Los días posteriores fueron dedicados exclusivamente a los preparativos de aquella nueva etapa en el plan que Aramaki les había legado, pero antes que nada, Owen tuvo que hacer algo con el elefante en el cuarto.

La rebelión de Samuel Hughs cayó como un balde de agua fría en la tripulación de la Bramante, que de pronto se encontró ante una extraña posición frente a la gravedad de los hechos. ¿Había sido declarado el Batallón 612 en Rebeldía por aceptar la ayuda del Capitán de la "Mainstream"? ¿Tenían que elegir ellos un bando en aquel conflicto interno de la fuerza? Afortunadamente Owen dejó en clara su posición y la de sus oficiales en una comunicación dirigida a todo el personal de la fragata. La Bramante no reconocería a Samuel B. Hughs como Almirante de la Fuerza y en cambio lo considerarían responsable de sedición y asesinato en primer grado de su inmediato superor.

Owen cumplió su promesa de no ocultar nada a su tripulación, pero incluso si no lo hubiese hecho era tal la confianza que aquellos hombres y mujeres curtidos en cientos de combates tenían en su Capitán que ya la decisión de deponer al tirano de Hughs estaba tomada antes siquiera de escuchar sus palabras.

Aunque eso significaba que habría una posibilidad de que tuviesen que luchar contra sus propios camaradas.

Nadie lo dijo en voz alta, pero era una idea que todos tenían presente cuando tomaron la decisión de apoyar la causa que creían justa. Al menos dada la situación actual, era extremadamente poco probable que un combate contra las fuerzas leales a Hughs pudiese suceder allí mismo; eran los Zentradi quienes representaban el mayor peligro a esa pequeña flota compuesta por apenas tres naves maltrechas.

Las imágenes que la Mainstream habia obtenido del asesinato del Almirante Aramaki eran prueba más que suficiente para que nadie dudara de la culpabilidad de Samuel Hughs, cosa que aumentó más aún el resentimiento de la tripulación hacia aquel hombre.

Por supuesto, la persona más afectada por la nefasta noticia fué la propia Camila Hughs, quien debió soportar aquel duro golpe y cargar con el terrible peso que su apellido había adquirido gracias a la vil acción de su tío. Tanto ella como Camila no salieron de su camarote compartido tras aquel fatídico anuncio, pero nadie las molestó ni le faltó el respeto a la joven oficial; después de todo el escuadrón Delta se había ganado el respeto y admiración no solo por los otros pilotos, sinó por el resto de la tripulación de la fragata por igual.

Owen sabía que Camila no aceptaría de buena gana ser trasladada a la Planck, incluso usando la excusa de servir de escolta al Profesor Von Neumann. Afortunadamente había un motivo aún más importante y eran los civiles que habían tomado refugio en la Bramante.

El Batallón 612 iba a continuar sus operaciones y aquellos civiles estarían expuestos a los peligros de una región de la galaxia llena de Zentradis. Owen decidió trasladar a todos ellos a la Planck, ya que era el lugar más parecido a una nave civil que tenían a disposición. Ahora que Samuel B. Hughs los consideraba rebeldes, no podrían acercarse a ninguna de las colonias o flotas migrantes sin poner en riesgo la vida de aquellos niños.

Era un buen plan, pero como todo buen plan no iba a salir bien a la primera. Lynn se negó rotundamente a abandonar la nave y acompañar a su familia. Cuando la propia Camila fué enviada por el Capitán Owen a averiguar el por que de ello, la respuesta de la joven la llenó de preocupación.

—Quiero unirme a la milicia. —dijo la chica-gato llena de determinación. —Quiero proteger a los míos a toda costa. —aseguró.

Aquello no le causó la menor gracia a Owen, quien amenazó con echar de una patada en el trasero a la Voldoriana si no abandonaba por voluntad propia la Bramante en veinticuatro horas, pero finalmente cedió al pedido de sus hombres, quienes consideraban a la chica una especie de mascota de la nave.

—Mi Tatarabuelo luchó en la Segunda Guerra Mundial y me enteré por parte de mi madre que él estaba a cargo del gato mascota en el Destructor al que servía. —dijo Jarvis.

—Idiota, esa chica no es una mascota y estamos por embarcarnos a una misión suicida. No podemos llevar civiles con nosotros. —le recriminó Owen.

—Si se enlista, no será una civil… y además estamos en medio de una movilización general; la edad de reclutamiento en tiempos de guerra es de 15 años, bajo estrictas excepciones, por supuesto. ¿Verdad? —preguntó el enorme oficial con una sonrisa.

Al final no solo Lynn se unió a la tripulación de la Bramante; también lo hizo el niño que se había enamorado de las máquinas y herramientas del hangar, aquel que operara la enorme grúa en la Rainbow y causara tantos problemas a Ximena y Camila aplastandolos como un mosquito.

—Así que este es el responsable de dejar a Delta Uno como un acordeón. —le recriminó el Jefe Aichi al enterarse. —No se preocupen; haré de él un mecánico de primera y juro por mi Bisabuelo que lo haré pagar cada minuto del tiempo que me costó sacar las abolladuras a ese avión. —prometió a los oficiales de la fragata.

Piper (Tal era su nombre) se alistó como aprendiz de mecánico y comenzó de inmediato a trabajar en el hangar de la Bramante, limpiando herramientas y trapeando los pisos del taller a la vez que, con sus ávidos ojos siempre curiosos, aprendía de los técnicos mientras trataban de reparar los dañados cazas tras la batalla.

Lynn en cambio fué acogida por Mac, quien también reconoció tener cuentas pendientes con la Voldoriana. —¿Ves esta cicatriz? —dijo mostrando la marca que las garras de la chica había dejado en su rostro. —Cada vez que me pique voy a hacer que corras veinte vueltas al hangar… y casualmente me está picando ahora así que… ¡A correr! —gritó.

—¡Sí Señor! —respondió la chica-gato ya vestida con su propio uniforme de cadete, tras lo cual salió corriendo en medio de las risotadas de los demás soldados.

El resto de los niños y el anciano Voldoriano, si bien apenados por ver partir a dos seres muy queridos de la familia, dejaron la Bramante y se asentaron en la enorme nave de Investigación, pero pronto descubrieron que no estarían solos; Owen y la Mainstream habían estado recorriendo esa parte de la galaxia desde que abandonaran la flota principal perseguidos por las fuerzas de Hughs, pero no habían estado ociosos; casi un centenar de civiles habían sido evacuados y rescatados cuando los Zentradis invadieron el territorio colonizado por la humanidad. Una pequeña comunidad de refugiados se había formado en la Mainstream y ahora habían sido transferidos a la Planck, en donde pudieron asentarse en forma más permanente. La enorme nave estaba casi deshabitada, pero con la llegada de los refugiados empezó lentamente a llenarse de vida y comenzó a formarse una especie de poblado alrededor de las residencias que acogian al personal científico de la NUNS abocado al proyecto de Fritz y Aramaki.

Camila y Ximena fueron puestas entonces a cargo de la seguridad de aquella pequeña ciudad y el VF-171 Delta Uno fué trasladado al hangar de la Planck, desde donde podrían operar a las órdenes de la Sargento Milles, quien seguía a cargo de la seguridad de la nave. El resto del escuadrón Delta continuó sus funciones en la Bramante ya que el Escuadrón de Enlace Situacional había demostrado su utilidad crucial en la batalla y ahora que todos estaban aislados de la enorme Red Galáctica Macross (Que estaba bajo el control de Samuel Hughs) las comunicaciones seguras era prioridad absoluta en aquella región atestada de Zentradis.

La Bramante partió a los pocos días de ser reaprovisionada por la Mainstream. Dado que tenían que esperar a que Fritz culminara su trabajo en el proyecto de hackear el núcleo, Owen decidió patrullar la zona en un radio de varios años luz en busca de flotas Zentradi que amenazaran la seguridad de las naves que habían quedado ancladas en la nebulosa.

No pasó mucho tiempo hasta que comenzaran a detectar a las naves alienígenas. Grandes concentraciones de naves habían comenzado a invadir los territorios de la humanidad destruyendo todo a su paso. La Bramante registró los movimientos así como los números y composición de aquellas flotas, utilizando las naves de Delta para crear enlaces de comunicación seguros con la Mainstream. Sin acceso a la Red Macross tendrían que crear su propia red de alerta temprana.

A las dos semanas de comenzar aquellas patrullas tuvieron una visita inesperada; uno de los portanaves que habían huido de la sangrienta revuelta de Hughs logró contactarse con ellos y tras evadir las tropas Zentradi de la zona pudo llegar hasta la nebulosa donde la Mainstream y la Planck se encontraban ocultas. El Portanaves Furtivo de Escolta clase Uraga, el CVS-702 "Indomit" era una nave veterana, comisionada alrededor del año 2045 en la Flota 37, sirviendo en varias flotas alrededor de la galaxia y acumulando una enorme cantidad de horas operativas. Junto a ella estaba también la fragata clase Northampton FFM-821 "Halberd" y dos cargueros pesados que habían sido rescatados de una colonia minera cercana.

Camila solo pudo ver a Fritz en contadas ocasiones durante todo aquel tiempo muerto ( o al menos así lo consideraba ella, a pesar que a su alrededor los preparativos continuaban sin cesar) Cada vez que se cruzaba con el joven se veía imposibilitada de dirigirle algo más que un fugaz saludo antes que uno de sus ayudantes o su colega, el Profesor Zellman, lo arrastrasen fuera de su alcance. Al menos todavía tenía a los niños de la Rainbow, quienes pronto se adaptaron a su nuevo hogar y hasta comenzaron a recibir clases en una escuela improvisada por uno de los científicos a bordo, quién amablemente se ofreció a dar clases a los niños por la mañana.

Entre sesiones de entrenamiento con Ximena y las visitas diarias a los niños, el tiempo fué pasando lentamente mientras a su alrededor la marea incesante de las fuerzas Zentradi se internaban cada vez más en los territorios de la humanidad.

La Bramante regresó al cabo de un mes de patrullas y no venía sola: Junto a ella emergió del arco Fold otro Portanaves Furtivo de Clase Uraga, el CVS-514 "Achilles" junto con otros cuatro acorazados que también habían escapado de la flota de Hughs: El CV/C-141 "Triton", el CV/C-130 "Nabucodonosor", el CV/C-152 "Hornet" y el CV/C-119 "Heracles", quienes sumaron sus fuerzas a la modesta flota rebelde.

Ahora que disponian de un poder de fuego importante, los Capitanes de aquella flota decidieron organizarse. Se decidió crear un Consejo de Guerra en el que los Capitanes de cada nave pudieran votar y decidir entre todos sobre las acciones que tendrían que tomar para resolver aquella crisis galactica, no solo con los Zentradi, sinó eventualmente contra el propio Samuel Hughs y sus tropas leales.

Todos estuvieron de acuerdo, salvo el Capitán Owen, quien por decisión propia pidió ser excluido del Consejo aduciendo que él y su nave aún estaban cumpliendo las órdenes de Aramaki y no necesitaba cambiar de planes con respecto a eso. Nadie se opuso a los deseos del Capitán, principalmente porque sabían que el Batallón 612 estarían a cargo de lo que era prácticamente una misión suicida en el Nexus, no obstante dada la importancia de aquella misión, todos decidieron apoyar la operación y brindar todo tipo de ayuda, por pequeña que sea.

A fines de Febrero la ahora reforzada flota de la denominada "Resistencia" (Nadie realmente eligió aquel nombre ya que para todos los Capitanes ellos seguían siendo miembros de la NUNS) había consolidado una red de comunicaciones seguras con algunas Colonias cercanas y monitoreaba constantemente el movimiento de la imparable marea Zentradi, cuyas fuerzas en la región se aproximaban rápidamente a las diez millones de naves divididas en tres enormes flotas, cada una de ellas bajo los mandos de una Superfortaleza.

Para su alivio llegaron noticias desde La Tierra y Edén, los dos principales planetas de la Humanidad en la Galaxia. Se habían activado con éxito los enormes Interferidores FOLD en las respectivas estrellas de ambos sistemas solares, lo que significaba que ninguna nave (amiga o enemiga) podría usar el pozo gravitacional de las mismas para coordinar la navegación Sub-dimensional por la región. No era por supuesto una solución infalible; si los Zentradis hacían DEFOLD fuera del radio de acción de aquellos dispositivos igual podrían alcanzar los planetas habitables mediante la propulsión sub-lumínica estándar, aunque aquello podría demorar unos cuantos años, en el mejor de los casos.

Pero los Zentradi no tenían prisa y la NUNS lo sabia: tarde o temprano Eden y La Tierra estarían al alcance de sus armas y el Holocausto de la Primera Guerra Espacial volveria a suceder.

El resto de los planetas con asentamientos menores no tenían aquellos enormes interferidores FOLD, por lo que debieron ser evacuados uno a uno. Enormes naves clase New Macross, antes utilizadas para la colonización se convirtieron en naves de evacuación, rescatando a millones de personas de sus planetas de origen en dirección a las partes periféricas de la Vía Láctea, lo más lejos posible de las fuerzas Zentradi.

El Profesor Zellman culminó primero su trabajo en las Bacterias FOLD a principios de Marzo y comenzó a desarrollar el plan para infectar el núcleo de la Superfortaleza enemiga y preparar el camino para que el código de Von Neumann tomase el control de los receptores FOLD de la Bio-Computadora. Fritz trabajaba casi 24 horas al día sintiendo la enorme presión en sus hombros; tal vez la suya era la última oportunidad de sobrevivir de la Humanidad. Por suerte no estaba solo y la ayuda combinada de los demás científicos y la de Lucy, quien utilizando todo el poder de cálculo de las computadoras cuánticas de la Planck logró desentrañar los últimos misterios del antiguo código de la Protocultura.

Von Neumann culminó de desarrollar la primera versión funcional de su Protocolo de Comunicación Protocultura (PCP) a fin de mes y anunció que todo estaba listo para la osada misión. En ese mismo momento tuvieron una última visita; una de las últimas Fragatas que habían escapado de la flota de Hughs, la FFM-822 "Naginata", arribó a la zona y para sorpresa de todos los Capitanes, traía a remolque una enorme Nave Factoría Clase Three Star.

La UNG/FS-47 " " era la sobreviviente de un convoy de soporte que había sido interceptado por Zentradis cuando trataban de reunirse con la flota de Samuel Hughs. Sus desesperados pedidos de ayuda no fueron respondidos y cuando la nave se encontró rodeada de enemigos y las escoltas colapsaron bajo el fuego implacable, fueron rescatados a último momento por la pequeña Fragata "Naginata", quienes rápidamente trazaron un vector de escape entre las fuerzas Zentradi y lograron evacuar el campo de batalla justo cuando el resto del convoy fué destruido por los implacables guerreros.

El Capitán de la Three Star no puso ninguna clase de reparos a unirse a las fuerzas de la "Resistencia", ya que en definitiva el Almirante Hughs no había respondido a sus pedidos de ayuda y los había dejado morir allí mismo sin siquiera intentar rescatarlos.

Aquella nave Factoría no pudo caer en mejor momento, ya que la "Mainstream" no era la única nave dañada en la flota. Tanto el Portanaves como la Planck fueron ancladas al enorme astillero de la y las tareas de reparación comenzaron de inmediato.

Owen estaba nervioso. Todas aquellas reparaciones y preparativos extra los estaban haciendo perder tiempo valioso. ¿Y si la Superfortaleza ya había dejado el Nexus? Aramaki había dicho que la nave estaba pronta a ser terminada y eso había sido hacía casi un año atrás. ¿Podrían aún llegar a tiempo? No obstante no pudo negarse a recibir un nuevo lote de cazas recién ensamblados en la Three Star así como armas, municiones y víveres manufacturados por aquella gigantesca fábrica móvil; necesitaba reforzar sus diezmados escuadrones y necesitarian cada refuerzo necesario para llevar a cabo esa misión imposible, así que aguardó pacientemente mientras los demás Capitanes deliberaban sus planes de batalla.

Homs también compartía el punto de vista de su colega, pero la situación de la "Mainstream" era realmente desesperante y necesitaban esas reparaciones de forma urgente, pero cuando todo estuvo listo, la decisión no pudo postergarse más.

El 1er día del mes de Abril el consejo de Capitanes decidió reunirse a bordo de la Planck para determinar el plan a seguir. Ya no podían esperar más tiempo y la flota estaba lista para partir.

Bien temprano por la mañana de aquel día la Teniente Hernandez junto con la Sargento Miles se dirigieron en un pequeño transporte de personal al enorme hangar principal de la nave de investigación UNG-"Planck", donde aguardaron pacientemente la llegada de los Capitanes de la Flota. La primera nave de transporte en llegar vino proveniente del CVS-702 "Indomit", el Portanaves Clase Uraga y una de las naves más veteranas de la flota (incluso más que la propia Bramante). Al mando de aquel Portanaves se encontraba el Capitán Tristan J. Hawk, un experimentado oficial de muchos años y experiencia en la fuerza. A pesar de su avanzada edad el hombre caminaba erguido y bajó la escalerilla por sus propios medios.

—Bienvenido a la UNG-"Planck". —saludó la Sargento Milles a la vez que Ximena la imitaba. —En cuanto lleguen los demás Capitanes iremos todos juntos a la reunión.

—Gracias. —respondió solemnemente el hombre devolviendo el saludo. —Por suerte parece que no tendremos que esperar mucho. —dijo mirando hacia la enorme entrada.

En efecto, en ese preciso instante una fila de naves estaba finalizando el procedimiento de aproximación y ahora volaba a baja altura por la pista de aterrizaje.

Ximena y la Sargento Miles recibieron entonces a todos los demás oficiales que participaron de aquella importante reunión. Desde el Portanaves Furtivo Clase Uraga CVS-514 "Achilles" recibieron al Capitán Alexander Serjev, desde la fragata FFM-821 "Halberd" llegó el Capitán Derek Roberts, desde el Acorazado CV/C-141 "Triton" al Capitán Milton Seiss, desde la Fragata FFM-822 "Naginata" al Capitán Shingo Sekai, desde la CVS-181 "Mainstream" al Capitán Dominic Homs, desde los Acorazados CV/C-130 "Nabucodonosor", CV/C-152 "Hornet" y CV/C-119 "Heracles" desembarcaron en el mismo órden los Capitanes Sanae Takeda, Walter Chlol y Haile Defar.

Casi en último lugar llegó el Capitán de la Nave Factoría Clase Three Star, la UNG/FS-47 " " al mando del Capitán Anthony Frey y finalmente, en último lugar, Ximena reconoció rápidamente al transporte de la Bramante, que si bien el propio Owen había pedido ser excluido de aquel concejo de Capitanes, su presencia allí era requerida por ser quien llevaria a cabo la arriesgada misión en el Nexus.

Owen estaba acompañado de su Segundo, Jarvis y eso también era inusual, ya que todos los demás Capitanes habían venido solos.

En ese momento un Ómnibus eléctrico se acercó a la multitud de oficiales y se detuvo junto al transporte en el que habían llegado Milles y Ximena. Cuando la puerta se abrió todos vieron con sorpresa que era conducido por una joven oficial que vestía el uniforme de los pilotos de combate de la Bramante, quien una vez detenido el transporte que conducía se bajó del mismo y se puso firme junto a la puerta para saludar a los oficiales.

—Por aquí. —indicó la Sargento Miles indicando el vehículo.

El Capitán de la "Indomit" fué el primero en subir, pero primero se detuvo un momento a saludar a la joven conductora. —Así que esta es la sobrina de Samuel B. Hughs. —dijo mirando con atención el rostro serio de la muchacha. —El destino nos juega bromas demasiado pesadas a veces. —dijo sacudiendo la cabeza mientras entraba al vehículo y se sentaba en uno de los asientos delanteros.

Los demás Capitanes lo imitaron pero solo se limitaron a saludar a la joven oficial sin hacer comentarios al respecto. Todos sabían de ella y de su servicio a bordo de la Bramante, pero fundamentalmente del peso que llevaba su apellido en aquellos tiempos oscuros.

Cuando todos habían ya abordado el vehículo Camila ocupó su puesto tras el volante e hizo una señal a la Sargento Miles.

—Vamos. —dijo ella volviéndose hacia Ximena.

Ximena abordó el transporte junto con la Sargento, pero también viajaron con ellos el Capitán Owen y Jarvis, quienes ocuparon los asientos traseros del vehículo. Ximena puso en marcha el transporte e indicó a su compañera que estaba lista, tras lo cual comenzó a avanzar por las avenidas de circulación de la nave de investigación seguida del ómnibus que transportaba a los Capitanes de la flota.

El paisaje había cambiado mucho desde que Owen recorriera la nave antes de comenzar la operación. Ahora que la Planck se había convertido en el refugio de todos los civiles que habían sido rescatados de diferentes partes de la galaxia, gran parte de la ciudad mostraba actividad constante. Los apartamentos tenían las luces encendidas y se veían caminar a mucha gente por las calles. Al llegar al centro de aquel complejo de viviendas tuvieron que detenerse en una intersección donde un guardia les indicó que se detuvieran. Ante el asombro de los Capitanes vieron como un grupo de niños pequeños cruzaba la calles por la senda peatonal guiados por una maestra con una bata de laboratorio.

—¿Estos son los niños que vinieron como refugiados en la Bramante? —preguntó intrigado Tristan J. Hawk, que se encontraba sentado inmediatamente detrás de Camila.

—Sí Señor. —respondió la oficial. —Al menos los Voldorianos, el resto de los niños han venido en las otras naves.

—Incluso en los momentos más oscuros, la Humanidad nunca deja de luchar para sobrevivir. —dijo Homs, sentado a su lado. —Mientras más colonias sobrevivan, más chances tendrá la humanidad de repoblar la galaxia cuando la guerra acabe.

Los demás capitanes asintieron en silencio. No todos estaban seguros de que la Humanidad podría sobrevivir a esa guerra de aniquilación.

No tardaron mucho en llegar al complejo central de investigaciones. Tras descender del ómnibus la Sargento Miles condujo al grupo de oficiales directamente hasta el edificio principal y a la enorme sala de conferencias, donde habían instalado una gran mesa alargada con más de veinte sillones. Los Capitanes se sentaron a ambos lados de la misma pero dejaron libres las cabeceras, ya que todos tenían el mismo rango allí.

Camila y Ximena se colocaron junto a la puerta y esperaron de pie mientras todos los demás ocupaban sus lugares. Ellas al fin y al cabo estaban apostadas como seguridad de los Investigadores y debían cumplir sus órdenes. Al cabo de unos minutos vieron ingresar a un grupo de científicos, encabezados por el propio Von Neumann y su colega el Profesor Zellman. El chico cargaba con un enorme cilindro metálico que parecía bastante pesado y quiso detenerse junto a Camila para saludarla, pero una mirada cortante de Ximena lo amedrentó a último momento, por lo que tras dirigir un rápido gesto con la cabeza se dirigió hacia la mesa sin decir una palabra.

La larga mesa estaba casi llena. La mayoría de los Capitanes y oficiales allí presentes mediaban los cincuenta años, siendo Homs el Capitán más joven y Hawk el más viejo. Tras unos minutos de silencio el Capitán de la "Indomit" se puso de pie para hablar; Si bien allí no había nadie que presidiera oficialmente aquella reunión, como el oficial de mayor edad y experiencia se vió con la obligación de comenzar aquello. —Gracias por venir. —dijo mirando con gravedad los rostros de todos los capitanes que componían la flota. —Ahora que hemos finalmente acabado con las reparaciones y logística de la flota, es hora de dar el siguiente paso, que por supuesto tendremos que decidirlo entre todos.

Los Capitanes asintieron en silencio.

—Supongo que todos habrán recibido el informe sobre el trabajo que esta nave de Investigación ha estado realizando con el Protocolo de Control de la República Estelar. —continuó hablando. —Si esta idea funciona, traeremos la paz a toda la galaxia sin derramar una sola gota de sangre. —afirmó.

—No es la primera vez que escucho sobre eso. —Dijo el Capitán del Acorazado "Hornet", un hombre de escasa estatura y calva pronunciada llamado Walter Chlol. —¿No se supone que el sistema de control de los Zentradi estaba basado en el canto? —preguntó.

—Las Cantantes Estelares. —señaló Homs.

—¿Y tenemos a una de esas cantantes con nosotros? —preguntó el Capitán del Portanaves "Achilles", un hombre bastante entrado en años (aunque no tanto como Hawk) con una tupida barba gris llamado Alexander Serjev .

—Desafortunadamente no. —respondió el Profesor Zellman. —Tal vez la Legendaria Lynn Minmay podría ser como una de ellas, pero me temo que la Megaroad 01 continúa aún fuera de nuestro alcance.

El Capitan Hawk levantó la mano pidiendo silencio. —Dado nuestros limitados recursos, el plan propuesto por el fallecido Almirante Aramaki es nuestra mejor opción. —dijo mirando a Von Neumann. —Profesor… ¿Podría ponernos al día con respecto a ello?

Fritz se puso de pié y se acercó a la enorme pantalla ubicada en la cabecera de la larga mesa mientras las miradas de todos lo seguían con atención. El joven colocó el cilindro sobre la mesa y manipuló una serie de controles en la parte superior del mismo. Hubo un siseo de aire y el revestimiento de metal se abrió hacia arriba revelando un cilindro más pequeño en su interior, hecho de alguna clase de cristal en cuyo interior podía verse una sustancia luminosa que emitía destellos escarlata. —Esta es la bacteria FOLD diseñada para infectar el Núcleo de la Bio-Computadora Zentradi. —dijo el joven mirando los sombríos rostros de todos los presentes.

Uno de los oficiales se movió inquieto en su lugar. Era quien estaba al mando del Acorazado "Heracles" y no se necesitaba ser un experto para saber el motivo de ese nerviosismo; el hombre tenia la piel de color olivacea y las características típicas de los Zentradi Micronizados. El Capitán Haile Defar servía en la flota de la NUNS desde hacía décadas y su experiencia y agresividad en combate era muy bien conocida —Esa bacteria. —dijo mirando fijamente el brillo tras el cristal contenedor. —¿Es segura para los Zentradi que forman parte de nuestra sociedad? —preguntó sin disimular su inquietud. —El informe de la operación mencionaba que esa cosa va a crear un vínculo a escala galáctica para editar en tiempo real la información genética de los Zentradi… ¿Eso también incluye a los que han abrazado la cultura y la paz? —preguntó.

—Es segura. —lo tranquilizó el profesor Zellman. —La hemos testeado en tejido Zentradi y no tiene ningún efecto nocivo en absoluto. —explicó mirando al Capitán Defar. —Cuando los Bio-Receptores FOLD se activen, solo los genes vinculados al control de la Protocultura serán suprimidos, los Zentradi que han estado bajo los efectos del Shock Cultural ya han reprimido por su cuenta esos mismos genes mediante un mecanismo natural de adaptabilidad, no hay ningún peligro, se lo aseguro.

Se hizo un completo silencio en el enorme salón mientras los oficiales hablaban entre ellos. Al cabo de unos minutos el Capitán de la "Naginata", un hombre de mediana edad de cabellos oscuros y barba candado llamado Shingo Sekai, rompió aquel silencio. —¿Qué tan efectiva es esa bacteria? —preguntó.

—Ese es el punto. —respondió Zellman antes que Fritz pudiera abrir la boca. —Realmente no lo sabemos; las simulaciones que estuvimos corriendo en la computadora central de la Planck muestran resultados con variables algo irregulares —agregó mientras manipulaba el Pad frente a él. En la enorme pantalla se proyectó un gráfico que mostraba una línea roja con diferentes valores marcados. —Como pueden ver, las barras de error en cada registro son demasiado grandes. —explicó.

—Funcionará. —dijo Fritz tratando de sonar lo más serio posible. —No tengo dudas de ello.

Hubo más murmullos entre los oficiales hasta que otro de ellos se animó a hacer la pregunta que todos temían hacer. —¿Y cómo van a inyectar eso en la Bio-Computadora? —preguntó el Capitán del Acorazado Tritón, un hombre de prominente barriga y grandes patillas.

—Es lo que tenemos que discutir ahora. —respondió Hawk con sequedad. —¿Es necesario que se acerquen personalmente a ese núcleo? —preguntó volviéndose a Fritz. El joven se amedrentó un poco por el aura de autoridad que emanaba de aquel veterano Capitán. —S-si. —dijo nervioso. —Aunque… Es también posible lanzar la carga a distancia.

Fritz hizo un gesto con la mano y uno de los científicos que había permanecido a un lado se acercó con un enorme tubo verde a cuestas. Los oficiales reconocieron rápidamente aquella arma; era un Lanzador Multipropósito Portátil MSL/U.

Fritz tomó el recipiente de cristal y lo separó del contenedor principal, tras lo cual intentó sin mucho éxito introducirlo al final del tubo de lanzamiento del arma.

—Permítame. —dijo Ximena mientras avanzaba hasta donde estaba el joven y tomaba la pesada arma. —Tiene que remover el seguro antes de cargarlo. —dijo mostrando como se hacía. —Ahora puede montar la carga explosiva seguida del propulsor.

—Gra-gracias. —dijo Nervioso Fritz introduciendo el recipiente bajo la atenta mirada de la Teniente Hernandez. Una vez que el cilindro estaba en su sitio tomó una de las cargas propulsoras de manos del mismo ayudante y la colocó en la recámara. Ximena entonces cerró la escotilla del cargador y alistó el arma sobre el hombro de Fritz, quien apenas podía soportar el peso del tubo. La joven suspiró y, por las dudas, dejó el seguro puesto.

—Espero que no sea nuestro amigo el Profesor Von Neumann el que tenga que operar esa cosa. —bromeó el Capitán del Acorazado "Heracles", un hombre de ojos claros y actitud vivaz mientras miraba divertido como temblaban las rodillas del joven investigador. —Estoy seguro que el retroceso del lanzador podría fácilmente arrojarlo por el aire.

Fritz suspiró aliviado cuando Ximena lo ayudó a quitarse el peso de encima y lo colocó en posición vertical junto a ella. —Gracias, Teniente. —dijo evidentemente aliviado.

Hawk cruzó las manos frente a su pecho y miró hacia el final de la mesa, donde se encontraban Owen y su Segundo al mando. —¿Ha trazado ya un plan para llevar a cabo esta tarea, Capitán Owen? —preguntó mientras todos los oficiales se volvían hacia el Capitán de la Bramante.

—Si, Capitán. —respondió Owen desde su asiento. —Jarvis.

—A la orden. —respondió el enorme oficial poniéndose de pie. De inmediato se dirigió hacia la pantalla al final de la mesa donde Ximena y Fritz le dejaron el sitio libre.

—Tras consultar con oficiales de estrategia de todas las naves, hemos creado un plan que nos garantiza la mejor probabilidad de éxito en esta misión. —comenzó a explicar el enorme oficial mientras hacía un gesto con la mano. De inmediato las luces en el salón se atenuaron y todas las miradas se centraron en la gran pantalla mientras Jarvis seleccionaba el material en su Pad para mostrarlo a todos.

—Basados en la experiencia en combate contra las tropas irregulares que patrullan las instalaciones del Nexus, creemos que la mejor forma de infiltrarnos en esa instalación es mediante una de sus propias naves. —explicó mientras en la pantalla aparecia una fotografía del Acorazado que Ximena y sus hombres habían enfrentado hacia lo que parecía una eternidad. —Estos Acorazados Thurvel Salan poseen ciertas características que los diferencias de sus versiones más comunes a lo largo y ancho de la galaxia.—afirmó.

—A simple vista parece que poseen tecnología furtiva. —observó el Capitán Serjev.

—Hay algo más. —lo corrigió Jarvis. —Estas naves poseen un puente de mando de tamaño Micrón.

Varios murmullos de asombro sonaron en la sala. —¿Está eso confirmado? —preguntó Homs visiblemente sorprendido. —¿Hay Micrones en el Nexus?

—No lo sabemos. —respondió el oficial. —Pero al menos estamos seguros que estas naves pueden ser comandadas por humanoides de nuestro tamaño y es por eso que vamos a tomar provecho de la situación.

Los oficiales se miraron entre sí aún no muy convencidos del todo. Tras un momento de silencio otro de los Capitanes se dirigió hacia el Oficial al frente de la pantalla. —¿Cómo piensan utilizar esa nave? —preguntó el Capitán de la Fragata "Halberd", un hombre de anchos hombros y mirada penetrante llamado Derek Roberts. —Si intentan volver al Nexus sin una excusa creíble, dudo mucho que no levanten sospechas.

—Ya hemos pensado en eso. —respondió Jarvis. —El plan consiste en dañar severamente el Acorazado y solicitar un reemplazo urgente. Sabemos que los Zentradi mantienen numerosas naves de repuesto en cada una de sus instalaciones y el Nexus no debe ser la excepción. Nos aproximaremos con la nave dañada y cuando nos autoricen a abordar una nueva aprovecharemos para infiltrarnos en la instalación.

—Es muy arriesgado. —dijo Hawk sacudiendo la cabeza. —La cantidad de cosas que podrían salir mal son…. excesivas.

Homs sonrió. —Eso no debería suponer un problema para el Batallón 612. —dijo mirando a Owen. —De seguro encontrarán la forma de cumplir la misión, de eso no me cabe ninguna duda.

El Capitán Tristan J. Hawk se volvió hacia el joven Capitán de la "Mainstream" —Si no entendí mal, usted se ofreció para dar soporte a la Bramante en esta operación. ¿Es correcto? —preguntó.

—Es correcto. —confirmó Homs. —El Capitán Owen y yo hacemos una buena combinación. —afirmó con una sonrisa.

El veterano Capitán pareció examinarlo detenidamente. —No será fácil. —dijo. —Esa región del espacio está demasiado bien vigilada, una pequeña y solitaria fragata furtiva no tendrá problemas en pasar desapercibida, pero un Portanaves Uraga… Tengo mis dudas.

—La Bramante por sí sola no podrá capturar ese Acorazado. —dijo el Capitán de la "Nabucodonosor", un oficial de treinta y cinco años llamado Sanae Takeda y el más joven de todos los capitanes de Acorazados de aquella flota. —No es que dude de sus habilidades o las de sus hombres, Capitán. —se disculpó rápidamente volviéndose hacia Owen a la vez que hacía una pequeña reverencia.

—El Capitán Takeda tiene razón. —respondió Owen asintiendo con la cabeza. —El apoyo de la Mainstream será invaluable para la operación y absolutamente indispensable si queremos evitar bajas innecesarias.

Los oficiales discutieron aquello entre ellos pero no parecieron llegar a un acuerdo. Hawk volvió a levantar la mano para pedir silencio. —¿Alguien se opone a este plan? Si es así, me gustaría escuchar sus opiniones.

Nadie habló, pero muchas miradas se volvieron hacia Homs y hacia el Capitán Owen. Era evidente que había más dudas que certezas en esas cabezas. Hawk dejó transcurrir unos minutos y volvió a levantar la mano. —Si estamos todos de acuerdo, entonces no hay nada más que discutir. —dijo. —Capitán Owen, Capitán Homs… el futuro de la Raza Humana está en vuestras manos.

—Oh, eso me hace sentir mucho más tranquilo. —murmuró Jarvis a la Teniente Hernandez, que estaba a su lado aún sosteniendo el tubo lanzador.

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Los últimos preparativos demoraron un par de días más y todos estaban deseosos de comenzar aquella misión de una vez por todas. La Bramante había sido reabastecida por completo y recibió un lote recién fabricado y homologado de VF-11 reconfigurados en su última versión para reemplazar a los perdidos en la batalla reciente. Si bien Homs insistió en transferir también algunos de sus pilotos a la Fragata, Owen rechazó la oferta asegurando que podrían arreglarse bien con los pilotos que tenían. Ximena y Camila fueron relocalizadas nuevamente y dejaron su puesto en la Planck para volver a estar a cargo del Escuadrón Delta a bordo de la Bramante. Las dos jóvenes fueron recibidas con entusiasmo por sus compañeros, quienes no las veían desde hacía meses.

Cuando Camila descendió de la cabina del caza se encontró con Lynn, quien había corrido hasta la estación de repostaje de Delta para saludarla.

—¿Lynn? —exclamó asombrada la joven al contemplar el enorme cambio que había sufrido la chica. —¿En serio eres tú?

La buena alimentación y el duro entrenamiento de Mac habían transformado a la delgada niña; Ya no era fina y frágil como un junco, sinó que parecía flexible y resistente como una varilla de acero. Donde antes había solo piel y huesos ahora se podían apreciar músculos y fibra debajo del suave pelaje pardo que cubría sus brazos. Hasta su cola, que se movia de lado a lado, parecía más gruesa y fortalecida.

—Tenga cuidado. —advirtió Mac quitándose la gorra para saludar. —Es un verdadero demonio y solo lleva un par de meses entrenando. —reconoció con evidente muestras de orgullo. —Aunque creo que todavía podremos hacer de ella un soldado bastante decente, si al menos pusiera un poco más de buena predisposición.

La chica-gato se rió y mostró los afilados colmillos.

Esta vez Von Neumann no viajaría con ellos; tanto él como su colega Zellman fueron alojados en la Mainstream, donde podrían estar más seguros en caso de que las cosas salieran realmente mal. Fritz quedó apenado al escuchar aquello, pero no había nada que pudiera hacer y aceptó su destino con resignación. Al menos le permitieron instalar a Lucy en la nave de Homs, cosa que el Capitán de la nave aceptó sin objeciones a pesar de las protestas de sus oficiales de sistemas quienes tuvieron que lidiar con las poco ortodoxas maneras en que la IA utilizaba los sistemas y memoria de la nave.

Toda la tripulación de la Bramante se preparó para zarpar. El plan requería infiltrar una zona densamente vigilada por patrullas enemigas y los puntos de entrada y salida al Sub-Espacio Dimensional debían ser cuidadosamente planificadas para evitar que las perturbaciones del campo FOLD alertasen a las patrullas. Los radares Dimensionales desarrollados por el Consorcio Macross eran ampliamente superiores a los Zentradi en alcance y definición, pero dada la tecnología inusual que había sido detectada en aquellas naves irregulares del Nexus, era mejor tomar todos los recaudos posibles.

La Bramante y la Mainstream serían escoltadas por una sombrilla de protección que las fragatas Naginata y Halberd brindarán durante el acercamiento a la zona. Una vez que ambas naves se encontraran a menos de 10AL del objetivo y no se detectaran patrullas enemigas, las fragatas de escolta volverían a la base y tanto Owen como Homs deberían arreglárselas por su cuenta.

El día 4 de Abril a primera hora de la mañana la Bramante desacopló su casco del astillero de aprovisionamiento de la Nave Factoría y se reunió con el Portanaves Furtivo de Escolta Mainstream que aguardaba a unos diez kilómetros de la base temporal en donde se hallaba anclada el resto de la flota de la resistencia. Pronto se les sumaron las otras dos fragatas y los sistemas de control de vuelo compartido de la nave de Homs tomaron el control de las otras tres naves para iniciar la navegación por el Sub-Espacio en forma coordinada.

En el CIC de la Bramante se encontraban todos los oficiales en sus puestos y el Capitán Owen se incorporó de su asiento al ver que desde la "Indomit" se convocaba a una comunicación en conferencia grupal. Una docena de ventanas de transmisión de video se abrieron en forma de círculo alrededor del radar holográfico y el rostro de todos los Capitanes de la Flota aparecieron en ellos.

—Les deseamos toda la buena suerte del Universo. —dijo Hawk haciendo un saludo militar. —Si logramos producir este milagro, habremos liberado a la Galaxia de la amenaza Zentradi para siempre. —dijo.

Los demás Capitanes también saludaron y permanecieron así mientras la enorme burbuja WARP que comenzaba a formarse en la "Mainstream" se consolidaba alrededor de la flota.

—Que la Diosa de la Victoria les sonría y vuelvan a casa sanos y salvos. —agregó el anciano Capitán bajando la mano.

—No los defraudaremos. —exclamó Homs con entusiasmo. —¡Nos vemos a la vuelta!

El enorme arco de energía que marcaba el punto de ingreso de las naves al Espacio FOLD se formó delante de la escuadra.

—¡Adelante! —exclamó el Capitán de la Mainstream extendiendo el brazo hacia delante.

El gigantesco Portanaves y las fragatas que lo escoltaban aceleraron a velocidad de impulso y atravesaron el arco de energía luminosa en un abrir y cerrar de ojos con una explosión de millones de estrellas multicolores ante la mirada silenciosa de los demás capitanes.

La Humanidad había jugado sus últimas fichas.

Adendum

A continuación se listan las naves involucradas en este capítulo a modo de ayuda para distinguir cual es cual, ya que son muchos nombres y códigos para recordar en tan pocas páginas.

Portanaves Furtivo de Escolta Clase Uraga:

CVS-181 "Mainstream" Capitán Dominic Homs.

CVS-702 "Indomit" Capitán Tristan J. Hawk

CVS-514 "Achilles"Capitán Alexander Serjev

Fragata Furtiva Clase Northampton

EPM-665 "Bramante" Capitán James. A. Owen

FFM-821 "Halberd" Capitán Derek Roberts

FFM-822 "Naginata" Capitán Shingo Sekai

Acorazados

CV/C-141 "Triton" Capitán Milton Seiss

CV/C-130 "Nabucodonosor" Capitán Sanae Takeda

CV/C-152 "Hornet" Capitán Walter Chlol

CV/C-119 "Heracles" Capitán Haile Defar

Nave de Investigación

UNG-"Planck" Autoridad responsable: Sargento Miles

Nave Factoría Clase Three Star

UNG/FS-47 "J Watt" Capitán Anthony Frey