Capítulo 9 .-

Boromir caminaba hacía los establos, tenía la intención de ir a cabalgar un poco, y como no había encontrado a Aredhel por ninguna parte se disponía a ir solo. Pero de pronto vio a uno mensajero que conocía que venía todo agitado. Temió que no fuera otra vez un nuevo ataque de orcos.

-¿Qué sucede, Ornedil? - le preguntó al acercarse

-Capitán Boromir, buscaba al jefe de los guardias, un par de viajeros vienen por la entrada Sur - dijo el mensajero

-Es extraño... ¿De dónde vienen? - Boromir pensó que los viajeros no solían venir de esa dirección, y por eso se interesó

-De la Isla del Lago Profundo, o eso dijeron, Señor -

- Me encargaré yo mismo - el joven tenía ganas de ver a los viajeros que de tan extraño lugar provenían

-No se moleste Señor... -

-No importa, vamos - dijo él echándose a andar hacia la entrada sur de la ciudad.

Boromir caminaba tan deprisa que a menudo se tenía que esperar a que el joven Ornedil le alcanzara. Quería llegar lo más pronto posible allí. Montaron los caballos y en poco rato llegaron a la entrada. Los guardias que se esperaban allí miraron sorprendidos como Boromir desmontaba. No creyeron que fuera él quien fuese a encargarse del asunto.

-Señor Boromir, nos extraña vuestra presencia - dijo uno de los guardias

- Quise encargarme de esto, no es frecuente que se entre a Minas Tirith por el Sur - dijo él con voz firme

-También nos ha sorprendido, Señor, por eso mandamos llamar al capitán de guardia- explicó el guardia

-¿Quienes son?-

-Un par de viajeros jóvenes, humildes tal vez, véalos usted mismo -

-Muy bien -

Condujeron a Boromir hasta la puerta, donde esperaban los viajeros. Vio a un chico y un poco más allá a otro, sosteniendo los caballos que traían

-Soy el hijo del Senescal de Minas Tirith, decidme, ¿Qué os trae a la ciudad? - preguntó Boromir con educación pero con autoridad a la vez

-Somos viajeros, vamos hacia el norte y queremos pasar un par de días en alguna posada, es todo - dijo el chico que estaba más adelantado y al que Boromir podía verle la cara

- Dicen que vienen del Lago Profundo - dijo Boromir arqueando una ceja

-Del mismo, señor -

El hijo mayor del Senescal se quedó pensativo un momento. ¿En realida vivía gente allí? Nunca lo habría dicho... Era en verdad muy extraño. Pero por otra parte... ¿Qué mal podrían hacer un par de viajeros en la ciudadela?

Un guardia se acercó a susurrarle al oído

- Mi señor, no sabemos que haya aldeas por el Lago Profundo.. tal vez mientan

-No he sabido de aldeas ahí - dijo Boromir dirigiéndose nuevamente a los viajeros

-Aún quedamos unos cuantos -

-Entonces, exijo ver a todos los que desean entrar en la Ciudad-

El chico llamó al que estaba más lejos y éste se acercó hasta donde estaban. Enfrente de Boromir y los guardias se quitó la capucha que antes no dejara ver su rostro. Entonces descubrieron que se trataba de una chica

-Sólo mi hermana y yo le pedimos que nos deje entrar, Señor -

-Confiaré en vuestra palabra- dijo Boromir, y dio la orden de dejarlos pasar. Por un momento se quedó contemplando a la muchacha, que enseguida notó que la miraba y le devolvió una sonrisa. Él se dio la vuelta y ella se dirigió hasta su caballo.

* * *

- ¿Dónde te habías metido? - preguntó Boromir cuando por fin vio a Aredhel por uno de los pasillos de la Casa de los Senescales. Ya era noche avanzada

- ¿Y tu? Me he levantado un poco tarde y luego me han dicho que te habían visto que te ibas a la entrada sur de la ciudad acompañado de un mensajero - dijo la chica

- Si, tuve que atender un asunto sin importancia allí.

- Ya... ¿De que se trataba?

- Un par de viajeros que venían del sur querían entrar para hacer una pausa en su camino. Nada más. Sólo que al decirme su procedencia me sorprendí y decidí ir allí para comprobarlo personalmente - explicó Boromir, luego hizo una pausa y cambió de tema - ¿Has cenado ya?

- Aún no, tu padre propuso esperarte y como no tenía demasiada hambre le dije que iría a buscarte

- ¿Sigues sin hambre? - preguntó Boromir

- La verdad es que si

- ¿Vamos a dar una vuelta? Estoy cansado de los formalismos y lo último de lo que tengo ganas ahora es de que mi padre me someta a un aburrido interrogatorio acerca de lo que fui a hacer a la entrada sur de la ciudad. Necesito un poco de diversión

Aredhel se lo quedó mirando unos momentos, como pensando la respuesta, después esbozó una sonrisa.

- Por supuesto

Mientras caminaban por las calles ya con poca vida del centro de la ciudadela iban hablando como tantas otras veces

- Quizá no sea verdad que hayas echo tarde por eso, pero sólo digo que últimamente te estás volviendo más presumida - dijo Boromir con una sonrisa para hacerla enfadar como era su costumbre

- ¿Más presumida? No digas bobadas - le respondió ella dándole un golpe en broma en el brazo

- No son bobadas... Antes no podías soportar los vestidos, y ahora rara es la vez que no lleves uno

- Eso es porqué ahora soy una señorita, y las señoritas usan vestidos. - dijo ella caminando muy erguida por un momento

- ¿Señorita? ¿Y donde ves tu a una? - dijo Boromir, pero al momento se le escapó la risa, esas situaciones le divertían mucho

Aredhel le sacó la lengua mostrándose ofendida.

En ese momento llegaron al pie de la Torre Blanca, y se sentaron bajo un árbol que había cerca de allí.

- ¿Has sabido algo de Faramir? - preguntó Aredhel al fin

- Si, las cosas ya están mucho mejor, los ataques no son tan seguidos y Faramir cada vez se las arregla mejor para combatirlos sin ayuda. Un mensajero avisó de que se disponía a regresar pronto, quizá para las fiestas - explicó el muchacho

- ¡Genial! Es estupendo que Faramir esté aquí para las fiestas, me entristecería que las primeras que paso aquí desde hace tiempo no estuviéramos los tres.

Los dos jóvenes se referían a las fiestas de verano que cada año se celebraban en Gondor a la llegada de esta estación. Se hacían grandes celebraciones y bailes.

Al rato Boromir se levantó.

- Bueno, yo me voy a ir que mañana me toca guardia por la mañana. ¿Nos vemos al mediodía? - dijo él sacudiéndose los restos de hierba que pudieran haberle quedado en la ropa

- Vale, así me cuentas tus interesantes aventuras en tu guardia - dijo ella con tono burlón. Sabía de sobras que no solía pasar nada demasiado interesante.

* * *

Boromir se disponía a marchar a su guardia matutina cuando vio a la recién llegada del día anterior. Estaba de pie en un saliente desde donde se podía ver toda la ciudadela, hermosa bajo los primeros rayos dorados del sol.

-¿Te ha gustado la ciudad? - le preguntó intentando ser amable

Vio que la chica se sobresaltaba un poco, y bajaba la vista para mirarlo.

-Es hermosa - dijo al fin

-Sí, es hermosa... -

Ella bajó con habilidad y de un brinco llegó enfrente de Boromir. Estaban en la entrada de la Ciudadela.

-Es una linda mañana, ¿no le parece, mi Señor? -

-Las mañanas en Minas Tirith siempre son especiales... ¿Le... gustaría dar un paseo? No hay mucho que hacer en la guardia este día... - dijo Boromir, algo nervioso, aunque desconocía la razón. Nunca se había puesto nervioso en compañía de otras chicas

- La verdad es que no he dormido en toda la noche... pero está bien, Mi Señor, acepto vuestra invitación - dijo ella sonriente

Empezaron a caminar por las calles de la ciudadela. La chica caminaba mirando al suelo.

- ¿Cómo te llamas? - preguntó él al fin

- Jorunn - respondió ella - ¿Usted Boromir, no es así?

- Si, pero no hace falta que me trates de usted - dijo él con una sonrisa - Y dime, ¿llevas toda tu vida en Gondor?

- Toda... nunca había salido de la Isla antes -

- Yo nunca pensé que habitara alguien ahí -

-Sí que los hay, pero parece que al Senescal no le preocupa demasiado quien viva fuera de lo que pueda ver desde su torre - dijo ella

Boromir se molestó un poco sobre el comentario

-¿Por qué piensas eso? -

- Bueno, está bien claro - dijo la chica

- Pues te diré que el echo que yo no lo supiera no quiere decir que el Senescal ignorara su existencia.

- ¿Eso es cierto? No lo creo - dijo ella con desconfianza

- Eres un poco maleducada ¿no? - dijo Boromir con enfado

- ¿Yo? - dijo ella con cara inocente

- Si, tu. Los orcos con los que acabé el otro día eran más agradables que tu - dijo el muchacho

- No creo que acabases con ningunos orcos - dijo ella a la defensiva

- ¿Por qué te crees entonces que soy el Capitán de la Guardia? Aunque soy el hijo del Senescal mi padre no valora eso... Valora a los soldados por la fuerza

- Ya... Pues apuesto lo que quieras que puedo vencerte en lo que quieras. - dijo Jorunn dándose importancia

- ¿Tu? No me hagas reír... Ni siquiera. - no pudo terminar la frase, se vio directamente en el suelo. La chica sin avisar le había echo ir directo de bruces.

- ¿Decías? - dijo ella entre risas

- ¡Eso no ha sido justo! En un combate legal los dos combatientes saben cuando deben empezar - se quejó Boromir

Ella le tendió la mano para que se levantara : - Tienes razón, lo siento. A veces soy demasiado impulsiva

El chico se levantó con su ayuda : - ¿Continuaremos el paseo sin más incidentes o tengo que ir prevenido?

La chica rió ante el comentario y luego ya con los ánimos mucho más calmados siguieron caminando

* * *

- ¿Qué tal la guardia de esta mañana? - le preguntó Aredhel a su amigo

- Bien, ya sabes, como siempre - dijo Boromir mintiendo. En verdad ni siquiera había echo una hora de guardia, había estado todo el tiempo mostrándole partes de la ciudad a Jorunn.

- Ya... ¡Y desde cuando no te presentas! Y aún más... ¡desde cuando me mientes! - dijo la chica sacando su tono más enfadado - ¡He ido a verte por si te estabas aburriendo mucho y me dicen que ni siquiera has ido!

- Dhel verás... te lo puedo contar... No te pongas así - dijo el muchacho viéndose en un apuro

- Pues estoy esperando para oírla - Dhel se cruzó de brazos exigiendo una explicación

- Pues si... Es que... ¿Sabes los viajeros que te dije que llegaron ayer? Me han pedido que les enseñara la ciudad - Boromir pensó que eso no se alejaba tanto de la verdad

Aredhel lo miró con desconfianza : - No se si creerte...

- Tu misma si no me crees... - Boromir hizo ademán de marcharse hacia la entrada de la Casa de los Senescales

- Si te molesto no tienes que hacer más que decírmelo, puedo volver a Rohan cuando quiera - dijo ella bajando la cabeza. Boromir fue tras ella y la cogió del brazo

- ¿Cómo quieres molestarme? No seas boba Dhel por favor.

Ella volteó a mirarlo con una sonrisa : - No me hagas caso... Tengo un mal día hoy. Mañana si no tienes guardia podríamos ir a alguna parte

- Por supuesto - contestó él - Aunque no podremos salir de la ciudadela... Nunca se sabe cuando me van a necesitar

- Claro, la persona del Capitán General nunca puede abandonar sus responsabilidades - dijo ella con media sonrisa - Bueno, me voy a dormir, que ya va siendo hora. Mañana nos vemos en el comedor a la hora de almorzar

- Por supuesto. Buenas noches - los dos muchachos se separaron

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Bueeeeeno, hasta aquí este cappy!!!! Espero que a Lothluin le haya gustado como he manejado sus personajes!!! (Jorunn y su hermano) Les daré un poco más de uso en el siguiente si me deja

Dejen reviews por favor!!!!!

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