Fic de
Historias de Albert y Candy
Eres mi Universo
Por Mayra Exitosa
Inspirado en la imagen de Alexanegin para OctoBERT 2022
Candy estaba preocupada a tal grado que el ginecólogo le comentaba que la presión se encontraba muy baja y no era bueno para su embarazo, por lo que la enviaron a realizarse unos chequeos inmediatos, a lo que al realizar sus estudios, salía por la misma baja presión una arritmia cardiaca, preocupando a una de sus compañeras, quien estaba junto a ella con el expediente de la rubia, viendo sus avances así como las declaraciones desde su accidente, a lo que ella al ver el ultrasonido con su bebe, la hacía sentir cierta nostalgia, así sabía el motivo de mantener esa presión baja, la hizo quedarse abstraída y su mente se fue al día en el que se despedía de alguien, …no importa lo que pase, mi amor por ti es inmenso. - ¡Albert! no quiero irme sin saber que también tomaras un vuelo, sabes que siempre te amaré, nos veremos en Chicago - Candy, espérame allá, saldré en cuanto pueda e iré a buscarte… no te preocupes por mí, no me quedaré aquí, iré tras de ti. - ¡Albert!
En sus recuerdos la explosión surgía en su mente, más en la habitación donde le realizaban sus estudios, el médico llamaba a urgencias, luego a la compañera que la había llevado, pues Candy no respondía, se había sumergido en sus recuerdos a tales cotas que para ella se encontraba escuchando todo el drama que había pasado los gritos, el polvo y bajo los escombros, el uniforme militar de él, sus cabellos rubios y… sus ojos abiertos, tratando de mover los labios, ella gritaba alarmada al observar que un bloque de cemento estaba encima del cuerpo de aquel hombre, mientras que ella tenía su golpe en la cabeza que sangraba, cuando de pronto alguien la levantaba y se le llevaban a un avión para salir huyendo.
Afuera se debatían en si provocar el nacimiento del bebe pues Candy estaba con una presión demasiado baja, tenía cumplidos los siete meses. En esos momentos la llegada del rubio dejando a sus cachorros fuera del área médica, asegurando que por urgencia habían llevado a Candy a revisar en ginecología sobre su embarazo, coincidía con el debate de someterla a cirugía. - No podemos, la joven está esperando a su pareja. - ¡Candy! ¡Candy! ¿Dónde se encuentra mi mujer?
Las dos enfermeras compañeras de Candy que se habían quedado junto a ella sin regresar a casa hasta que volvieran por ella se vieron asombradas al ver al hombre altísimo, rubio, lindo perfil con el uniforme de marina y una a la otra no sabía si decir o no, solo hacían leves chismes frente a este, aceptando entre ellas que el nombre de la rubia lo mencionaba, por lo que ambas respondían al debate medico.
- ¡él es el padre del bebe! La boca del rubio se quedo suelta, poniéndose blanco como un fantasma al escuchar la declaración y este aturdido cuestionaba - ¿de qué bebe estaban hablando? A lo que el médico lo llamaba, jalándolo para que se pusiera una bata, tapabocas y una tela en la cabeza. - Llámela, haga que despierte, el bebe está en riesgo, dígale que despierte.
En la camilla yacía Candy con un prominente vientre mostrando su avanzado embarazo el cual hasta esos momentos él desconocía, tomaba su rostro - ¡Amor! ¡Candy! ¡Mi vida! ¡Despierta, cariño! Como si esta hubiera reconocido la voz de sus sueños antes habiéndola escuchado solo decía su nombre, - ¡Albert! - Si mi vida, soy Albert, ¡despierta! ¡Despierta! ¡Estoy aquí, contigo! De pronto con un alarido reclamaba mencionado sus nombre alarmada como queriendo reaccionar, - ¡Albert! ¡Albert! ¡Albert! Cayó el techo encima de Albert. - No, mi vida. De pronto el rubio recordó a Anthony, el parecido que siempre tuvieron y que se requirió de tres hombres para poder quitar la placa de cemento para sacarlo de donde había quedado atrapado, ella estaba recordando la explosión, por lo que supo de que estaba hablando. - Candy, no es Albert al que le cayó el techo, ¡es Anthony, mi sobrino! Cariño, fue a Anthony a quien le cayó el techo, despierta mi vida, nuestro bebe nos necesita. El rubio tenía lagrimas de impotencia, recordando al ser amado que había perdido, y al no encontrarla a ella por meses, su agonía constante lo mantenía sumergido en una tristeza que no quería aceptar su desaparición y ahora ahí estaba agonizando con un hijo que ni él sabía de su existencia y que era muy seguro suyo, puesto que ellos se habían amado tantas veces fuera de los cuidados que omitieron ante sus deseos desbordados.
La enfermera compañera de Candy miraba el suero e indicaba al medico la inyección no avanzaba al tener la manguerilla tapada, a lo que este la movía para que pasara el liquido retenido, estaba doblado, de pronto como si eso fuera lo que le faltaba Candy en un minuto respondía. - ¡Albert! - Si mi amor, aquí estoy contigo. Estamos esperando un bebe, porque no me lo dijiste mi vida. De pronto abría los ojos, encontrándose con él. - Candy, estas despertando. - ¡Albert! yo… - Tranquila amor, todo estará bien, todo estará muy bien. ¿Vamos a ser padres? - Si, tengo un bebe, es de Albert. - Si, es nuestro. Es nuestro hijo, Candy. - ¡sí! mi bebe, se llama Albert.
El lloraba abrazándola, el médico suspiraba pues el medicamento nunca le llegó por estar la manguera doblada, así en un suspiro notaba que ella estaba recuperando su presión y su pareja se encontraba con ella, por lo que debía aceptar que él también podía influir en su animo - Esperaremos a que continué el embarazo, lo hacemos por el bien del bebe, debe crecer estos últimos meses, ella estará monitoreada las veinticuatro horas.
Una hora más tarde, Albert no era reconocido completamente, pero ella siempre lo llamaba y eso era suficiente para él, la alarma de la presión era mucho mejor que fuera baja a una presión alta, por lo que el medicamento que le dieron, la ayudaba a superar la tristeza en la que su mente la introducía de pronto, su arritmia ya no se notaba, más se tenía que estar revisando sus alimentos y no podía hacer ejercicios muy agotadores.
Candy miraba a Albert vestido con su traje militar, acompañado de varios hombres a lo que ella sonreía apenada, luego este se acercaba hasta ella, mostrando imágenes de ambos en lugares lejanos donde se reunían, las fechas en las que se encontraban, se ponía en una rodilla y sacaba su anillo, frente a todos comentaba que ya le había pedido matrimonio hace mucho tiempo y que por estar en Irak no le había respondido, hasta regresar a Chicago, donde ambos se encontraban en esos momentos, le aseguraba que su bebe era suyo y que no le importaba que lo hubiera olvidado, él trabajaría con ella cada día de ser necesario para recordar su amor y todo lo que vivieron, de no ser así, crearían nuevos recuerdos junto a su bebe. Ella sonriendo, levantaba su mano aceptando que le colocara el anillo y el cuestionaba - ¿eso es un sí? a lo que ella agitada decía si con su rostro varias ocasiones, luego gritaba ¡sí! Vestida de blanco, en vez de un ramo, llevaba una magnolia blanca y olorosa en sus manos, con un vientre prominente lucía hermosa y radiante.
Continuará...
Gracias por su paciencia, los comentarios, y sobre todo el apoyo para poder cumplir con el reto OctoBert 2022, deseando concluirla lo antes posible.
Agradecida por no tomar mis escritos, ni adaptar ni utilizar por ningún medio auditivo o plataforma alternativa, en parte o completa ninguno de estos.
Con sincero aprecio,
Un abrazo a la Distancia
Mayra Exitosa
