12 meses antes

Era una tarde nublada, el sol parecía haberse escondido ya que no hizo acto de presencia en todo el día. El clima no ayudó en nada al ánimo de una chica pelirroja de apellido Weasley que pasaba por una de las mas grandes depresiones que había tenido hasta aquel momento ¿La causa? había terminado su noviazgo con Harry Potter. Después de haberse enamorado de él desde el instante en que lo vio, de haber esperado a que él se fijara en ella, después de 6 años de noviazgo… todo para nada porque ese día se había terminado.

A sus 21 años Ginny era una de las chicas mas envidiadas de todo el mundo mágico ya que era alta, delgada pero con una muy buena figura, una carita de ángel, muy inteligente y sobre todo muy audaz, ella era una de las mas respetadas Aurors en todo el medio. Y tenía a su lado al mejor jugador de Quidditch de todos los tiempos, un muchacho alto de un cuerpo muy bien formado a causa de su profesión, inteligente y sobre todo reconocido internacionalmente: Harry Potter. En pocas palabras la pareja perfecta ¿Qué podía haber estado mal? ¿En qué se había equivocado? Era lo mismo que la joven pelirroja se preguntaba mientras lloraba a rienda suelta en lo que había sido su habitación de niña. A pesar de que tenía un departamento en una de las zonas más lujosas del mundo mágico decidió ir con su madre ya que sabía que ahí no se sentiría tan sola. Pero cuando llegó no había nadie en la Madriguera así que ella simplemente subió y se metió a su cuarto, esperaría a su madre y a Hermione para poder desahogarse con ellas, pero hasta llorar cansa y Ginny cayó rendida antes de que llegaran.

-¿Ginny?-



-Mhmhmh ¿Hermione? ¿A qué hora llegaste?-

-Justo ahora, me tenías muy preocupada-

-¿Qué hora es?-

-No lo sé-

Ginny se asomó a ver el reloj

-¡Por todos los magos! ¡Dormí horas!-

-Y por tu facha también lloraste por horas-

El rostro de la chica se tiñó del tono de su cabello

-¿Qué pasó amiga?-

-¿Y mi mamá?-

-Abajo-

-¿No están mis hermanos?-

-No, solo estamos nosotras tres-

-Entonces vamos abajo ¿si? Ahí te cuento-

-Claro-

Y las dos jóvenes bajaron a la sala donde se encontraba la Señora Weasley recogiendo un poco.

-¡Mamá!-

-¡Hijita! Pero mira que pinta tienes ¿qué ha pasado?-

-Es lo mismo que yo pregunto-



Ginny se sentó e hizo un gesto a sus dos oyentes de que lo hicieran también por que aquello iba para largo. Tomo aire y decidió que no había porque darle vueltas al asunto:

-Terminé con Harry-

-¿¡Qué?!- gritaron las dos mujeres al unísono

Hubo un silencio un poco incómodo pero sólo duro unos cuantos minutos hasta que la señora Weasley lo rompió.

-Pero ¿por qué?-

-Pues nuestra relación ya tenía algún tiempo mal-

-¿Por qué lo dices? Siempre me pareció que ustedes llevaban la mejor relación de todas-

-No, no era así. Tú conoces a Harry, Hermione, le encanta guardar apariencias y nuestra relación no era la excepción, pero bueno como les decía nuestra relación no iba bien hasta que hoy por la mañana me invitó a desayunar, se me hizo muy extraño ya que hacía meses que no me invitaba a nada. Por un momento pensé que era el primer paso que haría que las cosas mejorarán poco a poco pero ya estando ahí me dijo que...

FLASHBACK

-Ginny ¿sabes algo? He estado pensando mucho, estos últimos meses nuestra relación ya no ha sido la misma, tú tienes muchas ocupaciones en el Ministerio y cuando estas libre yo tengo muchas ocupaciones con el equipo ya es muy raro que nos veamos, que coincidamos-

-Si, lo sé-



-Y pues... Yo ya no le veo mucho futuro a esto Ginevra-

A la chica se le congeló la sangre de oír que la persona que más amaba la tratara de ese modo tan frío, nunca en la vida la había llamado por su nombre completo eso hizo que la sangre se le helará aún más.

-Yo te quiero mucho, pero todo lo que sentía por ti ahora solo es una amistad ¿me entiendes? Y yo no quiero atarme a ti y no quiero que creas que yo te ato a mi, es por el bien de los dos por favor dime que lo entiendes-

-Claro que lo entiendo, con permiso-

FIN DEL FLASHBACK

-Tenía el llanto atorado, no podía quedarme-

-Ya no llores pequeña- La señora Weasley se acercó a su hija y del modo mas tierno le dio un abrazo, uno de esos abrazos que sólo una madre sabe dar.

-En cierto modo Harry tenía razón ¿No, Ginny?-

-Si, tenía mucha razón pero eso no quita que me duela Herm, yo de verdad tenía esperanza de que las cosas se iban a componer-

-Ay amiga, lo siento tanto-

Y esta vez Hermione fue la que se abalanzó con la chica para recordarle que ahí estaba y que podía contar con ella.

-Herm ¡Te quiero mucho!-

-Yo también te quiero mucho Gin-