Capitulo 6 .- La marcha de Faramir
El sol apenas despuntaba en el horizonte, pero en la Casa de los Senescales ya había movimiento. Todos los criados andaban ajetreados; el hijo menor del Senescal se marchaba hacia Osgiliath, y lo tenían que tener todo preparado para cuando se les ordenase.
Boromir estaba sentado en la cama observando como su hermano sacaba sus últimas prendas de ropa del armario.
- Te echaré de menos - dijo el chico
Faramir dejó lo que estaba haciendo y lo miró fijamente :- Yo también, pero no puedo dejar pasar esta oportunidad.
Ambos hermanos se quedaron en silencio con las cabezas agachadas.
- Pero no te creas que te vas a librar de mi! Volveré a verte - dijo Faramir con una sonrisa
- Y yo también te vendré a hacer visitas - dijo Boromir animándose un poco
- Venga, pues entonces no hay porqué ponerse triste, y ahora si que me voy, porqué las despedidas me ponen enfermo - dijo Faramir cerrando la puerta del armario
Boromir se levantó de la cama y lo miró fijamente
- Espero que todo te vaya muy bien - dijo antes de salir por la puerta
Faramir lo siguió con la mirada con un suspiro, luego recogió las cosas y se dispuso a marcharse. Pronto se encontró que su padre le estaba esperando junto a algunos montaraces.
- ¿Estás listo Faramir? - dijo tan pronto como le vio
- Si
- Bien, estos montaraces te guiarán hacia allí. Arthalion será tu maestro por el momento. Aprende de él - Denethor señaló al hombre que estaba de pie a su lado. Era alto, de tez y pelo morenos y ojos oscuros. Impresionaba a simple vista.
- Adiós padre - dijo Faramir mirando a su padre, pero sin esperar ninguna despedida afectuosa por su parte
Siguió a Arthalion hasta el patio de la Casa de los Senescales, donde varios caballos estaban preparados para partir. Faramir montó en el suyo y pronto empezaron el camino....
* * *
- Mi hermano se acaba de marchar - dijo Boromir con tristeza
- ¿Ya se ha ido? - Sindezella se balanceaba de una de las ramas del árbol en el pie del cual estaba sentado Boromir
- Si - Boromir empezó a juguetear con su espada
- Vas a cortarte si sigues así - le hizo notar la Elfa
- ¿Y que? - respondió el muchacho de 17 años encogiéndose de hombros
- Nada, nada, allá tu
- Escucha Sinde... - dijo Boromir dejando la espada a un lado - ¿Alguien a quien querías mucho alguna vez se marchó de tu lado?
- Si, mi madre murió en una emboscada de orcos cuando yo era pequeña - dijo ella y una nota de tristeza tiñó su clara voz
- Me refería a alguien que se marchó pero que sabías que volverías a ver - le expliqué, aunque su comentario me hizo recordar a mi propia madre
- Sí, cuando mi hermano Saeros se marchó para ir a formar parte de la guardia personal del rey Thranduil en el Gran Bosque - dijo ella
- ¿Entonces tu también tienes un hermano?
- Sí
- ¿Y cuando se fue hacia el Bosque Negro te entristeciste?
- Pues claro, al fin y al cabo, aunque nos estuviéramos siempre peleando era mi hermano, y lo quería mucho - dijo Sindezella
- ¿Y alguna vez le has mentido?
- No que yo recuerde ¿pero porqué me preguntas esto?
- Porqué yo le he mentido a Faramir.... O al menos no le he dicho la verdad - se notaba que a Boromir le estaba costando admitir eso
- A ver ¿qué es lo que no le has dicho?
- Bueno, él se ha ido porqué papá lo nombró capitán de los montaraces de Osgiliath, pero no le dije que a mi me nombrará capitán general de Gondor en cuanto cumpla mi mayoria de edad
- ¿Eso es dentro de muy poco verdad?
- Dentro de 4 meses - dijo Boromir sintiéndose peor aún de lo que se sentía
- Seguro que no se hubiera enfadado, por lo que me cuentas parece bueno
- No es por si él se enfadaba o no por lo que no se lo dije, fue porque siempre se ha sentido inferior a mi, mi padre siempre ha procurado eso. Y claro, si le hubiese dicho eso... Lo vi demasiado emocionado con el echo de que papá hubiera confiado en él para ir a Minas Ithilien.
- Pero lo sabrá igualmente
- Es cierto, pero al menos no lo habrá sabido por mi
Sindezella miró el cielo
- Me tengo que ir, si no llego a casa antes de que oscurezca mi padre se pone de mal humor. Mañana nos encontramos aquí a la misma hora
- De acuerdo - dijo Boromir levantándose al tiempo que la Elfa bajaba de un salto del árbol y echaba a correr entre la espesura
El chico miró un momento al este, donde se erguían las tierra de Osgiliath, y donde también estaba Mordor. Un escalofrío le recorrió la espalda. Con un suspiro echó a andar de nuevo hacía casa.
En el comedor su padre le esperaba como cada día para cenar, más una carta esperaba a Boromir sobre la mesa, y otra llevaba el nombre de Faramir escrito. El muchacho adivinó al instante que eran de su amiga Aredhel.
- Padre, quisiera leer esta carta de inmediato si no te importa. - dijo cogiendo ambos sobres
- Ahora es hora de cenar, no deben ser algo tan importante como para perderte una cena. Las leerás cuando hayas acabado - dijo Denethor con autoridad
Lo único que pudo hacer Boromir fue obedecer. Era el favorito de su padre, pero eso no lo había librado de los castigos que en muchas ocasiones le había impuesto su padre. Se comió toda la comida tan deprisa como pudo. Estaba deseoso de saber noticias de su amiga. Hacía un año por lo menos que no sabía de ella.
Tan pronto como le fue posible se levantó de la mesa y se fue directo a su habitación. Se sentó en la cama y sacó rápidamente el pergamino de su sobre.
¡Hola Boromir!
¿Qué tal te va todo? Espero que bien. Aquí todo sigue en orden. Mi hermana se va a casar el mes que viene. Aunque estoy bastante aburrida. Los chicos de aquí no saben divertirse. Te echo de menos, tanto a ti como a Faramir. Le he escrito también una carta a él.
El otro día le comenté a mi hermana que si cuando cumpliera mi mayoría de edad me dejaría volver a Minas Tirith, y me dijo que si! ¿No es genial? Tengo muchísimas ganas de poder volver a veros. Me alegraría hasta de ver a vuestro padre que siempre me ha dado miedo.
Bueno, no se lo digas a Faramir que voy a volver si no ha leído la carta, quiero que sea una sorpresa!!!
Hasta muy pronto!!!!!
Tu amiga que te quiere
DHEL
Boromir sonrió ante la carta. Sería bueno tenerla nuevamente aquí. Le mandaría a Faramir la carta a Osgiliath para que también pudiera leerla y así alegrarle la estancia en Minas Ithilien y el aprendizaje.
Se levantó con esa idea y decidió que la carta la podría mandar el día siguiente.
* * *
Bueno, es poca cosa este capítulo, pero es que la verdad no sabía muy bien que poner. Para el próximo, en cambio tengo varias ideas, pero este lo tenía que cortar aquí.
He puesto la carta de Del para todos aquellas que querían saber noticias suyas. Ahí las tenéis, aunque para que salga ella en persona aún deberéis esperar me temo ^^U
Bueno, dejad revieeeeeews por favoooooorrrrrr (Nariko pone cara de niña buena)
* * *
El sol apenas despuntaba en el horizonte, pero en la Casa de los Senescales ya había movimiento. Todos los criados andaban ajetreados; el hijo menor del Senescal se marchaba hacia Osgiliath, y lo tenían que tener todo preparado para cuando se les ordenase.
Boromir estaba sentado en la cama observando como su hermano sacaba sus últimas prendas de ropa del armario.
- Te echaré de menos - dijo el chico
Faramir dejó lo que estaba haciendo y lo miró fijamente :- Yo también, pero no puedo dejar pasar esta oportunidad.
Ambos hermanos se quedaron en silencio con las cabezas agachadas.
- Pero no te creas que te vas a librar de mi! Volveré a verte - dijo Faramir con una sonrisa
- Y yo también te vendré a hacer visitas - dijo Boromir animándose un poco
- Venga, pues entonces no hay porqué ponerse triste, y ahora si que me voy, porqué las despedidas me ponen enfermo - dijo Faramir cerrando la puerta del armario
Boromir se levantó de la cama y lo miró fijamente
- Espero que todo te vaya muy bien - dijo antes de salir por la puerta
Faramir lo siguió con la mirada con un suspiro, luego recogió las cosas y se dispuso a marcharse. Pronto se encontró que su padre le estaba esperando junto a algunos montaraces.
- ¿Estás listo Faramir? - dijo tan pronto como le vio
- Si
- Bien, estos montaraces te guiarán hacia allí. Arthalion será tu maestro por el momento. Aprende de él - Denethor señaló al hombre que estaba de pie a su lado. Era alto, de tez y pelo morenos y ojos oscuros. Impresionaba a simple vista.
- Adiós padre - dijo Faramir mirando a su padre, pero sin esperar ninguna despedida afectuosa por su parte
Siguió a Arthalion hasta el patio de la Casa de los Senescales, donde varios caballos estaban preparados para partir. Faramir montó en el suyo y pronto empezaron el camino....
* * *
- Mi hermano se acaba de marchar - dijo Boromir con tristeza
- ¿Ya se ha ido? - Sindezella se balanceaba de una de las ramas del árbol en el pie del cual estaba sentado Boromir
- Si - Boromir empezó a juguetear con su espada
- Vas a cortarte si sigues así - le hizo notar la Elfa
- ¿Y que? - respondió el muchacho de 17 años encogiéndose de hombros
- Nada, nada, allá tu
- Escucha Sinde... - dijo Boromir dejando la espada a un lado - ¿Alguien a quien querías mucho alguna vez se marchó de tu lado?
- Si, mi madre murió en una emboscada de orcos cuando yo era pequeña - dijo ella y una nota de tristeza tiñó su clara voz
- Me refería a alguien que se marchó pero que sabías que volverías a ver - le expliqué, aunque su comentario me hizo recordar a mi propia madre
- Sí, cuando mi hermano Saeros se marchó para ir a formar parte de la guardia personal del rey Thranduil en el Gran Bosque - dijo ella
- ¿Entonces tu también tienes un hermano?
- Sí
- ¿Y cuando se fue hacia el Bosque Negro te entristeciste?
- Pues claro, al fin y al cabo, aunque nos estuviéramos siempre peleando era mi hermano, y lo quería mucho - dijo Sindezella
- ¿Y alguna vez le has mentido?
- No que yo recuerde ¿pero porqué me preguntas esto?
- Porqué yo le he mentido a Faramir.... O al menos no le he dicho la verdad - se notaba que a Boromir le estaba costando admitir eso
- A ver ¿qué es lo que no le has dicho?
- Bueno, él se ha ido porqué papá lo nombró capitán de los montaraces de Osgiliath, pero no le dije que a mi me nombrará capitán general de Gondor en cuanto cumpla mi mayoria de edad
- ¿Eso es dentro de muy poco verdad?
- Dentro de 4 meses - dijo Boromir sintiéndose peor aún de lo que se sentía
- Seguro que no se hubiera enfadado, por lo que me cuentas parece bueno
- No es por si él se enfadaba o no por lo que no se lo dije, fue porque siempre se ha sentido inferior a mi, mi padre siempre ha procurado eso. Y claro, si le hubiese dicho eso... Lo vi demasiado emocionado con el echo de que papá hubiera confiado en él para ir a Minas Ithilien.
- Pero lo sabrá igualmente
- Es cierto, pero al menos no lo habrá sabido por mi
Sindezella miró el cielo
- Me tengo que ir, si no llego a casa antes de que oscurezca mi padre se pone de mal humor. Mañana nos encontramos aquí a la misma hora
- De acuerdo - dijo Boromir levantándose al tiempo que la Elfa bajaba de un salto del árbol y echaba a correr entre la espesura
El chico miró un momento al este, donde se erguían las tierra de Osgiliath, y donde también estaba Mordor. Un escalofrío le recorrió la espalda. Con un suspiro echó a andar de nuevo hacía casa.
En el comedor su padre le esperaba como cada día para cenar, más una carta esperaba a Boromir sobre la mesa, y otra llevaba el nombre de Faramir escrito. El muchacho adivinó al instante que eran de su amiga Aredhel.
- Padre, quisiera leer esta carta de inmediato si no te importa. - dijo cogiendo ambos sobres
- Ahora es hora de cenar, no deben ser algo tan importante como para perderte una cena. Las leerás cuando hayas acabado - dijo Denethor con autoridad
Lo único que pudo hacer Boromir fue obedecer. Era el favorito de su padre, pero eso no lo había librado de los castigos que en muchas ocasiones le había impuesto su padre. Se comió toda la comida tan deprisa como pudo. Estaba deseoso de saber noticias de su amiga. Hacía un año por lo menos que no sabía de ella.
Tan pronto como le fue posible se levantó de la mesa y se fue directo a su habitación. Se sentó en la cama y sacó rápidamente el pergamino de su sobre.
¡Hola Boromir!
¿Qué tal te va todo? Espero que bien. Aquí todo sigue en orden. Mi hermana se va a casar el mes que viene. Aunque estoy bastante aburrida. Los chicos de aquí no saben divertirse. Te echo de menos, tanto a ti como a Faramir. Le he escrito también una carta a él.
El otro día le comenté a mi hermana que si cuando cumpliera mi mayoría de edad me dejaría volver a Minas Tirith, y me dijo que si! ¿No es genial? Tengo muchísimas ganas de poder volver a veros. Me alegraría hasta de ver a vuestro padre que siempre me ha dado miedo.
Bueno, no se lo digas a Faramir que voy a volver si no ha leído la carta, quiero que sea una sorpresa!!!
Hasta muy pronto!!!!!
Tu amiga que te quiere
DHEL
Boromir sonrió ante la carta. Sería bueno tenerla nuevamente aquí. Le mandaría a Faramir la carta a Osgiliath para que también pudiera leerla y así alegrarle la estancia en Minas Ithilien y el aprendizaje.
Se levantó con esa idea y decidió que la carta la podría mandar el día siguiente.
* * *
Bueno, es poca cosa este capítulo, pero es que la verdad no sabía muy bien que poner. Para el próximo, en cambio tengo varias ideas, pero este lo tenía que cortar aquí.
He puesto la carta de Del para todos aquellas que querían saber noticias suyas. Ahí las tenéis, aunque para que salga ella en persona aún deberéis esperar me temo ^^U
Bueno, dejad revieeeeeews por favoooooorrrrrr (Nariko pone cara de niña buena)
* * *
