Capítulo 4 .- Tristes despedidas
Faramir se conocía de memoria ese techo. Había estado encerrado en esa habitación por 4 días, y aún le faltaban 2 días más. Eso fue lo que el médico de la ciudadela le recomendó tras el análisis del niño : había cogido una fuerte gripe y debía permanecer en cama 6 días. Tampoco permitían que nadie entrara a verle, sólo un soldado dos veces al día para traerle comida. Aunque Boromir y Aredhel a menudo se colaban por una de las ventanas para verle y se quedaban a hacerle un poco de compañía.
Ese día el sol brillaba fuera y el cielo lucía azul como pocas veces el niño había visto. Ardía en deseos de poder salir a fuera a jugar con su hermano y su amiga, pero el guarida que permanentemente estaba en la puerta se lo impedía.
Faramir no había dejado de insistir que ya se encontraba perfectamente bien, que no le dolía nada ni tenía fiebre, pero ni Denethor ni el doctor habían querido oír una palabra de reducir el tiempo que el niño debía permanecer en la cama.
Cuando ya creía que el aburrimiento lo vencería ese día, vio a su hermano que trepaba por la ventana.
- ¡Boromir! Que bien que llegues... Estaba a punto de morir de aburrimiento - dijo incorporándose en la cama.
- Yo también me estaba aburriendo. No puedo encontrar a Dhel por ninguna parte... Me pregunto donde se habrá metido ahora - dijo Boromir sentándose en la cama junto con su hermano
- Quizá esté ayudando a su hermana - aventuró Faramir
- O quizá se esté viendo e un espejo. Se está volviendo muy presumida últimamente - dijo Boromir haciendo una mueca
- ¿Y no podrías ir a buscarla? Me gustaría hablar con ella un momento - dijo el niño
- De acuerdo, voy a ver si está en su casa. Ahora vuelvo - Boromir saltó de nuevo por la ventana
...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...- ...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...
Cuando Boromir llegó delante de la casa de Aredhel a vio que algo o estaba en su sitio... Había algo de equipaje fuera y un carro listo para cargar. En ese momento la hermana mayor de Aredhel, Haleth, salió cargando con más bolsas.
- Boromir... - dijo al ver al niño
- ¿Está Aredhel dentro? - preguntó inocentemente él
- Si... Está dentro... pero...
El niño no dejó terminar a la chica, entró corriendo en la casa
- ¡Dhel! ¿Dónde estás? ¡Soy yo!
Encontró a la niña en su habitación. Se sorprendió de encontrarla llorando. Nunca había visto a su amiga llorando.
- ¿Qué ocurre? - preguntó el niño
- ¡Boromir! - la niña se abrazó a su amigo - Nos marchamos... Creí que no podría despedirme... Mi hermana no me dejaba ir hasta vuestra casa para decíroslo
- ¿Co.. como que os marcháis? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Por qué?- Boromir estaba sorprendido
- Ahora... Haleth ya ha empacado todo y lo está cargando en el carro. Nos marchamos a Rohan, mi hermana se va a vivir con su prometido, y yo soy demasiado pequeña como para quedarme aquí sola - la voz de la niña temblaba, y sus lágrimas mojaban el hombro del niño
- ¿Y cuando volverás?
- No lo sé.... Puede que no vuelva...
En ese momento entró Haleth
- Aredhel... Debemos irnos - dijo un tanto apenada. Odiaba tener que obligar a su hermanita a dejar a sus amigos y a dejar Minas Tirith, pero con siete años no podía dejarla ahí
- Pero... ¿No te vas a despedir de Faramir? - dijo Boromir
- No podemos perder más tiempo... Nos esperan - dijo Haleth
- Será solo un momento! - Boromir salió corriendo hacia su casa tan rápido como sus piernas le permitieron, tenia que sacar a Faramir por la ventana y que se pudiera despedir de la niña
Trepó rápidamente por la ventana y entró en la habitación
- ¡Faramir! ¡Faramir! ¡Deprisa! Tienes que venir conmigo!
El niño se despertó sobresaltado. Se había quedado dormido y los gritos de su hermano lo habían sacado de forma brusca de sus sueños
- ¿Qué ocurre? Cualquiera diría que hay fuego en alguna parte... - Faramir se incorporó aún medio adormilado en la cama frotándose los ojos
- Es Dhel! Se marcha! A Rohan! Quizá no vuelva! Corre! Tienes que levantarte e ir a despedirla! - Boromir quería sacar a su hermano rápidamente de la cama, y al verlo medio dormido y atolondrado se desesperó
- ¿!Como?! - eso hizo que Faramir se despertara de golpe, se levantó y se puso deprisa una chaqueta encima del pijama y se calzó deprisa las botas
- Yo me quedaré aquí para si entra alguien fingir que eres tu el que está en la cama. Corre, ve, no te queda mucho tiempo - Boromir se metió en la cama de su hermano
- Gracias - dijo el niño de 8 años al tiempo que salía por su ventana
Corrió todo lo que pudo a través de las calles de Minas Tirith. Estuvo a punto de chocar contra varias mujeres que iban a comprar y tuvo que esquivar a algunos guardias. Pero aun así, cuando llegó a casa de su amiga, el carro donde iban ella y su amiga ya estaba lejos, a punto de perderse de vista.
- ¡Dhel! ¡Espera! ¡Que no te has despedido de mi! - el niño gritó fuerte, y no paró de correr, esta vez detrás de la carreta
- ¿Faramir? - la niña volteó, incrédula por oír la voz de su amigo que en teoría debía estar en la cama
- ¡No te vayas! Por favor! No puedes dejarme aquí!
- No puedo hacer nada! Tengo que irme con mi hermana! - la niña se había puesto de pie junto con todos los bultos de equipaje, en la parte trasera de la carreta
- ¡Prométeme que vas a volver!
- ¡Te lo prometo!
Así, la carreta salió de la ciudad, y Faramir ya no la pudo seguir más. Aún así, subió a una de las torres de guardia y desde allí observó la carreta hasta que se perdió en la lejanía. En ese instante oyó como las lágrimas le rodaban mejillas abajo, se las secó rápidamente con la manga y se repitió muchas veces para si mismo
- Soy un bravo guerrero de Gondor, no debo llorar. Los hombre no lloran. Los caballeros no lloran...
- ¿No deberías estar en la cama?
Faramir se sorprendió de encontrar a Gandalf allí con él, creía que el mago no estaba en la ciudad.
- Sólo me... me levanté para despedirme de... de una amiga... que... que se ha marchado... - dijo el niño aún con tristeza
- ¿Estás triste? - preguntó el mago
- Si, mucho - dijo el niño aún con la vista fija en el horizonte
- Aunque ahora todo de parezca oscuro y triste recuerda esto: Siempre habrán tiempos peores, más oscuros y mucho más tristes. Y cuando pierdas todo lo que te es más querido, cuando sientas que no hay más razón para vivir y creas que todo se desvanece a tu alrededor, no te hundas, no te rindas, haz de tu fortaleza tu mejor arma y sigue adelante, pues una luz de esperanza te llegará del lugar más inesperado, y lo que siempre debes recordar es que las cosas nunca son lo que parecen ser
El niño miró confuso al mago. No había entendido sus palabras, pero sabía que era inútil pedirle una explicación. Estaba seguro que con el tiempo, esas palabras adquirirían un significado.
Aún así, con esas palabras, la admiración del niño por el mago creció un poco más....
...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...- ...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...
Bueno, se que no es gran cosa, pero tenía que cortar por aquí el capítulo, porqué si no habría más cosas que no tendrían sentido y que deben estar en otro capitulo...
Espero que aún así os haya gustado ¡y que dejen reviews! Por favor... son mi razón de vivir....
...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...- ...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...
Faramir se conocía de memoria ese techo. Había estado encerrado en esa habitación por 4 días, y aún le faltaban 2 días más. Eso fue lo que el médico de la ciudadela le recomendó tras el análisis del niño : había cogido una fuerte gripe y debía permanecer en cama 6 días. Tampoco permitían que nadie entrara a verle, sólo un soldado dos veces al día para traerle comida. Aunque Boromir y Aredhel a menudo se colaban por una de las ventanas para verle y se quedaban a hacerle un poco de compañía.
Ese día el sol brillaba fuera y el cielo lucía azul como pocas veces el niño había visto. Ardía en deseos de poder salir a fuera a jugar con su hermano y su amiga, pero el guarida que permanentemente estaba en la puerta se lo impedía.
Faramir no había dejado de insistir que ya se encontraba perfectamente bien, que no le dolía nada ni tenía fiebre, pero ni Denethor ni el doctor habían querido oír una palabra de reducir el tiempo que el niño debía permanecer en la cama.
Cuando ya creía que el aburrimiento lo vencería ese día, vio a su hermano que trepaba por la ventana.
- ¡Boromir! Que bien que llegues... Estaba a punto de morir de aburrimiento - dijo incorporándose en la cama.
- Yo también me estaba aburriendo. No puedo encontrar a Dhel por ninguna parte... Me pregunto donde se habrá metido ahora - dijo Boromir sentándose en la cama junto con su hermano
- Quizá esté ayudando a su hermana - aventuró Faramir
- O quizá se esté viendo e un espejo. Se está volviendo muy presumida últimamente - dijo Boromir haciendo una mueca
- ¿Y no podrías ir a buscarla? Me gustaría hablar con ella un momento - dijo el niño
- De acuerdo, voy a ver si está en su casa. Ahora vuelvo - Boromir saltó de nuevo por la ventana
...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...- ...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...
Cuando Boromir llegó delante de la casa de Aredhel a vio que algo o estaba en su sitio... Había algo de equipaje fuera y un carro listo para cargar. En ese momento la hermana mayor de Aredhel, Haleth, salió cargando con más bolsas.
- Boromir... - dijo al ver al niño
- ¿Está Aredhel dentro? - preguntó inocentemente él
- Si... Está dentro... pero...
El niño no dejó terminar a la chica, entró corriendo en la casa
- ¡Dhel! ¿Dónde estás? ¡Soy yo!
Encontró a la niña en su habitación. Se sorprendió de encontrarla llorando. Nunca había visto a su amiga llorando.
- ¿Qué ocurre? - preguntó el niño
- ¡Boromir! - la niña se abrazó a su amigo - Nos marchamos... Creí que no podría despedirme... Mi hermana no me dejaba ir hasta vuestra casa para decíroslo
- ¿Co.. como que os marcháis? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Por qué?- Boromir estaba sorprendido
- Ahora... Haleth ya ha empacado todo y lo está cargando en el carro. Nos marchamos a Rohan, mi hermana se va a vivir con su prometido, y yo soy demasiado pequeña como para quedarme aquí sola - la voz de la niña temblaba, y sus lágrimas mojaban el hombro del niño
- ¿Y cuando volverás?
- No lo sé.... Puede que no vuelva...
En ese momento entró Haleth
- Aredhel... Debemos irnos - dijo un tanto apenada. Odiaba tener que obligar a su hermanita a dejar a sus amigos y a dejar Minas Tirith, pero con siete años no podía dejarla ahí
- Pero... ¿No te vas a despedir de Faramir? - dijo Boromir
- No podemos perder más tiempo... Nos esperan - dijo Haleth
- Será solo un momento! - Boromir salió corriendo hacia su casa tan rápido como sus piernas le permitieron, tenia que sacar a Faramir por la ventana y que se pudiera despedir de la niña
Trepó rápidamente por la ventana y entró en la habitación
- ¡Faramir! ¡Faramir! ¡Deprisa! Tienes que venir conmigo!
El niño se despertó sobresaltado. Se había quedado dormido y los gritos de su hermano lo habían sacado de forma brusca de sus sueños
- ¿Qué ocurre? Cualquiera diría que hay fuego en alguna parte... - Faramir se incorporó aún medio adormilado en la cama frotándose los ojos
- Es Dhel! Se marcha! A Rohan! Quizá no vuelva! Corre! Tienes que levantarte e ir a despedirla! - Boromir quería sacar a su hermano rápidamente de la cama, y al verlo medio dormido y atolondrado se desesperó
- ¿!Como?! - eso hizo que Faramir se despertara de golpe, se levantó y se puso deprisa una chaqueta encima del pijama y se calzó deprisa las botas
- Yo me quedaré aquí para si entra alguien fingir que eres tu el que está en la cama. Corre, ve, no te queda mucho tiempo - Boromir se metió en la cama de su hermano
- Gracias - dijo el niño de 8 años al tiempo que salía por su ventana
Corrió todo lo que pudo a través de las calles de Minas Tirith. Estuvo a punto de chocar contra varias mujeres que iban a comprar y tuvo que esquivar a algunos guardias. Pero aun así, cuando llegó a casa de su amiga, el carro donde iban ella y su amiga ya estaba lejos, a punto de perderse de vista.
- ¡Dhel! ¡Espera! ¡Que no te has despedido de mi! - el niño gritó fuerte, y no paró de correr, esta vez detrás de la carreta
- ¿Faramir? - la niña volteó, incrédula por oír la voz de su amigo que en teoría debía estar en la cama
- ¡No te vayas! Por favor! No puedes dejarme aquí!
- No puedo hacer nada! Tengo que irme con mi hermana! - la niña se había puesto de pie junto con todos los bultos de equipaje, en la parte trasera de la carreta
- ¡Prométeme que vas a volver!
- ¡Te lo prometo!
Así, la carreta salió de la ciudad, y Faramir ya no la pudo seguir más. Aún así, subió a una de las torres de guardia y desde allí observó la carreta hasta que se perdió en la lejanía. En ese instante oyó como las lágrimas le rodaban mejillas abajo, se las secó rápidamente con la manga y se repitió muchas veces para si mismo
- Soy un bravo guerrero de Gondor, no debo llorar. Los hombre no lloran. Los caballeros no lloran...
- ¿No deberías estar en la cama?
Faramir se sorprendió de encontrar a Gandalf allí con él, creía que el mago no estaba en la ciudad.
- Sólo me... me levanté para despedirme de... de una amiga... que... que se ha marchado... - dijo el niño aún con tristeza
- ¿Estás triste? - preguntó el mago
- Si, mucho - dijo el niño aún con la vista fija en el horizonte
- Aunque ahora todo de parezca oscuro y triste recuerda esto: Siempre habrán tiempos peores, más oscuros y mucho más tristes. Y cuando pierdas todo lo que te es más querido, cuando sientas que no hay más razón para vivir y creas que todo se desvanece a tu alrededor, no te hundas, no te rindas, haz de tu fortaleza tu mejor arma y sigue adelante, pues una luz de esperanza te llegará del lugar más inesperado, y lo que siempre debes recordar es que las cosas nunca son lo que parecen ser
El niño miró confuso al mago. No había entendido sus palabras, pero sabía que era inútil pedirle una explicación. Estaba seguro que con el tiempo, esas palabras adquirirían un significado.
Aún así, con esas palabras, la admiración del niño por el mago creció un poco más....
...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...- ...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...
Bueno, se que no es gran cosa, pero tenía que cortar por aquí el capítulo, porqué si no habría más cosas que no tendrían sentido y que deben estar en otro capitulo...
Espero que aún así os haya gustado ¡y que dejen reviews! Por favor... son mi razón de vivir....
...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...- ...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...
