Capítulo 1: Equipos

Disclaimer: Naruto no me pertenece, le pertenece a Masashi Kishimoto.

—Ahora el equipo 7 estará conformador por… —Iruka guardó silencio por unos momentos para darle algo de emoción al asunto. Algunos de los chicos que no habían sido seleccionados aún en su respectivos equipos miraban esperanzados a su maestro para que quedasen emparejados con un par de ciertas chicas—. Uchiha Satsuki, Namikaze Narumi y Takahashi Ikki. Su maestro será Hatake Kakashi.

Satsuki y Narumi levantaron sus cabezas al escuchar sus nombres, ambas asintieron con la cabeza al verse.

Uchiha Satsuki era hija del patriarca y matriarca del clan Uchiha además de que su padre era el jefe de policía de la aldea, ella era (a palabras de muchos) una linda chica de cabello negro que normalmente tenía atado en una cola de caballo y ojos ónix que eran representación de su clan. Su piel era algo pálida dándole un toque más frío a su apariencia que concordaba con su personalidad seria y calculadora.

Namikaze Narumi, por otro lado, era lo opuesto a Satsuki pues ella era una chica alegre y algo ruidosa además ella era hija del cuarto Hokage y de la habanero sangriento. Su cabello era rubio atado en dos coletas y un par de ojos de un azul brillante, al igual que Satsuki, era considerada como una chica hermosa.

Ambas chicas eran condicionadas por la mayoría de los chicos mientras que otros simplemente no se interesaron en ese tema o lo encontraban demasiado problemáticos.

Tanto Narumi como Satsuki miraron en dirección al que sería su compañero de equipo, Takahashi Ikki.

Takahashi Ikki era un chico común sin nada especial solo que su madre era ama de casa y su padre era un chūnin a servicio de la aldea de la hoja él, al igual que su padre, nació con una red de Chakra que le permitió asistir a la academia ninja para convertirse en un ninja real. El cabello de Ikki era negro y sus eran ojos de una tonalidad amarilla. Realmente no tenía nada de especial.

En esos momentos, Ikki estaba sin habla ya que no podía creer quienes eran sus ahora compañeras de equipo.

—Maldito bastardo.

—Oigan, ¿Y si lo matamos?

Esos y más comentarios de parte de los chicos eran escuchados por todos e incluso Iruka sonrió de manera nerviosa, sin embargo, continúo nombrando a los equipos faltantes junto a sus respectivos maestros. Ikki recibía variedad de miradas que iban desde odio hasta el asombro, después de todo, había terminado siendo compañero de equipo de dos chicas que consideraban princesas.

Después de un rato, Iruka se despidió de los que habían sido sus alumnos durante unos cuantos años con un discurso digno de su ser y salió del aula diciendo que sus respectivos maestros vendrían por su respectivo equipo.

Uno a uno, cada equipo junto a su maestro fue saliendo del aula despidiéndose de sus amigos con la promesa de seguir encontrándose para charlar o cosas así. Al final, los únicos que quedaron en el aula fue el equipo 7.

Después de un rato, Narumi se levantó de su asiento bajo la atenta mirada de Satsuki e Ikki.

—¿A dónde vas, dobe?

—Kakashi será nuestro maestro —respondió—. Así que estoy segura de que llegará tarde, iré a comer algo.

Sin nada más que decir, Narumi abrió la puerta del aula para después salir y cerrarla tras ella. Satsuki cerró los ojos por unos momentos hasta que los volvió a abrir e hizo lo mismo que Narumi sin decir nada a Ikki.

Ikki fue el único que quedó en el aula y estaba completamente confundido, ¿Qué acaba de suceder? Se suponía que deberían de esperar a tu maestro, ¿Esas chicas eran antisistema? Sin embargo, Ikki tenía hambre así que decidió seguir el ejemplo de sus ahora compañeras y estaba por abrir la puerta cuando esta fue abierta.

Un hombre de cabello blanco con su ojo izquierdo cubierto por su banda ninja y una máscara cubriendo su boca. Dicho hombre se asomó al aula y por su apariencia Ikki debía adivinar que se trataba de un jōnin y posiblemente su maestro.

—¿Mmm?

Ikki se quedó quieto mirando al que posiblemente sea su maestro de ahora en adelante.

—¿Perteneces al equipo 7? —preguntó.

—¿Eh? —Ikki se sorprendió por la pregunta, pero la asimilo—. Ah, sí.

—¿Y las demás?

—Fueron a comer.

—Y yo que me apresure a venir después de ser amenazado por Kushina y Mikoto-sama —el jōnin bajo la cabeza soltando un gran suspiro. Ikki estaba realmente confundido por lo que su maestro decía.

(Nota: Como han podido ver, siempre use la palabra maestro cuando me refería a ellos cuando en anime y manga se usa la palabra "sensei" que es como se refieren a sus maestros, usaré una combinación de la palabra maestro y sensei, aunque significan la misma cosa).

—¿Sensei?

—Ah, puedes ir a comer también —el ojo de su ahora maestro parecía sonreír y sonriendo bajo la máscara—. Nos reuniremos dentro de una hora en la azotea de la academia. Avisaré tanto a Satsuki como a Narumi.

Con eso dicho, su maestro desapareció en un remolino de viento dejando nuevamente a Ikki solo y confundido. Ikki, sin decir nada más, salió del aula en dirección a su hogar.

—Estoy en casa —anunció Ikki mientras dejaba sus sandalias ninja en la entrada.


—Bienvenido.

Su madre lo recibió con una sonrisa mientras se limpiaba las manos en un delantal. Su padre se asomó por la habitación que correspondía a la cocina.

—Oh, llegas temprano.

—El maestro al que fue asignado mi equipo dio permiso para comer antes de tener nuestra primera reunión.

Takeshi y Akemi Takahashi eran los padres de Ikki. Akemi una ama de casa y Takeshi un chūnin.

—Ya veo —Takeshi acarició la cabeza de su hijo—. Me alegró que seas un ninja ahora.

—Me habría gustado que fueras contador o alguna otra cosa —habló Akemi mirando con preocupación a su hijo—. Así no tendrías que arriesgar tu vida como hace el tonto de tu padre.

—¡Hey!

—Es la verdad.

Ikki solo pudo reír ante el intercambio de sus padres.

—Está bien, mamá —ambos padres miraron a su hijo—. Ahora solo soy un genin así que solo me darán misiones de arrancar pasto o algo así.

—Y después ascenderás a chūnin y después de jōnin.

—Eso si paso las pruebas, papá.

—Créeme, lo harás y estaremos orgullosos de ti.

Padre e hijo sonrieron entre sí mientras la madre soltaba un suspiro, pero sonrió.

—Démonos prisa o la comida se enfriará.

—Sí —Ikki y Takeshi asintieron siguiendo a Akemi al comedor.

Ikki estaba completamente satisfecho con su vida actual y quería que continuará como estaba, aunque no fuera un ninja todo poderoso como lo serían muchos de sus compañeros sobre todo Narumi y Satsuki.


Narumi abrió la puerta principal de su hogar.

—Estoy en casa, mamá.

—Oh, cariño. Bienvenida —Kushina Uzumaki se acercó a su hija vistiendo un delantal—. Regresaste temprano.

—Sí —Narumi asintió—. Kakashi es quien será el sensei de mi equipo así que vine a comer.

—Ya veo —Kushina aceptó lo dicho por su hija.

—¿Papá sigue en la torre Hokage?

—Sí, tiene planeado volver a tiempo para cenar.

—Entiendo.

Namikaze Minato, esposo de Kushina y padre de Narumi además de ser el cuarto Hokage de Konoha. Minato pasaba bastante tiempo en la torre Hokage cumpliendo su deber como uno de los cinco Kage, pero eso no evitaba que pasara tiempo con su esposa e hija.

—¿Quiénes son tus compañeros de equipo?

—La teme y un chico que no conozco —respondió tranquilamente. Kushina soltó un suspiro al escuchar a su hija llamar "teme" a la hija de una de sus mejores amigas.

—¿Un chico que no conoces?

—Sí —asintió—. Su nombre es Ikki, pero hablando realmente no sé por qué esta en nuestro equipo. Habría esperado a Hinata, Shikamaru o a alguien más.

—Naru —habló Kushina seriamente. Narumi la miró—. No debes de menospreciar a nadie, si está en tu equipo debe existir alguna razón. Por el momento, trata de llevar las cosas en paz.

—Está bien.

Madre e hija caminaron en dirección a la cocina dónde Kushina estaba preparando la cena, pero le daría algo a su pequeña para comer.


Satsuki entró a su casa gritando un pequeño "estoy en casa" siendo recibida por su madre, Uchiha Mikoto.

—¿Cómo te fue en tu día?

—Me nombraron equipo con la dobe y al parecer tenemos un maestro que llega tarde.

Mikoto negó divertida al escuchar el apodo con el que su hija llamaba a la hija de una de sus mejores amigas a quien consideraba hermana. Ellas se conocían de pequeñas y mostraban una profunda rivalidad, tal y como las madres habían hecho hace años.

—¿Y tú otro compañero?

—¿Perdón?

—Se supone que los equipos son de tres integrantes más el maestro, ¿No? —cuestionó a su hija quien asintió—. ¿Quién es tu otro compañero?

—Oh —Satsuki pareció recordar algo sin importancia—. Su nombre es Takahashi Ikki, pero siendo sincera no le veo la gran cosa, ¿Por qué esta en nuestro equipo?

—Deberías de despreciar a los demás, Satsuki —regaño Mikoto—. En ese aspecto eres similar a tu padre.

Satsuki soltó un bufido mientras caminaba en dirección a la cocina. Mikoto, sin decir nada más, siguió a su hija a la cocina viendo que estaba lista para morder un tomate.

—Deja eso —le arrebató el tomate de las manos—. En unos minutos estará lista la comida, ve a sentarte.

Nuevamente, un bufido salió de Satsuki mientras cumplía lo pedido por su madre. Mikoto negó divertida dejando el tomate de nuevo en la cesta.


Ikki llegó a la azotea a la hora acordada con su ahora maestro y al parecer era el primero en llegar. Se acercó a la barandilla y miró el patio de la academia, apenas se había graduado y ya sentía cierta nostalgia.

—Será mejor que no estés pensando en lanzarte —una voz femenina se escuchó detrás de él. Ikki dio un salto por haber sido sorprendido, pero dio media vuelta encontrándose con el rostro ceñudo de Satsuki.

—A-Ah, solo observaba el lugar.

—Hmp —fue todo lo que recibió mientras la chica caminaba a los pequeños escalones que había y se sentó tranquilamente colocando sus manos en sus rodillas y sosteniendo su barbilla, cerró sus ojos para tratar de tomar más tranquilidad.

La incomodidad invadió el cuerpo de Ikki mientras pensaba en las maneras de estrechar lazos con su ahora compañera, ¿Debía de acercarse e iniciar una conversación? Desecho la idea al recordar que todos los que intentaron hablar con Satsuki fueron ignorados o alejados con palabras frías, comúnmente Narumi se burlaba de ella diciendo que tenía un palo en el culo por ser demasiada amargada.

Ambos escucharon la puerta de la azotea abrirse. Satsuki abrió uno de sus ojos para ver quien había llegado mientras Ikki solo miraba en dirección a la puerta. Narumi entró felizmente y parecía satisfecha por algo. Satsuki suspiro y cerró su ojo.

Sin decir nada, Narumi tomo asiento al lado de Satsuki mientras tarareaba. Ikki estaba seguro de que lo hacía para irritar a la pelinegra quien frunció el ceño después de un rato.

—Guarda silencio.

—Eres muy amargada, teme.

—No me importa, dobe —refutó Satsuki—. Cállate.

—Por amargada no tienes novio.

—Vaya, ¿Y tu lo tienes? ¿Quién se atrevería a enamorarse de alguien sin cerebro?

Ikki solo miraba el intercambio entre ambas chicas y se sorprendió de la paciencia que se mostraba entre sí para no atacarse en ese mismo instante. Si Ikki era sincero… Se sintió algo excluido, pensaba en la manera de acercarse a entablar una conversación con ellas, sin embargo, ¿Cómo podría simplemente acercarse como si fueran amigos de toda la vida? Es decir, Narumi era hija del Hokage y Satsuki era hija del jefe de policía de la aldea mientras que él no tenía nada de especial.

—¡Dilo de nuevo y borrare esa sonrisa de tu cara! —Ikki se sobresaltó al escuchar ese grito. Satsuki hizo una mueca burlona.

—El ramen sabe asqueroso.

Narumi parecía estar lista para lanzarse contra Satsuki, pero una nube de humo llamó la atención de todos.

—¿Podrían por favor no intentar matarse entre sí? —el mismo jōnin que Ikki había visto hace una hora entro en escena mientras leía un libro verde.

Narumi soltó un bufido cruzándose de brazos, Satsuki parecía que estaba haciendo una sonrisa de victoria que parecía más una mueca e Ikki simplemente observaba confundido y sorprendido.

—La primera impresión que tengo de ustedes como equipo, son una bola de idiotas —tanto Satsuki como Narumi lo fulminaron con la mirada haciendo sentir nervioso al jōnin ya que esa mirada era la misma que tenían sus madres. Ikki, por otro lado, soltó un suspiro resignándose al tipo de equipo que le había tocado.

Kakashi miró a Ikki con una sonrisa como si le dijera que lo comprendía.

—Como ya deberían saber, mi nombre es Hatake Kakashi y desde ahora seré su maestro.

—¿Podrías decirnos algo nuevo? —se quejó Narumi.

—Primero, ¿Por qué no se presentan? —habló—. Será para que yo pueda conocerlos mejor y para que puedan conocerse mejor como compañeros.

—No es necesario —interrumpió Satsuki—. Desgraciadamente la dobe y yo nos conocemos muy bien además de que también nos conoces.

—Quizá, pero aun así lo haremos —respondió—. Pueden decir su nombres, gustos y disgustos, pasatiempos, sueños para el futuro. Cosas así.

—¿Y por qué no inicia usted, Kakashi-sensei? —cuestionó Narumi alzando una ceja—. Denos un ejemplo de cómo deberíamos presentarnos nosotros.

—Como ya he mencionado, soy Kakashi Hatake las cosas que me gustan y me disgustan… No, no tengo ganas de decirlas —habló tranquilamente. Narumi, Satsuki e Ikki fruncieron el ceño—. Mis sueños para el futuro… Nunca había pensado en eso y en cuanto a mis pasatiempos, tengo muchos pasatiempos.

—Lo único que nos dijo fue su nombre —se quejó Ikki mientras Narumi asentía.

—Bueno, iniciemos con… —Kakashi observó tranquilamente a sus genin—. Tú, el de la derecha.

Ikki fue tomado por sorpresa cuando Kakashi lo señalo y ahora recibió la atención de todos.

—Mi nombre es Ikki Takahashi, me gustan muchas cosas y me disgustan algunas otras —Ikki no mentía, pero no habría quejas cuando su maestro no explico detalladamente, ¿No? —. Mi sueño para el futuro es volver un gran Shinobi siendo recordado por muchos, mi pasatiempo es leer.

—Ya veo, buena presentación —Kakashi asintió con una sonrisa mientras Satsuki y Narumi soltaban un resoplido de burla—. Ahora tú, Satsuki.

—Mi nombre es Satsuki Uchiha, no tengo cosas que me gustan y me disgustan los idiotas que creen que ser ninja es fácil además del dobe —habló seriamente. Ikki se estremeció al ser visto por ella de reojo—. No tengo pasatiempos y mi sueño para el futuro es matar a cierta persona.

Kakashi entrecerró los ojos.

—Narumi.

—Mi nombre es Narumi Namikaze, me gusta pasar el tiempo con mi familia y comer ramen, me disgusta tener que esperar a los 3 minutos del ramen instantáneo y también me disgusta el teme —Narumi enfocó su mirada en Satsuki quien la ignoró—. Mi pasatiempo es entrenar con mi madre y mi sueño es convertirme en Hokage como mi padre.

Narumi sonreía brillantemente, ella era completamente lo opuesto a Satsuki quien mantenía un ceño fruncido.

—Ya veo, con eso concluyen las presentaciones —anunció—. Mañana los esperare a las 5 de la mañana en el punto designado y lleven su equipo ninja. Les haré un examen.

—¿Examen? —preguntó Ikki.

—De los 27 graduados solo 9 serán aceptados como genin, los otros 18 serán rechazados y reenviados a la academia. En pocas palabras, este es un examen de los que apruebas o te regresas —Ikki trago en seco mientras Narumi y Satsuki miraban seriamente a Kakashi—. Yo decidiré si aprueban o no, los esperaré. Por cierto, no desayunen o vomitarán.

Sin decir nada más, Kakashi desapareció dejando solo a su equipo de genin. Ikki estaba nervioso, él no quería tener que regresar a la academia ninja de nuevo.

Narumi y Satsuki se levantaron de su lugar mientras caminaban juntas a la puerta. Ikki ahora estaba aún más sorprendido, ahora las chicas parecían ser buenas amigas cuando hace un rato se habían atacado con palabras e incluso parecían estar listas para matarse. Ambas salieron de la azotea dejando solo a Ikki quien decidió quedarse un poco más en el lugar.


—Así que al final pusiste tanto a Narumi como a Satsuki con Kakashi, ¿No es así?

—Así es —Minato asintió mirando a su maestro, Jiraiya—. Kakashi perteneció a anbu y estoy seguro de que será capaz de manejar un equipo con Narumi y Satsuki incluidas además parecer haber más confianza entre ellos.

—¿Qué me dices de su compañero? —preguntó Jiraiya—. Ikki Takahashi es su nombre, ¿No?

Minato guardó silencio por unos momentos y Jiraiya pensó que simplemente lo había colocado con ellas para llenar el vació de su equipo además de que posiblemente ese chico fue el peor de su clase.

—Eso es algo que descubrirás con el tiempo, sensei.

Jiraiya se sorprendió por la respuesta, pero decidió no indagar más ya que sabía que Minato no le contaría nada más.

—Como sea, debo continuar con mi investigación.

—Solo no me cause problemas, por favor.

Un resoplido salió de los labios de Jiraiya mientras salía por la ventana en dirección a las aguas termales. Minato soltó un suspiro cansado tomando entre sus manos unos documentos.

—Muestra que no me equivoque contigo, Ikki-kun.

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