Oye, ¿qué trato has hecho con mi hermana?

- ¿Eh? ¡Ah! Nada. Bueno, fue un trato silencioso. Me dijo que no debía culparme por lo que pasó el año pasado. Que era culpa de Voldemort y no mía. Que si volviera a pasar yo haría lo mismo. Y que no tenía que culparme. - Harry esbozó una sonrisa. - Y no parece dispuesta a dejarme que lo haga.

- No, ya la he visto. Pero de todas maneras eso es lo que te llevamos diciendo Hermione y yo mucho tiempo.

- Pero a vosotros es difícil creeros, sois mis mejores amigos. - Harry sonrió a Ron, demostrando que estaba mejor, cosa que este agradeció. Habían llegado ya frente al retrato de la Mujer Gorda.

- Bienvenidos chicos, ¿contraseña?

- "Mago Merlín"

- ¡ESPERADME! - Neville venía corriendo por el pasillo. Descansó un poco cuando llegó a su altura. - Es que no quiero arriesgarme a olvidarme de la contraseña.

- No cambias nunca - dijo Ron mientras pasaban.

Dentro encontraron ya a Hermione dando las últimas instrucciones a los de primero. Se sentaron en uno de los sillones cercanos a la chimenea a esperar a que acabara. Neville también fue con ellos.

- ¿Qué tal habéis pasado el verano? - Preguntó Neville. - Yo lo he pasado todo el tiempo en casa de mi abuela. Muy aburrido.

- Yo bien, en casa también.

- Y yo, desde que llegué a su casa, también bien. - Harry señalaba a Ron. Miró a Hermione que seguía dando instrucciones, así que decidió sacar otro tema. - ¿Por qué creéis que faltan tantos profesores?

- Ni idea. - Dijo Neville.

- Bueno, al menos sabemos que Ojoloco Moody va a volver a ser el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Bueno, o va a serlo por primera vez. - Ron no parecía molesto con la idea.

Harry no pudo evitar mirar a Neville. A pesar de quien había resultado ser en realidad el profesor Moody, a Neville parecía gustarle ese profesor. En ese momento Hermione se acercó a ellos.

- Bueno, ya está.

- ¿Ya terminó la prefecta?

- Ron, no voy a volver a discutir contigo por eso.

- ¿Habéis discutido porque tú seas prefecta?, vaya, esa discusión me la he perdido. - En ese momento Harry recibió un cojín en plena cara por su comentario. Ron parecía dispuesto a enviarle otro cuando Harry volvió a hablar. - Bueno, ¿no me digáis que últimamente no estáis discutiendo? - Ron bajó el cojín y Hermione la cara.

- ¿Se han pasado así todo el verano? - Preguntó Neville.

- Sí, y peor. - Otro cojín se estrelló de nuevo en la cara de Harry, pero en esta ocasión había sido Hermione la que se lo había mandado. Ron y Harry la miraban sorprendidos, mientras Neville no paraba de reír.

- Ya dejar de hacer comentarios tontos. Tenemos que irnos a acostar.

- Pero Hermione, aun es muy pronto.

- Neville, no les animes. Mañana hay que despertarse pronto.

Mientras Hermione y Neville discutían, Harry notó cómo Ron se movía a su lado y se acercaba a él.

- Cosquillas. - le susurró - ¡A por Hermione! - En ese momento los dos se tiraron a por Hermione y la comenzaron a hacer cosquillas, ella no paraba de gritar que parasen mientras no podía parar de reír. Consiguieron llevarla hasta un sofá y sujetarla ahí para que no escapara. Ninguno de los tres podía parar de reír, ya que Hermione también se defendía haciéndoles cosquillas. Neville, que sólo observaba, tampoco podía parar de reír.

Poco después, Hermione pidió una tregua. Los tres quedaron sentados en el sofá, aunque Hermione, que casi no podía moverse por tanto ejercicio, quedó de lado apoyada con la cabeza en el hombro de Harry y los pies, descalzos ya, encima de Ron.

- No sabéis cuanto echaba Howgarts de menos. - dijo Harry mientras miraba a los tres. Estos asintieron.

- Y no sabéis cuanto echábamos de menos al trío de Gryffindor. - Dijo Seamus mientras se tiraba en uno de los sillones cercano. Le seguían Dean, Lavander y Parvati que también fueron buscando sitio cerca. Estas dos últimas venían riéndose.

- ¿De qué os reís? - preguntó Harry.

- ¡Qué espectáculo estabais dando! Jeje, cada día parecéis más un trío, - en ese momento las dos no trataban de controlar su risa. - pero sentimental. Jajaja.

- Que graciosas, - dijo Hermione mientras se incorporaba y quedaba entre los dos - y vosotras, aparte de reíros, ¿qué habéis hecho este verano?.

La noche fue pasando hablando para los chicos y chicas de quinto. Surgían temas una y otra vez pero nadie quiso sacar el tema del que Harry odiaría tener que hablar en ese momento. Y lo agradeció mucho. Unas horas después, ante la insistencia de Hermione, se fueron a acostar. Harry tenía la extraña sensación de que iba a poder dormir esa noche.

Un extraño pasaje se abría ante los ojos de Harry. Estaba claro que no quería entrar, pero se veía extrañamente obligado a hacerlo. Para su sorpresa, al llegar al final se encontró a Peter Pettigrew solo, en una habitación que Harry recordaba ya haberla visto antes, en un sueño el verano pasado. Parecía estar hablando solo y no ver a Harry.

- Sí, sí, sí, sí, eso haré, sí señor, claro que sí. Es lo más seguro.

- No te creas que no te oigo. - Siseó una voz desde una de las esquinas de la habitación. Harry se fijó entonces en que un hombre se encontraba sentado en la oscuridad de una de ellas. Se incorporó y se acercó a donde estaban. Ya a la luz Harry pudo ver lo que más estaba temiendo a Lord Voldemort. Estaba igual que lo había visto a finales de su cuarto año. Vestido con una túnica marrón con capucha. - ¿Estás pensando en abandonarme, esclavo?.

- Noooo... no, no. ¿Qué le hace suponer eso, Señor? No, no.

- Eso espero. Por tu propio bien. - Voldemort se acercó a Peter y le rozó con una uña la cara, de arriba abajo. Harry pudo ver poco después la sangre surgir. Peter sólo temblaba.

- Yo... yo sólo... -

- ¿Tú sólo qué?.

- Es que... Sirius Black, Señor. Sus servidores me acaban de comunicar que le han visto en varias ocasiones. Parece que viene a por mí, Señor.

- ¿Y ese que nos importa?.

- Bueno, yo... sólo pensaba que, bueno, él sabe que me transformo en rata, y... bueno, no es muy seguro que yo salga así.

- No me gusta la idea, me vales más como rata. Así te puedes meter en cualquier sitio.

- Sí, sí, Señor. Sólo que... bueno, Sirius tratará de acercarse a Harry Potter, lo sé, Señor, así que estará cerca de Howgarts. Quizás no sea seguro que me acerque por ahí.

- No, el plan seguirá adelante. Sé que Black no se acercará en un tiempo por Hogwarts. Está demasiado ocupado con lo que Dumbledore le mandó. Menudo estúpido, creer que puede pararme reuniéndolos de nuevo. - Una risa estridente acompañó a este comentario. - No lo consiguieron una vez. Ahora están mellados, no lo conseguirán de nuevo.

- Bueno, no lo consiguieron ellos directamente, - Peter trataba de secarse la sangre con su manga - pero hay que recordar que ahora hay nuevos candidatos. - Voldemort se acercó tan rápido a Peter, que Harry casi ni le vio, lo agarró del cuello de la túnica y lo subió.

- Harry Potter no es una posibilidad, ¿me entiendes? - Peter asentía - es un cadáver. - Lord Voldemort lo soltóo. Harry comenzó a moverse en ese momento.

Al final se despertó mientras Ron no paraba de moverlo para que se despertara. Se espaviló un poco y se fijó en que sus otros compañeros también estaban despiertos. Neville cerca de su cama también y Seamus y Dean en las suyas pero despiertos.

- ¿Qué pasa? - preguntó finalmente.

- Estabas gritando en sueños. - Contestó Ron asustado.

- ¿Qué?.

- ¿Una pesadilla?

- Sí.

- ¿Sobre Quien-Tu-Sabes?.

- Sí. - Harry miró a sus compañeros que ahora le miraban con preocupación. No podía callarse ese hecho, antes o después tendrían que saber.

- Bueno, - dijo Ron tras un poco de silencio - vamos ir bajando, ya dentro de poco hay que despertarse, así que da igual. - Todos se levantaron y se fueron hacia el baño o vistiéndose. Agradeció Harry a Ron que quitara la tensión del momento.

- Los nuevos horarios. - Hermione les dio los papeles mientras se sentaba al lado de Ron, dejando a este en medio.

- ¿Son buenos?. - preguntó Ron.

- No creo que te gusten.

- Oh, no. Seguimos hora doble de pociones con Slytherin.

- Y a primera el lunes tenemos también Pociones. - Dijo Harry mirando su horario. - ¿Se sabe ya que va a pasar con esa clase mientras que vuelve Snape? - dijo mirando a Hermione.

- No, supongo que ya nos dirán que hacemos en esa hora cuando lleguemos. Tenemos todo el fin de semana por delante. A lo mejor nos dicen algo entonces.

- ¿Por qué faltará Trelawney? Snape y Hagrid lo comprendo, por, bueno, sabéis, lo del año pasado, ¿pero porqué faltarán Trelawney y Moody? - Harry trataba de encontrar una razón mientras sus amigos parecían también meditarlo.

- Bueno, quizás Moody aún está en el hospital, Trelawney no sé. Tú, Hermione, que ahora eres prefecta, podías enterarte.

- Que yo sea prefecta, Ron, no quiere decir que sepa todo, Ron, ni que pueda enterarme de todo.

- ¿Pues entonces para qué te sirve ser prefecta?. - Harry apartó la mirada de sus amigos. Estaba claro que aquello era una pelea de nuevo. Y se dedicó a estudiar su horario. Algunas clases habían aumentado su horario. Casi seguro que era por la llegada de los TIMOS. Esos exámenes iban a volverles locos ese año.

Después de desayunar, Harry subió hacia la sala común. Ron y Hermione se habían quedado discutiendo en el comedor, y a él no le apetecía quedarse allí. Era sábado, era curioso empezar el curso en fin de semana, pero el 1 de septiembre era viernes, así que allí estaba, sin saber muy bien que hacer con dos días por delante sin nada de deberes y con dos amigos discutiendo.

Un poco más adelante, en el camino entre el segundo y el tercer piso, vio algo que le hizo sobresaltarse y que le hizo recordar de nuevo todo lo pasado el año pasado. Cho Chang caminaba un poco más adelante con unas amigas, iba riéndo con ellas mientras conversaban.

- ¡Cho! - Harry la llamó, no sabía muy bien que es lo que quería decirle pero la había llamado porque quería hablar con ella. La chica se volvió y cambió su expresión hacia una de extrañeza al ver a Harry.

- ¡Hola Harry! ¿Qué querías?

- Hola.... Yo, bueno, er..., es que.... - Harry quería hablar, pero era bastante dificil con Cho mirándole tan fijamente y sus amigas det´ras de ella también fijas a lo que hacía.

- ¿Sí?

- Quería... quería hablar contigo.

- ¿De qué? Bueno, quiero decir, cuando quieras, claro. - Cho sonrió de tal modo que Harry estaba seguro que no podía volver a hablar en un buen rato. - Ahora íbamos a la torre de astronomía, ¿vienes?. - Cho miró a sus amigas como pidiendoles permiso para poder llevarle. Estas no dijeron nada, así que Harry asintió.

- De... de acuerdo.

- Bien, venga, vamos. - Cho cogió por el brazo a Harry y lo llevó juntó con sus amigas. Comenzaron a hablar, pero Harry permanecía callado. No se imaginaba que iba a acabar con Cho y sus amigas en la torre de astronomía en vez de tratando de disculparse con ella a solas por lo del año pasado.

- ¿Vuestra sala común está por aquí, no? - Preguntó una chica de pelo largo y ondulado despertando a Harry de su ensimismamiento.

- ¿Qué? ¿Eh? ¡Ah, sí!. Por la derecha. ¿Cómo lo sabes?

- Bueno, - la chica se puso un poco roja - una vez tuve un novio de Gryffindor. - Las otras tres chicas se rieron.

- Vaya, ¿quién?.

- Harry, esas cosas no se preguntan. - dijo Cho riéndo. A Harry no le apeteció preguntar más, con esa sonrisa se sentía satisfecho. Era impresionante, pensó, el efecto que ver a Cho sonreirle producía en él. Ella aún lo tenía agarrado por el brazo y Harry no pudo evitar de nuevo pensar en Cedric.

Un rato después, habían llegado a la torre de astronomía. Las chicas sacaron varias cosas que llevaban guardadas y las extendieron por el suelo. Luego se sentaron. Harry se quedó de pie sin saber que hacer. Cho le cedió un sitio a su lado.

- ¡Alohomora! - dijo una chica apuntando al techo cruvo del aula que se abrió dejándo ver el cielo de la mañana.

- Siempre que podemos venimos aquí. Nos encanta. Se está tranquilo y por la noche es precioso. ¿Nunca has venido?

- No, - Harry realmente nunca había estado en la torre de astronomía, pero comprendía porque a Cho le gustaba tanto. Se habían quedado abiertos el techo curvo y casi entero uno de los laterales hasta la mitad. Fuera se veía el cielo azul sólo cruzado por unas pocas nuves y algún pájaro de vez en cuando - pero es muy bonito.

- ¿Verdad que sí? - Cho miraba al cielo también - Me encanta la astrnomía, por eso me gusta venir aquí por la noche, pero a estas no, - dijo mirando burlonamente a sus amigas - así que me tengo que venir sola.

- Yo te acompaño si quieres. - Según terminó de decir eso, Harry tuvo la extraña sensación de que no debería haberlo dicho. Bajó la mirada y observó por un momento a Cho, que estaba sorprendida, al resto de sus amigas, que los miraban sonriendo, y luego bajó la cabeza.

- Gracías. Ven cuando quieras. - Cho apartó la mirada y miró a lo que estaban haciendo sus amigas.

- Es que... a mí también me gusta la astronomía. - Harry no sabía porque estaba diciendo eso relamente, apenas sabía nada de astrnomía.

- Bien. Vamos a jugar. - Una de las amiga de Cho quería empezar ya. Harry se fijó entonces en lo que habían traído. Una botella de cerveza de mantequilla y dos vasos se encontraban en la otra punta del círculo de amigas de Cho. Cerca suyo había una radio mágica que una de las amigas se esforzaba ahora por sintonizar. Una baraja de cartas se encontraba en el medio mientras que cada uno tenía de lante cuatro cartas. Harry nunca había visto juegos de cartas en el mundo mágico, así que las miró un poco desconfiado. - ¿Sabes jugar? - Preguntó la misma chica a Harry al ver la cara que había puesto éste.

- ¿A qué?

- Se llama los cuatro magos. - Cho le cogió las cartas y se las mostró, dejándo las suyas entre sus piernas, cosa que Harry no pudo dejar de notar. - Es una baraja mágica. ¿Sabes? - Harry negó con la cabeza. - Mira, ahora tienes un 13, un 19, un 15 y un 2. Cada uno de un tipo diferente. En las barajas mágicas hay cinco tipos. Estrellas, Flechas, Herraduras, Tridentes y Velas. Cada tipo tiene veintiseis cartas. Del uno al 20, que son más o menos normales, y las seis últimas que son lo que llamamos magos o brujas. Mira, yo tengo una, ¿ves? - Harry notó que al contrario que las que tenía él, compuesta por los elementos que le había dicho Cho, ésta tenía aspecto humano, de hecho parecía un bruja joven que les saludaba, con una herradura en la mano -. Es un 23, por eso es jóven. Si te fijas aquí arriba y aquí abajo pone que es un 23. - Harry asintió - ¡Hey, chicas! Ésta no vale que se lo voy a explicar, ¿de acuerdo? - Las demás chicas giraron sus cartas con resignación dejándolas en el suelo. La que buscaba una emisora en la radio paredió encontrarla y dejó de tocarla. La que había hablado antes, que estaba cerca de la bebida sirvió los dos vasos.

- ¿Quieres tú, Harry?

- Sí, gracias, - dijo dándole un buen trago a la cerveza de mantequilla que le alcanzaba.

- Los cuatro magos es más fácil de lo que parece cuando se explica. Nosotoras jugamos ahora todo el tiempo. A ver, se reparten cuatro cartas a cada jugador, y se deja la baraja en medio. El objetivo en conseguir cuatro magos o brujas de 25 o 26 en el menor tiempo posible. Para eso hay que ir robando de la baraja. El que empieza, pongamos que soy yo, tengo un 3, un 10, un 5 y un 23. Los 1 valen doble, o sea, que puedes robar dos veces. Los 5 cambian la dirección del juego, los 7 tienen sorpresa, los 13 hacen que el siguiente no pueda robar y los 18 te dejan sin poder coger. A ver, como empiezo yo, pues tiro un 3, y cojo otra carta de la baraja. A ver, vaya un 9, igual. Ahora iríamos hacía allá -. Dijo señalando su derecha, - siguiendo las agujas del reloj. ¿Jugamos?. Lo demás lo vas cogiendo mientras jugamos.

- De acuerdo. Pero, ¿qué significa que los 7 tengan sorpresa? - La chica que estaba a la izquierda de Harry, la que antes buscaba la emisora de radio, tenía un siete de estrellas. Harry lo miraba buscándole algo raro. La chica lo hechó cerca de la baraja.

- Cualquier cosa -. Dijo. Al poco, una luz con huno salió de la carta, las estrellas desaparecieron y en su lugar apareció un texto. Todos se acercaron para leerlo. "Una vuelta sin jugar, porque una gallina serás". En ese momento, la chica pareció quedarse blanca, quieta. Poco después estaba carareando con los brazos bajo los sobacos andando por toda la habitación. Cho se apresuró a recoger todas las cartas mientras los demás reían.

- La partida nueva - Dijo Cho. En cuanto se empezó a repartir las cartas, la chica volvió a su estado normal.

Pasaron gran parte de la mañana jugando a las cartas. El juego era relamente divertido. El número siete mandaba las cosas más insosechadas, la radio no paraba de poner música de magos y brujas, la botella de cerveza de mantequilla estaba acabándose y los cinco no paraban de reir. Harry se había olvidado realmente de porqué había subido ahí con Cho y porqué quería hablar con ella.

Era ya casi la hora de comer cuando decidieron marcharse. Las amigas de Cho querían pasar por la sala común antes de ir al comedor. Recogieron y fueron saliendo. Cho se quedó un poco retrasada, y Harry vió la oportunidad de hablar con ella.

- Cho, oye... quería darte las gracias, me lo he pasado muy bien.

- De nada, Harry. Ven cuando quieras, ya te lo dije antes.

- Sí, gracias. Tus amigas son muy simpáticas.

- Gracias, seguro que se alegrarán de oirlo. - Cho volvió a soreir y Harry volvió a sentirse mal por Cedric.

- Oye, yo..., quería hablarte y todavía no lo he conseguido.

- Sí, ¿de qué?

- De... lo del año pasado. - Cho se detuvo un momento.

- ¿Qué del año pasado?

- Bueno, de... de lo de Cedric y todo eso... - La expresión de la chica cambió a otra más sombría.

- ¿Qué pasa con él?

- Bueno, yo... no es que pase nada. Sólo quiero decirte que lo siento. No debí decirle que agarrara la copa conmigo. Supongo que has pasado mal verano, incluso peor que yo, y sólo quiero decirte eso, que lo siento. - Harry había dicho en un momento todo lo que sentía, pero no sabía como Cho iba a reaccionar, sólo la vio levantar la cabeza sorprendida.

- Harry, no fue culpa tuya, no digas tonterías. No sabías lo que iba a pasar. No te culpes, por favor.

- Ya lo sé, pero no puedo evitarlo. Él... él..., bueno, ¿erais novios, no?

- No. Bueno... no, no, creo que no.

- ¿Crees?

- ¡CHO! ¡¿Vienes o qué?! - Una de las amigas de Cho, la que le había pasado la bebida a Harry gritaba para que Cho fuera, llevaban un rato esperando.

- Sí, bueno, es más complicado que todo eso. ¿Tú te vas por aquí, no? Hasta luego.

- Hasta luego -. Dijo Harry mientras veía como Cho se iba con sus amigas. Entonces se marchó hacia su sala común.

El lunes, la entrada a la clase de pociones estaba llena ya que nadie se atrevía a entrar. Todos los presentes especulaban sobre quien les daría clase, si es que daban clase. Al poco tiempo, apareció McGonagall.

- Buenos días. Como ya oyeron ayer, el profesor Snape se retrasará un poco en este comienzo de curso. Hasta la próxima semana, ésta hora la tendrán libre. Les sugiero que aprovechen el tiempo y vayan a la biblioteca a estudiar. Buenos días. - La profesora McGonagall se marchó, seguramente a informar a otros alumnos que no tenían clase.

- Bien, ¿dónde vamos? - Dijo Ron muy feliz.

- A la biblioteca. - Contestó Hermione convencida.

- Oh, no. No fastidies, Hermione. Tenemos hora libre, salgamos fuera.

- Hay que estudiar.

- Pero aún no hemos dado clases.

- Y hay que ver aquello del tren. - Ron subió la mirada.

- Todo sea por Harry.

- Oye, que yo no te he dicho nada, sólo siento curiosidad. - En ese momento alguien empujó a Harry. Éste se volvió y se encontró a Malfoy.

- Potter, siempre en medio. Es lo que más te gusta. - Los que iban con él se rieron y se fueron.

- Bien empezamos el año.

- Vamos a la biblioteca, anda. - Hermione los empujó un poco en dirección a la biblioteca.

- Mirar, este es el libro. - Hermione dejó un libro en la mesa que ponía: "Ordenes de Magos". - También encontré estos. - Dejó otros cuatro más pequeños. "Sistemas de organización de Magos", "Historia de los Magos", "Organización mágica a lo largo de la historia" y "La actual Orden de Merlín". - Creo que el más importante es el primero, pero los demás también habría que mirarlos. Todos. - Añadió mirando a los dos.

Hermione se encargó del primero mientras Harry cogía "La actual Orden de Merlín" y Ron "Sistemas de organización de Magos". Ninguno de los tres hablaba, intentando encontrar algo de utilidad. El libro más curioso era el de Harry. Supuso que se iba actualizando de alguna forma mágica, porque estaban los nombres de todos los miembros de la Orden de Merlín de sus diferentes tipos, hasta hace bien poco. Estaban nombre como Lockhart o Dumblerdore. Pero algunos nombres llamaron su atención.

- ¡Hey, chicos! Escuchad esto. "23 de abril de 1987. Orden de Merlín 2ª clase. Por su inestimable ayuda en el campo de la química mágica y sus investigaciones sobre las artes oscuras en diferentes países, concedemos la 2ª clase a Lucius Malfoy, aumentándole así de la 3ª clase a la que pertenecía hasta ahora." Es increíble.

- Pues si ese es de lo mejor entre la magia...

- Bueno, Ron, quizás haya hecho algo bueno.

- Hay más nombres conocidos, mirad. "30 de abril de 1989. Orden de Merlín 3ª clase. Por sus constantes luchas en contra de artes tenebrosas y animales mágicos y su inestimable valor literario y difusor, concedemos la 3ª clase a Gilderoy Lockhart." Me pregunto si se la habrán quitado.

- No creo. - dijo Hermione.

- Hay más. "31 de mayo de 1957. Orden de Merlín 1ª clase. Por sus investigaciones en todos los campos, su ayuda en descubrir la piedra filosofal, su sabido valor en la lucha contra las artes oscuras y su valor como educador, incluimos a Albus Dumbledore como miembro de 1ª clase, aumentándose así la de 2ª clase que tenía hasta ahora.

- Vaya, ¿cuántos años creéis que tiene Dumbledore?.

- ¿A qué viene esa pregunta, Ron?.

- Bueno, Hermione, curiosidad sabes. - Harry en ese momento vio algo que le dejó quieto, sus amigos no tardaron en darse cuenta.

- ¿Qué te pasa Harry?.

- ¿Alguien más conocido?. - Dijo Hermione.

- Sí. Mirad. "27 de abril de 1981. Orden de Merlín 3ª clase. Por su continua lucha en contra de las artes oscuras y su denotado valor como bruja, concedemos la 3ª clase a Lily Potter. A título póstumo se le concedió la Orden Especial de Servicios Especiales de la Orden de Merlín, por ayudar a hacer desaparecer a Lord Voldemort. 2 de Noviembre de 1981". Hay otra igual de mi padre, con las mismas fechas.

- Harry... - Dijo Hermione.

- Tus padres valían mucho. - Ron lo miraba de forma tierna, igual que Hermione.

- No sabía nada de esto. Me preguntó sí... - Harry comenzó a buscar rápidamente por las hojas. - ¡Ah!. "27 de abril de 1981. Orden de Merlín 3ª clase. Por su continua lucha en contra de las artes oscuras y su denotado valor como mago, concedemos la 3ª clase a Remus Lupin." De esto tampoco sabía nada.

- Vaya, las mismas fechas.

- Sí, ¿qué debió pasar?.

- No sé, Hermione. Sirius no está. Seguramente se la debieron de quitar. Mirad. "27 de abril de 1981. Orden de Merlín 3ª clase. Por su continua lucha en contra de las artes oscuras y su denotado valor como mago, concedemos la 3ª clase a Peter Pettigrew. A título póstumo se le concedió la Orden Especial de Servicios Especiales de la Orden de Merlín, por su ayuda en contra de los mortífagos. 7 de Noviembre de 1981". A éste si que deberían quitárselo.

- Todos están en esa fecha porque irían todos juntos. ¿Hay alguien más?. - dijo Hermione.

- Sí. Varios. El mismo tema, sólo cambia el nombre. Mundungus Fletcher, Arabella Figg y Frank Longbottom. Oh, oh.

- Esos nombres me suenan. - dijo Ron.

- Y a mí, por eso he dicho oh, oh. Dos de ellos los dijo Dumbledore el año pasado llamándolos el antiguo grupo. El otro creo que es el padre de Neville.

- Si Dumbledore llamó a esos dos....

- Y a Lupin.

- Y a Lupin el antiguo grupo y aquí aparecen todos juntos en una fecha, en un lugar, por una misma cosa y con algo en común... ya tienes todo el antiguo grupo al completo.

- Claro. Y le dijo a Sirius que los reuniera, lo que quiere decir que Sirius pertenecía a él, pero cuando le detuvieron debieron de quitársela.

- Lo que no entiendo - dijo Ron - es qué tienen en común todos estos nombres. ¿Qué fue lo que les hizo concederles la 3ª clase a todos al tiempo?. - Tanto Harry como Ron miraron a Hermione.

- Hey, no lo sé. Estaba en plena guerra contra quien No-Debe-Ser-Nombrado. No sé.

- Bueno, ya lo averiguaremos otro día. Tenemos que ir a clase.

Recogieron sus cosas. Hermione sacó el libro que estaba leyendo y el que estaba leyendo Harry para éste. Los tres se dirigían a Historia de la Magia cuando algo llamó la atención de Harry que se retrasó un poco de Hermione y Ron. En un pasillo lateral, cerca de las ventanas que daban afuera, una chica de cabello rojo hablaba y reía con un chico del curso de Harry. El chico parecía feliz de haberla hecho reir y sonreía él también. Ella lo miró y él se acercó y le dio un beso en la mejilla. Ella se puso colorada. Harry decidió seguir su camino, no creía que lo de Ginny y Ernie fuera más de lo de Colín, pero no creía adecuado quedarse mirando la escena, aunque también pensaba que no le gustaba la escena. Ron y Hermione lo esperaban un poco más adelante.

- ¿Qué hacías? Vamos a llegar tarde. - dijo Ron.

- Nada. - Tampoco creía adecuado decirle a Ron que su hermana estaba con un chico en un pasillo solitario riéndo y él dándole besos en la mejilla. Si quería ya lo diría Ginny. Claro, que, a lo mejor no quería decírselo. Ni a su hermano ni a nadie. Al fin y al cabo, Ron se había puesto muy pesado ese verano, y con Harry apenas tenía confianza. Reflexionó un poco mientras iban llegando a clase, y se dio cuenta de que esa era la primera vez que veía a Ginny ponerse tan roja en mucho tiempo. Y, extrañamente, el pensamiento le disgustó.

Enero 2003

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Octavo capítulo terminado, vaya, pues parece que al final aguanta.

Que largo ha sido éste, lo siento. Tampoco lo he mirado mucho así que puedo haber puesto cualquier incongruencia.

El otro fanfic tiene más reviews :S jo.

Para dudas, comentarios, quejas o lo que sea escribir a A href="mailto:Jara_a4@hispavista.comJara_A4/A

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