Resucitando de entre los muertos XD ¡Feliz primero de noviembre!
Capitulo 25 "Conspiración
—¿Un humano? —Repite contrariada—. ¿De qué demonio estás hablando?
La sonrisa presumida que le brinda, la cabrea. Su loba gruñe y se inquieta de forma extraña. Sakura retrocede hasta chocar contra la corteza de un árbol, desconfiada del intruso.
Algo estaba mal. Muy mal.
—Lo que escuchaste —Sisea arrastrando las palabras—. Soy un humano pero también un shifter.
—Eres un híbrido —Baja la mirada hacia las escamas en su piel—. No. No lo eres. Tu transformación aun es incompleta.
El ojo color dorado brilla mientras más se adentra en la oscuridad del bosque.
—Lo es. Estoy trabajando en ello —Se mira el brazo analíticamente—. Falta muy poco para conseguirlo.
Sakura frunce el ceño.
—Estas diciendo que… —Piensa sorprendida—. ¡Eso es imposible! ¡Ningún humano puede convertirse en un shifter a través de experimentos. ¡Debes nacer como uno!
Sin embargo…
Vuelve a estudiar la apariencia del intruso.
—Es posible. Solo mírame —Extiende los brazos maravillado por su apariencia—. Soy la prueba viviente de ello.
—Imposible —Sacude la cabeza—. ¿Q-Quién rayos eres?
—Kabuto. Me llamo Kabuto y vengo en nombre de Orochimaru-sama.
Ambos nombres eran desconocidos. Cada vez estaba más confundida.
—¿Orochimaru?
—Es el nombre del Shifter que está logrando lo imposible.
Sakura lo observa en silencio, las alarma disparandose en su cabeza.
¿Quiénes eran estas personas y que querían de ella?
Kabuto se acerca a ella, tensándola. Había algo en él, aparte de su apariencia, que no le gustaba.
—Necesitamos de tu completa colaboración, Sakura —Su interior retumba al escuchar su nombre de sus labios—. Umm… —Olfatea el aire deteniéndose.
—¿Qué te hace pensar que haré lo que me piden? —Alza una ceja cuando él voltea a verla confundido—. ¿Qué?
Kabuto avanza y se detiene frente a ella. Sakura abre los ojos ampleamente cuando su cuerpo se sacude y un gemido brota de sus labios involuntariamente.
—¿Pero qué mierda? —Se lleva una mano a su boca, ocultando los colmillos que brotaron contra su voluntad—. ¿Qué estás haciendo conmigo? ¡Aléjate!
Kabuto olfatea y sisea negando con la cabeza. Luego se aleja de ella rápidamente como si quemara.
—Esto es inesperado… —Tapa su nariz con desagrado—. No estoy interesado en joder contigo, mujer.
Sakura siente sus mejillas calientes por la rabia y vergüenza.
¿Quien se creía este idiota?
—¡En tus sueños, imbécil! —Grita furiosa por la reacción de su cuerpo—. ¿Mejor dime qué diablos es ese asqueroso aroma que brota de ti? ¡Es insoportable!
—¿Asqueroso? —Repite con calma—. Solo es mi aroma normal. Y por tu reacción te agrada tanto como para mojarte las bragas.
—Eres un maldito —Gruñe, su cabeza uniendo todas las piezas de pronto—. No… No maldición no. Esto es inaceptable.
Kabuto sonríe.
—Tampoco estoy feliz con la idea, chica —Dice divertido, lo cual la hace verlo con odio—. En mis planes no está vincularme con nadie —La mira pensativo—. Siento el tirón pero supongo que las drogas en mi sistema están neutralizando las hormonas de apareamiento un poco —Abre y cierra sus manos—. Puedo controlarme perfectamente pero.. ¿Cómo te sientes tú?
—Quiero saltar sobre ti y estrangularte.
—¿Segura?
Sakura gruñe en respuesta.
Maldita sea su suerte.
Su cuerpo traicionero hormigueo en deseo. Pero no era tan fuerte como para saltar sobre él. Era extraño.
—Tú aroma. Hay otro aroma en ti —Olfateo arrugando la nariz—. Es tan nefasto que resulta desagradable para mí y mi loba.
—Desagradable —Medita un poco—. Debe ser el cambio en mi organismo lo que impide que nos vinculemos.
—No voy a vincularme contigo —Niega con firmeza—. No eres mi compañero. Lo es Sasuke.
Kabuto la observa profundamente antes de encogerse de hombros.
—¿Estas segura que es tu compañero? —Pregunta—, ¿No es esa Hinata?
—¡No lo es! —Grita—. Sasuke es mi compañero. No el de esa estúpida humana… Espera… ¿Cómo sabes tú eso? —Lo mira con sospecha—, ¿Qué es lo que quieren de mí?
—Queremos lo mismo, Sakura Haruno —Dice llamando su atención—. ¿Dime; Qué estas dispuesta a hacer para alejar a Hinata de Sasuke?
Sus ojos se entrecierran al escucharlo.
—Lo que sea —Responde sin dudar.
Si ellos tenían una forma de alejar a esa humana de Sasuke. Ella estaría feliz de escucharla.
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—¿Quieres una galleta? —Susurra en voz baja, temiendo ser encontrada y castigada—. Escuche que mi padre otra vez te dejo sin comer. ¿Tienes hambre, verdad? ¡Ten, toma una galleta!
Un leve gruñido es lo único que obtiene como respuesta. Sus manos se extienden entre los barrotes extendiendo la galleta. Pero por más que lo intenta, él no se acerca ni parece interesado en lo que le brinda.
Su corazón duele en su pecho ante su rechazo.
—¿M-Me odias, verdad? —Su visión se empaña ante la idea—, Lo siento. M-Mi padre es un tipo malo. Por eso me odias.
Otro gruñido. Levantando la mirada se queda sin aliento cuando nota los ojos carmesís fijos en ella.
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Hinata se despierta abruptamente en la cama. Sus manos tiemblan mientras se limpia las lágrimas en sus mejillas.
¿Un sueño? No… fue un recuerdo de aquellos días.
—¿Qué sucede? —La voz ronca de Sasuke la atrae de sus pensamientos, Hinata gira el rostro hacía él—, Hinata… —Se sienta en la cama, preocupado—, ¿Estas bien? ¿Qué pasa, porque estas llorando?
Él la atrae hacia sus brazos rodeándola. La calidez de su cuerpo es como un bálsamo para sus heridas del pasado.
—Solo fue un sueño —Susurra apoyándose en él—, No te preocupes.
Sasuke la guía a volver a recostarse a su lado. Apoyando la cabeza en su pecho, Hinata cerró los ojos, calmándose.
—¿Fue una pesadilla? —Le pregunta dando leves caricias en su pelo.
Una pesadilla… Piensa abriendo los ojos.
—No… —Responde con tristeza—, fue más bien un recuerdo. Un recuerdo triste, por eso lloré.
—¿Me contaras?
Hinata tarda un poco en responder pero lo hace. Quería compartir este momento con Sasuke.
—H-Había una situación…—Relata con pesar, temiendo la reacción de Sasuke—. Alguien estaba siendo lastimado y yo.. no podía ayudarle.
—¿Intentaste ayudarle? —Hinata asiente—. ¿Cuántos años tenías?
—N-Nueve.
—Aun eras una cachorra, Hinata —Dice Sasuke sin dejar de acariciarte la cabeza—. Hiciste lo que pudiste.
Pero luego huí y los deje allí.
—A veces desearía haber hecho mucho más…—Sus ojos se empañan—Sin tan solo hubiera sido más valiente en ese momento.
—Ssh.. —La abraza Sasuke—. Tranquila. No sé exactamente qué sucedió, pero eso ya es parte del pasado. Ahora estas aquí, conmigo, no voy a dejar que nada más te lastime.
Su corazón se calentó ante su promesa. Hinata asintió adorando al hombre que ahora besaba su frente con cariño.
—Vuelve a dormir… —Susurra Sasuke—, Estoy aquí.
Asintiendo, Hinata se dejó llevar por los latidos del corazón de Sasuke, consiguiendo dormir con tranquilidad.
Es tan cálido…
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Un ave cantó suavemente en su ventana, despertándola. Sus ojos se abrieron lentamente, su mente aun adormilada. Lo primero que vio fue las cortinas bailando por el viento fresco de una nueva mañana.
Hora de levantarse.
Sin embargo la calidez y suavidad que la arrullaba era un gran contra para levantarse de la cama. Una respiración fuerte cerca de su cuello la hizo sonreír. Levantando la mano derecha la observo con alegría.
Ya no había una pata con garras, ni pelaje.
Había logrado cambiar mientras dormía…
Con la misma mano, toco el suave pelaje negro de su compañero. Maravillándose con lo que veía.
Mi gran lobo alfa…
Itachi se había quedado con ella todo el tiempo. Como prometió.
Izumi sonrió con cariño cuando los ojos rojos del lobo se abrieron y la observaron.
—Buenos días, cariño —Susurró acariciando su cuello peludo—. Gracias por cambiar por mí. Creo que fue muy útil para tranquilizar a mi loba.
Un gruñido suave vibro por todo el cuerpo de Itachi mientras acercaba su cabeza a su cuello, olfateando. Izumi río, abrazando al gran lobo en su cama. Sus senos desnudos cosquillaron al rozar su pelaje, haciéndola consciente de su propia desnudez.
—Estoy en la cama desnuda con un lobo gigante… —Exclama enterrando los dedos en el pelaje de Itachi—. Esto debería ser incómodo. Pero no lo es —Sonrió—. Creo que no he perdido mis instintos después de todo. ¡Eres tan suave!
Itachi bufo, su aliento haciéndole cosquilla en la piel. Izumi aflojo su agarre cuando él intento separarse, con cuidado de no rozarle con sus patas se sentó en la cama, y la miro profundamente.
Sus mejillas se sonrojaron y su vientre cosquilleo emocionado.
—Cambia —Pidió.
El lobo conecto su mirada roja con la suya. Y poco a poco comenzó a retroceder el pelaje, Izuimi observo atentamente como el cuerpo de Itachi cambiaba de ser un lobo a un humano. El sudor brillo en la piel de Itachi mientras sus ojos parpadeaban de rojo a negro, hasta permanecer de este último color.
—Eres tan atractivo —Jadeo bajando la mirada por su cuerpo desnudo—. Tu lobo es magnífico al igual que tu forma humana. No es justo —Hizo un puchero—. Mi loba es pequeña y débil.
Itachi sonrió agarrando su muslo derecho y jalándola hacia él. Izumi soltó un gritico divertida por el deslizamiento sobre las sabanas.
—Eres hermosa Izumi —gateo sobre ella, enjaulándola con cada una de sus extremidades—. No sabes cuánto amo cada parte de ti —Bajo la cabeza y conecto sus labios en un beso corto, despertando cada una de sus hormonas—, tienes al alfa a tus pies, pequeña. Date un poco de crédito.
Izumi sintió se cuerpo vibrar en deseo.
—En este momento; estas en la cima, Itachi —Apunto divertida—. No a mis pies.
—Umm… ¿De verdad? —Izumi asiente, gimiendo cuando él dejo caer su cuerpo sobre el de ella, la forma en que abrió sus piernas para él debería avergonzarla, pero no lo hizo ni un poco—. ¿Quieres que me arrodille a tus pies, cariño?
Su boca corrió por su cuello, salpicándola de besos.
—No..
Gimió excitada cuando cepillo su pene erecto en su entrada, burlándose de ella.
—¿Qué quieres que haga entonces..?
Su respuesta fue rápida.
—Quiero sexo, ahora —Gruñe rodeándolo con ambas piernas—. Deseo ser sometida y saciada por tu fuerza —Itachi alzo la cabeza y la miró a los ojos, Izumi trató de no flaquear mientras añadía—; Deseo se jodida con fuerza, Itachi. Ahora.
Sus pupilas se dilataron en deseo.
—Como desees, amor —Fue su respuesta antes de ponerla en cuatro patas y penetrarla con la fuerza que ella deseaba.
¡Sí, Justo así!
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—Estaré allí en unos minutos —Gruñe fastidiado colgando el teléfono.
Hinata lo miró desde la mesa curiosa, esperando una explicación.
—¿Sucedió algo? —Sasuke agarro su chaqueta del sillón y camino hacia ella—, No te ves muy contento.
—Unos imbéciles armaron una pelea en la calle y ahora están en la comisaría —Informo deteniéndose frente a ella—. No es nada que no pueda resolver mis hombres pero uno de ellos exige hablar conmigo, alegando ser alguien importante —Rueda los ojos hastiado. Maldito sea por separarlo de su compañera a la hora del desayuno… pensó observando a Hinata que lo miraba con atención—. Debo ir y hacerlo cagarse en sus pantalones.
Hinata jadeo sonrojada, lo cual lo hace sonreír de lado.
—Vocabulario —Lo regaña con aquella voz suave y angelical que le gusta.
Sintiendo el impulso de besarle, Sasuke se inclina y captura su boca en un beso largo e húmedo. Sus dedos se entierran en la cabellera de su compañera, dominando su boca como le gusta, como lo excita.
Una vez convencido que es suficiente se separa de aquellos labios suaves y tentadores. Los labios femeninos tiemblan en un gemido bajo, mientras sus ojos se estudian con atención.
—¿Quieres que te lleve al negocio antes de irme? —Le pregunta enderezándose para colocarse la chaqueta, sin dejar de mirarla en ningún momento.
Hinata se arregla el cabello levemente desordenado con los dedos.
—No es necesario —Niega brindándole una leve sonrisa cariñosa—, me quedaré a organizar un poco la casa antes de irme —Sube una mano a su boca cubriéndola mientras sus mejillas se sonrojaban a cada segundo—, Y-Yo… bueno…
—Dime.
Ella evita su mirada nerviosa.
—¿P-Puedo quedarme? —Tartamudea—, Me di cuenta que n-no te pregunte…
Sasuke coloca una mano sobre su cabeza, haciendo que ella levante la mirada hacia él.
—Esta es tu casa, Hinata —Le recordó—. Has lo que quieras. No necesitas mi permiso.
Sus ojos perlas brillaron, y sus labios se arquearon en una hermosa sonrisa.
Realmente es hermosa.
—G-Gracias…
—No necesitas agradecerme por decir lo obvio —La corto divertido por la actitud de su compañera. Eran tan distintos.. —. Nos vemos más tarde.
Hinata asintió.
—Ten un buen día.
Sasuke volvió a besarle una vez más, disfrutando de su sabor, antes de agarrar sus llaves de la mesa y salir.
Realmente ese idiota iba a soportar toda su furia para cuando llegara a la comisaria, nadie tenía el derecho de separarlo de su compañera.
Nadie.
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Ino abandono la cabaña con Naruto pisándole los talones.
—Itachi cuidará de Izumi muy bien —Exclama deteniéndola a medio camino de ingresar al bosque—. Él es su compañero. No es necesario que vayas a la aldea.
Ino lo miró sobre su hombro, confundida.
—Sé que él se encargará de Izumi. No estoy preocupada por eso —Niega girándose por completo para enfrentarlo—. Solo voy al negocio por algunas de mis cosas. Además quede en reunirme con Hinata —Explica detenidamente—. No abriremos el negocio pero aun debemos arreglar algunas cosas para mañana.
Naruto asiente soltándola lentamente. Había estado muy raro desde ayer. Siguiéndola por todas partes y tocándola a cada momento, no es que le moleste, todo lo contrario. A Ino le gustaba tener su completa atención. Pero el deber llamaba y no podía aislarse por todo un día.
—Has estado algo tenso desde anoche —Lo mira tensarse antes sus palabras—, Ves, ¿Qué sucede, Naruto?
Él se rasca su ahora corta cabellera, nervioso.
—Es la luna —Dice señalando el cielo—, Falta tan pocos días para la temporada y pues… ahora estas aquí y mis instintos están volviéndose locos… —Ino sonríe acercándose para rodearle con sus brazos.
—También lo siento….
Naruto la aprieta contra él, observándola con sorpresa.
—¿También quieres atarme y llevarme a un lugar donde estemos solo los dos? —Pregunta—, ¿Cubrirme con tu olor y enterrar tus colmillos en cada parte de mi cuerpo? —Piensa un segundo antes de añadir—. Quiero untarte con mi semen ahora que te vas.
Ino carcajeo enterrando su rostro en su pecho, divertida por la imagen que se pintaba en su cabeza.
—Admito que también quiero marcarte de alguna forma. Pero eso último no vas hacerlo, querido —Niega acariciando con sus manos la espalda desnuda de su compañero—. Ya huelo lo suficientemente a ti. No voy a salir oliendo a sexo cada vez que nos alejemos. Trabajo en una cafetería, donde hago y sirvo comida a los clientes.
Naruto gruño levemente inconforme pero no insistió en el tema.
—Entiendo—Asiente antes de agárrala por ambos hombros y enfrentarla con una mirada brillante—. Pero dentro de la casa puedo hacerlo ¿no? Solo estaremos nosotros dos.
Ino parpadeo lentamente, sus palabras tomando significado dentro de su cabeza poco a poco.
—L-Lo pensaré —Dice con las mejillas levemente calientes—, tengo que irme.
Naruto asintió y como se estaba volviendo una costumbre la acompaño hasta la cafetería.
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Hinata observo sus alrededores entretenida. La nieve caía como una leve llovizna mientras se dirigía caminando hacia la cafetería. Aun a pesar del frío los ciudadanos de la aldea paseaban y abrían sus negocios, ocupados y contentos con el nuevo día.
Sus ojos se fijaron en los niños que jugaban en el parque a unos pasos de ella. En total eran tres, dos niños y una niña, corrían, siguiéndose mientras reían fuertemente. Hinata supo que estaban jugando a las atrapadas después de unos segundos, sonriendo se dispuso a seguir su camino pero el grito de uno de los niños la detiene.
Preocupada al ver uno de ellos en el suelo corre sin pensar hacía ellos. Los otros dos niños la observan asustados cuando se detiene junto a ellos.
—Tranquilos, solo quiero ayudar —Los tranquiliza trasladando su atención hacia el pequeño que ahora se sujeta su pierna izquierda con los ojos llenos de lágrimas—. ¿Te lastimaste? ¿Puedo ayudarte?
El pequeño levanta su cristalina mirada hacia ella.
—Duele —Dice asustado.
—¡Lo siento mucho Konohamaru-kun! —Dice la pequeña a su lado, comenzando a llorar también junto al niño—. No quise empujarte. Lo siento mucho.
El pequeño niega observando a la niña.
—No fue tu culpa, Moegi —Dice valientemente—. Me tropecé con una piedra y caí. No llores.
—Sí, no llores Moegi —La tranquiliza el otro niño—. Konohamaru estará bien, ¿verdad señorita?
Los ojos suplicantes del pequeño de anteojos se posan en ella. Buscando el consuelo de un adulto. Hinata mira la leve raspadura de Konohamaru y luego a los tres niños que la observan en silencio.
—Todo estará bien —Los tranquiliza con una sonrisa, luego abre su bolsa y busca algo de alcohol para desinfectar la herida —, esto arderá un poco ¿Puedes ser valiente?
El niño se sonrojo fuertemente y luego asintió. Hinata sonrió mojando el algodón con el alcohol, se dispuso a limpiar la herida del pequeño, el cual brinco cuando lo hizo pero no soltó ninguna queja, luego abrió la pequeña barra de crema antiséptica y aplico un poco sobre la piel lastimada y por ultimo cubrió la herida con una curita.
—Terminado—Exclama—. Fuiste muy valiente, Konohamaru-kun.
El niño miró su trabajo maravillado antes de levantarse y flexionar su pierna.
—Muchas gracias señorita…eh..
—Hinata. Me llamo Hinata.
—Muchas gracias señorita Hinata —La miró con una brillante sonrisa.
—Si muchas gracias por ayudar a nuestro amigo, señorita Hinata —Dijeron los otros dos niños haciendo una reverencia hacia ella.
Adorables…
Hinata se sonrojo.
—N-No fue nada —Tartamudeo—, Tengan cuidado mientras juegan por favor —Los niños asintieron—. Oh, ¿Conocen la cafetería nueva?
—¿Dónde comenzó a trabajar Izumi-san? —Pregunto la pequeña curiosa—. Mi madre me dijo que venden cosas deliciosas allí.
Hinata sonrió emocionada.
—Así es —Asintió—. ¿Qué tal si hacemos un trato? —Los niños la vieron interesados—. Ustedes me prometen que tendrán cuidado a la hora de jugar y yo les preparare un rico postre para cuando terminen de divertirse, ¿Qué les parece?
—¿Solo debemos hacer eso por usted? —Pregunta Konohamaru.
—También pueden decirle a sus amigos que tan rico son mis postres —Añadió viendo que no les parecía un buen trato—, así sus madres me compraran muchos dulces.
Los niños se miraron entre ellos y luego sonrieron emocionados.
—Es un trato —Extendió la mano Konohamaru.
Hinata sonrió con ternura apretando la pequeña mano del niño.
—Los espero en la cafetería…
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Ino miró a su amiga entrar en la cafetería con una sonrisa en sus labios.
—¿Algo divertido que contar? —Se inclinó y miró hacia afuera—. No veo a tu sexy sheriff, ¿Ya se fue?
Hinata se quitó su abrigo azul y lo coloco en el perchero de madera junto a la entrada.
—Vine caminando. Sasuke tuvo una llamada de la comisaria y tuvo que irse temprano —Explico quitándose también su gorro de lana—. Acabo de cerrar un importante trato con un niño de siete años.
Ino alzo una ceja contrariada.
—Sabes… Ni siquiera quiero saberlo —Dijo—, pero si necesitas ayuda para esos postres gratis, cuentas conmigo.
Hinata río e Ino puso los ojos en blanco. Hinata siempre hacía eso. Donde quiera que llegaran, adoptaba algunos infantes y los malcriaba. Ya debía saber que lo haría otra vez.
—¿Crees que Izumi esté bien?
Ino asintió preparando un poco de café para ambas.
—Lo estará, no te preocupes —Respondió —. Itachi la ayudará a cambiar.
Unos minutos después ambas se sentaron en una mesa y tomaron de su café con tranquilidad.
—Se acerca la fecha —Comentó Ino llamando la atención de Hinata, la cual la miro confundida—. Cuando te encontré aquel día en la nieve —Su amiga bajo la mirada dolida—. ¿Volvieron las pesadillas?
—H-Hoy soñé con el Shifter-Lobo —La escucho confesar con tristeza.
—Así que las terapias a la que te llevo Mei no funcionaron, eh —Suspiró terminando su café—. Aunque dado el hecho de que no podías contarle todo, era de esperarse.
—Ayudaron un poco… No soñé con mi padre o la Jaula —Se estremeció su amiga.
Ino asintió.
—Ahora que tocamos el tema; Mei no ha respondido mis llamadas —Frunce el ceño recordando a su amiga pelirroja—. ¿Habrá tenido algún problema con su familia?
—Espero que este bien —Murmuró Hinata preocupada.
Antes de que pudiera comentar algo, la campana de la puerta sonó.
—Hola. Estoy de vuelta —Hinata y ella se levantaron rápidamente.
—¡Izumi!
Corrieron a abrazar a la chica.
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Sasuke salió de la sala, furioso.
—Déjenlo dos semanas dentro y Tres meses de servicio comunitario una vez salga —Le dijo a Karin una vez llego a su oficina y se sentó en su silla—. Alguien debe sacar la nieve de las calles en este invierno.
Karin sonrió y anoto en su libreta su orden.
—Realmente lo pusiste en su lugar, jefe —Comentó divertida—. Pero que hará cuando Tsunade se entere de que mantiene a un importante miembro de su consejo tras las rejas.
Sasuke agarró los papeles de su escritorio y comenzó a leerlos detenidamente.
—El hombre infringió nuestras reglas. Es mío ahora —Respondió—. Solo yo decidiré el destino de ese idiota.
—Tan estricto como siempre, Sasuke —Exclamó la nueva voz entrando a su oficina con confianza.
Levantando la mirada de sus documentos miró al sujeto.
—Obito —Dijo luego miró a la pequeña niña en sus brazos—. Mocosa.
La pequeña pelinegra agito sus brazos al escucharlo.
—No soy una mocosa, tío Sasuke —Chillo haciendo un puchero—. Malo.
Karin hizo un gesto en su dirección y luego salió silenciosamente de la oficina.
—Estas en los brazos de tu padre, eres una mocosa —Se burló divertido por la cara que puso la niña luego paso su atención hacia el adulto—. ¿Necesitas algo?
Obita suspira cansado.
—Quería verte —Señala a la niña de tres años en sus brazos—. No pude negarme, de nuevo.
—Hmph —Bufó soltando los papeles, luego los leería con calma—. ¿Qué quieres mocosa?
La niña lo miró a los ojos y dijo con firmeza—. Quiere conocer a Hinata-san.
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Observo a los niños correr a unos metros de ella, analizando sus próximos pasos con cautela. No debía fallar en esto.
Decidida a salir de su escondite se acercó a los críos ruidosos.
—¡Chicos! —Los llamó con fingida alegría, tres pares de ojos se fijaron en ella curiosos—. ¿Cómo están?
Moegi, la niña la observo desconfiada.
—Estamos bien —Dijo con desgana—. ¿Verdad chicos?
Maldita mocosa…
—Así es, Sakura-san —Respondió el cuatro ojos sorbiéndose los mocos.
¡Qué asco!
Sus ojos se fijaron en el pelinegro, sonriéndole.
—¿Y tú Konohamaru? ¿Cómo está tu herida?
El niño abrió los ojos sorprendido.
—¿Cómo sabes que me lastime?
Sakura suprimo las ganas de hacer una mueca.
—Primero; es malo responder con otra pregunta —Señalo—, y segundo; vi cuando te caíste y esa chica llamada Hinata te ayudo. ¿Estás bien?
—Sí, lo estoy. La hermana mayor me curó y ya ni me duele.
La felicidad del chico al hablar de Hinata casi la hace gruñir en molestia.
Maldita humana.
Concentrándose en su objetivo fingió alegrarse por el crío.
—Que bien. Imagino que le agradeciste como se debe.
El niño asintió al igual que sus secuaces.
—Le di las gracias por curarme.
Sakura sonrió.
—¡Oh, qué bien! —Exclamó con falsa alegría—, Entonces dime, ¿Qué le regalaste?
Los niños la miraron con expresiones de confusión extrema.
—¿Regalo? —Repitió como tarado—. ¿D-Debía regalarle algo a la señorita Hinata?
—Así es. Como muestra de agradecimiento por curarte —Fingió un jadeo—. Espera… ¿No le regalaste nada?
Konohamaru enrojeció e hizo una mueca de tristeza.
—N-No sabía que debía darle algo…
Sakura fingió pensar en algo en silencio.
—¡Oh, ya sé! —Exclamo llamando la atención del niño—. ¿Qué te parece si le regalas un poco de chocolate caliente? Tengo un poco en mi casa, puedes llevárselo como muestra de agradecimiento.
—¿Puedo?
—¿Se lo darás? —Dijo la chica escuchando su conversación.
—Claro que puedo darte un poco —Respondió Sakura ignorando a la mocosa—. Ven, vamos a buscarlo, ahora mismo.
El chico lo dudo un momento pero luego asintió y la siguió en compañía de sus amigos.
Sakura sonrió recordando las palabras de Kabuto.
Flash Black
—Debes de darle esto —Le extendió un frasco con un líquido rosa dentro—, puedes hacerlo con confianza. No tiene olor ni sabor.
Sakura acepto el frasco curiosa.
—¿Para qué sirve? —Analizó el contenido—. ¿Es veneno?
Kabuto negó con la cabeza.
—No es una sustancia venenosa —Sakura hizo un puchero. Hubiera preferido deshacerse de la humana de una buena vez —. ¿Entonces qué carajo es esta cosa?
—Lo que es; es irrelevante —Responde haciéndola gruñir. Si no fuera por su maldito aroma Sakura se acercaría lo suficiente como para golpearlo—. Tu trabajo es hacer que de alguna forma Hinata consuma ese líquido.
—¿Y luego qué..?
Kabuto la miró con una estúpida sonrisa en sus labios.
Maldito. Lo odiaba.
—Quitaremos a Hinata Hyuga de tu camino para siempre…
¿Hyuga? ¿Así se apellidaba esa estúpida humana?
Sakura miró el líquido en sus manos y luego sonrió.
—Espero cumplan con su palabra.
Kabuto asintió.
—Lo haremos.
Fin del Flash Black…
—Ten, sujétalo bien para que no se te enfrié —Le extendió el chocolate con una sonrisa, el niño sonrió y acepto el objeto feliz.
—Muchas gracias Sakura-san —agradeció antes de mirarla con curiosidad—. ¿También debo de darle un presente de agradecimiento?
Sakura negó.
—No es necesario —Respondió..
—Pero usted dijo que…
Sakura le sonrió con frialdad a la niña entrometida.
¿Por qué no era callada como él cuatro ojos?
Malditos críos.
—Me basta con que aprendan a ser agradecidos con sus mayores —Mintió—. Por cierto Konohamaru; no debes decir que te di el chocolate.
—¿Por qué?
Idiota.
—El regalo debe ser tuyo así que llévate todo el crédito —respondió ya harta de tener que explicarse a cada momento—. Si le dices que otra persona te dio el regalo Hinata se pondrá muy triste.
—No le diré nada —Grito decidido. Perfecto —. Nuevamente muchas gracias, Sakura-san.
—Si lo que sea. Ya márchense.
Los niños asintieron y luego corrieron en dirección de la cafetería.
Sakura sonrió con malicia.
Todo había salido muy bien.
Esa idiota se tomaría el chocolate y solo era cuestión de tiempo para que desapareciera de la vida de Sasuke.
—Disfrútalo, maldita humana…. —Susurró cerrando la puerta a su espalda.
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Tan. Tan. Taaaaaan.
