La lluvia había sorprendido a todas las personas que se daban cita ese día en el cementerio, muchas había llevado algo con que resguardarse del agua, pero ella no había llevado nada, por que el dolor que sentía evitaba que su cerebro trabajara correctamente, su rostro no mostraba nada, no había dolor, ira, coraje, o llanto, se encontraba ahí mirando por ultima vez la caja que empezaba desaparecen en la tierra, era increíble hacia menos de 30 hrs. que había hablado con ella y ahora estaba muerta, no volvería jamás, no importaba cuanto lo deseara o cuanto se convenciera de que era una pesadilla, la realidad era muy cruel para ella, para Anna Anderson, no... Kyôyama, se corrigió mentalmente, su padre el Señor Steven Anderson, llegaría pronto para ver a su única hija, y acompañarla en esos momento difíciles.
-"Por que todo siempre termina así, primero mi madre y ahora tu, sabes, a pesar de que se toda la verdad no me atrevo a decírselo a mi padre después de todo siempre me lo dio todo y me trato como su verdadera hija, lamento mucho no ser una Kyôyama pero no puedo darle la espalda a mi padre, aun así te juro que vengare la muerte de tu esposo, la tuya y la de mi verdaderos padre y madre"- Pensó la chica
-"¿Por que estamos aquí Joven Yoh?"- Pregunto Tamao a su acompañante
-"Si Don Yoh, ¿que caso tiene estar aquí?- Pregunto Ryu mirando la gente al rededor del sepulcro
-"Solo quería estar aquí"-
-"Debe ser muy doloroso para usted, ya no hay nadie quien lo recuerde o persiga"- Fausto dijo esto con la vista fija en un chico de cabellera azul, por alguna razón, ese chico hacia que una luz roja de peligro de encendiera en su cerebro-"Debemos irnos"- Sentencio
Yoh lo miro como si no entendiera, después de todo a Fausto le encantaban los cementerios
-"Que pasa?"-Pregunto Ryu a Fausto
-"Observa a ese chico"-Fue toda su respuesta
-"¿Por que teníamos que venir Len?"- Pregunto Horo a su compañero
-"Shh, nos observan"-
-"¿Quien?"- Pregunto Horo con voz grave y seria
-"Atrás, voltea con discrecio...."- La frase de Len murió en sus labios cuando miro a su "amigo", voltear rápidamente, y mirar amenazante al grupo de personas que estaban atrás de ellos a una distancia bastante inusual si es que habían ido al sepelio.
-"A veces me pregunto como es que has llegado hasta aquí con lo torpe que eres"-
-"A quien estas llamando Torpe chinito"-
-"A ti Hoto Hoto"-
-"Que no me digas así"-
-"Podrían guardar silencio"- la voz gélida tras ellos los hizo callar inmediatamente, Len volteo con bastante temor para encontrarse con unos ojos oscuros que lo miraban amenazantes
-"¿Ana Anderson?"- Fue lo único que el chico logro articular, el estaba seguro de que esa mujer tenia que ser su antigua compañera de escuela, cuando el vivía en Estados Unidos
-"¿Len, Len tao?"-
-"El mismo, debí imaginar que te encontraría aquí"-
-"Len, casi no puedo creer que seas tu, cuanto tiempo, ¿Como te enteraste de la muerte de la señora Kino?"
-"Es una larga historia, no creo que sea el momento de hablar, esperemos a que esto termine y vamos a almorzar, y te cuento te parece"-
-"Claro, tienes razón pero no me has presentado a tu amigo"-
-"Cierto el es..."-
-"Yo soy Horo Horo y es un placer conocer a tan tractiva mujer"- Horo había interrumpido a su amigo y ahora Len suspiraba resignado ante la actitud de casanova de su amigo
-"Mi nombre es Anna Anderson, es un placer Horo Horo"
El avio que provenía de los Ángeles acababa de llegar al aeropuerto internacional de Tokio, Manta Oyamada traía cara de fastidio y no le agradaba la idea de que aun tenia que pasar por la revisión de rutina, sobre todo por que había tenido que soportar a su tío y su preocupación por su única hija, por cierto una chica mandona según su opinión, lamentablemente era su prima y su madre prácticamente lo había obligado a acompañar a su tío, no tenia nada contra su tío Steven, solía ser una persona tranquila e inteligente pero cuando se trataba de su hija se volvía un viejo Paranoico y ofuscante, a Manta no le hacia mucha gracia ver a su prima, la quería pues era la única prima que tenia, pero ella constantemente le llamaba "Enano Cabezón" y no era algo muy agradable de oír.
Para Manta Oyamada era muy difícil tener amigos, en parte por que le interesaba más el estudio, el ya había terminado su carrera y tan solo tenia 20 años, eso enorgullecía enormemente a su familia, claro que Anna también era buena en los estudios
-"Será mejor apurarnos"- Dijo el hombre mirando al rubio
-"Si tío"- Suspiro resignado
-"Vamos"-
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Len miraba de reojo a Anna tenia cerca de 5 años que no se veían desde que el había regresado a China por la muerte de su hermana, no podía alejar de su mente su casi noviazgo, que hubiera terminado en compromiso de parte de la madre de Anna quien era Japonesa y su propia familia por suerte el padre de Anna se opuso aun que en ese momento no supo si sintió alivio o decepción, para Horo Horo las reacciones de su amigo no pasaban desapercibida talvez Len no era muy bueno demostrando sus sentimientos pero el lo conocía desde hacia algún tiempo y notaba que entre la joven Anderson y Él había cierta química que no podía pasar desapercibida.
-"Podrías dejarnos solos?"- Pregunto Ella a Horo, el cual sonrió con malicia mientras se levantaba del asiento
-" Len si me necesitas, me mandas un mensaje"- Se alejo enseñándole su localizador a su amigo
-"De que quieres que hablemos Anna"-
-"Len, necesito hablar con alguien de esto, la verdad... la verdad... ya no puedo más"- Y en un intento de reconfortarse, de apagar esa desesperación que amenazaba con sobrepasarla y consumirla se aferro a Len intentando apagar aquel llanto que amenazaba con salir.
El no dijo nada solo la abrazo fuertemente esperando conocía a Anna y la mejor manera de saber que era lo que la molestaba era dejar que ella misma lo hiciera sin que el preguntara Nada
-"Saber ayer hable con Hao"- Empezó a decir él -" se encuentra en un hospital en Boston, al parecer su leucemia se encuentra muy avanzada, no se como reaccione al saber la muerte de su abuela"-
-"Hao, es verdad lo había olvidado parece que con el, la dinastía Asakura terminara no es así, me gustaría mucho que se curara pero..., creo que eso es imposible"-
-"Si se quiere se puede"-Murmuro Len recordando que esa era la frase que su hermana siempre utilizaba
-"Sabes, más o menos 2 años que me entere de que... soy adoptada y mis padres murieron en manos de un Asakura"-
Len levanto una ceja mirándola con duda
-" La señora Kino me lo contó todo, excepto el nombre de esa persona"-
-"Bien Anna tengo mucho tiempo empieza desde el principio y no dejes nada, por muy escabroso que sea, si puedo ayudarte sabes que lo are"-
-"Gracias Len"-
Notas de la Autora:
Bien aquí esta el segundo capitulo que no es la gran cosa, espero que no los decepcione y si es una porquería por favor dejen un Review para saber si la mejoro o me dedico a otra cosa, gracias por los reviews pasados la verdad me ayudaron mucho, algunas de las preguntas no las puedo contestar ahora por que se Irán resolviendo con el tiempo, pero aun no se si será un Yoh/Anna o un Len/Anna, ustedes que opinan.
El sig. Capitulo
Verdades que duelen