Harry Potter y el Destino del Heredero Autora: María Belén Navarro
Nota: esto no tiene nada que ver con los demás fics. Es un nuevo fan fiction ¡disfrútenlo!
PARTE 1
La lluvia caía sobre el castillo y ella la admiraba desde la ventana de la habitación. Ella
misma parecía ser la lluvia porque lloraba tanto como la fuerza de la precipitación. No
entendía como podía ser lo que le acababan de informar. Se sentía muy mal. Pensaba que nunca
más podría mirarle a los ojos a su amigo, nunca más. Pero no podía hacer nada, no había solución.
No era una elección sino su destino. Cuando tenía once años, su poder mágico era extraordinario.
Siempre se preguntó por que, ya que ella venía de familia Muggle. Pero no, no era de familia
Muggle sino de una larga generación de magos. Y no cualquier generación sino de la misma que
Tom Marvolo Riddle. Ella era hija de Lord Voldemort, el peor enemigo de su mejor amigo, Harry
Potter. Y ella no era una Granger sino una Riddle. No lo podía creer. Era Halloween, seguramente todo el colegio estaría en la fiesta. Capaz era la única que no
estaba festejando la noche de brujas. Pero no le importaba. Ese curso había sido el peor de
todos, no había nada por lo que festejar. Primero la pelea entre sus amigos Harry y Ron por
algo que ella ocasionó. Luego, la envidia de Ron al ver que ella defendía a Harry y luego,
lo callado que estaba Harry en los últimos meses aumentaron sus preocupaciones. Pero, ahora
era eso. ¿Cómo ella, la sangre sucia de Hermione Granger, pasó a ser una de las sangres más
limpias e hija del Señor Tenebroso? Simplemente no lo aceptaba. ¿Por qué ella? Se puso de pie, no podía seguir llorando toda la noche, sola en su habitación. Necesitaba el
consuelo de alguien, alguien cualquiera. Bajó las escaleras mientras trataba de parar de llorar.
Pero en el camino se encontró con, la persona que más deseaba ver a pesar de cómo se sentía,
Harry. Él se acercó a ella y la abrazó con fuerza. Hermione se quedó pasmada. Se apoyó en el hombro
de su amigo. Sabía que él era el consuelo que necesitaba. - Hermione, tranquila, no te preocupes- le susurró él al oído de ella. - Harry, ¿cómo puede ser?- se cuestionó ella. Cuando al fin se soltaron, Harry miró el rostro de Hermione y le paso la mano por la cara para
secarle las lagrimas. - No tienes la culpa, no te culpo. No te preocupes, todo está bien. Es tu destino, no podemos
hacer nada más que seguir adelante- le consoló Harry. - ¿Cómo lo sabes? - Me lo contó Dumbledore. Dijo que no había problema si no íbamos a la fiesta, así que no te
preocupes por ese hecho. - ¿No te dijo las razones por las que me lo ocultaron todo este tiempo?- preguntó Herm pensando
que capaz se lo habían dicho a su amigo. - No hablemos de eso, Herm. Sabes que a mí también me ocultaron muchas cosas, todo para mi
protección. Seguramente fue algo por ese lado. Bajaron a la sala común la cual estaba desabitada. No había nadie. - ¿Ya empezó la fiesta?- preguntó Hermione a Harry. - Mm, me parece que sí. Pero no te olvides que todos deben estar en el Gran Salón por el hecho
que la fiesta es un baile. - Ay, ¿no tenías pareja? No me vas a decir que no fuiste al baile por mi culpa y dejaste
plantada a una pobre muchacha que estaba alucinada por ser la pareja de Harry Potter- dijo Herm.
Harry se rió. - No te preocupes. Mi pareja me comprendió, no hubo problema- dijo Harry sin darle importancia. - ¿Qué excusa diste? - Eh, que no podía ir porque... no me sentía bien, je je - ¿Quién era la joven afortunada? ¡No me dijiste nada!- se quejó Herm. - Eh, Cho Chang- se ruborizó Harry. - Ay, ¡Pero todo lo que te habrá costado invitarla! ¿Cómo se lo tomó?- Preguntó Hermione. - Me dijo que no importaba pero que me cuidara para recuperarme pronto y... capaz tengamos otra
oportunidad de bailar- dijo Harry ruborizado. Herm soltó una risita- ¿y vos? ¿No tenías pareja? - Pues, no. Como verás no soy muy linda como Parvati o Cho- dijo Hermione desilusionada. - Pero eres más simpática- puntualizó Harry. Herm se sonrojó. - ¿Sabes con quién iba Ron?- preguntó Herm interesada. - Mm, ni idea- dijo Harry un poco molesto. - Ah, cierto que están peleados. No me acordaba... - murmuró Hermione- Lo siento - Como deseo que volviéramos a ser amigos... pero dudo que me perdone si sigue pensando que soy
yo el que ocasiono todo- dijo Harry con algo de tristeza en el rostro. La pelea había empezado por una enorme confusión. Ron le había comunicado a Harry que sentía
algo muy especial por Hermione. Luego de eso, Ron se dio cuenta que de que Harry y Hermione
pasaban muchísimo tiempo juntos y se puso muy celoso. Pero nada que pusiera en riesgo la
amistad entre los tres. Tiempo después, las cosas siguieron como siempre. Ron, la noche antes
de lo que ocasionó la pelea entre los amigos, le había comentado a Harry que le pediría a Herm
ir al baile con él y, en el baile, si ella deseaba ser su novia. Pues, la noche que Ron
planeaba pedirle a Hermione ser su pareja en el baile, fue la misma en la que Hermione (que era
la nueva cazadora del equipo de Quidditch de Gryffindor) tuvo un problema y tuvo que ser
atendida en la enfermería. El problema había sido que Herm y Harry se quedaron un rato en el
campo luego del entrenamiento y Hermione casi se cae de la escoba. Ron culpó a Harry y desde
entonces, estaban peleados por una pavada porque Ron creía que Hermione no se había accidentado
"casualmente" la noche que él se le iba a declarar sino que Harry lo había hecho a propósito. - Ya verás que pronto todo estará bien- dijo Hermione- Ron tendrá que comerse sus celos- Harry
se quedó callado y bajó la mirada al suelo. Cuando cambiaron de tema, volvieron a charlar animadamente. Durante un buen rato, Harry logró
distraer a Hermione de sus pensamientos. Harry se fijó en la hora que era y se puso de pie. - He quedado con Sirius en vernos en la casa de los gritos- dijo Harry mientras buscaba algo en
el bolsillo de la túnica. Sacó una carta y se la dio a Hermione- nos vemos luego - ¿Y esta carta?- le preguntó Hermione. - Léela y verás- dijo Harry mientras salía de la torre de Gryffindor. Hermione miró la carta pero no la leyó. Recordó porque no estaba en el baile, porque se la
había pasado hablando con Harry y porque se sentía tan mal. La tristeza la venció. Estuvo
pensando en eso un buen rato cuando recordó que tenía la carta. Se preguntaba el contenido de
esta. ¿Por qué Harry se la había dado sin comentarle nada? La abrió y leyó para su adentro
llena de curiosidad. Cuando terminó, se puso de pie y comenzó a correr hacia la casa de los
gritos. Jadeando, tomó una rama que había en el suelo y tocó el nudo del sauce boxeador. Este
repentinamente quedó paralizado. Herm aprovecho e ingreso a la casa de los gritos. Después de un tiempo, llegó a lo que sería el "centro" de la casa. Allí estaba Sirius, metido
en sus pensamientos. Hermione se le acercó. - Hola, Sirius. ¿Todavía me recuerdas?- dijo Herm a Sirius. Él se sobresaltó. - Ah, Hola Hermione, no te había escuchado ni visto. ¿Qué ocurre?- preguntó alegremente Sirius. - Pues, esto, Sirius- dijo Hermione mostrándole la carta de Harry a Sirius- ¿Sabes dónde está
Harry? - Se fue hace unos cuantos minutos- dijo Sirius mientras leía la carta. Abrió bien los ojos en
la última frase- Avísale a Dumbledore- dijo poniéndose de pie- rápido. - Pero Dumbledore está en el baile... - dijo Hermione. - ¿Importa más un baile que Harry, Hermione? Vamos, yo buscaré en los terrenos- dijo Sirius
mientras salían de la casa de los gritos.
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Las puertas del Gran Comedor se abrieron. Hermione observó alrededor. Todos bailaban y casi
nadie se había dado cuenta de que había ingresado. Buscó rápidamente a Ron con la mirada. Él
bailaba con ¿una muchacha de Ravenclaw? Pues, eso no le incumbía en ese momento. Corrió hacia
donde estaba Dumbledore. - Profesor- dijo Hermione jadeando después de tanta carera. - ¿Hermione? ¿Cómo te encuentras?- preguntó Dumbledore que estaba hablando con Snape y se
sorprendió al verla. - Bien, o me encontraba. Profesor... vea esto- dijo Hermione entregándole la carta a Dumbledore. Dumbledore tomó la carta con curiosidad. Snape leía sobre el hombro del profesor, interesado por
ver que decía. Luego de acabar de leer, Dumbledore se volteó hacia Hermione. - ¿Quién más está enterado? - Solamente Sirius, quien lo busca en los terrenos.- dijo Hermione. Dumbledore asintió. - Hermione, busca en la sala común y en los dormitorios. Nosotros nos encargaremos del resto de
castillo- dijo Dumbledore. Herm asintió y salió corriendo del comedor. Pero cuando salía, alguien le tocó el hombro. Ella se dio vuelta esperando que sea... - Ah, Ron- dijo desilusionada Hermione. - ¿Qué sucede, Herm? ¿Por qué tan alterada?- dijo él. - Ehhh, pues, no importa- dijo Hermione- sigue bailando con esa chica de Ravenclaw... - Padma, la hermana de Parvati. Yo te dije que iba a ir con ella, el problema es que no me
aprestas atención... ¿Qué sucede? No siempre vienes corriendo y te acercas a Dumbledore y él se
pone pálido. Además, ¿por qué no viniste al baile? - Estuve con Harry en la sala común- susurró Hermione. - ¿Con Potter? Bah, vamos, Herm, en serio, ¿por qué no viniste al baile? Esperaba que pudiéramos
bailar alguna de las canciones... - ¡Ron! Harry me consoló cuando más lo necesitaba y, ahora, yo... - se puso a llorar- mira esto-
dijo mostrándole la carta. Ron observó la carta y la empezó a leer:
Querida Hermione: Me costó muchísimo tomar esta decisión, pero ya está tomada. A pesar de tus
"condiciones" nunca dejarás de ser una gran amiga. No importa nada de tu origen, sino de lo que
eres como persona. Así que por eso no te preocupes, no guardo rencor hacia ti, sino hacia
Voldemort. Con la ayuda de Sirius y Dumbledore, me he decidido a decírtelo. Pero dudo que
mis sentimientos sean correspondidos. Te quiero, Hermione, como nunca he amado a otra chica.
Pero estoy seguro que hay personas mejores que yo, que merecen tu amor. Creo que el adecuado
sería Ron, a pesar de que estemos peleados, lo sigo queriendo como un amigo. Sé que es cobarde
de mi parte decírtelo por carta, pero no me he atrevido a decírtelo en palabras, ya que ellas no
salían. Y si no puedes hablar, la otra opción es escribir. La otra decisión, que fue tomada por mí y por Sean, es muy importante. Nadie más lo sabe, y no
puedo decírtelo ni decírselo a nadie cara a cara... no podría o no me dejarían. Dejaré Hogwarts.
No es por nada que te involucre, no te preocupes. Es para un entrenamiento. Dudo que nos
volvamos a ver, por eso he disfrutado este último día. Dile a Ron de mi parte, que lamento lo
sucedido. Dile a Sirius sobre esto, ya que seguro no podré decírselo en persona. Dumbledore
tampoco lo sabe. No quiero preocupar a nadie, estaré bien. Sean es una excelente persona, de
eso estoy seguro. No llores Hermione, que no quiero ser el causante de esas lagrimas y tampoco
ver tu rostro envuelto en ellas.
Nunca olvides que te quiero, porque yo no te olvidaré,
Harry
P.D: Nunca cambies, así eres perfecta.
A pesar de haber estado peleado tanto tiempo con Harry, Ron observaba sin habla la carta. Estaba
preocupado. No le importaba que su amigo gustará de la misma que él, en realidad sí, pero no en
aquel momento. Miró a Hermione. - ¿De que condiciones hablaba?- preguntó Ron. - Ron, Soy hija de Voldemort.- Dijo ella, con el rostro lleno de lagrimas y abrazó con fuerza a
Ron- por eso Harry me consolaba... por eso no fui al baile... me lo dijeron hoy- Ron no sabía que
decir. - Herm, vamos, busquemos a Harry. No puedo haber desaparecido así como así del castillo- dijo Ron. Caminaron rápidamente hacia la sala común la cual estaba desierta. - Iré a los dormitorios, a ver- dijo Ron mientras subía las escaleras. Al entrar al dormitorio, no se encontró con nadie. Miró la habitación con determinación. Sus ojos
pararon en una carta que había sobre su cama. Se acercó y tomó la carta. La abrió y leyó:
Querido Ron: A pesar de estar peleados, me era importante decírtelo. Tanto tiempo desde que no nos
hablamos... solamente quiero decirte que lamento lo sucedido esa noche, no era mi intención. Sé
que capaz no me creerás, que seguirás pensando que lo hice a propósito. Pero no importa, ahora me
siento más tranquilo. Partiré de Hogwarts, seguramente no volveré. Es un viaje de ida pero no hay vuelta
atrás. Me iré con Sean, no lo conoces, ni vos ni nadie más que yo, pero es una excelente persona
y no dudo de él. Este es mi destino, tengo que afrontarlo. No quiero ver sufrir a nadie más...
cuida a Hermione de mi parte, no soportará la carga. Ayúdala en lo que puedas, no dudo que lo
harás.
Un abrazo, sé que lo sabes pero me será bueno recordarlo: eres mi mejor amigo, eso nunca lo dudé
y ojalá que no lo dudes,
Harry
Ron se dejó caer en su cama. ¿Por qué había sido tan tonto? ¿Por qué? ¿Por qué se había puesto
celoso de Harry? ¿Por qué? ¿Quién era Sean? ¿Por qué Harry se había ido de Hogwarts? Bajó a la sala común. Allí estaba Hermione, sentada en uno de los sillones con una mirada perdida.
Ron se acercó a ella y le dio la carta que acababa de leer. Ella tenía los ojos brillantes,
contenían lagrimas.
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Dumbledore dijo la contraseña a la gárgola. Estaba sumamente preocupado por Harry. Entró en su
despacho. Quería ver el mapa del merodeador, esperaba que Harry continuará en los terrenos del
castillo. Dumbledore tenía el mapa porque, cuando había querido devolvérselo a Harry, él lo
rechazó. Todavía no sabía por qué. Observó su escritorio, algo llamó su atención, al que él no recordaba haber puesto. Se acercó.
Era una carta, una carta de Harry. Se apresuro a abrirla.
Estimado Profesor Dumbledore: Creo que cuando lea esta carta, yo ya no estaré en los terrenos del
castillo. Pero me era necesario comunicarlo, no quiero preocupar a nadie pero era la única
manera. He decidido dejar el castillo, no solamente por el bien de todos, sino
que para empezar mi entrenamiento para enfrentarme, una vez por todas, a Lord Voldemort. Creo que a usted puedo decírselo. Sean es una persona por la cual me he
estado comunicando por cartas. Me ha comunicado muchas cosas que yo ignoraba sobre mi pasado.
Lo que esperaba que me lo dijera usted, más adelante, él me lo comunicó a principios de octubre.
Ya sé que yo soy el Heredero de Godric Gryffindor, que poseo grandes poderes y es por eso que me
busca Voldemort. Muchas cosas interesantes me a comunicado Sean. Por eso confío en él. Durante
todo el tiempo que estuvimos comunicados, nos hemos conocido muy bien. Él es quien me ayudará a
desarrollar mis poderes. Pero necesito estar solo, sin compañía de nadie más que Sean. Sé que
usted me entenderá. Cuando llegue el momento capaz sea conveniente un poco de ayuda de su parte.
Mi entrenamiento será en el Valle Godric. Pero no servirá de nada que vayan, no nos encontrarán.
Gracias por todo, Profesor
Saludos cordiales,
Harry Potter
Ahora entendía todo. Harry había estado muy callado en esas últimas semanas. Esa era la razón.
Pero, ¿quién era Sean? ¿Por qué Sean sabía de las "condiciones" especiales de Harry? Ya no
dudaba que Harry no siguiera en el castillo. Volvió a salir de su despacho. Iría en busca de Hermione Granger o de Sirius, las últimas
personas que vieron a Harry.
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La lluvia caía sobre él. Ya estaba todo mojado. Pero tenía la cabeza gacha y las gotas de agua
de la lluvia se confundían con sus lagrimas. Apretaba los puños con fuerza. No hubiera querido
irse, pero su destino lo jalaba. No era bueno elegir lo cómodo y lo cómodo hubiera sido que se
quedará en Hogwarts, negando su destino y poniendo a todos en peligro. Pero se había alejado de
sus seres queridos. No había tenido el valor de avisarle de su partida a Sirius. A Dumbledore,
a Hermione y a Ron les había dejado una carta a cada uno. Se sentía cobarde. Como huyendo de
algo. Pero no huía de su destino, porque se estaba preparando para afrontando, pero ¿de qué huía?
Del miedo. Del miedo a perder a sus seres queridos, de miedo a perder lo único que le quedaba. Ya no llevaba la usual túnica negra de Hogwarts sino una capa roja con bordes dorados. Tenía una
marca en el brazo izquierdo, una marca de un fénix. Su cicatriz estaba de un color oscuro. Sus
ojos brillaban como nunca antes. Un hombre con capa verde y bordes plateados, se acercó a él. Los ojos del hombre eran rojos pero
su mirada no era de enfado ni nada que ver con eso. - Vamos, Harry, anímate, era necesario- le dijo el hombre. - Lo sé- dijo Harry secándose las lagrimas. Luego, elevó la mirada para encontrarse con la del
hombre- Todavía no entiendo, Sean. ¿Cómo vos siendo el hermano de Voldemort me has contado "mi
pasado" y brindado tu apoyo? - Yo nunca fui conocido como hermano de Voldemort. Somos gemelos, como te habrás dado cuenta-
Harry rió. Cuando se había encontrado con Sean se había pegado un susto de muerte pensando que
era Voldemort- pero yo era invisible para los ojos de los doctores y enfermeras cuando nací. - ¿Entonces, cómo es que estás vivo? - Pues, solamente una enfermera se percató de mi presencia. Pero no sabía que era hermano de Tom
Riddle. Fui a un orfanato. Yo concurrí a Durmsthang. No sé como, pero un día me levanté sabiendo
mi pasado, mi presente y mi futuro, fue el mismo día en el que tus padres murieron- dijo Sean
tristemente- Me enteré que era hermano de Lord Voldemort y que yo tendría que entrenar a Harry
Potter, el heredero de Gryffindor, para que él venciera a mi hermano. Fue raro al principio. No
me adapté bien a eso. Me especifiqué todo este tiempo en viejas artes. Este año tome contacto
contigo sabiendo que mi hermano había retornado. Nuestros destinos están juntos, pero no sé por
qué. - ¿Por qué tengo esta marca en mi brazo? Desde que tenemos contacto que la tengo... - Pues, yo tengo una igual- dijo Sean- estamos conectados por estas marcas. - ¿Por qué estas túnicas?- preguntó Harry. - Pues, la tuya representa a Gryffindor y la mía a Slytherin. Pero no me preguntes porque de
repente las teníamos puestas. Será mejor que nos refugiemos de la lluvia. Demasiado por hoy.
PARTE 2
- Vamos, Hermione, cualquier cosa que hayas notado en el comportamiento de Harry puede ayudarnos-
le insistió Dumbledore a la muchacha que sollozaba enfrente de él. Estaban en el despacho de Dumbledore. Sirius, Ron, Hermione y el director eran los que se
encontraban reunidos allí. - Harry nunca mencionó a Sean... estoy segura- dijo Hermione entre lagrimas. - Pero dice que lo conocía por cartas ¿verdad?- preguntó Ron dubitativo. - Si- asintió Albus. - ¡Debe tener guardadas en alguna parte las cartas!- dijo Ron- si me lo permite, profesor,
buscaré en el baúl de Harry a ver si encuentro algo... - el profesor le dio permiso y Ron salió
rápidamente hacia los dormitorios. Si se cruzo con alguien por los pasillos, no le presto importancia. Corría lo más rápido que
podía. Ya era de noche, muy tarde. Por eso, seguramente, no se encontró con nadie. Al llegar a
la sala común, subió a los dormitorios y se acercó al baúl de Harry. Estaban las cosas comunes
de un alumno de Hogwarts, pero hubo algo que llamó la atención de Ron, una carpeta de color rojo.
Esa carpeta contenía cartas. Ron tomó la primera...
Señor Harry Potter: Por supuesto que no me conoces, pero yo sé de usted. Te conozco por
raíces mías. Seguramente lleguemos a conocernos mejor. Me llamó Sean, Sean Riddle. Creo que esto
lo aterroriza ¿no? Pero no te preocupes, pronto lo sabrás... Yo tengo un parentesco cercano con
Tom Marvolo Riddle pero no me parezco en nada a él. Él no sabe de mi existencia y yo no sabía de
la suya hasta hace dieciséis años. Mi deber es protegerte y ayudarte en lo que pueda... pronto
sabrás por qué. Ah, casi me olvidaba, Feliz Cumpleaños. Supongo que ya tienes
diecisiete, ¿verdad? A esta edad deberías saber de tu pasado, ¿no? Supongo que sí. Pues, si
lo sabes, entenderás mi existencia muy pronto y sino me encargaré que lo sepas. Acepto que preguntes, estoy seguro que no confías en mi, todavía... pero verás que yo soy alguien
en quien puedes confiar.
Saludos,
Sean Riddle
PD: Creo que te gustará mi regalo... según me he enterado, te encanta el Quidditch, ¿verdad?
Ron se quedó con la boca abierta... Sean Riddle... ¿De dónde le sonaba Riddle? Se apresuró a
ojear la carpeta... rápidamente se levantó y se dirigió al despacho de Dumbledore. - ¿Has encontrado algo?- preguntó el profesor interesado cuando llegó al despacho. - Si, miré esto- dijo mostrándole la carta a Dumbledore. Él leyó la carta y se quedó con los
ojos bien abiertos. - Me suena mucho el apellido Riddle... - dijo Ron observando al profesor. - Tom Marvolo Riddle es Lord Voldemort- le recordó Dumbledore. Ron se puso pálido. - ¿Qué?- preguntaron alterados Hermione y Ron. - ¿Pero no era que Voldemort no tenía parientes? Me refiero a que no tenía hermanos y sus padres
están muertos. ¿Tenía tíos o primos? ¿Abuelos?- preguntó Sirius con desesperación. - No, no tenía ni tíos ni primos, no le quedan abuelos- dijo con seguridad Dumbledore- De eso
estoy seguro. - ¿Entonces, por qué ese tal Sean tiene de apellido Riddle?- preguntó Ron esperando que
Dumbledore supiera la respuesta. - No lo sé, Ron. Pero cálmate. No creo que Harry se hubiera ido con cualquiera sin saber quien
es.
Hermione y Ron salieron del despacho y se dirigieron a la sala común. No había nadie. El baile
ya había terminado y parecía que todos, muy cansados, se habían ido a dormir. - Vamos al Valle Godric- dijo con seguridad Ron. - Pero Dumbledore ya revisó el valle... - No importa, iremos- dijo Ron con tanta seguridad que convenció a Hermione. - ¿Cómo? - Los polvos Flu nunca fallan- dijo Ron con una sonrisa. - ¿Cómo sabes que funcionan en Hogwarts? - Mm, no lo sé en realidad pero mi intuición nunca falla- exclamó Ron y Herm le sonrió. - ¿Crees qué Harry se halla llevado la capa de invisibilidad? - No, cuando revise el baúl, estaba allí- dijo pensativo Ron. - ¡Qué raro!- exclamó Hermione- ¿Conoces alguna chimenea en el Valle Godric? - Si, hay como un Caldero Chorreante- dijo Ron- pero este se llama "Cruz de León" - ¡Qué nombre más raro! - Si, pero todo tiene que ver con Gryffindor así que, León es por él pero no me preguntes por
que cruz. - Entonces, vamos ahora mismo al valle... - dijo Hermione con seguridad. - No, vamos mañana. Estoy muy cansado- protestó Ron. Hermione suspiró.
Al día siguiente, Herm y Ron se levantaron (¿habían dormido? Dudo que Hermione lo haya hecho...)
más temprano que nadie. Iban a ir a la mañana, buscarían y harían todo lo posible por
encontrarlo. No era una mañana muy alegre. Seguía lloviendo aunque no con tanta fuerza como el día anterior.
El cielo estaba completamente nublado, parecía ser la noche en vez de la mañana. Arrojaron los polvos Flu de Ron a la chimenea de la sala común de Gryffindor no sin antes,
llevar bajo el brazo la capa de invisibilidad.
Aparecieron en "Cruz de León". Un edificio en el centro del valle Godric. Sabían que ese era un
pueblo poblado de magos y brujas únicamente. Era bastante parecido al Caldero Chorreante. Tenía
las misma funciones que este salvo que detrás de él no había ningún callejón. Pudieron observar que esa sería la parte "restaurant" del edificio. Había dos docenas de magos
hablando y comiendo a su alrededor. No les dieron importancia y salieron del lugar. Se pusieron
la capa de invisibilidad. No era común que la mañana después de Halloween, dos alumnos de
Hogwarts(que quedaba bastante lejos del lugar)aparecieran por Polvos Flu en aquel lugar.
Pensarían que se habían escapado o algo por el estilo(sabios ja ja) Luego de caminar madia hora entre hogares, pudieron ver que cerca de las montañas que había en
el oeste, se asomaba un umbrío bosque. Supusieron que ese sería el mejor lugar para entrenar.
Con el cielo lleno de nubes negras, le daba un toque de "alegre y protegido" al bosque. - Te juro que si no llega a estar ahí, lo voy a matar- susurró Ron a Hermione refiriéndose a
Harry, bajo la capa de invisibilidad- Pescaré un resfriado. No me quejo más pero me las pagará
caro. - Harry no tiene la culpa de que nosotros viniéramos a buscarle ¿no te parece? Nosotros
decidimos venir y tampoco de que llueva... - dijo Hermione. - Él sabía y sabe que nos preocupamos por él, obvio que íbamos a venir- le contradijo Ron
mientras caminaban. Ya estaban bastante cerca y comenzaban a sentir movimiento dentro del
bosque...
Una vez en el corazón de aquel bosque, Hermione y Ronald empezaron a buscar algún movimiento
"sobrenatural" dentro del común en un bosque. Caminaban entre los árboles. La lluvia ya había parado aunque el cielo continuaba cubierto por
aquellas nubes oscuras. - ¿No sentiste un ruido de voces?- preguntó Hermione tomando el brazo de Ron para detenerlo y
girándose observando el contorno. Ron dejó de moverse al igual que Hermione. Se concentraron en sentir ruido de voces... si, se
escuchaban. Se acercaban lentamente hacia ellos. - Pongámonos la capa invisible- sugirió con rapidez Hermione en un susurro. Ron asintió
lentamente. La capa los cubrió pero igual decidieron ocultarse detrás de un arbusto, por si
"ellos" chocaban con Hermione y Ron. Los pasos se escuchaban cada vez más cerca. Podían verse las siluetas de dos personas. Solo una
de ellas hablaba mientras la otra miraba el lugar por donde caminaban. - Dicen que hay maldiciones rondando este bosque- dijo una de las dos personas- son todas
mentiras, pero por eso, nadie del pueblo se acerca a este lugar. Creen que está lleno de
licántropos y cosas por el estilo. Nunca oí nada que sea menos real aunque hay bestias mágicas
muy peligrosas. - Parece que conoces bien este lugar y el pueblo- Ron y Hermione reconocieron la voz de Harry-
¿Viviste alguna vez aquí? - No, en realidad no. Pero este último tiempo me la he pasado investigando cosas del lugar- dijo
el acompañante de Harry. "Segurísimo que es Sean Rilddle" Pensó Ron. - ¿Con qué propósito?- preguntó Harry. - Averiguaba lugares donde podríamos entrenar en paz, no hay muchos pero este era el mejor- dijo
Sean. Estaban bastante cerca del escondite de Herm y Ron. Luego de la explicación, gobernó el silencio. Sean estaba concentrado en unos ruidos provenientes
del norte del bosque mientras Harry observaba su alrededor con determinación. Había algo que lo
incomodaba, como si sintiera la presencia de Hermione y Ron. Sean dejó de caminar y tomó el brazo de Harry, deteniéndolo. Sean miraba fijo un lugar entre los
árboles. - Hay algo en el bosque, que no pertenece a este- susurró Sean a Harry- tengamos cuidado. - ¿Qué es?- preguntó Harry en un murmullo. - No es ningún ser humano- dijo Rilddle, el cual ya había soltado el brazo de Harry. - ¿Un animal del lado oscuro?- preguntó Harry. - Podría ser, pero no estoy seguro- dijo Sean- mejor alejémonos de aquí, por si acaso... - Sean y
Harry habían estado todo este tiempo a espaldas de Ron y Hermione. Sean volvió a emprender su rumbo pero Harry se había quedado mirando entre los arbustos. - ¿Es mi imaginación o sentí un movimiento entre ellos? Como si alguien estuviera caminando por
allí o... pero estoy seguro que las hojas caídas de los árboles hicieron un sonido como de
pisadas... ¿Acaso sería el viento?- pensó Harry observando todo con determinación. - ¡Harry!- gritó Sean que estaba algo más adelantado, sacándolo de sus pensamientos- ¿Sucede
algo? - Nada- contestó Harry dándose vuelta y yendo hacia Sean- solo me pareció ver algo, nada más... - ¿Algo?- preguntó Sean extrañado y curioso. - Nada, solo sentí como si alguien estuviera cerca... pero fue mi imaginación- esto último lo
agregó al ver la cara de Sean. ¿Había sido su imaginación? - ¿Seguro?- preguntó Sean. - Sí...
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- Por poco nos ve- suspiró Ron apoyándose en un árbol. - ¿Por qué no nos tenía que ver?- preguntó Hermione enfadada a Ron. - Yo, aunque sea, no tengo ganas de conocer a Sean Rilddle. Además, ¿cómo vas a convencerlo de
que vuelva a Hogwarts si está en un entrenamiento? - Yo no pienso volver a Hogwarts- dijo Hermione con seguridad. - Terminarás volviendo... y baja la voz que todavía no están muy lejos- murmuró Ron. - Todavía no entiendo como fuiste tan tonto de moverte justo cuando Harry miró los arbustos- se
quejó Hermione. - Un error lo comete cualquiera... pero, no sé. Me daba la impresión que Harry puede ver a través
de las capas invisibles- aseguró Ronald mirando a Hermione a los ojos. - Eso es absurdo, nos hubiera visto- dijo Hermione pensando que Ron había perdido la cordura. - Pero nunca nos miró directo... ¿entiendes?- preguntó Ron. Hermione lo miró y suspiró. - Está bien pero yo no me voy de aquí hasta hablar con Harry y hacerlo entrar en razón- se negó
Hermione. Esta vez fue Ron quien suspiró con resignación. - Bue, me has convencido. ¿Nos separamos para buscarlo?- dijo Ron. - Si, haremos más rápido así. Si nos encontramos con Harry o estamos en peligro podríamos lanzar
unas chispas de color rojo, ¿te parece?- dijo Hermione. Ron asintió- pues, empecemos
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Hermione caminaba por el bosque tratando de escuchar pasos o voces a su alrededor. Tenía la
varita a mano por sí acaso. Ahora que no estaba en compañía de Ron, se sentía insegura.
¿Necesitaba a Ron para sentirse segura? No, ¿pero entonces? Estaba realmente confundida, no se
sentía ella misma. La noticia de ser hija de Voldemort le había afectado muchísimo y había
contado con el cariño y la seguridad de Harry, quien la había animado la noche de Halloween. Él
le había ayudado a superar, por el momento, aquella horripilante noticia. Ahora, quería contar
con la seguridad de Ron... No se decidía ni entendía. - ¿A quién quieres, Hermione?- se preguntó a sí misma- Ayer querías a Harry y hoy quieres a Ron,
¿Quién te puede entender? Los harás sufrir si no te decides... - se regañó a sí misma. Recordó
la carta de Harry, los sentimientos de él hacia ella. Se sonrojó. Pero también sabía que Ron
sentía un gran afecto hacia ella y no era amistad... - decídete, Hermione. ¿Ronald Weasley o
Harry Potter? Tan concentrada en sus pensamientos, que no había escuchado los pasos que se acercaban hacia
ella. Al volver a observar el bosque, Hermione los sintió. Tembló... ¿de miedo o de frío? Ambas
cosas, seguramente. Se quedó paralizada, no podía voltearse. No quería voltearse. ¿Y si al
voltearse se encontraba con algo horrible...? ¿Y si era su imaginación? ¿Y si era Ron, haciéndole
una broma? ¿Y sí...? Había muchísimas posibilidades y esperaba que fuera Ron, solamente Ron con
su sonrisa burlona. Dejó de sentir los pasos. Pero algo o alguien estaba detrás de ella. Respiró hondo y se dio
vuelta velozmente. Observó esos ojos verdes, aquella mirada que la enloquecía... - Harry... -susurró. Las palabras no le salían y observaba a Harry quien la miraba fijamente-
Yo... - pero él puso un dedo en sus labios, indicándole que se callara. - Herm, no necesito explicaciones ni las quiero- le dijo él y pudo ver una débil sonrisa en sus labios-
pero debo advertirte que no es bueno no estar atento a los movimientos de un bosque, ¿sabes?-
Herm le dedicó una sonrisa nerviosa- ¿Dónde está Ron? - ¿Cómo sabes qué él está en el bosque?- preguntó Hermione atónita. - ¿Crees qué no los vi cuándo estaban ocultos detrás de los arbustos?- dijo Harry con una
sonrisa- Mejor llámalo, este bosque no es muy seguro... cualquier cosa le puede atacar-
Hermione asintió intranquila y realizó con la varita unas chispas rojas.
Unos minutos después, Ron apareció corriendo, jadeando, con el corazón en la garganta. Se
encontró con una Hermione sentada en el pie de un árbol, concentrada en sus pensamientos, y un
Harry apoyado en un árbol cercano. Ron miró primero a Hermione, quien ahora le sonreía, y luego
a Harry quien miraba para otro lado, como buscando algo o alguien... - ¿Cómo nos pudiste ver si estábamos escondidos detrás de los arbustos y con la capa invisible?-
Preguntó Hermione a Harry para romper el silencio. - Los arbustos no sirven de escondite... y la capa invisible tampoco sirve conmigo- dijo Harry
sin mirarlos y atento a cualquier sonido. - ¿La persona que te acompañaba era Sean Riddle?- preguntó lentamente Ron. Harry asintió. - ¿Qué es de Voldemort?- preguntó Hermione. Harry posó sus ojos en los de Hermione, ella se
sonrojó. Ron, al notarlo, pareció enfadarse. - Tu tío- dijo Harry volviendo a mirar el bosque. Hermione se quedó con la boca ligeramente
abierta mientras que Ron se le quedó viendo a Harry. - ¿Estás de amigo con el hermano de Voldemort?- preguntó Ron alterado- ¿Estás loco? - No sé que tiene de malo... -murmuró Harry. - ¿Qué no sabes lo que tiene de malo? ¡Abre los ojos, por favor, Harry! ¡El hermano de tu peor
enemigo! ¿Crees que es digno de confianza? ¡Seguramente está del bando del Innombrable!- gritó
Ron enfadado. Harry frunció el entrecejo y se volteo hacia Ron, acercándose hacia él. - ¡No sabes lo que dices!- le respondió Harry tratando de no enfadarse. - ¡Y tú no te das cuenta de todos los que te engañaron, todos los que tenían tu confianza y la
utilizaron en tu contra! ¿Qué sabes si Sean no te entregará a Voldemort?- volvió a gritar Ron. Hermione no sabía que hacer. La última vez que habían debatido de esa manera era cuando se
pelearon, dos o tres semanas antes. Esa discusión no los había llevado a nada bueno y ella no
quería que volviera a suceder. Sin embargo, no sabía que hacer, y tenía miedo a intervenir y
dañar los sentimientos de alguno de los dos. - ¡Cállate, no sabes de lo que hablas! ¡Qué sea hermano de Voldemort no quiere decir qué esté
de su lado! - ¡Dame pruebas de qué él es digno de confianza!- Le dijo Ron furioso. Harry se tranquilizó un
poco pero siguió observando a Ron con la misma mirada, sin darle respuesta- ¡Él es su Hermano,
Hermano del Innombrable! - Que sea su hermano no tiene nada que ver- le respondió Harry cruzándose de brazos. - ¿Cómo qué no tiene nada que ver? ¡Es parte de la familia de él! - Entonces, tampoco podría confiar en Hermione- soltó Harry. No quería decirlo pero Ron lo
había obligado- con el mismo derecho podría no fiarme de Hermione, que es la hija de Voldemort. - ¡Pero Hermione es nuestra amiga desde ya siete años! - ¿Y? Ella podría ponerse del lado de su padre y utilizar la confianza que le doy, por ser
amigos desde ya siete años- le contradijo Harry- Conozco muy bien a Sean. No te preocupes, Ron,
él no me hará nada malo- Ron bajó la mirada y miró de reojo a Hermione. Hermione miraba a Harry con los ojos brillantes. Sabía que la confianza que Harry le daba le
pesaba. Ella también bajó la mirada. Por suerte esa pelea había terminado allí pero igualmente, Hermione había temido quedarse sin
alguno de los dos. Pero ella no pensaba en eso sino, en lo que había estado pensando antes de
encontrase con Harry en el bosque. Los ojos de Harry la enloquecían y cada vez que él posaba sus ojos profundos en los de ella,
a parte de sentir como si él le leyera el pensamiento, sentía una sacudida en el estómago. Su
cabello rebelde, el cual nunca se había dejado peinar, le daba un toque juvenil. Los siete años
que llevaba de amiga con Harry le habían enseñado que su sonrisa expresaba muchas cosas y a
veces, nadie podía entender su significado. Pero le daba la sensación de que solo ella podía
saber que indicaban esas sonrisas, eso la hacía sentir especial. Ron, en cambio, tenía otros talentos. Capaz discutían más por pavadas, capaz reían más por sus
idioteces... sus ojos celestes solían derretirla como el hielo en el verano y su cabello rojizo
se confundía a veces con el rubor de sus mejillas al mirarla. Las pecas del muchacho se habían
hecho notar los últimos años pero le daba un toque de inocencia que podía hasta someter a
McGonagall (por supuesto, con una buena excusa). ¿Quién? ¿Cuál de los dos? Ambos tenían sus ventajas y sus desventajas... ¿qué haría? De repente, se sintió fría... un escalofrío la recorrió de pies a cabeza. Unos ojos rojos,
llenos de maldad, la miraban. Una voz aguda resonaba en sus oídos. No quería escucharla, no
debía escucharla. Quería someterla a sus ordenes, no cedería, NO. Hermione sintió como si ya
no fue ella misma y cuando iba a obedecer a la voz, sintió un ruido fuerte muy cerca de ella
Vio un rayo amarillento delante de ella. Advirtió como si algo chocara contra el piso. El
gruñido de un animal y alguien que la sacudía, la hizo volver a la realidad.
PARTE 3
Al abrir los ojos, volvió a ver esos ojos rojos. Pero no eran los mismos que antes, estos tenían
bondad. Pero ella al penas verlos, gritó con fuerza. Estaba asustadísima. Temblaba y estaba
segura que no era de frío. No reconocía donde se encontraba. Volvió a observar los ojos rojos y se dio cuenta que no era Voldemort, como ella creía, sino
Sean. Él la observaba con preocupación. Miró devuelta su alrededor y notó que al lado de Sean, estaba Ron. Estaban en una cueva, en el
corazón del bosque, y ya parecía ser de noche. - ¿Estás bien?- preguntó Sean tocándole la frente para ver si tenía fiebre. - ¿Qué pasó? Me duele muchísimo la cabeza- dijo Hermione tratando de recordar algo. - Menos mal que es solo la cabeza, podría ser peor- suspiró Sean poniéndose de pie (ya que ellos
estaban inclinados. Hermione estaba acostada en el suelo de la cueva) - ¿No recuerdas nada?- preguntó Ron mirándola con terror. - Pues, algo pero casi nada- dijo Hermione mirando a Ron. No quería desviar su mirada pero
quería observar el alrededor. Se dio cuenta que alguien faltaba. Al pensarlo, se dio cuenta de
quien faltaba. - ¿Y Harry?- preguntó tratando de ponerse de pie pero Sean le puso una mano en el hombro para
detenerla. - Él está bien, solo que salió a pasear por el bosque... - le informó Sean sonriéndole. - ¿Qué pasó? - Cuando terminamos de discutir con Harry, él observaba tenso el alrededor y tú tenías una
mirada perdida... estabas pálida. Me preocupe mucho. Pero cuando me acerque a ti, Harry me
gritó que me agachara. Lo hice apenas lo escuché y sentí como si algo pasara por arriba mío,
raspándome la cabeza. Harry se acercó corriendo a ti. Yo me levanté e hice lo mismo. Te habías
desmayado pero tu brazo izquierdo sangraba. Harry me dijo que me quedara contigo. Él se acercó
a ese "algo" que me había raspado y me di cuenta que era un Radopole. Al instante apareció Sean
y luego de un tiempo de estar lanzando maleficios, el Radopole desapareció. Luego de eso, me
desmaye- explicó Ron mirando a Hermione. - ¿Un Radopole?- preguntó alterada Hermione- ¡Son como leopardos pero sus colmillos son
venenosos, sus garras son sumamente filosas y su aliento es mortal! ¿Cómo es que seguimos con
vida? - ¡No me lo preguntes! Pero a ti no te había mordido el Radopole. Sangrabas pero era como si
te hubieras cortado con vidrio o algo parecido- exclamó Ron. Entonces, apareció Harry quien observó un momento a Hermione pero desvió la mirada. Sean, que
estaba en un lugar apartado de la cueva, se acercó a Harry. - ¿Seguro que no quieres que mire la herida del brazo?- le preguntó a Harry excesivamente
preocupado. - No es nada- le contestó Harry negándose. - Pero es una herida de Radopole. Sabes que son bestias mortales... ¿y si esa herida tiene
veneno o...?- se quejó Sean tratando de convencerlo. - No- Hermione escuchaba la conversación atenta. - ¿Te mordió el Radopole?- preguntó Hermione a Harry afligida. - Si pero no es nada... - Sean tiene razón, Harry, deja que te revise la herida. ¿Y si tiene un veneno qué actúa
después de unas horas?- dijo Ron apoyando a Sean. Hermione se dio cuenta que estaba confiando
en Sean, había dejado la discusión atrás. - No, además es solo un raspón... rozó mi brazo. Además, las garras no son venenosas, ¿no?- dijo
Harry seguro. Se dejó caer en uno de los extremos de la cueva, con cansancio. Se llevó una mano
a la boca, para reprimir un bostezo. - Bueno, será mejor que descansemos- dijo Sean todavía mirando a Harry de reojo.
~~~~~~~~~~~~~~~
El sol se asomaba por las montañas que se veían a lo lejos. Era un hermoso amanecer, desprendía
colores preciosos. Abrió los ojos con pesadez. Se incorporó lentamente. Sonrió al ver que Ron dormía como un
tronco a su lado. Miró la cueva y se dio cuenta de que faltaban dos personas: Harry y Sean.
Se levantó con cuidado, para no despertar a Ronald, estiró los brazos y se dirigió a la salida
de la cueva. Vio a Sean, observando el amanecer con una sonrisa. Se dirigió a él. - Buenos días... - dijo Hermione. Sean se volteó y le sonrió. - ¿Qué tal has dormido? Creo que no estarás acostumbrada a dormir como lo hicimos- rió Sean. - Bien, gracias- sonrió Herm mirando el horizonte, aunque los árboles le dificultaran la vista. - Es hermoso, ¿verdad?- preguntó Sean. Hermione asintió. - ¿Dónde está Harry? No se halla en la cueva... - preguntó Herm desviando su mirada del
amanecer. - Seguramente caminando- suspiró Sean- me preocupa el "raspón". Pero para mi no es ningún
raspón. Yo vi como lo atacaba y creo que las garras deben tener algún veneno- dijo Sean con
preocupación. - ¿Y por qué no quiere que la revises? - No lo sé, pero me preocupa... - contestó Sean- Será mejor que levantes a tu amigo Ron,
¿verdad? Mientras, yo buscaré a Harry... Hermione asintió y volvió a entrar en la cueva. Se inclinó donde estaba Ron y le susurro en el
oído: - Vamos, Dormilón, levántate- pero Ron ni se movió. Hermione sonrió mientras lo sacudía.
Entonces, Ron abrió los ojos soñolientos. - ¿Qué pasa, Herm?- preguntó mientras bostezaba y se frotaba los ojos. - Que es hora de levantarse, Ronny- le dijo Hermione mientras se levantaba del suelo. - Okas- dijo Ron, también levantándose pero más lentamente que Hermione. Salieron de la cueva y vieron a Sean, cruzado de brazos, con el entrecejo fruncido, mirando a
alguien fijamente. Siguieron la mirada de Sean y vieron a Harry, quien no quitaba la vista del
amanecer. - Buenos días- dijo Ron, con voz nerviosa, para romper el silencio. Harry y Sean le devolvieron
el saludo. - ¿Por qué no van los tres a buscar leña mientras yo busco algo que desayunar?- sugirió Sean
mirándolos. Los tres asintieron y se voltearon hacia el bosque.
- Este bosque parece "espeluznante"- comentó Ron mientras caminaban y recogían ramas de los
árboles. - ¿Y qué te dice qué no lo sea?- le dijo Harry con una sonrisa maligna. Rió de la cara que puso
Ronald. - ¿Sabes? Dumbledore está muy preocupado... deberías haber dicho algo- le dijo Hermione luego
de pensarlo muchas veces. - Era lo mejor- susurró Harry. - ¿Pero no crees qué estar aquí es peligroso? A pesar de estar con Sean... - dijo Ronald
poniéndose del lado de Hermione. - Es lo mejor, Ron- dijo Harry desviando la mirada. - Pero, Harry... - Nada de pero, Herm. Ustedes deben volver a Hogwarts - ¿Y Dumbledore, Harry? - Por ahora no digan nada, luego se verá. - Aunque sea manda cartas, porque nos preocupas, Harry- dijo Hermione acercándose a él. - Gracias por hacerlo, Herm- le sonrió Harry. Ella le devolvió la sonrisa. Volvió a sentir la
sacudida en su estómago. - Pues, volvamos a la cueva, ya tenemos bastante leña y tendríamos que volver al castillo
antes que noten nuestra ausencia y ingeniarnos para inventar alguna excusa, si lo han hecho-
dijo Ron mientras sonreía.
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- Perfecto- dijo Sean esa tarde- todo está listo, ¿verdad? - Así es- dijo Ron. - Pero... ¿cómo llegaremos a Hogwarts? No quiero volver a viajar en polvos Flu... - se quejó
Hermione. - Y no lo harás, Herm- dijo Harry- Sean los trasladará a ustedes a la sala común de Gryffindor. - ¿Cómo?- preguntaron a la vez Hermione y Ronald. Pero Harry y Sean solo sonrieron. - Bue, los dejo para que se despidan- les dijo Sean- Avísenme cuando hayan terminado- y se alejó
del grupo. - Te cuidarás, ¿verdad?- le dijo Ron a Harry mientras lo abrazaba. - No, me tiraré al río para ahogarme... -rió Harry. - Bah, no digas pavadas- dijo Hermione mientras le sonreía y le abrazaba. Ron decidió dejarlos
un rato solos, así que se alejó silenciosamente de ellos. - Lo superarás, Herm- le susurró Harry en el oído mientras continuaban abrazados. - No sé como lo haré, Harry- contestó ella temblando. - Estoy seguro que Ron te ayudará- dijo Harry mientras se separaba de ella y le sonreía. - Pero... Ron no me puede ayudar, no me puede comprender, Harry- dijo Herm desviando la mirada. - Si que puede- le aseguró Harry- Si yo puede, él también. - Pero tú eres diferente- Hermione dejó soltar unas lagrimas- Puedes entenderme porque ya
pasaste por algo parecido. Pero Ron solamente puede mirarme apiadándose de mí... ¡Yo odio esa
mirada!- chilló Herm. Harry la abrazó devuelta pero no dijo nada por unos minutos. - Herm... no te pongas así... - ¿Cómo quieres qué me ponga?- le contestó Hermione bruscamente- ¡Soy Hija de Lord Voldemort,
Harry! ¡El asesino de tus padres, tu peor enemigo! ¡Y se supone que yo soy tu mejor amiga!-
sollozó Hermione. - ¿Y a mí que me importa que seas la hija de Voldemort, Hermione? Eres mi amiga desde ya siete
años, ¡Está bien! Voldemort es mi peor enemigo pero no tú, ¡No dejes que por eso nuestra amistad
acabe aquí, Herm!- Hermione le miró atónita y luego susurro: - No puedo, Harry, no puedo soportarlo... - SI que puedes y lo sabes bien. Vamos, Hermione, olvídate de tus raíces, ¿te acuerdas de esta
frase? "Lo que importa es lo que es uno por sí mismo, no importa lo que uno es por nacimiento"
Esta frase se aplica en ti, Herm- le dijo Harry suavemente- Medítala y encuentra la solución a
tu llanto, Hermione.
Sean apareció y ambos terminaron la conversación allí. Ron salió detrás de Sean. - Hora de que se vayan, muchachos...
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Hermione abrió los ojos. Estaba en su habitación. Se incorporó y notó que estaba en camisón. Se
puso la túnica negra de Hogwarts y bajó a la sala común. ¿Habría sido todo un sueño? Por
supuesto que no... Se acercó al grupo de chicos de séptimo curso. Parvati, Lavander, Dean, Seamus, Neville y
Ronald. No fue un sueño, falta Harrypensó Hermione. - ¡Qué sueño te has tomado! ¿Eh, Herm?- dijo Parvati con una sonrisa alegre. - ¿Por qué no fuiste al baile?- preguntó Neville a Hermione cuando ella se sentaba al lado de
Parvati. A veces, le encantaban esas charlas del grupo(las hacían cada fin de semana a la noche)
pero a veces las odiaba por los temas que salían a luz. - Me sentía un poco mal, así que creí que sería mejor no ir- dijo Hermione. En parte era verdad. - Ah... ¿Y Harry? Es el único que falta- dijo Lavander. - Creo que le saltó la fiebre y tuvo que ir a la enfermería- dijo Parvati pensativa- ¡Deberías
haber visto la cara de Chang cuando se enteró! Ja Ja Ja- rieron burlonas Parvati y Lavender. - ¿Qué pasó?- preguntó Ronald interesado. - Harry iba con Cho Chang al baile, ¿no estabas enterado, Ron?- dijo Dean Thomas. - Y la pobre se había hecho la ilusión. Sabes que Chang está colada por Harry Potter- rió Parvati. - Pero Plahn pareció saltar de la alegría al enterarse de que Harry había caído enfermo y no
podía bailar con Cho- dijo Seamus con una sonrisa pícara. - ¿Phahn?- preguntaron Hermione y Ron al mismo tiempo con curiosidad. - Sí, Cristina Phahn, una chica de tercer curso de Gryffindor. Es la que encabeza el club de
fans de Harry Potter en Hogwarts- dijo Parvati- Se hacen llamar CFHP ¿No sabías, Herm? - ¡Pero si yo nunca vi un club de fans detrás de Harry!- chilló Hermione sorprendida. - ¿NUNCA? ¿Estás ciega, Hermione, o es que en vez de ojos tienes escarabajos?- dijo Dean casi
gritando. - Y esas muchachas tienen razones para estar locas por Harry... - suspiró Parvati- se pasan la
mitad de su vida siguiéndolo y tratando de hablar con él... - ¿De qué hablas, Parvati?- preguntó Hermione con los ojos como platos. - ¡No me digas que no te diste cuenta!- chilló Parvati - ¡Ay, por Dios, Hermione! ¡Dean tiene razón! ¿Qué tienes en vez de ojos?- gritó Lavender - ¿Pero de qué hablan?- preguntó Hermione alterada - ¿Cómo te resistes a esa sonrisa seductora, Herm? Yo me derrito cada vez que me sonríe. - ¿Y esos ojos verdes esmeraldas? ¡Ay, por Dios, Qué ojos! - ¿Y ese cabello negro azabache, tan rebelde? - ¿Y esa cicatriz tan cool? - ¡Jugador estrella de Quidditch! - ¡Te envidio tanto, Hermione!- dijo Lavender en un suspiró. - ¿De qué me tienes envidia?- preguntó Herm desafiante. - ¡Ay! ¡Si que eres ingenua, Hermione!- dijo Lavender negando con la cabeza mientras suspiraba.
Los cuatro chicos estaban que ardían en furia. - ¿Con quién fuiste al baile, Parvati?- Preguntó Neville tratando de cambiar de tema. - ¡Me hubiera encantado ir con Harry! En cuarto curso no estaba tan bueno como ahora... pero
tuve que ir con Dean... - se quejó Parvati. - ¡Ay, no sabes lo bien que baila Harry!- chilló Lavander con una sonrisa. - ¿Tú cuándo fuiste con él, Lav?- preguntó Dean que parecía reventar de celos. - El año pasado, Dean- dijo Lavender con aire soñador. - ¿Y en quinto con quién fue Harry? No me acuerdo... - dijo Neville pensativamente. - Con Ginny- dijo Ron medio molesto. - ¿No creen que Colin es la pareja ideal para Ginny?- dijo Lavender- anteayer, en el baile, eran
pareja... ¡La mejor diría yo! - Si- dijeron todos a coro menos Ron. - ¿Qué tal te fue con Padma, Ron?- preguntó Parvati interesada. - Bastante bien- sonrió Ron un poco sonrojado. - Parkinson cada vez está peor- dijo Parvati sacando la lengua y haciendo un gesto de asco- ¡AY!
No niego que Draco Malfoy es un bombón pero la vestimenta de ella y de él era espantosa. - ¿Malfoy, un bombón?- chillaron alterados Seamus, Dean y Ronald. - ¡Sí! Ay, por Dios, ¡Qué ojos, que mirada! Además, es rubio... - dijo Lavender en un suspiro. - ¿QUÉ TE PASA, LAVENDER, ESTÁS LOCA?- Gritó Seamus lleno de furia (y de celos, ja ja) - ¡Qué lastima que sea un Slytherin!- suspiró Parvati omitiendo el grito de Seamus. - Si... - dijeron Hermione y Lavender sonriendo, siguiendo el juego. Ronald se quedó
boquiabierto. - ¿Tú también, Hermione?- Las tres chicas rieron. Se despidieron de ellos y subieron a su
habitación corriendo de los chicos. - JA JA JA- Parvati se tiró en su cama muriéndose de la risa. Lavender estaba igual y Hermione
sonreía de oreja a oreja. - ¡Son tan tontos!- dijo Lavender- ¡Ellos saben que solo tenemos mirada para ellos! JA JA JA - ¿Desde cuándo estás con Seamus, Lav? - Cuatro meses - ¿Y tú, Par? ¿Con Dean, no? - Aja. Hace siete meses- asintió Parvati - Eres la única sin pareja, Herm- dijo Lavender mirándola- Con Parvati tenemos nuestras
dudas... ¿Harry o Ronald? - ¿Qué?- dijo Hermione como si no hubiera escuchado. - No somos tontas, Herm. Sabemos que te has fijado en Harry y en Ron- dijo Par mirándola
fijamente. - ¿Pero cuál? ¿Cuál de los dos? ¿Quién te gusta, Hermi?- preguntó Lavender con una sonrisa
pícara. Hermione se puso al rojo vivo. - No... ninguno de los dos- respondió tartamudeando del nerviosismo. - Bah, se supone que somos tus amigas, Hermi, no les vamos a decir nada- dijo Lavender seriamente. - No, no estoy segura. No sé, estoy confundida- dijo Hermione. - Vale- dijeron Lav y Par sin creerle.
Hermione cerró las cortinas de su cama, diciendo que se quería dormir. Pero no era la verdad.
Quería pensar, meditar. Lavender y Parvati tenían razón. Ella se estaba fijando en Ronald y en
Harry. Ella se había dado cuenta de los ojos verdes esmeraldas de Harry, de su cabello negro
azabache rebelde, de su sonrisa "seductora" y de su cicatriz tan cool. También se había fijado
en Ronald, pero las chicas (Parvati y Lavender) decían que Ron no era guapo y que tenía una
personalidad bastante desastrosa. Ella no opinaba igual. - Yo lo conozco hace ya siete años- pensó Hermione- Conozco cosas de él que nadie más sabe
(excepto Harry) Puede que no sea muy guapo pero su personalidad no es apestosa, como dice
Parvati. Pero hay algo que yo ignoraba y es el hecho de "Un club de fans de Harry Potter" Las
chicas tienen carón, es guapísimo y amigable... ¡Jugador de Quidditch! ¿Quién puede resistirse
a él? Por otro lado, Draco está hecho un bombón, lastima su personalidad.... -suspiró- Y que
sea Slytherin. Pero, Herm, Dime, ¿Tú no ibas a ir a Slytherin? Si, y ahora sé por que. ¿Te
imaginas ser la amiga de Draco? JA JA ¿Te imaginas a Ron? JA JA ¿Y Harry? Ese ya no es asunto
de risa... Y con eso en mente, se durmió.
A la mañana siguiente, Ron y Hermione bajaron a desayunar. A primera hora de la mañana tenían
Transformaciones. - ¿Crees que hayan notado nuestra ausencia?- le preguntó Ron a Hermione en un susurro. - Espero que no...
~~~~~~~~~~~~~~~
- Para el viernes, quiero un ensayo completo sobre las transformaciones humanas. Pueden salir-
McGonagall ordenó unos papeles que había sobre su escritorio pero recordó algo de repente-
Señorita Granger, Señor Weasley, vengan por favor- Hermione y Ron se miraron y fueron hacia el
escritorio, con cierto miedo. Por la mente de Hermione pasaban ciertas excusas que serían
increíbles- El profesor Dumbledore quiere verlos. Saben donde está el despacho y la contraseña
de la gárgola así que no debe acompañarlos, ¿verdad?- Minerva estaba seria y los miraba con una
expresión estricta. - No se preocupe profesora, iremos. Adiós- dijo Hermione dándole a Ron un codazo ya que se
había quedado pasmado.
Salieron del aula del sexto piso y bajaron las escaleras hasta llegar al segundo piso.
Caminaron hasta el fondo de este y dijeron la contraseña a la gárgola. Subieron la escalera y
tocaron la puerta. Entraron al despacho. Dumbledore se encontraba hablando con Snape en voz altamente baja. Al verlos, ambos callaron y
Severus se levantó, se despidió del profesor y se marchó del despacho. Dumbledore les indicó
que tomaran asiento y los miró fijamente. - Se preguntaran para que los hice llamar- dijo Dumbledore mirando primero a Ron y luego a
Hermione- ¿Dónde estuvieron ayer?- Ron tragó saliva silenciosamente mientras Hermione se movía
con nerviosismo en el asiento- Ayer los hice llamar y me dijeron que no andaban por los pasillos
ni en el Gran Comedor. Seguramente estaban en la sala común, ¿verdad?- Hermione y Ron asintieron
lentamente. Hermione se apresuró ante la pausa de Dumbledore. - ¿Hay noticias de Harry, Profesor? - Ninguna, Hermione. Por más que lo buscamos no lo hemos encontrado. Espero tener noticias de
él pronto... Si saben algo, no duden en informarnos- dijo Dumbledore preocupadísimo. - Si, profesor- dijo Ronald velozmente mirando a Herm de reojo- ¿Algo más que nos quiera decir? - Para nada. Mejor vayan a almorzar, tienes aspecto de no haber amanecido bien, ¿eh, Ronald?-
rió Dumbledore. Al salir del despacho, Ron largó un extenso suspiro de alivio. Por su lado, Herm estaba
nerviosa. No le veía nada bueno al mentirle al profesor Dumbledore y si ella hubiera contestado
en lugar de Ron, hubiera dicho toda la verdad.
Esa noche, Ron se fue a dormir muy temprano, al igual que todos los alumnos de Gryffindor.
Pero Hermione no estaba incluida en ese "todos". Pensaba en la mentira que le habían dicho a
Dumbledore... "Aunque sea manda cartas, porque nos preocupas, Harry"Esa frase resonó en la mente de Hermione. Estaba sentada en una mesa cerca de la chimenea. Con seguridad, tomó un pergamino y una pluma,
y escribió:
~ Querido Harry: ~ ¿Cómo has estado? ¿Y Sean? Espero que ambos estén bien. Aquí todo igual. Salvo
Dumbledore... ¿Ya te he dicho qué está sumamente preocupado? Si no das noticias le va a agarrar
algo. Cuando fuimos este mediodía a su despacho, estaba hablando con Snape de algo muy serio.
Luego, tuvimos que mentirle porque nos preguntó si teníamos noticias tuyas... si hubiera sido
por mí, le contaba todo pero Ron se me adelantó. ¿Crees que hemos hecho bien en mentirle al
Director? ¡Para mi NO! Oye, ¿es verdad qué tienes un club de Fans(CFHP)? ¡Yo nunca las vi! Si no fuera
por Parvati y Lavender no me enteraba... JA JA JA. ¿Sabes qué Cho Chang quedó un poco deprimida
por el hecho de no haber podido bailar con vos? ¡Lo culpable que me siento! Todos los alumnos de séptimo de Gryffindor(sin contar a Ron y a mí) piensan que
estás en la enfermería con fiebre. ¡Qué nadie te vaya a hacer una visita! (Reza para que eso no
suceda) Seguro que la señorita Chang se aparece por ahí dentro de unos días cuando se entere de
que estás en cama... JA JA JA Creo que eso es todo... ah, sí. Mándale saludos a Sean. Pídele su opinión sobre
eso de Dumbledore. Capaz será mejor que le contemos.
Un beso,
*Hermione*
Luego de revisar la carta, fue a su habitación y tomó la capa invisible que tenía en el baúl
(se la había quedado ella para que Ron no hiciera barbaridades a la noche, aprovechando la capa)
Luego, bajó devuelta a la sala común y salió de ella. Fue a la pajarería y le entregó la carta a
Hedwig. Sabía que la lechuza blanca encontraría a Harry.
PARTE 4
¿Seguro que no te duele, Harry?- preguntó Sean. Harry asintió. Ya era de noche y estaban
acostados en la cueva. Sean se caía del cansancio. Se durmió antes que Harry, el cual no
tenía nada de sueño. Por otro lado, Harry mentía en cuanto que no le dolía el brazo. Todo el brazo derecho le ardía
terriblemente pero quería soportarlo. No quería ver su herida pero en la zona de esta, sentía
un frío interminable. Mejor sería ver que era. Se aseguró que Sean estuviera dormido.
Con la mano izquierda levantó la manga de la túnica del otro brazo. Miró la herida y cayó
desmayado al instante.
~~~~~~~~~~~~~
Sean abrió los ojos con pesadez. Bostezó fuerte, le dolía la cabeza. Observó a sus lados.
Se alteró al ver que Harry no estaba a su lado. Observó para la salida de la cueva y suspiró
al verlo allí, de espaldas a él.
¡Harry!- dijo Sean levantándose.
Él se volteó y Sean se quedó pasmado. Unos ojos rojos, llenos de odio, le devolvieron la
mirada. Pero de repente desaparecieron y sintió como si algo se desplomara en el suelo.
Corrió hacia allí y vio que Harry se había desmayado. Lo apoyó bien en la cueva. Tocó la
frente de Harry. Ardía en fiebre.
Esto ya no es un juego
Tomó el brazo derecho de Harry y subió la manga de la túnica. En vez de una herida,
había como un tatuaje. Una serpiente verde y plateada con ojos rojos fríos. Sean pasó su m
ano por "la herida" de Harry. Esta era completamente fría. Al tocarlo, un escalofrío recorrió
su cuerpo. Eso ya no era un juego.
Había estado pensando, antes de encontrarse con Harry en el Valle Godric, si él podía
realmente protegerlo. Había pensado, en cartearse también con Albus Dumbledore y que
entrenaran en Hogwarts, sería más seguro. Pero él había pensado que podía con Harry...
¡Estaba tan equivocado! No perdió tiempo y fue a buscar alguna lechuza, pero no tuvo que hacerlo. Una lechuza blanca
entró en la cueva. La reconoció inmediatamente. Era Hedwig, ¡la había visto tantas veces!
Traía una carta de Hermione. No le dio importancia a la carta y buscó un pergamino y una
pluma(que tenía en la túnica) Y escribió una carta a Dumbledore lo más rápido que puedo y se
la entregó a Hedwig, confiando que la lechuza la entregaría lo más rápido posible.
~~~~~~~~~~~~~~
Albus Dumbledore observaba estupefacto una carta que acababa de recibir. La volvió a leer
lentamente analizando cada parte de ella.
Señor Albus Dumbledore: Creo que usted ya estará enterado de la desaparición de un alumno, Harry
Potter. Yo soy Sean Riddle, creo que Harry ya le comentó sobre mí. Soy el hermano gemelo de
Tom Marvolo Riddle pero no tengo intenciones de hacerle daño a Harry. Por una cosa del
destino, mi deber es entrenar a Harry para que el Señor Tenebroso muera (luego le cuento
los detalles) Por esa razón, desde principios de año, me vengo carteando con Harry.
Creo que usted tiene comunicado que nos encontramos en el Valle Godric,
aunque no sabe el lugar exacto. Le escribo para informarle que necesito que venga enseguida.
Es demasiado importante para decirlo en una carta. Estamos en el bosque al que todo llaman
"monte del mal de ojo" Supongo que sabe donde se encuentra... estaríamos cerca del corazón
del bosque.
Atentamente,
Sean Riddle
P. D: Venga cuanto antes
Si solicitaban si ayuda sería para algo realmente importante, así que Dumbledore guardó la
carta en el bolsillo de su túnica verde azulada y se dirigió inmediatamente a la chimenea.
Usando el mismo sistema que Ronald y Hermione, Dumbledore apareció en el Valle Godric...
~~~~~~~~~~~~~~
A la mañana siguiente, Ronald bajó a la sala común corriendo. Estaba llegando tarde a
Pociones y eso no era para relajarse. La sala común estaba desierta. Ronald salió de ella y
se precipitó hacia las mazmorras de Snape.
Al llegar, todos los alumnos de Gryffindor y Slytherin estaban ya acomodados. Pero lo que
sorprendió a Ron fue que Snape todavía no se encontraba en el aula. Extrañado, se sentó al
lado de Hermione.
¿Y Snape?- preguntó el pelirrojo.
Ni idea. Es bastante raro, la clase empezó supuestamente hace cinco minutos. ¡Qué raro
de Snape!- exclamó Hermione sonriendo- ¿Dónde te habías metido?
Me quedé dormido. ¡Menos mal que Snape no está! Ya esperaba que me restará unos diez
puntos como mínimo... - suspiró Ron. Herm rió ante eso.
OH, Weasley se quedó dormido, ¡encima suspiras!- dijo una voz detrás de ellos. Ron
apenas se había dado cuenta que atrás de él estaba Draco Malfoy.
¿Por qué está este tonto atrás nuestro?- le preguntó Ron a Hermione quien miraba a
Malfoy con asco. Se sentó.
No lo pude evitar- susurró Hermione- ¿Qué quieres, Malfoy?
OH, yo que venía pacíficamente... Bue, ¿dónde se ha metido Potter? Supongo que también
se quedó dormido ja ja ja- rió Malfoy con desprecio.
Cierra tu bocota o te la cierro yo- gruñó Ron.
¡OH, que miedo que tengo, Weasley!- rió Malfoy- La verdad que sí, te vas a arriesgar a
dañar al hijo de uno de los grandes miembros del ministerio, ¿no? Sabes que tu padre
está en la mira. ¿Te vas a arriesgar? Cualquier movimiento en falso y... - pero no
llegó a terminar cuando Ron ya estaba encima de él. Pero como siempre, Ronald tuvo la mala suerte de que justo en ese momento entró Snape a
la mazmorra.
¡Weasley! ¿Qué está haciendo? ¡Treinta puntos menos para Gryffindor!- gritó Snape.
Parecía estar muy enfadado. Ron se levantó y se sentó al lado de Hermione nuevamente
susurrando algo. Draco también se sentó pero levantó la mano con una sonrisa maligna en
el rostro.
¿Qué sucede, señor Malfoy?- preguntó Snape bruscamente.
Como usted me indicó, profesor, yo revisé que todos los alumnos llegaran en su debido
momento. Weasley llegó siete minutos tarde y Patil cinco minutos.
Gracias, Señor Malfoy. Se le descontarán doce puntos a Gryffindor y se le subirán diez
a Slytherin por el buen trabajo del señor Malfoy. Ahora, empecemos la clase.
Al terminar la condenada clase, Draco Malfoy le susurró algo a Ron y a Hermione.
Esto es solo el principio. Ah, señorita Riddle, será mejor que ande con cuidado. Y vos,
Weasley, mira bien a tu alrededor.- Se alejó de ellos, antes que alguno pudiera decir
algo.
Malfoy sabe que yo... -dejó soltar Hermione pasmada.
No le des importancia, Herm, es un idiota y lo sabes bien. No le hagas caso- dijo Ron
mientras salía de la mazmorra- vamos a almorzar que no desayuné- Herm dejó salir una
débil sonrisa.
Entraron al Gran Comedor y se dirigieron a la mesa de Gryffindor.
¿Te has fijado, Herm?- preguntó Ron cuando se sentaron y se disponía a servirse comida.
¿En qué?- preguntó Hermione con curiosidad.
No está Dumbledore- dijo Ron en voz baja. Hermione elevó la vista y se dio cuenta de que
Ron tenía razón, Dumbledore no estaba.
¿Crees que algo malo sucedió?- preguntó preocupada Hermione.
¿Por qué habrá llegado tarde Snape a la clase?- cuestionó Ron.
Hola Herm, Ron, ¿qué tal?- preguntó Parvati sentándose al lado de Hermione.
Eh, bien- dijo Ron. Lavander se sentó a su lado.
¿Vieron que Snape estaba de un mal humor mayor que el de costumbre?- preguntó Dean
mientras se sentaba al lado de Parvati. Seamus se sentó al lado de Lavander.
Si, y eso que es difícil- dijo Seamus- ¿Habrá pasado algo? Dumbledore no está y Snape
está raro...
¿Y Harry?- preguntó Lavander.
En la enfermaría- contestó rápidamente Ronald.
Ah, cierto, me había olvidado. ¿Qué es lo que tiene?- dijo Lavander pensativa.
Eh.. Gripe, una muy fuerte- dijo Hermione nerviosa. Los demás la miraron extrañados pero
asintieron- mejor será que nos apuremos a llegar a Herbología...
Pero faltan todavía veinte minutos... - se quejó Seamus.
Pues, es poco- dijo Ron siguiéndole el juego a Hermione- nos vemos luego- se levantaron
y salieron del Gran Comedor.
No puedo más. ¿A cuantos ya mentimos?- preguntó Hermione mientras caminaban hacia los
terrenos del castillo.
A bastantes... - pero no pudo continuar porque se cruzaron con Cho Chang.
Hola chicos, ¿cómo está Harry?- preguntó ella rápidamente al verlos.
Eh, pues, continua un poco mal... - dijo Hermione lentamente.
OH, pues, mándenle saludos de mi parte, ¿sí? Que se mejore pronto- dijo Cho. Luego se
despidió de ellos y se dirigió al comedor. Ron se rompió en carcajadas al ver la cara
de asco de Hermione.
¿Quién se cree que es? "Mándenle saludos de mi parte" Segurísimo- dijo Hermione enojada.
Parece que estás celosa- dijo Ron con una sonrisa de satisfacción.
¿Yo? Mira quien habla- dijo Hermione para cortar todo. Ronald se quedó callado mientras
caminaban hacia los invernaderos. Cuando llegaron, ya estaban los alumnos de Hufflepuff. La profesora Sprout está en su
escritorio organizando unos papeles cuando levanto la vista hacia ellos.
Señorita Granger, Señor Weasley, Dumbledore quiere verlos a ambos. Y como es urgente,
pueden ir en este momento- dijo Sprout. Ambos asintieron y volvieron a salir del aula
extrañados.
¿Qué crees que quiera Dumbledore?- preguntó Ron mientras subían las escaleras hacia el
despacho.
Ni idea, y espero que no sea para nada malo...
Cuando llegaron al segundo piso, se dirigieron hacia el fondo. Dijeron la contraseña a la
gárgola y subieron al despacho. Tocaron la puerta antes de ingresar. Al entrar, quedaron sorprendidísimos al ver a Sean Riddle sentado enfrente de Dumbledore.
¡Sean! ¿Pero que...?- chilló Hermione.
¿Cómo andan, muchachos?- preguntó Sean soltando una débil sonrisa.
Así que lo recuerdan- sonrió Dumbledore. Pero al ver lo nervioso que se había puesto
Hermione agregó- no se preocupen. No los llamé para retarlos. Solamente, para informarles
de algo importante...
¿Qué hace en Hogwarts, Sean?- preguntó Ronald.
Es uno de los puntos que Dumbledore quiere aclarar, Ron.
Empiezo. Sean mando ayer una carta informándome de su paradero y el de Harry.
Necesitaban mi ayuda. Entonces, me dirigí al valle- dijo Dumbledore. Resulta que "la herida" que le hizo el Radopole a Harry, no es cualquiera. Harry está en
la enfermería en este momento... -continuo Sean.
¿Cómo que no era cualquiera?- preguntó Ron pasmado.
¿Qué Harry está en la enfermaría?- preguntó Hermione a su vez, preocupada.
No sabemos que consecuencias tiene "la herida" sobre Harry. Ahora está en la enfermería
porque arde en fiebre, no es nada de gravedad. Pero seguí tu consejo, Hermione, y le
escribí a Dumbledore para prevenir- siguió Sean.
¿Pero por qué la herida que Harry tiene no es una común?- preguntó Ron.
Porque no es una herida- dijo Dumbledore seriamente- Es como un tatuaje, como si fuera
la marca tenebrosa pero no lo es- Hermione estaba pálida.
¿Pero cómo...?- empezó a decir Herm.
No sabemos. No sabemos si tiene algo que ver con Voldemort o no... pero seguramente- dijo
Sean para tratar de calmar a Hermione.
En cuanto Harry recupere el conocimiento les avisaremos. Pero mejor que regresen a
clase... Si quieres, Hermione, puedes ir a la enfermería a verlo. Pero solamente tú
tienes permiso para hacerlo- dijo Dumbledore. Ron y Herm asintieron y se retiraron del
despacho velozmente.
¿Irás?- preguntó Ron despreocupadamente.
Si, quiero verlo- dijo Hermione- será mejor que regreses a Herbología- Ron asintió y
se alejó.
Hermione se encaminó hacia al enfermería. Estaba contenta de que Harry estaba nuevamente en
Hogwarts y seguro al lado de Dumbledore. Pero le preocupaba "la herida". ¿Realmente tendría
algo que ver con Voldemort? Esperaba que no...
Al llegar a la enfermería, le pidió permiso a Madam Pomfrey para ver a Harry. Se sentó al
lado de la cama de Harry y lo observó con determinación. Potter estaba un poco pálido, era lo único diferente. Hermione puso su mano en la frente de
Harry para comprobar su fiebre. Ya no tenía tanta y respiraba normalmente. Herm pasó su mano
por el cabello del muchacho dulcemente. Todavía continuaba confundida respecto a sus
sentimientos pero ahora quería estar al lado de Harry. Pudo ver su cicatriz cool(
como había dicho Parvati), más oscura de lo normal. Eso le extrañó. Pero rápidamente se
desvió de ese pensamiento. Añoraba sus ojos verdes brillantes y su sonrisa "seductora" como
la llamaban Par y Lav.
Creo que eres la única chica, Hermione, que no se fijó antes en Harry- pensó ella
sonriendo- recién este mes te diste cuenta de que él es guapísimo. Todas las chicas de
Hogwarts ya lo miraban desde principios de año... ¡Qué suerte tienes, Hermione!
Hermione sonrió de satisfacción. Todas las chicas le tenían envidia por ser la mejor amiga de
"Harry Potter". Además, en ese momento, lo tenía solo para ella. Ninguna de las otras tenía
acceso a la enfermería para poder verlo, salvo ella. Pero ese pensamiento duro poco. Ella no miraba a Harry solamente por la fama que tenía. ¿De
qué le servía a ella estar en la enfermería con Harry? Ha ella le gustaba más reírse con él o
hablar animadamente de Quidditch. Volvió a pasar su mano por la cara de Harry y sonrió.
Me haces falta, Harry- susurró.
A altas horas de esa noche, Hermione y Ronald estaban en la sala común hablando de temas sin
mucha importancia. Hermione estaba empezando a aburrirse así que decidió realizar el trabajo
de Transformaciones.
Adelantaré el trabajo de Transformaciones- dijo Hermione. Se volteó hacia la mochila pero
Ron la detuvo.
Quiero decirte algo importante que creo que ya sabrás pero me es importante decírtelo-
murmuró el pelirrojo. Hermione lo miró sorprendida.
¿Qué sucede, Ron?- preguntó ella con curiosidad. Ron parecía estar muy nervioso, nunca
lo había visto así.
Hermione, yo... - Ron no podía seguir, se estaba trabando. Él respiró hondo y trato de
continuar- Yo siento algo muy especial por ti- luego de decir esto, comenzó a tratar de
explicarse- Creo que es amor... trato de ocultarlo pero no puedo. Simplemente, no puedo-
dijo Ronald mirándola fijamente. El corazón de Ron latía a mil por hora esperando una
respuesta de parte de Hermione. Pero Hermione no quería creer lo que acababa de escuchar
o quería que la tierra se la tragara. "¿Ahora que le contesto? Ni siquiera sé como
hacerlo ni que decirle. Pensará que quiero a Harry pero yo no sé..." Pensaba Hermione
nerviosa.
Ron, yo... - pero no pudo seguir. Ron la había agarrado de la cintura y atraído hacia él.
Él le hizo levantar la vista del suelo... Hermione sintió el contacto de sus labios con
los de Ron.
Ron la besaba con pasión pero Hermione no sabía como racionar. Ella sentía que era muy lindo
pero no quería que siguiera... pero, ¿cómo separarse sin dañar los sentimientos de él?
Ronald había dejado de afianzarse a su cintura pero ahora acariciaba su cabello, aún
besándola sin intento de soltarla.
Por la mente de Hermione pasaban miles de sentimientos pero quería que terminara. Ya sin
soportar más, separó a Ron de sí. Él la miró entre sorprendido, dolorido y extrañado.
Pero Herm dejó soltar unas lagrimas. Se tapó el rostro con las manos y salió corriendo
camino a la habitación de chicas. Entró en ella y se tiró en la cama.
¿Por qué, Ron, por qué? ¡Maldición! Ya nada será igual. Y lo peor es que todavía no sé
cuál de los dos es... al que quiero. ¿Cómo me daré cuenta?- pensó Hermione mientras
dejaba soltar sus lagrimas- ya sabes como te sentiste al lado de Ron, ¿esperaras a que
Harry lo haga para saber? Si, eso haré... - pero Hermione sabía que Harry era tímido
pero ella esperaría a que él se declarara personalmente como lo había hecho Ron aquella
noche.
