Disclaimer: los personajes de Twilight son propiedad de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es bornonhalloween, yo solo traduzco con su permiso.
Disclaimer: The following story is not mine, it belongs to bornonhalloween. I'm only translating with her permission.
Capítulo 10
Sobreviví. Una dentro, una queda.
¡Bien hecho! ¿Café o dormir?
Dormir ahora, café más tarde.
¿Qué tal si paso después del Lunes de Pastel de Carne, alrededor de las 2?
Suena genial. Mándale saludos a mamá :)
Lo haré. Buenas noches, Bella.
Me despierto jodidamente grogui, la luz que se asoma por mis ventanas ya desvaneciéndose en la tarde. ¡Diablos! Me siento rápidamente en la cama. ¿2:55? Me he perdido de la visita de Edward. ¡Y la entrega de café! ¿Por qué nadie me despertó?
Conozco la respuesta. Ni la Sra. Cope ni Edward me despertaran si creen que necesito dormir, lo que obviamente fue así. Por otra parte, tengo cuatro mensajes de texto, tres de ellos de Edward:
1:45. Mamá manda saludos. Estoy en camino...
1:58. ¡Tu café te estará esperando en el refrigerador cuando despiertes!
2:31. Espero que te sientas bien. ¿Me lo haces saber? XXX
Y uno de Emmett a las 2:03. Rosie está enferma. Te necesito a las 4. Una chica nueva comienza de prueba.
Agh, he llegado al límite hoy. Me perdí de mi rato con Edward. Esta noche en el trabajo va a apestar. Aún debo tomar el libro de finanzas cuando llegue a casa. Yyyyy tengo mi período.
¿Escuchas tus quejas?
Tienes un trabajo que te agrada lo suficiente, compañeros de trabajo increíbles, y estás ahorrando buen dinero por primera vez.
Estás a mitad del semestre, sobreviviendo. Así que, gran cosa, tienes que trabajar... eso nunca mató a nadie.
Edward. Suspiro... Edward. ¿Me recuerdan cómo tuve tanta suerte?
Mis pies me llevan hacia la cocina, donde espera el prometido café, aunque ahora será café helado. No puedo contener la sonrisa, imaginando a un alegre Edward en la entrada, sosteniendo la taza caliente, ansiosamente anticipando mi agradecida respuesta a su infinita generosidad: café, paciencia, viajes por la noche, consideración... Parece que las reservas del hombre son infinitas. Y todo esto, como señaló la Sra. Cope, además de la lealtad de Edward por su madre y todas las clientes que ha ayudado. Diablos, espero que él sepa lo mucho que lo aprecio.
No hay mejor momento que el presente para decírselo. Busco el último mensaje de Edward —Espero que te sientas bien. ¿Me lo haces saber? XXX— y comienzo a responder mi agradecimiento.
No, si realmente tengo algo importante que decir, debería decirlo así él puede escucharlo. Al estilo anticuado.
Aquí vamos... Su teléfono repiquetea. Mi estómago da un salto. ¿Cómo diablos aún siento mariposas?
—¿Bella? ¿Estás bien? —Su saludo sale ansiosa y apresuradamente.
—Sí, estoy bien.
—Oh. De acuerdo. —Recupera el aliento—. No esperaba tu llamada.
—¿Estás...en medio de algo? —He estado tan ocupada últimamente que no recuerdo si él dijo que tenía una cliente hoy. Debería haberle mensajeado primero.
—Nada que no pueda esperar. ¿Encontraste tu café?
—Sí, y es por eso que llamé.
—¿Oh?
—Bueno, no por el café, en sí, pero gracias. Por venir. Y traer sorpresas. Y recogerme del trabajo. Y hornear galletas. Y básicamente, por cuidar de mí. —Santo cielo, eso fue una verborrea.
Su respuesta es ronca y jodidamente sexy.
—¿Eso no es lo que los novios increíbles hacen?
—No lo sé. Jamás he tenido uno así antes.
Se ríe al teléfono, y casi puedo sentirlo sentado a mi lado.
—Bueno, confía en mí, lo es. Y de nada. Es un absoluto placer cuidar de ti, Bella.
—No estaba segura de si sabías lo agradecida que estoy... por todo. Así que pensé que podría llamar.
—Qué anticuado de tu parte. —Puedo escuchar su sonrisa.
—Sí, supuse que lo probaría.
—¿Y?
—Supongo que no es tan malo. —Estiro las piernas bajo la mesa y bebo un largo trago del café.
—Así que, ¿crees que vamos a hacer esto en vez de mensajear ahora?
—No lo sé todavía. Veamos como va.
—De acuerdo. —Lo imagino acomodando el teléfono bajo su mejilla, poniéndose cómodo, quizás incluso cerrando los ojos.
—Y, ¿Edward?
—¿Sí, Bella?
—Como nunca antes he tenido un novio increíble antes, no estoy exactamente segura de cómo... ser una novia increíble a cambio.
—Déjame asegurarte, lo haces bien.
—¿Sí?
—Sí.
—Porque no siento que hago nada, mientras que tú, por el otro lado, sigues trayendo pequeñas cajas y viniendo cuando estoy exhausta para llevarme a casa.
—Mmm, me hace sonar un poco desesperado, ¿eh? —Se ríe, gracias a Dios.
—Te hace sonar increíble, si me lo preguntas a mí.
—Bueno, allí lo tienes. Me dejas consentirte. Aceptas los cumplidos. Comes las galletas que horneo y disfrutas del café y no me lo pones difícil cuando quiero hacer algo bueno. ¿Sabes lo gratificante que esto es para mí?
—No creo que eso sea suficiente, Edward. Solo dejarte ser increíble no es suficiente para calificarme como asombrosa.
—Vaya. Espera un segundo. ¿No crees que yo debería ser el que decida qué constituye tu genialidad como mi novia?
—Mmm...
—No, en serio. Piensa en ello, Bella. Es completamente posible que otro tipo tenga otro conjunto de criterios diferentes, no que planeo darte la posibilidad de saberlo, por cierto, pero ¿eso no es lo que hace girar al mundo?
Edward y sus planes. Suspiro.
—No debo tener suficiente café en mi sistema aún porque comienzas a tener sentido.
Su risa retumba en mi oído.
—Solo necesitas rendirte ante la lógica anticuada, eso es todo.
Sí, me rendí semanas atrás, y él lo sabe, carajo.
—De acuerdo, Anticuado. Déjame hacer la pregunta de otra manera. ¿Hay algo en absoluto que pudiera hacer para ser una novia aún más asombrosa?
Estoy lista para su ajem, su vacilo, y su "no, eres perfecta", por lo que me sorprende cuando dice:
—De hecho, sí.
No estoy completamente segura de cómo sentirme con la respuesta, ahora que la he forzado, pero he llegado hasta aquí como para retractarme.
—De acuerdo. ¿Qué puedo hacer?
—Bueno, no quería tocar este tema antes de tu segundo examen, pero...
—Vamos, Edward. Ahora tienes que hacerlo.
—Está bien. Me gustaría que vinieras conmigo a pasar el fin de semana lejos. Solo tú, yo, un par de bicicletas, y un viñedo... o cinco.
Alejo el teléfono de mi rostro. Me siento como una completa idiota por llorar ahora mismo, y estoy contenta de que él no pueda verme. ¿Así es cómo él quiere que mejore mi genialidad? ¡Acompañando al hombre más romántico que he conocido en el viaje más romántico!
—¿Bella? ¿Bella? Oh, oh —Lo escucho decir—. ¿Demasiado pronto?
Seco las lágrimas como si él las fuera a escuchar y llevo el teléfono a mi mejilla.
—¡No! No, no es demasiado pronto.
—¿Vendrás entonces?
—¡Por supuesto! ¿Bromeas?
—¡Eso es... increíble! —Se ríe, me río; ambos estamos un poco entusiasmados. Tendré que charlar más veces por teléfono. Hasta ahora, va bien—. Supongo que tenemos que decidir el momento. ¿Crees que podrías pedir tres días libres en el trabajo?
Con Rose enferma y yo entrenando a la chica nueva, Emmett probablemente me de lo que sea que quiera después de esto.
—¿Déjame discutirlo con mi jefe en un par de días? Este no es el mejor momento para pedirlo, pero estoy segura que puedo conseguirlo.
—Perfecto. Solo para que lo sepas, si estás cómoda, por supuesto, pensaba... esperaba... que pudiéramos hospedarnos juntos.
Un coro góspel de ochenta personas acaba de cantar "¡Aleluya!" en mi cabeza.
—¿Te refieres a compartir el cuarto, los dos?
—Puedo reservar un segundo cuarto, no hay problema. Sin presiones.
Diablos, deseo poder ver su rostro ahora mismo.
—¿Edward Cullen?
—¿Sí? —contesta, magníficamente abierto y vulnerable.
—Me encantaría compartir el cuarto contigo.
—¿Sí? —Pasa de eufórico a malhumorado en un santiamén—. Hiciste eso a propósito.
—Un poco —admito—, pero creo que te gustó.
—¿No tienes que ir al trabajo pronto?
Es mi turno de reír en su oído.
—Buena charla, Edward. Deberíamos probar esto de nuevo pronto.
—Adiós, hermosa. Gracias por llamar. Ten una maravillosa noche.
La sonrisa en mi rostro no desaparece, incluso después de conocer a la chica nueva en el trabajo—una colorada pechugona llamada Tory, que se equivoca de orden cada tres que recibe y que se mueve con la gracia de una jirafa sobre patines.
Y por qué debería preocuparme porque... región vitivinícola con Edward. Y vamos a compartir un cuarto.
Me derrito.
Galletas, café, escapada romántica... ¿Quién no está hecha un charco ya?
Gracias por sus buenos deseos 💖
Hasta el próximo :)
