GUÍA DE CHICAS
CLUB DEL ENTRETENIMIENTO:
-Akaza Akari: Nuestra querida protagonista. Tercer año.
-Yoshikawa Chinatsu: Nuestra linda yandere. Tercer año.
-Segawa Hikari: Cabello marrón ondulado hasta los hombros. Ojos marrón claro. Primer año.
-Aoyama Kokoro: Pelo negro liso hasta un poco más abajo de los hombros. Ojos azules con un tono parecido al del pelo de Himawari. Primer año.
CONSEJO ESTUDIANTIL:
-Hideki Nanami: Presidenta del consejo. Cabello azul claro, liso, hasta la cintura. Ojos verde claros. Segundo año.
-Umeki Tsubasa: Vicepresidenta del consejo. Una chica que va a la misma clase que Nanami. Cabello de color como una mezcla entre morado y rosa. Ojos ojos marrón claro. Su tono de piel algo más claro que la media, aunque sin llegar a parecer pálida. Segundo año.
-Hiroki Hotaru: Es muy amiga de Himawari, pero aun así, votó a favor de su destitución. Desde entonces, Himawari la odia. Cabello marrón claro, liso, hasta un palmo más abajo de los hombros. Primer año.
-Miyamoto Yukiko: Amiga de Hotaru, que va a su misma clase. Pelo castaño muy oscuro, casi negro, listo, hasta la mitad de su espalda. Ojos morados. Llevaba gafas con los cristales rectangulares y bordes negros. Primer año.
-Sorato Hibiki: Llenó la plaza que quedó libre al destituir a Himawari. Tiene un corte de pelo igual que el de Yui, pero el color de este y el de sus ojos es igual que el de Kyouko. Segundo año.
OTRAS:
-Furutani Himawari: Expresidenta del consejo. Fue destituida por Nanami con la aprobación unánime del resto del consejo. Odia a Hotaru desde que esta votó a favor de su destitución. Tercer año.
-Ohmuro Sakurako: Al destituir a Himawari, ella debió convertirse en presidenta, pero rechazó el cargo. Tercer año.
Sakurako caminaba por el pasillo molesta, aunque calmada. Himawari la seguía a unos metros, con un sentimiento de calidez en su corazón.
–Sakurako…
–¿Sí? – Dijo esta, deteniéndose y girándose para ver a su amiga.
–Gracias… – Dijo la peliazul con una cálida sonrisa.
–¿Gracias?
–Por defenderme antes. Cuando Hideki-san te ha propuesto ser presidenta, pensaba que aceptarías encantada. Que me hayas defendido de esa forma… Me hace muy feliz.
–N-No lo he hecho por ti. – Dijo Sakurako algo avergonzada y mirando a otro lado. – No importa si la presidenta eras tú o cualquier otra. Destituir a la presidenta es inmoral e ilegitimo, por mucho que esté permitido por el reglamento. Si hubiera aceptado ser presidenta estaría siendo partícipe de esto, y no quería serlo.
–Lo que tú digas. – Dijo Himawari con esa misma sonrisa, pues sabía que Sakurako estaba siendo tsundere y no quería admitir que lo había hecho por ella aunque fuera así. – Pero te morías de ganas de ser presidenta… – Añadió dejando de sonreír, pues se sentía algo mal por ella.
–Y sigo queriendo serlo, pero no así. Por mucho que me moleste, la gente te votó a ti. Ser presidenta porque te echen sería casi una humillación.
Himawari se sorprendió de que Sakurako dijera eso.
–¿Pero no decías que te había robado la presidencia?
–Y sigo pensándolo, pero por aprobar ese reglamento, no porque la gente te votara. La gente vota a quien quiere, contra eso no se puede hacer nada. Digo que me la robaste porque apoyaste la reforma del reglamento que propuso Hideki-san. Que después la gente te votara ti no tiene nada que ver.
–Sakurako… – Himawari tardó unos segundos en continuar. – ¿Pero no te das cuenta que tú misma acabas de decir que la gente me votó a mí, por lo que, aunque no hubiera apoyado la reforma del reglamento la presidenta hubiera sido yo igualmente?
Sakurako puso una cara extraña y se puso la mano en el mentón, pensativa. Se podía ver que se estaba esforzando en pensar. Aunque llegó a esa misma conclusión, se negó a aceptarlo, así que mintió.
–¡Ah, da igual, no lo entiendo! ¡Pero no importa, te perdono! – Aunque Himawari seguía pensando que no había nada que perdonar, que Sakurako la defendiera de esa forma ante Nanami hizo que no tuviera ganas de enfadarse con ella y se lo pasara. – ¡Oye, tengo una idea! ¿Y si formamos otro consejo estudiantil?
Himawari se sorprendió.
–¿Cómo?
–Otro consejo estudiantil. Piénsalo: El consejo estudiantil ha perdido la presidenta que votó la mayoría de gente, por lo que se ha convertido en un consejo ilegítimo. Podríamos formar otro consejo tú y yo, y podríamos llamarlo consejo legítimo. Un consejo que actuara como el verdadero consejo estudiantil, y considerase al consejo presidido por Hideki-san como un usurpador de funciones y sin validez democrática, sin reconocer la legitimidad de este.
–Espera, Sakurako, ¿te das cuenta de lo que estás diciendo? Sabes que esto nos metería en un problema, ¿verdad?
–Claro que lo sé, no soy tonta.
–¿Y estás dispuesta a eso?
–¡Por supuesto! ¿Qué me dices, Himawari?
La peliazul estaba alucinando. No se podía creer lo que le acababa de proponer Sakurako. En otras circunstancias esto le parecería una estupidez y una temeridad. Pero en las circunstancias actuales, algo dentro de Himawari hizo que aceptara esa opción.
–¿Sabes qué? Pues que está bien. Si vamos a rebelarnos contra Hideki-san vamos a hacerlo de verdad. Hasta el final y asumiendo todas las consecuencias.
–¡Muy bien, así me gusta Himawari! – Sakurako entonces cambió su expresión. – ¡Pero la presidenta de este consejo seré yo!
–Está bien.
–¡Eres una egoísta, Himawari! ¡¿Por qué siempre… ¿Eh? Espera, ¿qué has dicho? – Dijo Sakurako sorprendida.
–Creo que tú deberías ser la presidenta.
Sakurako se quedó sin saber qué decir. No esperaba para nada que Himawari aceptara.
–Pe… ¡¿Pero qué dices?! ¡La presidenta del consejo estudiantil eras tú! ¡Te destituyeron injustamente! ¡Deberías ser tú la presidenta!
–Está bien.
Sakurako sonrió, pero un segundo después dejó de hacerlo, quedándose con una expresión cómo si le acabaran de dar una bofetada y no supiera de dónde venía. La chica se puso a pensar, y tras unos segundos, tras comprender lo que acababa de pasar, miró con la boca abierta a Himawari, la cual estaba sonriendo. Sakurako se enfadó mucho ante esa troleada de Himawari.
–¡Aaaaah! ¡Maldita Himawari! ¡Me has engañado!
–Yo no te he engañado. No es mi culpa que seas tonta.
–¡Aaah! ¡Baka, baka! ¡Baaaaakaaaaa!
Yuru Yuri: La nueva generación
¡¿Un nuevo consejo estudiantil?! El consejo legítimo
Akari y Chinatsu se estaban mirando seriamente, mientras Hikari y Kokoro observaban con expectación y tensión.
–¿De verdad vas a hacerlo, Chinatsu-chan? – Preguntó Akari seria. – ¿A esto estás dispuesta a llegar?
–Por supuesto. – Respondió Chinatsu igual de seria.
–Creía que éramos amigas…
–No me salgas con esto, Akari-chan. Cuando te metiste en esto ya sabías que no podías confiar en mí.
–Aún estás a tiempo de rectificar, Chinatsu-chan. No lo hagas, por favor…
Chinatsu sonrió con maldad.
–Lo siento, Akari-chan.
Y entonces Chinatsu lo hizo…
¡Tiró el comodín roba 4!
–¡Noooooooooo! – Exclamó Akari.
–¡Ja ja ja ja! ¡Venga, a robar, Akari-chan!
–Eres muy cruel, Chinatsu-chan… – Lloriqueó Akari mientras robaba 4 cartas.
–Bien, es mi turno. – Dijo Hikari.
Pero antes de que pudiera tirar, se abrió la puerta, revelando a Hotaru, con una expresión muy triste, preocupando a Akari, Chinatsu y Hikari (Kokoro no tanto porque no la conocía, aunque tampoco le gustó ver a una chica así de triste).
–Akari-chan… Chinatsu-chan…
Hotaru corrió y se lanzó a los brazos de Akari, donde empezó a llorar.
–¡Ho-Hotaru-chan, ¿qué te pasa?! – Preguntó Akari muy preocupada.
Hotaru pudo medio vocalizar entre sollozos.
–Hi-Hideki-senpai… Quería que el consejo estudiantil votara clausurar el… Club del Entretenimiento… Himawari-chan no quiso, así que… Hideki-san propuso… Destituir a Himawari-chan como presidenta… – Eso sorprendió a todas. – Y eso ha sido lo que ha pasado.
Eso las sorprendió aún más.
–¡¿Himawari-chan ya no es la presidenta?! – Exclamó Chinatsu.
Hotaru negó con la cabeza.
–Ahora es Hideki-senpai. Y acaban de votar clausurar el Club del Entretenimiento. – Las chicas no sabían cómo reaccionar. – Pero no lloro por eso.
Eso las extrañó.
–¿Entonces por qué es, Hotaru-chan? – Preguntó Akari.
A Hotaru le costaba decir aquello. Movía la boca pero no le salía ningún sonido. Finalmente, tras unos segundos consiguió hablar.
–Y… Y-Y-Yo… Y-Yo también… Y-Yo también voté… A-A favor de destituir a Himawari-chan…
–¡¿Qué?! – Exclamaron todas sorprendidas.
–¡¿Pero por qué lo hiciste, Hotaru-chan?! – Le recriminó Chinatsu.
Hotaru empezó a llorar más.
–Es que… Himawari-chan no quería dejarnos votar… U-Una… Pre-Presidenta… Debe permitir cualquier debate aunque… No le guste lo que se va a votar… – Hotaru siguió llorando aún más que antes. – Ahora Himawari-chan me odia…
Hotaru-chan hundió aún más su cabeza en el pecho de Akari mientras seguía llorando desconsoladamente. Por su parte, las demás no sabían cómo reaccionar. A Hikari, Kokoro, y sobre todo a Akari y Chinatsu no les gustó que Hotaru votara a favor de destituir a Himawari, aunque también pensaban que esta debió haber permitido el debate, pero no consideraban que fuera necesario llegar hasta ese extremo. Por ahora tendrían que esperar hasta que Hotaru dejara de llorar para poder valorar con calma las opciones disponibles.
Un rato después
Con Hotaru algo más calmada, Hikari le ofreció un pañuelo para que se limpiara y se limpiara los mocos. Después de darle las gracias y hacerlo, las chicas decidieron preguntar de nuevo a Hotaru qué había pasado, para entenderlo con mayor detalle. La chica, aunque ya no lloraba como antes, aún seguía estando claramente triste y sollozaba de vez en cuando.
–Hotaru-chan, explícanos con más calma qué ha pasado exactamente. – Preguntó Akari.
Hotaru asintió.
–Hideki-senpai quería clausurar este club. Como Himawari-chan no quería hacerlo, Hideki-senpai propuso que el consejo estudiantil votara si lo hacía. Pero Himawari-chan se negó a permitir esa votación, por lo que Hideki-senpai propuso destituir a Himawari-chan. El reglamento del consejo dice que si un miembro no cumple con sus funciones o actúa indebidamente, cualquier otro miembro puede pedir su destitución, y dijo que al estar impidiendo una votación encajaba en la definición de actuar indebidamente. Y… Yo pienso lo mismo. – Hotaru bajó la cabeza. – Por mucho que a la presidenta no le guste lo que se va a votar, su deber es permitir el debate y aceptarlo. Himawari-chan no lo hizo… Así que por eso… Voté a favor de destituirla…
Hotaru empezó a llorar en silencio. Las demás chicas no sabían qué decir. Por una parte entendían por qué Hotaru hizo lo que hizo, aunque por otra les parecía mal que lo hubiera hecho. La verdad es que les era bastante difícil decidir qué es lo que Hotaru hubiera tenido que hacer o qué hubieran hecho ellas en su lugar. Hikari fue la primera en hablar.
–Vamos, Hikari-chan, no llores. Me duele verte así.
–¿N-no estáis enfadadas?
Las chicas se miraron entre sí. Chinatsu fue quien respondió.
–No exactamente enfadadas, más bien disgustadas. Entiendo los motivos por los que hiciste lo que hiciste, pero creo que podría haberse solucionado de otra forma sin tener que llegar a eso.
–Vosotras no estabais allí… – Dijo Hotaru. – No habéis visto cómo de tensa se ha puesto la situación. No había manera de qué las cosas se solucionasen de otra forma.
Las demás no sabían qué decir. Kokoro entonces decidió preguntar algo que llamó la atención de las demás.
–Y cuando Hideki-senpai propuso clausurar el Club del Entretenimiento, ¿tú qué votaste?
–No voté. Salí de la sala antes de votar, pero escuché el resultado desde fuera. No quería votar sobre eso. Aunque hubiera votado en contra, no habría cambiado nada. Se habría aprobado igualmente.
Las chicas se miraron entre ellas.
–Y… ¿Ahora qué vamos a hacer? – Preguntó Hikari. – Esta vez ya no es solo Hideki-senpai. La mayoría del consejo estudiantil ha votado a favor de cerrar el club. ¿Cómo vamos a impedir que lo cierren?
–No lo sé… – Empezó Akari. – Pero alguna forma encontraremos. No vamos a permitir que cierren el club.
–Bien dicho, Akari-chan. – Dijo Chinatsu. – Seguro que entre todas encontramos alguna solución.
Kokoro y Hikari asintieron con determinación. Hotaru, aún triste, habló.
–Y… ¿Yo qué hago? No quiero que Himawari-chan me odie.
Tras unos segundos, Chinatsu contestó.
–Yo creo que deberías decirle lo que nos has dicho a nosotras.
Akari asintió y siguió.
–Himawari-chan es una chica muy comprensiva. Si le explicas por qué lo hiciste seguro que lo entiende y te perdona.
–Pero Himawari-chan dijo que no quería volver a saber nada de mí.
–Eso lo dijo en ese momento porque estaba enfadada. Seguro que no piensa eso.
–¿Seguro? – Preguntó Hotaru no muy convencida.
–Seguro. – Respondió Chinatsu con una sonrisa. – Es imposible que Himawari-chan te odie.
–La odio. No quiero volver a saber nunca más nada de ella. – Dijo Himawari.
Sakurako decidió no decir más sobre Hotaru. Solo había dicho que la había decepcionado, y Himawari le respondió eso, así que decidió cambiar de tema.
–Bueno, es hora de dar a conocer el consejo legítimo, ¿no crees?
Himawari asintió.
–Ve a repartir estos papeles.
–A mí no me das órdenes.
Himawari suspiró.
–Sakurako, ¿puedes ir a repartir estos papeles, por favor?
–Esto ya es otra cosa. – Dijo cogiendo unos papeles y saliendo del aula.
A Himawari le sacaba de quicio. Tenía que tener mucha paciencia con Sakurako. Pero al menos ahora ya no estaba enfadada con ella. Mientras Sakurako salía del aula, Hima empezó a escribir varias notas en una hoja.
Mientras Hotaru había ido al Club del Entretenimiento, Himawari y Sakurako habían ido a su aula, y habían decidido usarla como sala del consejo legítimo. Después habían cogido del armario unos papeles, bolígrafos y rotuladores y habían diseñado carteles para promocionar el consejo legítimo. Estos carteles eran los que Sakurako iría a repartir por la escuela, colgándolos en las puertas de los diferentes clubes, para que al salir, las chicas que estuvieran allí, lo vieran. Tras un rato, decidió ir también al Club del Entretenimiento, donde Hotaru ya no estaba. La chica abrió alegremente la puerta.
–¡Chicas! – Exclamó, sobresaltándolas un poco. – ¡Tengo que comunicaros algo!
–Sakurako-chan, qué susto. – Dijo Chinatsu. – ¿Qué ocurre?
–Veréis, resulta que la miserable de Hideki-san ha destituido a Himawari como presidenta.
–Lo sabemos. – Dijo Akari.
–¿Eh? – Eso sorprendió a Sakurako.
–Hotaru-chan nos lo ha dicho.
Sakurako se molestó un poco.
–¿Ah sí? ¿Os ha dicho también que ella votó a favor de destituirla?
–Sí. – Respondió Chinatsu.
–Ah… ¿Sí? – Eso las sorprendió aún más.
Las demás asintieron.
–También nos ha dicho que han decidido clausurar el Club del Entretenimiento.
–Bueno, ¡pues ya no tendréis que hacerlo! – Dijo Sakurako, sorprendiendo a todas. – Himawari y yo hemos decidido crear un consejo alternativo, ¡el consejo legítimo!
Eso las sorprendió más.
–E-Espera, ¿qué has dicho?
–La destitución de Himawari es ilegítima. La gente la votó a ella para ser presidenta, no a Hideki-san, así que hemos decidido crear otro consejo estudiantil, manteniéndola a ella como presidenta y yo siendo la presidenta suplente.
Chinatsu, igual de sorprendida que las demás, habló.
–¿Y pensáis actuar como si fuerais el auténtico consejo estudiantil?
Sakurako asintió.
–Pero Sakurako-chan, eso os puede meter en problemas. – Dijo Akari, preocupada. – Os pueden acusar de usurpación de funciones.
–Nosotros diremos que quien usurpa las funciones es Hideki-san, por destituir a la presidenta legítima.
–Pero el director no reconocerá este nuevo consejo como legítimo.
–La legitimidad la otorga la gente. Si las alumnas reconocen como legítimo el consejo legítimo, lo será. Da igual lo que digan el director y Hideki-san. Si acuden al consejo legítimo en vez de al consejo estudiantil y gestionamos nosotras todo lo que debería hacer el consejo estudiantil, significa que la gente nos reconoce a nosotras como el auténtico consejo estudiantil. Y si eso comporta consecuencias, las asumiremos. Una confrontación no sirve de nada si es solo simbólica. Hay que estar dispuesto a correr riesgos, y Himawari y yo lo estamos. Reconocednos a nosotras como el consejo legítimo. Cuantas más seamos más difícil lo tendrán para castigarnos. No pueden expulsarnos a todas.
Las cuatro chicas, pero en especial Akari y Chinatsu, no podían creerse que Sakurako estuviera dispuesta a llegar hasta ese nivel de confrontación. Aquello significaba enfrentarse directamente con el consejo estudiantil. Tras unos segundos, Kokoro habló.
–Yo me apunto. – Dijo, sorprendiendo a las demás.
–¡Bien hecho! – Dijo Sakurako.
–Kokoro-chan, ¿estás segura? – Preguntó Chinatsu.
Kokoro asintió.
–Yo voté por Furutani-senpai. Me molesta mucho que Hideki-senpai la haya destituido. Además, no me gusta. Aún recuerdo cómo nos trató aquella vez. Si con eso fastidiamos a Hideki-senpai, con eso tengo suficiente.
Hikari se mostró seria.
–¡Sí! ¡Yo también! Akari-senpai, ¿no estás enfadada con ella por lo que te dijo?
–Esto… Bueno…
–Te trató muy mal. No deberías ni siquiera pensártelo.
–En eso estoy de acuerdo. – Dijo Chinatsu. – Lo que te dijo Hideki-san fue muy grosero.
Aquello llamó la atención de Sakurako.
–¿Qué te hizo? – Preguntó molesta con Nanami, al pensar qué le podría haber dicho a Akari.
–Bueno… Fue sobre mi poca presencia… Que no destaco en nada, que el año pasado muchas chicas ni siquiera sabían que existía, y que lo único que me ha salvado es que sea guapa, que de no ser por eso la gente seguiría ignorándome.
A Sakurako le molestó mucho eso.
–Maldita… ¡Será… ¡Es una miserable!
Hikari asintió.
–¡Esa chica es una impresentable! ¡Plantémosle cara juntas, Akari-senpai!
–¡Eso! – Añadió Kokoro. – No podemos permitir que alguien así actúe como presidenta del consejo estudiantil.
–Es cierto, Akari-chan. – Continuó Chinatsu. – La forma en la que te trató es inadmisible. No podemos quedarnos de brazos cruzados.
–Chicas… – Akari se alegró de que se preocuparan tanto por ella. – Está bien. – Dijo con determinación. – Hagámoslo.
–¡Sí! – Exclamó Sakurako alegre. – He repartido y colgado carteles por toda la escuela anunciado el consejo legítimo, así que seguro que muchas otras chicas nos van a reconocer como tal. Esa Hideki-san se va a enterar.
Kokoro se puso una mano en el pecho.
–Eso supone una confrontación directa con el consejo estudiantil… Da algo de miedo… Pero también es emocionante. Desafiar el consejo asumiendo las consecuencias hasta el final… Realmente… La secundaria es muy emocionante. – Dijo con una cara de alegría y emoción como pocas veces antes había mostrado.
–Me alegra que te lo pases tan bien en la secundaria, esto…
–Aoyama Kokoro. Puedes llamarme Kokoro.
–Encantada. – Dijo Sakurako. – Yo soy Ohmuro Sakurako.
–Lo sé, tu nombre salía en las papeletas de votación.
–Ah… Ya… – Eso molestó un poco a Sakurako, ya que recordaba que Kokoro le había dicho que ella había votado a Himawari. – ¿Y tú eres…
–Segawa Hikari. Encantada.
–Igualmente. – Dijo Saku. – Bueno, me vuelvo al consejo legítimo. Tengo que ayudar a Himawari a prepararlo todo. No puedo dejarla sola.
Sakurako no dijo eso con la idea de ayudar a Himawari, sino en plan de que ella es más inteligente que Hima, y que esta no sabría aclararse sin ella, por eso no podía dejarla sola.
–Nos vemos. – Dijo Hikari.
Chinatsu miró el reloj.
–Es algo tarde. ¿Qué os parece si nos vamos ya?
Las demás asintieron. Mientras recogían sus cosas, Kokoro sonrió.
–Ya quiero ver la cara que pondrá Hideki-senpai cuando se entere de esto, je je…
–Kokoro-chan… Das algo de miedo. – Dijo Hikari.
–Je je je…
Después de recoger sus cosas, las chicas se fueron a su casa. Mañana la cosa se empezaría a poner seria de verdad, y tendrían que estar listas para ello.
