Advertencia:
Hola, los personajes de Candy Candy no me pertenecen. Esta historia es solo recomendada para mayores de 18 años, no sé qué tan candente este la historia o si lo llegue a estar pero la clasifique M y será en universo alterno para poder darle libertad a mi mente loca y desordenada. La historia está dedicada a mis personajes favoritos de Candy Candy quienes son Albert y Candy, así que si eres fan de Terry o alguno de los otros guapos chicos lee bajo tu propio riesgo: yo no quiero romper corazoncitos hermosos. Aunque soy fan de Albert, amo a todos los personajes y respeto a sus seguidoras, esta historia fue escrita con el propósito de entretener sin fines de ofender a nadie y mucho menos de lucrar con ella.
Encontrándome
Capítulo 1
Querido diario,
Te tenía muy abandonado es que hace apenas unos días todo lo que creía mi mundo se ha derrumbado dejando solo trozos retorcidos y quebrados. La razón por la que mi mundo se destruyo fue muy sencilla, fue como cuando un terremoto derriba los cimientos de tu casa dejándote enterrada, atrapada bajo los pesados escombros que te sofocan y te matan poco a poco. En mi caso el temblor no me mato al instante pero me fue dejando casi muerta en vida tras cada replica comprobaba que lo que circulaba en internet y en todos los programas de espectáculos era cierto: Mi esposo, el padre de mis hijos me había sido infiel.
Todavía no sé cómo el asunto me tomo de sorpresa, aun no puedo creer que no me di cuenta de que su relación con la coprotagonista de su próxima película iba más allá de lo profesional.
La mujer dejo de escribir en su diario y recordó como todo había terminado.
Eventos de hace unos días:
-¡No sigas MINTIENDO!- gritaba la dama con ojos llorosos de los cuales alguna que otra lagrima escapaba sin su permiso.
-Las fotos y el video no mienten,- decía ella con una voz temblorosa y débil ahora, -si todavía sientes algo por mí, por favor hábleme con la verdad-suplico con su voz apenas audible.
-Candy como puedes dudar de mí, nada de eso es verdad. Solamente practicábamos una escena de la película.- Decía el hombre con angustia dibujada en su rostro, cualquiera diría que él estaba diciendo la verdad, pero a ella no la podía engañar lo conocía muy bien.
-¿Cómo puedes mirarme a la cara y seguir mintiéndome? Realmente me decepcionas. ¿Quién eres tú? Realmente no te conozco.- Candy no pudo continuar y se dejó caer pesadamente de rodillas sollozando. Odiaba el mostrarle a ese hombre su vulnerabilidad pero sus piernas no podían con el gran peso que cargaba su corazón y sus ojos no podían seguir teniendo preso el mar salado de la desilusión que le ahogaba el alma. Llevaban un buen rato discutiendo sin llegar a nada. Ella quería respuestas, una explicación o una disculpa, pero al parecer no obtendría nada más que mentiras del hombre que amaba con todo su ser, corrección que había amado. Sí, que había amado, porque si ella seguía diciéndose eso tal vez el dolor sería un poco más llevadero.
-Candy no hagas esto, en verdad no es cierto.- Terry seguía mintiendo porque él sabía que Candy nunca perdonaría su infidelidad. -Candy yo en verdad. . .-
-¡Cállate estúpido mentiroso!. . . dime la verdad, por lo menos. . .por lo menos se honesto conmigo.- El hombre fue interrumpido por su esposa quien hablaba entre sollozos e insultos, por primera vez en todos los años que llevaban por conocerse le hablaba de esa manera.
-Eres un estúpido idiota, no, la estúpida. . .la estúpida soy yo, quien se aferraba a creer que tal vez me dirías la verdad y tal vez así podría seguir adelante pero sigues mintiéndome a la cara. Eres igual que tu padre.- Candy quería herirlo, que saboreara un poco del dolor que ella sentía.
El hombre sintió como si lo abofetearan, él no le permitiría a nadie que lo comparan con ese bastardo y en ese momento estallo en furia. Pareciéndose aún más en ese momento al hombre que tanto detestaba.
-Como friegas de verdad, no estoy mintiendo, nada pasó con Susana.- La tomo fuertemente de los hombros haciendo unas pequeñas marcas rojas donde sus fuertes dedos apretaban, esas marcas que después se convertirían en moretones y la aventó con fuerza en un arranque de ira. El hombre fuera de si seguía con su mentira sin imaginarse que con su actitud dañaba aún más a su esposa.
En ese instante Candy, quien pensaba que no podría ser más decepcionada, perdió el control y entro en un arranque nervioso y empezó a halar su propio pelo con manos temblorosas, simplemente ya no soportaba más las mentiras de su esposo y su maltrato hacia ella. Empezó a golpear su propia cabeza con sus diminutas manos mientras entre lágrimas repetía una y otras vez: -Mientes, yo sé que mientes, mientes eres un hijo de. . .-Candy no pudo seguir ya que el hombre le propino una estruendosa cachetada callándola de golpe.
Terry por alguna extraña razón no podía moverse de su lugar realmente se sentía muy culpable al saberse el responsable del sufrimiento de su esposa. Él realmente nunca había imaginado el poder llegar a perder el control de esa manera, el caer tan bajo. Sentía que su mano le quemaba y pensó que hubiese sido mejor el arrancársela.
-Yo…lo siento…
La pecosa no escucho las palabras de Terry mientras decía con una voz tan fría como el metal de una espada que acababa con tu vida:
-Ella vino a pedirme "disculpas" y a decirme que te deje libre porque espera un hijo tuyo, según ella, tú la amas pero no quieres dejarme por los niños, con esta cachetada compruebo que no soy nada para ti. No te preocupes desde este instante te dejo de ser tu esposa.- Con estas palabras Candy limpio sus lágrimas con las palmas de sus manos temblorosas y se paró como si de pronto todas las fuerzas perdidas regresaran a su cuerpo dejando al hombre solo en la habitación.
Las palabras de su esposa dejaron al hombre frio mientras este era atravesado por ellas.
-Susana ha llegado muy lejos… ¿pero en verdad estará embarazada?- pensó para si el hombre.
Días después:
Candy suspiro al darse cuenta que otra vez estaba llorando y dejo de escribir en su diario. Pronto llegarían sus hijos de la escuela y no deberían de verla en ese estado. Hoy hablaría con ellos de sus planes a futuro. Guardo su diario en su "escondite secreto" y se dirigió a la cocina; tenía que preparar algo para que sus hijos comieran cuando llegaran.
Saco del congelador una pizza congelada y suspiro al darse cuenta que tenía que cocinar más sano para sus hijos, pero hoy el menú consistiría de pizza congelada ya mañana les cocinaría algo más sano.
Mientras la pizza se estaba horneando estaba tan ocupada revisando algo que no había escuchado como alguien ingresaba a su residencia.
-Amiga hay un montón de reporteros rabiosos afuera de tu casa. Fue casi imposible el llegar a ti. Mira te traje algo de comida, preparada por mi abuela por supuesto. Tienes que comer, en estos días has bajado mucho de peso.- Patty se dirigió a sacar un plato y un tenedor y le sirvió un poco de ensalada a su amiga.
-Patty, gracias por venir, sé que estas muy ocupada y gracias por la comida. La abuela Martha es un amor. Necesito de tu ayuda, mira estoy planeando comprarme esta casa. ¿Crees que sea una buena idea? Creo que tengo lo suficiente en mi cuenta de ahorros para comprarla y me queda dinero para no preocuparme por un tiempo. –Candy se sentó en uno de los bancos de su cocina y le mostro su laptop a su amiga.-No quiero que nadie se entere dónde voy a vivir. Quiero apartar a mis hijos de los chismes y paparazis, además de que en la escuela los están acosando sus compañeros.-Candy puso algo de la ensalada en su boca y le supo amarga y poco apetecible, pero mastico ya que tenía que estar bien por sus hijos y necesitaba de fuerzas para poder hacer todo lo que planeaba.
-Claro que esa es una buena idea amiga, pero esa casa se ve muy vieja. ¿Sera seguro vivir en ella? ¿Terry esta de acuerdo? Mira que Lakewood está muy lejos. ¿Él ya sabe de tus planes?
-Tengo días que no hablo con él, después de la discusión del lunes el empaco ropa y se fue realmente molesto. No sé a dignado ni a llamar a los niños. Ellos todos los días me preguntan por él y les he dicho que tuvo que salir a filmar…pero ellos no están muy conformes con esa explicación. Ya que todos los días sale en los programas de espectáculos acompañado de Susana viajando por Europa. Yo no los dejo ver televisión o ingresar a internet, pero es imposible que no se enteren de lo que pasa porque en la escuela sus compañeros les informan. De hecho le han llamado a su padre en numerosas ocasiones, pero él no les contesta.-Candy ahora estaba llorando, no podía soportar cómo Terry estaba tratando a sus hijos.-Mira Patty yo entiendo, aunque sea doloroso, que él me dejara de amar…pero no entiendo y no le perdono el que ignore a sus hijos…ellos no tienen la culpa de nuestros problemas…así que ayer después de consolarlos después de estar muy tristes por no recibir noticias de su padre; decidí que lo mejor sería el empezar una vida lejos de todo. Terry es su padre, pero creo que ha perdido todo derecho sobre ellos al ignorarlos de esta manera tan cruel.
-Candy amiga…-ahora Patty era quien lloraba y no tenía palabras para consolarla.
-Llame al abogado y ya empecé con los tramites del divorcio en donde pido la custodia total de mis hijos, al igual que no le pido nada a Terry. No quiero nada de él. De hecho después que me empujo y me dio una cacheta yo perdí todo el respeto y amor hacia él. Hasta me tome unas fotos de los moretones, no pienso hacer eso público, solo que es precaución para protegerme legalmente en caso de que las cosas se compliquen. Cuando adoptamos a nuestros hijos fue un acuerdo mutuo y juramos el siempre cuidar de ellos y quererlos tanto o más que si fueran hijos biológicos. Pero el comportamiento de Terry hacia ellos es realmente inaceptable, si un día el cambia de actitud y decide el ser parte de la vida de los niños pues yo no se lo impediría pero- a Candy se le quebró la voz,-tal perece que lo que dijo Susana es verdad, como yo no le pude dar hijos biológicos a Terry, él se buscó a otra que si pudiera, pero no entiendo el por qué es tan cruel con nuestros hijos, para mi ellos son igual como si yo los hubiera parido.
-No pienses en las palabras de esa cruel mujer.- Patty ahora sí que estaba furiosa no le perdonaba a Terry el engaño que le había jugado a su amiga y menos el maltrato.-Deja de torturarte con eso, además no saben quién de los dos es el que es infértil…de hecho tú y Terry no se han hecho el estudio de fertilidad como se los sugerí, porque a Terry le daba miedo el saber lo que estaba pasando al tener tres años intentando concebir sin tener éxito.-Despues decidieron el adoptar cuando conocieron a esos pequeños. Ahora que lo pienso; seria genial que el hijo de Susana no fuera de Terry. - Patty sonrió con maldad mientras limpiaba lar lagrimas que salían de sus hermosos ojos color canela que aun a pesar de usar gafas resaltaban en su particular color, del cual Candy siempre se había sentido fascinada en como cuando se enojaba, que eran pocas las veces, parecían de un color tan intenso que parecía que podría lanzar llamas.
-Patty que cosas dices, pero sí tienes razón. No me torturare más con eso, ahora lo único que debe importarme es el estar yo bien para que mis hijos también lo estén.- Candy limpio sus lágrimas y al instante sintió como su corazón se aceleraba de felicidad al oír las risillas y pasos de sus tres pequeños amores que llegaban de la escuela acompañados por Annie y la hija de esta.
Los tres hijos de Candy corrieron a abrazar a su mamá.
-Mami, tía Annie nos compró hamburguesas.- Decía Emily, la más pequeña con una enorme sonrisa en el rostro mientras le mostraba una bolsa que casi escurría grasa.
-Ahora sí que he visto todo en mi vida, tu tía Annie ¿dices? ¿La mujer que critica la comida rápida, por su carencia nutritiva? ¿Les compro hamburguesas?- Decía Patty con incredulidad.
-Sí, y también malteadas para todos,- decía Annie mientras ingresaba a la cocina con seis malteadas.
-Hola chicas,-les dio un beso a cada una de sus amigas después de descargar sus manos.- Lo siento Patty, no sabía que estarías a aquí, a ti no te traje nada,- le saco la lengua juguetona.
-No te preocupes, yo ya comí en casa de la abuela Martha.- Ahora Patty fue quien le saco la lengua ya que sabía cómo Annie amaba la comida cacera de la abuela.
-Amigas parecen chiquillas, mira Annie, Patty trajo comida como para una semana y toda fue preparada por la abuela Martha. Vamos a comer.- Explicaba Candy mientras sacaba la pizza del horno, tal parecía que esa sería la cena para mañana, no creía que nadie quisiera pizza "congelada."
-Primero muéstrale tu futura casa-Patty quería ver la cara de horror que seguramente Annie produciría al ver la futura casa de Candy.
-Mami podemos comer en la "sala de cine" mientas miramos "El Castillo Ambulante".- Pregunto su hijo suplicante.
-Está bien, pero solo por hoy. Recuerden el lavar sus manos.- Candy les recordó mientras sus tres hijos y la niña de Annie salían disparados a la "sala de cine."
-Vamos al comedor…
-Aquí está bien amiga,- decía Annie mientras se sentaba en uno de los bancos de la cocina. -¿Qué es eso de tu nueva casa?- no podía con tanta curiosidad.
Candy ingreso nuevamente a internet y en la pantalla lo primero que apareció fue una imagen de ella ojerosa y en fachas mientras iba de compras al súper mercado y el fotógrafo se había encargado de mostrar su peor ángulo. Al lado de la poca glamurosa foto estaba una en donde el guapísimo actor del momento estaba acompañado por Susana mientras recorrían la hermosa ciudad de Barcelona. Candy no pudo evitar el leer el encabezado: "Mientras la aun esposa del actor Terry está en estado depresivo él se pasea por Europa presumiendo a su hermosa novia"
No siguió leyendo más porque Annie cerró la pantalla de golpe.
-Déjame leer…quiero saber que más dicen de mi deplorable estado-la rubia suspiro, en verdad que lucía fatal, su ropa ahora le quedaba enorme parecía que nadaba en ella.
-No es sano el leer todas las tonterías que publican en internet, deja y te cambio tu buscador para que no seas inundada de esas cosas sin sentido.-Patty tomo la laptop y en poco tiempo puso un buscador que no mostraba imágenes amarillistas, solo estaba la barra de búsqueda.
-Gracias,-fue todo lo que dijo Candy y procedió a buscar la que pronto seria su casa.
-Ese lugar esta tétrico. ¿Estas segura de querer vivir en esa casa?
-Para mí es perfecta.-Candy les dio una sonrisa forzada a sus amigas, sí esa casa era perfecta, era una casa construida en 1890 su arquitectura era simplemente hermosa y estaba segura que con un poco de esfuerzo volvería a lucir en su máximo resplandor.
Después las tres amigas se sentaron a comer en la cálida cocina de Candy mientras esta les explicaba sus planes a futuro.
Continuará…
