PARTE 5
Hermione y Ronald se levantaron un poco tarde la siguiente mañana. Ninguno de los dos hablaba. Pero como en realidad no tuvieron tiempo, Hermione no se preocupó. Por consecuencia de levantarse tarde, también llegaron tarde a la primera clase de la mañana la cual era Pociones, nuevamente. Pero el profesor Severus Snape todavía no se encontraba cuando llegaron y esta vez no eran cinco minutos sino quince.
Los de Slytherin y Gryffindor ya
estaban sentados pero Malfoy se apresuró a insultarlos antes que nadie,
aprovechando que el profesor no estaba.
- OH, ¿otra vez tarde? ¿Tienen en cuenta los puntos para Gryffindor que
perderán?- rió Malfoy- Pero no solo eso... ja ja. ¿Y Potter? OH, claro. Como
está en las manos de tu padre, Hermione... debe estar en la enfermería- todos
miraron extrañados a Malfoy mientras otros mal interpretaron la última frase.
Hermione no sabía como contradecir a Malfoy y tampoco Ron sabía como defender
a su amiga.
- Equivocado nuevamente, Malfoy- dijo, para la sorpresa de todos los presentes,
una voz detrás de Malfoy. Malfoy, Hermione y Ron miraron a ese alguien que
había hablado. Tanto Hermione y Ron tuvieron que contenerse para no gritar y
correr hacia él. Malfoy, en cambio, lo miraba con odio.
- Veo que me has extrañado mucho, Malfoy- dijo Harry Potter con una sonrisa
maliciosa- no puedes dejar de hablar de mí...
- Cállate
- ¿A cambio de qué?- le enfrentó Harry. Malfoy estaba fuera de sus casillas.
- Sabes que yo sé lo que ustedes tres ocultan. Sabes que puedo decirlo, que
venga "él" y que no la veas más. Sabes que la busca y que si la
encuentra, esto termina aquí- dijo Malfoy lleno de odio.
- Atrévete a decirlo, entonces, si eres tan valiente, Malfoy- le desafió Ron.
- Por supuesto- sonrió Malfoy- Ella- señaló a Hermione. Todos los alumnos de
Slytherin y Gryffindor miraron sorprendidos a Hermione- es hija de... - pero
escucharon un golpe seco y en un abrir y cerrar de ojos vieron a Draco Malfoy en
el suelo, y a Harry con la varita extendida y señalando a Malfoy desafiante.
- ¿Cómo te atreves?- dijo Draco furioso mientras se incorporaba. Harry levanto
una ceja y sonrió con malicia.
- Lo mismo te digo, Drakito- contestó Harry sonriendo maliciosamente.
- Es que tienes miedo, ¿verdad que sí, Potter? JA JA JA. Si, sabes que ella no
es una sangre sucia y que, en cambio, pertenece a una familia de sangre pura- se
burló Malfoy. Pero esta vez fue Ron el que salto.
Sintieron devuelta un golpe seco. Ron le había pegado una piña a Malfoy, el
cual estaba en el suelo con la nariz sangrando. Hermione observaba esto pasmada.
Harry se apresuró a detener a Ron.
- No vale la pena, Ron, déjalo- le susurró Harry mientras lo detenía para que
no siguiera.
- Maldito idiota- murmuró Ron- ¿Cómo te atreves? ¡Ya verás...!- Ron trataba
de soltarse de Harry. Malfoy estaba ya de pie y miraba de forma burlona a Ronald
mientras Hermione seguía como en shock.
- Ja Ja. ¡Escuchen todos!- gritó Malfoy a los que se encontraban en el aula-
¡Hermione Granger, la sabelotodo insuficiente, la biblioteca con patas...
"la gran sangre sucia" es hija de, nada más ni nada menos, de...!-
pero no pudo terminar porque dos profesores ingresaron en la mazmorra.
Todos observaron perplejos a Severus
Snape, que entraba como un huracán al aula, y a Dumbledore quien parecía estar
en su mejor momento.
- ¿Qué sucede aquí, señores?- preguntó Snape mirando con odio a Ron, quien
ya se había librado de Harry, a Hermione, quien agradecía a Dios que se
hubiera aparecido los profesores, a Malfoy, que miraba con desprecio a
Dumbledore, y a Harry, quien miraba a Albus y él le miraba fijamente.
- Acompáñenme a mi despacho- indicó Dumbledore a ver a Malfoy con la nariz
sangrando, a Hermione tan pálida y a Ron, quien no sacaba su mirada de odio de
Malfoy.
Hermione, Ronald, Harry y Draco
salieron de la mazmorra siguiendo a Dumbledore.
Luego de decir la contraseña, entraron en el despacho del director. Dumbledore
les indicó que se sentaran.
- ¿Se puede saber que sucedió?- preguntó Albus mirando fijamente a Harry.
Hermione por fin había salido del shock y contó lo sucedido en la mazmorra.
Draco se limitaba a murmurar cosas incoherentes.
Luego de escuchar el relato de Hermione, Dumbledore restó veinte puntos a cada
casa y le previno a Draco que si llegara a decir a los estudiantes quien era el
"padre" de Hermione, sería sancionado y podría llegar a ser
expulsado.
- Harry, quiero hablar un momento contigo- dijo Albus cuando se disponían a
retirarse del despacho y dirigirse a clase.
- Por supuesto, profesor- dijo Harry dando media vuelta y volviéndose a sentar.
- Veo que ya te encuentras mejor, mucho mejor que ayer
- Así es, profesor- sonrió Harry- Ya no tengo fiebre, no me duele la cabeza ni
tengo mareos, como ayer. Por eso me dejó salir Madam Pomfrey.
- Ya veo- asintió Dumbledore- Yo quería hablarte de Sean. Se quedarán en
Hogwarts. Entrenaran cerca del Bosque Prohibido, donde nadie se acerca. Supongo
que a horas nocturnas, eso luego lo ves con Sean... - Dumbledore meditó un poco
antes de hablar- todavía no me puedo creer que sea hermano de Voldemort...
- No se parece a él... - murmuró Harry.
- Ya me he dado cuenta. Aunque me tendrás que permitir dudar, Harry. ¿Cómo
sé yo si no fue él el que te hizo esa "herida" y te modificó la
memoria para que no pudieras decir nada? ¿Cómo sé si no es Voldemort,
haciéndose pasar por "un hermano gemelo"?- cuestionó Dumbledore-
Pero creo en él y en ti, Harry. Sé que lo conoces desde el verano y que le
tienes mucha confianza- Harry asintió sin saber que decir- Ven después de la
cena. Quiero hablar de otras cosas pero creo que tendrás que regresar a clase.
- Si, mejor así. Creo que Snape no me tiene paciencia- sonrió alegremente
Harry mientras se ponía de pie. Se despidió del profesor y salió del
despacho. Se dirigió a las mazmorras lo más rápido que pudo.
Al ingresar al aula de Snape, pudo ver
que había dividido en grupos de a dos al alumnado de Gryffindor y Slytherin.
- Lo siento, profesor Snape, estaba hablando con el director y... - comenzó a
excusarse Harry.
- No se preocupe, Potter. Siéntese con el señor Malfoy y comience con la
poción Sogamina.
A Harry le dio nauseas tener que trabajar con Draco Malfoy pero negársele a Snape era como estar enfrente de Lord Voldemort sin defensa alguna. Así que se sentó al lado de Malfoy no sin antes, maldecir para sus adentros.
- ¿Qué tal tu reunión con el
director, Potter?- preguntó Malfoy asegurándose que Snape no escuchara la
conversación.
- No te interesa- dijo Harry comenzando a cortar el ciempiés.
- OH, que humor de perros, Potter- dijo Malfoy con una sonrisa maliciosa- ¿No
podemos ponerle onda a la vida?
- Cállate, Malfoy, y trabaja- susurró Harry.
- ¿Y ahora qué opinas de la ex sangre sucia?- preguntó Malfoy mientras echaba
un polvo amarrillo a la poción. Harry lo miró con odio.
- Una palabra más, Malfoy, y me encargo de cerrarte la boca- murmuró Harry
apretando los puños. Luego, una duda surgió en la mente de Harry- ¿Cómo te
enteraste que...?- sin darse cuenta, había soltado la pregunta y Draco lo
miraba alegremente.
- Me dices que me calle y me preguntas para que te conteste, Potter, ¿quién te
entiende?- se burló Malfoy- ¿Por qué debo contestarte?
- OK, no lo hagas- susurró Harry volviendo a la poción. Malfoy se apoyó sobre
la mesa y miró a Harry con sus ojos permanentes.
- Pues, te contestaré, Potter. ¿Sabías que Hermione Granger apareció en
medio de la fiesta de Halloween corriendo hacia Dumbledore? Cuando vi que salía
del Salón, la seguí. Escuché su conversación con Weasley y me enteré de
toda la verdad. Voldemort la busca para destruirla. ¿Sabes lo que gano yo si le
digo que "ella" se oculta bajo el nombre de Hermione Granger? ¡Pues,
se enterará si no cuidan sus pasos!- dijo Draco en voz sumamente baja
- ¿Para qué me lo dices?- cuestionó Harry dejando de mirar la poción y
fijando sus ojos en los de Malfoy.
- Tienes la posibilidad, Potter- dijo Malfoy volviéndose a sentar bien y
revolviendo el contenido del caldero.
- ¿De qué tengo la posibilidad, Malfoy?- preguntó Potter sin entender. Malfoy
sonrió malignamente.
- De formar parte del circulo, Potter. De vivir, más bien. Granger no puede
vivir, la matarán se una a él o no. Pero tú... si te unes, vives, y sino... -
susurró Malfoy. Harry miró a Malfoy con el entrecejo fruncido y volvió a su
poción. No cursaron una palabra más en toda la clase.
Para la sorpresa de Harry, Snape los felicitó por la poción que habían realizado y Harry no se pudo sacar de la cabeza las palabras que había dicho: "Excelente poción, señor Potter, señor Malfoy. Hacen una excelente combinación, un excelente grupo. Capaz... si se unieran, llegarían a ser algo..."
- ¡Harry!- gritaron Ron y Hermione
cuando salieron del aula. Harry estaba tan metido en sus pensamientos que no se
había dado cuenta. Se dio vuelta para observar a sus mejores amigos.
- ¡Estás bien!- exclamó Hermione abrazándolo.
- Si... - dijo Harry sonriéndole.
- Oye, ¡si que nos preocupaste! Avisa antes de darnos un susto como estos... -
dijo Ron amigablemente. Harry rió.
- Bah, no fue nada- dijo Harry haciendo un gesto con la mano.
- ¿Y qué me dices de la bienvenida? Ja Ja. Malfoy no te esperaba- sonrió
Ronald.
- Supongo que no- dijo Harry encogiéndose de hombros y recordando las palabras
de Snape. ¿Sería verdad? ¿O lo había dicho solamente porque no supo que
decir cuando Malfoy le pidió que le dijera el rendimiento de ambos como equipo?
Harry se quedó pensando en eso.
- Harry, ¿Seguro qué estás bien?- dijo Hermione después de unos minutos
tratando de sacarlo del shock.
- ¿Qué? Ah, si- dijo Harry volviendo a la realidad- si, estoy bien, Herm,
solamente que un poco distraído- sonrió alegremente. Ron rió.
- Siempre lo has estado, Harry- bromeó Ronald- pero yo quiero almorzar. No
desayuné para nada.
- Pues, tú te lo has perdido- dijo Harry sonriéndole burlón.
- ¿Ya estabas en el desayuno?- preguntó Hermione extrañada.
- Pues... más o menos. Me pasé para comer algo mientras corría para Pociones-
sonrió Harry- pero cuando vi todo el alboroto supe que algo paso con Malfoy.
- Hablando de Malfoy, ¿De qué te hablaba en la clase?- preguntó Hermione
interesada
- ¿Y Snape?- cuestionó Ron- vi que les hablaba al final de la clase.
- Eh, de nada importante- susurró Harry cuando se sentaban en la mesa de
Gryffindor. Hermione iba a volver a preguntar cuando aparecieron Seamus, Dean,
Parvati y Lavander.
- Hola chicos, ¿qué tal? ¿Ya estás mejor, Harry?- preguntó Parvati.
- Creo que si estaba mejor, empeoró por estar dos horas con Draco Malfoy de
compañero- rió Dean.
- Bah, no le hagas caso... ¿ya te has recuperado, Harry?- preguntó Lavander
omitiendo el comentario de Thomas.
- Si, gracias por preguntar, Lavander- sonrió Harry.
- ¡Deberías haber visto la cara de Chang!- exclamó Parvati sonriendo burlona-
¡Creo que le fue un golpe bajo enterarse que no iba a bailar contigo, Harry!
- ¿Ah, sí?- preguntó Harry sin mucho interés.
- Por supuesto, Potter- dijo detrás de ellos una voz que arrastraba palabras-
¿Cómo no decepcionarse? Pero yo, si fuera Chang, haría una fiesta por ello-
todos los de la mesa voltearon y se encontraron con el pálido rostro de Malfoy
que estaba iluminado por su sonrisa burlona.
- Lárgate, Malfoy- dijo Seamus mientras bostezaba.
- ¿Por qué?
- Porque molestas, Malfoy, y cuando queremos comer en paz, llegas tú y arruinas
todo- dijo Hermione con voz de superioridad. Malfoy la fulminó con la mirada y
Harry recordó lo que Malfoy le había dicho: "Voldemort la busca para
destruirla. ¿Sabes lo que gano yo si le digo que "ella" se oculta
bajo el nombre de Hermione Granger?"
- Mejor que te calles... ¿Cómo debo decirte: Granger o...?- comenzó Malfoy
pero fue interrumpido por Harry.
- Hartas, Malfoy. ¿Qué tienes contra nosotros? Yo entiendo que Gryffindor y
Slytherin no se lleven muy bien pero... ¡Qué ganas que tienes de molestar! Si
nos ves en Cuidado de las Criaturas Mágicas, ¿para qué molestarnos ahora si
tienes una hora completa para hacerlo?
- Buen punto, Potter- sonrió Malfoy de forma maliciosa- pero solo está vez...
- luego movió lentamente los labios sin articular ningún sonido. Pero Harry
entendió lo que dijo: "Cuida a la ex sangre sucia... si continua así, él
no tendrá piedad..."
- Vete, Malfoy- murmuró Harry volviendo a su plato. Draco sonrió sabiendo que
Potter había entendido lo que "dijo" y se retiró del Comedor.
- ¿Qué dijo al final?- preguntó Ron a Harry con curiosidad. Pero Harry no
contestó.
- Será mejor que vayamos yendo hacia Cuidado de las Criaturas Mágicas-
sugirió Seamus para decir algo. Todos los demás asintieron y se dirigieron
hacia los terrenos de Hogwarts, para encontrarse con Hagrid.
Al llegar a la cabaña de Hagrid,
pudieron contemplar a "sus queridos compañeros de Slytherin" entre
los que se encontraba Malfoy. Sin embargo, no le dieron importancia y caminaron
hacia Hagrid, él cual los esperaba completamente alegre.
- ¿Ya estamos todos?- preguntó alegremente Rubeus- Pues... primero explicaré
algo.
- Hoy veremos a unas criaturas fascinantes: los fénix. A ver, ¿quién me puede
decir lo especial de los fénix?- inmediatamente, la mano de Hermione se elevó
junto con la de otros estudiantes, en los que se encontraba Harry. Hagrid miró
sonriente a Hermione.
- Los muggles pensaban que los fénix eran aves legendarias. En la mitología
del antiguo Egipto, el ave fénix representaba el Sol, que muere por la noche y
renace por la mañana. La tradición cristiana primitiva adoptaba al ave fénix
como símbolo a la vez de la inmortalidad y de la resurrección. Los fénix
pueden transportar cargas sumamente pesadas y sus lagrimas tienen poderes
curativos. Son excesivamente fieles. Cuando les llega el momento de morir, se
prenden fuego y reviven de sus cenizas.
- Excelente, como siempre, Hermione. Diez puntos para Gryffindor. Ahora escuchen
con atención. Nos pondremos en grupos de cuatro y, durante unas cuantas
semanas, estudiaremos y cuidaremos a un fénix. ¿Entendido?- dijo Rubeus
observándolos sin dejar de sonreír. La clase asintió con entusiasmo.
Hubo muchos problemas cuando tuvieron que dividirse en grupos. Parvati, Lavender, Dean y Seamus se habían unido inmediatamente. Neville no había asistido a la clase (anda a saber que le habrá pasado) Así que al final, Harry, Ronald y Hermione tuvieron de compañero a Draco Malfoy (¿a quién más, sino?) El trío no dejó de maldecir a Malfoy para sus adentros (¿y por qué no un poco para el exterior?)
A la hora de elegir un fénix, fue
bastante fácil. Velozmente, Harry, Hermione y Ron tomaron uno sin tomar en
cuanta la opinión de Malfoy sobre el color que había elegido. El fénix era de
color escarlata y en la punta de las alas, dorado (pobre Drakito, cuatro
Gryffindors...) Tenía unos redondos ojos de un escarlata potente, muy
brillantes. Hasta sus garras eran doradas. No era muy grande, debería tener un
mes desde su nacimiento como máximo. Su pico era dorado y afilado.
Lo primero que les indicó Hagrid era que debían ponerle un nombre al fénix.
- ¡Un nombre! ¿Cómo le podemos poner?- chilló Hermione mirando al resto del
grupo y al fénix.
- Mm, buena pregunta, Hermione, buena pregunta... ¿crees que sé la respuesta?-
bromeó Ronald.
- No estamos para burlas, Weasley, pensemos un nombre para este estúpido animal
y ya- dijo de mal humor Malfoy.
- ¡Qué buena onda, Draco!- dijo Ron con una sonrisa alegre- Nosotros también
estamos muy contentos de estar contigo pero tampoco es para andar de tan buen
humor, ¡nos alegras la vida!
- Ya, ya- dijo Harry para terminar con el tema- pensemos un nombre y basta.
- ¿Qué les parece Giltred?- sugirió Hermione.
- ¿Qué?- preguntó Malfoy mirándola.
- Gilt (dorado) - red (rojo), ¿no?- explicó Herm- y como ese es el color del
fénix... - Draco gruñó.
- Es una posibilidad- dijo Ron- ¿Alguna más?
- Con toda razón también se le puede poner Phoenix- dijo Draco.
- No tendría gracia. Si es un fénix y le pones de nombre Fénix... - razonó
Harry- el de Hermione no está nada mal...
- Pero hay mejores- dijo Ron- solamente hay que pensar...
- Ese es el problema, Weasley- dijo Malfoy sonriendo- ¿Desde cuándo ustedes
piensan?
- ¡Mira quien habla, Malfoy! ¿Sabes contar dos más dos?- se burló Ron- Pues,
pensando en un nombre... ¿qué les parece Redquill o Quillred?
- ¿Quirrell?- rió Hermione.
- ¡NO! Yo me refería a pluma roja... pero, hay que ver como suena mejor,
¿no?- se quejó Ronald de las carcajadas de los otros tres. El fénix los
miraba.
- ¿Qué les parece este: Focuavis?- preguntó Hermione pensativamente.
- ¿Y de dónde lo sacaste?- preguntó Malfoy.
- Focu significa fuego en latín y avis, en latín, ave.
- No está mal... - opinó Ronald.
- No pienso estar toda la clase buscando un estúpido nombre- se quejó Draco-
apuesto a que toda la clase ya tiene un nombre- Hermione le miró desafiante y
se volteó hacia Parvati.
- ¡Eh, Par!- Ella se dio vuelta.
- ¿Qué sucede, Her?
- ¿Ya encontraron un nombre para tu fénix?
- No... no se nos ocurre nada. Pero según Hagrid, no debemos hablarle al fénix
de un nombre hasta que no sea el original. Dean se le pasa diciendo como se
llama (dice que se parece mucho a un loro por los diferentes colores). ¿Crees
que el fénix piense que Dean es su nombre?- Seamus, que estaba escuchando, le
habló al fénix.
- Hola, Dean, ¿qué tal?
- ¡No insultes al fénix, Finnigan!- chilló Lavander alegremente. Todos
rieron.
- Pues, el caso es que no tienen un nombre- dijo Hermione volviendo al grupo.
Por allí pasaba Hagrid que les sonrió.
- ¿Qué tal, chicos? ¿Ya encontraron un nombre, verdad?
- Estamos en eso, Hagrid- dijo Ron mirando al fénix.
- ¿Todavía no encontraron ninguno?
- No, es que mucho no nos agradan los que salen- dijo Draco tratando de parecer
amable.
- Pues, decídanse y díganle al fénix su nombre- el gigante acarició al ave.
- ¿Crees que nos entenderá?- cuestionó Hermione.
- Mm, en realidad no. Solamente entienden a los que hablan su idioma y... son
muy pocos. Pero entienden un poco el idioma humano.
- ¿Quiénes hablan el idioma de los fénix?- preguntó Ronald con curiosidad.
- Un ejemplo sería el profesor Dumbledore
- ¿Dumbledore habla con los fénix?- preguntaron sorprendidos los cuatro.
- Pues, con Fawkes sí. El caso es que es muy raro encontrar a alguien que hable
ese idioma. Y no se aprende y si lo haces, tardas años- y se alejó del grupo.
- Pongámosle Giltred. Suena bien- dijo Ronald- terminemos con esto. Se supone
que cuando le digamos el nombre tendrá que hacer algún movimiento o algo...
- OK. A ver... - Hermione y Ron trataban una y otra vez que el fénix les
hiciera caso. Draco, al ver que no lograban nada, también lo intentó sin
lograrlo. Harry, por otra parte, le parecía ver algo extraño cerca del bosque
prohibido... ¿qué era? Tenía forma de...
- ¡Harry! ¿Puedes ayudarnos?- preguntó Ron al notar que Potter estaba en otra
cosa. Harry miró primero a Ronald y luego al fénix.
- ¿Cuál es el problema?- Draco gruñó ante la pregunta.
- Que el fénix no reconoce su nombre o no le gusta... - explicó Malfoy con
aburrimiento. Harry levantó las cejas.
- ¿Pude ser tan difícil?
- ¿Por qué no lo intentas?- dijo Ron empezando a enfadarse.
- OK- Harry miró al fénix. Giltred lo miraba con sus brillantes ojos
escarlatas- Muy bien, fénix, tu nombre es Giltred, ¿te gusta?- para la
sorpresa de todos, el fénix movió las alas con entusiasmo y se posó en el
hombro de Harry- Guau, que difícil- se burló Harry de los otros tres que lo
miraban boquiabiertos.
Hagrid elevó la voz para hablar con la clase.
- La clase de hoy ha concluido. Uno de los integrantes del grupo estará a cargo
del fénix hasta la siguiente clase. Ustedes decidan quien será el primero.
Tanto Hermione como Draco querían el fénix. Ronald trataba de convencer a
Malfoy de que Hermione era la adecuada para el cargo. Sabría como tratarlo.
- Si me permiten la palabra- dijo Harry sobre el griterío que estaban
ocasionando ellos tres. Sus tres compañeros lo miraron. Giltred estaba
cómodamente en el hombro de Harry- Decidan pero no griten tanto y que sea
rápido, faltan quince minutos para Transformaciones. Lamentablemente, también
damos esa materia con Slytherin- pero sus tres amigos estaban muy sorprendidos
al ver la confianza que el fénix le había tomado a Potter. Hermione, con media
sonrisa dirigía a Malfoy y a Weasley, le dijo a Harry:
- Estás a cargo del fénix, Harry
- ¿Qué?- preguntó Harry mirándola.
- Fíjate. Giltred te obedeció con todo lo del nombre, cosa que no hizo con
nosotros, y ahora te tomó confianza. Creo que eres el indicado- sugirió
Hermione. Ronald y Malfoy asintieron aunque este último, de mala gana.
- Yo no tengo problema pero...
- Entonces, terminamos con esto. Quiero ir a buscar mis libros de
Transformaciones- lo interrumpió Ronald- nos vemos luego- y salió corriendo en
dirección al castillo. Hermione se alejó, diciendo que quería hablar con
Hagrid y Malfoy simplemente desapareció de la vista de Potter.
- Nos han dejado- dijo Harry al fénix alegremente- será mejor que te lleve a
mi habitación. Dudo que McGonagall quiera un fénix en su clase.
El fénix, que seguía posado sobre el hombro de Harry, volvió a mover las
alas. En poco tiempo, Giltred estaba en una percha detrás de la puerta. Harry
agarró sus libros de Transformaciones y se "despidió" del fénix.
Salió corriendo en dirección al aula
de Minerva. Llegó justo cuando tocó la campana. Se sentó en el lugar que le
había reservado Ronald aunque momentos después se tuvieron que separar.
McGonagall quería que trabajaran en grupos de dos y cada uno con un compañero
de la casa contraria. Pero al ver que no lograban ubicarse, la profesora los
acomodó a su gusto. Harry, nuevamente y desgraciadamente, le tocó con Malfoy.
Ronald con Crabe y Hermione con Parkinson.
- Esto es el colmo- dijo Draco sentándose al lado de Harry- ya van tres clases
que tengo que trabajar contigo. ¡Maldición!
- ¿Y vos crees que yo estoy contento?- dijo Harry mirándolo con odio- ¡Nunca
estuve tan contento!- dijo sarcásticamente.
- OK. Trabajemos y ya- luego de una hora de estar trabajando en silencio, Malfoy
volvió a hablar.
- ¿Has pensando en lo que dijo Snape?- preguntó interesado.
- ¿Con fin lo preguntas?- preguntó Harry extrañado. Malfoy se encogió de
hombros y le reclamó una respuesta- Puras tonterías
- ¿Eso crees?- preguntó Draco sonriendo malignamente- ¿y si fueran verdad?
¿Cómo sabes que son tonterías?
- Malfoy, sabes perfectamente que nosotros dos somos como perro y gato. Desde el
principio nos llevamos mal y ahora quieres que se olvide todo, y que hablemos
como dos grandes amigos- dijo Harry- Agradece que te hable de forma amable sin
insultos.
- Harry, te hago una propuesta. No pido que olvidemos todo sino una tregua
temporal a ver que tan buenos amigos podríamos ser, ¿no?- Harry lo miró
sorprendido.
- ¿Tienes fiebre? ¿Estás enfermo? ¡Draco Malfoy pidiéndome una especie de
perdón!- exclamó Harry en burla- dime razones por las que debo hacerlo- Malfoy
sonrió.
- Tu amiga ex sangre sucia estará a salvo y... obtendremos muchos beneficios
- ¿Y para que quiero yo beneficios? Estoy muy bien así.
- Sabes que no- le contradijo Draco. Su mirada se fijo en el brazo derecho de
Potter y luego sonrió- ¿no te duele, Potter?- Harry se quedó pasmado. Luego
de eso, empezó a sentir un mínimo dolor en el brazo. Miró a Malfoy con odio.
- OK, acepto tu propuesta pero que conste que en cuanto algo raro suceda, esto
se acaba aquí- aceptó Harry. El dolor del brazo aumentó.
Durante la hora siguiente, nada importante ocurrió. Draco y Harry trataban de no insultarse y hablar normal mientras que el dolor de la "herida" cada vez era más potente. Hermione y Ronald no dejaban de mirar a Potter de reojo. Lo veían muy extraño. Estaba algo pálido y un brillo extraño circulaba por sus ojos.
La clase terminó. Recogieron sus cosas
y salieron del aula. Draco se despidió de Harry con una sonrisa burlona
mientras Harry le sonreía alegremente. ¡Por unos gloriosos días no se
cruzaría con ese maldito Slytherin!
- ¿Estás bien, Harry?- preguntó Ronald.
- Si- asintió Harry con aburrimiento.
- Bue, ya terminaron las clases, ¿no? Vayamos a cenar y luego a la biblioteca-
sugirió Hermione.
- Luego de cenar tengo que ver al director- informó Harry.
- ¿De que te hablo a la mañana?- preguntó Ron con interés.
- Bah, solamente detalles. No tenía mucho tiempo- contestó Harry mientras se
sentaban en la mesa de Gryffindor. Hermione pensó en cambiar de tema.
- Se acerca Navidad. ¿Qué piensan hacer?- preguntó alegremente.
- Creo que estas vacaciones no podré estar en Hogwarts. Mi familia quiere pasar
la navidad en Egipto y quieren que vaya junto con Ginny- informó Ron sin
ánimos.
- Yo igual que siempre- dijo Harry sirviéndose papas en el plato- ¿y tú,
Hermione?
- No sé si me voy a quedar o no, Harry. Aunque quiero quedarme para hacerte
compañía...
- Si quieres ir con tus "padres", no tengo problema, Herm- le
interrumpió Harry sonriendo- ve y pásala con tus padres.
- Pero... ¿y tú, qué harás?- preguntaron al mismo tiempo sus mejores amigos.
Harry hizo un gesto de no darle importancia.
- Agradezco poder pasar las fiestas aquí y no con los Dursley- dijo lentamente.
Sus amigos se miraron pero no dijeron nada- pasar una navidad sólo no tendrá
ni una mínima importancia.
- ¿Seguro?
- Si- Harry alejó el plato de él. Había perdido el apetito nuevamente. No era
la primera vez que apartaba el plato. Se puso de pie y se dirigió a sus amigos-
iré a ver a Dumbledore- pero Hermione lo detuvo.
- ¿No comes más? Vamos, Harry, necesitas recuperarte... estás un poco
pálido.
- No tiene importancia y he perdido todo el apetito- luego de esto, se alejó de
la mesa Gryffindor, salió del Gran Comedor, se dirigió al segundo piso y le
dijo la contraseña a la gárgola.
Al entrar al despacho, se encontró con
Albus quien lo estaba esperando. Lo observó con sus ojos penetrantes,
examinándolo.
- ¿Te encuentras bien, Harry?- preguntó Albus al verlo pálido.
- Si, profesor- asintió tomando asiento- ¿de qué quería hablarme?
- Creo que no sabes toda la verdad exactamente sobre tu pasado. Hay cosas que no
sabes... - Dumbledore observó a Harry un momento antes de continuar- no conoces
todos tus secretos como Heredero de Gryffindor- Harry no supo que decir así que
asintió- la marca del fénix que tienes en el brazo izquierdo está vinculada
bastante con Gryffindor. Esa marca no la tienes desde que conoces a Sean sino
desde que cumpliste diecisiete años y tus poderes de Gryffindor empezaron a
notarse. Pero como fue el mismo día, te confundiste.
- ¿Por qué Sean también tiene la marca, entonces?- preguntó Harry con
curiosidad.
- Porque él está destinado a enseñarte tus poderes y también a protegerte.
Todos los que están para eso tienen la marca- Harry se quedó con la boca
ligeramente abierta- Sirius, Remus y yo seríamos los restantes. Solamente unas
pocas personas. En realidad, son las personas que tus padres tuvieron mayor
aprecio. Todas las demás son para proteger a la comunidad Mágica. Habrás
escuchado de la Orden del Fénix, ¿no?- Harry asintió- pues, somos nosotros.
- ¿Y todo eso para protegerme? ¿Qué tengo que soy tan especial?
- Todo esto empezó con la primera predicción de Trelawney. Te la diría pero
no me la acuerdo completa. En cuanto encuentre el pergamino donde la escribí,
te la diré- contestó Dumbledore.
- ¿Qué poderes tengo como Heredero de Gryffindor?
- Los irás viendo con Sean, Harry. Pero te aseguro que te sorprenderás-
sonrió alegremente el director.
- Muy bien, ahora te hablaré de tu horario de entrenamiento. Será cada día
(incluido el sábado) a las doce y media de la noche. Si alguno de los días
estás muy cansado, avísale a Sean. No es necesario que te esfuerces de más-
dijo Albus seriamente- si estás dispuesto, podrías empezar hoy- Harry sonrió,
lleno de entusiasmo.
Dos horas después, se encontraba a
mitad del Bosque Prohibido acompañado de Sean. Él tenía un frasco en la mano.
El contenido de este era un azul grisáceo.
- ¿Seguro que estás con las energías puestas, Harry?- preguntó animadamente
Riddle. Potter asintió.
- Practicaremos hacerte animago- Harry lo escuchó pero no lo creyó.
- ¿Animago?- preguntó alterado y animado a la vez.
- Así es. Tienes el poder de ejecutar hechizos en tu forma animaga pero
desgraciadamente solamente sirve con un animal- dijo Sean- El león. Así que
ese será tu animal a pesar que quieras ser un ciervo- Harry asintió, un poco
deprimido.
- Para ser una animago hay que acostumbrarse a serlo. Por esa razón, existen
Pociones animagas que son para que, temporalmente(días o semanas), tengas la
habilidad de serlo. Una vez acostumbrado, te transformas sin necesidad de la
poción- explicó Sean.
- ¿Pociones animagas?- preguntó Harry.
- Si, la poción Sogamina y la poción Gomania son las únicas pociones que
sirvan para esto. Aunque la más utilizada es la Sogamina.
- ¿Sogamina?- preguntó Harry. Le sonaba bastante... ¿de dónde lo había
oído? ¡Pociones, la Clase de Pociones!
- ¡En pociones practicamos esa poción!- exclamó Harry.
- La poción es ilegal, por supuesto. Ah, sí. Le pedí a Dumbledore la poción,
aunque sea una. Y como el Ministerio también quería la poción... pues, seguro
que se las puso a ustedes, los de séptimo, para que Snape no tenga que hacer
todo- Explicó Sean.
Sean le dio el frasco y le indicó que
tomara un poco del contenido. Al tomarlo, Harry no sintió nada extraño y le
preguntó el por qué a Sean.
- No te preocupes. El dolor se siente después. Ahora concéntrate en ser un
león. Tendrás que despejar todos tus problemas para lograrlo, Harry.
Harry suspiró. ¿Cómo sacarse los
problemas de encima? Las palabras de Malfoy y de Snape no dejaban de retumbarle
en la cabeza. La preocupación por Hermione... Hermione, no se había puesto a
pensar en ella. ¿Qué opinaría sobre...? Pero Harry se dio cuenta que no era
ni el lugar ni el momento para pensar en eso. Se concentró, como Sean le había
indicado.
Cerró los ojos y, pensó en la forma y características que tenía ser un
león. A pesar de su esfuerzo, no logró nada.
Volvió a intentarlo. Esta vez con más intensidad que antes y sin distraerse
con nada. Concentrado en eso.
La cabeza le empezó a dolor con potencia y una sacudida dio vuelta su
estómago. Ahora entendía a lo que Sean llamaba dolor. Un calor pasó por cada
parte de su cuerpo y al abrir los ojos... ¡qué extraña sensación! Se
había transformado en león.
Sean observó sonriente al león que
tenía enfrente de sí. El león tenía un cuerpo musculoso y largo, con
extremidades relativamente cortas y cabeza grande. La longitud del animal era de
1,7 m más o menos, sin incluir la cola que medía 90 cm de largo. La cabeza y
el cuello estaban cubiertos por una melena castaña clara. Lo único que te daba
indicio que el animal que tenías enfrente era un animago eran los ojos.
Parecían ser castaños oscuros pero, de un momento a otro, cambiaban y
aparentaban ser verdes brillantes.
¾ Excelente, Harry. Creo que estarás realmente cansado. No es fácil
transformarse por primera vez... - pero al ver que el león negaba con la
cabeza, entendió que quería continuar con el entrenamiento- Bueno, si tú lo
dices...
¾ Para realizar magia en tu forma animaga deberás pensar que la varita la
tienes en las garras o intentar hacerlo con la vista (un poco difícil pero con
entrenamiento...) Trata de hacer un simple lumos, moviendo la pata en forma de
luna (el símbolo del lumos)
Luego de estar quince minutos
intentando, dando vueltas la pata y tratando de concentrarse en la forma de una
luna, un pequeño destello iluminó por unos instantes el alrededor.
Sean le indicó a Harry que por ser la primera vez que lo intentaban había
logrado bastante y que volviera a la forma humana (simplemente pensándolo
bastaba)
Luego de volver a ser
"humano", Harry se dio cuenta del cansancio que tenía. Sean le dijo
que la poción que tomó serviría cinco días más pero que sino fuera para el
entrenamiento, no probara transformarse y que tampoco le contara a nadie sobre
que estaba entrenando para ser animago.
Después de despedirse de Riddle, Harry emprendió camino hacia el castillo,
principalmente, hacia la Torre de Gryffindor.
Para la sorpresa de Harry, no se cruzó ni con el celador Filch ni con su gata,
la Sra. Norris. Al igual que no se tropezó con ningún profesor.
Al llegar al dormitorio, se tendió en la cama, los párpados le pesaban. Vio a
Giltred a su lado, volando, dándole una especie de bienvenida. Harry le sonrió
al fénix.
- ¡Qué día, Giltred! No soportaré otro como este- susurró acariciando la
cabeza del fénix.
- Lo entiendo, Harry Potter, luego de un día tan largo... - Harry se quedó
boquiabierto mirando a Giltred. El fénix, al mover el pico, había hablado
y, sobre todo, había entendido lo que había dicho él antes.
- Hay dos posibilidades- murmuró Harry asombradísimo- o Giltred habla el
idioma humano o yo hablo...
- El idioma de los fénix- escuchó Harry que el fénix decía afirmando la
segunda posibilidad. Estuvo apunto de gritar de la sorpresa.
¿Ahora hablaba el idioma fénix? ¡En semejantes problemas que se había
envuelto! Primero todo lo de Hermione, segundo Sean, ahora lo de ser un animago
y... hablar fénix.
Por más que trató, el sueño lo venció, quedando rendido sobre la cama.
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¡Muchísimas gracias a todos por leer mis ficts! Sé que no son gran cosa pero trato de hacer lo que puedo. A decir verdad, soy principiante en ff.net y medio que al principio no entendía NADA. Luego, averigué como hacer un mejor formato y agregar capítulos. Pero una vez publicados los ficts me dio vagancia tener que dividirlos en caps... y todo eso!!! Sobre todo HP y la Academia Prakigam. ¿Cómo hago para dividir 45 capítulos? Tendría que tener una gran paciencia y les juro que no la tengo!!!! JA JA. Así que... SORRY pero tendrán que leerlo como está expuesto. Sé que da un poco de... "vagancia" leer 113 páginas en un tiempo limite como es la Internet pero yo tengo una sugerencia. Pueden guardar el fict en el disco rígido y, luego lo leen tranquilitos y cuando tengan tiempo. Se los digo porque yo lo hago!!! JA JA.:D Y a los que escriben ficts, HA (www.harryargentino.com) es un excelente lugar para publicar ficts de Harry Potter. ¡¡¡De allí vengo yo!!! Y Germán, el web master, es re buena onda... así que bueno... ¡Mandenle sus ficts que él lo recibe con mucho gusto! (He de añadir que HA tiene más de 1000 ficts!!! Muchísimo para ser una página web)
Muchísimas gracias por los reviews. Thanks: Juli3ta, Briseis Ryddle, Lis*Jade-Lavigne, J.N.H!!!! Aquí tienen más para leer!!!
Bueno... creo que ya está todo... ¡AH! ¿Cómo opinan qué es este fict: H/R o H/Hr? Pues... ¡Yo lo sé pero no lo pienso decir hasta el final! JA JA JA. Quiero saber que aparenta ser... (Creo que las H/Hr me matarán por la parte 4, como saben, en los demás ficts soy H/Hr 100%. ¿Lo seré en este también? I don´t know!!!)
Hasta el siguiente capítulo... Reviews, Plissss!!!!!
*Parvati*
