N/A: Supongo que ya sabréis que los personajes de este fic no son míos, sino del brillante director Aaron Spelling (excepto algunos que ya irán saliendo, que sí son míos). Ésta es mi continuación de la maravillosa serie Embrujadas (Charmed). Me decidí a empezar a escribirla al ver que todos los fans de esta gran serie tendríamos que esperar tanto para conocer la continuación de manos de sus directores. Solo deciros que espero que os guste.

Este capítulo... he decicido dedicar este capítulo a todas esas personas que han sufrido mucho en esta estúpida guerra que Bush ha decidido organizar, sin tener ningun motivo que la justifique (ninguna guerra tiene justificación). Aunque "legalmente" esta guerra ya ha terminado, en estos momentos aparecen las consecuencias de estos días llenos de luchas bélicas. Por desgracia sé que se habrán destruido muchas familias y espero que todas esas personas consigan recibir las fuerzas suficientes para seguir adelante.

Venga, no me enrollo más... A leer! Espero que os guste...

¿DÓNDE ESTÁ COLE?

(parte I)

      Prólogo:

          Phoebe abrió un ojo, y después el otro. Todo estaba oscuro. Una vez se acostumbró a esa oscuridad, vio a Cole, estirado junto a ella en la cama. No llevaba camiseta y su torso era tan musculoso, tan sensual... Phoebe se lo quedó mirando. Al fin él abrió los ojos. Ya era de día, pero aquel día era domingo, con lo cual Phoebe no tendría que ir a trabajar. La noche anterior habían ido a cenar juntos, como hacían muchas veces. La noche acabó en una discoteca (el P3 aun estaba en obras), y estuvieron bailando toda la noche. Pero ahora no importaba que estuvieran cansados. Solo les apetecía estar juntos, hablando, acariciándose, besándose...          Phoebe se levantó de la cama, después de darle un beso a Cole. Había pensado traerle el desayuno a la cama; desayunarían allí, los dos juntos.

          Cole se desveló después de sentir los suaves labios de Phoebe tocar los suyos. Vio como ella se levantaba de la cama. Solo llevaba la ropa interior, y le quedaba tan bien... Era perfecta.  Ella era realmente sexy; la chica más guapa que había visto nunca. Y el amor que sentía por ella crecía cada segundo que estaban juntos.

          Por desgracia para la vista del chico, Phoebe se puso unos pantalones viejos y una camiseta para bajar abajo. En ese momento Cole notó como una mano se apoyaba en su espalda.

          - Hola Cole, cuanto tiempo... - dijo una voz que a él le resultó familiar.

          Al oír eso, Phoebe se giró rápidamente, pero solo tuvo tiempo de ver a un hombre apoyando una de sus manos en el hombro de Cole, y llevándoselo fluctuando de allí, dejando un extraño rastro de humo negro. Un demonio acababa de llevarse a Cole.

          Capítulo  1:

          Paige estaba con Leo y Piper en la cocina,  pero era como si no estuviese allí. Desde que, hacía casi un mes, Piper y Leo habían decidido que su hijo se llamara Patrick, en la mansión solo se oía ese nombre. Y en ese momento seguía pasando lo mismo:

          - Leo, ¿crees que Patrick será buen estudiante?

          - Piper, supongo que sabrás que Patrick es nombre de médico...

          - "Consulta de Patrick Halliwell". Sí, queda bien, cariño, tienes razón.

          - Seguro que es buen estudiante, Piper.

          Paige decidió desconectar. Siempre pasaba lo mismo. Fuese cual fuese el motivo, una simple frase y ellos ya tenían algo sobre Patrick en que pensar. Esa mañana todo había empezado porque en el periódico salía una noticia titulada "Baja el rendimiento escolar en los adolescentes".

          Pero al fin y al cabo, y Paige tampoco le importaba que pasara eso. Ella se alegraba por los dos. Era lógico que se mostraban emocionados, era su primer hijo. A ella le gustaba ver como los dos eran felices. Ver como Leo superaba fácilmente que ya no era una luz blanca; éste ya no hablaba de ello nunca. Y también le gustaba ver a su hermana feliz, disfrutando de una vida normal, esa vida normal que siempre había deseado, aunque tuviera que seguir tomando aquella extraña poción verde, ya que a veces perdía, de una forma instantánea, toda su fuerza, y esa poción se la volvía toda, y al instante. Esa misma mañana había tenido que tomar una poca.

          Se alegraba por ellos. Pero se preocupaba por ella misma. Seguía sintiendo esos extraños espasmos eléctricos. Normalmente los sentía de una forma rápida, y se pasaban también rápidamente cuando ocurrían en su vida normal. Pero siempre que sucedían mientras curaba a alguien, o mientras usaba sus poderes, estos calambres producían en ella un dolor muy fuerte.

          Pero no había podido decírselo a Leo. Ahora que sabía que había olvidado casi por completo lo que había vivido allí arriba, era una tontería molestarle con sus problemas, y estorbar su felicidad.

          En ese momento apareció Phoebe gritando.

          - ¡¡Chicas!! ¡¡Se acaban de llevar a Cole!!

          Paige interrumpió sus pensamientos, y Leo y Piper dejaron de hablar.

          - ¿Que pasa? - preguntó Piper.

          - Se han llevado a Cole. Estaba estirado en la cama, yo iba a bajar a la cocina a prepararle algo de desayunar cuando de repente alguien apareció en la habitación, y se lo llevó en un segundo.

          - ¿Has sabido que era? - inquirió Paige.

          - Todo a sido muy extraño, muy rápido... - Phoebe estaba realmente nerviosa -. ¡Rápido, vamos al Libro de las Sombras!

          Las tres hermanas, seguidas de Leo, subieron al ático. Phoebe estaba realmente conmocionada, no sabía que pensar. Ahora que Cole no tenía poderes, podrían hacerle cualquier cosa. Y después de lo que había ocurrido con Morris, no quería ni pensarlo.

          Phoebe se puso a mirar el libro, al lado de Paige. Al ver que Piper y Leo se quedaban quietos delante de ellas, dijo:

          - ¡¡Haced algo!! ¿A que esperáis? - se dio cuenta de que quizá estuviera demasiado exaltada. No quería comportarse mal con ellos, pero necesitaba saber que Cole estaba bien.

          - Leo, vete a buscar abajo el mapa y el cristal para localizar actividad mágica. Yo iré abajo, o cogeré algunos ingredientes por si tenemos que hacer alguna poción - Piper sabía que su hermana no pretendía ponerse impertinente, pero igualmente decidió ir a buscar algunos ingredientes, aunque sabía que no los necesitaría aun, para que Phoebe no se enfadara.

          Piper bajó las escaleras corriendo, y registró los armarios a una velocidad asombrosa. Cogió cuatro tarros con ingredientes comunes sin que ninguno se le cayera, y fue a la sala, a ver si Leo había cogido ya el mapa. Al ver que no era así, fue ella quien cogió el mapa y el cristal.

          - ¡Vamos! - le dijo a su marido, y acto seguido, con los brazos llenos de cosas y sin que se le cayera nada, subió otra vez corriendo las escaleras.

          - Siento haber tardado tanto - dijo Piper al llegar arriba -. ¿Habéis encontrado algo?

          Paige la miró extraña.

          - Casi ni nos ha dado tiempo... - dijo.

          - Lo siento, Piper - dijo Phoebe -. De verdad, no pretendía ser una impertinente hace un momento. No hace falta que lo hagas todo tan rápido por mí...

          En ese momento Leo llegó al ático.

          - ¿Y esa velocidad, Piper? - dijo él -. Últimamente lo haces todo con unas prisas... ¡Intenta calmarte, vas a acabar agotada!

          Piper les miraba a todos extrañados.

          - No tengo ni idea de que me estáis hablando...

          Todos se miraron extrañados. Apareció un silencio incómodo; todas las  miradas se paraban en Piper, que no entendía nada.

          - Me huelo otro problema... - dijo Paige.

          - Paso a paso - dijo Phoebe -. Piper, busca actividad mágica en el mapa. Yo buscaré en el libro algo sobre el ser que se llevó a Cole. Cuando acabé, Paige mirará a ver si encuentra algo que explica a que es debía esa velocidad.

          Se pusieron manos a la obra. Mientras Paige y Phoebe miraron el Libro de las Sombras, Piper le dio el mapa a Leo para que lo abriera, mientras ella ataba el pequeño cristal a una cuerda. Leo se separó unos metros de ella y abrió el mapa en una vieja mesita redonda que había en el desván. Justo cuando el mapa estuvo abierto y Piper había cogido el cristal por el cordel, éste salió disparado, llevando a Piper con él, hacia un punto del mapa: el complejo de apartamentos más conocido de la ciudad.

          Capítulo 2:

          - Piper, ¿qué haces? - preguntó Leo -. ¿Estás bien?

          Justo en el instante en que Piper soltó la cuerda, el cristal calló encima de la mesa, muerto. La bruja se levantó del suelo, y se limpió los pantalones, llenos de polvo del desván.

          - Me estoy adelgazando... - dijo Piper sonriendo -. ¿Desde cuando un simple cristal puede conmigo?

          - Piper, esto es serio... - dijo Paige -. Esto debe haber ocurrido porque hay una actividad muy fuerte en ese punto. Por eso...

          - No,  Paige - Leo la cortó -. Si fuese así, el cristal aun seguiría totalmente recto en ese punto, ya que ese es el efecto producido cuando hay una actividad elevada. Y aunque la hubiera habido, no hubiese sido detectada hasta que Piper hubiese pasado el cristal por encima. En ningún caso tendría que haber ocurrido algo así. No lo había visto nunca...

          - Algo me dice que tiene que ver con Piper  - dijo Phoebe -. Paige, intenta detectar tu algún tipo de actividad en el mapa.

          Paige hizo lo que su hermana le dijo. Cogió el cristal que Piper había soltado momentos antes, y empezó a pasearlo por encima de la reproducción de la ciudad. Al cabo de unos instantes el cristal se detuvo en el mismo complejo de apartamentos, pero sin tanta ansiedad.

          - Algo te sucede, Piper... - dijo Phoebe, temiendo a la vez que estas palabras fueran ciertas.

          - Ahora que lo dices, Phoebe - dijo Leo - Piper desde hace unos días está un tanto extraña... - al ver que las dos hermanas miraban a su mujer con aire acusador,  se apresuró a decir -. No, chicas, no malinterpretéis mis palabras... Es la misma de siempre, simplemente actúa de una forma más... - después de intentar buscar la palabra idónea, dijo -... activa.

          - ¿Como? - Paige no entendía nada.

          - A ver, es difícil de explicarlo... Me refiero que desde hace un tiempo para acá, está supervisando las obras en el P3, ha pasado allí todas las mañanas y todas las tardes excepto los festivos. Pero no penséis que lo festivos descansa, ya que lo que hace es pedirme que vayamos a tal o cual sitio. Casi cada noche quiere que vayamos a cenar fuera, y en sus ratos libres se prepara toda su información, y empieza a organizar que grupo tocara un día, o que fiesta preparará otro...

          - Además - siguió Piper un tanto espantada, dándose cuenta que algo le pasaba -. Casi no duermo por las noches, y a la vez no estoy nada cansada durante el día...

          - Prueba tus poderes - dijo Paige -. Tenemos que ir a ver que pasa en ese complejo de apartamentos, pero no podemos ir a patearle el culo a ese demonio sin saber si estás en plenas condiciones.

          - Paige tiene razón - dijo Leo, y acto seguido sacó las llaves de la mansión de su bolsillo -. Intenta congelarlas.

          Incluso Phoebe, que hasta ese punto estaba pasando hojas en el Libro de las Sombras, dejó una hoja a medio pasar y miró la escena.

          Piper movió sus manos justo cuando Leo dejó caer las llaves. Éstas se congelaron al instante.

          - ¿Veis? No le pasan nada a mis poderes...

          Phoebe creyó que era así, y quitó importancia a lo sucedido. Pero cuando fue a seguir pasando páginas, se dio cuenta de que para pasar la página que estaba entre sus dedos, había tenido que darle un fuerte golpe, y descongelarla.

          - ¡Acabas de congelar una página del libro! - dijo Phoebe, sorprendida.

          - Y a Leo... - añadió Paige, incrédula.

          Piper miró a su marido;  Paige tenía razón, Leo estaba congelado.

          - Un momento... - siguió diciendo Paige. Acto seguida fue a mirar por la venta -. ¡Esto es alucinante! Acabas de congelar un pájaro que estaba volando en medio de la calle, y también has paralizado a una pareja que va de la mano, y a una madre que lleva un carrito con un niño. Es más... - Paige abrió la ventana, y miró un poco más allá -... ¡¡desde aquí no se ve que nada se mueva!!

          - ¿Mis poderes están aumentando? - dijo Piper. Pero creía saber que eso no era así. Se dio cuenta de que su marido no podía estar congelado eternamente, y moviendo las manos lo descongeló todo.

          Leo vio que las llaves caían al suelo.

          - ¿No has podido congelarlas? - dijo éste.

          - No solo eso... - dijo Piper, espantada -... sino que las he congelado, junto contigo, y todo lo que hay a muchos metros a la redonda...

          - ¡Esto es alucinante! - repitió Paige, asombrada del poder de su hermana.

          - No,  esto es muy malo - dijo Piper -. No controlo mi poder, y eso no puede ser bueno. ¿A que puede ser debido?

          - Prueba tu otro poder, Piper - dijo Phoebe, que desistió de buscar en el Libro de las Sombras, y ahora estaba pensando en algo que ayudara a su hermana.

          - De acuerdo - dijo ésta -. Pero antes, Leo, sal de aquí. No quiero hacerte explosionar.

          - A nosotras tampoco nos explotaras, ¿verdad? - preguntó Paige, un poco asustada.

          - Creo que si no puedo congelaros, tampoco puedo haceros explotar - dijo Piper.

          Leo salió fuera de allí, bajó hasta el primer piso, por si las moscas. Piper se concentró en hacer explosionar simplemente la mesa redonda que tenía encima el mapa, pero en mover sus manos, todo voló por los aires: la mesita redonda, una mesa grande, el viejo sofá, los cristales de las ventanas y las mismas ventanas, la puerta, los cuatro baúles, la vieja máquina de coser de la abuela...

          Piper miró sus manos, horrorizada.

          - ¡Esto no puede ser bueno! Alguien o algo está manipulando mis poderes, no puedo controlarlos yo sola.

          Las tres hermanas bajaron al primer piso,  pasando por el segundo, donde estaban las habitaciones, y viendo que Piper había destruido la mayor parte de las puertas, todas las ventanas y la mayoría de espejos.

          - ¿Estáis bien? - preguntó Leo, que se había espantado al oír todo el ruido producido.

          - Sí - dijeron Paige y Phoebe al unísono.

          - ¡No! - gritó Piper, mirando sus manos, horrorizada.

          Capítulo 3:

          - Aun no entiendo porque has venido a buscarme - dijo Cole.

          Éste se encontraba en una caverna del submundo. Se sentía un poco estúpido estando en el submundo en pantalones cortos como única ropa, pero no era ese el momento para pedirle algo más de ropa. Ya no tenía poderes, no podía salir de allí por su propio pie,  pero algo le decía que nadie le haría daño.

          - Llevo odiándote desde el mismo día en que mataste a la tríada - dijo el individuo, que Cole conocía perfectamente -. ¡Destruiste parte de éste mundo, Balthasor!

          - Ya no me llamo así, ya lo sabes - le cortó Cole.

          - ¿Ya lo sé? - dijo él, cuestionándole esa pregunta a Cole.

          - Claro... No hubieses venido a buscarme si aun fuese Balthasor, si aun tuviese sus poderes... Sabes que si aun fuese Balthasor no tendrías ninguna oportunidad contra mi...

          - Eres muy listo... Pero intenta eliminar ese tono de superioridad, ya como un simple humano que eres ahora, podría acabar contigo en dos segundos - ese ser estaba contento de imponerse delante de lo que había sido un demonio tan poderoso.

          - ¿A sí? ¿Realmente podrías hacerme algo? ¡Eres una simple luz negra! - después de decir eso, Cole se lanzó encima de él. Consiguió derribarle, pero cuando intentó golpearle, la luz negra se evaporó, solo dejando un pequeño rastro de humo oscuro, y Cole golpeó el suelo arenoso del submundo.

          - Quizá no tenga poderes para atacarte... - la luz negra sonrió -... pero sin mí no podrás salir de aquí, y si alguien por aquí te encuentra no reparará en matarte. Te recuerdo que nos engañaste a todos...

          - Que quieres - le interrumpió Cole -. No tengo todo el día, no he venido aquí a jugar.

          - Fuiste uno de los seres a los que más respeté, Balthasor - la luz negra no reparó en pronunciar su nombre humano, para él siempre sería el gran Balthasor -. En realidad, porque tu me mataste. Yo era un simple mortal, y no sé por qué fin malévolo, decidiste matarme.

          - ¡Oh! Cuanto lo siento... - dijo Cole en un tono cómico -. Dime ya que quieres - aunque Cole no recordaba su nombre, conocía perfectamente, por desgracia, todos los rostros de quienes había matado cuando era un demonio.

          - Creaste tal ira en mi, te llegué a odiar tanto, que ellos decidieron que fuera una luz negra. Se lo agradecí, y sobretodo a ti. Por eso te respeto, porque gracias a ti he seguido haciendo el mal.

          - Das asco - dijo Cole, mirándole con una gran cara de desprecio. Aquel ser no merecía nada -. ¿Solo me has traído aquí para conocer tu repugnante vida?

          - No. Realmente llegué a admirarte, hasta que mataste a la tríada.

          - Por suerte ya no soy lo que era - dijo él, y sin previo aviso, le dio un gran puñetazo a la luz negra.

          La luz negra le empujó fuertemente contra la pared. Hizo que uno de los picos de ésta dieron en la espalda de Cole, y le hiciera una herida en la espalda de Cole. Ésta empezó a sangrar.

          - ¡Sácame de aquí! - gritó Cole.

          - ¡Cállate! - gritó aun más fuerte la luz negra, y acto seguido hizo que una ballesta apareciera en su mano derecha -. No me tientes, no solo mata luces blancas, sino también humanos...

          Cole fue resbalando poco a poco hasta quedar sentado en el suelo. Su espalda le dolía profundamente. Se había equivocado, aquel ser podía hacerle mucho daño, incluso matarle. Sería mejor que él le siguiera su juego.

          Capítulo 4:

          Las tres hermanas y Leo salieron fuero de la casa, para coger el coche y ir al complejo de apartamentos. Phoebe aun seguía pensando en Cole, pero ya que no sabía por donde empezar a buscarlo, decidió que lo mejor sería ayudar a ese inocente y después seguir con lo de su novio.

          Piper se colocó en el asiento del conductor y arrancó el coche. Cuando iba a avanzar se dio cuenta que Leo y Paige aun no se habían colocado en los asientos traseros.

          - ¡Vamos...! - dijo Piper.

          - Tranquila, Piper, tranquila... - dijo Leo.

          Cuando al fin todos estuvieron colocados, Piper arrancó y empezó a circular. Iba muy deprisa, aunque su marido o sus hermanas le dijeran que aminorara la velocidad.

          - Que lenta que es la gente... - Piper abrió la ventana del coche y sacó un poco la cabeza -. ¡Vamos, hombre, que no tengo todo el día!

          Al ver que el camión que tenían delante no avanzaba, Piper se puso encima de la acera y le avanzo de esa manera, aunque casi se lleva por delante a uno de los hombres que estaban sacando cosas de ese camión.

          Phoebe hizo parar a Piper.

          - Piper, sal, conduzco yo. Esto es cada vez más grave.

          Piper se dio cuenta de que era verdad, pero no conseguía calmarse. Era como si un bote de combustible le diera energía ilimitadamente, y ella tuviera que agotarla.

          - Aquí es - dijo Phoebe, una vez hubieron llegado al complejo de apartamentos.

          Pero lo que vieron allí después de salir del coche no les gustó. Había una multitud agrupada delante de un edificio de más de veinte pisos. Los cuatro se acercaron, y empezaron a oír comentarios que les aclararon lo que ocurría.

          - ¡Dicen que se va a suicidar! - dijo una mujer que parecía estar muy preocupada, aunque dijo que no conocía a la persona que estaba en lo alto del edificio.

          - ¡Cuidado, va a saltar! - dijo un hombre.

          - ¡Tenemos que pararle! - se oyó que decía otro.

          Los cuatro se apartaron de allí lo suficiente como para que nadie escuchara su conversación.

          - ¿Desde cuando es nuestro inocente un suicida? - dijo Paige. Al ver que los demás la miraban con mala cara, siguió -. Me refiero a que desde cuando salva q gente que va a morir por voluntad propia...

          - Ahí está la cuestión, quizá no es por voluntad propia... - dijo Piper.

          - Tenemos que subir allí arriba - dijo Phoebe -. Paige nos subirá orbitando...

          - Está muy alto, Phoebe - la cortó Paige -. No podré con todos...

          - De acuerdo. Subiremos tu y yo solas. Leo y Piper, vosotros os quedaréis aquí.

          - Sigue estando alto... - dijo Paige.

          - Sabes que puedes hacerlo, Paige - la animó su hermana -. Venga, vamos a ese callejón, y desde allí orbitaremos hasta arriba.

          - ¿Que podemos hacer nosotros, Phoebe? - preguntó Piper

          - Déjate llevar por tu instinto, como haces siempre, dijo la hermana mediana.

          - ¡Has visto como tengo mis poderes! - aquello no había salido de la boca de Piper como una pregunta, sino casi como una amenaza.

          - Mientras no explosiones nada, nadie correrá ningún peligro. Te diría que subieras allí, pero no podemos correr el riesgo de que tu poder destruya la pared sobre la que está ese hombre. Si él cayera por error, yo iría a por él, soporto mejor las alturas que tú.

          - De acuerdo... - dijo Piper, aun sin saber para que servirían ellos dos allí abajo.

          - Vamos, le dijo Phoebe a Paige.       

          Las dos hermanas se dirigieron hacia el callejón, pero Paige no estaba muy convencida de ello. Seguía temiendo esas extrañas corrientes eléctricas...

          Llegaron al callejón. Phoebe le dio la mano, y las dos orbitaron hasta lo alto del edificio. Una vez allí, Phoebe dijo:

          - ¿Ves, Paige? Podías hacer... - pero no acabó la frase, al ver que su hermana acababa de caer inconsciente al suelo.

          Capítulo 5:

          Cole se levantó, dolorido.

          - ¿Las luces negras pueden curar? - preguntó.

          - Solo a nosotras mismas. No hacemos actos altruistas, ¿recuerdas?

          - ¿Por qué me haces esto?

          - Yo no te he hecho nada. Has sido tú solito - al ver que Cole ya no tenía los humos tan subidos, hizo que la ballesta desapareciera -. Lo que ha pasado ha sido culpa tuya. Yo solo quería que me ayudaras...

          - Bien, ¿en que puedo ayudarte? - dijo Cole, siguiendole la corriente. La herida le dolía demasiado, y volvió y sentarse en el suelo y apoyarse en la pared.

          - Como decía, te admiraba mucho - prosiguió la luz negra -. Gracias a ti soy lo que soy. Pero de repente sucedió algo que no entró en mis cálculos: mataste a la triada.

          - Sospechaban que yo... - empezó Cole, como excusa.

          - ¡¡Cállate!! - chilló la luz negra enfurecida -. No me cuentes historias. Llevo siguiéndote desde que aquello sucedió, y sé que no es por eso, sino por tu amor hacia una bruja.

          - La amo - dijo Cole, de repente, lleno de valor -. Y de un momento a otro vendrá a por mí y acabará contigo.

          - Nadie sabe seguirle el rastro a una luz negra...

          De repente ese ser hizo que apareciera en su mano otra vez la ballesta.

          - Y deja de interrumpirme, si no quieres tener una flecha clavada en el estómago... ¡Me aburres!

          Cole no abrió la boca. Cuando había matado a ese ser, antes humano, él se había acobardado. Ahora el mal le había llenado de odio, rabia, y le había hecho perder cualquier cualidad humana.

          - Nunca entendí porqué lo hiciste - la luz negra hizo una pausa - hasta ahora. ¡Me he enamorado de una bruja, Balthasor!

          Cole le miró perplejo.

          - ¡Dime algo! - él volvió a apuntar a Cole con la ballesta.

          - Sabes tan bien como yo que no puedes enamorarte...

          - ¡Cállate! - Cole tenía la ballesta a unos centímetros de su cara.

          Cole no dijo nada. Solo pensaba en alguna forma de salir de allí.

          En lo alto del edificio, Phoebe no sabía que hacer. Paige estaba en el suelo,  pero si se paraba a ayudarla, su inocente se tiraría abajo. Ahora que Phoebe sabía porque quería tirarse desde lo alto del complejo de apartamentos, no dejaría que lo hiciera.

          Phoebe no dejó de mirar a la sombra con cara de rabia. Era muy parecida a la que casi consigue que Prue se suicide. Y ahora intentaba que ese pobre hombre hiciera lo que Prue no quiso hacer. Phoebe ya le había parado los pies una vez, aunque con la ayuda de Piper. Ahora debía de hacerlo sola.

          - ¡No lo hagas! - le chilló dirigiendo su voz al hombre.

          Éste se giró, y casi se cae, pero consiguió aguantar el equilibrio.

          - ¡Vete!  - dijo el hombre -. No valgo para nada... Ni mis hijos ni mi mujer me quieren... Estoy solo en el mundo...

          - ¡No tienes porque hacerlo! - Phoebe intentó acercarse.

          - ¡No te muevas! - dijo él.

          - Hazlo - dijo la sombra.

          Y el hombre dejó caer todo su peso al vacío.

          Piper y Leo llevaban un buen rato sin hacer prácticamente nada. Piper estaba realmente nerviosa, seguía con esa extranya sensación de actividad, necesitaba actuar. De vez en cuando se ponía ha hablar con alguna de las personas que estaban allí con ellos, observando lo que ocurría, y a veces se encargaba de tranquilizar a alguna que estuviera especialmente nerviosa.

          De repente toda la muchedumbre se asombró al ver como el cuerpo se movía ligeramente hacía fuera. No. Fue una falsa alarma. Piper seguía mirando, ya que creyó que el cuerpo se había girado y bajado de la alta pared, cuando de repente vio que el cuerpo tiraba hacia abajo, y en apenas dos segundos, lo paralizó todo.

          Nada se movía. Todas aquellas personas estaban totalmente quietas, las personas que miraban lo ocurrido desde los edificios cercanos estaban totalmente quietas y también los coches que pasaban por allí. Y por suerte, también el hombre.

          Phoebe había dejado ir un agudo grito al ver como el hombre caía en picado, cuando vio que el cuerpo quedaba totalmente en posición horizontal suspendido en el aire.

          - Bien, Piper - dijo para ella misma.

          La sombra profirió un pequeño gruñido.

          - Este hombre ya ha hecho demasiado bien, bruja. Acabaré con él,  cueste lo que cueste. El poder de una bruja no me afecta en absoluto. Nunca podréis detenerme.

          La sombra empezó a alejarse. Phoebe levitó rápidamente y cogió el cuerpo de ese hombre, y lo deposito en el suelo del edificio.

          - Te hemos detenido una vez, lo conseguiremos todas las veces que haga falta - le dijo Phoebe a la sombra, que seguía mirándola, esperando que el cuerpo del hombre se descongelara antes de que la bruja lo cogiera. Pero no fue así.

          - Eso ya lo veremos - dijo éste.

          La sombra empezó a transparentarse, cuando de repente un montoncito de diminutas luces blancas apareció en el ático. De esas luces salió un chico, que cogía por la cintura a la sombra.

          - Te llevaré a un lugar donde no harás daño a nadie - dijo el chico, que Phoebe acertó en creer que era una luz blanca.

          Y acto seguido la luz blanca y la sombra desaparecieron dejando ese pequeño rastro que las brujas bien conocían.

          Capítulo 6:

          Cole cada vez estaba peor. Sentía su costado derecho muy dolido.

          - Me encantaría ayudarte - dijo Cole, esforzándose - pero en estas condiciones no me veo capaz...

          -  Bien, quizá tengas razón... Has perdido mucho, Balthasor...

          - Ya no... me llamo así... - a Cole le costaba mucho articular palabra.

          De repente Cole sintió un fuerte dolor en el pecho. No podía siquiera respirar con normalidad. Empezó a toser fuertemente. El aire casi no llegaba a sus pulmones... Se colocó estirado completamente en el suelo,  esperando poder respirar con mayor facilidad, pero no fue así. El aire se extinguía casi por completo...

          - Ayúdame... - le dijo Cole a  la luz negra, antes de caer en lo que él creyó el sueño eterno.

CONTINUARA...

--------------------------

Q tal? Os ha gustado? Espero que si... Ya veis, este capítulo tiene dos partes... Espero recibir bastantes reviews, eso significara que os ha gustado y os habéis quedado con ganas de saber que pasa con el pobre Cole...

Antes de nada quiero daros las gracias a todos por leer mi historia. La verdad es q todos vuestros reviews me llenan de alegría, sin ellos no seguiría colgando capítulos... Por eso os lo agradezco, porque sube la moral que me digáis que os gusta lo que escribo... Respondo:

Rinita_Inverse: muchas gracias por tu review. No te excuses por no haber dejado review antes, la cuestión es q ya has dejado uno :P Intentaré seguir tu sugerencia en la q me pedías capítulos más detallados... De momento no veras este cambio ya q estos capítulos ya los había escrito anteriormente,  pero a partir de ahora seguiré tu consejo.

Prudence H.: antes de nada... q significa "reportandose"? Me llamó mucho la atención cuando pusiste eso, nunca antes lo había oido. Tu tampoco habías dejado antes review... Será q el primer capítulo no era muy apetitoso? Bueno, gracias por leerme, espero q este capítulo te haya gustado tanto o más q los anteriores.

Alice: bien, veo q te gustan... Y espero q este también te gustara mucho. Sobre eso q te hizo tanta gracia, q hubiera dos cincos... Bueno, se me fue el número!!! No se contaba así? Uno, dos, tres, cuatro, cinco, cinco... Jejejeje.... Venga, espero tu próximo review!!

Terepaige: ola tere!!! A ti te tengo q dar gracias por partida doble!! Por leer mi historia y dejar review, lo q ya de por si no es poco, y además por pasarles mi historia a tus amigas!! Muchísimas gracias de verdad! Te gustaron los wallpaper q te envié? Espero q sí. Cuando pueda te escribo, ok? Espero q este capítulo te haya gustado mucho. Un beso.

Brujita: tu review me encantó! Eso si que le sube la moral a cualquiera... Bueno, te he hecho caso y lo he seguido pronto... Ya sé que Leo lo está  pasando muy mal, y seguirá así de triste... Pero cuando los de allí arriba descubrieron que iba a tener un hijo con Piper no podían quedarse con los brazos cruzados... Pero esperemos q pueda recuperar sus alas...

Piper: Piper! Q haces q no estas en casa, conmigo, en nuestro nidito de amor? :P Perdona las confianzas, pero tenía que decirlo... Me alegro de q te guste, espero q sigas leyéndome.

Piperfiction: he aquí la amiga de terepaige, encantado. Me alegro de q te gustaran los capítulos, espero seguir en la línea y q este capítulo también te haya gustado... Y me alegro de q te pareciera original la forma en q destruí al próximo demonio. Gracias.

Paige: yo esperando tu review con insistencia... Al fin ha llegado (no como el de las dos esas, q se han olvidado de mi...). Gracias por leerme, espero q este capítulo te haya gustado. Pobre Cole, le he dejado estirado en el suelo, muriéndose... Al saber q iba a dejar la serie tenía q matarlo de alguna manera... Ya verás lo q pasa en el próximo... Un besazo.

arwen-chang: la verdad es q la idea de q Cole fuera la Fuente nos dejó a  todos un poco "¿?" (supongo q a Phoebe más...). Y cuando tuvieron q matarle... Fue increible, Phoebe como la reina del mal y aun así se dio cuenta de lo q tenía q hacer... Muy emocionante. El amor de Cole y Phoebe es y será eterno, y en este fic eso tenía q verse palpable... En todo caso, gracias por leer mi historia, y mil gracias por decir q te gusta tanto!!! Eso de q sería yo el guionista igeal para la serie... No sé, no sé... Tendré q presentarme a algún casting, no? Jejejejeje... Sinceramente no creo q sea para tanto... Has tenido suerte, eeehhhh... Antes de ayer dejaste el review pidiendo el próximo capítulo pronto, y aquí lo tienes... Espero q te guste!! Aunq viendo como acaba Cole...

blue*angel: me alegro de q te gusten mis capítulos. Claro q las conversaciones entre Leo y Piper son dulces, me meto en el papel... Mi niña y yo, con lo q nos queremos... Sí q es verdad q este es el único fic de embrujadas en español q hay en toda la página... Es una pena, ya q con lo buena q es la serie podríamos leer todos grandes historias... Un momento...

Para todos, ya q mi fic es el único en español, si a alguno de vosotros se le acurre algun argumento para un fic de Embrujadas, q me lo diga. Estoy seguro q la idea me gustara, y así podría escribirlo y vosotros tendrías más historias de Embrujadas q podríais leer. Y, igualmente, si se os ocurre alguna idea para este fic, q me lo diga, la aceptaré encantado.

Y para Pirra y Mar, sí, ya sé que os habéis olvidado de mi, ya me he dado cuenta...

 Bueno... Gracias por leerme... Es q me hace mucha ilusión q me leáis... Y es genial, no sé si os habéis fijado, pero tengo mi propio clan de brujas: Paige, Piper, terepaige, piperfiction, brujita,  Prudence H.... Incluso a un ángel, blue*angel... Un día tendremos q salir todos de aquelarre... Y los demás, Rinita_Inverse, Alice, arwen-chang, supongo q también querreis venir con nosotros...

Ah! Una cosa. No sé porque pero la mayoría de vosotros no habéis dejado vuestro e-mail al dejar el review... En mi otra historia (colgada en una dirección diferentes ya q no es de Embrujadas) tengo la costumbre de enviarles un e-mail a las personas q han dejado review para avisarles de q he colgado un capítulo más... Si dejáis vuestra dirección haré lo mismo con vosotros, vale?

 Bueno, espero q me dejéis reviews, cuanto antes reciba un número de reviews razonable, antes pondré la continuación de este capítulo. Ya sabéis, sí queréis saber lo q pasa con Cole, con nuestras Embrujadas, q le pasará a la sombra, quien será ese luz blanca q ha aparecido de repente... Reviews!

"El poder de tres nos hará libres"