Capítulo 19 .-
Aredhel se despertó con una extraña sensación. Notó que las sábanas olían de una manera distinta a las que estaba acostumbrada y que la cama estaba en distinta posición. Abrió los ojos con pereza y al principio se encontró en un lugar desconocido, pero luego lo reconoció. Era la habitación de Boromir. Se levantó confusa pues no alcanzaba a recordar como había acabado allí.
En ese instante precisamente el chico entró por la puerta con una ancha sonrisa y llevando consigo una bandeja de madera.
- Buenos días preciosa - dijo Boromir con una ancha sonrisa
Ella le devolvió la sonrisa.
El chico se acercó a la cama y depositó la bandeja sobre las rodillas de la chica. Entonces Dhel pudo ver que era el desayuno. Miró sorprendida a Boromir.
- ¿Me has hecho el desayuno y me lo traes a la cama? - preguntó ella sin querer acabar de creérselo
- Por supuesto. Todo para mi Dhel - dijo él sin quitar la sonrisa
- ¿Dónde está la trampa? - preguntó ella con desconfianza
- Me tengo que ir tengo guardia... - acompañó la frase con una cara de profundo aburrimiento - Pero no quería que creyeras que había salido huyendo o algo por el estilo.
- Vaya... Bueno, no te mueras de aburrimiento - comentó ella - Oye, ¿te importa que use tu baño?
- Por supuesto que no. Todo tuyo
- Otra cosa sólo... ¿Qué hago aquí? - preguntó ella al final
- Ayer te quedaste dormida mientras te explicaba lo que había echo durante el día. Lo debías encontrar apasionante - dijo él
- Oh lo siento! No era mi intención! - dijo ella esperando que su actitud no le hubiera molestado
- Tranquila, hasta yo reconozco que era aburrido - Boromir le guiñó el ojo y salió por la puerta. Dhel ya se estaba levantando volvió a entrar rápidamente, la beso rápidamente y volvió a salir.
Eso dejó una sonrisa en los labios de la chica que ya no se borró en toda la mañana.
* * *
- Se te ve estupenda - comentó Faramir al ver a su amiga
- ¿Tu crees? - dijo ella ampliando la sonrisa. Nadie hubiese dicho en verla que la región donde vivía estuviera pasando por un mal momento.
- Por supuesto! El amor te sienta de maravilla
Aredhel rió : - ¿Y que mensaje de Boromir tenías para mi?
- Ah si, me dijo que había ido a la biblioteca. Sigue obsesionado con esos sueños. - explicó Faramir
- Pues voy a ver si lo convenzo de que salga a tomar el sol. Hace una tarde espléndida.
- Eso, y venís a hacerme compañía en el río. Que allí las guardias nunca pueden ser tan aburridas... - dijo Faramir
- Tranquilo, vendremos - aseguró Dhel
Después la chica se dirigió a la biblioteca. En efecto, Boromir estaba allí muy concentrado mirando un trozo de pergamino.
- Esto empieza a ser preocupante... ¿Ya te interesan más los estudios que tus guardias? - dijo ella
- Sabes que es lo que estoy haciendo... Y la guardia ya la he terminado - dijo él sin levantar la vista
- La cuestión es que hace una tarde magnífica y que esto puede esperar - dijo Dhel revolviéndole el pelo
- Pero... Es que... - se notaba que Boromir no quería dejar lo que estaba haciendo
Aredhel le echó un vistazo al papel : - ¿Se trata sólo de ordenar estas letras para que tengan algún significado? Eso te lo puedo hacer yo; se me dan genial estas cosas
- ¿En serio? - preguntó él alzando la vista por primera vez
- ¡Claro!
Al final Boromir se dio por convencido y siguió a Dhel hasta donde Faramir esperaba cada vez con cara más aburrida.
- ¡Por fin alguien con quien hablar! Estaba a punto de irme hacia el río y empezaba a preocuparme - dijo el chico
- Dhel tiene un gran poder de convicción - dijo Boromir - Te venimos a hacer compañía
* * *
La chica se despertó sobresaltada para descubrir que se había quedado dormida en la biblioteca con la cabeza apoyada en el pergamino donde las letras la miraba como desafiantes.
- Tiene que haber alguna lógica... - susurró ella
Empezó de nuevo a combinar letras... No veía nada claro, hasta que, como si alguien le hubiera dado la solución vio de repente toda la relación. Se levantó de un salto y corrió a la habitación de Boromir. Golpeó insistentemente la puerta hasta que el chico abrió con los ojos aún medio cerrados y todo el pelo alborotado.
- ¿Dhel? ¿Qué pasa? - preguntó en un tono casi inaudible
- ¡Lo tengo! Ya lo he resuelto - dijo ella con orgullo
- ¿En serio? - entonces si que Boromir abrió del todo los ojos
Ella se limitó a pasarle el trozo de pergamino
- ¿El daño de Isildur? - leyó él extrañado - ¿Y eso que significa?
- No sé, pero es lo único con sentido que se puede sacar. Quizás alguien tenga un significado para estas palabras
- Lo consultaré con mi padre mañana... - dijo él
- Y ahora si no te importa, me voy a dormir que tengo un sueño.... - Dhel estiró los brazos por encima de su cabeza para desperezarse un poco y empezó a irse
- Dhel - la llamó Boromir
- ¿Si? - ella se giró un momento
- Eres la mejor - dijo él besándola
- No ha sido molestia. Hasta mañana - dijo ella con una amplia sonrisa
* * *
Denethor se encontraba reunido con algunos altos generales de la ciudadela cuando Boromir tocó la alta puerta de madera de roble pidiendo permiso para entrar.
- ¡Ah Boromir! Llegas justo a tiempo, ahora mismo te iba a hacer llamar. Estábamos discutiendo como planear una ronda de reconocimiento en Mordor para ver si averiguamos algo acerca de estos ataques - dijo el Senescal
- Yo tengo una pista - dijo él muy convencido, y luego se dirigió a los otros presentes - ¿Nos disculpan un momento?
Todos se retiraron en silencio.
- ¿Qué es lo que pasa hijo? - preguntó Denethor
Entonces Boromir le contó toda la historia. No se puede decir que el senescal se la creyera completamente pero tenía mucha confianza en su hijo mayor, y respetaba sus decisiones más que las de nadie.
- Lo que tienes que hacer es consultar alguien sabio, que entienda de este tema. Y de siempre los Elfos han sido los más sabios
- Supongo que podría ir a preguntarle a Sinde... Aunque hace tiempo que no sé de ella - dijo Boromir pensativo
- No me refiero a esos Elfos que viven en el bosque de aquí al lado. Lo que tienes que hacer es ir al valle de Imladris, en Rivendel. Ahí tiene su casa Elrond. Él sabrá contestarte. - explicó Denethor
- ¿Rivendel? ¿Dónde queda esto?
- Al norte. Hay bastantes días de viaje. Llévate provisiones. Aunque... Quizás fuera mejor que Faramir viajara hasta ahí en tu lugar y tu te quedaras a hacer las rondas de reconocimiento a Mordor
- No, prefiero ir yo a hablar con Elrond. Faramir hará de maravilla su trabajo - aseguró Boromir
- Es solo que... Tiene esa absurda confianza ciega con ese mago...
- Faramir tiene la misma educación militar que yo, estate tranquilo, que le haga ilusión hablar con el mago que tu dices de ciertos asuntos no tiene absolutamente nada que ver. Ten confianza en él
- No me queda ningún otro remedio - suspiró Denethor.
* * *
- ¿Cómo que a Rivendel? ¿Y donde queda eso exactamente? - Dhel se estaba poniendo nerviosa por momentos
- Hacia el norte... Ya te lo he dicho - dijo Boromir pensando en si había sido en realidad una buena idea decírselo a la chica
- Voy contigo - dijo ella con decisión
- Ah no, eso si que no. Con los tiempos peligrosos que corren los caminos no son seguros - dijo él muy seriamente
- Por eso mismo! Es un viaje muy largo para hacerlo ahora! - exclamó Dhel
- ¿Quieres tranquilizarte? No voy de visita a Mordor ni nada por el estilo! Sólo voy a consultar la sabiduría de un Elfo. Volveré muy pronto. Te lo prometo - dijo él con una sonrisa tranquilizadora
- Más te vale cumplir tu palabra! - dijo Dhel señalándolo amenazadoramente con un dedo
- Además, aún tardaré unos días en partir, tengo que dar unas indicaciones a Faramir y dejarlo todo listo
- Unos días en los que vas a estar demasiado ocupado - dijo ella bajando la vista
Boromir le hizo levantar la mirada alzándole el mentón suavemente con los dedos : - Para ti tendré más tiempo que para nadie. Si no puedo dar todas las indicaciones dará igual, ya son lo bastante mayorcitos para apañárselas sin mi.
Aredhel lo miró con una sonrisa muy grande, y luego le abrazó.
* * *
A raíz de esa conversación con su padre, Boromir había pensado después de mucho tiempo en Sindezella, la Elfa que vivía en el bosque y con la que solía hablar hacía tiempo.
Llegó al árbol donde ella solía siempre estar, pero estaba vacío. Se estuvo esperando realmente mucho rato, hasta que oscureció, pero ella no llegó a aparecer.
Cuando ya había decidido irse, a la lejanía vio a un elfo y lo llamó : - ¡Perdona!
El Elfo, que tenía una melena rubia y unos profundos ojos azules le miró
- ¿Conoces a una Elfa llamada Sindezella?
- ¿La hija del jefe? Si - dijo el Elfo
- ¿Sabes donde la puedo encontrar? - preguntó Boromir de nuevo
- Se marchó ya hace tiempo con Kémmotar, un Elfo hijo de unos amigos de su padre
- Vaya... Bueno gracias igualmente
Boromir caminó de regreso a casa pensando si ese Elfo sería con el que al principio tenía que quedar obligada... Sonrió al recordar a Sinde, aunque le entristecia la idea de pensar que lo más seguro es que no volviera a verla....
* * *
Bueno! Parecía que la inspiración se había ido del todo! Pero no! Aquí ha empezado a salir algo por fin... ¿Qué os ha parecido? ¡Espero que dejéis review! Gracias a Elanta, Lothluin, cari-chan, Siobhan, Anariel y a todas las que me habéis dejado review alguna vez!!!
* * *
Aredhel se despertó con una extraña sensación. Notó que las sábanas olían de una manera distinta a las que estaba acostumbrada y que la cama estaba en distinta posición. Abrió los ojos con pereza y al principio se encontró en un lugar desconocido, pero luego lo reconoció. Era la habitación de Boromir. Se levantó confusa pues no alcanzaba a recordar como había acabado allí.
En ese instante precisamente el chico entró por la puerta con una ancha sonrisa y llevando consigo una bandeja de madera.
- Buenos días preciosa - dijo Boromir con una ancha sonrisa
Ella le devolvió la sonrisa.
El chico se acercó a la cama y depositó la bandeja sobre las rodillas de la chica. Entonces Dhel pudo ver que era el desayuno. Miró sorprendida a Boromir.
- ¿Me has hecho el desayuno y me lo traes a la cama? - preguntó ella sin querer acabar de creérselo
- Por supuesto. Todo para mi Dhel - dijo él sin quitar la sonrisa
- ¿Dónde está la trampa? - preguntó ella con desconfianza
- Me tengo que ir tengo guardia... - acompañó la frase con una cara de profundo aburrimiento - Pero no quería que creyeras que había salido huyendo o algo por el estilo.
- Vaya... Bueno, no te mueras de aburrimiento - comentó ella - Oye, ¿te importa que use tu baño?
- Por supuesto que no. Todo tuyo
- Otra cosa sólo... ¿Qué hago aquí? - preguntó ella al final
- Ayer te quedaste dormida mientras te explicaba lo que había echo durante el día. Lo debías encontrar apasionante - dijo él
- Oh lo siento! No era mi intención! - dijo ella esperando que su actitud no le hubiera molestado
- Tranquila, hasta yo reconozco que era aburrido - Boromir le guiñó el ojo y salió por la puerta. Dhel ya se estaba levantando volvió a entrar rápidamente, la beso rápidamente y volvió a salir.
Eso dejó una sonrisa en los labios de la chica que ya no se borró en toda la mañana.
* * *
- Se te ve estupenda - comentó Faramir al ver a su amiga
- ¿Tu crees? - dijo ella ampliando la sonrisa. Nadie hubiese dicho en verla que la región donde vivía estuviera pasando por un mal momento.
- Por supuesto! El amor te sienta de maravilla
Aredhel rió : - ¿Y que mensaje de Boromir tenías para mi?
- Ah si, me dijo que había ido a la biblioteca. Sigue obsesionado con esos sueños. - explicó Faramir
- Pues voy a ver si lo convenzo de que salga a tomar el sol. Hace una tarde espléndida.
- Eso, y venís a hacerme compañía en el río. Que allí las guardias nunca pueden ser tan aburridas... - dijo Faramir
- Tranquilo, vendremos - aseguró Dhel
Después la chica se dirigió a la biblioteca. En efecto, Boromir estaba allí muy concentrado mirando un trozo de pergamino.
- Esto empieza a ser preocupante... ¿Ya te interesan más los estudios que tus guardias? - dijo ella
- Sabes que es lo que estoy haciendo... Y la guardia ya la he terminado - dijo él sin levantar la vista
- La cuestión es que hace una tarde magnífica y que esto puede esperar - dijo Dhel revolviéndole el pelo
- Pero... Es que... - se notaba que Boromir no quería dejar lo que estaba haciendo
Aredhel le echó un vistazo al papel : - ¿Se trata sólo de ordenar estas letras para que tengan algún significado? Eso te lo puedo hacer yo; se me dan genial estas cosas
- ¿En serio? - preguntó él alzando la vista por primera vez
- ¡Claro!
Al final Boromir se dio por convencido y siguió a Dhel hasta donde Faramir esperaba cada vez con cara más aburrida.
- ¡Por fin alguien con quien hablar! Estaba a punto de irme hacia el río y empezaba a preocuparme - dijo el chico
- Dhel tiene un gran poder de convicción - dijo Boromir - Te venimos a hacer compañía
* * *
La chica se despertó sobresaltada para descubrir que se había quedado dormida en la biblioteca con la cabeza apoyada en el pergamino donde las letras la miraba como desafiantes.
- Tiene que haber alguna lógica... - susurró ella
Empezó de nuevo a combinar letras... No veía nada claro, hasta que, como si alguien le hubiera dado la solución vio de repente toda la relación. Se levantó de un salto y corrió a la habitación de Boromir. Golpeó insistentemente la puerta hasta que el chico abrió con los ojos aún medio cerrados y todo el pelo alborotado.
- ¿Dhel? ¿Qué pasa? - preguntó en un tono casi inaudible
- ¡Lo tengo! Ya lo he resuelto - dijo ella con orgullo
- ¿En serio? - entonces si que Boromir abrió del todo los ojos
Ella se limitó a pasarle el trozo de pergamino
- ¿El daño de Isildur? - leyó él extrañado - ¿Y eso que significa?
- No sé, pero es lo único con sentido que se puede sacar. Quizás alguien tenga un significado para estas palabras
- Lo consultaré con mi padre mañana... - dijo él
- Y ahora si no te importa, me voy a dormir que tengo un sueño.... - Dhel estiró los brazos por encima de su cabeza para desperezarse un poco y empezó a irse
- Dhel - la llamó Boromir
- ¿Si? - ella se giró un momento
- Eres la mejor - dijo él besándola
- No ha sido molestia. Hasta mañana - dijo ella con una amplia sonrisa
* * *
Denethor se encontraba reunido con algunos altos generales de la ciudadela cuando Boromir tocó la alta puerta de madera de roble pidiendo permiso para entrar.
- ¡Ah Boromir! Llegas justo a tiempo, ahora mismo te iba a hacer llamar. Estábamos discutiendo como planear una ronda de reconocimiento en Mordor para ver si averiguamos algo acerca de estos ataques - dijo el Senescal
- Yo tengo una pista - dijo él muy convencido, y luego se dirigió a los otros presentes - ¿Nos disculpan un momento?
Todos se retiraron en silencio.
- ¿Qué es lo que pasa hijo? - preguntó Denethor
Entonces Boromir le contó toda la historia. No se puede decir que el senescal se la creyera completamente pero tenía mucha confianza en su hijo mayor, y respetaba sus decisiones más que las de nadie.
- Lo que tienes que hacer es consultar alguien sabio, que entienda de este tema. Y de siempre los Elfos han sido los más sabios
- Supongo que podría ir a preguntarle a Sinde... Aunque hace tiempo que no sé de ella - dijo Boromir pensativo
- No me refiero a esos Elfos que viven en el bosque de aquí al lado. Lo que tienes que hacer es ir al valle de Imladris, en Rivendel. Ahí tiene su casa Elrond. Él sabrá contestarte. - explicó Denethor
- ¿Rivendel? ¿Dónde queda esto?
- Al norte. Hay bastantes días de viaje. Llévate provisiones. Aunque... Quizás fuera mejor que Faramir viajara hasta ahí en tu lugar y tu te quedaras a hacer las rondas de reconocimiento a Mordor
- No, prefiero ir yo a hablar con Elrond. Faramir hará de maravilla su trabajo - aseguró Boromir
- Es solo que... Tiene esa absurda confianza ciega con ese mago...
- Faramir tiene la misma educación militar que yo, estate tranquilo, que le haga ilusión hablar con el mago que tu dices de ciertos asuntos no tiene absolutamente nada que ver. Ten confianza en él
- No me queda ningún otro remedio - suspiró Denethor.
* * *
- ¿Cómo que a Rivendel? ¿Y donde queda eso exactamente? - Dhel se estaba poniendo nerviosa por momentos
- Hacia el norte... Ya te lo he dicho - dijo Boromir pensando en si había sido en realidad una buena idea decírselo a la chica
- Voy contigo - dijo ella con decisión
- Ah no, eso si que no. Con los tiempos peligrosos que corren los caminos no son seguros - dijo él muy seriamente
- Por eso mismo! Es un viaje muy largo para hacerlo ahora! - exclamó Dhel
- ¿Quieres tranquilizarte? No voy de visita a Mordor ni nada por el estilo! Sólo voy a consultar la sabiduría de un Elfo. Volveré muy pronto. Te lo prometo - dijo él con una sonrisa tranquilizadora
- Más te vale cumplir tu palabra! - dijo Dhel señalándolo amenazadoramente con un dedo
- Además, aún tardaré unos días en partir, tengo que dar unas indicaciones a Faramir y dejarlo todo listo
- Unos días en los que vas a estar demasiado ocupado - dijo ella bajando la vista
Boromir le hizo levantar la mirada alzándole el mentón suavemente con los dedos : - Para ti tendré más tiempo que para nadie. Si no puedo dar todas las indicaciones dará igual, ya son lo bastante mayorcitos para apañárselas sin mi.
Aredhel lo miró con una sonrisa muy grande, y luego le abrazó.
* * *
A raíz de esa conversación con su padre, Boromir había pensado después de mucho tiempo en Sindezella, la Elfa que vivía en el bosque y con la que solía hablar hacía tiempo.
Llegó al árbol donde ella solía siempre estar, pero estaba vacío. Se estuvo esperando realmente mucho rato, hasta que oscureció, pero ella no llegó a aparecer.
Cuando ya había decidido irse, a la lejanía vio a un elfo y lo llamó : - ¡Perdona!
El Elfo, que tenía una melena rubia y unos profundos ojos azules le miró
- ¿Conoces a una Elfa llamada Sindezella?
- ¿La hija del jefe? Si - dijo el Elfo
- ¿Sabes donde la puedo encontrar? - preguntó Boromir de nuevo
- Se marchó ya hace tiempo con Kémmotar, un Elfo hijo de unos amigos de su padre
- Vaya... Bueno gracias igualmente
Boromir caminó de regreso a casa pensando si ese Elfo sería con el que al principio tenía que quedar obligada... Sonrió al recordar a Sinde, aunque le entristecia la idea de pensar que lo más seguro es que no volviera a verla....
* * *
Bueno! Parecía que la inspiración se había ido del todo! Pero no! Aquí ha empezado a salir algo por fin... ¿Qué os ha parecido? ¡Espero que dejéis review! Gracias a Elanta, Lothluin, cari-chan, Siobhan, Anariel y a todas las que me habéis dejado review alguna vez!!!
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