Mika despertó con dolor de cabeza frotandose los ojos recordó lo sucedido anoche con Iori, se dio cuenta que no estaba en la cama y escuchó que la puerta del baño se abrió, por lo que giró su mirada sin pensarlo para ver a Iori, el cual tenía su cabello mojado y no llevaba puesto nada más que sus pantalones; su fuerte figura estaba completamente al desnudo bajo el brillo de la luz, la cual dejaba ver su piel blanca y clavículas, al igual que los músculos de su abdomen bien definidos. Mika no pudo más que ser puesta bajo un trance debido a que esa era la primera vez que ella presenciaba con claridad un cuerpo masculino perfecto como el de Iori y no pudo contener echar otros vistazos a escondidas a Iori.
—¿Ya terminaste de mirar? -Su garganta adolorida hacía que su voz sonara un poco ronca, mientras que el rostro de Mika se enrojecia con rapidez para que luego ella agachara su cabeza y tapar su cuerpo con una sábana y levantarse.
–Em… lo siento..- dijo ella mientras caminaba avergonzada hacia el baño, anoche dijo e hizo cosas que no estaba acostumbrada y el pelirrojo sonrió de lado.
— Cásate conmigo. -declaró Iori girándose hacia ella y luciendo sorprendido ante lo que dijo de repente pero era lo que más deseaba. Vio que ella se sonrojó ante eso y paró en seco. Se giró lentamente.
— Iori en verdad me gustas y lo que pasó anoche fue maravilloso. - Ella extendió su mano y lo tomó del brazo, enfocando su mirada en el que reflejaba su preocupación a su respuesta. —Hablaré con Billy, necesito culminar toda relación con el después de lo que hice.
—No tienes porque sentirte culpable. -Él la tomó de una mano y de su cintura para acercarla. Quedaron demasiado cerca, intimos.
—No siento culpa. -confesó ella un poco triste. —Billy y yo nunca hemos estado juntos desde que lo conocí. Ahora se que no le gustaba sino ¿Porqué abstenerse?
—El no te ama.
Ella lo miró sorprendida y casi dolida lo cual confundió al pelirrojo. No queria pensar que ella sentía amor por ese idiota.
—Tal vez.. es por eso que mi lugar no es al lado de Billy.
— Tú solo serás mia – declaró en cuanto la escuchó. Sus ojos brillaron posesivamente y la sujetó con firmeza entre sus brazos.
Mika alzó la mirada y parpadeó hacia él unas cuantas veces, tal vez era su forma de decir que la quiere y no puede vivir sin ella, no le disgustaba lo posesivo que era con su afecto. De repente y sin previo aviso, él se inclinó y la beso, Mika podía sentir los latidos de su corazón en su cálido y musculoso pecho. Se sentía segura, el beso hizo que su corazón se estremeciera y se sentia bien.
Después de un tiempo ambos salieron del apartamento para irse a la oficina y no muy lejos en un automóvil deportivo fueron vistos por unos ojos sombríos, era Billy y apretó sus mandíbulas al verlos ¿Habían pasado la noche juntos? No iba a permitir que ese pelirrojo le robará a su novia.
Sin pensarlo más fue a la empresa Yazakani para ver al hombre que intentaba quedarse con su mujer; no importaba si se trataba de la ex de Iori o Mika, él no iba a permitir que ninguna otra persona pusiera sus manos en ella.
En la oficina del presidente del Grupo Yazakani.
—Jefe, Billy Kane quiere verlo. Está esperando abajo- informó Dan.
Iori no parecía sorprendido en absoluto. Sonrió levemente y dijo:
—Déjalo pasar.
Después de entrar en la oficina de Iori. Billy solo lo miró serio.
— Kane ¿qué puedo hacer por ti?- Iori lo miró sin expresión.
Billy se sentía enojado, solo lo miró con advertencia.
—Aléjate de Mikamy, ella me pertenece.
"Nadie se acercará a ella, ini siquiera Iori! ¡No!"
Iori lo miro con una mirada distraída mientras le decía con calma:
— Ella no te pertenece Kane. Athena es mi mujer y la madre de mi hijo.
El apuesto rostro de Billy se congelo cuando pudo sentir un aura opresiva al instante. El no se sentiria tan estresado si hubiera sido cualquier otro hombre que estuviera tratando de conseguir a Mika sin embargo, en el caso de que fuera Iori tendría a un rival lleno de trucos.
Dentro del corazón de Billy había una cierta sensación de desamparo y frustración. Si el tenia éxito, ella sería su esposa; pero si fracasaba, ella se convertiría en la esposa de Iori. No, estaba claro que no se iba a rendir, pues Billy no era el tipo de persona que lo hiciera. Sin embargo, la mujer que se suponía que debía hacer todo lo que él le dijera ahora estaba con otro hombre. Lo cabreo.
— Mikamy es mi prometida. Voy a casarme con ella.
Los ojos de Iori se entrecerraron. El frío que lo rodeaba golpeó a Billy como un cuchillo.
—¿Prometida? No me importa cual fue su relación. Ella es mi mujer ahora.
— ¿Qué quieres decir? Mikamy no va a abandonarme por ti Yagami, ella me ama.
Iori levantó una ceja y sus labios se curvaron en una sonrisa.
— Suenas como si realmente te importara. Ella ¿sabe que la engañas con Misty.?
Las pupilas de Billy se encogieron de repente. ¿Cómo supo lo de Misty?
—Sí lo que te preocupa es tu patrimonio no se me hará difícil convencer a Mika en devolverte tu empresa, solo tienes que alejarte de ella.
El rostro de Billy cambió dramáticamente y luego se oscureció. No esperaba que Iori estuviera enamorado de Mika. Y parecia que hablaba en serio con ella.
Billy no admitiría su derrota con tanta facilidad, incluso si su rival era Iori Yagami. Fue en ese momento que el tomó la decisión de que haría todo en su poder por conseguir a Mika. El ya no tenía en mente a ninguna mujer, solo quería a Mikamy.
Billy miró al hombre que estaba en la silla, aquel que emanaba un encanto de madurez; respiro hondo y dijo:
—Bien, hay que competir de manera justa y veamos quién se queda con ella al final. - Con esas palabras, él se dio la vuelta y se fue.
Iori entrecerró sus ojos debido a que nunca espero que ellos dos cayeran enamorados por la misma mujer al mismo tiempo. En realidad, Iori no estaba preocupado en lo más mínimo; Athena corresponde a sus sentimientos además ella le aseguró que dejaría a Kane.
El día siguiente.
Mika salió del trabajo y salió de Yazakani. De repente, apareció un hombre con una sonrisa amable y encantadora.
Sostenía un gran ramo de rosas.
—Mika, esto es para ti. Vine a llevarte a ver al abuelo, te hecha de menos.
Al verlo se quedó atónita. No espero verlo tan pronto.
— Sé que todavía estás enojada conmigo. Lamento mucho lo que pasó con Ryu. Hablé con Lily para que sea más amable contigo, ya no se opondrá a que estemos juntos. -Dijo con odio reprimido al recordarla saliendo de su apartamento con Yagami, sabia que no podía juzgarla ya que el la engaño constantemente.
Mika no notó su cambio pero algo le decía que no era sincero. Ahora estaban parados afuera de Yazakani, y sus rosas atrajeron la atención de muchas personas.
Estaba muy avergonzada. Ella no tuvo más remedio que tomar las rosas y lo siguió para subir al auto. Después de todo Billy la ayudó cuando perdió su memoria y le presentó a su abuelo quien la quería como parte de su familia, a decir verdad consideraba al señor Kane como su abuelo.
Iori supo de inmediato que Mika se había ido con Billy. Pidió a sus hombres que los siguieran. No esperaba que Billy fuera tan audaz como para buscar a Athena en su empresa.
Había pasado mucho tiempo desde que alguien se enfrentó a él de esa manera.
Si no fuera por Mika, habría enfrentado a Billy como en los viejos tiempos. Sin embargo, sabía que ella no le permitiría hacerlo.
Billy condujo hacia la mansión Kane y miró a Mika y no pudo evitar entrecerrar los ojos mientras estacionaba.
Bueno, esta mujer era realmente bonita. Era incluso más bonita que Misty.
Solia verla solo como una obligación y aunque habían sido pareja durante tantos años, no tenían relaciones sexuales.
De hecho, fue increible. Rara vez le sostenía la mano, y mucho menos la besaba.
En el pasado, simplemente no quería tocarla. Pero ahora...
—Mika, hace muchos días que no te veo. Te extrañé.
Él la miró con ojos cariñosos, luego se inclinó ligeramente hacia adelante y se acercó a ella, listo para besarla.
Era perfectamente normal para una pareja, pero por alguna razón, Mika sintió un repentino e intenso rechazo hacia él, inconscientemente echo su cabeza hacia atrás, luego giró la cabeza.
—No hagas eso..
Sus palabras cambiaron la atmósfera de ambigua a tensa.
El rostro de Billy se oscureció de repente. Mirando su cara lateral, sus ojos ardian de ira.
¿Ella lo rechazó? ¿Cómo se atreve esta maldita mujer a rechazarlo?
Nunca había sido rechazado por una mujer. ¿Qué estaba pasando ahora? Alguien a quien decía quererlo lo rechazó. Maldita sea.
Estaba enojado, pero aún parecía tranquilo.
— ¿Qué pasa? ¿Sigues enojada conmigo?
El corazón de Mika latia rápido. Sabía que no debería haber dicho que no. Aunque él había hecho algo desagradable, ella seguía siendo su novia.
No sabía por qué, pero cuando Billy estaba a punto de besarla, pensó en Iori.
Se sintió culpable, como si hubiera engañado a Iori.
Pero ¿por qué se sentiría culpable? Su novio era Billy, no Iori, debía hacer algo. Respiró hondo y dijo:
— Billy iré contigo a ver al abuelo para terminar con esta relación, estoy enojada contigo por mi hijo. Él significa todo para mí. No dejaré que nadie lo lastime.
Al escuchar esto, Billy casi pierde los estribos. Lo único que odiaba más era a ese pequeño bastardo.
Nunca olvidaria cómo ese niño lo engaño.
Como madre como hijo. ¡Ambos deberían irse al infierno!
—Lo sé. Fue mi culpa, No debería haber sido malo con un niño. No te preocupes, no volverá a ocurrir.
Dijo esto con voz suave, pero sus ojos estaban llenos de malicia. Mika bajo la cabeza y no habló. Unos segundos después, puso las rosas en el asiento trasero y se bajo del auto.
Después de entrar a la mansión, el señor Kane se acercó
—Mikamy, viniste. -La saludo el. Ella solo le lanzó una mirada calida.
—Señor Kane me gustaría hablar con usted en privado.
Al escuchar eso, Billy entrecerró sus ojos y se preguntó si ella iba a rechazar la petición de su abuelo en casarse.
—¡Claro! De cualquier forma, también quiero hablar contigo. Vamos, sentémonos a hablar.
Mike tomó de la mano a Mika y se fueron juntos. Llegaron a un jardín afuera de la sala donde se pusieron cómodos en un sillón frente al escenario hermoso. Poco después, una empleada sirvió frutas y bocadillos para los dos.
— ¿Quieres un poco de te Mika?.
—Gracias, señor Kane. - Mika levantó la taza y tomó un sorbo del té, el cual expedía un aroma placentero.
— Debo confesar que supe que no eras Mikamy sino Athena hace tiempo.
Mika se sorprendió al escucharlo y dejó que prosiguiera.
— Hace años una joven de cabello morado me salvo de un accidente que tuve. Ella logró sacarme del auto antes que cayera al vacío y no supe su nombre hasta que la vi en los torneos que participó Billy. Esa mujer era Athena Asamiya. En verdad he estado buscando la oportunidad para compensarte lo que has hecho por mi y por eso le pedí a Billy que te frecuentara para convertirte en parte de mi familia. -comentó Mike con sinceridad.
Al sentir el cariño del Señor Kane, Mika negó con la cabeza y le contestó:
—No tiene porque compensarse señor Kane, si Athena hizo eso fue porque porque era lo correcto, lo que tenía que hacer.
— Niña, quiero que sepas que cualquier decisión que tomes respecto a Billy, puedes seguir visitándome si así lo deseas. Por ahora, me gustaría seguir siendo tu abuelo y haré mi mayor esfuerzo para cuidarte, a ti y a tu hijo -expresó Mike un poco triste, sabia que ella no quería a su nieto.
— No tiene idea de cuán agradecida estoy al saber que nunca se olvidó de mi y me haya abierto las puertas de su hogar tomándome como parte de su familia pero no puedo casarme con Billy simplemente porque no lo amo, creí sentir algo especial pero no es así.
Mike estaba agitado cuando tomó la mano de Mika lo cual ella se sintió conmovida por el gesto amable del Señor.
—Niña, ¿nada más piensa en mí como un pariente a la que puedes visitar de vez en cuando, sí? Sé que tanto como Mikamy y Athena son mujeres justas. No te estoy pidiendo mucho, sino que vivas feliz y en paz, es todo lo que quiero.
Mike miró con absoluta sinceridad a Mika, esperando su respuesta. No tardó mucho para que ella lo aceptara, había formado una conexión con el sintiendose bendecida y afortunada por tener un abuelo como Mike, por lo que asintió y respondió:
—Muy bien, señor Kane.
—¿Te encuentras disponible este viernes? Me gustaría invitarle a un banquete de caridad que se hará en mi nombre.
—Claro, iré al banquete -aceptó Mika.
—Muy bien, te veré allí. Te enviaré la carta de invitación más tarde.
—Gracias por la invitación, señor Kane.
—De acuerdo, nos vemos. Quiero conocer a tu hijo, debe ser un niño fuerte si es hijo tuyo.
— Sí, claro. A él le agradará conocerlo -dijo Mika con una sonrisa.
—Señor Kane, es hora de su medicina.
— iOh, cierto! Tengo que tomar mi medicamento, Mika. Por favor, ponte cómoda o toma un paseo por el jardín. Regresaré más adelante.
—Claro, vaya a tomar su medicamento.
Mika asintió y observó a Mike retirarse. Algo reacia, comenzó a caminar por el jardín. La verdad era que no quería encontrarse con Billy ni con Lily.
