Skipper y Anastasia se sentaron en un árbol en Central Park, la hembra abrazando a su amante, sintiéndose protegida y abrigada y sus alas.

Skipper: ¿De verdad causaste tu accidente?

Anastasia: No quería causar ningún accidente.

Skipper: Entonces, ¿qué pasó? ¿Cómo te quedaste ciega?

Anastasia: Mi abuelo era el único animal que realmente me amaba, me cuidó mientras mis padres no estaban.

Skipper: ¿Qué hicieron tus padres?

Anastasia: vivían viajando, aventurándose. Eso es lo que les gustaba. No se preocuparon por mí. Compensaron su ausencia con regalos de los lugares a los que iban.

Skipper: ¿Y después de que muriera tu abuelo?

Anastasia: Querían irse, quitarme todo lo que me recordaba a mi abuelo.

Skipper: ¿Y?

Anastasia: Derribé el avión en el que íbamos. Mi padre estaba a cargo y yo tomé el control de él.

Skipper: ¿Por qué?

Anastasia: Quería quedarme en Nueva York. Querían llevarme, deshacerse de mí.

El líder no sabía qué hacer con tal confesión. No sabía si tenía razón por sus acciones.

Anastasia: El avión se estrelló, perdí el conocimiento y cuando desperté estaba sola y ciega.

Skippee: ¿Y tus padres?

anastasia: no lo sé. Pero creo que pensaron que estaba muerto y me dejaron allí.

Skipper: No me puedo imaginar cuánto has sufrido o te has asustado.

Anastasia: Fue horrible, sí. Pasé semanas comiendo plantas y cosas del suelo, hasta que Kowalski me encontró.

La hembra no dijo nada, el líder entendió su silencio, pues ya sabía lo que había pasado. El líder la abrazó.

Skipper: Está tudo bien.

Él hace que ella lo mire y los dos se besan apasionadamente, una lluvia comenzó a caer sobre el parque, pero los dos pingüinos ignoraron la lluvia y se rindieron allí mismo en ese árbol. Los dos se separaron y se abrazaron. Hasta que una voz interrumpió sus momentos.

Voz: ¿Qué lindo en?