Disclaimer: Twilight pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de DaniDarlingxx, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.
Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from DaniDarlingxx, I'm just translating with the permission of the author.
Capítulo beteado por Yanina Barboza
Grupo en Facebook: Tradúceme un Fic
Ciento doce
BPOV
Mi nuevo apartamento es hermoso.
Me conformé con un estudio para poder tener un espacio más agradable, pero sigue siendo bastante grande y extenso, con una pared entera de ventanas que dejan entrar la luz natural (aunque nublada) de Seattle. Pisos de madera y paredes de ladrillo, y una cocineta con granito oscuro que me hace babear con lo bonita que es.
Me permite deshacerme de muchas cosas que no necesitaba. Dejar ir. Refrescarlo con sábanas nuevas, mullidas y completamente blancas para mi cama y un sofá a juego que es igualmente cómodo y te absorbe. Forro las paredes con libros, CD y discos, con revistas esparcidas sobre la mesa. Es hogareño, pero... todavía le falta algo.
Todavía falta una pieza.
Y creo que la encuentro cuando me desplazo sin pensar por mi teléfono una noche.
Excepto que mi coche está en el taller, así que tengo que llamar a Alice.
―Al, necesito que me hagas un gran favor.
―Por supuesto. ¿Tendré que esconder un cuerpo?
―No, solo recoger uno.
Ella duda, pero cuando le envío la foto de lo que necesito que recoja, chilla lo suficientemente fuerte como para reventar mi tímpano y acepta la misión sin dudarlo.
Muy parecido a la misión de Edward de...
No. No voy a hacer eso.
Lleva un par de días completar el papeleo, pero pronto Alice está en la puerta con mi entrega.
Ella es jodidamente preciosa; una pequeña cosa preciosa de tres años cobra vida en forma de una dulce gatita. Su pelaje es largo, de varios tonos de gris, negro y blanco, y es mitad Scottish Fold, por lo que sus orejas desaparecen en su pelaje. Unos grandes ojos amarillos asustados me miran desde el transportador de gatos y me enamoro al instante.
—Hola, dulce bebé —arrullo, abriendo el transportador y dejándola salir en sus propios términos―. Soy tu nueva mamá. Es un placer conocerte.
Alice se dirige al área de la cocina para preparar sus cosas mientras nos miramos fijamente. Eventualmente, cedo y me siento en el piso con piernas entrecruzadas y empleo un poco de paciencia.
―Así que, Bella, nunca me dijiste lo que pasó con Edward ―suspira Alice, apoyándose contra la pared del fondo, para no entrometerse en nuestro espacio mientras dejamos que la pequeña dama se aclimate.
―¿Qué hay para contar? Terminó mintiéndome como lo hace cualquier otro hombre —me quejo, jugueteando con un hilo suelto en mis vaqueros.
―Sí, pero él no era como cualquier otro hombre, ¿verdad? Quiero decir, conociste a su familia. Yo conocí a su familia. Son geniales, y las cosas simplemente... iban tan bien. Algo serio tuvo que pasar. ―Ella empuja sus rodillas hacia su pecho, descansando sus brazos sobre sus rodillas.
―Sí, bueno, fue serio.
―Bella... ―musita, obligándome a mirarla―, puedes decirme cualquier cosa.
Excepto que no puedo. Pero necesito decirle a alguien. Siento que estoy a punto de estallar por no poder hablar de esto.
Es la mirada herida en sus ojos lo que me hace ceder.
―Bien, pero necesito que apagues tu teléfono antes de que hablemos.
―¿Qué? ¿Por qué?
Todo lo que necesita de mí es una mirada, y sus ojos se abren como platos mientras saca su teléfono para hacer lo que le dije. Hago lo mismo, verifico dos veces que apagué mi computadora portátil, y luego respiro profundamente y le cuento todo.
Veo su rostro cambiar de asombro a disgusto, a ira, y luego, cuando termino... se suaviza. Supongo que porque se siente mal por mí. No quiero su lástima, pero la entiendo.
―Vaya, Bella, eso es... jodido ―dice finalmente.
―Sí, lo sé ―suspiro, mirando hacia atrás al pequeño gremlin en el transportador. Tentativamente, da un paso adelante, agachándose de nuevo mientras trato de controlar la emoción.
―Pero…
―No, Al, sin peros. Me mintió.
―Bueno, en realidad no tuvo elección, ¿cierto? Hizo un juramento con el puto gobierno que no te lo diría.
―Él dejó que me arrestaran. ―Tengo cuidado de no levantar la voz por el bien del gato, pero la ira hierve en mí.
―Quiero decir… pensó que había evidencia de que eras una asesina. Mira, no estoy diciendo que lo perdones como si nada hubiera pasado. Todo lo que digo es... ponte en su lugar. Si puedes decir honestamente que habrías manejado las cosas de otra manera, entonces, por supuesto, nunca volveré a mencionarlo. Pero creo que lo manejó lo mejor que pudo con lo que le dieron en ese momento.
Estoy a punto de abrir la boca para responder, despotricar sobre cómo nunca habría hecho lo mismo cuando Gremlin da unos cuantos pasos más lentos y olfatea mis pantalones.
Me quedo quieta como una estatua, muerta de miedo de hacer cualquier movimiento que la haga correr.
Y luego se sube a mi regazo, se acurruca y empieza a ronronear.
Y empiezo a llorar.
Porque por mucho que ya la amo, ella no es lo que falta. Edward es lo que falta. Y no hay nada que pueda hacer para recuperarlo sin comprometer mis creencias.
Y como bien dijo Meat Loaf...
Haría cualquier cosa por amor... pero no haré eso*.
*I'd Do Anything for Love (But I Won't Do That) - Canción de Meat Loaf
