¡Hola!!!! ^^
Lo sé, te tardas mucho en publicar, eso hace que se pierda el interés en la historia, deberías de ponerte a escribir T_T, y un largo etc... Sí, pero tengo exámenes en esta semana, así que GOMEN u_u', además, no tenía ninguna idea buena, y, pues, quiero publicar algo que valga la pena. Y justo esa idea surgió a la mitad de mi clase de Comunicación Oral y Escrita (yep, en mi carrera (con un nombre muy raro, por cierto) llevamos esa materia, aunque no lo crean n_n), ¡porque escribir historias con palabras que tienes que utilizar me encanta!

Así que, este capítulo va a estar un poco "loco", pero, lo que todos esperaban ¡Hermione X Draco! Y ya de verdad (bueno, no tan de verdad, pero, algo es algo ^^U), y, ¿quién sabe? Tal vez esta sea una nueva idea para otro fic ^^U.

Los dejo con el fic... ¡ah! ¡La última nota! A todos los que no sepan qué es un prendedor (n_n'), es un pequeño brochecito que se sujeta a la ropa con un seguro (creo que en algunos lugares les dicen PIN, aunque no sé ¬¬) ¡Ya sé, no tiene nada que ver con el fic! Pero pronto... sabrán qué ^^U...

Con el gusanillo de la duda:

Kini-chan
Harry Potter no me pertenece, es de la genial escritora J. K. Rowling, (ya quisiera yo escribir así ._.') y de cualquier otro que haya comprado parte de los derechos (creo que la Warner, pero no sé ñ_ñ).
EL PRENDEDOR DE ROSA
6.- Estás en mis sueños
*********
En otros tiempos, él solía ser un príncipe. De los que ganan muchas batallas y dirigen ejércitos enormes para conquistar todos los territorios que él mismo deseara... pero ahora las cosas eran diferentes...

Había perdido su reino, todo por una traición de quienes pensó eran sus amigos... Y, otrora conquistador de países enteros, no podía conquistar el corazón de la princesa del país vecino.

Porque, ella todavía era una princesa y él... él era... nadie...

Y, los dos consejeros de la princesa, que ni siquiera dejaban que se le acercara... Pero había una esperanza. La linda chica tendría que casarce pronto, ya que esas eran las reglas de su reino...

Todos los príncipes llegaban de los lugares vecinos. Él ya no era un príncipe... al menos no tenía ninguna pertenencia material ni nada por el estilo... aunque, sentía algo... por la princesa... por la hermosa princesa.

- Princesa Hermione, las desiciones que debe tomar son...

- Ya basta de llamarme así, Harry...

El de ojos verdes la miró largamente...

La princesa se puso de pie, batallando mucho con su largo vestido.

- En el baile de hoy vendrá toda la realeza, tendrá que escoger a alguien, Su Majestad - corroboró un pelirrojo.

- Sí, lo sé, lo sé... me lo repiten todo el día - suspiró ella - Esto parece un patético-típico cuento de hadas, pero creo que mi final no será tan bueno...

- Pero, Hermione, digo, princesa Hermione... - alcanzó a decir Harry justo antes de que ella se retirara hacia el jardín.

La chica caminaba, suspiró. No sabía cómo se había metido en esto. Su sangre no era de la realeza.

Su padre había ganado muchas batallas y, por eso, lo habían coronado rey. Ella era una princesa por la fiereza de su padre en el campo de batalla, no por que lo haya heredado de anteriores generaciones. Eso era algo para sentirse orgullosa... ¿o no?

Odiaba los protocolos, sobre todo desde que sus padres murieron y ella había quedado a cargo muy joven. Ahora debía casarce... Era horrible todo esto, de haberlo sabido, hubiera huído desde hacía mucho tiempo...

... Pero los conoció a ellos...

Sus amigos, Harry Potter y Ron Weasley, consejeros del rey, su padre, ahora lo eran de ella, pero ante todo, seguían siendo los compañeros de aventura que siempre fueron desde pequeños.

Sin desearlo, evocó un momento de su niñez, cuando, antes de llegar al castillo, estaba jugando con ellos y vió a un niño muy particular... lucía más pequeño que ella incluso, lo que le hizo un poco de gracia al principio...

Aunque en ese instante vió los ojos grises del chico... y se quedó prendada de él... No lo olvidó, pero nunca supo su nombre... Ni idea de quién sería...

Y, ja, ahora tenía que casarce, con un perfecto desconocido, rey de quién sabe dónde, sólo para poder gobernar...

Lo de correr sonaba bastante tentador de nuevo...

...

Ahí estaba ella.

Su diosa salió al balcón de su palacio para admirar el jardín tan hermoso y perfecto... aunque no tanto como ella.

Quería ir a declararle su amor, susurrarle algunas palabras de aliento al oído al ver su rostro tan triste, a abrazarla y decirle que con él estaría a salvo...

Pero si se tenía que ocultar de ella de esa manera, escondido entre las flores para no ser visto por los guardias, quienes lo reconocerían como un intruso.

Y los príncipes empezaban a llegar. Draco podía observar los lujosos carruajes, tal y como él los poseyó una vez.

"Bajó ese estúpido..." Malfoy lo conocía muy bien.

Viktor Krum, príncipe de lejanas tierras nórticas arribaba al castillo, saludando a la princesa con un idioma aún incomprensible para Draco.

La muchacha se limitó a sonreír de manera forzada, pero amable. Se sentía a gusto en el balcón, pero sabía que tenía que ir a recibirlo... ¿qué era eso que se movía entre los arbustos....? Le daba una tremenda curiosidad averiguarlo...

- Ah, príncipe Krum, pase por favor - indicó Ron, tratando de no mostrar su gesto de enfado demasiado. Era obvio que no era muy popular con él tampoco.

Cuando Hermione al fin bajó, Krum la contempló embelasado...

- Princesa "Herrmíone"...

- Hermione... "Her... máioni"...

- Princesa... ¿"Herr... rmíone"?

Ella frunció el ceño levemente, pero al final sonrió, sacudiendo con gracia su cabeza.

- Así está bien, príncipe Krum...

Él le ofreció galantemente su brazo y ella lo tomó, como parte de un protocolo que no entendía del todo, pero que tenía que seguir.

No sólo Ron y Harry estaban ardiendo por dentro, no...

- Ese... maldito... yo, lo voy a... ¡Yo, Draco...! - se calló...

No tenía caso estarle gritando a la nada... era mejor actuar, sino, la perdería para siempre... esta vez sí, para siempre, la sola idea de pensarlo lo aterraba demasiado. Vivir sin su princesa, sin su princesa Hermione... la que conoció cuando era sólo un pequeño...

- Así la que fiesta de antifaces será esta noche... ¿no es cierto, Harry? - preguntó Weasley al confiable consejero real.

- Sí, estaremos muy ocupados, la princesa... Hermione escogerá a su futuro esposo...

- Sí... - suspiraron ambos.

Cuando Draco escuchó esto último, sintió que era el momento de la verdad... ¡Una fiesta! ¡La fiesta de esta noche! Y era de antifaces, claro, todo saldría perfecto de no ser porque...

... De no ser porque no tenía nada más que el traje que traía puesto...

Se dejó caer al piso, cabeceando... esperando que otro genial plan le llegara de algún lado a su cabeza...

- ¡Ouch!

En efecto, algo había chocado contra su cabeza... algo muy duro, por cierto.... ¿o no?

Pues, parecía una bolita de papel totalmente ordinaria... de no ser porque no dejaba de brillar de esa manera tan insistente.

Al fin se armó de valor para tomarla en sus manos, esperando que no quemara. Gracias a Dios no fue así...

Era una nota, que decía...
~.~.~.~
Estimado príncipe:

Las rosas hacen felices a las damicelas, las rosas hacen felices a los caballeros, las rosas pueden hacerte feliz.

Busca en las rosas
C. B.
~.~.~.~
...

¿Qué era toda esa estúpidez? Normalmente, el papel no viene volando del cielo, se estrella en tu cabeza y trae escrito algo tan estúpido... estúpido... ¿estúpido?... ¿Y qué tal si le servía?

- Esta vez sí perdiste el jucio, mi querido Malfoy - sonrió con ironía, tirando el pedazo de papel.

Caminó solemnemente por un momento... pero finalmente se regresó... ya estaba desesperado, ¿qué más daba?

*

Conforme la noche se aproximaba, Hermione se ponía más y más nerviosa... las cosas no podían salir bien. Es decir, le agradaba Krum, pero no lo suficiente como para casarce con él... que embrollo.

Se dejó caer en la silla, como lo hubiera hecho antes... como le hubiera gustado estar en su modesta casa ahora, lejos de todo esto...

Miró brevemente por la ventana... los rosales aún no habían florecido, por lo que las flores del baile habían sido traídas de los lugares más exóticos, todo un lujo, inecesario, por cierto.

- Eh, princesa - Ron abrió levemente la puerta, todo apenado - Ya la están esperando para que empiece con todo...

- Ah... sí, gracias Ron - ella le regala una sonrisa que derrite, pero Weasley tiene que soportalo valientemente.

*

Ahora bien, según la nota, la felicidad estaba en las rosas... ¡¿en dónde demonios consigues una rosa en estos momentos?! Los rosales están desiertos.

- ¡Demonios! ¡Siento que se burlaron de mí! - grita Malfoy, ya desesperado, ya casi todo lleno de espinas.

Pero algo en sus bolsillos empezó a brillar, la notita... parecía indicarle que buscara más... cada vez más...

Draco dislumbró una pequeñisíma rosa entre todas las espinas de los secos rosales... pero estaba dispuesto a todo por conseguirla.

*

En el baile de antifaces, todos los príncipes parecían querer bailar con la linda chica del traje blanco con brillos multicolores de color pastel, con ese bello y misterioso antifaz blanco... Hermione.

"Ninguno de ellos... todos... son de diferentes mundos para mí... " pensaba ella mientras se dejaba llevar por algún desconocido de alguna tierra extraña.

Sin embargo, después de dar unas cuantas vueltas con el desconocido, el príncipe Víktor Krum se acercó a ella y la invitó a bailar la próxima pieza.

No se quejó, después de todo, él era el mejor de todos... de los que estaban ahí, al menos...

*

- Ahora, tú, rosita... - Draco miraba con esceptisismo aquel brote de flor - ¿qué voy a hacer contigo?

Seguía observando el botón, pero realmente no pasaba nada... la paciencia no era uno de sus dones...

- ¡¡Ya!! ¡¡POR FAVOR!! De verdad... quiero estar con ella... ¡aunque sea poder bailar con ella una pieza de baile! Antes de que se case... antes de que la pierda para siempre...

Jamás pensó que se podría expresar así, mucho menos ante una planta semimuerta... aunque esa plantita lentamente parecía cobrar vida...

- ¿Eh? - una luz desluumbrante envolvió su cuerpo con rapidez...

*

- Estás "herrmosa", "Herrmíone"...

La muchacha sonrió por lo bajo, casi de forma obligada, pero amable... esa era la decisión, la decisión que tenía que tomar... Víktor Krum...

- Krum... - subió la mirada.

- ¿Sí? - el chico sonrió.

- Yo... este... yo...

No la dejaron terminar... las puertas se abrieron de una forma demasiado ruidosa...

En el salón había entrado un muchacho... todas las señoritas presentes quedaron en silencio, embelsadas, mientras que los hombres veían al intruso con recelo.

El chico rubio, atiaviado de blanco, con un brillo sobrenatural, con una rosa en el saco, avanzó a paso lento, aunque con mucha seguridad hacia la princesa.

Weasley también siguió al extraño con la mirada... pero no le molestaba en absoluto, tenía que ser mejor que Krum, supongo.

- Como ese cuento... La Ceni-no-sé-qué... ¿lo recuerdas... Harry?... ¿Harry?

Ron no consigue la respuesta de Potter, quien también analizaba ansiosamente al recien llegado...

- Sabes... me es muy familiar...

Nuestro Draco Malfoy al fin llegó en donde estaba la linda princesa, quien, al igual que la gran mayoría, no le podía quitar los ojos de encima.

- ¿Me permite esta pieza, mi hermosa princesa? - se inclinó respetuosamente, al tiempo le besaba la mano.

Hermione al instante sintió muchas sensaciones explotando en su interior, todas por este chico que se escondía tras un antifaz plateado que sólo resaltaba más su cabello rubio platino.

- ... Sí... - la dama dudó, con un ligero rubor en las mejillas, por suerte su antifaz disfrazaba eso.

Pero al final se alegró de haber aceptado... El joven caballero la llevaba de una manera que jamás se imaginó que la podrían conducir en una pista de baile.

Sin querer, ella se apoya en el pecho de él... aroma a rosas...

- Mi querida princesa... no sabe cuánto tiempo he esperado por esto...

Hermione se separa un poco para ver los ojos del extraño... que ya no le parecía tan extraño... ojos grises. Que tal vez hubiera sentido fríos antes, pero ahora eran cálidos... como para derretir un glaciar entero...

- ¿Has esperado... tanto tiempo? - Granger lo seguía observando con la misma mirada intensa.

- Así es... - ¿acaso había sonrojo bajo aquella media máscara?

La chica rió suavemente, mientras sus cuerpos aún se movían al ritmo de la música...

Cerró los ojos, se dejaba llevar por completo por él... aspiraba lo más profundo que podía... podía oír los latidos de su corazón...

Le recordaba a aquel niño...

- Dra...

Ella se quedó muda cuando el muchacho se acercó peligrosamente a su rostro... a sus labios... Levantó su barbilla con sumo cuidado. Los presentes se quedaron de nuevo en total silencio cuando el joven vestido de blanco unió sus labios dulcenmente a los de su princesa.

Draco no podía creer lo que estaba haciendo... ni cómo se podía estar comportando de esa manera... Sólo podía haber dos reacciones. Una, la bofetada, esa que le dolería hasta el alma y dos...

Hermione subió sus manos hasta el rostro de Draco... acarició suavemente su cabello, aunque lo que en realidad quería era...

... Quitarle el antifaz...

Cuando al fin se separaron, Granger con la máscara plateada de Draco en sus manos, ambos respiraban agitadamente, sin saber qué responder a esto... Malfoy aún se esperaba lo peor...

- Me... besaste...

- Princesa...

Lejos del gesto enfadado que esperaba ver en el rostro femenino, había uno de verdadera alegría.

- ¿Eres tú, Draco, de verdad eres tú, Draco Malfoy?

Malfoy asistió lentamente, mientras ella seguía sonriendo.

- Eres el niño que estaba conmigo, con Harry y con Ron... tú eres el niño... tú eres...

Lo abrazó. El muchacho, no, ninguno de los presentes se esperaba esa respuesta por parte de su princesa.

- ¡Ah! ¡Claro! El príncipe Malfoy, el que lo perdió todo - indicó Potter.

- ¿Perdió todo? Pues yo creo que ganó ¬¬' - Ron señaló la escena.

Víktor también observó a su querida Hermione... pero se retiró como lo que era, un caballero, esperando que su dama fuera muy feliz...

- ¿Y esa rosa? - Hermione no podía dejar de ver la gran flor en el saco de su querido Malfoy.

- Esta rosa... esta rosa me ayudó... "Gracias, pequeña rosa..."

Draco tomó la rosa de sus ropas y se la ofreció a su dama, a falta de anillo u otra joya...

- ¿Aceptarías estar conmigo... para siempre?

Hermione sonrió abiertamente mientras las lágrimas de felicidad no dejaban de correr...
- Sí...

*

Muy lejos, en el cielo, una figura ve complacida el trabajo que ha realizado. Sonríe.

- Tienes derecho a ser feliz... Draco, Hermione...

*********
- ¡¿Ah?! - Draco despierta abruptamente... un sueño... muy lindo, por cierto. Se sonrojó.

Pero estaba en su casa, la mansión Malfoy, él era el millonario, un mago, por cierto, de la casa de Slytherin... ella era... su asesora... y sólo faltaba una semana para que se fuera... Tenía que haber una solución a todo esto...

Se levantó rápidamente y se vistió...

Caminó hacia al comedor, vaya sorpresa al encontrarla despierta, ya dispuesta a desayunar.

- Oh, qué milagro, Gran....

Se detuvo, Hermione lo veía tal y como en ese sueño que parecía un estúpido cuento muggle...

Pero se sentía tan real.

Se acercó a ella... Quedaron justo frente a frente...

- Me gustó... bailar con... - ella se detuvo...

Draco parpadeó, ¿era posible?

- ¿Hermione?

- Draco...

Si darse cuenta, se habían llamado por su nombre, cosa que hizo reír a los dos al final, aunque estuvieran totalmente sonrojados.

Malfoy se sentó.

Tal vez había sido un sueño, pero los había conectado más... porque estás en mis sueños...

Aunque... Hermione aún tenía algo que descubrir...
Continuará ====
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¡Ah! ¡Por fin! Este es el capítulo más largo y más loco que he escrito, como que es nada más porque quiero agregar algo más ^^'. Gracias a todos los que han seguido este fic y perdónenme por hacerlos esperar, excusas me sobran, pero, no tiene caso que se las diga ñ_ñ'. Y pasando por los comerciales, Shiharu Tendo, mi nueva amiga y la que me ayuda a hacer las tareas (thanks ^^U), la chica con la quería contactarme, gracias ^^, sabes que te aprecio mucho; KaLu MaLfOy quiere que la mencione, por supuesto, aquí está tu mención, gracias por leer mi fic y dejarme un review ^.~. Y Sulley... where are you?... I miss you _... necesito el rol pero ya ¡_¡... bueno u_u... Mi querida SoraIshida, perdón por el retraso, aquí está, otro pedazo de tu regalo de cumple, te lo sigo recordando, ¿no?, je, je. Lo de Malfoy cargando maletas, ne, no se me olvida que son magos... eso... es parte del plan, querida mía, soy distraída, ja, ja, pero no tanto ^.~.
¡Sí! Tengo 17 ñ_ñ'... punx-182, gracias por agregarte a mis contactos. Por cierto, tuve que rechazar una invitación de comunidad, lo siento, pero toda la capacidad de mi mail está destinada a la comunidad que tengo con una amiga, así que por favor, que esa persona me disculpe u_u'. Oh, ya es mucho O_O', bueno, nos leemos en el próximo capítulo, espero no tardarme tanto y, que tenga más coherencia, ¡nos vemos ^^U! ¡Egao!

No, "ese" no es el prendedor de rosa, ju, ju, ju n_n