ANTES DE LEER : LA SIGUIENTE HISTORIA CONTENDRÁ ESCENAS VIOLENTAS NO APTAS PARA MENORES DE EDAD. SI TE INCÓMODA TE RECOMIENDO QUE NO LEAS LA SIGUIENTE HISTORIA, Y SI LO HACES POR FAVOR HAZLO BAJO TU RESPONSABILIDAD.
LA SIGUIENTE HISTORIA, NO ES DE MI AUTORÍA. TODOS LOS CREDITOS DE ELLA CORRESPONDE A Hanna_Ferrari
El paso lento de Terry a través de aquellos pasillos delataba sus evidentes ganas de no querer llegar a su destino, cual era su departamento. Mismo donde sabía que quien lo estaría esperando no era alguien más, más que una Susana enojada preguntando por todo sin importar cuanto lo estuviera asfixiando.
Era una tortura que tenía que soportar día con día, y lo único que quedaba era fingir que todo estaba bien.
Reconocer aquella puerta delante de el había hecho que Terry soltara aire antes de hacer rodar el cerrojo y finalmente abrir la puerta para poder entrar y encontrarse con Susana, aquella chica de cabellos rubios y ojos azules que miraba hacia la calle a través de la ventana.
Parecía estar pensando.
- Llegaste - dijo de la nada llamando la atención de Terry quien guardo silencio - ¿Cómo estuvo tu día, querido? - pregunto Susana con una sonrisa girando sobre ella misma para ver a Terry quien se quedó en silencio nuevamente, en su cabeza no paraba de repetirse la palabra "querido". - Supongo que debes estar cansado. Ya es casi hora de comer y te estuve esperando por qué quiero que tú y yo salgamos a comer afuera como una pareja normal.
Terry llevará su mirada hacia susana tras escuchar aquellas últimas palabras. No sabía que decir puesto a que en la Terry no existía ningún recuerdo de ellos dos siendo una pareja "normal.
-¿Quieres que tu y yo salgamos a comer como una pareja?- repitió mirando a Susana quien sonrió de manera dulce y inocente.
- Terry, tu y yo nos vamos a casar - le recordó - Y si eso va a suceder, quiero que por lo menos seamos como las demás parejas, que salen a la calle tomados de las manos y sonríen juntos.
- Susana - la llamo Terry sin mirarla, sabía que lo que iba a decir era cruel, pero ya no soportaba con tanto, primero la madre loca y terca de aquella chica que se comportaba como un dolor de cabeza repitiendo hasta en sus sueños que Susana le había salvado la vida y después Susana pidiendo y exigiendo que fueran una pareja cuando a decir verdad ni siquiera la miraba como tal. Todo este tiempo estar al lado de Susana parecía estar en medio de una tormenta fría y oscura dónde nunca había sol, y Terry estaba cansado y todo lo que quería era algo de paz y soledad - Tu y yo, no somos como las otras parejas - soltó sintiendo que algo comenzaba a caer, algo parecido a un peso. - Yo no, creo que ser capaz de...
- Lo dices porque no soy ella, ¿verdad? - había interrumpido Susana con cierto dolor que lo transmitía en su tono de vox y en su bella mirada azulina - Claro, si yo fuera ella, de seguro estarías contento. - había dicho mientras comenzaba a derramar lagrimas.
- No Susana, no es eso a lo que me refería.
- No te atrevas a negarlo por qué yo sé que la piensas, incluso cuando estás conmigo - había dicho Susana con mirada baja - Tú no eres el mismo que conocí, ¿Por qué?,¿! por qué eres así!?, ¿Acaso olvidaste lo que hice por ti? - preguntaba Susana levantando su mirada sin importar que esta fuera un desastre de lágrimas.
- No susana, no he olvidado lo que has hecho por mí. - de hecho, es un recuerdo del cual me arrepiento de recordar todos los días - había pensando Terry para si mismo mientras bajaba su mirada al suelo sabiendo que desahogarse con Susana había resultado ser una mala idea.
- Yo, no tengo la culpa...yo solo, solo quiero tu compañía, que me comprendas, que me ames...pero, en todo este tiempo tú has parecido un muerto en vida, ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que te vi sonreír - dijo Susana secando sus lágrimas con sus manos - Quiero que me respondas una pregunta, y quiero que seas honesto - se detuvo, su voz sonaba molesta, sus ojos se volvieron negros y sus manos se habían hecho puño.
Como si supiera que lo que iba a preguntar iba a acabar con ella misma.
- ¿Todavía amas a Candy?, ¿Aun la recuerdas? - pregunto Susana a lo que terry desvió su mirada guardando silencio ante una respuesta que sabia que si la decía, seria sin duda una positiva.
Era cierto que no había logrado sacar a Candy de su mente y mucho menos corazón, era imposible por más que trataba hasta en sueños la miraba, era como un castigo y tormento con Terry que vivía todos los días desde que había decidido decirle adiós.
- Terry, por favor no te quedes callado y contéstame - dijo Susana haciendo que Terry la mirará, la rubia lloraba pero si algo era seguro era que no lloraba por tristeza si no más bien por rabia y molestia - ¿No eres feliz conmigo? - pregunto mirando hacia Terry quien bajo nuevamente su mirada al suelo, sentía un nudo en la garganta, sin embargo guardo silencio pensando en el daño que causaría si llegaba a soltar ese nudo - ¡Vamos Terry!, Quiero que me digas algo, quiero que me digas si la recuerdas, quiero que me digas que si eres feliz, quiero...quiero, que me respondas, por favor.
-¿Qué quieres exactamente qué responda? - dijo al fin de tanto Terry, sin mirarla.
- Quiero que me digas si eres feliz - dicho esto Susana no tuvo que esperar tanto por una repuesta, ya que la respuesta de Terry fue negar con la cabeza. Susana lloro más fuerte, saber que Terry, El chico que ella tanto amaba y deseaba no era feliz simplemente la destrozaba por qué por más que quería creer que no era verdad, sabía que Terry estaba siendo sincero, saber que el Terry del pasado que ella tanto amaba había muerto, le dolía por qué sabía que todo esto tenía una culpable - Quiero que te vayas - dijo Susana ahora aún sonando molesta, sorprendiendo a Terry quien levanto su mirada.
- Susana yo no...
- Quiero que me dejes sola, ¿Acaso no entiendes? - pregunto casi que gritando, la rubia lloraba, como una niña que al parecer no tenía consuelo
Terry la observó, dudando si dejarla sola sería una buena idea, sin embargo saber que Susana estaba molesta y pensar que dejarla sola le haría bien, fue el impulso que hizo que Terry caminara a la puerta para abrirla y desaparecer tras ella. Estando afuera, soltó aire, su corazón latía y latía como un loco, lo había hecho. Al fin había respondido con la verdad y ahora no había marcha atrás, y saber eso hizo que el mirara a la puerta - Perdóname Susana, pero creo que esto fue lo mejor - pensó antes de comenzar a bajar las gradas para salir a caminar hacia las calles cuidad, no sabía por qué pero algo en su interior le hacía sentir como si hubiese estado atado durante mucho tiempo y recién ahora era libre.
Sim embargo, escuchar un fuerte ruido había llamado la atención de Terry deteniendo su paso. Al parecer provenía del departamento, algo se había quebrado en mil pedazos, algo como un florero. El recuerdo que Susana molesta vino a su mente, era mejor dejarla sola, porque ahora ella necesitaba pensar, a lo mejor mañana todo sería diferente. Con ese pensamiento siguió bajando las escaleras hasta que..., Escucho un segundo ruido, está vez no parecía de un florero, ya que no escucho el mismo quebrarse, se detuvo esperando escuchar algo más, pero no escuchar nada hizo que comenzará a subir las escaleras a paso rápido de nuevo hacia el departamento.
Para cuando llego a la puerta comenzar a tocarla, esperando recibir una respuesta. No recibir la respuesta esperada había hecho que sin mas opción Terry decidiera abrir la puerta para tras abrirla sentir que su corazón y su mundo se detuvo.
Pues en el suelo, efectivamente había algo más un florero hecho mil pedazos, pues junto con aquel florero estaba Susana en el suelo.
- Susana - la llamo mientras a paso rápido caminaba adonde ella estaba, con manos temblando, tomo el cuerpo de aquella rubia que estaba comenzando a cerrar los ojos.
- Terry...- lo llamo aquella rubia - sabia que volverías - había dicho Susana débilmente mientras sonreía.
- ¿Estas bien, Susy? - pregunto Terry de manera suave, olvidándose de todo en aquellos momentos.
-Siento que mi tiempo se ha acabado, Terry.
- No digas eso, estarás bien. Té lo prometo - había dicho Terry mientras llevaba sus manos hacia las mejías de Susana queriendo así, secar sus lágrimas.
- Terry yo...necesito que me perdones.
- No comiences a despedirte Susy. Te dije que estarás bien.
- Olvídate un segundo de las mentiras y mejor dime si es que me perdonas para poder estar tranquila.
- Esta bien Susy - acepto Terry - Te perdono - había dicho después haciendo que Susana sonriera mientras que sus lagrimas aun adornaban su rostro.
Sintiendo la sinceridad de las palabras de aquel castaño. Susana llevo su mano hacia el rostro de Terry para acariciarlo suavemente mientras lo miraba sin importar cuan pesados comenzaba a sentir sus ojos.
- Nunca olvides, lo mucho que te ame, Terry - había dicho susana para finalmente terminar de cerrar los ojos y dejar caer su cuerpo en brazos de Terry pareciendo totalmente inconsciente y sin vida.
- Susana no...por favor sigue hablando - pidió Terry sintiendo como el cuerpo de Susana parecía ya no responder - No, no, no, Susana por favor reacciona - pidió Terry sacudiendo el cuerpo de la rubia, sin embargo no lograba que ella abriera sus ojos - Susana - la llamo por tercera vez, no recibir alguna señal o respuesta de la rubia hizo que todo para el se volviera negro, como la muerte que Terry se negaba a aceptar en aquellos momentos.
-- nota
no sé por qué está plataforma no me deja poner la descripción completa de esta historia pero por si acaso : la historia es en un ambiente bastante injusto y tenso (es en una cárcel) pero no sé si había dicho esto aquí, pero la cosa es que para su tranquilidad : la historia si tiene un final feliz pero para llegar a eso, vamos a pasar por muchas cosas así que recomiendo que se preparen y que tengan una mente abierta.
con respecto a las actualizaciones, la verdad no sé si hacer mataron así que eso lo dejare a su opinión.
antes de irme quiero aclarar, está historia no es adaptación, ni nada de eso, es complicado explicar esto pero lo que deben tener en mente es que en esta historia yo : Belinda Gray solo escribi los dos primeros capítulos y los demás son completamente de la autoría de Hanna Ferrari.
eso es todo por ahora. Muchas gracias por leer...bye
