FIN DE CURSO

Julio 6 era la fecha mas esperada para casi todos lo chicos en mi colegio; fecha en que las clases terminarían, los tramites para entrar a otra escuela comenzarían y cosas nuevas esperaban para todos. No para mi, yo, aun meses antes intentaba que el tiempo se detuviera y que esa fecha nunca llegara; la razón: ese chico, un año menor que yo, el mismo a quien había intentado hablar tantas veces, ninguna de ellas con éxito.

Siempre ocurría algo, el no salía de su salón, un amigo lo distraía y muchas otras veces la culpa era mía pues mi cuerpo no respondía al estar a menos de dos metros de distancia, así que nunca, por una o por otra cosa, había podido hablar con el.

Así, el 6 de Julio estaba cerca, tan cerca que los dedos de una mano me bastaban exactamente para contar los días restantes.

Debes hablarle ya. Tal vez también el este dispuesto y hasta ansioso por que lo hagas.

Muchas personas me daban ánimos para pararme frente a el, pero, como lo dije siempre no era tan sencillo; no sólo era hacer eso, abrir la boca y la magia no iba a salir de ella. Necesitaba un argumento y ni entonces tenia uno. Solo se me ocurría cuan apuesto me parecía, aunque talvez no lo fuera, como me encantaba su manera de caminar, pues era diferente, como su sonrisa hacia que mi estomago diera vueltas y que lo que sentía en ese momento, cuando el aparecía dejaba de tener importancia. Pero no creí bueno decir eso en la primera charla.

Veamos. Ya tienes como comenzarla, después de decir "hola", las palabras fluirán.

Mi mejor amigo, había tratado de todo para convencerme. Incluso había escrito como diálogos lo que pensaba correcto que dijera a aquel chico especial. Podría haber sido una gran enciclopedia.

No creas que el se quedará callado; tendrá que decir algo. ¿Y entonces? ¿Nunca has conversado, chica? ¡Tienes que seguir el hilo de lo que el diga después de "hola"! ¿entendido? ¿Y si digo una tontería? El dirá otra.

Planear como acercármele era conversación diaria y echarlo a perder mi forma de terminar un receso. Siempre me paralizaba y cuando tenia el valor, el simplemente no estaba disponible.

Algunas veces llegue a pensar que ese día nada podría ser peor, era el fin; yo iría a una escuela nueva y el se quedaría ahí, y siendo de las circunstancias era lo mas probable, nunca lo volvería a ver, incluso se desvanecería de mis sueños. Pero la cosa no fue tan sencilla, no para mi.

Si ya me era totalmente de trauma perderme un día común y corriente del chico, y sentía que no estaba completa si no sabia algo de su vida cotidiana, el día mas especial: su cumpleaños era una experiencia aterradora, y me dolía mucho perderme cada segundo de ese día. Mas me dolía que ese día que el consideraría especial, yo me estaría hundiendo en lo mas profundo de un pozo. Julio 6 era la fecha en que el cumpliría un año mas, un año que yo consideraría el mejor o mas penoso de mi vida.

"Talvez ese sea el pretexto perfecto para encararle", pensé un día. Las circunstancias eran perfectas; sería gran detalle recordar algo que me dijo hace mas de un año, su cumpleaños, yo podría hablar con el por fin y los dos quedaríamos satisfechos, uno mas que otro pero satisfechos al fin. Nunca dije a nadie mi plan o me presionarían y escribirían libros al respecto.

Los días pasaban rápidos, como agua entre las manos, cada uno para mi era un martirio pues duraban nada cuando lo veía y siglos cuando no era así.

Así, rápidos o lentos, pasaron los días, y cuatro dedos en mi mano sobraban para contar cuantos faltaban para aquel momento. Era cuestión de una noche, la ultima noche de angustia por volverlo a ver, después, todas serian iguales.

Debería haber dormido mucho, el día siguiente seria pesado, los sentimientos trabajarían duro y yo no estaba preparada para hacerlo sin descanso. Me acosté temprano; sin embargo, las horas de ventaja fueron utilizadas para pensar o ver al techo sin expresión alguna. La ultima vez que mire el reloj era alrededor de la una de la mañana, para entonces ya estaba mas dormida que despierta y no pensaba bien pero recuerdo haber sentido un par de lagrimas en mi mejilla, o talvez fueron mas, las almohadas son muy absorbentes.