Harry Potter y sus personajes no me pertenecen.

Nota: Tengo cuenta en AO3 (TsurugaLia9519) y Wattpad (TsurugaLia1412). Encontraran muchas de mis historias en esas páginas. No se publican ninguna de mis historias en otro sitio. No sin mi permiso, tampoco creo darlo.

Capítulo 5

Harry había adquirido un extraño habito a lo largo de los años. Prefería mantenerse alejado de los grandes grupos de personas a las que no era necesario frecuentar. La soledad le dio miles de oportunidades de analizar lo que sucedía a su alrededor. Un parque solitario, poco concurrido, era todo lo que necesitaba cuando su día había sido demasiado. Esta vez, la vida estaba siendo demasiado para él. A sus veinte años, le había afectado bastante el regreso de Tom Riddle. Su antiguo profesor seguía manteniéndolo alerta. La emoción ante la sensación de que ese mago estuviera tan cerca de su persona. Lo había extrañado demasiado.

Había seguido huyendo de ese mago. Sentía que no podía estar cerca de su persona sin desmoronarse. No quería volverse un mar de lágrimas, exigiendo explicaciones que estaba seguro, no lo conformarían. Explicaciones que llegaban demasiado tarde. Y sabía que aquel era un hombre con muchos secretos. Temía lo que tendría que decirle, en su mente se formaban muchos escenarios de lo que se dirían, uno era en el que Riddle le admitía que no estaba interesado realmente en él, que había sido un juego cruel. Muchos de estos escenarios habían atormentado su mente desde la desaparición de aquel hombre. Se había sentido tan atormentado que le costó mucho deshacerse de todo eso en su mente. Ahora, sus peores miedos regresaban a él. Siempre había querido saber la verdad. Ahora huía como un cobarde de ella.

Sus miedos habían regresado desde que ese mago volvió a aparecer. Se veía en los peores escenarios. Y se sentía tan cansado de huir, tan cansado de ser un cobarde. Cansado de esconderse detrás de una botella del mejor whisky de fuego que el dinero pudiera comprar.

Sus días estaban llenos de sus recuerdos, estaba tan encerrado en su pasado que era lamentable. Nunca había querido superar al profesor Riddle. Aun recordaba esperar con ansias infantil que aquel volviera a enseñar en Hogwarts. Esperaba saber alguna noticia de él. Una mísera carta. Nada nunca llegó. Todo había desaparecido como si ese mago nunca hubiese existido. Había llegado a cuestionar su cordura y no había con quien hablar. Sus amigos nunca lo entenderían, como le explicaba a Ron y Hermione que estaba interesado en un hombre mayor. Ron lo golpearía en la cara, solo por no elegir a su preciosa hermanita y estar detrás de un mago oscuro. Hermione se escandalizaría, ¿cómo era posible de que se fijara en un profesor de manera tan inadecuada? Era una figura de autoridad, no era posible que se relacionara con él. Y siempre había tenido curiosidad, siendo una sabelotodo, sobre el "tipo de chica" que le gustaba a Harry. Él sospechaba que ella aun esperaba, en ese tiempo, que se enamorara de Ginevra.

—Sigo siendo un mago de hábitos predecibles, ¿profesor, Riddle? —cuestionó al sentir la presencia de dicho mago a unos pasos de él. Se había vuelto bueno en detectar a la gente. Ahora, mantenerse alerta había sido necesario en muchas ocasiones. Bajar la guardia había hecho que perdiera demasiadas cosas.

No esperaba que este mago lo viera sentado en el suelo, viendo a lo lejos un lago. Sus ojos se encontraban perdidos en la distancia.

—Nunca deja de sorprenderme, Lord Potter. Estar en un lugar tan pintoresco y muggle —su tono no era amable, lo que había molestado muchísimo al mas joven.

—No presuma conocerme, profesor —advirtió con un tono cortante y oscuro, lo que el mayor encontró divertido para el fastidio de joven Lord.

—Jamás lo soñaría —corrigió rápidamente.

—¿Necesita algo de mí, profesor? —Quiso saber, intentando que su nerviosismo no sea evidente.

—Eres un mago escurridizo, difícil de encontrar —Harry entrecerró sus ojos ante el tono acusador.

—El mundo es demasiado grande, profesor —respondió, sin sentirse divertido.

—Lo es… Antes podría encontrarte fácilmente —El mago más joven desvió su mirada para evitarlo.

—Hogwarts no se compara al mundo externo…

—Hogwarts en un mundo en sí mismo, uno en el que podría encontrarte —el tono melancólico de alguien como Riddle le sorprendió, cuestionándose que tanto creer en sus palabras.

Desorientado, confundido, sin saber que hacer… así es como se sentía en ese momento el mago más joven. No quería escucharse dolido o resentido con ese hombre. Se sentía tan cansado de huir. No quería escuchar explicaciones de ningún tipo.

—Ya no estamos en Hogwarts, Señor —su tono ocultaba toda emoción que pudiese sentir.

—No tiene demasiado sentido regresar tampoco, Señor Potter —Asegurò.

—Pensé que su sueño era enseñar, Señor —Inmediatamente después de abrir su boca quiso golpearse a si mimo.

—Uno puede ir por un sueño diferente —aseguró, sus ojos mirándolo con intensidad al ser ignorado. Ignorado de forma tan infantil. Solo que este era Harry Potter. Sabía que el joven guardaba rencor contra él.

—¿Por eso se fue? —Su tono era demasiado tranquilo, pensando en otro asunto, cuando todo lo que quería era pedirle una explicación razonable.

Entonces, Ridlle hizo algo que jamás pensó verlo hacer. Se sentó al lado del mago más joven, en el pasto. Ni siquiera hizo una mueca por el lugar en donde estaba. Tomo entre su mano, muy suavemente, el mentón de su antiguo alumno para que lo mirase a los ojos y no huyera de él.

—Nunca me fui por mi propia decisión, Harry. Debes creerme —aseguró con tal vehemencia, Harry no quiso creerle, tampoco quiso saber más de sus mentiras, esto era demasiado.

—No tiene que darme explicaciones, señor. Eso ocurrió hace mucho tiempo, esta olvidado —Harry se soltó de su agarre para levantarse e intentar marcharse.

Riddle estaba furioso, entendía que Su Harry se sentía abandonado, no estaba preparado para que evitara una conversación sobre el tema, sobre el pasado que compartían.

—Black, Dumbledore y Evans creyeron conveniente hacer que me pudriera en Azkaban —Harry se quedó sorprendido por tal revelación.

Tom había estado en… No, No Tom. El profesor Riddle aseguraba haber pasado tiempo en esa horrible prisión. Todo este tiempo, ¿estuvo ahí? ¿Por eso no pudo encontrarlo? No, no debería creerle.

—¿Qué podrían tener ellos en su contra para hacer eso? Mi padrino y mi madre no tenían nada en su contra y…

—¿Te olvidas de lo sucedido hace 19 años, Harry? —El joven lo pensó, la muerte de su tia…

—¿Mi tía Jasmine? —Harry había intentado olvidar esa perdida. No había querido pensarlo demasiado.

—Nunca asesiné a Jasmine Evans, Harry —El joven Lord se volvió sorprendido.

—Se que hay alguien en esa tumba, Profesor. No juegue conmigo —su tono de advertencia fue evidente.

—La mujer que asesiné era Lilly Potter, no Jasmine Evans —con esa información, que llegó como un balde de agua fría, Harry decidió marcharse. No escuchar más… Maldito mentiroso, seguía mintiéndole. Nunca debió escucharlo.