DISCLAIMER: Los derechos de la trama de la película "La reina de los condenados" no me pertenecen, son propiedad de la maravillosa Anne Rice, autora de las Crónicas Vampíricas, y de la productora Warner Bros., quien llevó la historia adaptada a la pantalla grande (la cual es de por sí también como un fanfic de la trama original). Yo solo he tomado prestados a los personajes en esencia para traducir un hermoso fic ya publicado hace varios años, que encontré sobre ellos.
PARTE VI
Jesse cerró los ojos cuando Lestat besó sus manos, y cuando volvió a abrirlos lo encontró mirándola mientras todavía lo hacía.
Él cambió entonces el objetivo de su boca y empezó a inclinarse hacia ella, que estaba más que lista para que la besara de nuevo. Más en lugar de ello, se encargó de enrollar por sí mismo sus muñecas alrededor de su cuello para que lo abrazara y después la rodeó con sus brazos por la fina cintura.
Ella volvió a prepararse en anticipación cuando le vio empezar de nuevo a acercarse. Sin embargo, sorprendiéndola una vez más, en lugar de posar sus labios sobre los suyos (como con ansias esperaba) sintió que la aferraba en un firme agarre antes de que con su rapidez y fuerza sobrehumana la levantara en peso para cambiarla de puesto, apretándola contra él. Entonces cuidando de no aplastarla con su peso, la recostó en el suelo.
Jesse a esas alturas ya no sabía qué esperar, pues siempre le mantenía preguntándose qué era lo siguiente que iba a hacer. Con todo, en esta ocasión estuvo conforme con sus acciones, por lo que dejó que su cuerpo se relajara sobre su largo abrigo, donde la colocó. Una de las superficies más tersas que alguna vez sintiera.
…Por un momento se sintió tan perdida en la textura de la maravillosa manta improvisada que la rodeaba que fascinada comenzó a restregarse en esta, la cual parecía acariciar en la fricción su cara. Tanto que necesitó frotar también contra la tela sus labios.
Se encontraba abstraída por completo en dicha sensación, cuando un dedo de Lestat sobre su boca, urgiendo que le devolviera la atención le hizo retornar a la realidad. Él estaba inclinado sobre ella con su otra mano apoyada sobre su cadera pero cuidadoso todavía de no posicionársele encima del todo.
Jesse lo escrutó de tal modo, requiriendo saber el porqué, hasta que él mismo sin palabras se lo contestó al dejar que el deseo le venciera y terminara juntándose poco a poco a su cuerpo, como cuidando de no hacerle daño.
…Juntándose lo suficiente para poder contemplarle el pecho subir y bajar debido a la agitada respiración que tenía por su causa. Así que sin proferir una palabra, llegado el momento que consideró preciso, terminó de acortar la poca distancia que los separaba y llevó sus labios a la comisura de su boca. Sin embargo, cuando entreabrió la suya para permitirse recibirle el apasionado beso que sabía ella quería darle, se volvió a alejar. Estaba molestándola, bromeando, jugando con sus ansias, y disfrutando cada minuto de ello.
-¡Me estás tomando el pelo!- Jesse se quejó (asombrada y encantada al mismo tiempo de presenciar por primera vez su lado juguetón) y la única respuesta de Lestat a ello fue una traviesa pero también algo perversa sonrisa de naturaleza, expandiéndose por su cara.
Él entonces le acarició algunos de los mechones de su largo cabello y al llegar sus dedos hasta sus hombros, deslizó en secuencia un índice por su clavícula, como dibujándola, y por debajo del tirante de su vestido de pijama, bajándolo. Lo dejó colgando a un lado y luego comenzó a deslizar una vez más el dorso de su mano a lo largo de su delicado brazo, hasta alcanzarle palma, donde tomando de vuelta su mano entre las suyas, empezó a ponerse de pie, llevándola consigo.
Continuará…
