Hola, pues aquí les presento otra historia que también espero sea de su agrado.

*LOS PERSONAJES MENCIONADOS AQUÍ, NO SON DE MI PROPIEDAD.

-.-

- ¡Maldición! ¿Cómo que se secaron?

- Lamentablemente en estos años ha llovido muy poco y las sequías acabaron con los manantiales -le dijo un guardia que cuidaba del lugar-

- ¡No puede ser! ¡Debe haber una solución! -Dijo Ranma desesperado-

- Lo veo muy difícil, tendrían que pasar muchos años para que estas fosas vuelvan a llenarse, además una empresa transnacional ya compró estos terrenos para construir un gran parque de diversiones.

Ranma estaba devastado, ya nunca volvería a la normalidad... Ahora estaría condenado para siempre a convertirse en chica con la más mínima gota de agua fría que lo tocara.

De pronto, una extraña voz lo sacó de sus pensamientos:

- Quizá yo pueda ayudarte.

- No hay nadie que pueda ayudarme...

- Pues hace una semana, vino un chico con el mismo problema...

- ¿Y qué pasó? ¿Pudo ayudarlo?

- Sí.

- Entonces ¡Ayúdeme por favor!

- Claro, ven conmigo.

- El hombre lo condujo hacia una casa que estaba a las orillas de una aldea. Ranma entró con un poco de desconfianza.

- Bueno y me imagino que para ayudarme, querrá algo a cambio ¿No?

- Así es.

- Pues de una vez le digo que no traigo mucho dinero pero estoy dispuesto a hacer lo que sea.

- Sólo pido dos cosas: La primera es que no hagas preguntas y la otra es algo muy simple...

- Hable ya -Dijo Ranma impaciente-

- Quiero que me regales un día de tu vida.

- Un día ¿De mi vida? ¿Está hablando en serio?

- Sí, sólo uno, puede ser de tu infancia o tu adolescencia, tú decides... ¿Aceptas o no?

- ¡Por supuesto que sí! Eso es algo muy fácil... -Dijo entusiasmado-

El hombre le extendió un papel:

- Bien, entonces tendrás que firmar este contrato donde queda asentado que me cederás un día de tu vida por tu propia voluntad.

- Ranma tomó la pluma y se dispuso a firmar.

- Oiga pero ¿Qué gana usted con todo esto? Un día en la vida de alguien no es gran cosa...

- ¡Te dije que no hicieras preguntas!

- Está bien.

Ranma estaba más que contento.

- Ryoga no va a creer esto...

- ¿Ryoga dijiste?

- Sí, Ryoga ¿Acaso lo conoce?

- Por supuesto, él es el muchacho con el que hice el trato la semana pasada.

- Así que esas tenemos ¿Eh? ¡Maldito cerdo! No me dijo nada... Se las verá conmigo ahora que regrese...

- Bien y ¿Qué día has elegido para darme?

Sin pensarlo mucho Ranma contestó.

- Me da igual, puede elegir el que quiera, excepto el día de mi nacimiento por supuesto.

Después de todo su vida había sido rutinaria y aburrida, días de entrenamiento con su padre, peleas con Akane y problemas con sus múltiples prometidas que lo asediaban, no consideraba que alguno de esos días fuera "especial" que más daba uno menos, lo importante era que regresaría a casa como un hombre normal ¡Adiós a la chica para siempre!

-Bueno, entonces tú y yo tenemos un trato, te advierto que ya está hecho y que no hay marcha atrás.

- ¡Muchas, muchas gracias señor!

Ese día Ranma corría y daba saltos de de un lado para otro feliz, después la lluvia lo sorprendió y al no transformarse bailó con júbilo bajo de ella.

- Era cierto lo que dijo el anciano ¡No mintió! ¡Es cierto! ¡Es cierto! -Levantaba las manos al cielo-

- ¡Soy normal! ¡SOY NORMAL! -Gritaba a los cuatro vientos-

- Pronto la noche y el cansancio lo vencieron y se quedó dormido.

- Ranma despierta...

Abrió los ojos a medias.

- ¿Qué pasa?

- Anda, ¡Despierta ya! ¡No seas holgazán!

- Papá, ¡No molestes!

- Pues si no te quieres levantar allá tú, el desayuno ya está listo y si no bajas ¡Me lo comeré!

Al escuchar esto, se levantó de golpe.

- Eso si yo te lo permito ¡Viejo abusivo!

-Alguien los interrumpió-

- ¿Qué pasa? ¿Por qué no bajan? El desayuno se enfría.

Ranma se frotó los ojos, creyó que aún se encontraba dormido...

Lo hizo de nuevo, pero vio exactamente a la misma persona frente a él.

- ¿Xian Pu? Pero ¿Qué haces aquí tan temprano?

-.-

Nos vemos en el próximo capítulo.

AnIcHiBaG*