Diario de Len Tao
5 Mayo:
Hace una semana me encontré con Anna Anderson, de primera impresión debo escribir que sé a puesto mucho más bonita que cuando íbamos a la escuela secundaria, pero ese no es el punto, no es mi habito redactar un diario, pero dados los acontecimientos de la última semana creo que es necesario documentar, ya que no creo que se deba a un producto de mi imaginación.
Al salir del local donde estuve hablando con Anna recibí una llamada del comandante, hasta ese punto nada fuera de lo normal, por esta llamada no pude acompañar a Anna hasta su casa lo cual tenia pensado hacer debido a su aspecto. La puse en un taxi y a pesar de que ella no quería, mire un momento como el taxi se alejaba y me encamine a mi auto, debían ser más de las 6:30 PM, por que el sol ya empezaba a ocultarse, al llegar a mi auto no pude evitar notar a un hombre, alto, pálido y rubio que me miraba muy fijamente por un momento creí ver en sus ojos un tono rojizo, pero ahora reflexionando lo sucedido creo que se debió al efecto que tiene el sol, al atardecer y reflejarse en ojos oscuros, bueno deje a este hombre en paz y subí a mi auto, la puse en marcha y llegué a mi destino, al llegar ahí me encontré con Horo Horo
-"Tardaste demasiado"- Me dijo demasiado serio así que supuse que fuera lo que fuera por lo que me había citado no era nada agradable
-"Cálmate Horo, ya estoy aquí"- Dije para intentar suavizar su expresión, pero no lo logre, debo admitir que su mirada seria me pone muy nervioso sobre todo por que Horo siempre a tomado todo hasta cierto punto en broma y verlo serio no ayuda mucho a los nervios
Nos dirigimos en silencio hasta la oficina del comandante, toque quedamente la puerta, hasta que un "Pase" áspero y fuerte me contesto
-"Tao, Horo, Se han encontrado nuevas evidencias acerca de nuestro asesino"
-"¿Qué clase de evidencia?"- Pregunte un poco más calmado
-"Se han encontrado huellas dactilares en la ultima víctima, la chica de anoche"-
-"¿Y a quien corresponden dichas, huellas?"- Pregunto Horo lo cual me hizo sentir escalofríos, si el tampoco sabia nada entonces por que se había mostrado tan serio
-"Hace tres años, hubo un caso de secuestro muy sonado en la ciudad de Edo"- Empezó el comandante -"Bien a pesar de todos los esfuerzos jamás logramos recuperar a la chica"- Saco de su escritorio unas fotos y nos las mostró, en ellas se veía una chica de ojos y cabellos rozados, en lo personal no recordé ese incidente, supongo que no me entere del secuestro, Horo en cambio palideció más de la cuenta y me miro con Temor
-"Encontramos a la chica muerta, al parecer la dejaron sin comer por más de 5 días por que estaba extremadamente pálida, y demacrada"- Hasta ese punto yo no encontraba nada fuera de lo común, por lo tanto no podía saber a que se debía la mirada de Horo -"La chica se llamaba Tamao Tamura, pues bien las huellas que encontramos son de ella"- Me quede un poco sorprendido por lo ultimo dicho por mi superior, pero ¿Con tanta tecnología no era posible lograr utilizar huellas de alguien que había muerto?, No recuerdo exactamente toda la conversación, salvo unas cuantas cosas que aun están en mi memoria, como el hecho de que había una marca de sangre y que los resultados del ADN, coincidían con los de la chica, al menos era sangre de alguien que llevaba tres años de muerto, al salir Horo dijo
-"Era ella"- Supongo que lo mire algo extrañado, por que él me miro más serio y me dijo- "En el cementerio, recuerdas que me dijiste que alguien nos estaba observando"- asentí levemente sin encontrar relación entre lo que él me decía y la información del comandante- "Bien Len, tu no los viste, por que jamás volteaste, pero yo si, y te aseguro que esa chica de la foto estaba con ellos"-
Ahora si que lo miré sorprendido, meditando seguramente el pobre había trabajado mucho por que su cerebro empezaba a traicionarle
-"Horo, mira Yo..."-
-"NO LEN"- Me gritó haciendo que yo callara y el continuo hablando -"mira sé que no puedes creerme, y si yo estuviera en tu lugar tampoco lo creería"- al menos no estaba tan loco como pense en un principio- "Pero te aseguro que ERA ELLA, estaba con un hombre alto, de tez pálida, rubio"- En cuanto dijo esto yo me quede un momento pensando en el hombre que yo había visto- "El otro también era alto, pero era, más moreno y tenia una espada de madera, el Ultimo recuerdo que me llamo mucho la atención, por que transmitía cierta tranquilidad el ver sus ojos, era un poco más bajito que los demás, y se que la chica que estaba junto a él Era ella, por que sabes que nunca dejo de mirar a una mujer cuando esta es bonita, y no me mires así Len, que sé que tú hubieras hecho lo mismo, mira yo mismo tengo dudas, pero recuerda que en la academia, nos entrenaron para que con una sola mirada, pudiéramos registrar todo en nuestros cerebros y por favor Len, esta idea esta rondando en mi mente y sabes que cuando algo se me ha metido en la cabeza no hay poder humano para hacerme olvidarlo"- Solté un pequeño suspiro de irritación, ¿Quien mejor que yo para dar fe de las ultimas palabras de mi amigo?, yo ya sabia que esto no terminaría hasta que el se diera cuenta, que la mujer que vio era una con un increíble parecido nada más, pero ¿Cómo hacerle entrar en razón?
-"¿Y que sugieres?"- Me atreví a preguntar temiendo la respuesta
-Ir a la Hemeroteca" - Me dijo muy confiado
-"A buscar ¿qué?"- Pregunte ya exasperado
-"Información"- Dijo antes de despedirse de mí con una ademán
Yo subía a mi auto y me dirigí a mi casa, pensando en todas las ideas tontas que pasaban por la mente de Horo, a la mañana siguiente, todo estuvo normal, bueno más o menos ya que esa misma noche hubo otro ataque y nos dirigimos a la morgue, esta vez la víctima era una chica de la universidad Keiou Daigaku, era alumna de primer año, me sentía furioso no teníamos ninguna pista de ese maldito y para empeorar las cosas no había un patrón lógico entres las víctimas, ni siquiera un rango de edad que nos ayudara, la víctima más joven había sido un niño de 6 años que jugaba en un parque, la víctima más grande había sido la señora Kino, las demás víctimas eran hombres y mujeres de variadas edades y sin ninguna especie de familiaridad entre ellas, otra cosa que también me asombro en cuanto apareció la 4 víctima fue el hecho de que esta había tenido tiempo de escribir una nota pero esta no era de mucha ayuda, lo único que decía era "AK, Regresa solo tú podrás salvarme" eso no tenia sentido, aun así estaba entre la evidencia, lo único que en ese momento tenia claro era que TODAS las víctimas tenían arañazos en el cuello.
Nuestra visita a la Hemeroteca se demoro más de lo que Horo hubiera querido, en lo personal no sabía que demonios hacíamos ahí, ya habían pasado tres días desde que había visto a Anna. Al entrar al lugar mire a Horo
-"Y bien Horo Horo ¿qué buscamos?"- Pregunte mirándolo fijamente
-"Ya lo sabremos cuando lo veamos"- Dijo encogiéndose de hombros mientras yo ahogaba un grito de furia, así que estuve durante largo tiempo revisando periódicos viejos, hasta que lo vi, recuerdo que en ese momento me sentí un tanto extraño, leí la nota con sumo cuidado, pero por más que hacia el intento no podía apartar la vista de la fotografía. Supongo que me quede estático mucho tiempo por que Horo Horo me miraba preocupado y se acerco a mí, poso un brazo en mi hombro
-"¿Qué pasa?"- pregunto
-"Pues..."- No dije nada y me limite a señalar la foto
-"Es él"- Murmuro -"Es uno de los que estaban en el cementerio"- Debo decir que sentí como un aire frió subió por toda mi espina dorsal y como me quede con los ojos muy abiertos durante unos segundos
-"Es.. es.. estas seguro?"-
-"Si, ¿Por qué te pones así?"-
-"Este hombre, lo vi el día que encontré a Anna, al salir de la cafetería"-
Bien ahora se que el Hombre es Fausto, según la nota desapareció misteriosamente sin dejar rastro lo dieron por muerto después de 5 años de no saber nada de él, Horo esta muy excitado con todo esto y habla de cosas extrañas, dos días después supe que había encontrado el nombre de otra persona, quien también había desaparecido, su nombre Ryu, el tenia 2 años de desaparecido, Horo me comento que por más que a intentado investigar sobre el otro chico no a encontrado nada, justamente esta mañana me he enterado que Hao, está en la ciudad, me pareció muy extraño pero no dejo de alegrarme el saber que mi amigo de secundaria, estaba lo bastante bien como para viajar a Japón, dejare este escrito por que en este momento iré a ver a Hao quien nos cito a Anna, y a mí, Horo me acompañara.
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Ana miro como el rostro de Len se desvanecía con la distancia, no estaba muy segura de cuando lo volvería a ver, en el poco tiempo que se habían visto el le había contado de su trabajo y ella le había dicho lo que en esos momentos la hacia sentirse desdichada, ahora cargaba en su alma el deber de matar a alguien, a pesar de la frialdad de sus facciones, Anna no era tan mala como todos decían, al parecer solo Len la conocía en sus momentos vulnerables, y se conocía por que ambos se parecían en eso, ambos ocultaban sus verdaderos sentimientos, aun que ella había observado que Len se había vuelto una persona mucho más abierta y con más humor, suponía que se debía a su compañero Horo Horo y era que el, tenia cierto Ángel aun que también un poco exasperante, pero en el fondo una buena persona.
Gracias a que había estado con Len toda la tarde había olvidado un poco lo de la señora Kino, Recordó que la noticia el día anterior le había caído como balde de agua fría, le había llamado a su padre, para informarle después de todo la señora Kino era amiga de la familia desde antes que ella naciera, aun que aun había muchas preguntas rondando su mente
La primera y más importante, ¿Por que la señora Kino había tardado 18 años en hablar?, ¿Por que le había dicho que solo ella podría detenerlo?, y que había querido decir con eso de que sus destinos eran uno.
-"Señorita"- Dijo una voz sacándola abruptamente de sus pensamientos -"Es aquí"- Ella asintió y bajo del automóvil, no se preocupo por pagar, Len lo había hecho
No se sorprendió cuando vio la luz prendida en su casa supuso que su padre había llegado, eso suponía una revolución en su independencia, ya que en los últimos 2 años ella se había vuelto muy independiente y vivía sola, su padre la había mandado a hacerse cargo de una de las pequeñas compañias que su padre poseia.
-"Ya llegue"- Murmuro sin animo
-"Ya era hora"- La vocecita solo podía pertenecer a una persona y Anna suspiro cansada, imaginando ya el desenlace de la escena
-"Hola Manta"-
-"Solo Hola"- Reclamo el chico levantando una ceja
-"Que esperabas?, un ataque de felicidad, algo como QUE ALEGRIA VERTE, COMO VA ALA ESCUELA, QUE YA DEJARON DE ODIARME "- Dijo todo esto de corrido y el pobre Manta hizo muchos esfuerzos por entender las frases
-"Anna, ¿Te sientes bien?"-
-"No Manta no me siento bien, disculpa creo que fui un poco grosera
-"No te preocupes, ya te conosco, por cierto este sobre te llego, es de la señora Kino"-
Anna lo tomo en sus manos mientras, que palidecia más de lo normal bajo la mirada curiosa de su primo, Anna no queria abrir la carta, seguramente en ella estaba las respuesta en ese pequeño papel estaba seguramente toda la verdad hacerca de su vida...
Notas de la autora:
Bueno hasta aqui le dejo, pensaba escribir más pero no queria que este capi. me quedara Kilometrico gracias a todos por sus Reviews, de verdad los adoro y sabre la pareja, creo que me empieza a convencer el Yoh/Anna, pero aun le estoy pensando, este capitulo esta dividido en dos partes como ya se abran dado cuenta el sig. tendra el mismo titulo, y sabremos que es lo último que la señora Kino le escribio a Anna, dudas, comentarios, criticas, agradecere todos los reviews.
Verdades que Duelen
