Hola a todoooooos. Me alegro de traerles un nuevo capitulo de esta primer saga que será el comienzo de una trilogia.
La verdad es que no pense que mi fic tuviera tanta aceptación pero... les agradeceria que dejaran sus comentarios en los reviews en lugar de enviarme un MP. Ustedes no saben lo tedioso que es estar limpiando el buzon de mensajes aqui.
Sin más demora disfruten de este capitulo.
Descargo de responsabilidad.
Billy y Mandy son creación de Cartoon Network y no mia.
POSIBILIDADES
La joven Clifford bajo lentamente por las escaleras de su nuevo hogar en Shibuya. Estaba enojada consigo misma por haber dejado sus emociones en plena libertad; al igual que cuando sueltas a un perro en el parque, después de tenerlo encerrado en el sótano por una semana. Y mudarse a cientos de miles de kilómetros de Endsville seguramente le garantizaría más momentos como ese.
Al demonio con Billy Thomson y esos estúpidos sentimientos por él.
Ella no los necesitaba.
O al menos así se obligaría a pensar a partir de ahora.
No hace falta mencionar que ella no tuvo otra opción, que aceptar irse a otro continente, aun en contra de sus deseos. Su decreciente estado de salud había obligado a sus padres, a buscar nuevos tratamientos médicos con la esperanza de una posible cura para su enfermedad.
Al diablo con la jodida esclerosis.
La cocina de su nueva casa era un tanto más pequeña de lo que Mandy se imaginó. Aunque, extrañamente todo parecía estar mejor ordenado que en su antigua cocina. De hecho, casi se veía como si todo estuviera colocado en un orden casi perfecto.
Ella suspiro aliviada al ver que sus padres ya se habían marchado. Probablemente a sus nuevos empleos o al hospital. La verdad. Eso no le importaba en lo más mínimo.
Philiph y Claire no eran precisamente los mejores padres del mundo, aunque tampoco eran los peores. Sencillamente eran humanos. Comunes, corrientes y defectuosos.
Como la gran mayoría.
No es que la pequeña niña de amenazantes orbes negros los odiase. Tan solo prefería no verse en la obligatoria necesidad de interactuar con ellos, tal y como se esperaría de una familia completamente normal.
Aunque decir que no los odiaba, no era del todo cierto. Ella si aborrecía a su padre. Y tenía muy buenas razones para hacerlo, debido a que Philiph le había sido infiel a su madre durante el embarazo.
Si Mandy estuviera en lugar de Claire, lo hubiese castrado y luego habría arrojado su cadáver a los tiburones.
Psicológicamente hablando, enterarse de la infidelidad de su padre. Fue como encender fuego dentro de un pozo petrolero de Arabia Saudita.
Ese fuego ardería hasta el final de los tiempos.
Por esa misma razón, procuraba distanciarse siempre de Philiph, tanto como le fuera humanamente posible.
Fruto de ese mismo distanciamiento padre e hija, fue que ya a sus escasos dos años ella se obligó a si misma a no depender de ningún adulto a excepción de Claire. Y a sus actuales seis años, se había vuelto independiente casi en su totalidad. Excepto por el área culinaria. Mandy aún tenía problemas con eso, y prueba de ello lo eran las múltiples cicatrices de quemaduras que, afortunadamente eran casi invisibles al ojo humano.
Al demonio con la cocina y las tontas quemaduras.
Siendo quizás la cocina, una de las pocas debilidades que Claire conocía de su pequeña. Casi siempre dejaba preparado el desayuno, o la cena para su hija. Así, Mandy podía calentar su comida con relativa facilidad en el microondas. Y sí. Claire comenzó hacer todo eso sin que su hija le pidiese ese favor.
Sabía que su pequeño angelito gruñón nunca se lo pediría.
Era su maldita obligación como madre procurar que ella se alimentara y tuviera un techo. Por lo tanto, no tenía que darle las gracias por eso.
La pequeña Clifford examino su desayuno.
Huevos con jamos y pan tostado. Y al lado izquierdo de su plato estaba un vaso con jugo de naranja orgánico.
Gracias al cielo. Porque alguien iba morir si ella encontraba sobre la mesa un inmundo desayuno japonés.
La simple idea de tomar sopa de miso, era algo igual de asqueroso que los villancicos de navidad.
Mientras se sentaba en su silla, y a la vez que retiraba cuidadosamente el nylon del plato. Comenzó a pensar en el desarrollo de su primer día en ese país.
La verdad es que no tenía muchas opciones.
En primer lugar, ella no hablaba Hiragana. Tampoco leía Kanji, ni mucho menos entendía nada de esa porquería de Katakana. Dicha limitación lingüística le aseguraba en un cien por ciento que no tendría la más mínima idea de adonde ir o como regresar a casa.
Ese pequeño detalle hizo que Mandy rechinase los dientes al masticar el primer bocado.
Maldito Philiph. Al menos le hubiera molestado en dejarle un mapa.
Dejando de lado ese inconveniente, pensó en asistir a la escuela, tal y como se supone que debería hacerlo.
De ninguna manera.
Aun si la obligaran poniéndole un arma en la cabeza.
Ella no se convertiría en la burla del día para ningún estúpido grupo de niños niponeses.
Mandy se imaginó a si misma haciendo el ridículo, al intentar comunicarse con sus nuevos compañeros de clases, o con los seguramente desagradables maestros.
Maldita sea.
Estúpidos avances científicos japoneses.
Ella no estaría allí si no fuera por ellos, y esa jodida enfermedad que literalmente destroza los nervios de los músculos en quienes la padecen.
Volviendo una vez más al tema de la escuela. Mandy sabía a la perfección que no podría faltar más de dos días a clase. Si hacia eso podrían suspenderla y, por ende, tendría a Philiph dándole un inútil e igualmente aburrido sermón sobre lo importante que era la educación y la responsabilidad.
Odiaba cuando eso sucedía.
La primera vez que su… no amado padre la sermoneo, fue debido a un insulso y ridículo concurso local de Miss Litte Endsville.
Ni en un millón de años hubiera sido parte de semejante estupidez, si no fuera porque el tarado de Billy se le ocurrió la brillante idea de apostar con la engreída de Mindy Madison, a que perdería contra Mandy en ese tonto certamen para pedófilos.
Cada vez que lo recordaba, Billy recibía un fiero puñetazo en su cara. Claro. Eso lo hacía luego de maldecirse a sí misma por ceder ante la presión de Philiph. ¡Y para colmo de males, ella termino en tercer lugar y la detestable de Mindy gano el primero por mayoría casi absoluta!. Hasta un sapo verrugoso lograría tal hazaña si sobornara a la mayoría de jurado, tal y como Mindy lo hizo.
Asquerosa y tramposa irlandesa.
Algún día la haría pagar por eso.
Lo único rescatable de aquel día, fue el obsequio que Billy le compro con todos los ahorros logrados por vender limonada, no apta para el consumo humano, durante todo el verano del año pasado.
Eran pocas las ocasiones en que Billy lograba sorprender a Mandy, y sin duda alguna, esa vez fue una de ellas.
Mandy aún podría recordar aquella cálida sensación en su pecho al abrir la pequeña caja, tomada de las manos de su persona más fiel.
Fue su segundo obsequio. Y el más especial de todos ellos.
Jamás podría olvidarlo.
Porque ese día prometieron, estar juntos hasta el final de sus vidas.
Nuevamente sus emociones comenzaron a revelarse en contra de su voluntad, sintiendo ese frio vacío en su corazón. Mandy se froto la frente intentando alejar ese conflictivo recuerdo. Lo último que quería era otro momento estúpidamente depresivo como el de hace minutos atrás en el baño.
Una vez que retomado el control de sí misma, llego a la conclusión que. En vista que no quería ser suspendida en la escuela, o convertirse en el hazme reír de los estudiantes y mucho menos recibir un tonto discurso paternal. Entonces. Solo le quedaba una única opción.
Ella iría a la librería más cercana y compraría un jodido diccionario de inglés-japonés.
Luego de terminar su desayuno, lavó la vajilla en el fregadero y se dispuso a salir.
Y así. Mandy Clifford comenzaría su primer día en Japón.
Bueno esto es todo por hoy. espero que les haya gustado tanto como me gusto a mi imaginarme a Mandy participanto en un corcurso de bellaza que como todos sabemos.. ¡ALTERARIA LA CONTINUIDAD DEL ESPACIO TIEMPO!
Ya en serio. creo que explorar a profundidad a Mandy es como cabar una mina de oro.
Por favor dejen sus impresiones y sugerencias que son el combustible para seguir adelante.
Oh si. Casi lo olvido.
Para aquellos que preguntaron si apareceria Orquito en este fic, lamento decepcionarlos pero no creo que el pudiera acoplarse en la trama que estoy desarrollando.
Hasta la proxima vez.
Alone Soldier
