"Una versión del futuro".
by amhy potter.
Nota: La adorada Jo, es dueña de todo. Pero, si por pura casualidad, se le da una muy buena vaga idea, y se le ocurre darme los derechos, pues... luego les aviso... Mientras tanto... Harry Potter no es mío, ni tampoco sus personajes. Sólo a Jo la iluminó el sol....
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Una profecía se ha propagado a través de los pasillos del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Una profecía que, a pesar de que muy pocos seres la conocen, ha decidido tomar vida propia y escapar de las paredes del castillo. Una profecía, que ha decidido conocer al mundo y enseñarle a éste lo que viene a presagiar. No con palabras, ni tampoco con insinuaciones. Con hechos, sólo con hechos que prueben la veracidad de la que está compuesta esta muy importante profecía.
Sin embargo, para su desgracia, esta misma lleva consigo las palabras que le indican no deberá revelar esa información hasta sino lo que serán muchos, muchos años.
Una nueva generación de brujas y magos llegará opacando a la vieja. Valor y orgullo al frente de sus estandartes. Astucia e inteligencia presagiando la justicia. Esta nueva generación, demostrará el coraje suficiente para vencer a su enemigo.
Esta generación que luchará contra aquél que se hará llamar lord Voldemort. Esta generación, que a diferencia de su antecesora, no temerá decir el nombre del "Innombrable". Esta generación, que pertenecerá al alumnado del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, conformada por las cuatro casas. Esta generación, que destruirá definitivamente, al máximo exponente de la cruel oscuridad.
~ Hogwarts, Una Historia ~ Página 54, Capítulo III, Inciso a.
Ahora bien, si ustedes son miembros de esta generación, he de solicitarles se informen con Madame Pince, en la biblioteca de la escuela, que ahí se les informará sobre los datos que necesitan para formar una nueva agrupación en contra del Señor Tenebroso, lord Voldemort.
Se está formando una nueva agrupación, pero su nombre aún no será revelado. Es secreto. Sólo los integrantes la conocerán.
Aquél que desee unirse, favor de hacer lo antes requerido.
Gracias.
Y ahora, les digo que ya volví!!!!!!!!
------: Sí, y yo también vengo con ella.
Sí, sí, sí!!!!!! Él también viene conmigo.... Con ustedes...... Oliver Wood!!!!!!!
(aplausos y ovaciones)
Oliver: Ejem... (sonrojo) Eh.... no es necesario que la presentación sea tan... tan... bueno, tan así, ¿verdad?
¿Sabías que eres muy famoso?
Oliver: Eh... ¿perdón?
¿Tienes novia?
Oliver: Eh... jeje... ejem... ¿perdón?
¿Me podrías dar tu autógrafo?
Oliver: ¿Au... autógrafo?....
Eh... sí.... ¿Por favor?
-----: Sí, sí. ¡Tu autógrafo! ¡Y una fotografía! ¿Sí?, ¿Verdad que sí, Oliver? ¿Me dejarás tomarte una fotografía? ¿Sí? ¿Y luego me la firmas? ¿Sí? ¿Qué te parece, Oliver? ¿Sí? ¿Por favor? ¿Sí?
Eh.... Colin..., ¿qué haces aquí?
Colin: Vine a ver qué estaba pasando aquí, por que tal vez era algo importante, y... y vi a Oliver... y... y quiero una fotografía, ¿sí? Oliver, ¿verdad que sí? ¿Sí? ¿Sí?
Oliver: Hola, Colin, es bueno verte otra vez, chico. Pero, ¿estás seguro que quieres una fotografía? ¿Mía? ¿Firmada?
Colin: Sí, sí, sí. ¿Sí? ¿Por favor? ¿Sí?
Ah... vete, Colin.
Oliver: Claro, Colin, no hay problema.
Colin: ¡Genial, genial! ¡Genial!
Oye, si le das una foto a Colin, me la das a mí.
Oliver: ¿Y tú para qué la quieres?
¿Para qué la quiere Colin?
Oliver: Él es fanático de la cámara, es normal que ande pidiendo fotografías a medio mundo. Aunque en especial a Harry, pero...
Colin: ¡Harry! ¿Dijiste Harry? ¿Dónde está? ¿Lo ves, lo ves? Yo no lo veo. ¿Dónde? ¿Crees que pueda hablar con él? ¿Me dejará tomarle una fotografía? ¿Dónde está? ¿Dónde? ¿Dónde?
Eh... Colin, Harry no está aquí.
Colin: ¿No? ¿No? Pero... ¿porqué? ¿Dónde está?
No lo sé. Lo invitaré la próxima vez, ¿qué te parece?
Colin: ¿Lo invitarás? ¿Lo invitarás? ¿En serio? ¿Y puedo venir? ¿Por favor? ¿Sí? ¿Sí?
Eh.... bueno...
Oliver: Claro, Colin.
Colin: ¡Genial! ¡Genial! ¡Genial!
Bueno, ¿qué les parece, si mientras Oliver firma la fotografía, responden a los reviews?
Oliver: Será todo un placer.
Colin: ¡Sí! ¡Sí! ¡Genial! ¿Y puedo tomar una fotografía?
Eh, Colin... no creo que eso sea posib....
Colin: ¿Y puedo empezar yo? ¿Puedo? ¿Puedo? ¿Por favor? ¿Sí? ¿Sí?
Pregúntale a Oliver.
Oliver: Por supuesto que sí, Colin.
Colin: ¡Genial! ¡Genial!
A Silverstar: ¡Sí! ¡Sí! ¿A ti también te gusto? ¿En serio? ¿En serio? ¡Que bueno! Dice la autora que a ella también le gusta el sentimentalismo, y que probablemente lo volverá a poner, pero que eso depende de qué camino tome la historia. Y la autora dice... ella dice que ella también está enamorada de Sirius, del Profesor Lupin... aunque yo no lo conozco, y que también le agrada el profesor Snape, aunque no está enamorada de él... Eh... a mí tampoco me agrada, es muy malo conmigo en Pociones. La otra vez... la otra vez, estábamos en clase de Pociones, y el profesor Snape empezó a decir que..
Colin.... contéstale a la chica, por favor.
Colin: Ah... sí. Lo siento. La autora dice que lo del futuro se verá... que sí se verá, pero no en esta historia. Ella dice que está pensando seriamente en hacer una secuela, y que de eso tratará... y ahí, ahí, se verá...
¡Colin! No des información de más.
Colin: Sí, sí. La autora te agradece por mandarle un review. Gracias, gracias. Que mandes otro, que le ayudan mucho. Gracias. Oye, ¿no quieres una fotografía de Harry? Está firmada, logré que me la firmara. ¿La quieres? Si quieres te doy una copia, o te consigo una del profesor Lupin, porque al señor Sirius yo no lo conozco, y al profesor Snape no quiero acercármele... y... y....
¡Colin! ¡Ya basta! Hablas demasiado, dices hasta lo que no....
Oliver: Sí, bueno... mi turno.
A Shagy Sirius: Hola, dice la autora que igual con tanta dedicación que te dio la vez pasada, sigue considerándote un ángel. A la autora le caes súper y espera que sigas siendo su ángel por siempre. Dice que agradece que le des nuevas ideas, y que no te lo acabará de recompensar nunca. La reacción de Ron y Hermione se verá en este capítulo. Pero Harry no les dirá si van a casar o no. Eso no será platicado, todavía. Dice la autora que le alegra mucho que te guste la pareja de R/Hr, porque a ella le encanta. Es la única a la que le es fiel.
La autora se alegra de que hayas sido tan valiente de pronunciar el nombre del Innombrable, y te pide que por favor pidas información sobre el grupo que se está formando. Las indicaciones se dieron arriba. Dice que eres apto para formar parte de este grupo, y eso que no cualquiera entra.
Lo de que Harry humille al Innombrable, pues...
¡Pido la palabra, pido la palabra! Oliver, quiero hablar con él.
Oliver: De acuerdo...
Okay, bueno... Shagy Sirius, mi querido amigo, he de decirte que estoy impresionada por tres cosas:
1) por todas las grandiosas ideas que me has dado. Y que gracias a ti, la historia se está desarrollando súper.
2) por que dijiste el nombre de Voldie, y por eso te ruego que te informes sobre la nueva agrupación que se mencionó al principio.. Te aseguro que serás aceptado de inmediato.
2) por que entendiste la nota pasada, esa Nota 90°, ángulo recto, y de verdad que estoy sorprendida por ello. Harry no puede asesinar a Voldie, no. Pero una pequeña golpiza no le vendría mal... y en eso, estoy de acuerdo contigo.
Gracias!!!! Eres un ángel, y seguirás siéndolo!
Oliver: Sí... lo que dijo ella. Ahora, la autora también te dice que lo siente mucho, pero que la ilusión de que Harry y Ginny terminen juntos, no se hará posible. Esa será una de las únicas ideas que ella no te podrá complacer en plasmarlas aquí. Lo siento, hermano. Pero así dijo ella, y pues... ni modo.
Lo del partido... Bueno, la autora dice que tampoco le agrada Krum, y a mí tampoco, por cierto. Es cierto que juega bien, pero a mí me parece que es un presumido. Seguro que si jugamos contra él, tal vez nos dé una paliza, pero él es un profesional. Aunque a pesar de eso, ese tipo no me agrada para nada. El partido, bueno, la autora dice que lo está considerando. Pero que esperes sentado, no parado, que te podrías cansar.
En las clases de DCAO, lo asiento, pero la autora dice que aún en el tiempo de Harry, el Avada no puede ser repelido. Defensa y otras cosas, tal vez sí. Pero el Avada no.
También, la autora dice que Harry de 15 y el de 21, no se encontrarán por razones ajenas a la historia. Agradece tu idea, pero te dice que no pasará. Pero, ella insiste en que no dejes de mandar ideas, que sigues siendo su ángel oficial. La autora también se sonrojó por el comentario que hiciste de ser buena escritora, y por eso yo te digo que ella te lo agradece mucho. Dice que la historia seguirá por mucho, mucho tiempo, y, al parecer por el color de su cara, yo digo que ella está muy complacida contigo.
¡Oliver!
Oliver: ¿Qué? Es verdad. Gracias, Shagy Sirius, y no olvides volver a escribir, que te aseguro la autora se morirá si no lo haces.
¡Oliver, basta!
Colin: ¡Mi turno, mi turno...!
A vicu-malfoy: Hola, hola... ¡Hola!, ¿Cómo estás? La autora dice que... ella dice que Harry no derrotará a El Innombrable porque no puede... porque si lo hiciera, cambiaría el curso de la historia. Pero que sí se enfrentarán, que no te preocuparas. Ella dice que le halaga mucho que dejaras este tipo de review por ella, y por su historia. Le alegra que te guste, y que hará su mayor esfuerzo para que quede aún mejor, y te siga gustando más. Ella dice... dice que aún cuando te estabas cayendo en el teclado por el cansancio, que ella te aprecia mucho por eso. Que eres muy buena... y... y que te lo agradece con el alma. Las reacciones de Ron, Hermione las verás aquí; pero la de Malfoy sólo un poco. Ya verás. Que gracias, y que vuelvas a escribir. ¡Adiós!
Oliver: Eso fue...
¿Corto?
Oliver: Bueno, a comparación con el anterior....
Sí, sí.... Pero igual y los dos me ayudan mucho a seguir con la historia.
Oliver: Sí, sí. Bien...
A Jack Dawson: Que bueno que te haya gustado, amigo. A la autora le gustó tu entusiasmo. El apodo del profesor Lupin, dice que lo sabrás después, pero hoy no. Al Innombrable, lo veremos dentro de algún tiempo, pero no te preocupes, que la emoción estará muy alta. De nuevo, ella agradece que hayas mandado un review y te pide que lo hagas de nuevo, por favor, que significa mucho para ella. ¡Gracias, amigo!
Sí, ese joven es muy agradable.
Colin: ¡Sigo, sigo! A... A... ¡ah!, sí....
A Joyce Granger: ¡Hola, ¿cómo estás?! Oye, la autora dice que le alegra mucho que le envíes un review, y que lamenta mucho que... pues que no pudo actualizar rápido, pero es que no pudo. En serio, yo la vi, ella estaba estudiando porque tenía examen de Historia de la Magia, y pues por eso... Y... y dice que los presentadores que diste son buena idea, pero... pero nos prefirió a nosotros... Y... ¿Porqué tú no nos sugeriste? Tal vez se te olvidó, ¿verdad?, ¿verdad? Bueno, que mandes otro review, y que te agradece mucho.... ¡Gracias! ¡Adiós!
Oliver: Bueno,
A La_MaS_PiLLaDa: Hola, la autora te agradece tu opinión. Muchas gracias. Y escribe pronto, que a ella le anima a seguir escribiendo. ¡Adiós!
Colin: ¡Yo, yo...!
A Arix: ¡Hola, hola! La autora agradece tu review, sí. ¿Alguien serio para Fred y George? ¿Puedo ser yo? ¿Sí? ¿Sí? ¿Por favor? La autora dice que mandes otro review... y gracias, pero, ¿puedo ser yo? Yo soy muy serio...
Colin....
Oliver: Jeje... Ejem...
A Dark Lady: Hola.... ¡oye, oye! Cálmate. Ya entendimos el punto de que la historia te gusta, ¿pero no crees que exageraste? Digo, sin exagerar. La autora se alegra que te haya gustado, y se siente complacida de que pienses así de su historia. Gracias, y vuelve a escribir. ¡Adiós!
Colin: ¡Sigo yo....!
A Renialt: Hola... ¿cómo estás? La autora dice que le costó un día deshacerse de los efectos del gas rictus, pero que no te preocupes. Dice que le alegra mucho que te haya gustado. Va a hacer variedad, y... y dice que va a mezclar varios tipos de sentimientos, para que uno de ellos te pueda gustar.... O te ríes... o llorar... o te asustas... de sorprendes... o cosas así. Escribe otra vez.... y muchas gracias.... ¡Adiós!
Oliver: Correcto...
A Padfoot: Hola, amigo. La autora te agradece el review, y te dice que lamenta la espera, que procurará no vuelva a pasar. Con lo del profesor Snape, lo verás, pero tienes que tener cuidado, porque se darán claves a lo largo de los capítulos. Gracias y escribe de nuevo...
Colin: ¡Yo, yo!
A eva: Hola, hola eva. ¿Cómo estás? La autora dice que es bueno que te haya gustado, porque así ella se siente feliz y puede continuarlo más fácilmente. Dice que esta historia no es slash, que aunque le gustan, esta no es una de ellas.... Aunque yo no sé qué significa eso. ¿Pero a qué te refieres con que Malfoy y Harry sean pareja? ¿Van a trabajar en equipo en pociones, o qué?
Cielos, debí poner a Oliver para esto...
Oliver: Oye, a mí ni me mires. Ese tipo de historia no me gustan.
Oye, no estaría mal hacer una tuya con...
Oliver: ¡NO! ¡Que ni se te ocurra! ¿Oíste? ¡Ni siquiera lo pienses!
No, si no lo estaba pensando....
Colin: Sí, bueno..., Ah, eva... La autora dice que lamenta no haber podido subir este capítulo el fin de semana pasado, pero es que estaba estudiando para Herbología. Toda esa semana hemos tenidos exámenes. Dice que tratará no vuelva a pasar. Que gracias por comunicarte, y que lo hagas de nuevo. ¡Adiós!
Oliver: Mi turno...
A ana: Que bueno que te gustaron los capítulos. La autora dice que sabe que el capítulo 4 fue el mejor, y que el 5 no estuvo tan bueno, pero que espera hacer de este algo bueno. Gracias y vuelve a mandar otro review.
Colin: Sigo yo...
A vegetto: Hola, hola.... ¿Cómo estás? Oye, ¿has ido a Hogsmeade? ¿Has ido?
Colin, ¿qué estás haciendo?
Colin: Platicando con él, ¿porqué?
Colin, tal vez, y es lo más posible, que él no quiera saber eso. Sólo respóndele, por favor, ¿sí?
Colin: De acuerdo.... Eh... Ah, sí, el Harry del presente no aparecerá en este capítulo, y tal vez falte mucho para que vuelva a salir, pero se te avisará cuándo. Eh... ah, que gracias, y que vuelvas a escribir.... ¿Seguro que no has ido a Hogsmeade?
¡Colin!
Colin: ¿Qué?
Oliver: Ja,ja....
A Dadaiiro: Dice la autora, que primero que nada, es un honor tenerte entre los seguidores de esta historia. Tu historia "Hechizo al pasado" es una de sus favoritas, y que de tener pluma y pergamino, te pediría un autógrafo. A la autora le alegra mucho que te haya gustado la historia. Y lo de sentimentalismo, dice que tal vez en un futuro haya más. El Harry de 15, saldrá hasta algún tiempo, por eso de que aquí un mes es una hora allá. Pero mientras, la autora te pide que continúes tu historia, porque le gusta mucho. Escribe de nuevo, y muchísimas gracias... Adiós.
No puedo creer que me haya escrito... De veras que es todo un honor.
Colin: ¿Quién? ¿Y qué es slash? No me dijeron... ¿Qué es? ¿Qué?
Eh... eh... que Oliver te diga...
Oliver: Dile tú, tú eres la escritora, ¿recuerdas?
No, dile tú.
Oliver: No, dile tú.
Es más... Colin, no te preocupes, ahorita sabrás....
Colin: ¿Ah, sí? ¿Cómo?
¡Oliver te va enseñar!
......
Oliver: ¡¡¡¡¿QUÉ?!!!!
Capítulo 6: "Preguntas y respuestas".
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― ¿Y tú crees que sea cierto?
― Pues yo ya no sé que pensar.
― Sí se parece mucho.... Aunque él es muy diferente, se nota que se parece mucho a Harry.
― Sí, pero viajar en el tiempo es.... bueno, ¡imposible!
― Pero el Profesor Dumbledore lo dijo.
― Eso es cierto. Si él lo dijo, pues....
― Albus Dumbledore no dice nada si no está seguro de eso, o al menos eso dice mi papá.
― Oigan, ¿ustedes qué piensan? Ustedes dos son los que más le hablan a Harry. Tal vez sepan algo...
Un silencio en la Sala Común de Gryffindor se produjo. Todos los Gryffindors se encontraban ahí discutiendo sobre las nuevas que el director le acababa de decir apenas hacía algunas horas, durante la cena. Al momento que Neville les preguntó a Ronald Weasley y Hermione Granger, los demás guardaron silencio esperando expectantes la respuesta.
― Er... ―comenzó el pelirrojo sin saber qué decir.
― No sabemos nada ―contestó la chica por él―. No nos han dicho nada, y estamos igual de desconcertados que ustedes.
― Sí, bueno ―comenzó Sean―. ¿Pero le creen? Digo, ¿en serio creen que eso sea cierto?
Miradas atentas al dúo. Después de pensarlo detenidamente, y adelantándose a su compañera, el chico contestó:
― Es Harry. Definitivamente esa persona es Harry. Estoy seguro ―dijo, y mientras el silencio resultante de la confesión del chico se expandía, éste observó a su amiga en busca de su apoyo.
― Sí, yo también ―dijo la joven aún mirando fijamente a los ojos del pelirrojo―. Estoy completamente segura de que él es Harry.
Ya no había dudas. Y si las había, no había quién se atreviera a confesarlas. Los comentarios que sus amigos habían dado, les había hecho creer, o más bien les incitaba a creer, que su futuro profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, era su amigo ahora de 21 años.
― Pero, ¿cómo le haremos con el equipo? ―preguntó Angelina consternada, después de ya haber tenido una plática sobre este tema de lo que ya fueran horas―. Quiero decir, Harry ya no está, ¿verdad? Nuestro Harry ya no está, y el equipo ahora ya no tiene buscador.
― Es cierto ―comentó Alicia, dándole la razón―. Porque no creo que dejen a este Harry jugar con nosotros.
― Deberemos buscar un reemplazo ―comentó con desánimos Katie, diciendo lo que nadie por temor había querido decir. Sus palabras cayeron fúnebres y frías al ambiente de la Sala―. A no ser que hablemos con el director, o directamente con Har... con el Profesor Potter.
Asombro al significado de esas palabras. Profesor, así es como debían llamarlo. Algo muy, muy extraño para ellos. Ver a Harry como profesor..., bueno....
― Sí, creo que eso será lo mejor ―comentó Fred guardando seriedad―. Supongo que mañana en la mañana lo haremos.
― De acuerdo― comentó George apoyando a su hermano.
Y otro silencio cayó en la Sala. Ya estaba entrada la noche, pero el tema de discusión en ellos en esta ocasión era muy importante. La mayoría de los ojos de posaban en la chimenea viendo la fogata en silencio.
Varios minutos después, fue Parvati quién rompió el silencio:
― Oigan, ¿no les parece que se ha puesto increíblemente guapo? ―comentó la chica.
Miradas desconcertantes se posaron sobre ella.
― ¿Qué? ―preguntó Dean, lanzándole una mirada de desconcierto.
― Sí, es cierto ―la apoyó Lavender―. Además, ¿viste qué piernas?
Eso fue más que suficiente para los chicos. Algunos, sólo guardaron silencio, pero no pudieron evitar que miradas asesinas llegaran hasta las chicas. Otros, sí mostraron su desacuerdo.
― ¿De qué demonios están hablando? ―comentó Lee, enfadándose― ¡Por Merlín, ¿cómo pueden hablar de eso?!
― ¿Qué tiene de malo? ―contestó ahora Alicia, apoyándolas― Creo que yo también pienso igual. Se me hace muy tierno.
― ¡Sí, es cierto! ―dijo emocionada Angelina― Se ve tan lindo.
― Y esos ojos.... ¿Lo vieron? Ahora se le ven mucho más lindos.
― Sí... Te fijaste en el cuerpo que tiene... Wow....
― ¿Alguna de ustedes le vio el trasero?
Suficiente. Mucho, mucho más que suficiente. Un silencio se formó en la Sala, pero por varias razones:
Primero, los chicos ardían en rojo enfurecidos. Se quedaron completamente mudos a la furia, uno que otro apretando los puños, y ejercitándolos, sólo por si acaso llegaba a ver a cierto profesor...
Segundo, las chicas se sorprendieron a tal atrevimiento de pregunta. Era cierto que a veces comentaban cosas como esas, pero, nunca enfrente de los chicos con tanta intensidad, y tampoco con ese tono.
Tercero, la chica que habló era la última que se esperaba hablar sobre eso.
― ¿Qué dijiste, Ginny? ―preguntó Ronald, entre furioso, celoso, y agresivo, quedando todo esto en una muy extraña y peligrosa seriedad calmada.
― Tienen que admitir que es cierto ―dijo Katie apoyando a la joven Weasley―. La verdad, es que yo no había visto uno igual.
― ¡BASTA! ―gritó Lee enfadado―. ¿Qué demonios les pasa?
― Son unas igualadas ―comentó Fred apoyándolo.
― Debería darles vergüenza ―dijo el otro gemelo.
― ¿Pero porqué? ―comentó Lavender sin entender.
― Déjalos, están celosos ―comentó Angie sonriendo.
― No, no es cierto ―comentó ahora Sean.
― Bueno, como sea ―dijo Parvati haciendo un ademán desinteresadamente―. ¿Porqué no mejor le preguntamos a alguien que conoce muy bien a Harry, y que podría dar su opinión desde el punto de vista femenino?
Mientras todos se quedaban en silencio, preguntándose a qué se refería, la joven continuó:
― Hermione, ¿qué piensas de Harry?
Y todos los ojos de la Sala se fueron sobre la chica. Ésta, sin más qué hacer, se preguntó dónde había dejado el trabajo de Historia de la Magia que le faltaba terminar.....
~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ *
― De acuerdo pero, ¿qué le vamos a decir?
― ¿A qué te refieres? ―preguntó la chica Granger observando a su compañero. Ella y el joven Weasley habían acordado la noche anterior ir a visitar a su futuro maestro, y al que en este tiempo su mejor amigo es. Y dado que hoy era domingo, les parecía una oportunidad perfecta. Se dirigían hacía donde, según la Profesora McGonagall, se encontraba el despacho del joven Profesor. Caminando por los pasillos desconocidos y vacíos de gente, se preguntaban cómo harían para hacerle saber a su Profesor de sus dudas.
― Quiero decir, no vamos a llegar diciéndole cualquier cosa, ¿verdad?.... "Hola, Profesor Potter..., esto..... nosotros queríamos saber... " ¿Tienes idea de lo extraño y absurdo que se oiría eso? Si Harry estuviera aquí, seguro que se echaría a reír.... ―el joven se detuvo abruptamente. Reconocer que su Harry no estaría con ellos por lo que sería mucho tiempo les costaba reconocerlo.
― Ron... ―dijo en un susurro la joven. Apoyar a su amigo le importaba más que nada en este momento. Pero el hecho que ella se sintiera igual que él, no ayudaba en nada. Los dos extrañaban al joven Potter, y a pesar de que sólo había pasado apenas un día entero, les costaba mucho trabajo el aceptar que probablemente no lo volverían a ver sino hasta dentro de unos cuantos meses.
― Herm, no sé qué vamos a hacer sin él. Esto no será lo mismo....
― Lo sé, Ron. Pero tenemos que aceptarlo. A Harry no le hubiera gustado que nos deprimiéramos por él.
― Sí... ―comentó en un suspiro―, supongo que tienes razón ―dijo, y a continuación se percató en la puerta pequeña, que pareciera ser, conducía su destino―. ¿Es aquí? ―preguntó el joven a su compañera.
― Mmm... Creo que sí. Según la Profesora McGonagall, este es su despacho ―dijo la joven revisando el pequeño mapa que la Profesora les había proporcionado.
― De acuerdo. Ahora, ¿cómo se supone que vamos a pasar sin saber la contraseña? ―dijo apuntando a la gárgola.
― Er... Supongo que la Profesora olvidó un mínimo detalle....
― Bueno, una de dos: o tocas para ver si nos escucha, o decimos todas las contraseñas posibles que se nos ocurran....
― Eh... ¡Espera!.... ¿Toco?
― Sí ―contestó como si nada―. Vamos, Hermione. ¿No creerás que yo voy a tocar, verdad?
― ¿Porqué no?
― ¡Hermione! Tú eres la estudiante modelo. Se supone que tú debes hacer eso.
― Eso no es cierto. Además, no creo que a Harry le importe mucho.
Silencio. La joven había pronunciado las palabras mágicas que les devolvió la nostalgia de nuevo.
― Eh... bueno... lo haré yo ―dijo el joven tratando de evitar esos tristes sentimientos.
~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ *
― ¿Porqué rayos tardarán tanto? Albus, ¿estás completamente seguro de que necesariamente debo estar aquí?
― Severus..., tenemos que darles tiempo. No es fácil para ellos. Y por lo que vi, para ti tampoco.
― Sólo me sorprendí, eso es todo...
― Ajá... ―dijo ahora con un brillo en los ojos―. Severus. La verdad no sé porqué, pero tengo este presentimiento de que estás temeroso de algo que Harry pueda saber sobre ti....
Los ojos negros del Slytherin giraron hacia él enseguida. ¡Bingo!, se dijo Albus. Había dado justo en el blanco.
― N-no sé de qué hablas, Albus. Seguro que...
Interrupción. Un ruido en la puerta los distrajo a ambos, y Severus suspirando de alivio, y Albus reprochándose su mala suerte, fueron enterados de que alguien llamaba a la puerta.
Albus fue a abrir, no sin antes dirigirle una mirada al hombre diciéndole que la conversación definitivamente no se quedaría ahí, y se sorprendió al ver quienes se encontraban detrás de la puerta.
― ¡Ah! Director, no esperábamos verlo aquí... ―comentó la joven obviamente apenada.
― Señores Granger y Weasley, buenos días, por favor, pasen.... ―dijo sonriente y haciéndose a un lado para dejarlos entrar.
― Eh... Buenos días, señor. Veníamos a ver a Ha... al Profesor Potter. Pero no se preocupe, vendremos más tarde ―dijo la joven aún avergonzada.
― Oh, no, no ―dijo sonriente―. Por favor pasen, estoy seguro de que a Harry le encantará verlos...
Los jóvenes no tuvieron opción más que pasar. Al encontrarse con su más querido Profesor de todo Hogwarts sentado en una de las sillas, y mirándolos con unos ojos que.... bueno, no se lo desearían a nadie, los chicos desearon haber rehusado la sugerencia de su director.
Perfecto. Ahora resulta que Granger y Weasley se han unido a la fiesta. Esto no puede ser peor. Dándose cuenta, de que él era el único Slytherin entre tantos Gryffindors, pensó que debía dar una excusa rápida para salir de ahí.
― Buenos días, Profesor ―comentó Granger al Slytherin, al tiempo que Weasley también hacía lo mismo.
― Harry está en su dormitorio en estos momentos. Supongo que no tardará en salir ―informó el director indicándoles a los chicos que se sentaran también.
Y después de lo que parecieron unos diez minutos, dos hombres salieron de la habitación que suponía era el dormitorio, y, sorprendidos de ver al par joven, expresaron su emoción.
― ¡Sirius! ―exclamaron ambos jóvenes alegres yendo hacia él.
― ¡Profesor Lupin! ―soltó Hermione, que después de haber saludado al animago, se dirigió al ex-profesor también, al igual que su amigo.
― Hola, Ron, Hermione... ―comentó Sirius también alegre.
― Supongo que están aquí para ver a Harry, ¿no? ―preguntó el licántropo a los chicos.
Mientras ambos asentían, un hombre en la oficina pensó que definitivamente, y con su debida urgencia, era necesario que él ya saliera de la habitación. Tanto color y personas en esa habitación en representación de Gryffindor le estaban asqueando. Él no hacía falta ahí, y su presencia era completamente absurda e ilógica.
― Bueno, él se está bañando. Dijo que no tardaría mucho. Estoy seguro de que se alegrará mucho en verlos ―comentó el ex-convicto alegre.
― Bueno, ¿porqué no nos ponemos cómodos mientras Harry sale? ―dijo el director yendo hasta un compartimiento en la habitación de donde sacó una bandeja llena de bocadillos y una tetera y una jarra de jugo―. Estoy seguro de que Harry no le molestará si nos robamos algunas de sus galletas... ¿Gustan? ―ofreció a los presentes divertido.
Los jóvenes, sintiéndose incómodos, rehusaron a la comida, al igual que cierto amargado Slyhterin. El animago y el licántropo, por su parte, argumentaron que ya habían desayunado es mañana, y que su apetito no les alentaba a probar algún bocadillo.
Albus, algo decepcionado, tomó una taza de té y una que otra galleta.
― Bueno, supongo que deberé comer solo ―comentó sentándose.
― ¡Galletas! ¡Genial!
Silencio. Las miradas se posaron al dueño de la voz. Éste, no obstante, atravesó la habitación sin inmutarse de los presentes. Cuando llegó a la bandeja de galletas, frunció el entrecejo y se dirigió rápidamente a Albus.
― Albus, ¿tú hiciste las galletas? ―cuestionó mirando al director. Éste, dando un mordisco a un hipogrifo de chocolate, se apresuró a contestarle al joven.
― No... ahí estaban. ¿No te gustan? ―preguntó confundido.
― Bueno, sí... Pero... ¿De qué sabor son? ―interrogó muy serio.
― Mmmm.... De chocolate, creo... ―dijo dando otro mordisco para asegurarse.
― ¡Albus! ―gritó sobresaltando a todos, y haciendo que por poco el director cayera de su asiento, pero eso no evitó que el té se le derramara en la túnica― ¡No puedes comer chocolate!
Albus miró perplejo al joven auror y parpadeó un par de veces confuso.
― ¿Qué? ―preguntó Albus confuso mirando fijamente al joven.
― Ya me oíste. No puedes comer eso ―dijo mientras le arrebataba la galleta al director confundido―. Es malo para tu salud.
― Pero... ¿malo para mi salud? ―comentó éste ofendido― . ¿Desde cuándo es eso?
― Desde que casi mueres por comer esto... ―dijo mientras caminaba a su escritorio, dándole la espalda al director.
Albus volvió a parpadear confundido. Al igual que el resto de los demás, se encontraba por completo sumergido en la confusión.
― ¿No puedo comer chocolate? ―dijo mientras la sola idea le aterraba el alma. ¡No chocolate! ¿Qué clase de tortura es esa?
― Sí, así es. Si quieres conservar tu vida, es mejor que comiences a dejar el chocolate ―dijo con un tono serio y severo.
― Pero... ―dijo deprimiéndose por la idea de que no volvería a comer chocolate en toda su vida―. ¿No puede ser aunque sea tantito?
― No, Albus, lo siento.
― Ah ―dijo el director resignándose. ¡Qué cruel era la vida!
Otro silencio permaneció, pero esta vez fue muy incómodo. Los demás, dando miradas de reojo al director, comenzaron a sentir pena por él. Albus comenzaba a sentirse mal, verdaderamente mal.
Y Harry, al ver las caras de seriedad que todos sostenían, no soportó más y echó a reír lo más fuerte que pudo.
―¡JAJA........ JAJAJAJAJAJA........! ―comenzó el joven auror sosteniéndose el estómago y tumbándose al suelo, incapaz de ponerse en pie, y sintiendo lágrimas salir de sus ojos.
Los demás, lo vieron perplejos y no tenían idea de lo que ocurría, ni siquiera Albus.
― Ya se volvió loco... ―comentó Severus viendo fijamente al chico que ahora tenía una crisis convulsiva.
― ¡JAJAJA..... JAJAJAJAJA!
― Harry, ¿podrías decirnos qué es tan gracioso? ―comenzó Sirius dudando que la mente de su ahijado estuviera tan sana.
El joven, viendo la expectante espera de los demás, intentó tranquilizarse, para poder explicarles. Por suerte, logró reducir su crisis a unas cuantas risillas, y cuando se hubo calmado, comenzó a explicar.
― Lo que.... lo que pasa.... es que..... es que...... ¡JAJAJAJAJA.........JAJAJAJAJA!..... ¡es que......!......¡JAJAJAJA......JAJAJA! ―caso perdido, el joven volvió a su anterior crisis.
― Definitivamente, ya decía yo que era demasiada coherencia para él... ―comentó el Slytherin ahora un poco más alegre de ver perder la razón a uno de sus más queridos enemigos.
Diez minutos más, y el joven se tranquilizó...
― Es que..... ―comenzó quitándose las lágrimas de las comisuras―. Es que...... Albus..... debiste ver tu cara...... jaja...... Yo..... lo siento, pero.... jajaja.....jajaja...... fue una....... broma muy...... buena........ ¡jajajaja.........JAJAJAJA! ―y el ataque comenzó otra vez.
Y ante esto, Sirius y Remus se echaron a reír junto con él, ahora comprendiendo.
― ¡Jaja! ¡Fue una broma!
― ¡Oye, y muy buena! ¡Albus, palideciste demasiado!
― ¡Sí, parecía que te ibas a morir!
Y acoplándose con ellos, el director también comenzó a reír.
― ¡Harry! ―dijo entre risas― ¡No me pareció gracioso! ¡Fue una broma de mal gusto!
― Yo.... lo siento...... Pero.... no pude evitarlo.
Ron y Hermione también comenzaron a reír divertidos.
Severus sólo giró los ojos, y fastidiado y rehusándose a permanecer en esa habitación siendo el único sano de mente, comenzó a dirigirse a la puerta, para salir cuanto antes de esta locura.
― ¡Severus! ¿No pensarás en abandonarnos, verdad? ―comentó Harry ahora ya sin crisis, pero manteniendo una sonrisa.
―Lo siento, Potter. Pero esto sobrepasa mis límites ―contestó de mala gana.
Harry sonrió. ― Perfecto, Severus. Me alegra que te quedes. Siéntate, tenemos muchas cosas qué discutir.
― ¿Qué? ―el hombre parpadeó confundido―. Yo nunca dije que me quedar....
― Bien, Severus. Tenemos tantas cosas de qué hablar y muy poco tiempo. ¿Podrías cerrar la puerta, por favor? ―dijo mientras se sentaba en la silla de su escritorio.
― ¡Escúchame, Potter! ¡No eres quién para darme órdenes! ―gritó Severus enfureciéndose.
Mientras los demás permanecían apacibles esperando cada una de las reacciones, y pensando cada uno, que esto no se lo perderían por nada del mundo, Harry sonrió socarronamente al Slytherin.
― Severus, sé perfectamente que te conviene escuchar esto. Y sabes a qué me refiero... ―dijo en forma suspicaz.
Severus parpadeó temeroso. ―¿Q-qué?
Y Harry sonrió aún más. ― Siéntate, Severus. Te aseguro que nuestro espíritu Gryffindor no se te va a contagiar.
Severus no tuvo más opción que aceptar y hacer lo que se le pedía, todo esto, claro, de mala gana.
― Bien ―dijo Harry cuando el otro se hubo sentado―. Ahora que estamos todos.... ―dijo mirando a los chicos―, me gustaría que dejáramos en claro varias cosas. Pero, primero que nada.... ¿alguna pregunta?
El joven Weasley fijó su mirada en su compañera insinuándole que comenzara con el plan que hacía un momento habían trazado. Ésta, comprendiendo, no optó más que aceptar.
― Er... ―comenzó tímidamente, al tiempo que sentía todas las miradas atentas en ella―. Eh... Ha...,digo, Profes...
― Harry, Hermione. Dime Harry. Nunca en tu vida me has llamado Profesor ―dijo Harry con una sonrisa alegre, tratándole de inspirar confianza.
La chica miró al Profesor y se sintió más segura ante las palabras y la sensación de ánimo que éste le transmitió oculta detrás de la frase.
― Eh..., sí. Harry..., nosotros queríamos preguntarte si... bueno, ¿qué... qué fue...? digo...
― ¿Quieres que te explique dónde está tu amigo? ―finalizó él por ella aún sonriendo.
― Eh... sí ―dijo la joven aliviada de que él terminara por ella, y algo sonrojada por la situación.
― Bien, supongo que eso debe ser lo principal para ustedes en este momento, ¿no? Su bienestar...
― No hables en general, Potter ―murmuró Severus con enfado. ¿Qué le importaba si el maldito mocoso estaba lastimado?
― De acuerdo, Severus. Como tú digas ―dijo sonriendo divertido al Slytherin―. Bien, he de decirles que sinceramente no sé cómo está él, pero les aseguro que está bien. Si yo aparecí exactamente donde él estaba, es obvio que él apareció donde yo antes me encontraba.
― ¿Y tú dónde estabas? ―preguntó Sirius interesado.
― En mi casa. Pero no se preocupen, no estaba solo cuando hice el conjuro sobre el tiempo. Quien estaba conmigo, se asegurará de que el chico estará bien, se los aseguro.
― ¿Y se puede saber quién es? ―preguntó Albus mirándolo fijamente.
Harry lo miró unos segundos antes de responder. En un suspiro, al final dijo:
― Mi entrenador..., Sirius ―dijo mirando ahora a su padrino.
Éste, sintiendo todas las miradas en él, no pudo más que expresar su confusión.
― ¿Qué? ―dijo parpadeando varias veces, intentando que con eso la confusión y el desconcierto se le fuera de ahí.
― Bueno, sí.... Eh, como sea. El caso es que el chico estará bien, se los aseguro. No tengo forma de comunicarme con mi tiempo, no por ahora, pero voy a intentar realizar algunos hechizos que conozco para ver si funcionan.
― ¿Pero entrenador? ―preguntó confundido Sirius, sintiendo que su vida se complicaba más a medida que miles de preguntas empezaban a correr por su mente.
― Pero tú dijiste que no podrías hacer esos hechizos por tu debilidad ―comentó Albus mirando fijamente al chico.
Y un silencio pequeño se extendió. El joven auror permaneció así analizando la situación, al tiempo que pensaba en una buena respuesta.
¿Realmente estaba tan cansado y débil como para no poder hacer esos hechizos?
Sí, ciertamente sí. Pero eso no importaba. El chico era lo que prevalecía en su mente. Saber que estaba bien debía ser su principal preocupación. Sirius cuidaría de él, Harry lo tenía por seguro, al igual que Remus. Pero algo le incomodaba. Era un presentimiento de que algo iría mal.
Y, teniendo 21 años, Harry ya había tenido el tiempo suficiente para darse cuenta que sus presentimientos, no son algo para jugar.
Incluso sus amigos lo saben: un presentimiento de Harry, y espera un ataque repentino dentro de dos horas.
No hay guerra en su tiempo, cierto. Pero ataques siguen habiendo. Los pocos mortífagos restantes siguen con la loca idea de vengar a su Señor, y es normal que Harry reciba una que otra amenaza de muerte seguido.
Afortunadamente, estos mortífagos se han convertido en palabras, y no hechos.
¿Lo malo de esto?
Rayos, la sobreprotección de Sirius.
Definitivamente, Harry no le desearía a nadie ser el ahijado de alguien tan sobreprotector como Sirius.
Y vivir en la casa con él, Remus y... bueno, con esas personas, era algo con lo que Harry apenas podía vivir.
Mudarse no estaba dentro de sus límites de pensamiento.
Y claro que Sirius jamás se lo permitiría.
Y Harry se dio cuenta de que los demás en la habitación lo miraban expectantes.
¡Rayos! ¿Porqué siempre le tienen que volar las ideas de esa manera?
Y en un suspiro, y recordando la pregunta inicial por la cual sus pensamientos dejó volar, Harry se apresuró a contestar.
― Bueeeno.... de que puedo, puedo, Albus. Si me esfuerzo, es posible que logre algo.
― ¿Y tu bienestar? ―preguntó Albus de forma insistente.
― Estaré bien, Albus. No voy a morir por intentarlo, te lo aseguro.
― Mmm... Aún así, creo que es mejor que no lo intentes.
― Albus, necesitamos saber cómo está el chico. Si hago o no los hechizos, no está en cuestión.
― Pero tú dijiste que él está a salvo, ¿no? ―comentó Remus haciéndole saber de su aceptación a la propuesta de Albus.
― Sí, pero... Bueno, lo mejor es asegurarse, ¿no?
―Pero te debilitarás más de lo que ya estás... ―insistió ahora Sirius, preocupado.
Oh, oh. Sirius está empezando a preocuparse... Oh oh.... Hay que hacer algo, cielos, la alerta está empezando a sonar... Que no se preocupe Sirius. Por favor, que no. Harry tenía que hacer algo rápido para que eso no llegara a pasar. Pero ya...
― De acuerdo, no lo haré. ¿Felices? ―mintió, consciente de que, gracias a su fantástica y desarrollada capacidad de mentir, ellos se darían cuenta de su falsedad.
Y Severus sonrió ahora disfrutando el momento.
― Eres pésimo para mentir, ¿lo sabías, Potter? ―dijo con un tono divertido.
― Bueno, sí. Es algo en lo que no he podido mejorar ―dijo en un suspiro y lamentándose por tener ese funesto defecto.
― Que bueno, me alegro ―dijo Sirius tratando de parecer serio, pero sin embargo sosteniendo una sonrisa―. Ahora, Harry... ¿Harás o no esos hechizos? ―dijo alegre al hecho de que así podría sacarle todo a su ahijado, sabiendo que el otro era incapaz de mentir.
Y Harry palideció.
¡Rayos!
¡Rayos, rayos, rayos!
Sirius ya descubrió su punto débil.
¡Rayos! Harry había creído que le iba a tomar por lo menos algunas semanas, o algo así.
Pero no en un mísero día.
¡No en una mísera hora!
¡RAYOS!
― Ejem... eh... esto... ―Harry forzó a su memoria a darle una rápida idea de cómo salir de la situación―. ¿No les he dicho qué pasó con Voldemort, verdad?
― Mira Harry, no cambies de tem...
― ¿Qué pasó? ―preguntó hablando por primera vez, Ronald.
Y Harry sonrió feliz al hallar la salida de escape.
― Unos meses antes de que nos... me graduara... bueno, ya me entendieron. Como sea, ese día... ―dijo acomodándose en su asiento ante el vívido recuerdo, permitiéndole a su mente, vagar un poco.
― ¡Hey! Podemos discutir sobre esto después. ¿Harás o no los hechizos? ―dijo en tono severo, y en esa forma tan insistente que Harry siempre había aborrecido por no poder abstenerse.
― Sirius... ―comenzó el joven haciéndole ver a su padrino que no contestaría su pregunta.
― Harry ―le respondió su padrino en tono autoritario―, no dejaré el tema por la paz hasta que me respondas.
Y Harry permaneció callado mirándolo fijamente y dudando si debía o no decirle la verdad.
Finalmente, el auror se decidió a resignarse en un suspiro cansado.
― De acuerdo. Sí, si los haré. Y no ―logró decir ante el pronto argumento que su padrino ya estaba punto de soltar―, por más que insistas en que no lo haga, no te haré caso. Te aconsejo que dejes esto por la paz, Sirius. No hay manera de que me convenzas. Lo haré, y si tengo que hacerlo a escondidas, pues, tomaré el riesgo.
― Pero Harry...
― Sirius, ya te dije que no moriré por hacer eso. ¿Quieres dejar de preocuparte por cualquier cosa?
― ¡Esto no es cualquier cosa!
― Pero yo ya estoy acostumbrado, en serio. No tienes idea de cuántas veces he tenido que pasar esto. No es nada fuera de lo común.
― ¿Qué quieres decir?
¡Rayos! Además de no saber mentir, también resulta que no puede ocultar las cosas.
¡Rayos!
― Eh... bueno... esto... ―¿y ahora qué decía? ¿Cómo salía de este apuro? Ni siquiera el Sirius de su tiempo sabía de estas cosas... nadie sabía, excepto él.
― Harry...
Rayos, rayos, rayos.
― Bien... creo que la plática ha salido del tema inicial. Lo siento, pero lo demás no lo puedo decir. Creo que entenderán a qué me refiero.
― Harry... de nuevo sales con otra mentira. ¿Te explicarás o no? ―dijo Sirius, en el tono más severo y autoritario que todos los presentes jamás habían escuchado. Incluso Severus se mantuvo expectante ante la reacción del auror.
Rayos.... ¿Y ahora qué demonios decía? ¿Una excusa?.... Bueno, eso sería lo mejor. Una mentira ya estaba por completo descartada, gracias a su muy útil y conveniente magnífica habilidad para mentir; pero... la excusa, ¿cuál sería?...
¿Cuál?
― ¿Harry?
Harry levantó la mirada y se enfrentó a un par de ojos azules serios que Harry no sabía si a propósito, trataban de inspirar intimidación. Rayos, ni siquiera le daba tiempo de inventar algo; esa maldita mirada penetradora que Harry ya muchas veces antes había enfrentado nunca le había dado tiempo de pensar en una salida de escape.
Era como si ese maldito azul lo atrapara sin escapatoria.
A merced de Sirius.
Y Harry aborrecía esa maldita debilidad suya de perder ante Sirius de esta manera.
El auror suspiró con resignación y cansancio al tiempo que se preparaba para buscar con las palabras correctas la mejor manera de explicarles esto. Les contaría la verdad... de acuerdo...
Pero por supuesto que no toda....
― De acuerdo. En... ―comenzó dando otro suspiro tratando de explicarles lo más calmadamente posible― en los entrenamientos que he tenido... han surgido varias especies de... eh... ―ahora tratando de encontrar la palabra correcta, se ayudó con un ademán― de... pruebas, que..., que me han hecho tener que soportar bajo diferentes tipos de situaciones, y... en verdad que son difíciles, y algunas son muy problemáticas y otras cansadas..., pero el punto es que gracias a eso, ya me he acostumbrado a hacer estas cosas..., es decir, con presión, debilidad y otros inconvenientes... ―frunciendo el entrecejo, y manteniendo a sus interlocutores en un expectante silencio, el chico se detuvo ante una duda final―. Rayos, no sé si me expliqué bien... ¿Ustedes me entendieron?
Mientras el joven pelirrojo negaba con la cabeza, la chica a su lado asintió con fuerza.
― Sí, creo que sí. Supongo que dices que mientras más difícil la prueba, más fuerte eres, y puedes soportar más ―comentó tratando de dar su punto de vista―, ¿no es así?
Mientras el joven Weasley la veía sorprendido y a la vez con una expresión aburrida en la cara, debido a tanto libro metido en la cabeza de su compañera, Harry sonrió alegremente.
― ¡Eso es, ´Mione! Cielos, me salvaste la vida. Creo que la próxima vez que hable, primero te lo digo a ti, y tú se los traduces.
La chica no pudo mas que sonrojarse al cumplido y al percance de su nuevo apodo.
― ¿Entonces? ―preguntó Sirius aún serio.
Rayos, Harry pensó, aún no se le quita lo preocupado.
Por favor, Harry, se dijo a sí mismo, piensa bien por una vez en tu vida: A Sirius jamás se le quitará la preocupación si de tu bienestar se trata.
― Entonces ―contestó Harry―, significa que no hay problema, Sirius. No. Voy. A. Morir.
Pero aún con esa aclaración, Harry se percató que su padrino seguía mirándolo de una forma suspicaz.
Uh uh... Nada bueno.... absolutamente nada bueno.
― Bien, entonces, Harry ―comenzó el director―. ¿Podremos al menos ayudarte en algo?
― Mmm... no lo creo, Albus. Pero de ser así, te aseguro que estarán avisados.
― De acuerdo.
Y Harry suspiró internamente de alivio al sentir la mirada de Sirius relajarse en él. No era que le incomodara, no.
Era que temía que descubriera la verdad.
¿Y cuál era esa verdad que incluso en su tiempo permanece sellada de los demás?
Que, Harry suspiró, en cada entrenamiento, en cada batalla, en cada pelea e incluso en cada palabra, Harry sentía algo... o más bien presentía algo.
¿Qué?
Rayos, no sabía.
Pero lo raro de esto, es que se presentaba con mayor intensidad en los momentos de calma.
Justo como este.
Demonios.
¿Y qué tiene que ver eso con los hechizos?
Que Harry realmente necesita fuerza para hacerlos.
Fuerza que no tenía.
Fuerza que ese presentimiento se llevaba.
Y que se lo devolvía unos instantes después.
Pero no igual, sino muy, muy diferentes.
¿Cómo explicarlo?
Bueno, es como si alguien te quitara la túnica, y después te la regresara toda mojada y sucia.
No te sentirías igual que antes.
Te sentirías diferente, muy diferente.
Ahora, si esto pasa con una túnica, imagínense con la fuerza.
¿Extraño?
Tal vez.
¿Preocupante?
Algo.
¿Desesperante?
Mucho.
¿Impotente?
Rayos, demasiado.
Harry solo no sabía cuándo vendría ese presentimiento.
¿Cuándo todo el mundo callara? ¿Ahí es cuando?
No.
Cuando le viniera en gana.
Porque Harry sabía que ese presentimiento estaba vivo.
Realmente vivo.
Pero no era peligroso.
O eso esperaba él.
― Pero aún así sigo inconforme ―comentó Sirius, de nuevo poniendo rígida su mirada.
― ¿Pero tú qué sugieres? ―preguntó Remus observándolo.
― No lo sé. Pero esto no me gusta nada. Nada.
Nada. Nada.
Nada.
Eco resonando y acallando todo sonido exterior, toda sensación fuera de él.
Nada.
Nada.
~ ¿Potter, puedes oírme? ~
~ ¿Potter? ~
Nada.
Nada.
~ ¿Qué? ~
~ Ah, estás despierto. Me alegro.~
~ ¿Qué... qué pasó? ~
~ Dime tú. ~
~ ¿Quién eres? ~
~ ¿Duele? ~
...
~¿Qué? ~
― ¿Harry, tú qué piensas?
― ¿Eh? ―preguntó el auror saliendo del trance más extraño de su vida, y tratando de poner atención a lo que ahí estaban hablando. Fijo su mirada en Albus, y se dio cuenta, de que su meditación le costó mucho tiempo.
― ¿Te encuentras bien? ―cuestionó el director con un poco de preocupación.
― Sí, Albus ―contestó con cansancio, a pesar de sentir las miradas de preocupación en él (y figuremos que Severus no está entre ellos)―. ¿Cuántas veces piensas preguntar eso? ―cuestionó con tono cansado y divertido.
― Las veces que crea necesario ―contestó a su vez con mismo tono, pero aún preocupado.
― Pues estoy bien ―dijo comentando para que ellos dejaran de preocuparse de él. O sospechar―. Ahora, ¿quieren saber lo que pasó con Voldemort?
Un perfecto cambio de tema. Contarles lo que pasó le ayudará a olvidarse de este asunto. Ya advirtiéndoles que cuando él regresara a su tiempo, les borraría la memoria, comenzó a relatarles la historia.
No les incluyó detalles específicos, como tampoco lo hizo con Albus. En temas extremadamente serios, Harry era muy bueno para fingir y mentir. Desgraciadamente, sólo en esos casos.
Ahora sí, ya estando libre de sospechas y preguntas sobre el tema, ¿Qué rayos fue eso de hace un momento?
Fue un trance, sí. Pero fue... ¿fue ese presentimiento de nuevo?
Harry intuía que sí.
Pero esto jamás había pasado.
¿Qué fue esa voz?
¿Era hombre o mujer?
Imposible de saber.
Pero... esa sensación.... esa confusión... ese sometimiento...
¿Qué rayos fue?
Esto, ya no es un juego.
De acuerdo, había que tomar cartas en el asunto.
Harry decidió que tenía qué hacer algo.
Pero no estaba preocupado.
Siendo auror, Heredero de Gryffindor, y... El Niño que Vivió y Venció, era difícil preocuparse por algo tan sencillo como eso.
Incluso si Voldie le susurraba algún estúpido poema al oído o en su mente no era razón de él para preocuparse.
Bueno, si el poema es romántico, ahí sí es algo preocupante...
Pero, regresando al tema, en resumen: no había problema.
Relatarles a sus interlocutores la máxima batalla existente durante la historia de la comunidad mágica, era algo interesante.
Pero lo sería mucho, mucho más si les contara por lo menos la cuarta parte de lo que en verdad es.
No esta milésima que ahora les está diciendo.
~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ *
Le tomó por lo menos tres horas relatarles con "lujo de detalles" la pelea con Voldie. Si eso le tomó, ¿cuánto hubiera tratado con decirles TODO?.... ¿Tres días?
Habían decidido, al finalizar, y al término de la espera de la regularización del color de sus pieles, permitiendo por unos minutos que la palidez se fuera, que era mejor dejar la plática pendiente para otro día.
¿Motivo principal?
La debilidad de Harry. Lo notaron muy cansado y, además, habían llegado a la conclusión de que eso, todo eso, era demasiada información para ellos. Necesitaban tiempo para asimilarla.
¿Y Harry estaba en verdad débil?
Vaya que sí.
Pero tampoco era para que se desmayara.
¿Verdad?
Después de acomodar algunas cosas en su despacho, y pensando que la remodelación de su dormitorio no le caería nada mal, el joven auror decidió salir a descansar su cuerpo antes de continuar con la dichosa tarea.
Aire fresco siempre le hacía bien. Y eso era lo que pensaba hacer: Ir al lago.
En otro caso, no hubiera salido sabiendo que toda la escuela se encontraba ahí, y en día de descanso, sólo para que al salir, miles de ojos y preguntas se posaran en él. No señor, eso nunca.
Pero ahora, con el conocimiento de que la mayoría de la escuela iría a Hogsmeade, y que los demás chicos permanecerían en sus Salas Comunes, Harry decidió aventurarse a los desiertos pasillos de su tan añorado Hogwarts.
Con la idea de que Albus en su despacho, Severus en las mazmorras, Sirius y Remus escondidos en casa del segundo, Ron y Hermione en Hogsmeade, no lo molestaría en lo que resta del día, Harry se permitió dejar volar sus recuerdos.
Aquí, en Hogwarts, podría decirse que fue donde empezó a vivir, a nacer. Sí, aquí fue.
Ahí, pasó siete magníficos años que los recuerda como los mejores de su vida.
Hizo de todo ahí, y ahora, recorriendo esos pasillos de nuevo, y viendo recuerdos felices de su estancia en ese lugar, deseó estar de nuevo en el cuerpo de un adolescente para volver a revivir esas maravillosas experiencias.
Rayos, tanto tiempo perdido, tanto tiempo exprimido y aprovechado al máximo, tanto tiempo ido...
Curioso que hablara de tiempo, cuando ha sido el primero en manejarlo con su cuerpo.
El primero.
Le dijo a Albus y todos los demás de ahí, que el "conjuro" había salido mal, que fue un error que aún no sabía cómo remediar.
Pero eso era mentira, una gran mentira.
Ningún conjuro fue utilizado para viajar en el tiempo.
Y él sí sabía cuál era el "error" que él había cometido.
Él no necesitaba ningún conjuro para viajar en el tiempo.
Era la primera vez que intentaba hacerlo, cierto, pero pudo hacerlo sin un conjuro.
Sólo con su cuerpo y su mente. Era todo lo que necesitó.
No obstante, Sirius no sabía nada de esto. Él dijo que necesitaba el conjuro, y Harry lo recitó sólo para que su padrino no sospechara nada.
¿Sospechar qué?
Su poder. El inmenso poder.
¿Y cuál fue su error?
Que Harry deseó con todas sus fuerzas volver a esta época, a este tiempo.
¿Porqué?
Por algo, algo que él deseaba infinitamente cambiar.
Pero no lo haría, no lo haría...
¿O sí?
Harry se detuvo en seco al escuchar un sonido sordo en uno de los salones de clase. Estaba en el atardecer, pero aún así, la luz del salón, y de ese pasillo no se encontraba por ningún lugar.
Se preguntó si había alguien dentro del salón. Porque... ese, ese salón, era uno que no estaba en uso.
Para nadie.
¿Alguien perdido?
Bueno... ir a revisar no mata a nadie.
¿Cierto?
Se acercó cuidadoso a la puerta y no se preocupó de sacar la varita. Ya había tenido miles de entrenamientos sobre duelo, y, diciendo enfrente de nadie, y aún sin deseo de querer decírselo a su reflejo, Harry era el mejor en duelo que cualquier persona entenada para ello, incluso que los aurores.
La varita no se saca en su condición porque, primero, estaba en una escuela. Era imposible que algo pasara, y si iba en una actitud defensiva e incluso ofensiva, podría asustar a algún chico. En segundo, él no la necesitaba. Sabía hacer magia perfectamente sin la varita. Lo único que no podía hacer con su cuerpo y que la varita sí, era que salieran chispas de sus dedos.
Eso era lo malo....
Harry se volvió a detener de sus pensamientos al escuchar otro golpe igual al anterior. Ahora, ahora lo que necesitaba más que nada, era cautela.
Que alguien lo viera sin varita, indefenso, le ayudaba mucho. Cualquiera pensaría que era un débil y lo subestimaría con mucha facilidad.
Así, con cuidado y sigilosamente, abrió con una lentitud muy paciente la puerta que permanecía entre-abierta. Seguido de una rechinido crujiente y tétrico, Harry pudo al fin lograr ver en la penumbra, el interior del salón.
Caminó con extrema cautela dentro de éste, pero a la vez pareciendo mirar la decoración con desinterés. Se internó con paso lento hasta el centro, y desde ahí, observó todo el salón, teniendo ahora el alcance a todo el espacio interior.
A simple vista, no había nadie. Y simplemente pudo ser el viento que tiró algo. Nada de qué preocuparse.
Pero Harry sabía, había alguien detrás de él.
Viéndolo fijamente, y con una brava intensidad.
El rechinado de la puerta, seguido de otro golpe tosco, le aseguró a Harry que la persona detrás de él había cerrado la puerta. Un suave murmuro, y un sonido metálico, le hizo saber a Harry que el cerrojo había sido puesto, y reforzado.
Y Harry se volteó lentamente aún sintiendo esa fría mirada.
Encontrándose con los ojos del otro, Harry vio que una sonrisa maliciosa y cruel aparecía en la persona de enfrente.
Una sonrisa cruel que mostraba en sus ojos la idea de tenerlo a su merced.
Él, tenía atrapado a Harry Potter.
¿Qué ironía, no?
~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~
Ah... ha... ¿qué les pareció? ¿Quién creen que será, uh?
Colin: Tal vez es Peeves.
Oliver: Mmm...no lo creo, Colin.
Pues tendrán que esperar hasta la próxima semana.
Colin: Oye, ¿Oliver?
Oliver: ¿Sí?
Colin: ¿Ya me vas a enseñar lo que es un slash?
Oliver: o_O
JAJA..... Sí, Colin, Oliver. Ya. Te. Va. A. Enseñar. Lo. Que. Un. Slash. Es.
Oliver:.....
Colin: ¿Y? ¿Me vas a decir?
No, te va a enseñar... JAJAJA......
Colin: ¿Oliver? ¿Me vas a enseñar?
Oliver: ....
Colin: ¿Saben qué? Yo pienso que es algún tipo de Artes Oscuras.
....
¿Qué?
Colin: Bueno, sí. ¿No?
Oliver: Eh... ¡sí! ¡Eso! Eso... eso es... sí, eso es... Artes Oscuras. Así que no lo hagas, ¿eh, Colin?
Colin: ¿Qué no haga un slash?
Oye, él puede hacerlo si desea. ¿Acaso eres homofóbico? ¿Qué tienes contra ellos?
Oliver: Eh... no, nada. Pero... pero...
Colin: ¿Es bueno o malo, entonces?
Oliver: Malo.
¿Malo? ¿No vas a dejarlo hacer su propio juicio?
Oliver: ¿Sabes qué? No me gustó venir aquí. De haber sabido.
Oye, yo no saqué el tema.
Oliver: ¿Y acaso yo sí?
Colin: Oigan, ¿no quieren una fotografía de Harry? Se la tomé en un partido de quidditch.
Mira, ¿porqué no mejor nos despedimos?
Oliver: Pues yo creo que es lo mejor.
Oye, Oliver, no me dijiste si tenías novia o no...
Oliver: ¿¡Qué!?
Mis queridos lectores, les agradezco hayan leído esta historia. Vendremos con más la próxima semana, si Voldie y sus mortífagos nos dejan, porque han amenazado con atacar mi ciudad. Ahora, si gustan sugerir algunos presentadores, pueden hacerlo.
Colin: ¡Que sea yo, que sea yo!
Oliver: Yo tengo que practicar, así que no podré.
Como sea, ustedes pueden elegir. Manden reviews, howlers y lechuzas. Todo es bien recibido. ¡Gracias!
Oliver: Sí, eh... muchas gracias, chicos y chicas. Nos veremos la próxima.
Colin: ¡Sí, sí!
Oliver, ¿tienes algo que hacer el sábado por la noche?
Oliver: ¿Qué?
Colin: ¿Nadie quiere una fotografía de Harry? Salió muy bien. ¡Le puse efectos especiales!
