Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto, hago esta historia con el único fin de entretener.
Nota: Diálogos tomados del episodio 261 del anime
Arco III
Capítulo 40: Por el futuro
Yamato había sido secuestrado por Kabuto tras su ataque a la isla tortuga. Un clon de la serpiente Manda modificado genéticamente fue capaz de volcar a la gran tortuga. El Tsuchikage, Akatsuchi y Kurotsuchi habían hecho lo posible por defenderles del ataque enemigo, pero Kabuto se encargó de distraerlos con uno de sus revividos.
Lo único que pudieron hacer tras su escape fue asegurar a la gran tortuga cerca de las costas del país del rayo, equipos especiales se encargarían de su cuidado y vigilancia. Al menos Naruto había terminado por distraerse con un nuevo entrenamiento de control de chakra del kyuubi, ignorando los constantes temblores provocados por los problemas en el exterior.
Claro que a Rin si le alarmó mucho la expresión de Aoba y Motoi al no regresar con Yamato, pensar que algo le había sucedido llegó a angustiarle mucho. Pese a ello, debía enfocarse en el entrenamiento de control. Era diferente al de Naruto, ella no podía usar su chakra como extremidades, pero si podía darle otros usos.
—Concéntrate Rin, mantén la primera transformación y usa las ondas crecientes de coral —resonó la voz de Isobu en su cabeza al notarle distraída.
—Lo siento, es que no dejo de pensar en Yamato —murmuró, viendo de reojo como Naruto apilaba piezas de diferentes formas usando aquel brillante chakra amarillo.
—Él estará bien, no debes distraerte, si quieres usar todo mi poder debes concentrarte —insistió el bijuu.
Asintió apenas antes de enfocarse y liberar el chakra del Sanbi. Ya no mantenía una forma rojiza en su primera transformación, si bien emanaba algo de chakra de tonos naranjas, no adoptaba una forma mini de su bijuu aun, solo aparecían algunos picos propios de la tortuga, cuatro en su cabeza, en sus manos y brazos. También emergía una de las colas hecha enteramente de chakra.
—¡Sango Renshō! —Exclamó golpeando el suelo con su palma lo que generó una larga fila de picos de coral, aunque no contó con que estas chocarían contra la torre que construía Naruto y acabarían con su esfuerzo—¡Lo siento!
—¡Ah! ¡Rin nee-chan ten más cuidado 'ttebayo! —Exclamó el adolescente, algo frustrado de tener que empezar de nuevo.
…
Kumogakure
Los ninjas de las cinco grandes naciones, miembros de Akatsuki provenientes de la Lluvia y los samuráis se encontraban ya reunidos en el territorio de la Nube. Recibían el nuevo protector con el enunciado Shinobi, la cual fue diseñada por Yahiko y Mifune en conjunto, después de todo, simbolizaba la unión de todos contra un gran enemigo en común con tal de obtener y proteger la paz.
—¡Kurotsuchi! —Resonó la voz de Deidara al ver a su amiga de infancia. Ya había recibido su nuevo protector en el mismo color que su uniforme táctico y lo amarraba a su frente—¿Cómo te fue con el viejo h'n? ¿Y Akatsuchi?
—Tuvimos algunos problemas, aunque los jinchuurikis están bien por ahora —respondió, viendo con algo de fastidio las filas—¿En serio debo hacer toda esa fila por un protector?
—No te preocupes, nos encargamos de guardarles uno par a ti y Akatsuchi —dijo Yuriko, la cual llegaba acompañada de su gemela Eriko, Akemi y Kenji.
—Se ven muy bien —dijo Eriko sonriente.
—Es un poco presuntuoso creer que de verdad todas las naciones serán tan unidas —Kurotsuchi resopló un poco, mirando el protector que le entregaba Akemi antes de cambiarse el de su aldea por ese.
—En Akatsuki creemos que si es muy posible h'n —afirmó Deidara con orgullo, incluso llevaba amarrado a su cintura el pañuelo distintivo color negro con la nube roja.
No pasó mucho para que Akatsuchi se uniera a ellos y recibiera también su protector. Los siete amigos de la Roca se miraron en un breve silencio, estarían en divisiones distintas así que sería una despedida temporal.
—Quiero que todos vuelvan a salvo —fue Akemi quien rompió el silencio, su flequillo llegaba a ensombrecer un poco sus ojos, aunque pronto levantó la mirada y sonrió—, yo estaré lista para curar todas sus heridas.
—Nos veremos más pronto de lo que crees, Akemi —aseguró Kurotsuchi con una confiada sonrisa.
—Derrotaremos a todos los enemigos y protegeremos a todas las aldeas —afirmó Akatsuchi sonriendo ampliamente.
—Y rescataremos al viejo Roshi y a Han-san —asintió Yuriko.
—Esta no será la última vez que estemos juntos —añadió Kenji antes de estirar su puño hacia el centro, los demás comprendieron el gesto y no dudaron en juntar los suyos.
—¡Vamos a ganar esta guerra, h'n!
—¡Si!
…
Sasori y Pakura sabían que sus hijos estaban a salvo, habían quedado bajo el cuidado del anciano Ebizo y no dudaban que Koushiro le ayudaría en todo lo posible de estar al pendiente de su hermanito. Ambos usaban su uniforme completo de la aldea, su pañuelo de Akatsuki y ya tenían su protector nuevo amarrado a su frente. Ahora ellos debían tomar caminos distintos al ser parte de divisiones diferentes.
—Cuídate mucho, recuerda que los niños nos esperan —dijo Pakura mientras sujetaba sus manos entre las suyas.
—Lo sé, terminemos esto pronto, no debemos hacerlos esperar.
La kunoichi plantó un beso en su mejilla antes de apartarse para despedirse con su mano, sabía que Sasori debía reunirse pronto con su propio escuadrón. Las mejillas del marionetista tomaron el color de su cabello, no estaba tan acostumbrado a las muestras de afecto en público. No le disgustaba y de algún modo le puso de mejor humor.
—Kankurō ¿Ya están todos reunidos? —Se dirigió al marionetista más joven una vez llegó la zona indicada.
—Si maestro, estos serían todos —señaló a los presentes quienes no tardaron mucho en acercarse.
—Yo soy Sasori y seré el capitán de este escuadrón, acaten bien las órdenes y no se atrasen en nada, odio esperar y odio hacer a otros esperar, así que nuestro deber es ser rápidos.
Kankurō sonrió, bastante familiarizado con la actitud de quien fue su maestro en el arte de las marionetas. Entre los miembros de aquel equipo se encontraba Sai, había escuchado mucho de Sasori como ninja en general y como miembro de Akatsuki, a pesar de su baja estatura era alguien que imponía mucho.
—¿Debería llamarlo pequeño capitán? —Pensó un tanto dudoso, por su expresión tal vez no era la mejor idea.
—¿Qué seamos rápidos? Significa que si no somos rápidos ¿Nos dejará como carne de cañón? Ese hombre es conocido por ser muy brutal —otro que se quemaba la mente con ideas era Omoi, las cuales no dejaban su natural pesimismo.
…
Sunagakure
Desde le ventana de su casa podía ver como el fuerte viento levantaba la arena. Se bajó del mueble junto a la ventana y se apresuró a ir a la habitación de sus padres. Allí se encontraba su hermano mayor sentado en la cama, mirando una de las fotos que sus progenitores tenían. No lo pensó mucho y fue a subirse también para sentarse a su lado.
—Mamá y papá —señaló a las dos personas en la foto. Koushiro sonrió, llegando a mostrar sus característicos dientes puntiagudos, los cuales siempre llamaban la atención de su hermano pequeño—¿Están en misión?
—Sí, mamá y papá están en misión —respondió apoyando una de sus manos en el rojizo cabello de Takumi—, pero volverán pronto, no te preocupes, tu hermano mayor te cuidará mientras tanto.
El niño asintió, aunque pudo notar la expresión triste de su hermano. Volvió a bajar de la cama y salió del cuarto bajo la mirada de Koushiro. No tardó mucho para que regresara, esta vez con un muñequito de madera con el cual Sasori solía entretenerle. Takumi estaba aprendiendo a moverlo con hilos de chakra, no era tan habilidoso y apenas lograba manejar bien sus piernas, pero estaba aprendiendo bastante rápido para su corta edad.
—Mira nii-san, es como papá —dijo el pequeño, bastante concentrado en hacer mover el muñeco, aunque sus hilos de chakra seguían siendo inestables.
—Seguro serás un gran marionetista como papá —Koushiro sonrió y su hermanito también lo hizo, feliz de escuchar que sería como su padre—. Vamos, juguemos un rato mientras llega la hora de la comida.
El niño de cabello color vino dejó la foto del matrimonio de sus padres sobre una repisa y salió junto a su hermanito. No tenía que preocuparse, ellos iban a volver sanos y salvos tal como se lo prometieron.
…
Montaña Cementerio
Zusuna Uchiha había terminado los preparativos con los jinchuurikis, estos estaban siendo controlados mediante un genjutsu especial del rinnegan, aunque también podía reforzarlo gracias a su mangekyo. Los clones de Zetsu blanco habían sido mejorados gracias a Kabuto haciendo uso de Yamato. Era el momento de movilizarlos bajo tierra, ella tendría que partir pronto también, sabía que los jinchuurikis le brindarían no solo su fuerza, sino que podía usarlos como rehenes si así lo predisponía la situación.
Kabuto también puso en movimiento a la horda de revividos en diversos grupos, aunque había asegurado un escuadrón para emboscada y distracción: Komushi y Gari, antiguos miembros de Tsuki no Me, Chūkichi un jounin de Kirigakure, y finalmente Shin, miembro del ANBU raíz de Konoha.
Con tal equipo se encargaría de eliminar al escuadrón de Anko que había estado espiándolos muy de cerca, debía impedir que aquella información llegara a tiempo a la alianza. En cuanto a Mitarashi, él mismo se encargaría de ella, si la había atraído hasta allí era por lo útil que podía serle.
—¿Aún no piensas partir? —Preguntó Kabuto al verla permanecer junto a los cinco jinchuurikis.
—En el ajedrez, los peones avanzan primero —respondió ella, simplemente viendo como los revividos seguían avanzando y seguramente los Zetsu blancos también lo hacían—. Por eso mismo preservas las piezas claves ¿Cierto?
—Me agrada que seas tan lista, quizás no tanto como yo, pero una partida de ajedrez contigo sería muy estimulante —dicho eso, partió del lugar, debía ocuparse de Anko de una vez.
…
Kumogakure
Los ochenta mil ninjas que conformaban la alianza shinobi ya se habían agrupado en las cinco divisiones. A su vez, existían divisiones de apoyo relacionadas al cuerpo médico y logístico, a escuadrones de inteligencia, de ataque sorpresa, al equipo sensor y el encargado de proteger a los señores feudales.
La primera división se encargaba del combate a medio alcance, era conformada mayormente de especialistas en armas ninja y su comandante era Darui de Kumogakure, conocido como la mano derecha del Raikage. Entre algunos de sus miembros se encontraban Tenten, Hiashi Hyuuga, Samui, Atsui, Kenji, Ajisai y Nagato Uzumaki.
La segunda división era la encargada del combate a corto alcance, constituida por ninjas especialistas en la lucha cuerpo a cuerpo cuyo líder era Kitsuchi, jounin de Iwagakure. Sería la primera división en línea de combate y estaba compuesta por shinobis como Hinata y Neji Hyuuga, Karui, Kurotsuchi y Shisui Uchiha.
La tercera división era la encargada en combate de corta y media distancia. Su misión era asistir a las divisiones uno y dos durante la guerra. Su comandante era Obito Uchiha, el ninja del kamui, de Konohagakure. Bajo su mando se encontraban miembros tales como Kakashi Hatake, Maito Gai, Sakura Haruno, Rock Lee, Konan, Yuriko Nagura.
La cuarta división, la división de combate a largo alcance, comandada por el Cuarto Kazekage de Sunagakure, Gaara, quien a su vez era el comandante general de todas las divisiones. Tendría la función de enlace entre la unidad de información y el campo de batalla, además de actuar como escudo para las divisiones de soporte. Entre sus miembros se encontraban Shikamaru Nara, Temari, Chouji Akimichi y Deidara.
Y, por último, la quinta división, una unidad especial de batalla que se encargaría de dar soporte a todas las divisiones al contar con ninjas con diversa clase de talentos ocultos. Sería comandada por Yahiko de Amegakure, líder de Akatsuki. Entre sus miembros se encontraban Kiba y Hana Inuzuka, Ino Yamanaka, Shino Aburame, el líder samurái Mifune y Pakura.
—Sería bueno que les dedicaras unas palabras, tú eres el comandante general después de todo —dijo Obito a Gaara, mirando atentamente la multitud desde aquella plataforma junto a los otros cuatro comandantes.
No era de extrañar que se formaran algunos problemas entre ninjas de distintas aldeas, no se podía solo reparar el daño de al menos cien años de guerra y odio. Gaara pudo presenciar todas esas disputas mejor gracias a sus ojos de arena, los cuales usó también para dispersarlos y ganar nuevamente la atención de todos.
Para el beneficio del país y de la aldea, a través de las tres guerras anteriores, los shinobis nos hemos odiado y lastimado mutuamente por un largo tiempo. Y, como producto de ese odio que surgió por la búsqueda de poder, nací yo. En el pasado representaba el odio, el poder y también fui un jinchuuriki.
Odié a todos los humanos y pensé en destruirlos. Es lo mismo que Tsuki no Me está tratando de hacer. Pero un solo ninja de Konoha me detuvo. Él derramó sus lágrimas por mí, aun siendo su enemigo. Dijo que era mi amigo a pesar de que lo lastimé. Él me salvó, aunque éramos enemigos, era un jinchuuriki como yo.
Entre aquellos que comprenden mutuamente el sufrimiento no hay rencor. Aquí no hay enemigos, ya que todos sienten el dolor de haber sido lastimados por Tsuki no Me. No hay Arena, no hay Rocas, no hay Hojas, no hay Niebla, tampoco Nubes. ¡Solamente hay shinobis!
El semblante de todos cambió totalmente ante las palabras de Gaara, era muy evidente que había logrado llegar a todos ellos, podían identificarse con todo lo que decía, todos podían sentir como su discurso calaba en lo más profundo de su ser.
Si aun así no pueden perdonar a la gente de Suna ¡Corten mi cabeza al terminar esta guerra!
El enemigo pretende capturar al amigo que me salvó la vida, y si se apodera de él sería el fin del mundo. Quiero proteger a mi amigo, quiero proteger este mundo, quiero proteger el futuro. Soy muy joven e ingenuo aun para lograrlo yo solo, por eso ¡Necesito que todos me presten su ayuda!
Las rencillas acababan y todos estaban dispuestos a trabajar en unidad. Todos estaban más que dispuestos a salvar ese mundo y el futuro que les esperaba.
—Rin, Naruto, esto es por ustedes, todos se han unidos para protegerlos, para salvar este mundo —Obito sonrió sintiéndose bastante conmovido por las palabras del joven Kazekage, ese chico era increíble, él también tenía esa habilidad de unificar a las personas—. No pienso defraudarlos, ni a ustedes ni a Tsunade-sama por confiar en mi para este papel.
—Ese mocoso sí que sabe dar un discurso —desde su lugar, Sasori podía apreciar bien el efecto que las palabras del muchacho habían logrado—. Deben estar muy orgullosas de él ¿Verdad Karura, abuela Chiyo?
¡El que esté de acuerdo, que me siga!
Los vitoreos y gritos de emoción no se hicieron de esperar, resonando como un gran y continuo eco. Pronto, todas las divisiones comenzaron a movilizarse dirigidas por sus comandantes, casi todos por tierra a excepción de la subdivisión de ataque sorpresa comandada por Sasori, los cuales se adelantaron por aire gracias a las aves de tinta de Sai.
La subdivisión de la Mizukage también partió en seguida, debían asegurarse de que los señores feudales estuvieran a salvo. La Hokage, el Raikage y el Tsuchikage permanecieron en la aldea de la Nube donde la división de inteligencia y la división sensor terminaban los preparativos para mantener la mejor comunicación a toda la alianza.
—Esta guerra la ganaremos nosotros —declaró el Raikage tras que todas las divisiones se pusieran en marcha.
La Cuarta gran guerra ninja había dado inicio.
CONTINUARÁ
