Amargo Recuerdo, Dulce Olvido. – Fic.
«Por las esquinas de alguna canción
Vende su alma, vendes la ilusión»
Cd. Tokio, Japón. 19 de Agosto. 2020 – 03:42 am.
Hinata llegaba al departamento que compartía con su íntima amiga, su corazón latía fuertemente, sentía cómo si todo lo que hubiese vivido esa noche fuese un sueño, pero no lo era. La leve brisa entre sus piernas la hacían caer en la realidad, una realidad en la que ella había protagonizado una loca aventura con aquel rubio. Sus labios se curvaron en una sutil sonrisa y las yemas de sus dedos acariciaron los bordes de su boca, recordaba perfectamente cómo él la había besado después de que dijera que no lo haría.
Recordar lo que minutos antes había hecho con aquel rubio solo hizo que su cuerpo se estremeciera… aún podía sentir su cuerpo canela sobre el suyo, y un ligero temblor se hizo presente al recordar cada una de sus palabras mientras la penetraba, un escalofrío la recorrió entera, haciendo que un flujo saliera de su interior.
- ¿Cómo te fue? – La voz de Sakura la sacó de su ensoñación y un rubor sobre sus mejillas apareció de repente.
- B-Bien… – Contestó sin poderla mirar a los ojos.
Por su mente, Sakura pensaba que quizás su amiga no había conseguido todos los autógrafos, y antes de decirle un "te lo dije" prefirió no preguntar más.
- Bien, será mejor que vayamos a dormir, mañana será un día muy pesado. – Comentó la ojijade, haciendo asentir a su amiga.
- Muchas gracias por todo Sakura-chan, que pases una linda noche. – Dijo Hinata, para después dirigirse hacia su habitación con una leve sonrisa.
- Buenas noches, Hina. Descansa. – Respondió su amiga, para después dirigirse también a su habitación.
«…»
.:.19 de Agosto. 2020 – 04:20 am.
Naruto llegaba al penthouse que compartía con los chicos de la banda, los tres azabaches estaban sentados en la gran sala que tenían en aquel lugar, aguardando a que su tonto amigo llegara de donde fuera que estuviera.
- ¿Y qué paso? ¿Cómo te fue? – Preguntó un pelinegro al tan solo ver entrar al rubio.
- ¡Ah, Sasuke! – Sonrió tontamente el rubio de oreja a oreja.
- Creo que no pudo cumplir con lo que nos dijo. – Comentó de pronto el albino.
Naruto sacó del bolsillo de su pantalón aquella braga que le había quitado a la ojiperla y la extendió ante la mirada incrédula de todos.
- Creo que no necesito decir mucho, ¿Cierto? – Dijo sonriendo mientras un ligero sonrojo se asomaba en sus mejillas.
- Bien pudiste pasar a un Victoria's Secret y comprarlo. – Respondió Shikamaru, haciendo dudar a sus compañeros.
Naruto solo rio tontamente ante lo dicho y no quiso replicar más. Sin darse cuenta Sai se había acercado y le había arrebatado aquella braga de su mano.
- ¡Hey! – Exclamó el rubio queriendo quitárselo de las manos.
- No, no son de Victoria's Secret, son usadas. – Dijo el albino al tiempo que se lo tiraba a Shikamaru.
- ¡Hey, devuélvanmelo! – Gritaba el rubio queriendo alcanzar aquella prenda.
- Cierto, y aún siguen húmedas. – Respondió Shikamaru, para luego pasárselo a Sasuke.
- ¡Maldición que me lo devuelvan! – Gritaba el rubio desesperado.
- Y no parecen de alguna sexoservidora, me pregunto… ¿Dónde habrás encontrado a esa doncella? – Preguntó el azabache al tiempo que extendía aquella braga delante de él. Pronto el rubio se lo arrebató de sus manos y les dirigió una mirada asesina.
- ¡No vuelvan a tocar mis cosas! – Dijo amenazante, pero pronto una sonrisa tonta apareció nuevamente entre sus labios. – Es mi amuleto de la suerte. – A completó estúpidamente sonriendo al ver aquella prenda entre sus manos y luego se dirigió hacia su habitación sin decir más.
- ¿Vieron lo que yo vi? – Preguntó Sai muy sorprendido. – Pasó de estar furioso a actuar como un idiota. – Comentó.
- Creo que lo hemos perdido. – Respondió Shikamaru.
- Definitivamente. – Contestó Sasuke mientras los tres dirigían su mirada hacia el pasillo donde se había perdido su rubio amigo.
«Pero jamás la mía venderé
Rockero moriré»
Cd. Tokio, Japón. 22 de Septiembre. 2020 – 08:03 pm.
- ¡Qué raro! – Había soltado Sakura después de leer un artículo en su teléfono.
- ¿Qué pasa? – Preguntó Hinata mientras se acercaba a ella.
- Nasashisa-Band está organizando otra fiesta VIP antes de salir de gira por toda Europa y América. – Comentó muy dudosa.
- Ahora podrás ir a verlos. – Respondió sonriente la ojiperla.
- Si… así parece. – Decía Sakura como si eso realmente fuera muy extraño. – ¡¿Hey, qué haces comiendo esas nueces?! – Preguntó muy exaltada al ver a Hinata llevarse un par de semillas a su boca.
- No lo sé, solo se me antojó. – Replicó la ojiperla sin prestarle mucha atención.
- Sabes muy bien que las nueces no te gustan, luego no quiero que las estés vomitando como la comida de ayer. – Regañó Sakura al preocuparse por su amiga. – ¡Rayos! Sólo a ti se te ocurre comer cosas que después vas a vomitar. – Dijo en un tono irónico y chistoso, haciendo avergonzar a su amiga.
- No lo haré. – Respondió la ojiperla muy apenada.
«…»
.:.23 de Septiembre. 2020 – 10:36 am.
En pleno baño del restaurant donde trabajaban, Hinata se encontraba vomitando mientras su amiga aguardaba detrás de la puerta.
- ¡Te dije que esas nueces te iban a hacer daño! – Regañó efusivamente. – ¡Pero nunca me escuchas! – Decía como si de una madre se tratase.
- Esta bien… prometo hacerte caso de ahora en adelante. – Contestó la ojiperla saliendo del cuarto de baño con una cara de dolor mientras se agarraba el estómago para después sobárselo en círculos.
- No entiendo por qué últimamente estas comiendo de más y luego lo vomitas… ¡Y qué decir de tus raros antojos! – Dijo sonriendo, pero pronto la sonrisa se le borró del rostro. - ¡No puede ser! – Pensó viéndola muy sorprendida. – Hinata está…. No, no puede ser. Hace más de ocho meses que terminó con Kiba. – Se decía sin quitarle la mirada de encima a la ojiperla.
- ¿Qué pasa? – Preguntó Hinata al ver la cara de preocupación de su amiga.
- No, es imposible… Hinata ni siquiera está de novia con nadie. – Pensó y pronto una idea más aterradora que la anterior cruzó por su mente. – Hinata, debes de cuidarte mucho. Por favor, cuando vayas al hospital a ver a tu hermana, pídele a la doctora que te haga unos estudios. – Decía preocupada. – Tienes que estar bien para tu hermana, hay que descartar cualquier tipo de enfermedad que tengas.
- Sakura, estoy bien. – Contestó Hinata sonriéndole sinceramente. – No te preocupes, yo…
- ¡Hinata! – Exclamó Sakura al tomarle de los hombros fuertemente. – Por favor, hazme caso. – Pidió intranquila.
- Esta bien, llegando al hospital pediré hacerme unos estudios. ¿Contenta? – Dijo haciendo que su amiga se tranquilizara.
- Bien, solo quiero que no te descuides. Tu hermanita te necesita. – Comentó la de ojos jades haciendo asentir a la ojiperla. – Si Hanabi tiene cáncer… ¿Será posible que Hinata también lo tenga? – Se decía muy preocupada por su amiga.
«…»
.:.23 de Septiembre. 2020 – 01:58 pm.
No pasó mucho tiempo para que Hinata terminara con su turno, Sakura se había empeñado en que se fuera mas temprano a ver a su hermana, la ojijade no paraba de estar preocupada por su amiga, por lo que había pedido permiso a Kurenai de reemplazar a su amiga en su turno de trabajo, a lo que la morena aceptó.
Hinata llegaba al hospital, estaba tranquila y por su mente solo vagaba el hecho de que Sakura estaba exagerando más de lo normal. Se adentró a la habitación de su pequeña hermana Hanabi, la cual con solo verla entrar, le esbozó una enorme sonrisa.
- ¡Hina, llegaste más temprano! – Exclamó Hanabi felizmente.
- Agradécele a Sakura-chan de esto. – Respondió la ojiperla devolviéndole la sonrisa a su hermana.
Pasó el tiempo con su pequeña hermana, hablando de cosas que había echo durante el día y escuchando las anécdotas que su pequeña hermana le contaba.
- Entonces Shizune-san se resbaló y se golpeó la cabeza con la bandeja que llevaba, jajaja… – Decía su pequeña hermana, y tan pronto la había mencionado, la morena se adentró a la habitación seguida de la doctora a cargo.
- Buenas tardes, ¿Se puede? – Dijo la doctora mientras se adentraba.
- ¡Buenas tardes Tsunade-Sama! – Saludó la ojiperla mientras le hacía una reverencia.
- ¿Cómo está todo por aquí? – Preguntó la rubia mientras se acercaba a su paciente.
- ¡Perfecto! – Respondió Hanabi con una alegre sonrisa, a lo que Tsunade sonrió plácidamente.
- No mientas pequeño monstruito. – Dijo Shizune con aires de confianza hacia la menor, a lo que Hanabi solo le peló los dientes.
- ¿Ahora qué has hecho Hanabi? – Recriminó la rubia falsamente ofendida. Hanabi solo infló los cachetes no queriendo decir nada y Hinata rio por lo bajo.
- Esa medicina sabe horrible. – Murmuró Hanabi, haciendo que Shizune riera por la actitud tan infantil de su pequeña paciente.
- Pero debes tomártelas Hanabi. – Replicó Tsunade y luego posó su mirada hacia su hermana. – Hinata, ¿Podemos hablar un momento? – Pidió, a lo que la ojiperla asintió para después seguirla.
Ambas se perdieron tras la puerta de la habitación de Hanabi. Tsunade dio un respiro muy hondo, dar malas noticias no era su fuerte, pero Hinata tenía que saber lo que pasaba con su pequeña hermana.
- Hinata… – Dijo casi en un susurro, lo cual no era típico de ella. – El cuerpo de Hanabi no está respondiendo de acorde a lo planeado. – Dijo con un semblante serio.
- No entiendo… – Decía la ojiperla. - ¿Qué trata de decir con eso? – Preguntó un tanto temerosa. Tsunade respiró pesadamente y se aclaró la garganta.
- Los tratamientos no están funcionando Hinata… el tumor que Hanabi tiene en su cabeza cada vez se hace más grande. – Dijo tristemente. – Lo siento Hinata, pero creo que a tu hermana no le queda mucho tiempo.
Aquellas palabras se clavaron como estacas en el corazón de la ojiperla, nunca se esperó escuchar aquellas palabras, pronto sintió el suelo moverse bajo sus pies y cayó desmayada.
- ¡Shizune! – Gritó Tsunade muy desesperada mientras agarraba el cuerpo de Hinata entre sus brazos. – ¡Llama por ayuda! – Exclamó demandante.
- ¡¿Qué pasa?! ¡¿Qué le sucede a mi hermana?! – Preguntaba muy desesperada Hanabi, queriendo bajarse de su cama.
- ¡Hanabi cálmate, no pasa nada! – Respondió Tsunade para que la pequeña se tranquilizara. – ¡Quédate en tu cama! – Exigió antes de que Hanabi se le ocurriera bajarse de ella.
Shizune había ido rápidamente por unos enfermeros y una camilla para que las ayudaran a socorrer a la ojiperla. Uno de ellos alzó a Hinata y luego se la llevaron a un cuarto vacío.
- Que le hagan estudios y toma su presión. – Ordenó Tsunade mientras corría tras de ellos junto a Shizune. – ¡Maldición! Debí imaginármelo, se veía muy pálida. – Se dijo lamentándose consigo misma.
«…»
.:.23 de Septiembre. 2020 – 07:41 pm.
Hinata abrió lentamente sus aperlados ojos, sintiéndose débil y con la moral muy baja. Se dio cuenta que un suero estaba conectado a su antebrazo izquierdo y sintió que su cabeza daba vueltas.
- Veo que ya despertaste. – Dijo Tsunade mientras apartaba la vista de unos papeles que traía consigo.
- ¿Q-Qué me paso? – Preguntó Hinata muy confundida, a lo que Tsunade solo pudo acercarse a ella.
- Hinata… – Llamó preocupada mientras la tomaba de las manos. – Hay algo que tienes que saber. – Le dijo y pronto acercó esos papeles a la Hyuga. – Estos son tus estudios… – Decía calmadamente. – No quiero meterme en tu vida privada pero, creo que necesitas que el padre de tu hijo esté contigo en estos momentos.
- ¡¿Hijo?! – Preguntó Hinata muy alterada, a lo que la rubia solo frunció su ceño en signo de confusión.
- Si Hinata, estás embarazada. – Afirmó la de ojos caramelo. – Ahora que sabes lo que pasa con tu hermana, vas a necesitar que tu novio te apoye en estos momentos que más necesitas de alguien.
Tsunade seguía hablando, pero Hinata no escuchaba, una gran desesperación se apoderó de su pecho y el aire empezó a hacerle falta. Las lágrimas empezaron a brotar de sus aperlados ojos mientras en un acto de protegerse se abrazó a sí misma.
- ¿Quieres que le marque para que sepa que estás aquí? – Preguntó calmadamente Tsunade, no entendiendo muy bien la situación en la que se encontraba la ojiperla.
Hinata negó con la cabeza y la miró tristemente.
- Q-Quiero que le marque a Sakura-chan… por favor. – Pidió mientras lloraba desconsoladamente.
«…»
.:.23 de Septiembre. 2020 – 08:13 pm.
Tan pronto como pudo salir de su trabajo, Sakura llegó al hospital y rápido se dirigió hacia la habitación donde la ojiperla se encontraba.
- ¡¿Qué ha pasado?! – Exclamó Sakura muy preocupada.
- ¡Sakura-chan! – Chilló Hinata mientras se arrojaba hacia sus brazos.
El no tener familia, ni apoyo de nadie, había echo de Sakura su gran soporte. Sakura amaba a su amiga, realmente desde que la conoció a ella y a su situación siempre estuvo ahí para apoyarla en lo que podía. Ambas se habían conocido trabajando, y trabajando formaron una gran amistad que las llevó a compartir un pequeño departamento de dos recámaras.
Sakura había conocido a Hanabi, para la pequeña hermana menor de su amiga, Sakura había sido su ejemplo a seguir, pues no por nada compartían gustos similares. Hinata siempre estuvo agradecida con aquella chica de ojos jades, que a pesar de ser tan diferentes, se complementaban perfectamente. Sakura era más que una hermana para ella, era su confidente… pero el haber protagonizado aquella locura con aquel tipo rubio, solo lograba avergonzarla por lo que había decidido llevarse ese secreto para sí misma, sin embargo jamás imaginó las consecuencias que la imprudencia de ambos podría llegar a ocasionar.
Sin más que decir, Hinata le contó lo que aquella noche había pasado y del cómo pudo obtener aquellas firmas. Sakura no lo podía creer, estaba con la mandíbula caída de la impresión, además de sumarle aquel detalle de que ahora ya no eran simplemente dos en aquella habitación, si no tres.
- ¡Ese bastardo! – Exclamó Sakura muy enojada. – ¡Tenemos que hacerles llegar esta información a los medios!
- ¡No! – Replicó Hinata muy asustada.
- ¡Pero él tiene que hacerse cargo! – Dijo Sakura muy desesperada.
- No por favor. – Pidió la ojiperla. – Yo… yo sola puedo hacerme cargo y…
- Hinata… – Llamó su amiga muy preocupada. – Él tiene que saber lo que ha provocado.
- También fue culpa mía Sakura-chan. – Respondió la ojiperla quitándose aquellas lágrimas de sus ojos. – Sería mentira si dijera que él me obligó. – Sonrió tristemente. – Por favor… si te dije esto es porque necesito de tu apoyo… que no me juzgues, ni lo juzgues a él… Solo necesito que…
Sakura no se contuvo y tan pronto como pudo abrazó fuertemente a su amiga.
- A este pequeño no le faltará madre, ni tía que lo cuide. – Respondió amorosamente, entendiendo muy bien las palabras de su amiga.
Hinata agradeció profundamente el sentirse apoyada por su mejor amiga, sin duda la vida había puesto en su camino a esa gran mujer.
- Gracias Sakura-chan. – Dijo correspondiendo aquel abrazo.
- Lo siento Hinata… tengo que hacerle llegar esta información a ese maldito. – Se dijo Sakura para sí misma. Odiaba ver que a Hinata le lloviera sobre mojado, tener a un bebé en esas condiciones no era algo que estuviera en los planes de ambas y menos el no tener el sustento necesario para criar a ese nuevo ser.
«Abrigo derrotas y les doy calor
Con una rima que cosí a mi voz»
.:.26 de Septiembre. 2020 – 09:34 am.
Hinata había decidido ir a trabajar, tenía que ahorrar más de la cuenta ahora que sabía que no estaba sola, que dentro de ella crecía una nueva vida.
Sakura había terminado de desayunar y tan pronto como pudo, revisó su celular. Ella estaba dentro de un grupo de Facebook en donde habían fanáticas de la banda al igual que ella. Sabía perfectamente la fecha en la que ellos darían otra fiesta privada con los VIP y no quería perdérselo, ahora no podría darse el lujo de faltar, y no es porque quisiera ver a aquel adonis que la traía babeando, sino porque quería hacer algo por su amiga. Y para estar segura de la fecha, se dijo que no estaba de más preguntar para así estar más que segura.
Tan pronto se adentró al grupo, empezó a escribir para postear su pregunta y que las chicas respondieran en cuanto lo leyeran.
- "Hola chicas, ¿Alguien sabe cuál es la fecha exacta en la que Nasashisa-Band dará la fiesta VIP?" – Posteó y para su sorpresa, muchas empezaron a responder.
- "En dos días." – Había dicho una de ellas.
- "28 de septiembre." – Dijo otra.
- "Yo iré acompañada de mi novio. ¿Quién más llevará a sus galanes?"
- "¿Alguien sabe cómo puedo conseguir el pase VIP?"
- "Te dices fan de ellos y no sabes qué día se presentan?"
- Maldita, solo responde lo que pregunté. – Dijo Sakura muy enojada al leer el ultimo comentario. Y tan pronto como pudo, les respondió a las demás chicas con un sincero "gracias".
- "¡Hey chicas! ¿Alguien sabe si es cierto lo que dicen las noticias?" – De repente preguntó una de las fanáticas.
- "¡Espero que no sea cierto!" – Respondió otra fan.
- "¡Si eso es cierto, me muero!" – Escribió otra chica.
- "¿Qué dicen?" – Preguntó Sakura muy intrigada.
- "Te paso el link." – Respondió otra de ellas.
Entonces Sakura entró al link que le habían pasado y tan pronto como entró en letras grandes decía:
"El gran cantautor Naruto Uzumaki, integrante de la banda Nasashisa-Band fue visto saliendo con la espectacular modelo Ino Yamanaka. Fuentes cercanas dicen que ellos mantienen un fuerte romance. Se rumorea una posible boda."
Y bajo aquel encabezado había una foto del rubio sosteniendo la mano de aquella hermosa mujer.
- ¡HIJO DE PUTA! – Exclamó Sakura con todas sus fuerzas, queriendo golpear algo en esos precisos instantes.
Continuará…
Y bueno, las cosas se complicaron, ¿Se imaginaron que esto pasaría? Yo no :'D jajaja
¡Muchas gracias por sus lindos comentarios! Realmente me hacen el día y más el saber que esta historia es una de sus favoritas, al igual que la mía (y eso que la estoy escribiendo :'D bueno, todas las que escribo son mis favoritas porque lo hago con mucho amor para todos ustedes mis queridos y bellos lectores :'D) ¡Muchas gracias por sus comentarios y su apoyo! ¡Prometo muy pronto seguir actualizando!
