PARTE 6

- Escuche, Señor Potter, no tengo toda la mañana para estar despertándote- dijo el pelirrojo a la mañana siguiente- si tú te pasaste toda la noche fue de la cama, no es mi culpa. Así que hazme el favor de levantarte.
- OK, OK- murmuró Harry. Se caía del sueño. En realidad si había dormido pero las energías usadas en el entrenamiento todavía no se habían recuperado- y NO estuve toda la noche despierto y caminando por Hogwarts- le contradijo Harry mientras se vestía.
- Ya me contarás después, Señor Potter- dijo Ron imitando la voz de Snape- ¡Pero apúrate que Hermione nos matará a ambos si llegamos tarde a Historia de la Magia!
- ¿Historia de la Magia?- gimió Harry.
- ¿Todavía no te sabes el horario?- preguntó Ronald burlón- falta una semana para navidad y no te sabes el horario... ¡Madre mía!
- Pero recuerda que unos días no estuve en el castillo y, aparte... - pero Harry no siguió, no quería empezar a discutir a esas horas de la mañana- Ya estoy listo, bajemos.
- ¿Con tranquilidad o con apuro?- preguntó Weasley abriendo la puerta lentamente. Harry miró el reloj.
- Faltan ocho minutos para HM- informó Harry con tranquilidad.
- ¿Ocho minutos?- preguntó Ron alterado, abriendo la puerta de golpe y empezando a correr escaleras abajo- ¡No llegaremos!- bajaron a la sala común, donde los esperaba una Hermione muy calmada.
- Buenos Días, Dormilones- saludó ella con una sonrisa dulce. Harry le devolvió el saludo mientras Ronald seguía de largo. Hermione se quedó con los ojos abiertos, mirando el cuadro de la Dama Gorda, donde Weasley acababa de irse.
- ¿Qué apuro tiene?- preguntó Hermione. Harry rió entre dientes.
- Le hice creer que faltaban ocho minutos para HM- dijo Harry con una cruel sonrisa. Hermione rió- cuando en realidad falta media hora.

Herm y Harry salieron de la sala común hablando animadamente. Entraron en el Gran Comedor y se sentaron en la mesa de Gryffindor, sin divisar a Ronald que seguramente habría salido derecho hacia el aula.
Veinte minutos después, el pelirrojo apareció en el comedor con la intención de matar a Potter.
- Ya me las pagará, Señor Potter- dijo entre dientes mientras se sentaba enfrente de Hermione, la cual reía.
- ¿Señor Potter?- preguntó divertida.
- Se levantó del lado izquierdo de la cama, o sea, con la forma de Severus Snape- informó Harry. Hermione soltó una risita. Ronald omitió los comentarios de sus amigos.
A la hora adecuada, se dirigieron al aula de HM. Se sentaron en los pupitres y, minutos después, el profesor Binns ingresó al aula, traspasando la puerta de entrada.

La clase, tan divertida como siempre, transcurrió más lentamente de lo esperado por Harry y compañía. Neville prácticamente se durmió, Seamus y Dean bostezaban cada dos por tres, Ronald murmuraba cosas incoherentes, Lavander y Parvati seguían con la vista al profesor mientras Hermione anotaba perfectamente todo lo que decía el docente, Harry simplemente estaba demasiado ocupado con sus pensamientos para prestar atención a la clase.

¿Hablar fénix sería uno de esos poderes que el Profesor Dumbledore había mencionado? Después de todo, la marca que tenía en el brazo izquierdo era de un fénix...

Por otra parte, transformarse en animago era una sensación bastante extraña y no tenía palabras para explicarlo. Al transformarse en león, había sentido una gran ola de calor y poder, una sensación nunca antes conocida.

¿Y Hermione? Miró a la muchacha. Ella anotaba cada palabra que el profesor decía. Harry sonrió recordando viejos tiempos. Observó al resto de la clase. Todos seguían igual. Volvió a mirar a su mejor amiga. En los últimos años, su antiguo cabello castaño enmarañado había pasado a ser brillante y lacio. Hermione también se había cortado las puntas en el verano. Su sonrisa se había vuelto más cálida para Harry y sus ojos, resplandecientes y claros, siempre estaban relampagueados de alegría. Siempre con un libro en la mano y nunca olvidando a sus amigos... era tan diferente a él... ¿cómo podía ser hija del Señor Tenebroso?
Dejó de mirar la figura y personalidad de Hermione para concentrarse en el profesor, aunque sus pensamientos volvían una y otra vez a la muchacha.

- ¡Harry, Harry! ¿Me escuchas?- preguntó Hermione. La campana ya había sonado pero Potter apenas se había dado cuenta.
- Sí, sí. Es que me quedé muy concentrado en Merlín- contestó Harry haciendo notar que "había-prestado-atención-a-la-clase".
- Yo no le veo lo interesante a Merlín- opinó Ron haciendo un gesto de aburrimiento.
- Pues, por más que no le veas lo interesante, fue un gran mago y deberías tenerle respeto- le contestó Hermione desafiante.
- Bue, vayamos a almorzar- sugirió Harry. Los otros dos asintieron. Una vez sentados en la mesa de Gryffindor, Ronald preguntó:
- Esta mañana me dijiste que no habías estado despierto toda la noche y que no había estado caminando por Hogwarts. Sin embargo, Herm y yo te esperamos hasta bastante tarde pero no aparecías. ¿Dónde anduvo el señor Potter ayer a la noche?
- Entrenamiento- murmuró Harry
- ¿Entrenamiento?- preguntó Ronald sin entender.
- Con Sean, Ron- le contestó Hermione en voz baja- ¿Pero tan tarde, Harry? Con razón estabas tan cansado a la mañana.
- Pues, si- contestó Harry.
- ¿Y qué tal?- preguntó Ron interesado. Harry recordó la prohibición de Sean para contar que estaba trabajando para ser animago así que no supo que decir.
- Bien- susurró alzando la vista para ver la mesa de Gryffindor, buscando alguna salvación. Cómo no encontró ninguna, se volteó hacia Hermione- ¿qué tenemos ahora?- sabía que a continuación tenía Encantamientos con Ravenclaw pero capaz con eso, Ron haría alguna acotación sobre Chang.
- Encantamientos con Ravenclaw- dijo Hermione mirando extrañada a Harry.
- Nos cruzaremos con tu amada, Harry- se burló Ron como Potter esperaba.
- Ahora que lo pienso- dijo Harry pensativo- ¿qué hizo que Cho tuviera que hacer séptimo devuelta?
- No dio bien aparición y se llevó unas cuantas materias... - contestó Hermione molesta- le dio demasiada importancia a la belleza y se olvidó de los exámenes.
- Bah, vamos, Hermione, no es para tanto- dijo Ron pero luego recordó el tema inicial- ¿y aprendiste algo interesante con Sean, Harry?- Harry, que había pensado que no iban a volver a preguntar, estaba comiendo tranquilamente, se atragantó. Hermione tuvo que darle unas palmas en la espalda para que recuperara el aliento.
- ¿Estás bien, Harry?- preguntó preocupada Hermione observándolo con determinación.
- Perfecto- dijo Harry todavía tosiendo.
- No se nota- opinó Ron, también observándolo. Hermione y Ronald le enviaban miradas de preocupación. Lo habían visto muy extraño últimamente, más que en los últimos meses.
- No se preocupen, estoy bien- dijo Harry dándose cuenta de la preocupación de sus mejores amigos.
- Bah, ¡Cuánto nos preocupas, Potter!- escucharon que un alumno les decía. Se percataron que era Malfoy, por supuesto, acompañado de su sonrisa burlona.
- ¿Qué quieres, Malfoy?- preguntó Herm de mala gana.
- Simplemente vengo en busca de paz (N/A: *Paz, amor y compresión* Como decía mi profesor de dibujo, que lamentablemente falleció hace dos años T_T)- dijo Draco.
- Sabemos que no vienes por eso, Malfoy- contradijo Ron observándolo con un potente odio. Malfoy posó su mirada en Potter quien también lo miraba fijamente. Instantáneamente después, Harry sintió un agudo dolor en el brazo derecho. Bajó la mirada a este, tratando de no llevarse el brazo izquierdo al derecho. Eso preocuparía más a sus amigos.
- Me iré... porque quiero armonía- dijo Draco con una sonrisa maliciosa puesta en Harry. Tanto Ron como Hermione se dieron cuenta de que miraba a Harry. Luego de que la molestia se fuera, volvieron a mirar a Harry. Estaba muy pálido y sus ojos estaban algo oscurecidos.
- ¿Te sientes bien, Harry?- preguntó Hermione. Al ver que él no contestaba, Hermione puso su mano sobre su frente. La sintió un poco más caliente de lo normal- tienes un poco de fiebre...
- Estoy bien- susurró Harry mirando a Hermione.
- Harry- dijo Ron- ve a la enfermería. Con esto que no has descansado bien y que tienes fiebre no pegarás una en la clase de Encantamientos. Te excusaremos con Herm- Harry asintió viendo que no podía convencer a sus amigos. Volvió a sentir la falta de apetito. Separó el plato como la noche anterior.
- Harry, ayer no cenaste con la excusa que tenías que ver al Director. ¿Ahora que excusa me darás?- se quejó Hermione.
- No te preocupes, Hermione, es simplemente que no me siento muy bien y bueno... - Harry le sonrió de manera dulce- te lo agradezco mucho- Hermione no pudo negarse. Cada vez que Harry le sonreía de esa manera, no podía resistirse a obedecerle.

Media hora después, Harry estaba en la enfermería. Sentado en una cama, tomando la poción que le había dado Madam Pomfrey para la fiebre. No le había mencionado el dolor del brazo derecho ya que se imaginaba que llamaría a Dumbledore y estaba seguro que el Director tenía otras cosas importantes que hacer aparte de preocuparse por el Heredero de Gryffindor.

Durante el almuerzo, no solo le había dolido el brazo sino que también había escuchado una voz fría... estaba seguro que era Voldemort. Pero con las voces de Hermione y Ronald, no había podido entender sus palabras. ¿Podría ser posible?
- Yo sé que es lo que te pasa, Harry- le dijo Madam Pomfrey acercándose a él- tienes demasiadas cosas sobre ti, demasiada presión. ¿Por qué no te quedas unos días?
- Ya me he tomado mis días, Poppy- dijo Harry recordando cuando estaba inconsciente- y este es mi último año... ¡Los EXTASIS!
- ¿Ves lo que te digo? Estás muy excitado, Harry. Aunque sea hoy... - siguieron discutiendo quince minutos más hasta que Poppy decidió dejar a Harry tranquilo.
- Aunque sea, ve avisarle a Dumbledore que últimamente has tenido fiebre y... - Harry asintió. Ya estaba harto de discutir.
- OK. Iré a ver al Director ahora mismo, si me da el permiso, Madam Pomfrey- la enfermera asintió diciéndole que cualquier cosa volviera a visitarla.

Harry decidió que sería lo mejor hacerle caso a Madam Pomfrey. Si el Profesor estaba ocupado, se retiraría simplemente.
Caminó hacia el despacho en el segundo piso. Le dio la contraseña a la gárgola (por vez en el año) y tocó la puerta para ingresar a la sala. En este, estaba solamente Albus acompañado de Sean. Ambos se sorprendieron al ver a Harry.
- Buenas tardes- titubeó Harry para romper el silencio.
- ¿Sucede algo malo, Harry?- preguntó Sean mirándolo con determinación.
- Pues... digamos que si... - respondió Harry sentándose en la silla que le indicó Dumbledore.
- ¿Has visitado la enfermería?- preguntó Dumbledore.
- Vengo de allí...
- ¿Qué sucedió?- preguntó Sean con preocupación.
- Digamos que hace una hora tenía fiebre y... - suspiró antes de contestar- me empezó a doler el brazo derecho- Sean palideció mientras Albus volvía a preguntar.
- ¿Ya te había dolido antes?
- Si, ayer en la clase de Transformaciones... - Harry, que esperaba una reprimenda de parte de ambos adultos por no comentar el dichoso dolor, se quedó esperando. No le dijeron nada.

Fawkes se acercó hacia Harry. Él recordó a Giltred y como había podido hablar con el fénix. ¿Debería comentárselo al Profesor? ¿Y si todo había sido un sueño? Porque, según él recordaba, en ese momento se caía del sueño... capaz lo había imaginado... Pero, ¿qué perdía con preguntar?
- Profesor... ayer a la noche, luego del entrenamiento, me sucedió algo extraño, bastante extraño...
- ¿Qué cosa, Harry?
- En CCM estamos trabajando con fénix y... - pero Albus no lo dejó continuar.
- Eso lo sé. ¿Te tuviste que quedar con el fénix?
- Pues, si... - contestó Harry extrañado- y cuando regrese del entrenamiento... fue como si el fénix me entendiera y... - Harry no sabía como explicarlo. ¿Decía que el fénix le había hablado?
- ¿Entendiste al fénix o el fénix te entendió?- preguntó Sean mareando más a Harry.
- Pues, según el fénix, yo le entiendo- Sean y Albus se miraron sonrientes.
- Podría ser que hablaras fénix, Harry, después de todo, Godric Gryffindor hablaba con ellos- dijo alegremente Albus- deberías probar con Fawkes, por ejemplo... - pero Harry dejó de escucharlo. Una voz, fría como el hielo, era más fuerte que las palabras del director. Si Harry no recordaba mal, eso era pársel...
- La luz sigue brillando a pesar de todo... La oscuridad irá creciendo según pase el tiempo... Todo le será revelado cuando pueda superarlo... Una maldición cambiará sus vidas...

Harry se acomodó mejor en su asiento con los ojos como platos. No había entendido nada... absolutamente nada. ¿Qué sentido tenía? Pero estaba seguro que era pársel, o sea que...
Sean estaba un poco pálido. Él volteó a ver a Harry y al ver el terror en sus ojos aseguró sus sospechas. Miró a Dumbledore que los miraba extrañado.
- Lastima que no entiendas el pársel, Albus- comentó Sean- te acabas de perder a una serpiente diciendo partes de la Predicción de la Oscuridad- Albus miró a Harry, él cual miraba a Sean extrañado.
- ¿La Predicción de la Oscuridad?- preguntó Harry sin entender.
- Es así como llamamos a la primera predicción verdadera de la profesora Trelawney- dijo Albus- Te la diré, aunque no sé si es así con exactitud. Yo no fui quien la escuchó decirla.

En la tierra gobernada por la oscuridad,
La luz sigue brillando a pesar de todo.
Pero lo débil que es, no alcanza para vencer al mal.

Aparecerá una gran esperanza.
Que compartirá luz y oscuridad en su alma.
la luz será tan poderosa como la oscuridad en el Señor Tenebroso
Y la oscuridad irá creciendo según pase el tiempo.
Juntos, serán invencibles.
Separados, combatirán entre sí en busca del destino.

La hija del Innombrable crecerá en mentiras.
Todo le será revelado cuando pueda superarlo.
El niño que vivirá la ayudará, pero el peligro circulará sobre ellos.

Ambos unidos al poder por diferentes causas.
Una maldición cambiará sus vidas.
tendrán que elegir entre lo cómodo y lo difícil
solo ellos podrán hacerlo,
Solo unidos podrán vencer a la oscuridad.
El destino que se les ha otorgado es este...

Harry no entendió nada. Aunque, se dio cuenta que los nombraban a Hermione y a él.
- Creo que me da lo mismo que me digas esto que me hables en chino. No he entendido nada- informó Harry. Su cabeza estaba hecha un caos. Ahora le dolía la cabeza. ¿Qué más podía pasar?
- No es muy fácil de explicar y veo que sigues sin sentirte muy bien- dijo Sean mirándolo fijamente y viendo la palidez de su rostro- lo mejor será que descanses... y luego te explicamos todo- dijo mirando a Albus en busca de una aprobación. El director asintió.
Así que Harry se incorporó y, luego de despedirse de ambos, se dirigió hacia la Sala Común lleno de curiosidad por saber que significaba la predicción.

Al ingresar a la sala común, la notó tan desabitada y enmudecida que inmediatamente se dio cuenta que los alumnos de Gryffindor continuaban en clases. Subió a su habitación y se acostó en la cama. Habían vuelto los mareos...
- Maldición- susurró mientras cerraba los ojos en busca de relajarse.
Puedo sentir un movimiento de alas, Giltred se acercó a él con preocupación. Harry abrió los ojos y acarició suavemente la cabeza del ave. Logró escuchar un murmullo suave, otra vez Giltred le habló.
- Deberías ir a la enfermería, Harry, no se te ve muy bien...
- Estoy bien solo necesito descansar, como dijo Madam Pomfrey... - contestó Harry. Era bastante diferente. Esta vez, Harry pensó en hablar fénix y pudo sentir su propio murmullo suave.
- Entonces, trata de dormir un poco antes de la siguiente clase... - sugirió Giltred.
La puerta de la habitación se abrió y por ella ingresó Ron mirando a Harry con preocupación. Menos mal que no lo había escuchado hablar con el fénix.
- ¿Ya te sientes mejor, Harry?- preguntó el pelirrojo acercándose.
- Mm- Ronald reposó en la palidez del rostro de Harry. Seguramente continuaba mal...
- ¿Entonces por qué saliste de la Enfermería?- preguntó tomando la duda de Harry como un NO.
- Fui a ver a Dumbledore- contestó Harry simplemente- pero ya estoy mejor- mintió. Aunque sea los mareos ya había parado...
- Pero no soportarás Adivinación, ¿o sí?
- No pienso faltar más a clase- se negó Harry.
- Ya te pareces a Hermione- rió Ron- entonces, si piensas ir... empieza a apurarte que no nos queda mucho tiempo...
- OK- Harry se levantó y le sonrió a Ronald- ¡Marchando!

Cogieron las cosas necesarias para adivinación y comenzaron a caminar hacia la torre norte, donde Sybill los esperaba ansiosa por hacer algún descubrimiento sobre el fenómeno que, según la Profesora, estaba sucediendo en ese momento con los planetas del sistema Solar.

Se sentaron en la especie de aula que era el salón de adivinación. Los vapores perfumados que emanaban del fuego de la chimenea eran más densos de lo que esperaban.

Por supuesto, Parvati y Lavander aún no habían perdido su entusiasmo con las clases de Trelawney. Seguían admirándola como el primer día de clases aunque había veces que no le daban importancia a la profesora ya que estaban mirando a los chicos. (N/A: Ja Ja Ja)

Sybill entró al aula. Les miró a todos con expresión sombría como si algo demasiado tenebroso iba a suceder después de eso. Le echó una mirada de advertencia a Ron, quien ya estaba empezando a reírse.
- Buenas Tardes, queridos. Veo que nada bueno nos espera en nuestro futuro- dijo fijando su mirada en Harry pero dirigiéndose a la clase en general- hoy examinaremos nuevamente el fenómeno que está sucediendo con Neptuno y Urano, la posición de estos astros es bastante extraña y merece que nos paremos a estudiarla- Ronald observó a Harry de reojo con una expresión de preocupación. Harry siempre veía visiones cada vez que se paraban a estudiar los astros. Y esas visiones nunca traían nada bueno.

Trelawney agitó su varita e hizo que todas las lámparas se apagaran. El fuego de la chimenea era lo único que los iluminaba en aquella sala. La profesora se agachó y tomó de debajo del sillón una miniatura del sistema solar contenida dentro de una campana de cristal. Ya lo habían admirado varias veces en los últimos años. Aunque Harry nunca lo había mirada con determinación.

Trelawney les indicaba la desviación de la rutina de Neptuno y la precisión con la que el planeta concordaba con la silueta de Urano.

Es el colmo- pensó Harry observando ambos planetas- Trelawney cada vez está más loca. Solo ella se cree ese cuento de que los planetas reflejan cosas extraordinarias

Sin embargo, se puso a observar con más determinación. La cabeza de Harry empezó a darle vueltas y los mareos se advirtieron nuevamente. En un abrir y cerrar de ojos, ya no se encontraba con sus compañeros de Gryffindor.

Harry observó pasmado la sala de adivinación. Lógicamente, no era SU época.
¡Dios! Esto era lo que me faltaba- pensó Harry

Miró su alrededor. En vez de que Trelawney fuera la que explicara había otra profesora. Parecía ser una señora mayor. Según entendió Harry, estaba regañando a un alumno por ver cosas "raras" en la bola de cristal.

Harry también se percató que los alumnos de aquella clase también pertenecían a la casa de Gryffindor. Se fijó en el muchacho que la señora reprochaba. Se le cayó el alma a los pies sin podérselo creer. Aquel chico tenía cabello corto y lacio, de color negro se le hacía extrañamente familiar...
- ¡Black, como se atreve!- gritó la profesora. Harry miró boquiabierta a su padrino. Obviamente había retrocedido alrededor de treinta años. ¡Qué locura!
- Pero profesora, ¡es eso lo que veo en la bola de cristal de James! ¿Qué quieres que haga? ¿Qué me haga el niño bueno que no vio nada, no sintió nada ni nada?- Se defendió su padrino. Harry observó a los compañeros de su alrededor.

Un chico de cabello castaño y ojos claros observaba a Sirius pasmado. Harry rió cuando comparo al Remus real con el de hace treinta años. El joven parecía alegre y sin preocupaciones.
También había un muchacho de baja estatura, tenía poco cabello y su mirada estaba bastante perdida. Peter Pettigrew...

Al lado de Sirius, había un muchacho de cabello negro alborotado, disparado en todas direcciones, con ojos marrones oscuros. Su rostro estaba ruborizado y su mirada asesina fija en su mejor amigo. Harry observó a su padre mientras su estómago daba una sacudida y la angustia le recorría la garganta.
- Pero, Sirius... - parecía que las palabras no le salían de la boca a James- ¿Cómo pudiste...?- se volvió a trabar- ¿Cómo pudiste ver algo así?
- Viéndolo, amigo, y te digo que lo hacías bastante bien... luego te enseñaré como hacerlo correctamente- dijo Sirius en tono burlón. La profesora estaba que ardía. La campana salvo a Sirius de la disminución de puntos pero no de los reproches de James.

Los alumnos de Gryffindor levantaron sus cosas y se apresuraron para retirarse del aula. Harry no se quedó atrás. Capaz podría ver un poco más la vida de sus padres y sus amigos...

Al llegar al vestíbulo, cuatro chicas se acercaron al grupo. Una pelirroja, que Harry identificó rápidamente por sus ojos verdes, una chica rubia, otra morena y por último, una con cabello castaño claro un poco enmarañado. A Harry le recordó bastante a Hermione...
- ¿Qué tal adivinación, muchachos?- preguntó la rubia.
- ¡Una locura, Susan!- exclamó Sirius alegre.
- Yo les dije que Adivinación es una porquería... - dijo la muchacha de cabello enmarañado- deberían cambiarlo por Aritmancia...
- No empieces con tu discurso, Lidia- dijo Remus con cansancio- Sirius hizo que fuera una locura porque...
- ¡Cállate, Remus!- dijo James con enfado.
- ¿Qué pasa, Potter? ¿De qué nos perdimos?- preguntó la muchacha morena, la única que Harry todavía no conocía el nombre.
- ¡De una bomba, Arabella!- exclamó Peter- ¡Adivinación fue una fiesta! Pero el final que le dio Sirius fue espectacular... - no pudo continuar porque una chica de séptimo se acercó a ellos.
- ¿Qué sucede, Sybill?- preguntó Lily aparentando amabilidad aunque en realidad detestaba su presencia.
- ¿Hablaban de la adivinación?- preguntó ¿Sybill? Harry casi se cae de al risa al suelo al comprobar que enfrente de él tenía a su profesora de adivinación solamente con unos treinta años menos.
- ¿Qué te importa?- contestó de mala gana Lilian.
- Oye, Lily, tranquilízate que asustas- rió Sirius. Lily miró a Sirius de manera para asesinarlo. James observó con más determinación a Trelawney. Sus ojos parecían perdidos en alguna parte y cuando empezó a hablar, lo hizo con voz profunda, muy distinta a la suya:
- En la tierra gobernada por la oscuridad, la luz sigue brillando a pesar de todo. Pero lo débil que es, no alcanza para vencer al mal.
Aparecerá una gran esperanza. Que compartirá luz y oscuridad en su alma. La luz será tan poderosa como la oscuridad en el Señor Tenebroso y la oscuridad irá creciendo según pase el tiempo.
Juntos, serán invencibles. Separados, combatirán entre sí en busca del destino.
La hija del Innombrable crecerá en mentiras. Todo le será revelado cuando pueda superarlo. El niño que vivirá la ayudará, pero el peligro circulará sobre ellos.
Ambos unidos al poder por diferentes causas. Una maldición cambiará sus vidas. Tendrán que elegir entre lo cómodo y lo difícil. Solo ellos podrán hacerlo, solo unidos podrán vencer a la oscuridad. El destino que se les ha otorgado es este...

Cuando Trelawney terminó de decir esto, todo se volvió oscuro para Harry. Comenzó a escuchar gritos en medio de la oscuridad... había como luces rojas... luego Potter se dio cuenta que era sangre que caía. Un gran dolor recorrió todo su brazo derecho y el enorme dolor de cabeza no le dejaba en paz.

Abrió los ojos. Se encontraba en la clase de adivinación, en SU época. Ronald estaba a su lado, con una mirada de preocupación mientras el resto de la clase lo rodeaba. Trelawney estaba bastante cerca de él con una expresión llena de entusiasmo.
- ¿Estás bien, Harry?- preguntó Ron ayudándole a levantarse. A Harry le dolía terriblemente la cabeza y tenía mareos constantes.
- ¿Qué has visto, querido?- preguntó a su vez Trelawney. Ron miró a la profesora con una expresión asesina. Harry estaba sumamente pálido y ella preguntando lo visto.
- Lo lamento, profesora, pero no me siento nada bien y... - dijo Harry mirándola fijamente- me gustaría ir a la enfermería.
- ¡Pero...!- quiso impedirlo Trelawney pero Ron la interrumpió.
- Lo acompañaré, profesora, si usted me permite- dijo el pelirrojo, en realidad como dándole una orden.
Así que ambos salieron de la clase de Adivinación. Comenzaron a caminar.
- ¿Estás bien?- volvió a preguntar Ronald.
- Pues... depende de que forma me lo preguntes... - se sorprendieron al ver a una muchacha de cabello castaño caminando hacia ellos tranquilamente, era Hermione.
- ¿Qué hacen fuera de clase?- preguntó ella en tono de regaño.
- Eso mismo te preguntamos- dijo Ron mirándola como no creyendo a sus ojos
- El profesor Vector nos dio hora libre... ¿ustedes?- pero al ver la palidez del rostro de Harry no quiso una respuesta- Vayamos a la enfermería y mientras me explican que sucedió- así que el trío siguió caminando.
Ronald le explicó que Trelawney les había mostrado el fenómeno de unos planetas y cuando Harry se había desmayado. Hermione no le encontró lo extraño ya que siempre que se ponían a ver los astros, el joven Potter siempre tenía visiones.
- ¿Y qué has visto esta vez, Harry?- preguntó Hermione. Pero como ya habían llegado a la enfermería, Potter no tuvo tiempo de contestar.
Poppy regañó a Harry nuevamente diciendo que de vez en cuando la escuchara e hiciera caso. Harry le volvió a comentar sobre los mareos y dolores de cabeza que tenía en el momento. No dijo nada del sueño.
- ¿Te has dado cuanta, Harry, que todavía continuas con fiebre?- le dijo la enfermera en tono de regaño cuando se percató que el muchacho todavía tenía fiebre.
- Supongo que la fiebre subió al estar en la sala de adivinación- dijo Ron tratando de defender a su amigo.
- ¿Vienen de Adivinación? ¿Otra vez los astros?- preguntó Poppy, esta vez observando a Hermione y a Ronald. Ellos asintieron con preocupación.
- Bueno, Harry, ya te he visto dos veces en este día. Y la primera fue hace una hora, ¿me quieres decir por que no me hiciste caso cuando te dije que te quedaras? Ahora te quedas y sin excusa, ¿eh?- dijo Madam Pomfrey.
- Si no tengo otra opción... - suspiró Harry sin ganas de discutir más.

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Harry observó el dosel de la enfermería. Hermione y Ronald ya se habían ido y ya era bastante tarde. Por suerte los mareos ya no se sentían pero los dolores de cabeza continuaban. Recordó aquella visión... las dudas saltaban en su mente con tal velocidad que le hacían doler más la cabeza. ¿Y la última sensación? Un escalofrío lo recorrió al recordarlo. El brazo estaba congelado en un mínimo dolor... ¿qué significaba todo eso?

Quería distraerse con algo pero los temas que salían a discusión no le gustaban en ese momento.
Por un lado tenía las vacaciones de Navidad que empezaban al día siguiente... por otro, Hermione... no la vería durante dos largas semanas al igual que Ronald. ¿Cómo le iría a Hermione con sus padres muggles? Seguramente...

El Quidditch... el siguiente partido sería unas semanas después de año nuevo. Harry era el Capitán/ buscador, Hermione era una de las cazadoras y Ronald era el guardián del equipo de Gryffindor.

Lo del hablar fénix y convertirse en animago, o sea en un animal, en este caso, león, también le tenía bastante preocupado. Aunque el entusiasmo tampoco faltaba...

- ¡Maldición, demasiados problemas sin solución!- susurró con cierta desesperación. Decidió concentrarse en el sueño y así reponer las energías gastadas aquella semana. Cayó en un sueño intranquilo...

***

Hello: ¿cómo andan? Me alegro que el ficts les haya gustado. Creo que recibí más mensajes electrónicos que reviews pero no puedo quejarme!!! Sigo queriendo que me digan que pareja creen que será este fict (¿H/R o H/Hr?). Pues, pronto subiré la parte 7 la cual estoy revisando. La parte 8 la estoy escribiendo!!! no me agobien, pliss!!! Thanks por todos los e-mails, me dan las ganas que necesito para escribir. Sigan escribiendo, apesar que me llenen la casilla de correo, JA JA!!!

En cuanto al otro fict, Los Hermanos Potter y el Destino de los Herederos ando media trabada, trataré de escribir el siguiente cap. pero les aseguro que no tengo mucho más de lo que está expuesto en ff.net así que no me pidan que se los mande x e-mail. Trataré de des-trabarme pero estoy en examenes finales y se me hace difícil escribir. Es más fácil escribir de HP y el destino del heredero porque ya tengo todo planeado, o sea... ¿quieren un adelanto? Va a ver muchas muertes...

Dedicaciones: Romulo_Lupin (mi cybernovio(L): a ver cuando publicas esos capitulos y te pones a escribir, Romulo...) y Hermione-Iris(mi mejor amiga: oye, compinche, ¿donde te has metido? Ya me estás asustando. ¿te vienes para la argentina para matarme por todos los que voy a matar en este fict? Llegas a abrir esa boquita que tienes y te juro que eres torta frita!!!!)

Bueno, ¿algo más? Nop, pues, nos vemos dentro de poco... no tardaré más de una semana en subir el otro cap. así que no me manden e-mails ahora, sino dentro de una semana, ¿ok? Pero como nunca nadie me hace caso, creo que recibiré más e-mails. Les gusta llenar mi bandeja de entrada, ¿no? Bueno, les recuerdo mi e-mail: Parvati58@hotmail.com (este es el e-mail que utilizo en el msn de hotmail) y si alguno tiene msn de yahoo! este es el e-mail: blossom_mossolb@yahoo.com.ar

Hasta luego,

*Parvati*