Por: Nishi
Por: Nishi
Dedicado a mis amigas Haima y Kamui que me
animaron a escribir esta historia
Capítulo 2...
~*~~*~~*~~*~~*~~*~~*~
Bryan pagó el jugo de frutas que había comprado y abrió el envase para beber el dulce néctar. Su ceño fruncido en un signo de fatiga y su apariencia un poco más revuelta de lo normal hacían mella en su acostumbrada figura seria e impecable, un leve gruñido escapó de sus labios y es que el dolorcito pulsátil e intermitente sobre su cien tampoco ayudaba mucho. La encantadora ancianita que atendía el kiosco del hospital le sonrió preocupada y el moreno dejó de beber para voltear su rostro con cansancio, cerrando los ojos exhaló un suspiro. La señora Anya les conocía demasiado bien como para no notar sus semblantes intranquilos.
-... ¿Qué sucedió?...- preguntó la anciana, una dulce inmigrante alemana de cabellos grises armados en un tirante rodete sobre la nuca. Fijó la vista en el atractivo pelirrojo que sentado en una de mesas más alejadas del expendio, parecía estar muy concentrado en su brazo.
-... Un mal día...-
-... ¿Un mal día?...- la viejita extranjera pestañeó confundida y dejó de adornar su conocido kuchen de crema pastelera , mermelada y nueces picadas, para mirar a Bryan con una ceja inclinada.
-... Es una larga historia...- susurró bajando su mirada a la cajita de jugo.
-... Pues no me gusta ver a dos jóvenes con caras amargadas...- le ofreció dos trocitos de pastel de crema y fruta. Bryan parpadeó aturdido por la atención -... emmh yo...-
-... A endulzar la vida... un trocito para ti y otro para el joven Christopher... - Sonrió la anciana.
Bryan asintió sacando su lengua traviesamente como un niño goloso, la señora Anya los conocía muy bien, les había visto crecer a ambos, incluso sus padres habían ganado peso y barriga con las golosinas exquisitas de la agradable Alemana, bollitos rellenos de crema pastelera, galletas de nuez y chispitas de chocolates, kuchenes de mermelada y miel, frutas confitadas, la viejita tenía manos de ángel para la repostería, al moreno se le hizo agua la boca y es que era un adicto a los dulces, inclinó su rostro y sonrió amablemente, sus ojitos brillando por al gesto de la mujer -... Gracias...-
~*~*~*~
Entonces se había detenido de repente, sus temores volviéndose realidad, gritos, enfermeras corriendo por los pasillos, pacientes saliendo de sus habitaciones para intercambiar miraditas asustadizas y curiosas, el altavoz anunciando una emergencia, un grupo apiñado en la habitación 304. La habitación de Dean Seiler...
-... ¡¡¡Él ha destrozado los cristales de la ventana, él está loco!!!...- escuchó a un par de personas exclamar con nerviosismo -... Llamen al doctor... ¡¡¡rápido!!!....-. Christopher dio unos pasos inseguros... ¿qué sucedía?... ¿acaso el muchacho Seiler?...
-... ¡¡¡¡Aléjense!!!!....- la juvenil voz de Dean había resonado alterada y amenazante -... Rei... ¡¡¡¿dónde está Rei?!!! ¡¡¡¿dónde estoy?!!!!...-
Se abrió paso entre el puñado de personas que trataban en vano calmar al muchachito de cabellos cenizos, ¿esa fierecilla era el verdadero Dean?, los ojitos amielados encendidos como navajas doradas, su delgado y menudo cuerpecito crispado como un gato furioso. La suave imagen del niño dulce y frágil se había hecho pedazos en su mente.
Dean se lanzó de rodillas al piso para coger un trozo de vidrio, el pelirrojo dio un brinco asustadizo... ¿qué pretendía?
-... No se acerquen...- rodeó la cama agitando peligrosamente el trozo de cristal, sus manos heridas y sangrantes ante la presión excesiva del vidrio contra su piel. Chris sintió su corazón encogerse, Dean temblaba bajo la delgada y manchada bata del hospital, sus ojos aterrados, su rostro pálido y enfermizo.
Todo tan confuso, todo tan inaudito, que su mente aún no lograba concebir aquella situación como real, tenía que hacer algo -... Nadie va ha herirte, nadie va a ha dañarte...- Chris se aproximó lentamente, algunas personas intentado detenerle, sus miradas desaprobaban la arriesgada acción del pelirrojo, más él había continuado y con los brazos en alto se había acercado en un intento de apaciguar al alterado joven -... Por favor baja eso...-
Dean retrocedió unos pasos, sus pies desnudos moviéndose en forma insegura sobre la fría cerámica a medida que el pelirrojo se le aproximaba.
-... ¡¡¡¡NOOOO!!!!... DEJENMEEEE....-
El pelirrojo apenas y a tiempo de reaccionar se había cubierto el rostro con los brazos, Dean lanzándose sobre él completamente fuera de sí le había empujado contra la pared con una fuerza insólita para un adolescente menudo y de apariencia débil. Un golpe en la cabeza y un corte en su brazo. Le había herido, él le había empujado y cortado con el trozo de vidrio.
Chris sintió todo su interior temblar, sus ojos fijos en la amarilla y distorsionada mirada del joven que luchaba sobre él con golpes y arañazos, aún no podía creerlo, ¿qué había hecho mal?, no era cierto, no lo era, ese muchachito dulce, de carita inocente y aniñada, ¿dónde había quedado?... ¿quién era esa fierecilla?, si apenas y lograba contenerlo.
Y el pelirrojo estuvo aún más shockeado cuando le quitaron a duras penas un agitado y fiero Dean de encima, cuando le vio patalear y defenderse para que no le sedasen ni le contuvieran, cuando sus miradas, dorado y azul, se cruzaron por última vez antes de que el joven cayese anestesiado por los medicamentos.
-... ¿Chris?... ¡¡¡¡Chris!!!!...- el joven practicante dio un pequeño brinco y abrió los ojos con sorpresa -... maldita sea no debiste hacer eso, fue peligroso...- Bryan se veía agitado y nervioso -... ¿Estás bien?... Dios eres muy imprudente...- Chris sonrió con pesar cuando las rápidas manos de Bryan examinaron su brazo lastimado -...No es una herida profunda pero sangra bastante...-
-... ¿Qué haces aquí?...- Chris le miró de repente confundido
Bryan tiró suavemente de su oreja a modo de regaño -... ¿Qué hago aquí?... ¿Qué crees tú?... Te salvo el pellejo como siempre...-
-... Oh...- Chris levantó una ceja.
El moreno suspiró -... Mónica me avisó... me dijo que había problemas con un tal chico Seiler y...-
-... Y se puso blanco como papel cuando llegó en el minuto en que el muchacho se te lanzaba encima...- una enfermera se les acercó con la mirada preocupada -... ya se calmó...- miró de reojo al muchacho de cabellos rubios cenizos que en su sedación estaba siendo amarrado a la cama, le extendió una gasa a Bryan -... Gracias Mónica...- el moreno presionó el apósito sobre el brazo herido de Chris
-... ¿Te lastimó en alguna otra parte?...- preguntó la enfermera, una joven amiga de 24 añitos que solía trabajar en la sección de oncología del hospital.
-... Me golpee la cabeza cuando caí, no es nada que no pueda resolverse con algo hielo para bajar la hinchazón...- se apoyó en Bryan y se puso de pie -... ya estoy bien...-
-... ¿De seguro ya estas bien?...-
Chris levantó su vista confusa, miró a Bryan algo desorientado -... ¿qué si estas bien?...- El moreno se sentó en la mesita deslizando un trocito de tarta sobre el mantel -... Te lo envía la señora Anya, para que te animes...-
-.....-
-... ¿Qué te sucede hombre pareces hipnotizado?... desde que llegamos has estado perdido en algún lugar de tu mente... ¿aún piensas en lo de esta mañana?...-
-.....-
-... Quizás ese golpe en la cabeza no fue algo tan simple... ¿por qué no me dejas examinarlo?...- Bryan se recargó en la mesa poniendo las manos bajo su mentón.
-... No es necesario, yo... sólo recordaba....- cogió el tenedor con desgano y cortó un trocito de pastel, luego miró el dulce y desistió de probarlo, dando una mueca de cansancio retiró el plato hasta el centro de la mesa.
-... ¿Te ha afectado mucho lo del muchacho?... ¿no esperabas que reaccionara así verdad?...- Bryan empujo nuevamente el dulce sobre el mantel de Chris.
-... La verdad es que no...- Chris alejó otra vez el bizcocho con una mueca de molestia en su rostro.
-... No esta bien atarse tan personalmente a un paciente, ese tipo de relación sólo va a ocasionarte muchos dolores de cabeza y alguna que otra úlcera...-
-... ¡¡¡Ya te he dicho que no me gusta!!!!...- Chris le dedicó una mirada desafiante al moreno
-... ¡¡¡no soy tan estúpido como para querer ligarme a mi paciente!!!...-
Bryan se enderezó algo incomodo sobre su asiento, retiró sus manos de la mesa y acentuó levemente su ceño en una mueca de seriedad -... ¿Quién ha dicho algo de relacionarse afectivamente al chico Seiler?... yo me refería netamente a la relación paciente-profesional...-
-... Yo....- Christopher abrió sus ojos en sorpresa -... Yo...- no sabía que responderle a su amigo, lo que decía Bryan era cierto, ¿por qué le había contestado aquello?, ¿es que de verdad le importaba el muchacho en otro sentido que no fuera exclusivamente médico?, bajó el rostro y dio un saltito al notar como sus manos se enredaban en su bata blanca, estaba nervioso, siempre hacía eso cuando estaba nervioso, soltó la tela bruscamente y levantó la vista para encontrarse con la mirada seria del moreno, se había dado cuenta.
Chris sintió un calorcito subirle al rostro... ¿Y ahora?... Tenía unas ganas enormes de ser tragado por la tierra -... Yo...-
-... Ummmh... tarta de fruta...- un dedo travieso se hundió en la crema chantilly. Chris y Bryan voltearon sorprendidos, ellos conocían aquella voz.
-... ¿James?...-
-... siiiiiii...- afirmó el agente llevando a su boca el dedo embetunado en crema -... mmmmm...- cerró los ojos complacido -... rico, rico, muy rico, una delicia...-
Chris suspiró y dio gracias al milagro, se había librado del interrogatorio y de la desconfiada mirada que le ofrecía Bryan.... Guarda compostura y vuelve a ser el mismo antipático de siempre le decía una voz en su mente, te ha salvado la campana.
-... James... - contrajo su mentón en señal de desagrado, lo había logrado volvía a tener todo bajo control, o al menos eso era lo que pensaba.
Chris apuntó el pastel con su dedo -... Eso es mío....-
-... Pero tu no eres un egoísta ¿verdad Chrissssss?...- James rodeó con sus brazos el cuello del pelirrojo y le besó amorosamente en la mejilla -... ¿me has extrañado cariñito?...- preguntó con su voz ronroneante al mismo tiempo que acercaba sus labios a la oreja del joven y sonreía. Extrañamente su mirada no estaba clavada precisamente en Christopher.
Bryan se movió incomodo, sus mejillas levemente teñidas de rojo -... ¿verdad que me has extrañado?...- volvió a murmurar el agente, su boca muy cerca del cuello de Chris pero sus ojos fijos en las orbes castañas de Bryan.
-... ¡¡¡OHHHH James, quita!!!... no quiero tus mugrosas manos en mi cuello...-
-... Yo también te amo hermanito...-
-... ¡¡¡Fucking you!!!...-
-... Como si pudiese joderme más...- rió el agente arrastrando una silla cercana y sentándose entre Bryan y Chris.
El moreno suspiró atisbando disimuladamente las facciones de James, notaba algunos cambios desde la última vez que le había visto, ¿cuánto hacía de eso?... ¿tres meses?, tal vez cuatro... Pero Bryan sabía que pasase lo que pasease nunca dejaría de impresionarse con el hermano mayor de su mejor amigo.
James Granger seguía teniendo su cabello cobrizo oscuro, más castaño que rojo y para sorpresa de Bryan se lo había dejado crecer y lo llevaba atado en una colita baja, el moreno sonrió, las pecas del agente seguían como siempre, bien acentuados en las mejillas al igual que sus ojos azules pícaros y su sonrisa maliciosa. El joven Wood conocía a los hermanos Granger desde la infancia y para su pesar James había sido su peor tormento y es que mientras Christopher vivía su propio mundo, él había tenido que sufrir los constantes acosos de "su niñero", un pelirrojo que le sobrepasaba por casi cuatro años y que en su juventud frecuentemente les había cuidado tanto a Chris como a él cuando sus padres decidían repentinamente viajar o asistir a alguna fiesta de tipo social y por consiguiente necesitaban urgentemente a alguien que les cuidase.
Bryan suspiró con resignación, entre los casos apartes ambos hermanos eran sinónimo de "no tienen remedio".
-... Si sigues mirándome de esa manera me vas a desgastar, ¿acaso pretendes hacerme mal de ojo?, ¿o quizás?... ¿es que no puedes resistirte a mis encantos?...- James rodeó la espalda de Bryan con su brazo derecho y éste se tensó de pies a cabeza cuando el mentón del agente se apoyó inesperadamente en su hombro.
-...Te has aburrido tan pronto de mi hermanito...- Chris miró ceñudo al agente -...¡¡¡OHHHH!!! no me digas, puedo adivinarlo...- el agente le dedicó una mirada preocupada y cómica al pelirrojo -... Oh Chris no puedo creer que seas tan mal amante, pobrecito Bryan, mi hermanito ya no te complace...- sonrió suspicaz y presionó más su brazo en los hombros de Bryan -... Pero bebé has de saber algo...- levantó la carita colorada del cuasi-doctor, su rostro separado por unos milímetros de los labios del otro -... yo no soy nada fácil...- y le acarició suavemente la mejilla con su dedo índice.
Chris soltó una disimulada risa cuando vio a Bryan casi saltar de su asiento en un traspiés que por poco y le hace terminar en el suelo con todo y silla, tenía la cara como tomate y sus ojos marrones graciosamente abiertos en sorpresa y bochorno, no había nadie como su hermano para descolocar al moreno y él lo sabía, desde niños solía divertirse en grande con las cómicas reacciones de las que su mejor amigo era víctima cuando James decidía entrar en acción.
-... CHRIS Y YO, NOSOTROS NO SOMOS... QUIERO DECIR, SOMOS AMIGOS, TÚ LO SABES... YO...- Bryan ocultó con su mano la mejilla que James había acariciado -... ¡¡¡¡¿PO... POR QUÉ SIEMPRE HACES ESO?!!!...- protestó. El moreno volteó su rostro nervioso y miró a su alrededor temiendo que alguien le hubiese visto.
-... ¿Hacer qué?...- James levantó una ceja y le miró desentendido de la situación, una leve sonrisa maliciosa en su rostro.
Las mejillas del moreno se volvieron a colorear, el agente estaba ignorándolo como siempre, apretó sus puños cuando le vio girar el rostro para iniciar una conversación con su hermano menor. Bryan suspiró resignado e inflando las mejillas se movió para acomodar su silla y volver a sentarse... no, no había caso con James, nuevamente le había jugado sucio, apoyó sus manos en las rodillas, una mueca de niño molesto cruzaba su rostro.
-... ¿Entonces hermanito qué te sucedido en ese brazo?...- Chris dio un respingo y bajó rápidamente su mirada hacía la venda que cubría su herida.
~*~*~*~
Definitivamente no, su hermano estaba equivocado, Chris se detuvo frente a la habitación 304, sus manos enredándose sobre su bata blanca... ¿Alejarse?, no, esa no era la solución, además él no era un cobarde, enfrentaría a ese muchacho y descubriría todo.
Chris ingresó a la habitación y aunque trató de parecer sereno su semblante delataba inquietud, las palabras de James aún resonaban en su mente, "me designaron un caso", " tengo un mal presentimiento... evita en lo posible acercarte al muchacho Seiler"...
El pelirrojo se aproximó a la cama sintiendo una dura mirada posarse en su persona, podía percibir en cada célula, en cada fibra de su piel aquellos ojos escrutándole, sus piernas de repente eran temblorosa gelatina, bajó la mirada a la ficha clínica que colgaba a los pies de la cama, ¿por qué no podía enfrentarle?... era sólo un muchacho con actitud suicida, sólo eso y él era su médico, nada más.
No, James estaba equivocado... Dean era sólo en adolescente asustado, un muchacho angustiado y herido como todos los que trataban quitarse la vida... Pero, ¿por qué él estaba tan seguro de aquello si apenas le conocía?, ¿qué le hacía pensar de esa manera?, ¿y si se equivocaba?... Chris sintió todo su estomago revolverse, ¿y si James tenía razón?.
*** Inicio del Recuerdo***
-... ¿Entonces hermanito qué te sucedido en ese brazo?...- Chris se movió visiblemente incomodo. James que esperaba con tranquilidad la respuesta de su hermano menor hundió nuevamente su dedo en la crema del pastel casi olvidado.
-... Yo...-
Bryan fijó su mirada en Chris y acentuó en su rostro una mueca de reproche -... Pues tu hermano menor hoy ha actuado impulsivamente, y ya ves casi le matan por su imprudencia...-
James se incorporó en su asiento y dejó de picotear el pastel para dedicarle una mirada seria a su hermano -... ¡¡¡¿Qué tu hiciste qué?!!!...-
Chris se encogió de hombros y frunció el entrecejo cuando su mirada se cruzó con la marrón de Bryan que le había delatado con su hermano.
-... No me ha pasado nada... estoy bien...- se mordió los labios. El pelirrojo evitaba tratar esos temas con James, aunque no lo pareciese en ocasiones el agente rayaba en el límite de la sobreprotección con él.
-... Pero si no te sacan al chico Seiler de encima de seguro y te mata...-
James se puso de pie bruscamente sacudiendo la mesita y la silla en el proceso -... ¡¡¡¡¿¿¿Se puede saber que diablos hacías tú con el chico Seiler???!!!...- reprendió, su tono de voz unos cuantos decibeles más altos de lo normal.
Chris dio un respingo, sus cabellos erizándose por el extraño cambio de su hermano, sus ojos buscaron los de Bryan y al encontrarlos le notó tan confundido como él mismo -... Pues yo... este...-
El pelirrojo se encogió en su silla -... Dean Seiler es mi paciente... Esta mañana ha despertado, estaba turbado, muy confundido, y bueno entró en una crisis, hizo un gran alboroto...-
-... Maldita sea...- James no pareció relajarse con la respuesta y para sorpresa de ambos amigos buscó con aprehensión algo dentro de su gabardina negra. Finalmente soltó un leve suspiró, había olvidado la cajetilla de cigarros en la guantera del automóvil.
-... Me designaron un caso...- murmuró sentándose nuevamente en la silla, cerró sus dedos sobre su barbilla y miró a su hermano -... Hace aproximadamente cuatro meses Rei Seiler fue violentado y asesinado brutalmente...-
El pelirrojo entreabrió la boca y volvió a cerrarla algo inquieto, ¿Rei?... ¿ese nombre?, recordaba, si recordaba, había escuchado a Dean gritar por un tal Rei... El muchacho había hecho referencia aquel nombre.
-... Rei era un familiar directo de Dean, su gemelo...-
-... ¿Su gemelo?...- Bryan se notaba tan asombrado como el pelirrojo -... ¿Dean Seiler tenía un gemelo?... ¿su gemelo fue asesinado?...-
El agente asintió con la cabeza y continuó -... El caso se asoció a una seguidilla de homicidios que se han desarrollado con un patrón muy similar y que hemos venido investigando hace bastantes años ya... la muerte del chico Seiler y de otros muchachos, los signos y algunas pistas encontradas en el lugar de los hechos, todo se relacionó con los actos de un psicópata que cada cierto tiempo suele asesinar de forma animal a sus víctimas...-
-... ummmh...- gimió Christopher desconcertado -... ¿Qué tiene que ver Dean Seiler en todo este asunto?...-
James descansó sus manos sobre la mesa y prosiguió -... Luego de la muerte de su hermano Dean desapareció misteriosamente, fueron tres semanas de incesante búsqueda, escudriñamos en cada callejón, debajo de cada piedrita, llegamos a pensar que se había convertido en la nueva presa del demente... Y bueno, ya se imaginarán cual fue nuestra impresión al encontrarle hace un par de días casi al borde de la muerte, un intento fallido de suicidio... ¿no les parece extraño?...-
-... ¿A qué te refieres?...- Chris se estremeció al asociar los hechos.
-... Tú eres el loquero aquí hermanito, deberías tener por lo menos una idea en mente...-
Chris tembló no quería pensar en aquella alternativa
-... ¿Tratas de decirnos que de alguna manera Dean está implicado en la muerte de su hermano?...-
-... Pues no lo sé, aunque no me cabe la menor duda que su comportamiento después de la muerte de Rei, fue muy extraño...-
El pelirrojo se puso pálido, Dean liado en aquella muerte, imposible, era imposible. Chris bajó su rostro.
-... Aunque sigue siendo sólo una suposición, en realidad estoy muy confundido, ese muchacho esconde muchas cosas... ¿y si está siendo intimidado de alguna forma?... tal ves sabe algo que nosotros ignoramos, algo le hizo querer atentar con su propia vida...-
James suspiró agotado -... Aún así le tendremos vigilado... tengo un mal presentimiento, es como si algo peligroso fuera a suceder... Por tu propio bien hermanito, como doctor has tu trabajo pero en lo posible evita acercarte demasiado al muchacho Seiler...-
*** Fin del Recuerdo***
-... Si vienes a echarme en cara lo del otro día es mejor que me dejes en paz... no pienso disculparme...-
Chris esbozó una media sonrisa, escribió algo en la ficha clínica y miró a Dean de reojo, sólo se trataba de un adolescente asustado y resentido con el mundo por no haber podido consumar sus intenciones suicidas.
-... Pues no te he pedido que te disculpes...- Christopher levantó el rostro y le dedicó una sonrisa abierta y amigable.
Dean frunció el ceño molesto y volteó su rostro con fastidio, sus manos temblaban sin poder controlarlas, tenía un dolor de cabeza espantoso y un extraño sabor en la boca.
El muchacho trató de ocultar sus temblorosas manos bajo las mantas cuando sintió la mirada del pelirrojo sobre ellas. Los signos del síndrome de abstinencia se hacían visibles y le eran molestos, después de todo había estado saturándose de antidepresivos por casi tres meses y ahora tu cuerpo resentía la falta de aquellas drogas.
-... ¡¡¡¡No me mires así, no quiero tu lastima!!!!...-
-... No era mi intención... - se disculpó el pelirrojo -... Yo sólo deseo ayudarte... Mi nombre es Christopher Granger, soy tu...-
-... ¡¡¡¡VETE Y DEJAME EN PAZ DE UNA MALDITA VEZ!!!...-
Christopher le miró ceñudo -... Sí, para mi también es un gusto conocerte...- murmuró con ironía. El pelirrojo suspiró con cansancio y llevó una mano a su cien adolorida. Al parecer comunicarse con el muchacho Seiler iba a resultar mucho más difícil de lo que pensaba.
~*~*~*~ Continuará ~*~*~*~
Por: Nishi
Dedicado a mis amigas Haima y Kamui que me
animaron a escribir esta historia
Capítulo 2...
~*~~*~~*~~*~~*~~*~~*~
Bryan pagó el jugo de frutas que había comprado y abrió el envase para beber el dulce néctar. Su ceño fruncido en un signo de fatiga y su apariencia un poco más revuelta de lo normal hacían mella en su acostumbrada figura seria e impecable, un leve gruñido escapó de sus labios y es que el dolorcito pulsátil e intermitente sobre su cien tampoco ayudaba mucho. La encantadora ancianita que atendía el kiosco del hospital le sonrió preocupada y el moreno dejó de beber para voltear su rostro con cansancio, cerrando los ojos exhaló un suspiro. La señora Anya les conocía demasiado bien como para no notar sus semblantes intranquilos.
-... ¿Qué sucedió?...- preguntó la anciana, una dulce inmigrante alemana de cabellos grises armados en un tirante rodete sobre la nuca. Fijó la vista en el atractivo pelirrojo que sentado en una de mesas más alejadas del expendio, parecía estar muy concentrado en su brazo.
-... Un mal día...-
-... ¿Un mal día?...- la viejita extranjera pestañeó confundida y dejó de adornar su conocido kuchen de crema pastelera , mermelada y nueces picadas, para mirar a Bryan con una ceja inclinada.
-... Es una larga historia...- susurró bajando su mirada a la cajita de jugo.
-... Pues no me gusta ver a dos jóvenes con caras amargadas...- le ofreció dos trocitos de pastel de crema y fruta. Bryan parpadeó aturdido por la atención -... emmh yo...-
-... A endulzar la vida... un trocito para ti y otro para el joven Christopher... - Sonrió la anciana.
Bryan asintió sacando su lengua traviesamente como un niño goloso, la señora Anya los conocía muy bien, les había visto crecer a ambos, incluso sus padres habían ganado peso y barriga con las golosinas exquisitas de la agradable Alemana, bollitos rellenos de crema pastelera, galletas de nuez y chispitas de chocolates, kuchenes de mermelada y miel, frutas confitadas, la viejita tenía manos de ángel para la repostería, al moreno se le hizo agua la boca y es que era un adicto a los dulces, inclinó su rostro y sonrió amablemente, sus ojitos brillando por al gesto de la mujer -... Gracias...-
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Entonces se había detenido de repente, sus temores volviéndose realidad, gritos, enfermeras corriendo por los pasillos, pacientes saliendo de sus habitaciones para intercambiar miraditas asustadizas y curiosas, el altavoz anunciando una emergencia, un grupo apiñado en la habitación 304. La habitación de Dean Seiler...
-... ¡¡¡Él ha destrozado los cristales de la ventana, él está loco!!!...- escuchó a un par de personas exclamar con nerviosismo -... Llamen al doctor... ¡¡¡rápido!!!....-. Christopher dio unos pasos inseguros... ¿qué sucedía?... ¿acaso el muchacho Seiler?...
-... ¡¡¡¡Aléjense!!!!....- la juvenil voz de Dean había resonado alterada y amenazante -... Rei... ¡¡¡¿dónde está Rei?!!! ¡¡¡¿dónde estoy?!!!!...-
Se abrió paso entre el puñado de personas que trataban en vano calmar al muchachito de cabellos cenizos, ¿esa fierecilla era el verdadero Dean?, los ojitos amielados encendidos como navajas doradas, su delgado y menudo cuerpecito crispado como un gato furioso. La suave imagen del niño dulce y frágil se había hecho pedazos en su mente.
Dean se lanzó de rodillas al piso para coger un trozo de vidrio, el pelirrojo dio un brinco asustadizo... ¿qué pretendía?
-... No se acerquen...- rodeó la cama agitando peligrosamente el trozo de cristal, sus manos heridas y sangrantes ante la presión excesiva del vidrio contra su piel. Chris sintió su corazón encogerse, Dean temblaba bajo la delgada y manchada bata del hospital, sus ojos aterrados, su rostro pálido y enfermizo.
Todo tan confuso, todo tan inaudito, que su mente aún no lograba concebir aquella situación como real, tenía que hacer algo -... Nadie va ha herirte, nadie va a ha dañarte...- Chris se aproximó lentamente, algunas personas intentado detenerle, sus miradas desaprobaban la arriesgada acción del pelirrojo, más él había continuado y con los brazos en alto se había acercado en un intento de apaciguar al alterado joven -... Por favor baja eso...-
Dean retrocedió unos pasos, sus pies desnudos moviéndose en forma insegura sobre la fría cerámica a medida que el pelirrojo se le aproximaba.
-... ¡¡¡¡NOOOO!!!!... DEJENMEEEE....-
El pelirrojo apenas y a tiempo de reaccionar se había cubierto el rostro con los brazos, Dean lanzándose sobre él completamente fuera de sí le había empujado contra la pared con una fuerza insólita para un adolescente menudo y de apariencia débil. Un golpe en la cabeza y un corte en su brazo. Le había herido, él le había empujado y cortado con el trozo de vidrio.
Chris sintió todo su interior temblar, sus ojos fijos en la amarilla y distorsionada mirada del joven que luchaba sobre él con golpes y arañazos, aún no podía creerlo, ¿qué había hecho mal?, no era cierto, no lo era, ese muchachito dulce, de carita inocente y aniñada, ¿dónde había quedado?... ¿quién era esa fierecilla?, si apenas y lograba contenerlo.
Y el pelirrojo estuvo aún más shockeado cuando le quitaron a duras penas un agitado y fiero Dean de encima, cuando le vio patalear y defenderse para que no le sedasen ni le contuvieran, cuando sus miradas, dorado y azul, se cruzaron por última vez antes de que el joven cayese anestesiado por los medicamentos.
-... ¿Chris?... ¡¡¡¡Chris!!!!...- el joven practicante dio un pequeño brinco y abrió los ojos con sorpresa -... maldita sea no debiste hacer eso, fue peligroso...- Bryan se veía agitado y nervioso -... ¿Estás bien?... Dios eres muy imprudente...- Chris sonrió con pesar cuando las rápidas manos de Bryan examinaron su brazo lastimado -...No es una herida profunda pero sangra bastante...-
-... ¿Qué haces aquí?...- Chris le miró de repente confundido
Bryan tiró suavemente de su oreja a modo de regaño -... ¿Qué hago aquí?... ¿Qué crees tú?... Te salvo el pellejo como siempre...-
-... Oh...- Chris levantó una ceja.
El moreno suspiró -... Mónica me avisó... me dijo que había problemas con un tal chico Seiler y...-
-... Y se puso blanco como papel cuando llegó en el minuto en que el muchacho se te lanzaba encima...- una enfermera se les acercó con la mirada preocupada -... ya se calmó...- miró de reojo al muchacho de cabellos rubios cenizos que en su sedación estaba siendo amarrado a la cama, le extendió una gasa a Bryan -... Gracias Mónica...- el moreno presionó el apósito sobre el brazo herido de Chris
-... ¿Te lastimó en alguna otra parte?...- preguntó la enfermera, una joven amiga de 24 añitos que solía trabajar en la sección de oncología del hospital.
-... Me golpee la cabeza cuando caí, no es nada que no pueda resolverse con algo hielo para bajar la hinchazón...- se apoyó en Bryan y se puso de pie -... ya estoy bien...-
-... ¿De seguro ya estas bien?...-
Chris levantó su vista confusa, miró a Bryan algo desorientado -... ¿qué si estas bien?...- El moreno se sentó en la mesita deslizando un trocito de tarta sobre el mantel -... Te lo envía la señora Anya, para que te animes...-
-.....-
-... ¿Qué te sucede hombre pareces hipnotizado?... desde que llegamos has estado perdido en algún lugar de tu mente... ¿aún piensas en lo de esta mañana?...-
-.....-
-... Quizás ese golpe en la cabeza no fue algo tan simple... ¿por qué no me dejas examinarlo?...- Bryan se recargó en la mesa poniendo las manos bajo su mentón.
-... No es necesario, yo... sólo recordaba....- cogió el tenedor con desgano y cortó un trocito de pastel, luego miró el dulce y desistió de probarlo, dando una mueca de cansancio retiró el plato hasta el centro de la mesa.
-... ¿Te ha afectado mucho lo del muchacho?... ¿no esperabas que reaccionara así verdad?...- Bryan empujo nuevamente el dulce sobre el mantel de Chris.
-... La verdad es que no...- Chris alejó otra vez el bizcocho con una mueca de molestia en su rostro.
-... No esta bien atarse tan personalmente a un paciente, ese tipo de relación sólo va a ocasionarte muchos dolores de cabeza y alguna que otra úlcera...-
-... ¡¡¡Ya te he dicho que no me gusta!!!!...- Chris le dedicó una mirada desafiante al moreno
-... ¡¡¡no soy tan estúpido como para querer ligarme a mi paciente!!!...-
Bryan se enderezó algo incomodo sobre su asiento, retiró sus manos de la mesa y acentuó levemente su ceño en una mueca de seriedad -... ¿Quién ha dicho algo de relacionarse afectivamente al chico Seiler?... yo me refería netamente a la relación paciente-profesional...-
-... Yo....- Christopher abrió sus ojos en sorpresa -... Yo...- no sabía que responderle a su amigo, lo que decía Bryan era cierto, ¿por qué le había contestado aquello?, ¿es que de verdad le importaba el muchacho en otro sentido que no fuera exclusivamente médico?, bajó el rostro y dio un saltito al notar como sus manos se enredaban en su bata blanca, estaba nervioso, siempre hacía eso cuando estaba nervioso, soltó la tela bruscamente y levantó la vista para encontrarse con la mirada seria del moreno, se había dado cuenta.
Chris sintió un calorcito subirle al rostro... ¿Y ahora?... Tenía unas ganas enormes de ser tragado por la tierra -... Yo...-
-... Ummmh... tarta de fruta...- un dedo travieso se hundió en la crema chantilly. Chris y Bryan voltearon sorprendidos, ellos conocían aquella voz.
-... ¿James?...-
-... siiiiiii...- afirmó el agente llevando a su boca el dedo embetunado en crema -... mmmmm...- cerró los ojos complacido -... rico, rico, muy rico, una delicia...-
Chris suspiró y dio gracias al milagro, se había librado del interrogatorio y de la desconfiada mirada que le ofrecía Bryan.... Guarda compostura y vuelve a ser el mismo antipático de siempre le decía una voz en su mente, te ha salvado la campana.
-... James... - contrajo su mentón en señal de desagrado, lo había logrado volvía a tener todo bajo control, o al menos eso era lo que pensaba.
Chris apuntó el pastel con su dedo -... Eso es mío....-
-... Pero tu no eres un egoísta ¿verdad Chrissssss?...- James rodeó con sus brazos el cuello del pelirrojo y le besó amorosamente en la mejilla -... ¿me has extrañado cariñito?...- preguntó con su voz ronroneante al mismo tiempo que acercaba sus labios a la oreja del joven y sonreía. Extrañamente su mirada no estaba clavada precisamente en Christopher.
Bryan se movió incomodo, sus mejillas levemente teñidas de rojo -... ¿verdad que me has extrañado?...- volvió a murmurar el agente, su boca muy cerca del cuello de Chris pero sus ojos fijos en las orbes castañas de Bryan.
-... ¡¡¡OHHHH James, quita!!!... no quiero tus mugrosas manos en mi cuello...-
-... Yo también te amo hermanito...-
-... ¡¡¡Fucking you!!!...-
-... Como si pudiese joderme más...- rió el agente arrastrando una silla cercana y sentándose entre Bryan y Chris.
El moreno suspiró atisbando disimuladamente las facciones de James, notaba algunos cambios desde la última vez que le había visto, ¿cuánto hacía de eso?... ¿tres meses?, tal vez cuatro... Pero Bryan sabía que pasase lo que pasease nunca dejaría de impresionarse con el hermano mayor de su mejor amigo.
James Granger seguía teniendo su cabello cobrizo oscuro, más castaño que rojo y para sorpresa de Bryan se lo había dejado crecer y lo llevaba atado en una colita baja, el moreno sonrió, las pecas del agente seguían como siempre, bien acentuados en las mejillas al igual que sus ojos azules pícaros y su sonrisa maliciosa. El joven Wood conocía a los hermanos Granger desde la infancia y para su pesar James había sido su peor tormento y es que mientras Christopher vivía su propio mundo, él había tenido que sufrir los constantes acosos de "su niñero", un pelirrojo que le sobrepasaba por casi cuatro años y que en su juventud frecuentemente les había cuidado tanto a Chris como a él cuando sus padres decidían repentinamente viajar o asistir a alguna fiesta de tipo social y por consiguiente necesitaban urgentemente a alguien que les cuidase.
Bryan suspiró con resignación, entre los casos apartes ambos hermanos eran sinónimo de "no tienen remedio".
-... Si sigues mirándome de esa manera me vas a desgastar, ¿acaso pretendes hacerme mal de ojo?, ¿o quizás?... ¿es que no puedes resistirte a mis encantos?...- James rodeó la espalda de Bryan con su brazo derecho y éste se tensó de pies a cabeza cuando el mentón del agente se apoyó inesperadamente en su hombro.
-...Te has aburrido tan pronto de mi hermanito...- Chris miró ceñudo al agente -...¡¡¡OHHHH!!! no me digas, puedo adivinarlo...- el agente le dedicó una mirada preocupada y cómica al pelirrojo -... Oh Chris no puedo creer que seas tan mal amante, pobrecito Bryan, mi hermanito ya no te complace...- sonrió suspicaz y presionó más su brazo en los hombros de Bryan -... Pero bebé has de saber algo...- levantó la carita colorada del cuasi-doctor, su rostro separado por unos milímetros de los labios del otro -... yo no soy nada fácil...- y le acarició suavemente la mejilla con su dedo índice.
Chris soltó una disimulada risa cuando vio a Bryan casi saltar de su asiento en un traspiés que por poco y le hace terminar en el suelo con todo y silla, tenía la cara como tomate y sus ojos marrones graciosamente abiertos en sorpresa y bochorno, no había nadie como su hermano para descolocar al moreno y él lo sabía, desde niños solía divertirse en grande con las cómicas reacciones de las que su mejor amigo era víctima cuando James decidía entrar en acción.
-... CHRIS Y YO, NOSOTROS NO SOMOS... QUIERO DECIR, SOMOS AMIGOS, TÚ LO SABES... YO...- Bryan ocultó con su mano la mejilla que James había acariciado -... ¡¡¡¡¿PO... POR QUÉ SIEMPRE HACES ESO?!!!...- protestó. El moreno volteó su rostro nervioso y miró a su alrededor temiendo que alguien le hubiese visto.
-... ¿Hacer qué?...- James levantó una ceja y le miró desentendido de la situación, una leve sonrisa maliciosa en su rostro.
Las mejillas del moreno se volvieron a colorear, el agente estaba ignorándolo como siempre, apretó sus puños cuando le vio girar el rostro para iniciar una conversación con su hermano menor. Bryan suspiró resignado e inflando las mejillas se movió para acomodar su silla y volver a sentarse... no, no había caso con James, nuevamente le había jugado sucio, apoyó sus manos en las rodillas, una mueca de niño molesto cruzaba su rostro.
-... ¿Entonces hermanito qué te sucedido en ese brazo?...- Chris dio un respingo y bajó rápidamente su mirada hacía la venda que cubría su herida.
~*~*~*~
Definitivamente no, su hermano estaba equivocado, Chris se detuvo frente a la habitación 304, sus manos enredándose sobre su bata blanca... ¿Alejarse?, no, esa no era la solución, además él no era un cobarde, enfrentaría a ese muchacho y descubriría todo.
Chris ingresó a la habitación y aunque trató de parecer sereno su semblante delataba inquietud, las palabras de James aún resonaban en su mente, "me designaron un caso", " tengo un mal presentimiento... evita en lo posible acercarte al muchacho Seiler"...
El pelirrojo se aproximó a la cama sintiendo una dura mirada posarse en su persona, podía percibir en cada célula, en cada fibra de su piel aquellos ojos escrutándole, sus piernas de repente eran temblorosa gelatina, bajó la mirada a la ficha clínica que colgaba a los pies de la cama, ¿por qué no podía enfrentarle?... era sólo un muchacho con actitud suicida, sólo eso y él era su médico, nada más.
No, James estaba equivocado... Dean era sólo en adolescente asustado, un muchacho angustiado y herido como todos los que trataban quitarse la vida... Pero, ¿por qué él estaba tan seguro de aquello si apenas le conocía?, ¿qué le hacía pensar de esa manera?, ¿y si se equivocaba?... Chris sintió todo su estomago revolverse, ¿y si James tenía razón?.
*** Inicio del Recuerdo***
-... ¿Entonces hermanito qué te sucedido en ese brazo?...- Chris se movió visiblemente incomodo. James que esperaba con tranquilidad la respuesta de su hermano menor hundió nuevamente su dedo en la crema del pastel casi olvidado.
-... Yo...-
Bryan fijó su mirada en Chris y acentuó en su rostro una mueca de reproche -... Pues tu hermano menor hoy ha actuado impulsivamente, y ya ves casi le matan por su imprudencia...-
James se incorporó en su asiento y dejó de picotear el pastel para dedicarle una mirada seria a su hermano -... ¡¡¡¿Qué tu hiciste qué?!!!...-
Chris se encogió de hombros y frunció el entrecejo cuando su mirada se cruzó con la marrón de Bryan que le había delatado con su hermano.
-... No me ha pasado nada... estoy bien...- se mordió los labios. El pelirrojo evitaba tratar esos temas con James, aunque no lo pareciese en ocasiones el agente rayaba en el límite de la sobreprotección con él.
-... Pero si no te sacan al chico Seiler de encima de seguro y te mata...-
James se puso de pie bruscamente sacudiendo la mesita y la silla en el proceso -... ¡¡¡¡¿¿¿Se puede saber que diablos hacías tú con el chico Seiler???!!!...- reprendió, su tono de voz unos cuantos decibeles más altos de lo normal.
Chris dio un respingo, sus cabellos erizándose por el extraño cambio de su hermano, sus ojos buscaron los de Bryan y al encontrarlos le notó tan confundido como él mismo -... Pues yo... este...-
El pelirrojo se encogió en su silla -... Dean Seiler es mi paciente... Esta mañana ha despertado, estaba turbado, muy confundido, y bueno entró en una crisis, hizo un gran alboroto...-
-... Maldita sea...- James no pareció relajarse con la respuesta y para sorpresa de ambos amigos buscó con aprehensión algo dentro de su gabardina negra. Finalmente soltó un leve suspiró, había olvidado la cajetilla de cigarros en la guantera del automóvil.
-... Me designaron un caso...- murmuró sentándose nuevamente en la silla, cerró sus dedos sobre su barbilla y miró a su hermano -... Hace aproximadamente cuatro meses Rei Seiler fue violentado y asesinado brutalmente...-
El pelirrojo entreabrió la boca y volvió a cerrarla algo inquieto, ¿Rei?... ¿ese nombre?, recordaba, si recordaba, había escuchado a Dean gritar por un tal Rei... El muchacho había hecho referencia aquel nombre.
-... Rei era un familiar directo de Dean, su gemelo...-
-... ¿Su gemelo?...- Bryan se notaba tan asombrado como el pelirrojo -... ¿Dean Seiler tenía un gemelo?... ¿su gemelo fue asesinado?...-
El agente asintió con la cabeza y continuó -... El caso se asoció a una seguidilla de homicidios que se han desarrollado con un patrón muy similar y que hemos venido investigando hace bastantes años ya... la muerte del chico Seiler y de otros muchachos, los signos y algunas pistas encontradas en el lugar de los hechos, todo se relacionó con los actos de un psicópata que cada cierto tiempo suele asesinar de forma animal a sus víctimas...-
-... ummmh...- gimió Christopher desconcertado -... ¿Qué tiene que ver Dean Seiler en todo este asunto?...-
James descansó sus manos sobre la mesa y prosiguió -... Luego de la muerte de su hermano Dean desapareció misteriosamente, fueron tres semanas de incesante búsqueda, escudriñamos en cada callejón, debajo de cada piedrita, llegamos a pensar que se había convertido en la nueva presa del demente... Y bueno, ya se imaginarán cual fue nuestra impresión al encontrarle hace un par de días casi al borde de la muerte, un intento fallido de suicidio... ¿no les parece extraño?...-
-... ¿A qué te refieres?...- Chris se estremeció al asociar los hechos.
-... Tú eres el loquero aquí hermanito, deberías tener por lo menos una idea en mente...-
Chris tembló no quería pensar en aquella alternativa
-... ¿Tratas de decirnos que de alguna manera Dean está implicado en la muerte de su hermano?...-
-... Pues no lo sé, aunque no me cabe la menor duda que su comportamiento después de la muerte de Rei, fue muy extraño...-
El pelirrojo se puso pálido, Dean liado en aquella muerte, imposible, era imposible. Chris bajó su rostro.
-... Aunque sigue siendo sólo una suposición, en realidad estoy muy confundido, ese muchacho esconde muchas cosas... ¿y si está siendo intimidado de alguna forma?... tal ves sabe algo que nosotros ignoramos, algo le hizo querer atentar con su propia vida...-
James suspiró agotado -... Aún así le tendremos vigilado... tengo un mal presentimiento, es como si algo peligroso fuera a suceder... Por tu propio bien hermanito, como doctor has tu trabajo pero en lo posible evita acercarte demasiado al muchacho Seiler...-
*** Fin del Recuerdo***
-... Si vienes a echarme en cara lo del otro día es mejor que me dejes en paz... no pienso disculparme...-
Chris esbozó una media sonrisa, escribió algo en la ficha clínica y miró a Dean de reojo, sólo se trataba de un adolescente asustado y resentido con el mundo por no haber podido consumar sus intenciones suicidas.
-... Pues no te he pedido que te disculpes...- Christopher levantó el rostro y le dedicó una sonrisa abierta y amigable.
Dean frunció el ceño molesto y volteó su rostro con fastidio, sus manos temblaban sin poder controlarlas, tenía un dolor de cabeza espantoso y un extraño sabor en la boca.
El muchacho trató de ocultar sus temblorosas manos bajo las mantas cuando sintió la mirada del pelirrojo sobre ellas. Los signos del síndrome de abstinencia se hacían visibles y le eran molestos, después de todo había estado saturándose de antidepresivos por casi tres meses y ahora tu cuerpo resentía la falta de aquellas drogas.
-... ¡¡¡¡No me mires así, no quiero tu lastima!!!!...-
-... No era mi intención... - se disculpó el pelirrojo -... Yo sólo deseo ayudarte... Mi nombre es Christopher Granger, soy tu...-
-... ¡¡¡¡VETE Y DEJAME EN PAZ DE UNA MALDITA VEZ!!!...-
Christopher le miró ceñudo -... Sí, para mi también es un gusto conocerte...- murmuró con ironía. El pelirrojo suspiró con cansancio y llevó una mano a su cien adolorida. Al parecer comunicarse con el muchacho Seiler iba a resultar mucho más difícil de lo que pensaba.
~*~*~*~ Continuará ~*~*~*~
