Capítulo 32 "La felicidad"

Cevdet sintió que sus ojos se humedecían un poco al momento en que Yakup tomaba las manos de Yildiz y las besaba con suavidad luego de colocar el anillo en su dedo y afirmar por tercera vez, como era la costumbre, que la aceptaba como esposa…

Azize se emocionó cuando su hija, luego de repetir la misma acción de su ahora marido, giró la cabeza y estiró su mano para tocarla y mirarla con agradecimiento…

La ceremonia fue muy sencilla, pero también muy sentida y solo estaban allí los más cercanos, aquellos que de verdad podían alegrarse con la felicidad de esa nueva familia…

Luego de despedir al ministro encargado de la unión, después del brindis, se quedaron un buen rato festejando, comiendo la comida que con todo cariño y dedicación había preparado mamá Hasibe, ayudada por Azize y Hilal, ya que Yildiz había estado enfocada en otros preparativos…

-Coronel…- dijo Yakup en voz baja cuando lo vio cerca de la ventana, mirando hacia fuera como perdido en sus pensamientos.

-Dime…- dijo Cevdet volviendo a la realidad.

-Espero que no esté enojado porque me llevaré a Yildiz de su casa…- dijo y lo escuchó suspirar sonriendo.

-¿Mi casa? Aquí está mi familia, pero dudo de que esta sea algún día mi casa…

-¿A qué se refiere?

-Esta casa pertenecía a Tevfik… él se la cedió a Azize para ayudarla cuando yo no estaba…

-Bueno… entiendo su reticencia, pero ahora él no está… y hay que seguir adelante… el caso es que no creo que haya suficiente lugar para quedarnos aquí, sobre todo si el día de mañana tenemos hijos…

-Lo único que te pido es que no estén demasiado lejos… no podría soportar alejarme otra vez de mi hija…

Encontré una casa, debo hacerle algunos arreglos, pero estoy seguro de que será ideal… y Yildiz está muy contenta…

-Me alegra… avísame si necesitas ayuda con eso…

-Lo haré… gracias…- dijo y extendió su mano, y Cevdet la apretó con cariño.


Un buen rato después, salieron a despedir a los recién casados, que pasarían la noche en una posada, cerca del puerto, por cortesía de los compañeros de armas de Yakup…

Todos se sorprendieron porque Hilal no estaba por ningún lado y Azize creyó que había ido a dormir, algo afectada por el cansancio de todos esos días…

-Mamá…- le dijo Yildiz cuando la abrazó para despedirse- me parece que Hilal se ha enamorado… ¿por qué no hablas con ella? A mí no quiso contarme nada…

-Lo haré, hija, no te preocupes…- le dijo Azize y le dio un último beso antes de despedirla…

Azize se sintió agotada no bien terminaron de juntar todas las cosas que habían utilizado en el festejo y junto a mamá Hasibe, se enfocaron el limpiar y ordenar la casa…

Cuando golpeó la puerta de la habitación de su hija y no escuchó respuesta, abrió la puerta y se encontró con que no estaba…

Su corazón comenzó a latir con fuerza, siempre se asustaba cuando no tenía idea de dónde podían estar sus hijas… pero luego recordó lo que le había dicho Yildiz y trató de serenarse, no podía ser tan malo que ella estuviera intentando un acercamiento con el joven de quien se había enamorado, después de todo, más allá de las costumbres, a Yildiz no le había ido tan mal…

Se sentó sobre la cama de su hija y estuvo tentada de revisar sus cosas, para tener una idea de quién podría ser… sin embargo, decidió no hacerlo… si Yildiz, que siempre había sido de carácter complicado había conseguido enamorarse de un buen hombre, entonces Hilal que siempre había sido buena y recta, también lo haría… eso era seguro…

Cuando entró en su habitación se acercó a Cevdet, que se había quedado dormido y sonrió. Era como un niño pequeño, ella no se cansaba de observarlo y aunque ya hacía un buen tiempo que habían vuelto a estar juntos, esa sensación de estar en el lugar correcto y con la persona adecuada volvía cada vez que ella tomaba conciencia de que él seguía siendo el elegido para estar a su lado…

Se desvistió despacio, y cuando estaba por colocarse su camisón, se quedó mirando su reflejo en el gran espejo que había en su habitación.

Su vientre comenzaba a notarse y tendría que confeccionar alguna clase de vestido que lo ocultara, al menos por el momento…

Sonrió sin poder evitarlo, tratando de imaginarse al bebé que vendría, le parecía imposible estar tan emocionada, no porque creyera que no lo querría, pero ella había pasado ya dos veces por esa experiencia, aunque hubiera pasado mucho tiempo… sin embargo se sentía ilusionada, pensando que tal vez, esta vez tendría un varón…

Ali Kemal era ya una bendición, pero desde que el pobre se había enterado que no era hijo sanguíneo de ellos, su relación con él se había enfriado un poco y él estaba dedicado a sus cosas… muchas de las que ella no concordaba que hiciera…

Cerró los ojos y acarició su vientre con suavidad y luego de un momento se sobresaltó un poco al sentir las manos de Cevdet sobre las suyas, su cuerpo cálido cubriéndola por la espalda, su piel sobre la suya…

-Cariño…- le susurró él al oído, sus labios desplazándose luego por el cuello de ella y haciéndola estremecer.

-Cevdet…- dijo ella en voz bajísima, totalmente compenetrada en las caricias de él.

-Se que estás cansada… solo déjame cuidar de ti…- le dijo y Azize cerró los ojos cuando sintió las manos de él deslizándose del vientre hacia arriba.

Azize inspiró hondo, controlando su necesidad de él, quería abandonarse a sus caricias porque tampoco tenía fuerzas para mucho más…

Él la hizo girar y se arrodilló delante de ella para acariciar con sus labios la piel de su vientre… ella cerró los ojos y deslizó sus manos, acariciando su cabeza con suavidad…

Luego de un momento de besos suaves y tiernos, él la levantó en sus brazos y la depositó sobre la cama, para continuar con sus caricias…

No se detuvo hasta que la sintió agitarse y tensarse un poco, para luego llegar al clímax y sonreírle casi sin fuerzas…

Cevdet se recostó a su lado y la observó hasta que supo que se había quedado dormida. Él no tenía tanto sueño y dedicó buena parte de la noche a velar su sueño y a pensar cómo podía cumplir mejor con su parte en la noble e importante misión que le había tocado cumplir…

Mientras tanto, Hilal se las ingeniaba para entrar a su casa por la ventana, sin hacer ruido…


Bueno, espero que les siga gustando esta historia alternativa. Nos vemos en el próximo capítulo!