Ninguno de los personajes de Inuyasha me pertenecen, pero a Kikyo menos.

Gracias a todos lo que me enviaron Reviews, no se imaginan lo estimulante que es.

Un Nuevo Comienzo

2.- Amanecer

Inuyasha siente el calor del cuerpo de su mujer contra él suyo, besa suavemente su hombro desnudo, le acaricia suavemente el cabello, y sonríe, el amor…, el regazo…, el cuerpo de Kagome ha sido su fortaleza, la verdad que estos meses ha conocido la felicidad, una promesa cumplida, al despertar, y mirarla, algunas veces envuelta en sueños, y otras con sus inmensos ojos fijos en él, le ha hecho vivir cosas que jamas hubiera creído posible.

La gira y la besa suavemente, y en ese beso siente que se le va la vida, sabe que la despertara pero necesita sentir sus labios, necesita verse reflejado en sus ojos, necesita esa sonrisa que todavía, como por arte de magia, hace que se sonroje y se sienta como una cría.

Kagome despierta, lo mira, y él siente que le falta el aire, no lo puede negar, su mente la necesita, su cuerpo la necesita, pero sabe que debe esperar, a pesar de todo Kagome es delicada, que puede lastimarla y solamente hunde su cara en su cuello, ese aroma lo acompañara hasta que regrese.

Pero Inuyasha esta inquieto, le desagrada sobremanera estas reuniones diplomáticas, el vive feliz en el bosque, en su pequeña cabaña, junto a su dulce niña, bueno, lo de dulce debe reconocer que no es tan cierto, pero sabe que esta perdidamente enamorado, y que su cabeza ya no funciona correctamente.

Lo único que lo calma es la presencia de Miroku, pero esta preocupado, Kagome dentro de dos meses dará a luz a su cachorro y la verdad es que no le gusta dejarla sola, y menos por tanto tiempo, claro la cuidara Sango y la anciana Kaede, solo espera que esta reunión sea corta y pueda volver pronto con su esposa.

Besa suavemente a Kagome en los labios, se despide de Sango, de Kaede y de Shippo y se marcha en compañía de Miroku.

-Y tu monje depravado, donde te quedaste anoche?- pregunta secamente, saltando algunos troncos viejos que bloquean el camino y lo mira inquisidoramente a los ojos.

Miroku solo se encoge de hombros y hace como que no escucho la pregunta.

-No te hagas el inocente conmigo, que se reconocer y oler muy bien…. :::silencio::: …por lo menos podrías ser más discreto, Sango tenia impregnado tu aroma en su piel- se detiene y mira al monje.

-Mi querido amigo, el deber es el deber- fue la cínica respuesta de Miroku

-A quien quieres engañar, puedo oler tus estados de ánimos, basta mirar tus ojos y la forma en que la miras, para ver el estado en que estas- dijo Inuyasha riendo alegremente.

El monje lo mira y le sonríe abierta y francamente.

-Estoy perdido, esta mujer me vuelve loco… ::: mirada furiosa de Inuyasha ::: …tranquilo que no le ha tocado, no me pongas esa cara, bueno solo un poco, pero nunca le haría daño.

-Inuyasha, de verdad eres peor que hermano celoso- exclama un monje molesto.

Inuyasha sonríe, la desfachatez y constante buen humor de Miroku lo divierte, y aunque camine con él por caminos desbastados, con él se siente como en casa.

Inuyasha se gira y mira con nostalgia en dirección a su casa, quien lo diría, ahora tiene un lugar donde se siente protegido, donde no es agredido, tiene gente que quiere y es correspondido, piensa en el pasado y se ven tan distante, que ya no lo lastima.

**** DOS AÑOS ANTES ****

Inuyasha mira su espada, hasta la empuñadura esta teñida con sangre, cada centímetro, cada músculo de su cuerpo ésta que colapsa, mira a su alrededor, la vista nublada por la fatiga y el veneno, ve a un monje espalda con espalda con una joven exterminadora, se apoyan mutuamente, Kirara y Shippo protegen a una herida Kagome, mientras Inuyasha trata de calmar el impulso asesino que lo dominó al ver lastimada a Kagome.

-Inuyasha, debemos llevarla con urgencia donde la anciana, hay que neutralizar el veneno, antes que se extienda por su cuerpo- exclama un preocupado Miroku , mientras ve como Inuyasha coloca a la joven sobre el cuerpo transformado del mapache.

Inuyasha, camina de un lugar a otro sin quedarse quieto ni un segundo, está asustado, el veneno utilizado esta vez, podría haber matado a un mortal fácilmente, Sango estaba con su mascarilla y Miroku tiene entrenamiento en este tipo de situaciones, pero ella no, ella recibió todo el primer impacto, tiene miedo, sabe que es probable que la chica no se salve.

Cuando de improviso ve salir a la anciana, saltando por sobre el resto del grupo la sujeta fieramente de su ropa, cuando es golpeado en la cabeza por Miroku.

-Pequeña bestia, cálmate de una ves, que no dejas hablar a la anciana Kaede.

-Su excelencia…- exclama la anciana a Miroku -… hemos intentado de todo con la vieja curandera pero no hemos logrado mejorar su condición…- mientras escuchan un gruñido en muy baja frecuencia -...si se queda en este lugar lo más seguro es que muera.

-No puede ser, no hay nada que hacer?- exclama Sango entre sollozos y en su voz hay una clara suplica.

-Hay un solo lugar donde pueden curarla, es una aldea que queda oculta en un valle que se encuentra entre tres montañas y tiene una cascada purificadora…- entonces llevémosla ahí grita ansioso Shippo

Inuyasha parpadeó, si alguien lo hubiera estado mirando en ese momento se hubiera dado cuenta que había palidecido.

-… la cosa no es tan fácil, la gente en ese lugar no es amigable, y no van querer ayudar a Kagome fácilmente. -concluye la vieja curandera.

-Yo también he escuchado cosas de ese lugar, y no son agradables- responde sobriamente el monje.

-Pero no tenemos otra solución…- exclama molesta Sango tomando de la ropa al monje y mirando fieramente a Inuyasha -…que pretenden?, que ella muera.

-Sango, si no es por eso, simplemente no tenemos nada que no permita canjear por la medicina para Kagome- le dice tristemente Miroku.

-Yo si tengo algo…- y todos se sobresaltan, hasta el momento Inuyasha no había dicho una sola palabra -…debemos llevarla sin demora, sino no habrá en esta tierra medicina que pueda ayudarla.

-Amo Inuyasha ::: ruido del viento ::: amo, no tiene que ir, es peligroso

-Silencio, anciano Mioga, es eso o Kagome muere, no tengo otra alternativa- y baja su mirada, no quiere que los otros se den cuenta de lo que esta sintiendo.

Estaban todos sobre el Mapache, preparado para partir, cuando Inuyasha, se separa del lado de Kagome, y de un rápido movimiento arroja a Shippo de ahí, cayendo y golpeándose fuertemente en tierra.

-Perro tonto, yo quiero ir con ustedes, Kaagomeee, Inuyasha te odio!!!! –escuchan decir al zorrito llorando lleno de ira

Inuyasha siente que es sujetado fuertemente por Miroku

-Hay momentos que eres detestable, caprichoso, un maldito insensible- le murmura el monje, pero solo un sordo no sentiría la ira en su voz, y se va dejándolo solo.

-Es preferible…, ese lugar no es seguro para ningún monstruo y menos para una cría- murmura Inuyasha y en su voz hay un dejo de amargura.

Llevan más de tres horas viajando, Miroku mira a Inuyasha, de verdad no lo entiende, este puede llegar a ser tan rudo y despiadado, que de verdad hay momentos que lo detesta.

Pero a pesar de todo su comportamiento no llega nunca a estos extremos, la forma que trato a Shippo fue imperdonable ::: piensa Miroku ::: lo podría haber lastimado y seriamente, pero este de verdad se esta comportando extrañamente, no ha hablado con nadie, esta sentado con su mirada perdida en Kagome

Se levanta, para que mentir, estima a este torpe y agresivo muchacho, y sin pensarlo se sienta a su lado.

-Ella se pondrá bien, solo hay que esperar…- dice Miroku colocando una mano sobre los hombros del joven hanyou, Inuyasha lo mira directamente a los ojos y lo que ve lo deja paralizado.

En esa mirada había desesperación, amargura, desolación y MIEDO???.

-Excelenciaaaaa…., Excelencia veo el valle- Inuyasha y Miroku se levantan rápidamente, mientras que Sango despierta.

-Desciende en ese claro- dice Inuyasha, estaremos a pocos metros del acceso a la aldea.

Miroku lo mira extrañado, ese tono de voz, algo ahí no esta bien.

-Inuyasha, tienes algo que contarnos…- pregunta el monje mientras caminan por el sendero que lleva a la aldea.

-Nada…- fue la seca respuesta de Inuyasha, y su voz se sentía opaca y oscura.

Miroku mira a Sango, ella también ha comprendido, algo no esta bien, deberán estar atentos.

Llegan a una gran empalizada, donde unos hombres les detienen en paso

-Deténganse, no son bienvenidos los extraños…- grita una voz dura.

-Necesitamos de su ayuda, tenemos a una amiga muy enferma y sabemos que poseen medicamentos que nos podrían ayudar…- dice cortésmente Miroku, en los momentos de diplomacia, él era el hombre.

-Solamente son unos vagabundos, no tendrían como pagarnos, además el precio por salvar una vida es elevado y por lo que veo no traen carruaje, joyas o carga, no haremos el trueque y es mi ultima palabra…- y se retiran dejando al grupo completamente asombrados.

-Si no quieren ayudar por las buenas…- dice Sango, y lanza su fuerte arma para romper las paredes, pero esta se detenida a centímetros de la empalizada, como si de golpe hubiera perdido toda su energía.

-No podrás hacer nada…- dice Inuyasha -… el sector esta protegido contra ese tipo de ataque-

-Alto, deténganse…- escuchan gritar a Inuyasha -… yo si tengo algo que canjear, y que será de su agrado.

-Pasen, pero si intentan alguna treta morirán…- y la gran puerta se habré dejando pasar al pequeño grupo.

-Cuál es la propuesta…- el hombre que habla es el líder de la aldea eso se nota rápidamente, Miroku lo mira y desconfía de él, nunca había visto ojos tan duros.

-Yo soy el canje…- dice Inuyasha, mientras corre la capucha que ha cubierto su rostro.

Los ojos del hombre se iluminan, están tan cargados de crueldad cuando mira al joven.

-Inuyasha, criatura inmunda a si que vuelves a tu cubil…- mientras ríe estrepitosamente.

Miroku y Sango miran sin entender nada

-Aceptamos la oferta… dice el hombre sonriendo, mientras Inuyasha es tomado violentamente y llevado a golpes del lugar.

-Un momento…- dice Miroku que mira asombrado -…que esta pasando aquí, el es nuestro compañero, es un ser poderoso, seria mejor que lo trataran con respeto.

-Quizás a su excelencia no le quedó claro, pero al entrar en este reducto, los monstruos pierden todos sus poderes, Inuyasha no es más que una bestia débil y primitiva, y yo personalmente tendré el agrado de encargare de domarlo.

La sonrisa del hombre era cruel, no era necesario conocerlo para darse cuenta que era un hombre despiadado y Miroku se adelantó con la intención de defender a Inuyasha.

-Miroku, NOOO….., no hagas nada, solo ve que ayuden a Kagome…- y la voz de Inuyasha se escuchaba apagada, sin vida como derrotada y un escalofríos recorrió la espalda de Miroku.

Sango y Miroku miraron impotentes como era llevado Inuyasha, sabían que no podían intervenir, lo primordial ahora era Kagome.

Miroku sintió que le tocaban el hombro, y vio los ojos de Sango

-Veamos primero que ayuden a Kagome, después, te juro que veremos como sacar a Inuyasha…- y en los ojos de Sango se leía una clara determinación.

Miroku solo sonrío, los ojos del hombre le preocupaban y penso, solo penso, que quizás solo era una falsa corazonada, que Inuyasha estaría bien cuando lo fueran a rescatar.

Mientras caminaban hacia la casa de la curandera seguía con la vista a los hombres que llevaban a Inuyasha y su corazón se encogió cuando vio como era tratado, estaba indefenso, y estos hombres también lo sabían y por lo visto también lo conocían, todos esos eran antecedentes para no estar tranquilo.

Continuara

Primero que nada pido disculpa por retrasarme en publicar este capitulo, pero mis musas anduvieron de viaje, y solo ahora pude obtener una historia con algo de sentido.

Se que quedaron algunas interrogantes, solo esperen el próximo capitulo

Tercero y ultimo, cada día que pasa detesto más a Kikyo, aunque hay momento que me da pena, es una pobre infeliz, que no es capaz de reconocer que ya perdió la jugada.

Les suplico dejen un Reviews para saber si les gusto.