14/05/2003

Notas preliminares:

¡Hola Minna-san! Ahora que he pensado mejor, creo que no es necesario ver el OVA Seisou Hen para entender este fic ya que cambiaré casi todo el contenido de este final para darle uno más a mi estilo; solo que para fines de la historia me gustaría que se tomara en cuenta la primera parte de este OVA, solo para aquellos que lo han visto, y para los que no lo han hecho todavía quisera esbozar la trama después del final de la serie solo para fines de un entendimiento mayor para ustedes.

Himura, cuando su hijo Kenji tenía tan solo tres años entregó a Yahiko la sobkasu, legándole ahora eld eber de defender a su familia y, al estar en un contexto de guerras y hambre, decidió vagar por Japón para ayudar a aquellos en necesidad como una forma de pagar por los pecados que aún no creía redimidos en absoluto, el peso de su cicatriz no se había ido del todo. Luego de aproximadamente cinco años el gobierno de Japón vuelve a requerir los servicios de Kenshin mas él se negó a pelear en el campo de batalla argumentando que había dejado de lado su espada y que una extraña enfermedad, que constaba de manchas rojas cubriendo gran parte de su cuerpo - recuérdese lo que Megumi dijo acerca de que el cuerpo de Kenshin no resistiría mucho tras sobreexponerlo en batallas de alto riesgo- lo imposibilitaba para ser útil de esa forma. Pero si ofreció su ayuda humanitaria y moral para los enfermos y heridos de guerra y ahora,después de cinco largos años de incomunicación con su familia, ha vuelto a Japón.

Disclaimer:

Rurouni Kenshin no me pertenece. El anime es propiedad original de Nobuhiro Watsuki y los derechos están reservados a las compañías de animación asociadas.

PRÓLOGO

La bruma era una capa espesa e infranqueable sobre el mar y se extendía hasta más allá del cielo, si es que en verdad existe algo más allá de aquel manto infinito que hoy parecía más gris y sin vida que nunca. Parado frente a aquel turbador escenario estaba él ponderando cuán curioso era que el clima podía reflejar su alma de una manera casi perfecta. La marea alta se podía sentir al momento que te parabas en la popa del barco. El aire era pesado, casi nublaba los sentidos de solo aspirar lo minimamente necesario para mantenerse respirando. Si en ese momento hubieras estado ahí te hubieras dado cuenta de que el barco parecía anclado en el medio del mar, sin moverse, casi como en las pinturas, y cuando hubieses levantado la vista no había un horizonte que llenara tus emociones. Todo estaba nublado. Nadie creería que la mañana estaba ya muy avanzada. Sin embargo ahí seguía él, desde que amaneció, sin mover su vista del frente, como si alcanzara a ver algo en medio del espesor que envolvía todo el barco.

Renuente a permitirse el privilegio de una frazada o quizá tan solo un simple cobertor, ni bien abrió lo ojos y comprendió que seguía vivo se levantó de sobre unas cajas de cargamento que le habían servido como camastro y caminó sin ninguna clase de abrigo además de su precaria indumentaria hacia el lugar en el que la mayoría del viaje había permanecido. La mirada fija en la nada y el pensamiento volando por recorridos desconocidos. Aquel gi raído que traía siempre y la misma hakama vieja eran su única defensa contra el indolente frío. Aquel viento gélido traspasaba hasta lo huesos con facilidad mas sin embargo aquella figura parecía no sentirla. Nadie estaba en la cubierta. Los demás pasajeros de este barco comerciante permanecían dentro del compartimiento habilitado para la mercadería, muy juntos, tratando de luchar con las inclemencias de este invierno. El capitán del barco, un hombre que no tenía apariencia de serlo, abrigado de pies a cabeza por una serie de prendas de paupérrima condición, se acercó al hombre que permanecía impasible donde estaba.

Kaoru

Cuando se acercaba le pareció oír hablar a aquel hombre. Era raro, en realidad, aunque solo fuese una palabra lo que le pareció escuchar. La sutileza de aquella voz le hizo parecer todo una ilusión. Era bien sabido que el viento en alta mar se hacía escuchar usando voces humanas. Era imposible que ese hombre hablara. Desde que lo vio por primera vez en el puerto de Shangai y le pidió humildemente que le hiciera el favor de transportarlo hasta Japón no lo volvió a oír hablar si no era para agradecer la comida que le ofrecía acompañado de una reverencia y una sonrisa vacía. Llevaban tres días de viaje y todas las personas abordo concordaban en que aquel hombre de rasgos extranjeros tenía una apariencia más fantasmal que humana. Alejado de lo que lo rodeaba, perdido en sus pensamientos y siempre mirando hacia donde se esperaba que uno de estos días apareciesen las costas de Japón, pasaba la mayor parte del día, aparentemente inerme al frío, la lluvia y la soledad.


- Himura-san

La figura se dio vuelta y dejó ver un par de ojos violetas sin brillo, una cicatriz ligera y en forma de cruz en la mejilla izquierda, unos cabellos que otrora fueron rojo incandescente y que ahora estaban opacados por ligeras cerdas plateadas. Su piel maltratada por el frío, los años y la mala condición en que vino viviendo los últimos tiempos. La edad lo había alcanzado y lo había dejado atrás para gastar por su cuenta el tiempo que le restaba de vida.


- Solo para avisarle que es posible que mañana estemos llegando a Japón; si es que otro temporal no demora nuestro arribo.


Una reverencia más y el hombre volvió a su posición habitual. El capitán volvió a los adentros de la embarcación no queriendo incomodar a su pacífico tripulante. Su mirada se fijó más atentamente hacia delante. Era tan solo cuestión de horas. Ya casi era un hecho. Después de tanto tiempo, después de cinco largos años volvía a Japón. Esta vez su corazón dio un vuelco, pero no era de alegría, hace tiempo había dejado de sentirla, sino de angustia e incertidumbre.

------

Notas de la autora:


¡Hola Minna-san! Esta es una nueva idea que se me ha ocurrido. Algunos de ustedes ya sabían que pensaba escribir un nuevo fic y la mayoría me dio ánimos para hacerlo. Sé que no he sido muy justa con ustedes y no he actualizado mis otros fics y aún así estoy subiendo otra historia, pero les digo que la única excusa que tengo es que esta idea no me dejaba tranquila y decidí publicarla.

Cualquier duda referida al planteamiento de la trama hasta aquí o alguna duda a este correo electrónico: a20020834@pucp.edu.pe o, en su defecto, con toda libertad pueden agregar a sus contactos de msn de Hotmail este e-mail: cheerfulandsmilinggirl@hotmail.com o al de yahoo: sakura_shiomei@yahoo.es; para efectos de una mejor y más rápida comunicación.


Y un agradecimiento especial para mi nee-chan Hana Aino que me ayudó a subir este prólogo. ¡Gracias, hermanita!

¡Besos para todos!

Shiomei